Ya basta de la misma cantaleta. Es imposible que alguien crea que los personajes son míos, así que no veo necesidad de poner el disclaimer otra vez.


REINICIO

Las cartas

Eran pasadas las once de la noche cuando llegaron del pueblo todos. Lo que había pasado, es que después de cenar, el señor Weasley quería ir a ver la dichosa máquina de gomas de mascar y Hermione quería comprar recuerdos para sus padres. Los otros tres, más resignados que emocionados, les siguieron durante todo el trayecto.

El señor Weasley estaba tan cansado y al día siguiente tenía que trabajar, así que solo dió las buenas noches y se fue directo a dormir.

Ginny también dijo estar muy cansada, por lo que también se retiró a su habitación.

La señora Weasley tenía que acomodar las cosas que habían comprado, así que se quedó en la cocina. Harry y Hermione se ofrecieron a ayudarle.

- Eso sería muy amable de su parte. Muchas gracias -les daba algunas cosas- Tú puedes llevar esa grande al sótano, Harry.

Tomó la caja que le dijo la señora Weasley y se dirigió al sótano con ella. Estaba muy oscuro, así que encendió la luz de la varita mientras encontraba una vela o algo más para alumbrarse.

Cuando estuvo iluminado, buscó un lugar para colocar la caja. La puso junto a un baúl que parecía ser el de Ron. Dió una rápida mirada para comprobar. Sí era: ahí estaba su ropa, su escoba, su varita y varios pergaminos. Desenrrolló uno, que resultó ser su certificado de nacimiento. Dejó todo en su lugar y se fue de nuevo a la cocina.

Hermione ya no estaba ahí.

- Ya terminamos, querido -le decía la señora Weasley, mientras tomaba un vaso, para servirse agua- No era tanto. Vete a dormir. Buenas noches.

Se acercó a darle un beso en la mejilla y se fue a su cuarto.

Él tomó también un vaso de agua y subió las escaleras, pasó de largo la puerta del cuarto de Ron y no paró hasta llegar a la de Percy. Llamó levemente y esperó a que abrieran la puerta.

- ¿Qué pasa? -preguntó Hermione, abriendo la puerta solo un poco y asomando solo la cabeza.

- Nada -le contestó con una sonrisa- Solo quería decirte buenas noches.

Ella también le sonrió a pesar del cansancio en su cara.

- Que duermas bien -abrió la puerta un poco más, solo lo suficiente para que él se acercara a darle un beso.

- ¡Buenos días, familia! -una feliz Ginny entraba bailoteando a la cocina, dos días después de la visita al pueblo.

Todos se sintieron contagiados de su alegría tan pronto la vieron, aunque no sabían por qué.

- ¿A qué se debe tu buen humor? -le preguntó Hermione, sonriendo- Si se puede saber…

- No sé. Solo me siento muy bien.

- Eso es bueno -intervino su madre- hemos estado tristes ya bastante tiempo. Necesitamos más alegría en esta casa.

Harry y Hermione voltearon a verse y luego vieron a los demás.

- Tienes razón, mamá. Deberíamos mandarle una lechuza a Fred y a George para que vengan a la casa algún día de estos y traigan algo nuevo de la tienda -decía mientras se servía leche en un vaso.

- Dije alegría, no alboroto -corrigió severamente- cualquier invento de esos dos, termina por hacer un agujero en la pared o por quemar un tapete.

El señor Weasley se rió ampliamente, lo que le ganó una mirada dura de su esposa.

- Lo siento, querida -dijo, al tiempo que se levantaba- Es que verles la cara chamuscada es muy divertido. Además siempre reparan lo que destruyen o lo reponen con algo mejor.

- Eso no significa que esté bien que vayan explotando cosas por aquí y por allá.

- Tienes toda la razón -le dió un beso en la mejilla- me tengo que ir o se me hace tarde para llegar al trabajo.

Tomó un puñado de polvos flu y se dirigió a la chimenea, donde lo perdieron de vista entre las llamas verdes.

- Sigo pensando que sería bueno que vinieran -insistido Ginny, dándole una mordida a un pedazo de pan- Quizá el próximo fin de semana…

- Ginny, no hables con la boca llena de comida -le volvió a regañar su madre.

Pasó bocado, tomó leche y volvió a hablar.

- Lo siento. Como te decía; les voy a mandar a Pig hoy mismo, para que tengan tiempo de dejar todo listo para el fin de semana -todos asintieron- Voy a ir a dar un paseo en escoba. Quiero ir al lago del valle.

- ¿Tú sola? -le dijo su madre.

Ginny asintió.

- Es que Hermione no tiene una escoba y no estoy segura de que le guste volar -se excusó-, por eso no los invité; por que yo creo que Harry preferiría quedarse aquí si ella no va. Y es un largo tramo para ir a pié.

- Pues podrían ir en coche…

- El camino es muy malo, no creo que Hermione quiera meter su coche ahí…

- Es verdad -habló Hermione- A mis papás no les haría gracia si echo a perder el auto a solo un mes de haberlo comprado.

- No me voy a tardar mucho, de todas maneras. Solo un chapuzón, recojo unas plantas que necesito y estoy de vuelta.

Ya no se dijo más del asunto. Una hora después, Ginny se había ido en su escoba, hacia los bajos de las montañas que se alcanzaban a ver a lo lejos.

La señora Weasley mandó a Harry y a Hermione a distraerse, pues según ella, no había nada que hacer en la casa. Ya habían limpiado todo el día anterior y no era justo que ellos se quedaran ahí, aburridos, mientras Ginny se había ido al lago tan despreocupadamente.

Harry subió al cuarto un momento, solo para asegurarse de que la ventana estaba abierta para que Hedwig pudiera entrar y salir.

Cuando se dirigía de nuevo a las escaleras, escuchó el escándalo de Pig en la habitación de Ginny. Pensó que la ventana debía estar cerrada y la pobre lechucita no podía salir. Con lo hiperactiva que era…

Decidió ir a abrirle la ventana. En su camino, pasó al lado del escritorio de Ginny, que estaba todo desordenado, lleno de pedazos de pergaminos. Abrió la ventana y regresaba a la puerta cuando volvió a mirar el escritorio. La curiosidad pudo más que él y se acercó a tomar uno de los pergaminos.

"Weasley:

Entiendo que sigas sin hablarme, pero no me voy a dar por vencido. No fuiste la única que perdió a un miembro de la familia.

Lo que no entiendo es que me culpes de la muerte de tu hermano. Yo hice lo que pude para evitar que tú o tu familia salieran lastimados, incluso revelar el secreto de mi padre, sabiendo las consecuencias que podría traerme.

Déjame hablar contigo, en persona. Después, te dejo en paz si tú así lo quieres. Contesta con un lugar y fecha para vernos; de lo contrario, iré a tu casa, le contaré a un familia y haré que me escuches.

Draco Malfoy"

Harry leyó la carta dos veces, para asimilar cada palabra. Cuando descubrió a la lechuza en el cuarto de Ginny, ella le había explicado que se escribían cartas; pero nunca aclaró que lo seguía odiando y mucho menos que Malfoy la estaba chantajeando.

¿Es que los Weasley todavía no sabían lo que había pasado? Por lo que había leído, podría decirse que no.

Dejó la carta en el escritorio, tratando de que no se viera tan diferente de como estaba antes de que la tomara y salió rápidamente de la habitación.

Salió al patio de atrás, donde se había quedado Hermione con la señora Weasley. Allí seguían las dos.

- Hermione -dijo cuando estuvo cerca. Las dos lo vieron extrañadas- Vamos a… a caminar.

Ella pareció percibir algo raro en su tono de voz.

- Sí. Volvemos en un rato -le dijo a la pelirroja mujer.

- Vayan, queridos. Vayan -les apuraba esta, con una gran sonrisa.

Harry la tomó del codo y se la llevó casi arrastrando hasta el auto.

- Creí que íbamos a caminar.

- Caminar, en auto, lo que sea -le contestó con mal humor.

- ¿Qué te rayos te pasa? -le preguntó ella, ya poniéndose de malas de que no le dijera nada.

Él empezó a caminar, dando grandes pasos y ella casi tuvo que correr para alcanzarlo.

- ¿Y bien? -seguía sin contestarle. Entonces se detuvo- No pienso dar un paso más. Tú puedes seguir y cuando te calmes, vienes y me cuentas.

Se detuvo también y se giró sobre sí mismo para verla.

- Lo siento. No estoy molesto -comenzó- Bueno, sí, pero no contigo.

- ¿Con quién entonces? -se cruzó de brazos.

- Ginny y Malfoy -vió que ella alzaba una ceja, por lo que continuó- ¿Recuerdas que descubrí que se escribían?

Ella asintió.

- Pues entré en el cuarto de Ginny para abrirle la ventana a Pig y cuando vi las cartas, levanté una para leerla…

- ¿Leiste la correspondencia de Ginny? -le empezaba a regañar- Sabes que eso no se hace, es de muy mala educación…

- Sí -le interrumpió- Pero eso no es lo que importa.

- Lo siento. Pero estuvo mal.

Él puso los ojos en blanco en señal de que perdía la paciencia.

- Malfoy está chantajeando a Ginny.

- ¿Qué dices?

- Sí. Al parecer, los Weasley no saben que Malfoy fue el que dio el avisó a Dumbledore acerca del ataque…

- ¿En serio? -lo volvió a interrumpir. Al ver el gesto de impaciencia, se tapó la boca con las manos y le indicó que continuara.

- No, parece que no. Y él se aprovecha de eso para forzarla a verlo, si no, va a venir a contarles todo. Ella no quiere verlo por que lo culpa de la muerte de Ron -terminó.

- Vaya -y se quedó callada un momento, pensando- Entiendo que te molestes con Malfoy, pero ¿por qué con Ginny?

- ¡Por que no nos ha dicho nada! -exclamó, como si fuera lo más obvio.

- Pues debe tener miedo… ¿Crees que acepte verlo?

- Tal vez ya lo hizo, por que la carta tiene fecha de hace unos días.

- Pero si no ha tenido tiempo… siempre hemos estado aquí, todos juntos.

Y se calló, como pensando algo. Volteó a verlo y parecían estar pensando lo mismo.

- Ese día…

- Fue idea de ella que fuéramos al cementerio y después al pueblo… -continuó Harry- y en el pueblo se fue aparte de nosotros por un rato.

- Y fue ella también quien sugirió que no dijéramos que nos separamos… -siguió atando cabos- Por otro lado, hoy se fue al lago y se negó a que la acompañáramos.

Se quedaron un rato más, tratando de adivinar si Ginny había visto o no a Malfoy, el por qué no había aclarado que las cartas con él no eran amistosas y pensando si era conveniente decirle que la habían descubierto. Tal vez la podrían ayudar.

A cuatro días de que Harry leyera la carta, seguían sin comentar palabra con nadie más. Había sido idea de Hermione que mejor se quedaran callados. "Es bastante inteligente, ella sabrá que hacer. Además, podemos causarle más problemas" dijo.

Eso sí, trataban de no dejarla sola por mucho tiempo y si quería salir, convencían a la señora Weasley de que no era buena idea que saliera sola.

Al principio, Ginny no se dio cuenta; pero al trecer día, prefería no salir de su cuarto para no tenerlos encima.

A la hora del lunch, ese día, llegaron cuatro lechuzas. Entregaron una carta a Harry, una a Hermione, una a Ginny y la última llegó a manos de la señora Weasley. Eran de Hogwarts.

- ¿Por qué nos llegan cartas de Hogwarts si ya nos graduamos? -preguntó Harry, viendo a su sobre- ¿O será que reprobamos y tenemos que volver?

- Por supuesto que no -contestó Hermione, con voz alarmada- Yo no reprobé ninguna materia. Seguro son las calificaciones.

- Sí, siempre les llegan al graduarse -dijo la señora Weasley, abriendo el sobre. Sus ojos se empañaron- Estas son las de Ron. Vaya, sus calificaciones fueron mejores que otros años.

Todos se quedaron callados. Ella sintió las miradas sobre sí.

- No se pongan tristes, muchachos. Es que me da orgullo -les extendió el pergamino, para que lo vieran- ¿Cómo les fue a ustedes?

- Aprobé todas -Hermione no pudo reprimir el tono orgulloso de su voz- Tengo una nota de felicitación por ser la mejor de la generación.

- Eso es de esperarse de cualquier premio anual -intervino Ginny- ¿Qué tal te fue a tí, Harry?

- No me fue mal. También me mandaron nota de felicitación -no pudo reprimir una sonrisa- Mira, Hermione, ganamos la copa de las casas en nuestro último año.

Ellos se sonrieron, pero las otras dos mujeres no entendieron. La señora Weasley vio el pergamino por un momento más.

- La profesora McGonagall firma como directora -observó Ginny.

- Bueno, es lo más natural -respondió Hermione- Si Dumbledore murió y ella es la subdirectora, era normal que le dieran el puesto de directora.

- Es cierto -la señora Weasley estuvo de acuerdo- Ginny, déjame ver esa lista de materiales.

Le dio el pregamino. Tras revisarlo, lo dejó en la vitrina, junto a la carta de Ron.

- Harry, querido ¿tienes algún plan para tú cumpleaños?

- Eh… -la verdad apenas se había acordado- No, no tengo nada planeado.

- Pues Ginny le escribió a Fred y a George para que vengan en fin de semana y como el domingo es tu cumpleaños, tal vez podríamos ir a comer al pueblo.

- Yo creo que es muy buena idea, mamá -saltó Ginny. Harry y Hermione se voltearon a ver.

- Me parece bien -aceptó Harry.

Harry se despertó. Eran las 5:30 de la mañana en el 31 de Julio: su cumpleaños.

Los gemelos habían llegado el viernes por la tarde y desde entonces la casa no había sido muy silenciosa, pero tenía más tiempo a solas con Hermione sin que Ginny fuera a interrumpir y ya no tenían que estarla cuidando todo el tiempo por que los gemelos no le daban respiro "mira Ginny, este es muy popular en la tienda", "este es bastante nuevo" o "¡no puedo creer que hayas vuelto a caer!".

En ese momento todo estaba callado, así que decidió quedarse acostado un rato más.

Alguien tocó a la puerta.

- Adelante -dijo, al tiempo que se ponía los lentes.

La puerta se abrió y Hermione entró (todavía en pijama), cerrando de nuevo tras de sí.

- Feliz cumpleaños -caminaba a la cama, con una gran sonrisa en la cara. Al llegar, se acostó a un lado de Harry- ¿Qué quieres que te regale?

Él se volteó y la rodeó con un brazo.

- Nada -le dio un beso- Con que estés aquí me basta.

- Estoy hablando en serio -le dijo, separándose un poco.

- Yo también -le dijo mientras le daba otro beso, más profundo que el anterior.

¿Era su imaginación o es que Hermione se veía más linda ahí, en la cama, cubierta por solo el diminuto pijama? Como fuera, no pudo resistir la tentación, y la acercó mucho a él, profundizando aún más el beso. Su mano derecha subió por su espalda hasta su hombro. Sintió su piel, disfrutando cada centímetro que tocaba.

A ella también parecía gustarle, pues su mano estaba en su cara, como para evitar que se alejara (aunque no era necesario, él no pensaba ir a ningún lado). Él bajó la mano por su brazo y el tirante del pijama se movió de su lugar. Siguió su trayecto hacia el muslo de la chica. Ella pasó la mano por debajo de la camisa, acariciando el plano abdomen de su novio. La mano de él subía peligrosamente por debajo de la tela, también.

Entonces se separaron, ambos sonrojados y con la respiración agitada.

- ¿Qué estabas haciendo? -preguntó Hermione, nerviosa.

- ¿Yo? -se extrañó. Ahora era su culpa…

- Tú empezaste -le decía.

- Pues sí… pero no fui el único -se defendió. Ella se empezaba a levantar- No, no te vayas. Prometo quedarme quieto.

Volteó a verlo. No se veía molesta, sino nerviosa.

- Está bien -aceptó y se volvió a tapar con las sábanas.

- Gracias -le dio un pequeño beso.

- Lo prometiste… -se dio la vuelta, pero sujetó el brazo de él alrededor de su cintura.

- Sí -suspiró.

Ella sintió el aliento en la nuca y un escalofrío le recorrió el cuerpo.

- Ya sé qué quiero que me regales -le dijo. Ella volteó a verlo- La promesa de que te vas a quedar conmigo.

- Estoy contigo…

- Pero quiero que te quedes siempre conmigo.

Hermione se quedó pensando. A Harry la petición le parecía muy fácil, parecía un niño pequeñito pidiendo un cuento antes de dormir. Pero ella se daba cuenta de la magnitud de las palabras ¿Podría prometer eso y cumplirlo? No había forma de negarse: esos ojos la miraban con tanta ternura.

Lo besó y asintió con la cabeza. Luego se volteó de nuevo, con el brazo de él aferrado muy fuerte a su cintura.


Notas:

Hola!

¿Qué les puedo decir? No puedo (ni quiero) evitar ser tan romántica. Por otro lado, en una de las escenas superiores, se pueden dar cuenta que mi idea de relación entre Harry y Hermione no es toda melosa, sino que siguen siendo amigos, pero tienen sus momentos románticos y alguno que otro intercambio de baba. Oh, sí. Lamento si esto fue un poco subido de color, pero no creo que afecte a nadie leer sobre caricias. No creo que mi historia llegue a ser más candente que esto, pero si pasa, yo les aviso.

Como siempre, trato de no salirme mucho del carácter de cada personaje, así que me avsian si voy por mal camino.

Algo que sí quiero dejar claro es acerca de Ginny: yo le estoy forjando el carácter a partir de lo que he leido. Como lo dije, la Ginny de las películas no me convence, así que yo me imagino otra, como más sensualona. Todos sabemos que Ginny es la menor de siete hermanos y la única mujer, por lo que vive a la ley de la jungla "el más apto sobrevive". De modo que ella, para no dejarse de sus hermanos, tuvo que ser bastante inteligente y astuta. Ha aprendido un poco de cada hermano, hasta el punto de ser una mezcla de todos ellos, a eso le ponemos el toque femenino: toda una bomba.

Los reviews:

Florcha: Desgraciadamente, también tengo una hermana molesta mayor... y una menor y un hermanito. De modo que me las veo difícil a la hora de escribir. Perdón si el fic te llega a parecer empalagoso, por que no es mi intención y lo de Ron, poco a poco se va a ir, conforme sus amigos se hacen a la idea de que no va a volver. Con la explicación de arriba, espero que lo de Ginny ya quede mejor y que te guste. Muchas gracias.

Pipu-Radcliffe: Que bien que no soy la única descontenta con Ginny. Sí sé quienes son las gemelas a las que te refieres (de hecho, no son gemelas, es una sola persona) y creo que se asemeja más a la que yo me imagino, pero insisto; yo creo que Ginny es más sensual (siempre he pensado que las pelirrojas deben ser muy atractivas). Gracias por todo.

eliza-potter130291: Ginny y Draco sigue en penumbras en este fic. Yo sé lo que voy a hacer con respecto a ellos y no sé si vayan a estar contentos, pero no pienso decir más. A Hermione la vamosa ver algo "fuera de tono" por un momento, pero ella sigue siendo tan seria como siempre; ya verás.

undyingsoul2159: Hola! Me alegra mucho que presonas que no hablan al 100 mi idioma, están leyendo mi historia. Pude entender muy bien lo que me escribiste ¿Hablas inglés? Si es así, escribe en inglés, que yo entiendo los dos idiomas. Gracias por leerme!

Voy a salir con mi familia por un par de días, por lo que puede que tarde en actualizar, no es seguro. Si es así, no va a ser tanto.

Si alguien tiene alguna idea de qué le debe regalar Hermione a Harry, es bien recibida, por que a mi no me convence todo lo que he pensado.

Espero tener muchos reviews cuando llegue de mi viaje. Hasta pronto.