Disclaimer: La primera linea pertenece a Rowling al igual que los personajes.
Disclaimer 2: En realidad tampoco puedo decir que me pertenezca el fic porque se lo regale a mi amiga y hermana telepatica Ire


Por Accidente
(O fanfictionando "La Orden del Fénix")


… Y tú, Harry –

Harry apartó la mirada de un sorprendido Ron para posarla en su amiga.

Sus miradas se encontraron a la vez que sus labios se rozaban.

Ambos adolescentes, sorprendidos ante ese inesperado roce, con los ojos fijos el uno en el otro tardaron unos instantes en comprender lo que estaba sucediendo.

La mano de Hermione se posó en la mejilla de Harry para mantener el equilibrio mientras que los brazos de Harry se cerraron alrededor de la cintura de Hermione para acercarla más a él.

Fue entonces, y solo entonces, que se permitieron hacer caso a sus otros sentidos y cerrar los ojos.

Los labios de ambos se entreabrieron dando paso a una pasión inesperada. ¿Quién podría pensar que tras la verde mirada de Harry ardiera ese fuego?

Sus lenguas se tentaron primero para luego entrelazarse saboreándose ¿Quién podría sospechar que la lista chica de Gryffindor supiera de besos?

Harry saboreó la dulzura de Hermione mientras que Hermione palpó la fortaleza de Harry.

Un gemido escapó de sus gargantas despertándoles de lo que creyeron que era un sueño.

Separaron sus labios lentamente, les fue tan difícil romper ese beso… Juntaron sus frentes y se quedaron mirando a los ojos, ahogándose el uno en el otro mientras intentaban recuperar el tan preciado aliento.

Harry siguió largo rato con la vista fija en una sonrojada Hermione y la volvió a besar brevemente en los labios, un suave roce, más ligero que el de una pluma que hizo que le recorrieran unos escalofríos cálidos y veloces a lo largo de toda la espina dorsal.

Harry pensó que ese beso servía para confirmar lo que había ocurrido y luego partió pensando en que tenía que atrapar rápidamente la snitch dorada para volver a ella.

Hermione se llevó una mano temblorosa a los labios y sonrió tímidamente. Ese primer beso quizá había sido un accidente, un juego del destino; pero el segundo beso Harry lo había escogido, lo había convertido en una promesa; ella lo había anhelado, no sabía si hacía mucho que soñaba con ello pero a partir de ese momento no imaginaría a nadie más.

Tenía que apresurarse para llegar a tiempo de vitorearle.

Suerte – Susurró antes de que Harry saliera del Gran Comedor.

Harry se giró, le sonrió y le guiñó un ojo antes de salir destino al campo de Quidditch.

Fin.