.: ÚLTIMA VEZ DONCELLA :.
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Esta es la última parte de mi historia, también en tres capítulos, ojala la disfruten tanto como yo la disfrute al escribirla.
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Ya tengo cuatro meses y obviamente se comienza a notar que estoy embarazada. Hao no ha venido en tres semanas y eso comienza a preocuparme un poco, usualmente no deja periodos tan largos para venir a visitarme y a contarme lo que ha acontecido. En los últimos días he sentido que me siguen, y esa sensación ha sido más frecuente, inclusive tengo el presentimiento de que se han internado en mi casa, husmeando en los cuartos, no he hecho nada aún pues no me han agredido¿quiénes podrán ser.
Por fin he encontrado a un médico shaman, Nana me lo recomendó, no le tengo mucha confianza pues se ve hosco, casi no sonríe pero sin duda es mejor que el anterior doctor normal; me miraba a ratos como si quisiera indagar algo, al final de la consulta me dijo con seguridad que el hijo que esperaba sería muy fuerte, extremadamente poderoso, tanto como su padre pero que esperaba que tuviera mi serenidad
–no debiste inmiscuirte con Hao – me dijo de pronto, negué el asunto pero se quedó con la duda, salió de la estancia donde nos encontrábamos por algunos medicamentos que me recomendaba, a través de la cortina pude escuchar una serie de murmullos indescifrables, hablaba con alguien más. Después de un rato salió, me pidió que lo visitara al quinto mes y se despidió con una enorme sonrisa.
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Me senté en la sala de mi casa, tomé uno de los tantos libros que tenía en el estante para matar las horas que le restaban al día pero a pesar de que se trataba de una lectura interesante no me podía concentrar. Desde hacía semanas comenzaba a tener serias dudas acerca de lo que había hecho¿sería una buena madre, lo que sí sabía era que no le iba a inmiscuir tantas ideas de justicia y mucho menos de mundos completamente de shamanes; también estaba Hao ¿qué debía esperar de él, supongo que le preocupará su heredero y vendrá.
Al final dejo el librillo sobre la mesa de la sala y me dirijo a mi alcoba, me recuesto de lado tal y como me lo indicó el médico, cierro los ojos pero parece ser que el sueño no vendrá. A pesar de que las luces se encuentran apagadas me muevo dentro de mi hogar con facilidad, al llegar a la cocina tomo un vaso con agua, esa noche se sentía diferente a las demás. Un sonido dentro de una de las habitaciones me alarmó, camine sigilosamente intentando averiguar donde se encontraban, los extraños prendieron las luces del pasillo y pude ver a uno de ellos
–¿quién es? – inquirí molesta, eran tres shamanes que me lanzaron miradas confundidas, querían tomarme por sorpresa
–a ella – gritó uno y se lanzó en contra mía con una espada que sacó de entre sus ropas. Me lancé a un lado esquivando el ataque, no debía de hacer esfuerzos grandes a causa de mi bebé pero eso no quiere decir que no me podía defender.
Convoque a Miguel Ángel para que sacara a los intrusos pero resultaron ser demasiado fuertes pues lograron desaparecerlo en unos segundos. ¿Estaba en aprietos, no. Sergel acudió a mi llamado para distraerlos mientras yo hacía una rápida huída, anduve deprisa hacía la puerta, la abrí de un tiron y al salir de esta los vidrios explotaron. Salí volando a causa de la detonación, volví la mirada para observarlos salir cuales chacales del humo. De pronto, unos hilos me envolvierony me hicieron caer de rodillas, el que se veía que era el líder se acercó a mí, sin duda no tenían idea de con quién se estaban metiendo y ya se habían excedido
–ángeles – aparecieron detrás de mi los ocho ángeles que alguna vez pertenecieron a mis amigos, con mi poder espiritual destruí los hilos que me rodeaban. Cerré los ojos mientras que mis protectores cumplían con su tarea. Regresé a mi casa, había un gran alboroto en ella pues aparte de los vidrios rotos varios muebles yacían en el suelo, me tumbé en mi cama decidida a no saber nada hasta el día siguiente.
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Nana, como le digo a la dulce ancianita que vivió conmigo en mi infancia vino a verme desde temprano, me contó que había escuchado el alboroto pero por miedo no había acudido. Ella también es un shaman pero no es poderosa y por lo tanto no participó en el torneo de los apaches. Es como una madre ahora que la mía no esta, sabe más o menos de mi vidade algún modo, porque yo no se lo comente, se enteró de mi relación con Hao. Después de levantar los muebles ambas nos sentamos en la mesa de la cocina a esperar a quienes repararían los vidrios
–mi niña, no es que me guste molestarte con eso pero ese demonio sólo te esta usando – fruncí el ceño, eso ya me lo había dicho cientos de veces, a Hao le dice demonio porque teme decir su nombre, le desagrada y se escandalizó cuando se entero de mi embarazo
–nana – comencé pero no me dejo seguir
–nana nada, sé que lo quieres pero no debes esperar nada de él – suspiré dándole la razón. Hao quería un hijo poderoso y eso me incluyó a mí –búscate a alguien que te cuide y quiera a esa criatura – pero yo no podía olvidar a Hao y a los sentimientos que había despertado pero temía lo que él quería de este hijo. De repente un escalofrío recorrió mi espalada y una aura cálida llenó la estancia –¿qué fue eso? – me preguntó Nana al mismo tiempo que Hao aparecía en el umbral de la puerta de la cocina, Nana se sorprendió y se ocultó detrás de mi cuando él le lanzó una mirada despectiva
–no deberías rodearte de gente débil – comentó moviendo la cabeza hacía Nana
–hace mucho que no venías – le dije intentando que no sonara como un reproche, reclamo o algo parecido. Lo tomé de la mano y lo hale para que saliéramos de ahí y entramos a la sala sentándonos en un sillón cerca de una de las ventanas
–¿qué paso?
–me atacaron – le dije observándolo pero no se sorprendió, supongo que por eso vino; a veces creo que esta enterado de todo lo que hago y sólo aparece cuando acontece algo importante
–todavía no se nota demasiado – negué con la cabeza, me tomó de la barbilla y dudó unos instantes antes de besarme¿acaso ya había terminado la visita? –quiero que me ayudes
–¿en la pelea? – inquirí –te dije que no intervendría en ella
–no en la batalla, quiero que me digas donde esta la base de los soldados X – desvié la mirada¿la base, sé que Hao puede destruir todo y ahí hay gente a la cual aprecio
–¿para qué?
–quiero al nuevo líder, el anterior era tú padre pero está muerto – me sonrió, yo lo maté; miré a Hao –con su espíritu el mío será mas fuerte
–con una condición – empecé – no quiero que mates a los demás, sólo al líder – Hao me sonrió aceptando –esta en...
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Naomi Kobayashi: esto aún no termina, espero que sigas conmigo y que el final definitivo que vendrá en dos capis más también te guste.
Ire Yamichii: me alegra que te guste, pero no puedo garantizarte nada, jejeje.
