Una nueva vida
Eowyn
Capítulo 23: Crisis
¡Venga Shaoran! ¡Corre o no llegaremos a despedir a los novios! – éstas eran las palabras que Sakura Kinomoto decía a su novio Shaoran Li, quién hacia imposibles para acabar de arreglarse y mientras tanto buscaba las llaves de su coche.
Cuándo quieres ya te levantas pronto, ya...¡ pero qué hermosura de criatura! – le dijo el chico en broma abrazándola por la espalda
¡Ay! ¡Déjame empalagoso! Vamos, date prisa... –
¿Sabes dónde están las llaves del coche? –
Aaaammm...- Sakura hizo rodar sus ojos mientras observaba a Shaoran buscar las llaves con una sonrisa en su rostro - ...¿éstas...quizá? – dejó caer de su mano las llaves y se quedó sujetándolas con dos dedos
Sakura, no estoy para bromas...¿no decías que teníamos prisa? Vamos, dámelas que... – él intentó cogerle las llaves pero ella apartó la mano
Conduzco yo – tras eso le plantó un beso en los labios que dejó atónito al chico incluso dos segundos después de dárselo.
Ambos se dirigieron al garaje y tras subir Sakura seguida por Shaoran, salieron del hotel dónde se hospedaban hacia el aeropuerto londinense.
¡Sakura! ¡Frena! ¡Nos vamos a matar! – un Shaoran aterrorizado se agarraba a los lados del asiento del copiloto mientras observaba como su novia conducía con una imprudente velocidad por la autopista.
Ay...Shaoran no seas miedica...el avión de Tomoyo y Eriol sale de aquí a tres cuartos de hora, ya deben estar facturando la maleta...tenemos que darnos más prisa... – Sakura jamás había conducido a aquella velocidad, pero si a velocidades parecidas y estaba más que acostumbrada. A parte de que tenía en cuenta de que el coche era alquilado.
"¿Aún más? – pensó el chico el cual tenia la cara blanca con un ligero toque morado.
Llegaron al aeropuerto cinco minutos después, Sakura pareció volverse histérica buscando un lugar para aparcar y, cuando al final lo encontró, salió corriendo cogiendo de la mano a Shaoran, casi arrastrando al pobre chico que estaba más mareado que una sopa por el viaje.
Llegaron hasta la zona de facturación, y sentados en un banco encontraron a Mei Ling y Chiaki haciéndose arrumacos.
-¡Chicos! ¡Mei! ¡Chiaki! – los aludidos se separaron un poco sonrojados y miraron hacia la pareja, que se acercó.
Mei Ling se fijó en su primo, que no tenía buen color.
- Shaoran...¿te encuentras bien? -
No...lo...sé... – dijo un pálido Shaoran
Está un poco mareado y punto...enseguida se le pasará – dijo Sakura
En un instante, Tomoyo y Eriol saludaron desde lejos y se acercaron sonrientes.
¡Tomoyo! ¡Te echaremos de menos! – dijeron Sakura y Mei Ling abrazando a la chica
¡Y yo a vosotros chicas! –
Los cuatro amigos acompañaron a la pareja hacia la puerta de embarque y allí se despidieron.
Que os vaya muy bien, chicos – dijo Chiaki
Tomoyo...que os vaya bien...haced fotos...y enviad...una...postal... – Sakura tenia lágrimas en los ojos, parecía que se iban a despedir para siempre.
Ay Sakura, solo nos vamos 3 semanas...pasaran enseguida, ya lo verás- dijo Tomoyo consolando a la japonesa castaña.
Acabaron las despedidas y los recién casados traspasaron la puerta. Sus amigos se quedaron un minuto observándolos hasta que desaparecieron.
Tres días después, el resto del grupo regresó a Hong Kong. Shaoran tenía trabajo que hacer y se había cogido unos días libres para la boda.
Sakura enseguida se incorporó a su puesto de trabajo en las empresas Li, se encargaba de pasarle informes a Shaoran, clasificarle los papeles y redactar algunos informes y resúmenes sobre los últimos movimientos de la empresa. Se le había echo un poco difícil el cambio, aunque no le costó adaptarse en absoluto; estaba convencida que ya le costaría un poco adaptarse y venía bien mentalizada con la idea, por lo que se acostumbró con rapidez.
Shaoran, esta noche tienes aquella reunión con los directores comerciales, acuérdate...Ah! Por cierto...¿a que hora llegarás a casa? – dijo Sakura al momento en que iba a salir un momento del despacho de Shaoran
No tengo ni idea, supongo que se hará una cena también...mejor creo que no me esperes despierta...será tarde-
Bueno, aunque si quieres, puedo pasarte a buscar un poco antes, dime dónde es y volvemos juntos a casa –
Me parece una buena idea, sabes que no te dejaré conducir, ¿verdad?-
¡No seas bobo! – Sakura salió riendo del despacho de su prometido al tiempo que éste le guiñaba un ojo.
Más tarde, Sakura quedó en ir a recoger a Shaoran en el pequeño restaurante chino en el que cenaría el chico. Sakura se hizo ella misma unos tallarines para cenar y se quedó acurrucada viendo una película en el salón de la mansión Li.
Sakura sin quererlo se estaba quedando dormida y la película estaba a punto de acabarse. Sakura se sobresaltó al escuchar una llamada que provenía de su móvil, el teléfono sólo sonó una vez. Shaoran le había hecho una llamada perdida, señal que la reunión estaba a punto de acabarse o ya habría acabado. Miró el reloj, las 00:30. "Que tarde..." pensó Sakura.
Con un poco de pereza, cogió las llaves del coche y su chaqueta y salió hacía el centro de la ciudad. Tan sólo tardó 10 minutos en llegar, aparcó el coche cerca del restaurante y se dirigió hacía allí.
¿Sabe señor Li? El otro día me contaron una cosa tan graciosa... – una chica morena con aspecto inocente hablaba con Shaoran; habían acabado de comer y ahora estaban en un momento de descanso tomándose unas copas después de la cena.
Shaoran y la chica estaban un poco más apartados del grupo puesto que Shaoran se había distanciado un poco para llamar a la japonesa, y la chica morena se le había acercado, con disimulo, pero de forma coqueta; era la secretaria de uno de los jefes comerciales que trabajaba para Shaoran.
Bueno, ¿y que te contaron? ¿Algo sobre la empresa...? – dijo el chino con aire despistado
Jajaja, no...era... – la chica hizo ademán de acercarse a la oreja del chico a decirle algo, Shaoran interpretó que era algo de aire confidencial, y no se apartó; la morena se acercó a su oído, y después de suspirar sensualmente, empezó a besar el lóbulo del chico, el cual se apartó confundido, pero a la vez enfadado.
¿¡Pero que haces! –
¿Yo? Venga...pero si has estado coqueteando conmigo toda la noche...-
¿Pero que dices...? – el chico no tuvo tiempo de decir nada más, los rojos labios de la chica atraparon los suyos en un beso que duró 10 segundos y que fue roto por el chico.
Basta...me voy, no tenias porqué haber echo esto. Señores...- Shaoran se dirigía ahora al grupo de empresarios que estaban bebiendo sake- ...si me disculpan, me retiro ya. Hasta mañana.-
Shaoran salió enfadado del restaurante, ¿por qué todas las mujeres le hacían lo mismo? Él ya estaba enamorado, ¡y bueno si lo estaba! Además de comprometido con la mujer que más amaba en éste mundo. Se acercó a la esquina del restaurante y observó el coche de Sakura acercarse con velocidad.
El chico alzó una mano para indicarle que parara pero el coche pasó de largo a toda rapidez y casi rozando con el chico que se tambaleó un poco por la vibración del coche.
Se quedó un poco confundido: ¿qué hace?
¡Sakura! – la llamó. El coche se paró a la calle siguiente y la chica bajó dándole la espalda. Él se acercó corriendo.
Sakura...¿por qué has hecho eso? – estaba a punto de llegar dónde estaba la chica, cuando ésta se dio la vuelta y con lágrimas en los ojos le tiró las llaves del coche gritándole:
¡¡Aquí tienes tus estúpidas llaves! –
Acto seguido la chica echó a correr por un callejón que había al lado y se perdió por las diminutas callejuelas del barrio rojo de Hong Kong.
A Shaoran le dio unos minutos comprender que Sakura había presenciado la escena del restaurante y un instante después se percató de la japonesa.
"¡¡Mierda! ¡Ésta zona no la conoce!" Subió al coche y empezó a buscar por los callejones de toda la zona en busca de la chica.
Había corrido ya no sabia cuanto, y había llegado al limite de sus fuerzas, pero siguió corriendo y soltando ahora pequeñas lagrimas; ése golpe había sido demasiado fuerte, verlo en labios de otra...ya lo había experimentado una vez, hacía tiempo, y pensaba que lo había olvidado, pero en el instante en que lo volvió a rememorar, vio otra vez a Mei Ling Li con 16 años besando de nuevo a su prometido y aquella imagen no salía de su mente; pero la chica que había visto no era Mei Ling.
Se adentró en un callejón oscuro y estrecho y, al final de este, llegó al puerto de Hong Kong. Dejó de correr. El corazón le latía deprisa. Empezó a pasear poco a poco, tratando de olvidar, pero las lágrimas que derramaban sus ojos no conseguían secarse.
Sin quererlo, se vio otra vez en aquella cala solitaria y pequeña en la que tantas veces había estado y la arena de la cual tantas veces había pisado. Se sentó a contemplar el oscuro mar y la luna que se reflejaba en sus aguas y se preguntó porque siempre que tenía problemas terminaba allí. Se pregunto porque siempre le pasaba lo mismo, y con el mismo chico; y porque seguía siendo tan tonta de seguir enamorada de él, y lo que era peor, que siempre lo estaría.
Todo el barrio, todas las calles, todas las esquinas, hasta había ido al centro de la ciudad y había mirado hasta en la mansión de los Li, no había ni rastro de ella. Tuvo una corazonada. Por su mente paso la idea de que quizás no podía ser, pero valía la pena intentarlo. Atravesó la playa y escalo las rocas, las cruzó. Allí estaba. Sentada, con la cabeza entre sus brazos y apoyada en sus rodillas. Se acercó silencioso. La observó desde cerca. La luna iluminaba sus cabellos y les daba un leve toque plateado oscuro. Rompió la distancia que le separaba de ella y le dio un suave golpecito en el hombro. Ella se sobresaltó y giró su cabeza.
¿Qué haces aquí? – dijo secamente
He vuelto a por ti, vine a buscarte –
No hace falta, se cuidarme solita –
¿No piensas volver a casa? –
No pienso volver a TU casa, mañana cogeré mis cosas y me iré a Japón – se levantó
No –
¿Cómo dices? –
Que no te irás –
No puedes obligarme a quedarme –
Pero puedo suplicártelo, todas las veces que quieras, créeme –
Basta, ¿por qué siempre me haces lo mismo? Te lo he dicho muchas veces, y tu nunca quieres hacerme caso, lo nuestro nunca va a funcionar, te lo vuelvo a repetir, NUNCA, siempre hay algo que se interpone, aunque, en éste caso, parece que tu estás bastante contento por lo que he visto...-
¿No tienes ni idea, verdad? –
¿De qué hablas...? -
No tienes ni idea, NI IDEA, de lo que tengo que sufrir cada día, siempre siendo acosado con toda clase de tipas que quieren algo conmigo, y no tienes ni idea de lo difícil que es deshacerme de ellas ¿verdad? – Shaoran empezaba a ponerse nervioso y apretaba los puños - Yo solo vivo por una sola mujer, siempre lo he sido; una mujer que tengo delante mío en estos momentos y que no me comprende...¡MALDITA SEA! -
Shaoran dio un golpe con el puño derecho a una de las rocas, provocando con eso que su mano empezara a sangrar levemente, pero aguantó el dolor, ni tan siquiera gritó, estaba acostumbrado a sufrir por aquella mujer, cuando ella sufría, él sufría; no soportaba verla triste y el dolor de ella era el suyo propio. Aguantó con el puño en la roca unos minutos, ni siquiera se movió, toda su rabia y su ira salían por aquella acción.
Sakura estaba sorprendida y un poco aterrorizada, nunca había visto a Shaoran así, pero aun con eso, con lo que él le había dicho, no era suficiente para olvidar las crudas imágenes de su cabeza, ella sabia que Shaoran nunca le seria infiel, pero en esos momentos, Sakura se sentía un poco encegada por la tristeza y el dolor.
Fue entonces cuando se percato de que la mano del chico estaba sangrando.
¡Oh Dios! – fue lo único que atinó a decir antes de salir corriendo hacia donde estaba el chico y recorrer los pocos metros que lo separaban de él.
Cogió su mano con dulzura y la acercó a ella, no veía mucho por la poca iluminación, pero podía ver lo suficiente como para darse cuenta de cómo estaba la herida. Acercó un poco su mano a las olas que llegaban a la orilla y lavó la mano del chico poco a poco.
Tan concentrada estaba en su labor que tardó unos minutos en darse cuenta de que el chico había apoyado su cabeza en el hombro y se asombró en cuanto se percató de lo que pasaba.
"Está...llorando...¿llorando? ¿Por mi? ¿Por qué? Oh...Shaoran..."
Cómo si el chico leyera sus pensamientos, entre sollozos y lágrimas pudo decir:
No tienes idea de cuanto te amo, ¿verdad?. No tienes idea de lo mucho que he luchado por ti, de lo mucho que he sufrido por estar a tu lado, de las noches en las que he pensado y soñado tener unos días como los que estoy viviendo contigo, que todo me parece un sueño...No, no lo sabes... –
La chica abrió los ojos sorprendida y, con cuidado, entrelazó sus dedos con los del chico y al mismo tiempo, acarició lentamente su pelo revuelto. Unos minutos después, se separó del chico y con las dos manos lo obligó a mirarla a los ojos. El chico estaba serio y tenia surcos de lágrimas por todas la mejillas, Sakura observó sus ojos marrones que no paraban de llorar y los encontró más profundos que nunca. Con el dedo pulgar, le secó las lágrimas cómo él había echo hacía siete años y se quedaron observando en silencio, parados y sin saber que decirse el uno al otro, parecía cómo si al momento de hablar, se rompiera aquel instante.
¿Me perdonas? – dijo por fin
Ella asintió.
Me tendrás que dar un tiempo, por eso... Anda, volvamos a casa –
Se cogieron de la mano, en silencio, y se dirigieron hacia la mansión Li. Fueron a pie, y durante todo el trayecto no dijeron una palabra, aunque tampoco sabían que decirse.
Cuando llegaron, el sol asomaba sus primeros rayos por el horizonte, Sakura acompaño a Shaoran a su cuarto y ella se dirigió al cuarto que había al lado del cuarto del chino. Tan sólo durmieron unas horas, pero durante aquel periodo de tiempo, Shaoran se sintió más solo que nunca, y Sakura también.
N.A.: Lo siento, lo siento de veras; he estado muy ausente durante dos meses...no sabéis lo mucho que me duele. Aunque por fin aquí tenéis el capitulo 23. No he estado muy inspirada aunque supongo que no se habrá echo muy aburrido, pero no os prometo nada. Bueno, opinad vosotros.
Gracias por vuestros reviews: serenity princess, belen1, HanaKT y SakuCerezo4, muchas gracias de verdad, os agradezco mucho que deis un poquito de vuestro tiempo para leer mi historia. Muchos besos a tods!
Gracias también a los que no habéis dejado review pero que leéis de todas formas, gracias, un beshote grande.
