Disclaimer: Lo mismo...


REINICIO

Padfoot

- ¿Hipócritas? ¡Tú hablas de hipócritas! Habla ella, la que dijo que nos comprendía, pero no puede guardar un secreto; la que dijo que nos ayudaría, pero se nos echa encima. Y sobretodo -Harry intentaba hacer que se callara, diciéndole cosas como "la vas a meter en problemas, cálmate". Pero no se calmó, perdió los estribos y la discreta y prudente Hermione Granger saltó por la ventanilla del auto- … ¡habla la que se escribe y se encuentra a escondidas con Draco Malfoy, a quien dice odiar y culpar por la muerte de su hermano! Por que seguro estás así por eso: te hemos quitado la oportunidad de que hables con él otra vez. Y no puedes esperar a llegar a escribirle una carta explicando que no te dejamos separarte y por eso no llegaste, pero que mañana pueden ir a verse en el lago ¿no?

Los gemelos voltearon a ver a Ginny como si fuera el propio Malfoy y ésta, al verse descubierta se puso blanca hasta el cabello.

- ¿Cómo saben eso? -preguntó- ¿Han leído mi correspondencia?

- ¿Entonces es cierto? -inquirió George, bastante ofendido.

Al asomarse por el espejo retrovisor, Harry vió como el eterno buen humor y las sonrisas de los gemelos Weasley saltaban a alcanzar a la prudencia de Hermione. Si las cosas habían estado tensas al principio, ahora parecían a punto de reventar.

- ¿Qué pasa con Malfoy, Ginny? -George iba a dejársela pasar tan fácil.

Ella no contestó.

- Estamos esperando… -dijo Fred, tras segundos de silencio.

- No creo que tengamos qué discutir esto enfrente de Harry y Hermione…

- Pues yo creo que sí -le interrumpió Fred- Ellos pueden aportar algunos datos. Más vale que empieces antes de que lleguemos a casa o mamá y papá se van a enterar también. Entonces sí tendremos que darte un trofeo por conseguir el regaño y el castigo más grande de la historia de los Weasley.

Esas palabras que en otro tono hubieran sonado a broma; con el tono que puso el chico, sumado a la cara llena de furia, más bien parecían una amenaza que había que tomarse muy en serio.

Harry volteó a ver a Hermione. Ella sabía que se había extralimitado, pero no se veía arrepentida.

- Pues lo que dijo Hermione: Malfoy me ha enviado cartas, yo se las he contestado -le dirigió una mirada asesina a la otra chica.

Los gemelos hicieron muecas de exasperación.

- Creo que omites detalles…

- Te damos a elegir, Ginny-siguió George-: tu primera opción es hablar por tí misma, haciendo que lo que Harry y Hermione tengan que decir coincida y convencernos; con la oportunidad de distorcionarlo un poco. La segunda es esperar a llegar a casa, te damos veritasérum a la fuerza y cuentas la verdad tal cual es.

- Si me lo preguntas, te conviene más lo primero… -amenazaba Fred.

Ginny parecía a punto de echarse a llorar, bien por miedo o bien por rabia. En ese momento entraban a la brecha que conducía a la madriguera.

- Bien. Pero no le digan nada a mamá y a papá…

- No prometemos nada.

Los ojos de Ginny se pusieron más vidriosos, pero no se amedrentó.

- Como sea. Malfoy informó a Dumbledore del ataque, una noche antes -George abrió la boca para decir algo, pero ella lo detuvo con un gesto de la mano-… por que quería ganarse mi confianza. Pero no me convenció, entonces, después de la muerte de Ron, ha seguido escribiendo, pidiendo una oportunidad de explicarse. Dijo que si no aceptaba, iba venir a la casa a contarles todo a ustedes y yo no quería, además, pensé… pensé que después de todo, merecía una oportunidad.

- ¿Una oportunidad para qué? -casi le gritó Fred. Estaba entre sorprendido y enfadadísismo.

- Pues para hablar… -Ginny se encogió en el asiento- ¡Traicionó a su familia para ayudarnos!

Nadie dijo nada. Los hermanos de la chica parecían estar digiriendo la información.

- ¿Qué decían las cartas? -preguntó George. Ya estaban llegando a la casa.

Harry pasó saliva.

- Solo leí una. Decía eso mismo. No sé si se han visto o no. Yo le conté a Hermione.

- Pero tú si sabes si se han visto o no, Hermione… -continuaba George con el interrogatorio.

- No en realidad. Saqué conclusiones.

- ¿Me metiste en problemas sin saberlo? -le recriminó la pelirroja- Si no hubiera sido verdad, me hubieras armado un gran lío sin fundamentos…

- Pero no me equivoqué…

El motor del coche se había apagado y todos guardaron silencio.

- Continuamos en tu cuarto, Ginny -Fred abría su puerta y se bajaba del auto.

En fila y tratando de no hacer demasiado ruido, entraron a la casa y subieron directo al cuarto de Ginny, excepto George, que fue al baño a lavarse la cara (¿quién regaña a su hermana con la cara de varicela extraterreste?). Cuando hubo llegado con la cara limpia, se sentó en la cama, junto a Ginny. Hermione estaba sentada en la silla del escritorio y Harry de pié a su lado. Fred estaba recargado en la pared, junto a la ventana.

Habían permanecido en silencio debido a que Fred dijo que George tenía que escuchar también cada palabra.

- ¿Y bien? -George rompió el silencio. Pasó un brazo por los hombros de su hermana, como para comunicarle que ya no estaba (taaaan) molesto.

- Sí lo he visto. Hermione tiene razón: hoy lo iba a ver otra vez. La primera vez fue la primera vez que fuimos al pueblo y, al día siguiente, en el lago. Deberían escucharlo ustedes también…

- ¿Para qué? -le cortó Fred- ¡Es un Malfoy!

- ¡Y nosotros somos Weasley y Hermione una Granger! Con esa actitud, tú suenas más a Malfoy que él mismo -no pudieron discutir ante la furiosa mirada- Él me dijo una vez que no apoyaba a su padre por que estuviera de acuerdo con sus ideas, sino por que es su familia…

- ¿Y tú le crees? -Fred estaba calmándose también.

- Pues desafió a su padre por ayudarnos, ¿no? Y su padre resultó muerto…

- ¿Por qué no nos dijiste antes?

- Por que papá siempre ha tenido enemistad con Lucius Malfoy y sabía que iban a reaccionar tal como lo hicieron.

Los gemelos bajaron la mirada, apenados.

- En serio, al principio no creía en nada de lo que él pudiera decir, pero hace tiempo que se comporta diferente -Harry tosió- conmigo.

- Bien. No le vamos a decir nada a mamá y papá, pero nos tienes que contar cualquier cosa extraña. No te dejes enredar, Ginny.

La chica asintió, no muy convencida.

- Siento haber revelado tu secreto, pero no me gustó para nada que tú hayas revelado el nuestro… -dijo Hermione.

- No hay problema.

Y a pesar de que las palabras eran corteces, los tonos no lo eran. Todavía había fricción entre ellas, eso hasta un ciego lo notaría.

- Buenas noches -Hermione salió de la habitación, con el cachorro en las manos.

Las otras miradas se dirigieron ahora a Harry. Sabía que él no se libraba tan fácil.

- Ginny, yo…

- No imaginé que fueras tan entrometido -le cortó, indignada.

Entonces la poca pena que sentía Harry se fue al traste. Él trataba de disculparse y así le respondía.

- Lo mismo digo. Sé que me equivoqué al leer la carta, pero sabes que yo nunca me he fiado de Malfoy. Lo lamento -la expresión de ella seguía dura- Y también lamento no haber dicho nada de mi relación con Hermione, pero no creí que fuera el momento indicando para avisarles. Pensábamos decirles después.

Suspiró.

- Ojalá las cosas hubieran sido diferentes… todo -se rascó la cabeza y se giró en dirección de la puerta.

- Harry -la voz de Fred lo detuvo- debieron decirnos antes.

Había un sonrisa en su rostro.

- Felicidades. Asegúrate de decirle mañana a mamá -continuó George- Buenas noches.

Tras cerrar la puerta al salir, Harry dió un profundo suspiro. No pasó por alto las últimas palabras de George. "Si ya lo saben casi todos, no veo por qué no decirle a ella también" se dijo.

- ¿Harry? -se asomaba una cabeza pelirroja a la puerta- Buenos días. ¿Puedo pasar?

Se sentó en la cama, poniéndose los lentes. Asintió con la cabeza. Ginny se acercó y se sentó en la cama.

- Bueno… solo vengo a decirte que siento mucho haber actuado así ayer. Sé que dije cosas que no debía… -no perdía su tono digno, pero se veía arrepentida- y fue mi culpa, por que Hermione tenía razón en todo lo que dijo. En realidad, me alegra mucho que ustedes por fin hayan decidido estar juntos.

No podía evitar acordarse de Ron al ver a Ginny actuar así: primero le gritaba una y mil cosas, haciéndose el orgulloso, a veces hasta sin razón; para luego ir a pedir disculpas. Bueno, él mismo era algo así…

- No te preocupes, Ginny. Tampoco yo debí haber leído tus cartas.

- Estamos a mano… -le sonrió y se levantó de la cama- Además, creo que es normal que se hayan preocupado. Yo hubiera hecho lo mismo. ¿No vamos a desayunar?

- Estoy en pijama…

Pero se interrumpió ¿Qué rayos? En esa casa, en el verano, nadie estaba decente antes de las 11:00 am. Bueno, solo los señores Weasley y Hermione…

- Vamos.

Bajaron en silencio, para entra a la cocina, donde no había nadie.

- Parece que mamá salió -dijo Ginny, al ver una nota- fue al callejón Diagon por mis cosas. Pero dejó el desayuno hecho.

Tomó dos platos y empezó a servir lo que había en las cazuelas. Mientras, él sirvió jugo de manzana.

- Buenos días -Hermione entraba a la cocina, con el rechoncho cachorro caminando torpemente tras ella.

Sin decir más palabra, se sirvió el desayuno y se sentó a comer. El perrito fue a mordisquearle los pies a Ginny, que se reía al sentir las cosquillas en los dedos.

- Basta, Padfoot -dijo Hermione, tomando al perro y apartándolo.

- No te molestes, es solo un cachorrito… -era obvio que Ginny trataba de arreglar las cosas con Hermione.

- Desde pequeños se les tiene que educar o van a andar mordiendo lo que esté a su paso.

Los otros dos se quedaron en silencio. Estaba muy molesta todavía.

- Bien, Hermione, lo siento, todo lo de anoche. Yo sé que fue mi culpa.

- Fue culpa de todos, Ginny. Y no estoy molesta.

"¡Mentira!" Pensó Harry. Pero decidió no hablar, por que podría empeorar las cosas.

No se levantó al terminar de comer, sino que esperó a Hermione, para salir a caminar un rato y así hablar, ya que no pudieron hacerlo la noche anterior.

Tomó a Padfoot para verlo una vez más. Era muy gracioso.

Volvió su mente a la cocina cuando Hermione tomó los platos y vasos de los tres para lavarlos.

- Volvemos en un rato -le avisó Harry a Ginny, tomando a Hermione con una mano y sosteniendo en la otra al perrito.

- Harry, me llevas arrastrando -lo detuvo Hermione una vez que salieron de la casa.

- Lo siento -la besó en los labios- ¿Estás molesta conmigo?

- No -esta vez no mentía- Más bien estoy molesta con Ginny y conmigo misma.

- ¿Por qué?

- Pues por que no me esperaba lo que pasó por parte de ninguna de las dos. Ginny nunca actúa así. Y yo perdí el control, no medí mis palabras.

- Eso le puede pasar a cualquiera -él lo sabía mejor que nadie- Pero hay que verle el lado bueno: ya no nos tenemos que esconder.

Ella le dedicó una media sonrisa. Le quitó al perrito de las manos y lo puso en el césped.

- Si lo cargas siempre, va ser muy mimado -explicó- Supongo que tienes razón. Por otro lado, lo de Ginny sí que no es nada usual, pero es su vida y ella sabrá lo que hace. Si se quiere casar con Malfoy, allá ella.

La sola idea de que Ginny se casara con Malfoy, le puso la carne de gallina a Harry.

- Sólo date cuenta cómo explica las cosas y les da vuelta, pero no ha dicho palabra de sus encuentros con Malfoy: no ha dicho de qué han hablado ni por qué se han visto más de una vez -le hacía razonar la chica- Si me lo preguntas, yo creo que ya no lo odia tanto como antes.

- ¡No digas esas cosas! -se alarmó- ¿Insinúas que Ginny se va a fijar en Malfoy después de todo?

- No veo motivo por qué no…

- Hermione, tienes que fijarte en su familia y en como se ha portado desde que lo conocemos. ¿Tú crees eso de que no estaba de acuerdo con las ideas de su papá?

- Si nos ayudó…

- ¡Nunca nos ha ayudando!

- Sí lo hizo: si él no le hubiera dado toda la información a Dumbledore, te hubiera tomado por sorpresa, no habrían llegado los miembros de la orden ni hubieran protegido el castillo. Habríamos muerto todos. Yo creo que eso es ayuda suficiente -él se estaba molestando y ella lo intentaba calmar acariciándole la cara y las manos- Recuerda a Sirius, la familia de la que venía y quién resultó ser él.

- Pero eso es caso diferente, por que Sirius siempre fue en contra de ellos y Malfoy siempre ha dio gritando a los cuatro vientos lo poderoso e influyente que es su padre y lo puro de sangre que es…

- Tú mismo lo has dicho. Eso es diferente que ir alardeando que tu padre tiene tratos con el señor poderoso. Y Sirius y tu padre también fueron unos prepotentes alguna vez. Y cambiaron conforme fueron madurando -había dado en el blanco- Tal vez Malfoy también está madurando.

- ¿Estás tratando de hacer que Malfoy me caiga bien?

- No -se sentó en el pasto y empezó a jugar con Padfoot- A mi no me cae bien. Pero si a Ginny le cae bien, debe haber una razón. Además, ha habido una guerra (en la que nuestro mejor amigo y personas importantes en tu vida han muerto), desatada por ideas tontas y por la terquedad de una persona. A veces es mejor abrirse a nuevas ideas y a nuevas personas, no seas terco.

Su gesto era tan tierno que casi lo habría convencido. Pero no, estaban hablando de Draco Malfoy, quien le había hecho la vida todavía más difícil de lo que ya la tenía. Decidió cambiar al tema por el que habían empezado.

- ¿Entonces vas a perdonar a Ginny? -él también se había sentado y dejaba que el perro le mordiera los dedos de la mano.

- No hay nada que perdonarle. En parte tuvo razón -le dio un manotazo para que apartara la mano del hocico del perrito- Aún así, me voy mañana.

Harry tomó al perrito.

- ¿Cómo? ¿Por qué?

- Puede que haya dicho las palabras molesta, pero las dijo con una intención. Yo no me pienso quedar por mucho más tiempo si ella piensa así. Y si tú tuvieras un poco más de dignidad, también te irías.

- Yo no tengo a donde ir.

Ella abrió la boca, pero pareció no saber qué decir y la cerró de nuevo.

- No te apures. Creo que tiene más que ver con el miedo a sentirme solo que con la falta de un lugar. Ayer que cumplí diesciocho años, todas las propiedades que he heredado pasaron a ser mías oficialmente. Tengo que ir al ministerio a arreglar ciertas cosas para que la fortuna y la casa de Sirius y la casa de mis padres sean mías. Bueno, el lugar donde estaba la casa, por que quedó destruida cuando mis padres murieron…

- ¿En serio? ¿Por qué no nos habías dicho nada?

- Por que no sabía. Me enteré apenas anoche que entré al cuarto y vi las cartas ahí. Debieron llegar cuando estábamos fuera.

- Oh -fue lo único que se le ocurrió contestar.

- Le voy a pedir ayuda al señor Weasley con eso -y por segunda vez, se dió cuenta de que se habían desviado del tema- Pero eso no importa ahora. Lo que me importa es que no te vayas.

- Harry, no insistas, no me quedo. Tengo otras cosas que hacer y mientras más pronto las haga, mejor.

- ¿Qué es lo que tienes que hacer? -le preguntó con tono incrédulo, como queriendo desenmascararle una mentira.

- Los trámites de mi carrera mágica. Tú deberías apurarte también.

Lo tomó por sorpresa. Desde el día que recibieron las cartas de Hogwarts, no se había preocupado por escuela ni por carrera y ahora que lo decía, se tenía que dar prisa, por que la carrera de auror no era cosa de juego.

- ¡Rayos! Tienes razón.

- Claro -respondió con tono de autosuficiencia- Otra vez te tomaste las cosas a la ligera, Harry. Es cierto que ya tienes el lugar asegurado en la academia, pero no es un internado ¿Has pensado en donde vivir durante todo el tiempo que asistas a los entrenamientos?

Agachó la mirada.

- No, sólo había pensado en dónde estaría el verano, como cuando íbamos a Hogwarts…

- Ya no vamos a Hogwarts, Harry. Esto es diferente, ya es la vida que vamos a llevar siempre. Para mí, será inciar como aprendiz e ir subiendo puestos y para tí será lo mismo después de un año en la academia -tomó un largo aliento y le acarició los labios con un dedo- ¿Entonces qué vas a hacer? Por que seguro que tienes que llenar formularios y otras cosas antes de entrar en la academia.

- No lo sé. Creo que habrá que pedirle ayuda al señor Weasley cuanto antes para resolver lo de las propiedades y ver si puedo vivir en casa de Sirius, o lo que sea -se rascó la cabeza, como desesperado, con lo que terminó más despeinado que de costumbre- No te vayas, necesito que me ayudes…

Ella sonrió.

- ¿Es que yo te voy a resolver todo en la vida? -le dijo entre seriedad y broma- ¿Qué va a pasar cuando yo no esté?

- Eso no va a pasar -el instinto le hizo responder eso, ni siquiera se detuvo a pensar lo que decía- Tú siempre vas a estar conmigo, lo prometiste. Ya fue suficiente perder a Ron.

La abrazó, como si en vez de una pregunta, la chica le hubiera soltado el anuncio de que largaba para no verlo jamás.

- No te preocupes -lo tranquilizó- Ahora estoy aquí y te voy ayudar ¿De acuerdo? En la cena hablamos con el señor Weasley.

Él asintió y acercó sus labios a los de ella y le dio el más tierno y lento beso, como para disfrutar cada segundo, para sentir que realmente seguía ahí. Le daba tanto miedo perderla como a toda la gente importante de su vida.

- ¡Harry, Hermione! -Ginny se acercaba a ellos corriendo- Llegó mamá.

Al escuchar eso, se separaron como si el otro diera shocks eléctricos. Al dar tal salto, Hermione se paró en la cola de Padfoot, que lanzó un aullido de dolor y todos gritaron del susto.

- ¿Pero qué le has hecho? -preguntó Ginny, tomando al perrito y acariciándolo.

- ¡Fue un accidente! -contestó apenada.

- Pobrecito -consolaba al cachorrito- Bueno, mamá ya llegó y preguntó por ustedes.

- Gracias por avisar -le dijo Hermione, con una sonrisa.

Tal vez ya no estaba tan molesta. Harry tomó al perrito y lo puso en el suelo, para que lo siguiera. Al llegar al escalón de la entrada de la casa, tuvo que ayudarle a subir, pues era muy pequeño para subir por sí solo.

- Hola, muchachos -les saludó la mujer- ¿Dónde estaban?

- Eh… -Harry no sabía que decir. Bueno, sí sabía lo que tenía qué decir, pero no sabía cómo. Y ni siquiera le había dicho nada a Hermione- Afuera.

Hermione le tomó la mano.

- Tenemos algo que decirles -completó ella- Este… Harry y yo somos novios.

Nadie podría decir cuál estaba más rojo. La señora Weasley se quedó sin habla y Ginny fingió sorpresa. Padfoot, que era el único tranquilo ahí, bostezó y se echó a los pies de Hermione.

- ¿En serio? -logró articular la señora Weasley, por fin. Pero no se sabía qué demostraba la expresión en su rostro- ¿Desde cuando?

Buena pregunta. ¿Qué le decían? ¿Qué desde hacía dos semanas y lo habían mantenido en secreto? Podrían decirle que solo en ese momento. Los dos voltearon a ver a Ginny, como esperando que ella les inventara algo. Ella sólo se encogió de hombros.

- Desde hace unos días… -atinó a decir Harry. El sentir a Hermione dejar de apretar su mano como si se la quisiera quebrar, le hizo saber que le pareció buena respuesta- Pero nos daba pena decirles.

- ¡Pero si es una muy buena noticia! ¿No te parece mamá? -Ginny trataba de hacer las cosas más fáciles y rápidas.

La señora Weasley tardó un momento en reaccionar. A los tres les volvió el alma al cuerpo cuando la mujer sonrió ampliamente.

- ¡No había tenido mejor noticia desde hacía mucho tiempo! -abrazó a Harry y Hermione y los dos se preguntaron cómo hacía la mujer para distribuir tan bien la fuerza de sus abrazos en dos personas, arreglándoselas para asfixiarlos de todas maneras- ¿Por qué no nos lo dijeron antes?

Los liberó del abrazo y ambos tomaron aire.

- Creímos que no era prudente -dijo Hermione.

- ¡Tonterías! Oh, ya era tiempo de tener algo alegre por aquí. Muchas felicidades, muchachos.

Los dos murmuraron algo parecido a "gracias" y Ginny se apresuró a cambiar de tema.

- ¿Dices que compraste "Pociones perfectas" otra vez? Ese ya lo tenía de Ron…

- Oh, pero me dijeron que era un nueva edición, más completa -hablaba caminando en dirección a las escaleras- Y yo sé que prefieres tener cosas nuevas. Es hora de que nos acostumbremos a poder comprar lo necesario sin andar contando hasta el último de los sickles…

Ya no pudieron escuchar más, por que la voz se perdió al llegar a la segunda planta.

Ginny volteó a verlos con una sonrisa de "se los dije" en la cara.

- No resultó tan mal, ¿o sí?

Antes de que pudieran contestar, se fue tras su madre.

- ¿Cómo están familia? -Arthur Weasley salía de la chimenea, algo lleno de cenizas- ¿Algo nuevo que contar?

Siempre hacía la misma pregunta y la respuesta siempre era la misma: nada importante. Pero ese día se sorprendió de oir algo diferente.

- Sí. Tenemos una parejita entre nosotros -le contestó la señora Weasley, sin levantar la vista de su tenido- Harry y Hermione son novios, Arthur ¿No te parece lindo?

- ¡Por supuesto que sí!

Hermione se hizo chiquita en el sofá. Ya que Harry estaba afuera, jugando con su perro, el interrogatorio del señor Weasley le tocó a ella sola.

Cuando por fin estaban cambiando el tema, llegó el joven, con el gracioso perro con la lengua de fuera caminando graciosamentetras él.

Hermione le lanzó una mirada asesina. Se imaginó lo que pasaba, así que decidió cambiar el tema incluso antes de que lo iniciaran con él.

- Señor Weasley, buenas tardes -vió como el hombre abría la boca para decirle algo, así que se adelantó a ganarle la palabra- Me gustaria saber si me puede ayudar con unas cartas que llegaron del ministerio ayer. Es sobre las cosas que he heredado.

Las caras de todos (menos la de Hermione, que ya sabía) se quedaron en blanco.

- Yo no sé mucho de esas cosas, mi departamento es diferente, pero hago lo que pueda y te conecto con alguien que sí te pueda ayudar -dijo el hombre, tras unos segundos de silencio- ¿Tienes las cartas?

- Están arriba.

- Déjame verlas.

Harry asintió y ambos fueron a la habitación de Ron.

- Señora Weasley… -Hermione rompió el silencio que habían dejado los otros dos al irse.

- Dime, querida.

- Quiero darle las gracias por invitarme estos días a su casa y decirle que me tengo que ir mañana.

- ¿Por qué tan pronto? -había un poco de desilusión en su voz y rostro.

- Tengo que arreglar algunas cosas antes de empezar mi servicio en el ministerio -captó el rostro culpable de Ginny- Solo estoy esperando la respuesta a mi solicitud.

- Bien, linda -suspiró la mujer- Pero sabes que eres bien recibida aquí.

- Lo sé -le lanzó una mirada significativa a la pelirroja, quien bajó la mirada.

Un tirón en el pantalón le hizo bajar la mirada a ella. Padfoot le mordía y jaloneaba la tela, divertido.


Notas:

Una gran parte de esto, estaba pensado para ponerlo en el capítulo anterior, pero me hubiera quedado larguísimo.

Creo que de ahora en adelante, los periodos de tiempo que abraque en la historia van a ser un poco más grande, por que de otro modo, yo me puedo ir día por día y hacerlo eterno... Además, yo empecé esto con una inteción totalmente diferente, de lo cuál esto es solo como el preludio.

Me siento feliz de encontrar reviews de personas nuevas y saber que mi historia les está gustando. Gracias. Ahora los contesto.

Pipu-Radcilffe: Si al final te quedaste en ascuas, me siento feliz, por que quiere decir que de verdad logro lo que me propuse. Aunque yo quería poner otro pedazo, pero quedaba kilométrico...

just-my-soul: Gracias por tu comentario. Ten por seguro que la sigo, no me gustaría dejarla a medias.

Eliza-potter130291: A nadie le gustaría que le dijeran cosas como esa, pero hay algunas veces que las personas no pueden controlar lo que dicen cuando están molestas y eso es justamente lo que le pasó a Ginny. Pero no es la única: a Ron y a Harry les ha pasado más de una vez y se han enojado por niñerías de ese tipo. Fred realmente merecía una broma (George también, pero él no cayó), después de tantas que le habían hecho a sus otros hermanos. Mmm, George ciertamente nota que Hermione es linda y que tiene carácter, pero de ahí a que le interese como algo más... quién sabe. Yo sí veo a Harry como un chico celoso, por la manera en que siempre se expresa y reacciona, no con las chicas, sino con todo; como temperamental. Y siempre dice sólo la mitad de lo que piensa. Yo quise que en mi historia supiera conducir, por que el chico tiene bastante dinero como para comprarse un coche. Es demasiado inteligente como para quedarse atrás en cosas así. Ojalá que tus papás te enseñen a concucir y te compren un coche a tí también. De Ginny y Draco sabremos más en poco tiempo (sabremos: por que yo no sé que hacer, todavía).

Lord Zanator: Parece que a nadie le gustó la reacción de Ginny, pero comprendan cómo se sentía de frustrada y de molesta. También estoy esperando saber qué piensan ahora de la reacción de Hermione...

flaka-potter: Gracias por el review. Creo que ya había cambiado eso de los reviews anónimos, pero creo que tengo que checarlo de nuevo.

Un beso a todos. Espero comentarios.