Kari TK: Konichiwa all of you! Muchas gracias por haber leído mi fic. Y pues, gracias a sus RR aquí esta la continuación improvisada, ¿improvisada?, si, porque no pensaba continuarlo, y no por falta de ganas, es solo que creí que ya nadie leería fics de Digimon. A demás me a costado algo de trabajo decidirme a escribir este fic puesto que tengo varios en marcha y ya no hallo tiempo para continuarlos, así que chicas fan del Kenkeru y por se parado, me disculparán si es que me tardo en actualizar, aunque prometo no tardarme mucho. Como podrán darse cuenta soy una ferviente fan de Takeru, lo considero el padre de mis hijos (si es que a nadie le ofende) y he hallado en sus RR una excusa para escribir algo más de este par, aunque también me gustaría mucho escribir un Takari. Este capitulo es un tanto diferente, pues lo subí tipo Songfic, así que espero que les guste... disfrútenlo y Dewa Matta!!

Eso... ¿Es amor?

"Que curioso, siempre juntos

el con nadie, yo con el.

Se me escapa de los dedos,

medio ángel, medio cruel.

Eso es amor, o no es amor

yo no lo se".

Había pasado ya el fin de semana durante el cual Ken se la paso encerrado en su cuarto, solo pensando en la recién conversación con su rubio amigo... No, más bien, en lo que aquella había provocado en el, el despertar dentro se sí mismo, de algo que hasta ese día fue totalmente desconocido para el.

Ya era lunes y tenía clase a las siete, por lo que se levanto de muy buenos ánimos, por alguna extraña razón puso más empeño en lucir bien aquel día. Se cepillo su largo y sedoso cabello, acomodo perfectamente la corbata del uniforme, se rocío un poco de loción y acomodo un mechón de los azulados cabellos que le caían sobre la frente. Por fin, cuando consideró que ya todo estaba listo y en su lugar, tomo su mochila y salio.

"Hoy será un buen día" – se decía para el mientras caminaba rumbo a la preparatoria. Hacía tiempo que no se sentía tan feliz, de hecho, todo a su paso le parecía hermoso, bello, perfecto; los árboles de cerezo; las flores; las personas a su paso, etc. Aquellas reacciones extrañaban incluso al joven Ichijouji.

Al fin llego a la escuela, se dirigió al edificio en donde estaba su salón, subió las escaleras hasta llegar al tercer piso. Entro a su salón, el profesor aun no llegaba, no obstante, se percato de que había llegado tarde, por lo general el era el primero en llegar al salón y ahora era uno de los últimos, hasta Daisuke había llegado antes que él.

"¡Ohayou!" – saludo cortésmente a sus compañeros Daisuke y Hikari.

"¡Hey, Ichijoji! ¿Se te pegaron las sabanas?" – pregunto el moreno en son de burla.

"Si, podría decirse que sí" – respondió sin ninguna molestia.

"Es extraño que llegues tarde"- comento la castaña- "¿Sucedió algo?"

"No, no fue nada. Es solo que, para todo hay una primera vez" – respondió tratando de eludir la verdadera razón – "Y Takeru, ¿No ha llegado? – pregunto echando un vistazo en derredor al no verlo con sus amigos.

"Si, esta allá atrás" – señalo Daisuke a un grupo que se reunía en una de las esquinas del salón – "Está con sus compañeros de equipo"

"!Ah!" –Apenas y alcanzo a verlo el peliazul, luego volteo a ver a Hikari y la encontró con la mirada totalmente perdida en el rubio.

Pasarian unos cinco minutos antes de que el profesor llegará, tiempo durante el cual Ken aprovechaba para de vez en cuando dirigir una mirada furtiva hacia la esquina del salón. Se molesto consigo mismo al descubrirse mirando a cierto rubio de ojos azules, que para su mala fortuna, no atinaba a corresponder la mirada ni una vez.

La clase de Filosofía era una de las más aburridas para el joven Ichijouji, y no solo para el, parecía que la mayor parte de la clase compartía su apatía por la misma, ya que los que no estaban dormitando o en extremo caso... durmiendo, se hallaban justo como el rayando sin sentido alguno la hoja que se supone era para apuntes. Como ya se había hecho costumbre y casi instintivamente sus ojos azul oscuro se dirigieron hacia cierta personita que se sentaba solo a un par de asientos del suyo. Para su sorpresa, el joven Takaishi, a diferencia de los demás parecía muy entretenido con la clase de filosofía, ponía mucha atención al profesor a la vez que tomaba apuntes del tema. El peliazul sacudió la cabeza, tomo con más fuerza la pluma con la que rayaba su cuaderno y se dispuso a seguir el ejemplo de su amigo. Cuando estuvo apunto de escribir algo realmente importante se encontró con los garabatos anteriormente hechos por el mismo, garabatos que parecían más bien letras, letras que decían algo como "Takeru"y"Takaishi" Al comprender aquello se ruborizo completamente y de inmediato cambio la hoja, miro hacia ambos lados para cerciorarse de que nadie lo hubiese visto, para consuelo suyo así fue.

"No se si es amor

pero lo parece

y me temo que yo

estoy loca por el.

No se si es amor,

pero puede ser,

es algo calido,

es algo intimo".

Llego la hora del almuerzo, todos salieron según le pareció: Daisuke se había ido con algunos amigos a jugar una cascarita de fútbol, Hikari estaba muy animada platicando con la superiora Inoue Miyako, por lo que a Ken no le quedo más remedio que almorzar solo, y fue a sentarse debajo de un cerezo. La verdad es que el mismo necesitaba tiempo para estar solo; estaba todavía muy confundido por los acontecimientos recientes: lo que se rumoraba en la escuela, las sugerencias de Daisuke, las sugerencias de Takeru... "¡Ah! Takeru"... Ken se sorprendió así mismo suspirando al pronunciar el nombre del rubio. "¿Qué significará esto?" se pregunto así mismo... "Será que de verdad soy..." no pudo concluir la frase, aun no estaba listo, ni siquiera estaba seguro de que aquello fuera verdad, aunque comenzaba a sospecharlo.

Inconscientemente volvió a repetir el nombre de la persona que en esos momentos, le comenzaba a dar algunas preocupaciones... "¡Takeru!"

"Dime" – respondió una voz familiar.

"Mmm"- Ken volteo a ver a la persona dueña de aquella melodiosa voz, y se encontró con unos enormes y brillantes ojos azules que los miraban con atención, en tanto sus labios esbozaban una bonita sonrisa. – "Coff, coff" – fingió toser para ocultar sus mejillas ruborizadas, estaba tan apenado de que el rubio lo hubiese descubierto pronunciando su nombre.

"¿Qué te pasa? ¿Estas bien?" – pregunto Takaishi poniendo una mano sobre el hombro de Ichijouji.

"Si, si, estoy bien, solo fue, un leve ataque de tos" – al fin respondió.

"No creo que tan leve... te pusiste muy rojo" – el rostro de Takeru indicaba preocupación – "Deberías ir al medico, podría ser algo malo"

"¿Hum?" – Al menos, Ken había hallado una excusa para el color de su rostro.

"Creí que no vendrías a la escuela, te retrasaste, por eso ya no te salude en la mañana... ¿Todo esta bien?" – inquirió T.K.

"!Eh!, si, todo esta bien, solo me desperté tarde, nada más" – cuidaba mucho sus gesticulaciones a fin de que no se notará que la presencia de su interlocutor lo ponía nervioso.

"Sabes... me tenías preocupado" – dijo el portador de la esperaza sentándose a un lado del chico genio.

"Estabas preocupado... ¿por mí?... ¿por qué?" – Ken se preguntaba si eso sería bueno o malo.

"Después de nuestra conversación en tu casa, pensé que tal vez por eso no ibas a venir. Aquel día te note realmente preocupado por ese asunto" –

"mmm...- el chico de la bondad había recuperado un poco la tranquilidad – Si, ese día realmente me perturbo el tema, pero creo que ahora ya lo estoy asimilando, ya lo tome con más calma"

"Ah pues, que bien" – A Takeru le sorprendió la apacibilidad de su compañero ante tal situación, creyó que le había afectado más – "Y... ¿Ya sabes a quién le hablarás?"

"¿A quién le hablaré?, ¿De qué hablas Takeru?" – No comprendió a lo que se refería.

"!La chica!, ¿Recuerdas que el otro día me dijiste que estabas buscando novia?... o... ¿ya se te olvido?" – le refresco la memoria.

"¡Ah!, eso, pues... estoy confundido, muy confundido" – Ken centro su azulada mirada en el césped.

"¿Confundido? ¿Por qué?" –

"mmm..."– Ichijouji no estaba nada seguro de decir aquello. Ni siquiera estaba seguro de que aquel nuevo sentimiento fuera real ¿Cómo lo tomaría su "amigo"?... El no tenia respuesta para aquellas dudas, por lo que trato de ser muy cauteloso con lo que decía- "Pues verás... creo que, ya encontré a alguien, pero no estoy seguro de que lo que siento por esa persona sea realmente amor, pienso que quizás estoy mal interpretando las cosas y... no se que hacer" – termino diciendo cabizbajo.

Takeru noto aquella expresión en el rostro de su amigo, una expresión que ya había visto antes, sabía que Ichijoiji había sufrido mucho en el pasado, esa era una de las razones por las que Ken despertaba en el un sentimiento de protección hacia el joven de cabellos azulados. En verdad le dolía ver esa expresión en el bello rostro de Ken.

"No te preocupes" – poso nuevamente su mano en el hombro de Ken y le regalo una bella sonrisa- "Si es una buena persona, te ayudará a resolver tus dudas... No se negará a ti"

Aquellas palabras, y el calor de amistad, de cariño, que le transmitía Takeru, le infundieron la confianza al portador de la bondad para ser más honesto, consigo mismo y con la persona que despertaba en el un sentimiento muy grato, tal vez... de amor.

"¿Eso crees?" – pregunto solo para confirmar que podía sincerarse con el rubio.

"Estoy seguro" – volvió a sonreír – "Y dime... ¿la conozco?" – pregunto curioso.

"Pues... – Ken comprendió que aquello le costaría mucho trabajo – no es precisamente como tu crees pero... ¿Por qué no vienes a mi casa terminando las clases y platicamos?" – no pudo evitar esconder un poco el rostro, aquella invitación era muy especial y diferente a las ocasiones anteriores a las que Takaishi había estado en su casa.

"Tengo práctica de básquet, y lo más probable es que terminemos hasta muy tarde..." – respondió el rubio, rompiendo las esperanzas del otro.

"mmm..."- fue la única respuesta de Ken, era más que obvio que aquella negativa a su invitación lo había decepcionado.

"Pero... Podría ser mañana ¿sí?" –

"Hum... Podría..." – Ichijouji no podía esconder su descontento- "Bueno, ya tengo que irme a mi clase de Física Moderna, nos vemos" – se fue.

Takeru se quedo muy confundido, de hecho, se sintió hasta culpable de la huida de su amigo, era uno de los momentos en que Ichijouji necesitaba de su ayuda y el había preferido jugar con el balón.

"No se si es amor

pero lo parece,

con el soy feliz

pero vivo sin el.

No se si es amor

pero crece y crece

tan dentro de mí

pero es a flor de piel".

El resto del día fue igual de aburrido para Ken como lo fue la clase filosofía, el entusiasmo y la alegría con que se había desperado aquel día, se había esfumado por completo. ¿Cómo era posible que una oración pudiera hacer semejantes estragos en el ánimo de una persona, de manera que se pasará de la alegría a la total desesperanza en tan solo unos segundos? Era una de las nuevas sensaciones que el genio comenzaba a descubrir.

Terminaron las clases y Ken se despidió de Hikari, de Daisuke, de Miyako y hasta de Iori, pero por ningún lado vio a Takeru. La verdad, no tenía muchas ganas de verlo, después de todo, le había costado mucho trabajo resolverse a sincerarse con el rubio y este solo había atinado a echar todo a un lado. Pero a fin de cuentas, Takeru no sabía nada, el llevaba su vida tan normal como siempre "¿Cuántas veces anteriormente tuvo practicas de básquet y a mi nunca me importo" se preguntaba así mismo de camino a casa "Takeru no tiene porque cambiar su rutina solo porque yo estoy confundido" "¿Cómo puedo culparlo por no ir a mi casa?" "El no tiene ninguna responsabilidad para conmigo" Ken comprendió y asimilo todas aquellas preguntas a las que el mismo respondió, sabia que todo aquello no era más que la verdad, no obstante, sabía que quizás no volvería a tener el suficiente valor como para decirle la verdad al rubio.

Llego a su casa, no había nadie pues ambos padres trabajaban; entro a su habitación, aventó aun lado su portafolio y se dejo caer sobre la cama; de repente su mirada se dirigió hacia el escritorio sobre el cual se posaba la computadora aun lado de la cual yacía una foto de grupo, en la que se encontraban el rodeado de todos sus amigos, sus ojos azules repasaron uno a uno de sus compañeros deteniéndose sobre el rubio más joven, sintió una triste alegría invadir su corazón.

"!Takeru!" – volvió a pronunciar al tiempo que un suspiro abandonaba sus carnosos labios. Ya no había duda, antes bien, ahora estaba completamente seguro de que lo amaba.

¡Din dong! Sonaba la puerta

No había la más mínima intención por parte del peliazul de abrir la puerta, aun así se levanto para atender. Tomo el picaporte y lo giro, solo para encontrarse con el protagonista de sus sueños... ¡Takeru!

"No se si es amor

pero lo parece

y me temo que yo

estoy loca por el.

No se si es amor,

pero puede ser,

es algo calido,

es algo intimo".

Continuará....

"""

P.D: Kari T.K.: ¿Qué os pareció? ¿Cursi? Gomen pero me gusta lo cursi, soy una romántica empedernida. Por cierto, cabe destacar que no me base en la canción para escribir este capitulo, más bien, ya lo tenía escrito cuando la recordé, creo que para este Charper va muy bien ¿no? Kudosia, dejen sus RR, ya ven que si sirven para motivar.