Hola, quiero agradecerles profundamente el apoyo que me han dado, este capitulo es pespecialmente para ustedes, ojala y les guste.

La canción de mi corazón.

Las pupilas se le dilataron de inmediato, el corazón le palpito con más fuerza y una inexplicable alegría lleno todo su ser l contemplar aquella figura parada frente a su puerta; era un muchacho alto, delgado; llevaba puesto un pantalón de mezclilla arremangado y una playera blanca con el nombre del equipo de básquet de la escuela; el rubio esbozaba una hermosa sonrisa que decoraba su rostro en tanto los rayos del sol se encargaban de hacer brillar los dorados cabellos de Takaishi; ese cuado le pareció la más bella obra de arte que ningún pintor había hecho jamás.

¡Ken!... ¡Ken! ¿Estas bien? – preguntaba preocupado Takeru

¡Ah! Si, si, estoy bien – al fin salía de su embelesamiento el peliazul- ¿Qué haces aquí?

¡Hum! Bueno, es que en la escuela me dijiste que tenías algo que contarme y pues... – se sentía un poco tonto el rubio, tal vez se había precipitado y de seguro Ken estacaría algo extrañado del repentino interés del rubio.

Ichijouji le cedió el paso invitándolo adentro del departamento sin siquiera esperar la respuesta completa del su amigo.

¿Qué paso con tu práctica de básquet? – pregunto dirigiéndose nuevamente a la sala.

Como nunca falto... –respondía el rubio cerrando la puerta tras de si y siguiendo a su anfitrión – le dije que era un asunto importante y eso basto para que me dejará la tarde libre.

El rostro de Ken perturbo un poco a Takeru, pues esa mirada azulina parecía no comprender alguna de las frases mencionadas por Takaishi.

¿Qué pasa? ¿Por qué me miras así?- dijo al tiempo que tomaba asiento.

¿Qué te hace pensar que lo que querría decirte es importante? – esa duda había asaltado la mente del joven genio, sería acaso posible que, de alguna manera aquel joven sentado frente al el le... ¿correspondiera? Claro, era una pregunta muy directa pero, de otra manera se le podría llamar al aparente interés de Takeru.

Pues... desde la última vez que vine te has estado comportando extrañamente -

¿Extrañamente? –

Si, parece que vives en las nubes y te aíslas en tus propios pensamientos. Ken... – la mirada azul claro se poso sobre los ojos oscuros - ¿todo esta bien? Porque si estas teniendo problemas es tu casa... – se acerco aun lado de donde estaba sentado Ichijouji y coloco una de sus delgadas manos sobre el hombro del otro – sabes que puedes contar conmigo para todo.

Aquella cercanía de Takeru y sus palabras de confianza hicieron saltar aun más el corazón solitario de Ken. Verse reflejado en aquellas maravillosas gemas cristalinas era como un sueño hecho realidad. No pudo evitar bajar la mirada y encontrarse con aquellos deliciosos labios, aquel lugar en donde tanto deseaba posar sus propios labios para decirle con un beso cuanto lo estaba amando.

Por su parte, lo único que Takeru podía apreciar, era aquel joven buen mozo, admirado no solo por su intelecto y talento, sino también por su belleza; siempre solo, siempre triste. Después de la batalla en el digimundo, jamás había vuelto a ver a su amigo tan triste como hasta ahora. Takaishi, que siempre había sido demasiado maduro para su edad, claramente podía intuir que algo aplastaba el corazón de Ichijouji, y de seguir así las cosas, terminaría sumido en la oscuridad, cosa que el nunca más permitiría que pasara.

El joven peliazul dejo escapar un suspiro al tiempo que bajaba la mirada, como si estuviera resignándose.

Puedes decirme cualquier cosa. Yo te ayudaré – reafirmo Takaishi.

Ken se levanto del asiento, se paseo un poco de aquí para allá, armando las ideas en su cabeza. No era sencillo decirle a tu mejor amigo "me gustas", capaz que recibía un buen puñetazo justo en la cara por semejante declaración. Además, no hacia mucho tiempo del rompimiento del Takari, lo que había sorprendido a todos, pues todos creían que eran el uno para el otro, seguramente la belleza masculina no sería capaz de igualar a la belleza femenina de Hikari. Peor aun, se arriesgaba a perder la amistad de la persona más importante para el... Takeru.

Pero nada mata tanto como la duda, no hay peor lucha que la que no se hace; y teniendo en cuenta los rumores de una posible reconciliación con la joven Yagami; Ken sentía la enorme necesidad de confesar sus sentimientos a su mejor amigo, de sacar aquel peso que le asfixiaba el pecho y le impedía continuar con su vida. Si Takeru lo rechazaba... entonces estaría satisfecho con saber que al menos lo había intentado; si el rubio se molestaba y lo golpeaba... después de un tiempo el dolor pasaría; pero si le retiraba su amistad, una cosa era segura... esa amistad no sería tan sólida como había llegado a pensar. ¿Valía la pena correr el riesgo? ¡Por supuesto!

Después de algunos minutos en silencio que le permitieron a Ichijouji llegar a su propia conclusión, el ya mencionado se detuvo justo frente a la ventana que se encontraba abierta y cuyas cortinas mecidas por el viento desaparecían brevemente a ratos la figura delgada de Ken.

Yo... – comenzó sin voltear a ver al rubio, con la vista perdida en algún punto de la gran ciudad de Tamachi – lo he estado pensando mucho tiempo, lo he meditado y he sopesado mis propios sentimientos. He llegado a una concusión, tal vez mala, pero al fin mío.

Y ¿cuál es? – inquirió el francés-japonés.

mmm... – los nervios lo traicionaban, siempre había sido un chico tímido; anteriormente algunas chicas le habían confesado sus sentimientos con tanta facilidad que siempre había creído que todo era así de sencillo, pero ahora comprendía que estaba muy equivocado – he comprendido que estoy enamorado de alguien...

¡Vaya! Pues, me da mucho gusto. Debe tratarse de una chica maravillosa y dotada de virtudes como para que te haya conquistado – sonreía alegremente pensando que se había estado preocupando de en balde.

Ese es el problema... – Ken corto rápidamente la sonrisa de su amigo la dirigirle una mirada fría.

¿Qué problema puede haber? ¿Es acaso que ella no te corresponde? – pregunto alarmado "¿Acaso existía alguien sobre la faz del universo que se atreviera a rechazar a Ken Ichijouji?... ¡Imposible!"

Es que al fin lo comprendí... ella es él – dijo ocultando su bello rostro de los ojos azules que se encontraban atónitos ante aquella confesión.

La reacción de Takeru ante aquellas palabras era evidente... Ken se sintió herido pues intuía lo que había de venir.

¿Te doy asco? – pregunto directamente, quería saber de inmediato qué era lo que pensaba de ello el rubio para saber si valía la pena continuar con este asunto.

R3$&!!! - aquella pregunta había sido como un balde de agua fría, pero el rostro pálido de su amigo exigía una respuesta pronta -¡No! ¡Claro que no! ¡Jamás se te ocurra pensar algo así otra vez!... es sólo que, pues me tomaste por sorpresa – tomo aire para tranquilizarse un poco y luego continuar – A mi no me importa quien te guste, solo me interesa que seas feliz- sonrió nuevamente para disminuir la tensión, cosa que no consiguió al parecer.

No se decirte con seguridad si es que realmente soy... gay. Nunca me había pasado esto. Solo me sucedió con esta persona. Es solo que el es tan agradable, las horas parecen horas a su lado, su sonrisa ilumina mi corazón y siempre tiene palabras amables para mi... sabe como hacer sentir a alguien la persona más especial del mundo – concluyo con el rostro cubierto de rubor y la mirada soñadora.

Entonces... – sonrió de nueva cuenta el rubio levantándose de su asiento y encaminándose hacia su amigo hasta quedar justo frente a él – esa persona es sin duda, la persona idónea para ti. Y no importa qué es lo que otros cretinos piensen y digan... debes luchar por estar al lado de tu amor.

Ken comprendió que en la vida existen momentos de decisión, este era sin duda el más importante de todos. Si debía decirle a Takeru sus sentimientos, era ahora o nunca.

Aspiro hondo, cerro los ojos para tomar fuerza, era el momento...

La persona que me gusta... eres tu. – termino diciendo como en un susurro y se dio vuelta poco a poco, tenia miedo de lo que iba a encontrar cuando viera frente a frente, al hombre que había robado su corazón.

Takeru estaba muy perturbado, ¿Había escuchado bien? Ken le había dicho que ¿Le gustaba? Muchas cosas, muchas preguntas, muchos recuerdos pasaron por la mente del rubio que sentía como se le erizaba la piel de lo increíble de aquella declaración. Se quedo mudo por algunos momentos.

Por su parte, el jugador de fútbol sabía que aquello no era fácil de asimilar, de cualquier forma ya se lo había dicho y no había vuelta a tras. Espero la respuesta de su "amigo", pero como este tardaba, prefirió cortar la incomoda escena.

Yo... – dejo Ichijouji- solo he dicho que me gustas, y no por ello te comprometo a nada. Solo quería... que lo supieras. Porque al decírtelo fue como quitarme un peso de encima, pero ahora ya estoy un poco mejor. Crees que... ¿estuvo mal que te lo dijera? – pregunto tímidamente, pero preparándose para todo.

Ken yo... ¡Ah!... – aun le costaba trabajo articular palabra alguna – No, no, esta bien, es solo que... no me lo esperaba...

Lo se... – se esforzó por tratar de simular una sonrisa y fingir que todo estaba bien - ¿Crees que aun podemos ser amigos?

mmm... ¡Claro! Sabes que siempre podrás contar conmigo y pues... esto... yo... – trataba de darle alguna explicación a Ken para no hacerlo sentir mal, pero no hayaba las palabras correctas.

No tienes que responderme si no quieres... El que yo sienta algo más que una amistad por ti, no significa que debas corresponderme... – Mas que una explicación para Takaishi, esas palabras eran para consolar a su propio corazón herido.

Bien... Pues, entonces... Debo irme, sabes, mi madre debe estar preocupada – su nerviosismo lo delataba, pero hayo en esto una excusa para marcharse.

Si, lo comprendo. Nos vemos el lunes, en la escuela – concluyo Ichijouji tratando de retener un par de lagrimas que amenazaban con brotar de sus ojos.

Entonces... hasta el lunes – fue lo ultimo que dijo antes de salir corriendo del departamento y del edificio.

Ken, como en otras ocasiones, salio al bacón para verlo desaparecer por las oscuras calles de Tamachi como tantas otras veces lo había visto.

"Aun así, nunca me arrepentiré de habértelo dicho, mi amor."

Caminando por las calles semi oscuras y sin prestar atención a lo externo, el precioso joven rubio ojiazul, cavilaba una y otra vez en las palabras de su sensible amigo Ichijouji, sabia que debía pensar en lo que acababa de decirle Ken, tenía que reflexionar sobre el rumbo que tomarían sus vidas a partir de ahora. Y eso, no sería nada fácil

""

Kari: Pues, aquí otro capitulo, medio aburrido, perdón, pero prometo que el que sigue será un poco más entretenido. (Siempre prometo lo mismo) pero estoy tratando de no atrásame mucho al escribir este fic. Y es que como ya lo he dicho, me facina Takeru y el Kenkeru. Chicas, muchisimas, gracias por leer mi fic, se los agradesco de corazón.