Hola a todos!!!!: Bueno terminé mi amigo secreto, es hora de empezar con algo nuevo, nnº esto, lamentablemente no va a contener esa ternura que implementé en mi anterior fic, bueno, no va a estar tan presente, no estoy segura que tanta angustia utilizaré y ni yo misma me espero el final. Pero les puedo decir que este fic tiene ciertos detalles muy particulares que…valdría la pena leyeran…
1-. No está ordenado por orden cronológico, es decir, hay muchas escenas que puedo poner de repente que ustedes pueden llegar a decir: ¿What? Pero son tan solo escenas y no capítulos definidos en si, al final, tendrán su razón de ser, estas escenas no pertenecen al tiempo de la historia, puede haber ocurrido mucho antes, o mucho después quien sabe, la verdad me gusta que los lectores especulen y vean los posibles finales, a demás de que es una clase de fic que no veo muy común y yo soy muy arriesgada nn
2-. Hay varios personajes inventados
CAPITULO DEDICADO A: por supuesto una personita que me ha dado palabras muy hermosas, y me ha dedicado unas ultimas frases a mi fan fic Mi Amigo Secreto que jamás olvidaré: Loreto W
Respondo reviews:
Eiri Saiyuki: ¡Hola! Bueno, te voy avisando que como esta historia no tiene un orden cronológico pues…no hay que esperar nada, las cosas se ponen interesantes erm…en poquísimo tiempo XD aunque si te digo que para la época los chicos tenían 8 años cuando fueron vendidos. Ahora tienen como…unos 18 más o menos. Bueno, erm…por ahora no has acertado lo del ojiazul pero…si algo que ver va a tener a su debido tiempo, en fin, ojala haya aclarado tus dudas ¡Muchas gracias por tu review! nn
Turi: te agradezco mucho el consejo que me has dado, en este capítulo no he colocado ningún dios realmente representativo pero…en cuanto lo haga te prometo haré una pequeña reseña al final de la historia, gracias por tu aporte, en realidad era mi sueño hacer un fan fic inspirado en el antiguo Egipto, porque estoy notando que ya no hay muchos, en este capítulo espero haberte despejado algunas dudas, la verdad es que ni yo misma se que esperar de esta historia, ya verás que al pobre Joey no le ha ido tan mal, sobre lo de "Mi amigo secreto" no te preocupes, no hay cuidado con lo de los reviews, de hecho me da una inmensa alegría que lo leas, con eso es suficiente, espero que este también te guste, aunque sea un poco confuso de entender (bueno, al menos no es lo común)
xanxisk-moto: ¿Te parece interesante la historia? ¡Me alegra mucho! Bueno, voy a tratar de actualizarla siempre que pueda ¡Gracias por tu review!
Kida Luna: jajajajaja mi hermanita y sus correcciones, bueno, estoy llamando al espiritu del rompecabezas mejor conocido como Yami, atemu, y lo llamo así pues…porque en ese entonces no sabían que había futuro y esto no es YuGiOh, es mi versiona si que decidí incluir el Yami, cosa mía, no se preocupe, sus correcciones siempre son bien recibidas, ¿Enserio conseguiste un libro? ¡Aquí no venden casi nada de eso! Pues, si he leído lo de las ciudades, la verdad se me ha hecho bastante pesado, pero como por ahora no me voy tan afondo no tengo que incluir tanto (tampoco quiero confundir a los que no tienen info, porque la lectura se vuelve clase de historia universal) ¿Te parece que he avanzado? La verdad quiero intentar cosas nuevas hermanitas, espero en todo momento tu apoyo y consejo, lo de la subasta, bueno, es que yo ya me los compré todos JA! No te dejé ni uno solito, lo del regalo, hermanita con tal de que se acordara para mi es más que suficiente, a demás ¿Qué mejor regalo que el que me da aconsejándome y halagándome a cada review? usted es mi mejor regalo hermanita, ya usted va a ver que lo del inet se arregla por eso no se preocupe, voy a estar muy pendiente de usted hermanita ¡Se me cuida mucho!
Kaiba Shirou: Pues ojala que este también le guste, como el primero, espero logre llenar sus expectativas, la verdad estoy muy entusiasmada con el y espero tener el talento suficiente para hacer valer mi idea ¡Gracias por tu review!
Capítulo 2: hielo en tus ojos, calor en tu mirada
Hacía ya tantos años que no regresaba a aquellas dunas…tan cerca de el poblado donde usualmente el jugaba con sus amigos, cuando aún era un niño y sus tactos eran torpes, al igual que sus conocimientos casi nulos, sus acciones prácticamente inertes, hacía ya tantos años…
Soldado: ¡Camina!
El joven de cabellos negruzcos fue golpeado con fuerza, no importaba, el dolor, era cosa secundaria, ahora, estaba emocionado, había visto la vida como una travesura, lastima, que no había terminado con una carcajada…era una lástima…
Sus pies se golpeaban contra el inclemente ardor que emanaba del calor de la arena, los granos se encajaban en sus heridas abiertas, haciendo más doloroso su trayecto, pero ya no importaba, todo ese dolor iba a acabar pronto…muy pronto…
Observó una de las dunas en particular, habían pasado ya tantos años, y aun…aun lo recordaba…esa era la duna especial, era la que el siempre usó con sus amigos, ahí el rugir de la arena en esa zona siempre había sido extrañamente particular…cuando la vida los mantenía juntos, aunque con lo que ellos creían era poco, en verdad, era más de lo que el ahora pudiese imaginar, y, no es que la vida no le hubiese traído riquezas, pero sus maldades terminaron dándole la espalda, y su astucia lo abandonó cuando más la necesita…
Otro sonido proveniente del látigo de palma y espinas volvió a oírse, ese silbido, era tan particular…era…muy particular en verdad…
No era como el ulular del viento, ni el silbido de las aves, no como el de los cantantes de calles, ni los cánticos religiosos, era un sonido impecable, liso, y casi perfecto…
Al principio lo encontraba aturdidor, pero le había encontrado la belleza, a aquel desgarrador sonido, sinónimo, de sagre y heridas.
…………………………………………………….
ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
(Pov de Joey)
La arena del desierto se deslizaba, balanceándose mientras dejaba al descubierto los tiernos capullos de algunos cardos aun débiles y mustios ante el frío inclemente de la noche.
Jamás había montado a caballo, que sensación más extraña, el animal, de por si fino y elegante, atravesaba el desierto, con una velocidad y destreza impecables, se sentía, casi flotando, puesto que sus patas, daban débiles toques a la arena pero con un impulso amplio, el sueño no acudía a su cuerpo, lo observaba todo, todo aquel paisaje, las arenas se veían brillantes luminosas, como intermitentes en la noche, pronto, se vio azorado, una hermosa construcción, llena de detalles y gravados en piedra se asomaba en medio de la nada, sintió disminuir el galope del animal y se detuvo, poco antes de llegar a la construcción.
Vio como su señor desmontaba y le indicaba por un gesto que hiciese lo mismo, lo imitó, terminando con un respectivo golpe y un resoplido del mayor.
???: Deberás aprender a montar y desmontar…te daré un animal menor para que practiques.
Joey abrió los ojos impresionado ¿Un caballo? ¿Un caballo para el solo? ¡Eso había de ser un sueño! Vio de frente a su señor, y no pudo más que sorprenderse, entre las tinieblas aun se podía distinguir claramente ese pálido rostro, de contextura hermosa y atlética, músculos prominentes, quijada recta, nariz un tanto aguileña y cabellos lisos e impecables, pero, había algo en particular con este hermoso hombre, sus ojos, eran extrañamente claros, era un azul más claro que el que se presenta a lo largo de los cielos cuando ra transmite sus primeros rayos, un azul blancuzco, pálido, y sin embargo, hermoso, su mirada se mantenía perdida, como divagando entre las figuras, raras veces parpadeaba, y en ningún momento le dirigió la mirada.
Joey: ¿Qué tengo que hacer?
El hombre carraspeó incomodo tensando parte de su cuerpo y sus ojos, sin perder esa mirada sonámbula.
Joey, percatándose de su algarabía se llevó las manos a los labios y se colocó de rodillas.
Joey: ¡Oh perdóneme mi señor! ¿Cuáles serán mis labores como su esclavo, amo?
El mayor relajó parte de sus fracciones, sin perder esa sonrisa inexistente y porte severo, se adelantó unos pasos y se colocó a la altura del rubio, le tomó por los brazos y comenzó a inspeccionarlo, mientras observaba a cualquier dirección, como distraído en esperar o encontrar algo más allá de la noche.
Palpó sus brazos, sus piernas, y torso, emitió un par de gemidos desaprobatorios al sentir sus pectorales y nuevamente se colocó de pie.
Le dirigió una mirada fija al rubio dejándolo levemente aturdido, aquellos ojos, claros, serenos e inmutables, brillantes pero opacos, que hermosos y extraños eran aquellos ojos.
???: Vendrás aquí cada noche, al atardecer te quiero aquí, tendrás un entrenamiento arduo, y no te permito quejas, el resto del día te daré los trabajos al principio livianos, a medida de que avance tu entrenamiento serán más pesados, quiero que comas todo lo que se te sirve, y en abundancia, sin rechistar, ayudarás a los demás sirvientes en el cuidado de la casa y el resto del día entrenarás conmigo, con el tiempo te permitiré practicar la cabalgata, por ahora, es todo lo que debes saber.
Joey abrió los ojos a modo de sorpresa, ¿Entrenamiento? ¿De que clase? De repente, se percató de las vestimentas de su comprador, una armadura, brillante y pomposa adornaba su cuerpo, un escudo se hallaba adherido al caballo y varias armas colgaban de un yelmo arcaico pero eficiente.
¿El sería un soldado? Pero…¿Por qué? ¿Para que quería entrenarlo aquel hombre? ¿Por qué a el? ¿Por qué escoger al que tal vez después de Yugi era el más débil del grupo? ¿Por qué pagar una suma tan exorbitante por el, cuando pudo haberla usado para Bakura o Marik, cuyo sueño era su ahora realidad?
???: ¿Cuál es tu nombre?
Joey tartamudeó, nervioso, no sabía por qué, aquel hombre de aspecto hermoso, fuerte y severo le inspiraba tanto nerviosismo.
Joey: Joey señor…
???: ¿ Joey? Tus padres fueron prisioneros entonces…
Joey: si señor…
Su amo hizo un gesto desaprobatorio, meció su cabeza a los lados un par de veces, su cabellos le cubría la mitad del rostro, dándole un atractivo muy elegante, se dio la media vuelta y le dio unas palmadas a su caballo el cual emprendió el trote a un prominente establo cercano.
Joey: ¿Con que nombre identificaré a mi amo?
El hombre giró nuevamente su rostro, se acercó al cuerpo de Joey quien comenzó a sentir un extraño hormigueo, temeroso de haberlo ofendido con su pregunta, vio sus rostros acercarse contuvo su aliento, empalideció el mayor le dio una media sonrisa, dejando relucir todos su encantos y entrecerró su mirada.
¿???: Veo que eres curioso…
Joey guardó silencio, contemplando su sonrisa aun por más tiempo.
???: Por ahora, me conocerás como tu señor, cuando llegue el momento, seré tu maestro, cuando haya que hacer presentaciones me llamarás Akhenatón.
Se separó sus distancias y nuevamente dio la media vuelta.
Akhenatón: con el tiempo…espero, puedas llamarme… amigo, quien sabe, si padre…
Joey entreabrió su mirada a modo de sorpresa, extrajo una amplia sonrisa de si mismo y se encaminó corriendo a seguir los pasos de su señor ¡Que grandioso habían sido los dioses al darle un hombre tan especial como amo!
(Sigue el POV de Joey)
La ciudad estaba iluminada, la gente corría, por doquier, los últimos pedidos se realizaban, los cánticos y música reinaban por doquier, la alegría se encarnaba de la gente y la emoción de los funcionarios más importantes, el ajetreo de los sacerdotes, el aumento de vida en el palacio.
Un joven rubio, de aspecto delicado, pero contextura fuerte, mirad altanera y armadura reluciente se hallaba a atravesando los pasillos, dejando pequeños rastros de suciedad que la mayoría de los sirvientes observaban con intenso desagrado.
Su armadura, particularmente brillante y limpia dejaba al descubierto numerosos dijes con sus insectos casi vivos (N/A: en al antiguo Egipto los soltados llevaban "moscas" de oro que simbolizaban que habían "picado" a un enemigo) observaba todo, cuantas bellezas se alzaban en su camino por el palacio, hombres corrían por doquier, varios jóvenes chocaban entre si, sirvientes y mensajeros corrían exhaustos.
Joey caminaba orgulloso, admirando todo cuanto se le presentaba a su alrededor, esculturas, estatuas, pinturas de diversas índoles, jeroglíficos de varias complejidades, miles de paredes gravadas con historias de origen milenario.
Se detuvo especialmente, contemplando azorado una imagen en especial, los detalles que contenía la misma le daba un aire de realidad casi palpable, un hombre, o lo que parecía serlo, se hallaba los pies de otro, el hombre en primer plano, se veía cadavérico, en lugar de sus respectivas extremidades superiores se veía provisto de inmensas alas negras, recubiertas en piel, aparentemente sin pluma, por el contrario, un joven pálido lo contemplaba aburrido, con un deje de misericordia en su mirada, el segundo se hallaba sentado admirando al primero, con una pose dubitativa sopesando en pensamientos de diversas índoles, este, a diferencia del primero llevaba en lugar de sus brazos inmensas alas que reposaban algunas arrastradas contra el suelo, plagado de diversos matices de azules, verdes y violetas, dándole un aire celestial.
Algo particular de esta pintura, es que a pesar de las diferencias de estilo ambos, se veían extrañamente igual de poderoso, igual de bellos y gloriosos, cosa que al joven rubio, le sentaba extraño, seguramente dado a sus pocos conocimientos de arte.
Bueno, el era un soldado, no un artista, sin embargo, mantenía estrecha curiosidad con conocer al creador de esa obra la cual reflejaba inmensa dedicación, destreza y talento.
???: Realmente hermosa ¿No lo crees así?
Joey, más por instinto que por temor se giro colocándose de manera que dejaba a relucir su amplia agilidad en posición de defensa con velocidad.
???: ¡Vaya! Se nota que eres un gran soldado ¿Has venido a la ceremonia de cambio de mando del nuevo faraón Atemu?
Un hombre, de aspecto despreocupado y sonrisa aperlada se mantenía estático sin inmutarse ante los movimientos agresores de su compañero, sus cabellos particularmente negros, le hacían recordar en gran medida a su antiguo maestro Akhenatón, sus ropas, finas y brillantes, plagadas de encajes y comisuras brillantes, con pliegues de diversas magnitudes y empedrados agregados a la tela hacían resaltar su piel clara, y rostro maquillado con diversos diseños de exactitud y laboriosidad prolijas.
¿???: ¡Oh discúlpame que mala educación de mi parte! Mi nombre es Otogi, hay quienes me conocen como duke, y lo que estás admirando es una pintura muy especial, fue hecha por el artista de la corte, cabe decir un prodigio.
Joey se disculpó levemente y regresó a su pose natural, le respondió la sonrisa y se dispuso a entablar una plática.
Joey: ohhh ya veo ¿Y donde vive este artista? me gustaría tener algo suyo.
Otogi: ohhh, mi señor atemu, bueno, ya a estas alturas más vale llamarlo el Faraón atemu, lo ha de nombrar hoy el artista y escultor real, igualmente lo conocerás pronto.
Joey. Bien, más vale que me presente, soy Jounouchi, oficial de primer rango, del ejército de Egipto, vengo de combatir contra los rebeldes de heliópolis.
Otogi: ¡Oh, el famoso Jounouchi! Han corrido los rumores sobre usted señor, y me atrevo a decir será bien recibido.
Joey: eso espero.
Ambos hombres se dirigieron una mirada divertida, charlaron un rato más y se encaminaron a la tribuna de observaciones, donde sería nombrado al hijo del fallecido faraón como nuevo amo y señor de las tierras del árido y místico Egipto.
Aplazaron su conversación un tiempo más, Joey estaba realmente complacido con el hombre, sus modales eran recatados, sus gestos muy dulces y su mirada alentadora, seguramente, un bocado del rey, para su pesar, ya que, esa belleza no se dejaba pasar por alto.
En lo alto de los balcones se podía ver una figura imponente, un hombre de aspecto regio, cuerpo agasajador y adornos vislumbrantes observaba a su pueblo con real responsabilidad y agradecimiento, sin perder el deje de seriedad propios del momento, recibió los bastones que le indicarían su cargo, hizo las señas correspondientes y se colocó en la posición que daba por terminado el acto, el pueblo de Egipto emitió un clamor eufórico, un nuevo reinado comenzaba y las esperanzas ardían en los corazones de los más pobres y en la ambición de los ricos. El nuevo Faraón atemu, volvía a abrir su mirada a ra, esta vez, agradeciéndole a los dioses, hizo, la ofrenda de sangre propia al momento, cortándose, en la mitad de la palma de sus manos, y le dio el respectivo discurso correspondiente a los ciudadanos del pueblo.
Sus ropas finas se elevaban ante la brisa cálida, su garganta se desprendía con un clamor feroz, y el temor y admiración, crecía ante el nuevo Faraón en los corazones de todo.
Un nuevo Egipto, había comenzado.
