De veras me he emocionado al ver tantos rewiews. La otra historia que escribí no recibió tantos (y mucho menos en tan poco tiempo)
¡Vendo tranquilizantes para quien lo necesite!
Carol-lovegood: me voy a esforzar bastante para que la historia enganche más. Gracias por el rewiew
Selene1981: tranquila. No voy a matarle (¿o si? Quien sabe. Pero en este momento no). Gracias por el rewiew.
Ginger: tranquila, jamás mataría a mi personaje favorito. ¡Antes muerta yo! Gracias por el rewiew
Aidee: me alegro de que te haya gustado. Gracias por el rewiew.
Ahora sí.
Capítulo 2: malos presentimientos
Tanto empeño pusieron en llevar a su amigo a la enfermería, que llegaron en apenas 5 minutos. La señora Pomfrey había salido de su despacho al oír tanto escándalo y su rostro mostró una expresión enfadada.
- ¿En qué lío se ha metido esta vez el señor Potter? –dijo disgustada al tiempo que se acercaba
- ¿Cómo que qué lío? Señora, Harry ha sufrido un accidente en clase de pociones. Su estado grave. Necesitamos que le ayude
- Haré lo que pueda. Ahora ¡fuera!- exclamó.
Mientras la señora Pomfrey hacia lo que podía para reanimar a Harry, sus amigos esperaban fuera.
- Oh, dios Ron. Si Harry muere me moriré yo también. – sollozó Hermione.
- No digas eso- dijo Ron al tiempo que la abrazaba en un intento de calmarse a sí mismo también. Si su amigo moría le pasaría lo mismo a él. Le querían tanto…
Al cabo de 15 minutos, la puerta de la enfermería se abrió dando paso a la señora Pomfrey.
- ¿Cómo está? –dijeron Ron y Hermione al unísono.
- Bien, he conseguido reanimarle y ahora está durmiendo. –dijo sonriendo. Pero su expresión cambió a una de preocupación- ¿qué ocurrió?- Hermione le relató todo lo ocurrido. La señora Pomfrey asintió con la cabeza. - ¿Me podéis traer una muestra de la poción del señor Longbottom?
- Por supuesto- dijeron ambos.
Corrían por los pasillos de Hogwarts como si fueran perseguidos por un licántropo. Bajaron las escaleras rápidamente mientras los demás alumnos les miraban y fueron a las mazmorras. Llegaron a clase de pociones.
- Evanesco – oyeron que dijo Snape. - ¿Qué os trae por aquí? 5 puntos menos para Gryffindor.
- Profesor, necesitamos la muestra de la poción de Neville.
- Me temo que acabo de hacerla desaparecer- Ron y Hermione cayeron de rodillas al suelo. - ¿Ocurre algo Gryffindors?
- Necesitábamos la muestra para comprobar que le había pasado a Harry.
- Entonces quédense la que me ha entregado él. Total, le iba a suspender.
- Oh, gracias profesor, gracias- exclamó Hermione abrazando al profesor dejando a este y a Ron en estado de Shock. Se separó de Snape y tomó la muestra. Tomó a Ron del brazo y le arrastró hasta la enfermería.
- ¡Aquí está la muestra!- exclamó Hermione, ya que Ron todavía estaba en Shock y no reaccionaba ni a bofetadas. La señora Pomfrey la cogió y se encerró en su despacho. Ron y Hermione se fueron a la sala común. Todavía tenían que hacer la tarea de Encantamientos, Transformaciones y Historia de la magia.
Empezaron por Transformaciones. Como ellos no habían asistido a las clases al haber estado en la enfermería con Harry, sus compañeros se habían encargado de que los profesores les dieran la tarea de ellos para dejarlas en la sala común. Esta consiguieron terminarla en apenas una hora. En un par de horas consiguieron hacer el ensayo de Historia. Pero cuando iban a practicar encantamientos, sonó el reloj del colegio indicando que eran las 11.
- Ya es tarde. Tenemos que ir a descansar. Mañana seguimos. –dijo Hermione levantándose.
- OK. Vamos. – Ron se levantó de su cómodo asiento y ambos fueron a sus respectivas habitaciones. Esperando con ansias que llegara mañana para volver a ver a Harry, se durmieron.
RIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIING
El despertador, como dicen las chicas, el gallo mecánico, como dicen los chicos, sonó en toda la sala común despertando desde alumnos de 1º hasta 7º. Ron se levantó, cogió la ropa y se metió en el baño dispuesto a darse una ducha.
Cuando salió el gallo mecánico había parado de sonar. Bajó a la sala común y ahí le esperaba Hermione. Tenían 1 hora antes de la clase de Herbología así que decidieron ir a la enfermería a visitar a su amigo.
Los pasillos estaban desiertos. Todos estaban, en ese momento, desayunando las delicias que hubieran preparado los elfos domésticos en las cocinas.
- El señor Potter todavía está dormido, pero su estado a mejorado. Cuando despierte le enviaré a clases. –dijo la señora Pomfrey cuando Ron y Hermione llegaron. Estos respiraron aliviados.
- Muchas gracias por todo señora Pomfrey- dijo Ron
- No hay de que darlas. Es mi trabajo aquí
- De todas formas gracias
Las lluvias típicas de otoño hicieron que la señora Sprout cambiara de planes para la clase de ese día.
- Hoy, voy a enseñaros a cultivar plantas acuáticas en tierra firme. Haber, ¿alguien me dice que planta tiene esa característica? ¿Señorita Granger?
- De todas las plantas acuáticas que hay, el zizzeran es la única que se puede cultivar en tierra firme. Las semillas se deben plantar en días de mucha lluvia, como lo es hoy. La planta crece con el sol, pero, de forma extraña, solo se le puede ver los días de lluvia. En sus raíces tiene un líquido pringoso de color verduzco del cual se desconocen sus usos. Si no cuida bien la planta, esta puede almacenar veneno en sus hojas. Se dice que tener zizzeran en una casa, es lo mismo que estar bajo el encantamiento Fidelio. Lamentablemente, este último dato se descubrió hace 2 años.
- Perfecto. 15 puntos para Gryffindor. ¿Por qué lamentablemente?
- Porque el hechizo Fidelio se puede deshacer con magia negra. Una planta no se puede destruir. Si eso se hubiera descubierto mucho antes, los padres de Harry y otros más, se hubieran salvado de Voldemort.
- Tiene razón. –todos los alumnos que habían en el invernadero (6º curso de Gryffindor y Hufflepuff) bajó la cabeza apenada y guardaron un minuto de silencio por los fallecidos.
Al acabar la clase, todos estaban empapados. Se dirigieron a sus salas comunes dispuestos a secarse y cambiarse de túnica.
A mitad de la clase de Aritmancia, un estremecimiento le recorrió a Hermione y tuvo la impresión de que alguien que quería mucho estaba en peligro.
- Profesora- llamó Hermione.
- ¿Sí señorita Granger?
- ¿Podría ir un momento al lavabo?
- Claro
Hermione salió de la clase y cuando estuvo segura de que nadie la veía salió corriendo hacia la torre de adivinación. No llegó a entrar. Aguzó el oído, pero solo se oía a la profesora Trelawney diciendo algo sobre la quiromancia. Suspiró aliviada. Ron estaba bien. Pero la sensación de que alguien estaba en peligro no desapareció. Al contrario, se volvió más fuerte. Cayó en la cuenta. ¡Era Harry!
Salió corriendo hacia la enfermería. Por el camino se encontró a Draco Malfoy que también iba corriendo en esa dirección.
- ¿Malfoy?
- ¿Granger?
- ¿Qué haces aquí?
- Voy a la enfermería. Me temo que Potter está en peligro.
- ¿Tu también sientes eso?
- ¿Es que tú lo estás sintiendo?
- Sí. ¡Vamos!- tomó a Draco del brazo, pero lo soltó en seguida cuando este empezó a correr junto a ella.
Llegaron a la enfermería. El rostro de Draco se puso aún más pálido de lo que era, y Hermione le acompañaba.
La señora Pomfrey estaba tirada en el suelo inconsciente y la camilla donde se encontraba Harry, estaba vacía.
- ¿Harry? ¡Harry! ¡¿Harry, dónde estás? ¡¡Harry!!- gritó Hermione rondando por la enfermería.
- Admítelo Hermione. Harry ha desaparecido.
