Capitulo 9
Quiero aclarar que pronto daré las explicaciones pertinentes a semejante retrazo. Y asegurar que el siguiente capitulo estará listo muy pronto.
Gracias a todos los que me enviaron Reviews y Mails y perdón por hacerlos esperar durante tanto tiempo.
Como ya dije, pronto tendrán las excusas que, aunque se que son inútiles, espero sirvan para subsanar en algo la extensa cantidad de tiempo que use para este capitulo…
Y, sin quitarles más tiempo:
Preludio de una danza
-¡Y la besaste?-Pregunto Ron en susurros apremiantes mientras el, Harry y Hermione caminaban hacía los invernaderos para su clase de botánica.
-Pues, creo que no, no podría denominarse como beso-arguyo Harry nervioso. Con sus amigos caminando uno a cada lado se sentía como obligado a narrar todo lo sucedido entre el y Ginny la noche anterior.-aunque fue solo porque ese gato tuyo-añadió mirando a Hermione con rencor-nos interrumpió.
-por supuesto que lo hizo-dijo Hermione sin darle importancia. Ron dejo entrever una sonrisa de complicidad.-su trabajo es vigilarte a ti y a Ginny para que no suceda nada entre ustedes antes de el baile. Al menos mientras estén en la sala común.
-¡QUE?-grito Harry, atrayendo las miradas de todos a su alrededor, sin darle crédito a sus iodos. El sintiéndose como un tonto por no haber besado a Ginny, y resultaba que aunque hubiera querido hacerlo Crookshanks se lo hubiera impedido de todas formas…aunque,…desde ese punto de vista, no era tan malo…al menos ya podía culpar a alguien más.-¡Por qué hiciste eso?
-Shhh, Harry, baja la voz.-susurro Hermione –no te comportes como un niño pequeño y deja que te expliquemos.
-¿Expliquemos?-pregunto, girándose para ver a Ron-¿Tu también lo sabías?
Ron, sin poder contenerse por más tiempo, estallo en una sonora carcajada, justo cuando salían a los terrenos de la escuela.
Completamente nevada, la explanada se había convertido en un verdadero deleite para la vista. Todo a su alrededor estaba tapizado de blanco. El bosque prohibido se había convertido en una inmensa sucesión de malvaviscos con diferentes formas de árboles cubiertos de caramelo, lo que le quitaba todo aire de misterio. La tranquila superficie del lago emulaba un espejo gigantesco.
-Veraz-comenzó Ron dándole una palmada en la espalda. Ya nadie les prestaba atención, lo único que querían hacer cuanto antes era llegar a los invernaderos para resguardarse del frío viento que los golpeaba con fuerza.- Ginny quiere que el día del baile sea muy especial, y realmente esta poniendo muchas expectativas en el.
-¿Entonces ella ya sabe que pienso declarármele en el baile?-inquirió Harry bajando la voz. Sintiendo su corazón palpitar con fuerza.
-No lo sabe, pero lo sospecha-afirmo Hermione sonriendo.-Digamos que sabe que en baile pasara algo…en parte por sus deducciones, en parte por tus acciones…
-En parte porque tu le contaste-Añadió Harry mirándola acusadoramente, aunque con una media sonrisa en los labios.
-No entremos en detalles-Dijo Hermione moviendo las manos con nerviosismo-El hecho es que quiere que ese día sea especial.
-y si tu te le declararas antes del sábado el baile dejaría de significar lo que es en este momento¿entiendes? Es decir, no dejaría de gustarle, y seguiría siendo especial, pero lo que Ginny desea es una noche inolvidable, no un baile como el de cuarto.
-¿y ustedes como saben eso?-pregunto luego de meditar por un momento las palabras de sus amigos, cuando ya se encontraban dentro de el invernadero numero 6, esperando las instrucciones de las profesora.
-Porque Ginny nos lo dijo-respondió Hermione tranquilamente-De hecho la medida "Crookshanks" no la ideamos para que tú evitaras besar a Ginny, sino para prevenir que ella, en algún momento de debilidad, te dijera o hiciera algo antes de tiempo.
-¡entonces ella ya sabía lo que haría tu gato?
-¡Por supuesto que si! Yo jamás haría algo así sin tener el consentimiento de Ginny-contesto, ofendida.
-Esta bien, no te enfades.-calmo Harry-aunque creo que me podrían haber dicho algo al respecto.
-Eso es lo que estamos haciendo ahora-se defendió Hermione,.
-Solo luego de que casi beso a Ginny…
-Pero solo hace unos pocos días que comenzamos con el plan "Crookshanks"-acoto Ron-además no estábamos seguros de cómo te lo tomarías. Necesitábamos esperar el momento adecuado…
-¿Ustedes tres piensan hablar durante toda la clase?-La voz de la profesora Sprout los regreso a la realidad, obligándolos a detener la conversación. Tendrían que seguir más tarde.
-¿Por qué tardara tanto?- estallo de pronto Ron, dejando a un lado su trabajo y contemplando el retrato de la Dama Gorda, como si el hecho de mirarlo bastara para hacer que Hermione apareciera a través de el.-hace mucho rato que debiera haber regresado.
Ya había pasado una hora desde que terminara su clase de botánica. Normalmente la clase de 6° año de los Griffindor habría estado en los terrenos con Hagrid, en cuidado de criaturas mágicas, pero debido a la ausencia de este tenían ese par de horas libres, y Hermione las había querido aprovechar yendo a la biblioteca. Diciéndoles que no tardaría mucho y que no era necesario que la acompañaran.
-No te preocupes, ya sabes como es Hermione, seguramente se quedo rehaciendo alguno de sus trabajos porque no le gustaba.-Dijo Harry, permitiéndose un pequeño bostezo antes de continuar.-además, estando dentro de los muros del castillo es muy difícil que le pase algo.
Ron se removió inquieto en su asiento, lanzando miradas fugases al retrato, esperando ver aparecer una cabellera enmarañada. Resoplo, molesto. Harry le lanzo una mirada picara. En la hora que llevaban intentando de adelantar un trabajo de pociones, Ron no había podido concentrarse ni cinco minutos seguidos sin evitar el impulso de preguntar en voz alta por que Hermione se tardaba tanto, o mirar por sobre su hombro la entrada a la sala común.
-Creo que será mejor que valla a ver si se encuentra bien-puntualizo sin poder soportarlo más, poniéndose de pie-¿vienes?-pregunto, mirando a Harry.
-No, no quiero molestarte, se que quieres algo de espacio…
-¿A que te refieres?-Pregunto Ron poniéndose como un tomate
Harry se encogió de hombros, obviando la situación.-Sabes muy bien a lo que me refiero.-apunto-el problema no es que yo lo sepa, si no que si se lo dirás o no a Hermy.
Ron, extrañamente tranquilo, se sentó otra vez lanzando un suspiro. Miro a Harry, luego paso la vista por cada uno de sus compañeros dispersos en la sala, procurando que ninguno de ellos les prestara atención. Nadie lo hacía. Los más cercanos eran Neville, Seamus y Dean, que jugaban Ajedrez mágico en una esquina cercana al fuego, a barios metros de distancia. Suspirando otra vez fijo nuevamente su vista en Harry, sonriendo a medias.
-¿Crees que tendría que decírselo? Digo, no es que no quisiera que se enterara de una vez por todas, es solo que…bueno…ella sigue enamorada de ese estupido de Krum y….
No pudo continuar, las fuertes carcajadas de Harry lo obligaron a detenerse.
¿Hermione enamorada de Krum? La sola idea le parecía descabellada a Harry. ¿Así que la única razón por la cual su amigo no se había confesado era porque creía que Hermione estaba enamorada de otro? Intento calmarse, dejar de reír, pero aun esforzándose todo lo que pudo solo lo logro después de pasados un par de minutos.
-A Hermione no le gusta Krum-aclaro mirando con ojos risueños a su amigo, que parecía estar sumamente confundido.-Y me atrevería a decir que nunca le gusto.
Ron lo miro con desconfianza, pero poco a poco fue relajando los músculos de la cara hasta formar algo parecido a una sonrisa.
-¿Estas seguro?-Pregunto, aunque sin dejar de sonreír.
-Ella misma me lo dijo.-confirmo Harry, regresándole la sonrisa.-Aunque si le llegas a contar que te lo dije, me matará. Se supone que tenía que guardar el secreto, en especial para ti.-y añadió, al ver que Ron ponía una cara que decía con toda claridad "¿Por qué a mi no?"-Según me dijo: "Esa es la única forma que tengo para que Ron no se olvide de que soy una chica". Y creeme, realmente la molesto que para el baile de cuarto la invitaras solo como ultimo recurso.
Ron palideció ligeramente, aunque parecía bastante sorprendido.
-Pero que Hermione no este enamorada de otro no quiere decir que si lo esta de mi…quizás no me dice justamente para que yo no cometa la idiotez de decirle lo que siento…puede que ella solo quiera continuar como estamos hasta ahora, como amigos y nada más.
-Eso solo lo sabrás cuando hables con ella-Harry contemplo su reloj-Pero déjame decirte una cosa: Hermione no es de las chicas que se andan con rodeos. Si realmente quisiera evitar que tu te le declararas, estoy seguro de que habría encontrado la manera de decírtelo.
Pero en cambio lo que hizo fue hacerte notar que además de ti había otros chicos en el mundo, y que estos si se fijan en ella. No se lo que pienses tu, pero desde cualquier punto de vista a mi me suena como una provocación para que te decidas de una ves por todas.
El color de las mejillas de Ron se recupero con rapidez, se incorporo y le sonrió a su amigo.
-Y estoy seguro de que tu piensas que el día del baile sería el lugar idóneo para dar el siguiente paso ¿no?
Harry también se puso de pie.
-Me leíste el pensamiento-y, dicho, ambos se largaron a reír alegremente.
-¿Desde cuando es que sabes tanto sobre la forma de pensar de las chicas?-inquirió Ron, mirándolo inquisitivamente, como dudando de si aquel chico de ojos verdes y cabello azabache fuera en realidad su amigo Harry.
-Simple, mi pelirrojo hermano, charlando largamente con Hermione sobre como debo comportarme con Ginny para parecer algo menos estupido que de costumbre.
Ron lanzo un sonoro suspiro-Me lo imaginaba-declaro encogiéndose de hombros y rascándose la nuca.-La única verdad, mi amigo, es que no importa cuanto intentemos valernos por nosotros mismos, sin Hermione no seriamos nada…
-Valla, Ron, pues gracias por ese voto de confianza-La femenina e inconfundible voz de Hermione, a espaldas del pelirrojo, hizo que ambos pegaran un salto.-al menos ahora se que eres más amable cuando no estoy.
Se sentó en el sillón donde momentos antes habían estado sus amigos y los miro. Aunque no era la misma mirada que tenía siempre, no, ahora parecía algo distante, como si sus pensamientos corrieran por lugares diferentes a su cuerpo.
-¿Que es eso?-Pregunto Ron apuntando algo que Hermione traía en una mano.- ¿de donde la sacaste?
Hermione alzo ligeramente la roza roja para que sus amigos la vieran mejor.
-Me paso algo muy extraño mientras venía hacia aquí-Dijo luego de un prolongado silencio-…me encontré con Ernie Macmillan…-Su vista volvió a fijarse en la rosa que sostenía y sus mejillas se sonrosaron ligeramente. Parecía que se hubiera olvidado completamente en sus amigos y en lo que estaba por contarles, y solo reacciono cuando Ron le hablo.
-¿Y bien?
-¿Qué?... ¡ah¡Si! Ernie…-miro a sus amigos bastante confundida, pero pareció recuperarse un poco al posar sus ojos en Ron.-Pues, me tope con el al salir de la biblioteca, estaba cumpliendo un encargo para la profesora Sprout, tenía que buscar unos libros o algo así…el caso es que al verme me pregunto si tendría un minuto y claro esta que le dije que si.-inspiro profundamente antes de respirar, como infundiéndose ánimos para terminar de contar los sucesos. Dean lanzo un grito de triunfo, había vuelto a vencer en el ajedrez.-lo seguí hasta un aula vacía que hay en un pasillo cercano-Continuo Hermione cuando Ron y Harry se sentaron cada uno a un lado de ella.-ya dentro, saco su varita y conjuro esta rosa…-Ron frunció el entrecejo, no le gustaba para nada como se sucedían los hechos.-y entonces…el…se…me…declaro…
-¿Qué el que?-Exclamo Ron atónito. Hermione le hizo una rápida señal con la cabeza para que se callara, temiendo que llamaran la atención de los demás. Sin percatarse de que a su otro lado, Harry fruncía el entrecejo, con los ojos brillándole de manera peligrosa.
-Continua, Hermy-Pidió, aunque con tono bastante autoritario. Por alguna razón le había molestado el hecho de que alguien, excluyendo a Ron, se hubiera enamorado de Hermione…Supuso que algo parecido era lo que Ron sentía con Ginny cuando algún chico se le acercaba.
-Me dijo que hacía mucho tiempo que quería decírmelo, pero que no había podido encontrar la oportunidad-continuo Hermione mirando a sus amigos tímidamente y más roja que nunca-me…me entrego la rosa y se me acerco y me beso. ¡La mejilla!-añadió rápidamente. Tanto Ron como Harry habían apretado los puños.-y luego se fue, sin esperar a que yo le dijera nada.
-¿Por eso tardaste tanto?-Pregunto Harry, intentando mantener su vos los más tranquila que pudo.
Hermione asintió-Me quede dentro del aula un rato más…
Ron bufo molesto. –Seguramente te quedaste para pensar en lo lindo que fue Ernie ¿no?-inquirió mordazmente.
-¡No empiecen!-advirtió Harry al ver que Hermione, que parecía muy molesta por el comentario de Ron, se preparaba a replicar.-no hace ni veinticuatro horas que hicieron las paces y ya quieren volver a discutir. ¿No pueden comportarse como gente civilizada una sola vez en su vida?
Había dicho eso con una voz autoritaria, esperando que sus amigos se calmaran. Pero solo lo consiguió a medias. No pelearon, pero de todas formas parecían muy enojados, aunque ya no se miraban entre si de forma desafiante, ahora el objetivo de su atención era el, Harry, que sintió un sudor frió cuando los dos pares de ojos que tan bien conocía se posaron en el con aspecto amenazador.
-¿Con que derecho te atreves a decir que nos comportemos civilizadamente cuando no eres capas de hacerlo tu mismo?-Le pregunto Hermione con severidad.
-¿A que te refieres?...
-A ti y a Ginny, claro esta-afirmo Ron enérgicamente-¿o te crees que es muy normal la relación que mantienen ustedes dos?-a su lado Hermione asintió fervientemente.
-Tú sabes que le gustas a Ginny-aseguro la chica, ante la pálida y temerosa expresión de Harry, que los escuchaba mansamente sin atreverse a mover ni un músculo.-y ella sabe que tú gustas de ella. Pero ambos actúan como si no supieran nada, esperando a decirse durante el baile lo que hace ya siglos conocen.
-¿Y que hay con ustedes?-se defendió, desesperado-Lo único que hacen es discutir todo el día solo para no tener que afrontar lo que sienten el uno por el otro…
Ron y Hermione se pusieron de pie tan rápido que casi pareció que saltaban de sus asientos, ignorando el comentario de Harry, como si este no lo hubiese hecho.
-¿nos vamos a comer?-pregunto Ron mirando a la chica. Ninguno de los dos parecía ni remotamente enfadado.
Hermione asintió, mirando su reloj con naturalidad y camino junto al chico Ambos, hablando sobre cualquier cosa, se encaminaron al retrato dejando a un sorprendido y enfadado Harry.
-¡Hey! Aun no termino de decir lo que…-No logro acabar, el pelirrojo y la castaña ya habían salido de la sala común, dejándolo con la palabra en la boca.-Esos dos no tienen remedio-Sentencio poniéndose de pie. Lanzo un suspiro de resignación y se metió las manos en los bolsillos, emprendiendo la marcha hacia el comedor. Regresaría luego por su mochila.
Caminaba lo más rápido que podía, aunque, con una pierna lastimada y cubierto por una capa invisible, no era mucha la velocidad que lograba alcanzar.
Eran apenas las 10:30. Ahora lamentaba haberles dicho a Ron y a Hermione que no lo esperaran porque seguramente regresaría pasada la medianoche. Pero claro, como el iba a saber que Grawp se quedaría dormido tan rápidamente, y que, además, sin quererlo, lo golpearía con la mano con un brusco movimiento producido más que seguramente por una pesadilla.
Afortunadamente para Harry el golpe no era serio, pero si doloroso. Se lamento nuevamente: Hermione seguramente sabría algún hechizo para quitar o disminuir el dolor.
Doblo por un recodo, deteniéndose apara asegurarse que en el pasillo no había nadie más. Extrajo un viejo pergamino y lo extendió. Tomo con la mano libre la varita y apunto el papel.
-Juro que mis intenciones no son buenas.-susurro lo más despacio que pudo. Inmediatamente se encontró contemplando un detallado mapa de la escuela, vigilando que nadie estuviera cerca, para no toparse con alguna sorpresa.
La señora Norris se encontraba dos pisos debajo, en las mazmorras; Filch y Snape estaban muy cerca de la torre de encantamientos y un poco más allá, muy cerca de ellos y, alejándose de el celador y el profesor de pociones, el mapa marcaba un nombre…pero no era posible…¿Qué hacía a esas horas corriendo por los pasillos?
Sin ponerse a pensar en una posible respuesta se lanzo en una frenética carrera, ignorando el dolor de su pierna. Tenía que llegar antes que Snape o Filch la atraparan.
Tomando los caminos más cortos y toda clase de atajos, Harry logro alcanzar rápidamente la torre. Inspecciono nuevamente el mapa. Ya estaba muy cerca, pero el tercer punto se había detenido. Al parecer había tomado un pasaje son salida. Harry acelero, Filch y Snape solo tenían que doblar el siguiente recodo para encontrarla…
Giro, corrió por un nuevo pasillo, cruzo por una trampilla, subió unos escalones y otra vez por un pasillo. Jadeando recorrió un nuevo tramo de escalera y alfil, a algunos metros a su derecha, diviso el grasiento pelo de su profesor.
Se acomodo la capa para hacerse invisible, que se le había descorrido levemente. Y, conteniendo la respiración para que no oyeran su agitado pecho, corrió hasta adelantar a su profesor de pociones y el celador del colegio y asegurarse de doblar antes la esquina.
Pegada a un muro, Ginny buscaba ávidamente una manera de escapar de sus perseguidores.
Tenía una mirada desafiante. Harry sonrió, ni aun en ese tipo de situaciones la pequeña pelirroja se dejaba atemorizar.
La mitad de una rana de chocolate se dejaba entrever en su boca, Por lo que Harry creyó adivinar donde es que había estado su pelirroja favorita.
Los pasos a sus espaldas se hicieron más sonoros. Rápidamente corrió hasta la chica, acercándosele por el costado derecho. Supuso que si se quitaba la capa sin ninguna advertencia Ginny podría lanzar un grito de sorpresa, además del potencial riesgo a que Snape o Filch lo vieran, Así que se decidió por lo más sencillo: Lanzo la capa sobre los hombros de Ginny con una mano, mientras que con la otra le tapo la boca en un rápido movimiento, para sofocar cualquier intento de grito por parte de la pelirroja.
-Shhhh-susurro cuando ya ambos estaban totalmente cubiertos.-no te asustes, soy yo.
Ginny lo miro y pareció relajarse al instante. Harry retiro la mano de su boca y vio con placer que la chica le sonreía. Un gesto que se veía hermoso en su rostro a pesar de la rana de chocolate.
-¿Dónde se ah metido?-Snape, con rostro de decepción, acababa de entrar al pasillo, ahora completamente desierto. Harry y Ginny se apegaron más al muro.
-Es posible que este escondido en alguno de los corredores cercanos-apunto Filch inspeccionando con la vista cada rincón.-no puede haberse ido muy lejos. Es la segunda vez en la semana que hay alumnos fuera de su cama después de la hora, tendríamos que tomar medidas de seguridad más severas…
-Esa decisión es del Profesor Dumbledore-apunto Snape con frialdad mientras reemprendía su caminar con dirección contraría a los chicos.-Por el momento concéntrate en pensar donde se puede haber metido.-y con un movimiento ondulante de su capa desapareció por uno de los tantos recovecos del castillo, seguido rápidamente por Filch, quien les lanzo una ultima mirada de una forma muy parecida a como lo hubiera hecho la señora Norris.
Lo más silenciosamente que pudo, Harry extendió el mapa entre el y Ginny, para asegurarse que ya estaban fuera de peligro: los puntos de Snape y Filch los señalaban en el piso de abajo, y alejándose de ellos.
Con un suspiro de relajo, Harry miro a Ginny inquisidoramente, pero se encogió de hombros al ver que la muchacha inspeccionaba el mapa con toda tranquilidad, masticando la rana de chocolate, sin prestarle ninguna atención.
-Que lindo mapa-apunto terminándose su rana-y supongo que esta capa es tuya-miro a Harry y este asintió, resignado ante el hecho de que Ginny tenía el mismo respeto por las normas que sus hermanos Fred y George-Que gran combinación hacen.
-Será mejor que nos vallamos enseguida a la sala común-señalo enrollando el mapa-no quiero tener que encontrarme a esos dos nuevamente…
Lentamente comenzaron a caminar, rodeados por un silencio tranquilo.
-¿Por que cojeas?-preguntó Ginny de pronto, mirando a Harry de pies a cabeza.
Este, que no había notado que nuevamente caminaba inclinado hacía la izquierda, tardo unos segundos en entender la pregunta. Segundos en los cuales el dolor de la pierna, ahora intensificado por la reciente carrera, regreso y lo obligo a detenerse un momento.
-Me…me caí-respondió, avanzando lo más normalmente que pudo. Comenzaron a descender una escalera.-No es nada, no te preocupes.
Ginny apretó los labios.
-No voy a preguntarte como fue que terminaste con una pierna herida a estas horas de la noche, así que no te preocupes por eso y deja de hacer como que no te duele-tomo un brazo de Harry y se lo paso por sobre los hombros. El chico se puso sumamente nervioso.
Desde la noche anterior, después de su casi beso con la pequeña Weasley, no había hablado con ella, y ahora, de pronto, se encontraba junto a ella bajo la capa invisible y con un brazo sobre sus hombros.
-No quiero quedarme sin pareja de baile solo por un tonto accidente-afirmo, obligando a Harry a que apoyara en ella parte de su peso.-¿estas bien¡Pues en marcha!
Caminaron haciendo el menor ruido posible y sin hablar mucho. Lo que menos querían era que los atraparan por confiarse demasiado en su invisibilidad.
La dama gorda les permitió pasar sin preguntar nada más que la contraseña, de una forma bastante cómplice. Algo muy inusual en su comportamiento.
-la próxima ves que quieras ir a las cocinas por algo de comer, trata de hacerlo antes de las 9 de la noche-sugirió Harry quitándoles la capa de los hombros ya en la calidez y seguridad de la torre de su casa
-A las 9 no tenía hambre-aclaro Ginny cruzándose de brazos.-además, la culpa de todo la tienes tu por enseñarme donde quedaban y como se llegaba a las cocinas.
-¿Cómo?-inquirió Harry incrédulo.- ¿no piensas agradecerme por haberte salvado del que seguramente sería el peor castigo de tu vida?-soltó, aunque con falsa indignación, intentando reprimir una sonrisa.
-Dejémoslo así¿quieres?-La vista de Ginny se fijo unos segundos en el mapa que Harry aun sostenía en la mano, y luego se poso en la capa, que llevaba en la otra mano-hablemos de algo más interesante…como sobre el préstamo de tu capa…
Instintivamente Harry dio un paso hacia atrás. Ya conocía suficiente de los Weasley como para reconocer una mirada como la que Ginny le lanzaba en ese momento.
-No puedo prestarte la capa-Se disculpo-Tu hermano me mataría-Era verdad. Si Ron llegaba a saber que Harry se había coludito para que su hermana rompiera las normas…
-Ronnye no se enterara-afirmo Ginny dando un paso al frente.-yo me encargare de eso.
La pelirroja dio dos pasos más, quedando pegada a Harry, distanciada de su rostro por apenas un palmo de distancia.
-Me…me…me gustaría Ginny…pero yo…-Ginny se puso de puntillas. Harry no podía moverse; ni retroceder, ni intentar escapar, ni acercarse…nada. Estaba ahí, estático, completamente abandonado a los deseos de la chica.
-prometo regresártela en perfecto estado-susurro Ginny muy cerca de su boca. Se empino un poco más alcanzándole el oído, y añadió:-¿acaso no confías en mí?
Harry quería responder algo, controlarse. Pero todo intento por oponer resistencia quedo hecho añicos cuando sintió, acompañado de una oleada de calor, como Ginny le poso suavemente sus labios en la mejilla, subiendo luego, sin detener los besos, hasta llegar a su oreja. Y enseguida, muy suavemente, morder su lóbulo izquierdo…
Harry abrió la boca, intentando pronunciar alguna palabra…lo que fuera…pero ningún sonido se escucho…
La mano de la chica se movió imperceptiblemente hacía adelante, hasta cerrarse alrededor de uno de los pliegues de la capa de Harry. Este aun la sujetaba con algo de fuerza. Aplico un poco más de presión sobre la oreja del chico, sonriendo suavemente, y tiro de la capa, que se desprendió con un fluido movimiento de los dedos, ahora completamente adormilados, de Harry.
Dio un paso atrás y sonrió. Y solo entonces el chico se dio cuenta de que su capa estaba en manos de la pelirroja. Pero antes de que pudiera decir nada, ella empezó a hablar.
-ahora siéntate para ver que tan mal esta tu pierna-Dijo con claridad mientras doblaba la delicada capa has
Ambos estaban tan rojos como las llamas que salían de la chimenea, pero Ginny se comportaba como si tal cosa, todo lo contrario de Harry, que tomo asiento de forma mecánica, sin lograr hacer nada más que obedecer.
-bien, te aplicare un hechizo que Hermione estuvo practicando con mi ayuda hace un tiempo-Harry la miro arqueando una ceja- Dijo que quería aprenderlo para estar preparada en caso de que entrara en los Éxtasis-explico-y necesitaba alguien en quien probarlo.
-¿Pero tu nunca lo haz realizado?-pregunto Harry con aprensión, recuperando la compostura y decidido a no mencionar lo que había sucedido momentos antes. Aún podía sentir el calor en su lóbulo izquierdo…
Ginny sonrío.
-Pues…no, no realmente. ¡Pero vi a Hermione hacerlo cientos de veces!-añadió rápidamente al ver la cara de desconcierto y temor de Harry.-no tienes por que preocuparte, es un hechizo complicado pero nada peligroso, lo peor que podría pasar sería que…-El chico la miro a los ojos.-bueno, la enfermería esta abierta las 24 horas…
-Muy gracioso…
Ginny saco su varita de uno de los bolsillos de su túnica y apunto con ella la pierna lastimada de Harry.
-El hechizo, si está bien realizado, debiera quitarte completamente el dolor.-dijo con el rostro reflejando concentración.-Hermione tardo mucho en dominarlo, así que dudo que yo pueda hacerlo en el primer intento; Pero confío en que al menos podré lograr que camines sin cojear.-entrecerró los ojos y, relazando un complicado movimiento con la varita, murmuro-¡Benedis santum!-un ruido parecido al de una puerta cerrándose y una brillante luz inundaron la sala, obligando a ambos chicos a cubrirse la cara, cegados.
-¿Qué tal quedo?-pregunto Ginny frotando sus ojos-¿aún te duele?
Harry se puso de píe y tanteo pisar con la pierna herida. Uno, dos, tres saltos en ella y nada, ni una pizca de dolor.
-¿estas segura de que nunca antes habías hecho esto?-pregunto mirando a la pelirroja fijamente a los ojos, muy sorprendido.-ni Madame Pompfrey lo habría hecho mejor-sentencio con seriedad.
Ginny sonrió tímidamente.
-Espero que el efecto no se acabe de un momento a otro…
-No pasara-aseguro Harry con convicción, sorprendiendo a la chica-no seas tan modesta, lo que sucede es que eres una bruja muy poderosa.
Ginny lo miro con ojos risueños.
-¿Eso piensas?... ¿Así…así piensas de mi?-inquirió con cierta emoción.
Harry alzo el brazo derecho y acaricio una de las mejillas de Ginny con delicadeza. Luchando con todas sus fuerzas con el impulso de eliminar la distancia que los separaba y besarla con pasión…
-nunca antes había deseado tanto como ahora que llegara el fin de semana-murmuro como toda respuesta. Ginny le tomo la mano y se le acerco.
-Pues creo que yo estoy empezando a perder la paciencia-afirmo parándose justo frente a Harry.-y hasta creo que estoy algo confundida… ¿Cuál es la diferencia si lo que tiene que pasar sucede hoy o en algunos días más?
-Hermione y Ron me explicaron que quieres que sea lo más especial posible-dijo mientras el rostro de la chica se acercaba peligrosamente.- lo único que quiero es que tu seas feliz-añadió en un susurro, sorprendido de su propio atrevimiento. Aunque era cierto, esas palabras le habían salido directo del alma…
Un largo maullido se escucho a los pies de los chicos. Ginny dejo de acercarse a Harry y apoyó la cabeza en el pecho de este.
-¿Cuál es el castigo por acecinar un gato?
Harry río, nervioso.
-Pues no estoy muy seguro, pero como el gato en cuestión es la mascota de una de las prefectas de la escuela, así que supongo que el castigo no será agradable…
Ginny suspiro. Se separo de Harry y tomo la capa invisible.
-Será mejor que valla a dormir, mañana me espera un día muy atareado.
Harry sintió como una corriente eléctrica le recorría el cuerpo… no quería que ese momento terminara.
-Si, tienes razón, creo que yo también me iré. –contesto, sintiéndose un tonto.
Se miraron un momento hasta que, como coordinados, caminaron a sus respectivas escaleras.
Ya en su cuarto, Harry se dio cuenta de que lo que menos quería hacer era dormir. Y que aunque así hubiese sido, no habría podido conseguirlo.
Camino de un lado para otro de la habitación, sin hacer ruido, para no despertar a sus demás ocupantes. Hasta que sus ojos se posaron en la saeta de fuego a un lado de su cama y sonrío.
Sin pensarlo más, tomo su escoba y el mapa del merodeador que había dejado sobre la cama, y salio de la habitación. Bajo a la sala común y se planto delante del retrato. Extendió el mapa, percatándose de que no lo había borrado, y comprobó que no hubiera alguien vigilando cerca de la torre de Griffindoor.
-¡Que?-se volteo con rapidez y fijo la mirada en un punto justo frente a el, aunque no vio nada.-Ginny, sal de debajo de la capa. ¿Por qué te escondes?
La risa de Ginny estallo de pronto, aunque ella seguía sin verse.
-¡Dijiste que te dormirías!-se quejo-¿A dónde vas con tu escoba?- la roja cabellera de la chica apareció de pronto un poco a la derecha de donde Harry había clavado la vista.
-Supongo que al mismo sitio que tu. ¿O me equivoco?-dijo, apuntando con la cabeza la escoba que la chica traía bajo el brazo.- ¿o es que pensabas usarla para barrer?
Se sonrieron mutuamente.
-Lo mejor será que nos demos prisa-sugirió Ginny caminando hasta el retrato y empujándolo- espero que mi hermano no se entere de esto, o tendré problemas por el resto de mi vida.
Se cubrieron con la capa y salieron de la torre. Ayudados por el mapa no se toparían con nadie indeseable antes de llegar al campo de Quidditch.
-¿Por qué lucen tan agotados?-pregunto Hermione durante el desayuno de la mañana siguiente.
Harry masticaba una tostada con desgano. Tenía los parpados muy pesados y los ojos ligeramente rojos.
Ginny dormitaba con la cabeza apoyada en su hombro, tomada de su brazo. Indiferente a las indignadas miradas que le lanzaban desde barios puntos del gran comedor.
-es que Harry se quedo ayudándome a estudiar ayer por la noche, en la sala común.-Dijo la pelirroja en tono muy convincente.
Ron los miro suspicazmente, pero no dijo nada.
-¿hasta que hora se quedaron? Parece que no hubieran pegado un ojo en toda la noche-Hermione parecía decidida a no dejarlos tranquilos.
-¿Quieres al menos dejarlos desayunar en paz?-Inquirió Ron entornando los ojos.-¿Qué más da que estén algo cansados? Mientras no se queden dormidos en clases…a menos que sea historia de la magia, claro…
-Ya nos vamos Ginny-anuncio una de las compañeras de curso de la chica-¿vienes?.
Ginny parecio despertar justo en ese momento.
-¡Si¡si!...ya voy… ¿Qué clase tenemos?-bostezo con modorra y se paso una mano por los ojos.
Harry, que la miraba embobado, no noto que la tostada que tenía en la mano estaba a punto de caérsele, y seguía masticando el aire sin percatarse que ya no la mordía.
-Pociones, así que mejor date prisa-respondió la amiga de Ginny comenzando a caminar.
-hasta luego Harry-Ginny le dio un pequeño beso en la mejilla al muchacho y se puso de pie. Sus miradas se toparon ligeramente, y el color invadió las mejillas de ambos cuando se dirigieron mutuas sonrisas.
-Ni siquiera se despidió de nosotros-exclamo Ron al ver a su hermana correr para alcanzar a su grupo de compañeros.
Hermione soltó una risita y volvió a concentrarse en su lectura de "El profeta"
Harry vio alejarse aquella cabellera en la que tanto pensaba durante las horas en que permanecía despierto (y, en ocasiones, también mientras dormía…) y se alegro de que en su camino se hubiera cruzado alguien como esa chica, con la que, como había descubierto, podía volar durante cuatro horas seguidas sin cansarse ni aburrirse ni un ápice.
Solo habían regresado a la sala común cuando el sol despuntaba en el este, temerosos de que alguien pudiese descubrirlos.
Lanzo un hondo suspiro y se reconcentro en su tostada. Ya era martes, un día menos para el baile.
Si ya llegaron hasta aqui, dejen una review! n.ñ
