.: ÚLTIMA VEZ DONCELLA :.
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En este nuevo capitulo las cosa varían un poco pues se alternan los personajes a la hora de narrar la historia, espero que sigan leyendo "Doncella, no muñeca" .
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Nunca dude que Jeanne sería una carta estratégica en mis planes pero ahora realmente puedo verlo materializado. Desde la punta de la montaña donde me encuentro puedo ver perfectamente la enorme base de los soldados X, detrás de mí, mis nuevos aliados se acercan listos para atacar. Opacho, con sus poderes, me ha dicho donde se encuentra exactamente el nuevo líder; hago un movimiento con la mano en señal de que entren y me siguen sin dudar, son leales, como los primeros adeptos que tuve. Cruzo las puertas blancas e inmaculadas, encontrándome cientos de cuerpos inconscientes mientras prosigo en mi andar, les di la clara orden de que no mataran a nadie, me miraron extrañados pero di mi palabra.
Encuentro a mis congeneres shamanes en una bodega peleando arduamente en contra de los soldados X y es entonces cuando veo a mi objetivo, el líder. Lo observo unos instantes, sus movimientos precisos y ágiles, su poderoso espíritu y su alma son interesantes, lo quiero para mi espíritu de fuego, sin embargo a mi lado no es más que un ser patético. Se lanza en mi contra pretendiendo que puede derrotarme, esquivo su primer ataque y luego hago que mi espíritu lo tome y lo levante aplastándolo, su esencia ya es mía. Uno de sus compañeros herido me apunta con un arma al ver a su líder muerto
–¡Hao! – grita para llamar mi atención, sin miramientos contra ataco para que no me estorbe,cae al suelo yal descubrirse indefenso, me mira con temor
–no te voy a matar – le aseguro –no vales la pena, tengo a alguien más importante que complacer.
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Cuando me aseguraron que no quedaba nadie en la base hice que el fuego la arrasara, el fuego corría como un fantasma corría por cada una de las habitaciones, destruyendo toda presencia humana, indestructible e inmisericorde, igual que yo. Gracias a los espíritus que voy acumulando me estoy volviendo más fuerte y pronto, muy pronto, reclamaré a los grandes espíritus, aquellos que me pertenecen por derecho desde que nací y que mi hermano me arrebató. Tendría un heredero poderoso, el que Jeanne sea la madre lo hará aún más. Tengo hombres que la vigilan y me advierten de cada uno de sus movimientos.
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Nana entró a la sala después de que Hao se fue mirándome con esa expresión dura, anhela que deje a Hao y me vaya lejos para que nunca me encuentre. Suspiré, la primera cosa a la que le dedique toda mi pasión fue a la justicia, fui una campeona en ese aspecto, la tercera shaman más poderosa de la tierra pero eso murió cuando vi por primera vez a Hao, a él le di todo de mi ser. No dude ni un instante en lo que sentía, lo cual me extraño pues sabía lo cruel que puede llegar a ser pero no me le resistí, quiero, no, amo a Hao. Puede parecer un niño pero tiene tanta sabiduría, experiencia y poder que asombran a cualquiera. Seguramente tiene planes para nuestro hijo, querrá que siga con la tarea de un mundo de shamanes y yo no le puedo permitir eso; este hijo será imparable, con el poder de Hao Asakura y la doncella de hierro, si no es bien aconsejado podría ser la perdición de los humanos. Nana se sentó a mi lado y mueve los dedos, es una señal
–¿están ahí? – le pregunté, aparte de los hombres que el día anterior me atacaron descubrí a otros que sin duda son seguidores de Hao, recuerdo haberlos visto con anterioridad cuando él regresó por primera vez; me molesta que me tenga vigilada como si fuera un objeto
–tienes que huir – me sisea apresurada mi Nana –te imaginas que será de esa criatura si Hao te lo llegara a arrebatar, sería el final
–necesito que me consigas información – le pedí.
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Nos separamos por tres días en lo que Nana cumplía con la tarea que la había asignado puesto que a Nana no la persiguen los seguidores de Hao fue fácil que saliera, me comunicó lo que le pedí para luego irse de esta casa y no regresar jamás. Al caer la noche me adentre a mi habitación siguiendo la rutina que me había establecido pero en lugar de ir a mi lecho, me preparé
–ángeles – llamé en murmullos. Los espíritus se levantaron brillantes como la primera vez que los había asignado a mis compañeros fallecidos, corrieron como sombras, sigilosos; y luego me dirigí a la cocina, fingí que me entretenía cerrando las cortinas pero solo hice eso para descubrir al primero de ellos, estaba recostado en un árbol. Salí como si no supiera que se encontraba ahí, me adentre en la oscuridad y aparecí atrás de él, me buscaba desesperadamente por el jardín, moví mi mano y en un solo movimiento Sergel lo mató. Uno menos. Caminé hacía la casa de mi vecina donde estaba el otro, Amis Rael acabó con él y Miguel Ángel se encargo del último. Era ahora o nunca. Me despedí de mi hogar y en brazos de Miguel Ángel llegué a un punto perdido en un valle donde se encontraba la doncella de hierro, la única cosa que me podría proteger de Hao. Cuando se de cuenta de que ni su hijo, ni yo estamos se molestara sin duda.
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Uno de mis hombres que puse exclusivamente para cuidar a Jeanne llegó ayer malherido, estoy impaciente como pocas veces, aguardando a que me diga que fue lo que sucedió. Que gente tan débil. Abrí la puerta frente a mí con un sonoro golpe, en la habitación ya me esperaban
–¿qué paso?
–Señor Hao – me dice con dificultad, intentando en vano ponerse en pie –nos atacó por la espalda y eliminó a los otros dos
–¿quién? – le espeté enojado, si algo le ha pasado a Jeanne estos ineptos pagaran las consecuencias
–su amante, ella huyó
–como permitieron que una niña embarazada los venciera – estallé para ocultar mi asombro
–discúlpeme señor Hao, me tomo por sorpresa – lo dejé tendido en la cama y me alejé rápidamente. Jeanne no es nada tonta y seguramente ya sabe que es lo que pretendo de mi hijo pero no permitiré que me aparte de él
–¿qué hará señor Hao? – me pregunta Opacho
–iré por ella – me acomodé en una piedra buscando su aura de poder, seguramente usará a sus ángeles de protección y gracias a eso lograré dar con ella. Tardo unos segundos en encontrar la ubicación exacta, es hora de una visita. Me alejé en el espíritu de fuego y al encontrarme cerca sus ángeles se cerraronen torno a la estatua.
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Notas de la autora:
Barbara UABCS: Gracias por tus palabras, no te preocupes planeo terminar este fic a como de lugar. Je, je, pronto se dará a conocer si Hao realmente ama a Jeanne.
Lady Girl: Gracias por tu apoyo.
Kami Hao: Si no sé porque, pero los shamaniacos no asimilan muy bien el Hao y Jeanne, no sé porque, a mi me parecen una pareja de los más natural. Claro, la seguiré continuando y bueno aún no puedo revelar los sentimientos de Hao, je je je.
Lupi – chan: Sis, que bueno que te veo. Muchas gracias por tus felicitaciones.
Afrodita coral: Si, otra seguidora del HaoXJeanne, si casi no hay de esta pareja, de hecho el primero que leí fue el que escribí (jejeje, ese no cuenta), espero luego leer un fanfic tuyo donde aparezca esta linda pareja.
Andrea Nefisto: Gracias por tu apoyo.
Ire Yamichii: Graxie, y ten por seguro que la cosa no termina aquí, hay muchas cosas planeadas aún.