DEDICO ESTE CAPÍTULO A GENESIS. ¡FELICIDADES¡MUAKS¡QUE CUMPLAS MÁS! Como ves lo he publicado antes de tiempo.

Capítulo 9 o epílogo. La profecía se cumple

- Sí, Harry.

- Vosotros…yo…yo pensaba…

- Y casi lo estamos –Harry no pudo evitar arquear una ceja ante el "casi".

- ¿A qué te refieres? – miró alrededor. Todos estaban inmovilizados. Pero así, inmovilizados. El tiempo se había detenido, Voldemort tenía la boca abierta, sosteniendo la varita y señalando a Harry. Dumbledore estaba tieso, con los ojos cerrados, seguramente apunto de lanzar, o ya lo estaba lanzando, un hechizo no-verbal hacia Voldemort.

- Harry –intervino Sirius- ¿nunca has oído hablar del hechizo broken death?

- ¿muerte rota?

- Exacto. Siempre que el asesino lo haya hecho por su propia voluntad, si rompes su varita en 3 trozos iguales, y si digo iguales es igual, ni un milímetro más ni uno menos, conseguirás resucitar a todos los que fueron arrancados de la vida de forma tan despiadada.

- ¡Pero no puedo¡No tengo tanta precisión!

- ¿Olvidas que eres un mago?

- ¡Tendré que matar a Voldemort para poder conseguir la varita!

- Así es…la profecía se tiene que cumplir. –dijo James Potter.

- Papá…¿conocías la profecía?

- Por eso huíamos, te teníamos que mantener a salvo.

- Ahora escúchame, Harry- dijo James arrodillándose frente a él y poniendo sus manos en los hombros de su hijo. – Quieras devolvernos a la vida o no, vas a tener que matarle. La profecía así lo dice.

- Pienso devolveros a la vida- dijo Harry cambiando su expresión de confusión por una decidida. El tiempo volvió. Los espectros seguían ahí. Todos, incluyendo Voldemort, les miraron asombrados. Ese momento de distracción fue aprovechado para los dos jóvenes. Con tan solo una mirada, supieron lo que debían hacer. Draco corrió y desarmó a Voldemort, cogiendo sus brazos y presionándolos con la espalda (n/a: no recuerdo como se llama esa técnica, pero un amigo mío me inmovilizó así…No, no. Estábamos jugando a Tinieblas en mi habitación y para que no le descubriera, me inmovilizó…un rato así hasta que acerté con el talón en cierta parte sensible…y le pillé:PXDDDD). Voldemort intentó zafarse, pero Dumbledore también aprovechó y le lanzó un hechizo inmovilizador. Sin embargo Voldemort lo volvió a absorber. Hubo un momento en el que casi se escapa de las manos de Draco, pero este le tenía bien sujeto. No por nada le habían ayudado a defenderse.

- ¡Finite Incatatem! – exclamó Harry apuntando a Voldemort. Una especie de sombra verde azulado salió de su cuerpo y se disipó en el aire- Ahora…- murmuró parándose en frente suya. De repente, tan solo los ojos de Voldemort se podían mover. Harry agradeció con la mirada a Draco, por haber utilizado un hechizo no-verbal. Levantó la varita, apuntándole al pecho. – Vas a pagar todos tus crímenes, maldiciones y asesinatos que has lanzado a gente inocente. Espero liberarme de ti de una vez por todas…Llevo 17 años sufriendo por tu culpa. Sufriendo más que ningún chico o chica de mi edad, y posiblemente más que cualquier adulto normal. Ha llegado tu fin, Voldemort. Tu reinado de oscuridad ha acabado al fin, y nadie seguirá tus pasos. ¡Avada Kedavra! – gritó al fin. Voldemort calló a sus pies…agonizante de dolor. No estaba muerto. No podía morir así. Su espíritu intentaba escapar otra vez, y repetir la historia.

- ¡clostkeint! – exclamó Dumbledore. Voldemort quedó encerrado con Harry en una especie de barrera de la que no podría escapar. Levantó la varita y con su último aliento de vida murmuró:

- Morg…Morgvloent- un rayo negro alcanzó al pecho del moreno antes de que este pudiera defenderse. Sin embargo, no pasó nada. Nada más.

- ¡Callermort! –remató Harry. El cuerpo de Voldemort se convirtió en cenizas, y las cenizas…en nada. Voldemort por fin había sido vencido. O casi…en el momento que su cuerpo desapareció, a Harry empezó a perder sus fuerzas. Lo había olvidado. Voldemort le había lanzado una antigua maldición que compartía sus destinos. A menos que destruyera su varita, Harry moriría. Puso toda su fuerza y precisión en la varita. Entonces vio una especie de aro que subía desde su codo hasta llegar a mitad de la varita. Era del hechizo. La potencia del hechizo. Pero de esa distancia no pasaba. Harry intentó reunir todas sus fuerzas, pero tan solo avanzó unos pocos milímetros. Sintió que una mano se posaba en la que sostenía la varita, y otra en su hombro izquierdo. Miró a su derecha para ver a un Draco sudoroso intentando transmitirle energía.

Ese simple gesto le dio fuerzas sacadas de a saber dónde suficientes para poder realizar el hechizo y volver a tener a sus padres con él otra vez…

- ¡Broken Death! – exclamó. De su varita salió una especie de rayo anaranjado que dio a la varita de Voldemort. Una luz cegadora les envolvió por unos instantes para luego desaparecer. Harry miró hacia la varita…dividida en tres trozos exactamente iguales. Alzó la vista. Sus padres estaban ahí. Con lágrimas en los ojos, corrió hacia ellos. Rodeó a ambos con los brazos y rompió a llorar en un llanto de felicidad.

- Mamá…papá…- murmuraba entre sollozos. Ambos le rodearon con sus brazos en gesto paternal y maternal. Tras ellos habían un montón de personas mirando aturdidos el lugar. Debían ser todas las víctimas de Voldemort. Se separó y se enjugó las lágrimas- Debo…Debo liberar a Sirius.

- Ahora descansa, hijo. Necesitarás fuerzas para hacerlo. – Dumbledore hizo un gesto con la mano, y Harry cayó dormido en brazos de James Potter.

- Es como tú, James. Exactamente igual a ti.

- Orgullo Potter. Pelo rebelde y cara inocente

- Más que orgullo será una maldición. Vuestro pelo es imposible de arreglar. Y cara inocente…¡Ja! No me hagas reír. Tu de inocente tienes lo mismo que yo de Malfoy.

- Sí, mira. Tienes unas mechas rubias- rió James.

- Por favor, señores Potter. ¿Podrían calmarse y dejar de discutir como dos estudiantes?

- Sí, señor.- respondieron rápidamente

- Ahora hay que llevar a vuestro hijo a dormir.

&&&&&&&&&&&

- ¿Qué pasa aquí? –preguntó la profesora McGonagall- ¡todo el mundo a sus salas comunes¡fuera¡¡FUERA! Granger, Weasley, ustedes vengan conmigo.

- "¿Qué hemos hecho ahora?" –pensaron. Caminaron por los largos y peculiares pasillos de Hogwarts hasta llegar a la oficina del director. – "Oh oh…"

- No pongas esas caras- dijo McGonagall- No os voy a dar un castigo por el espectáculo que habéis dado. – Ambos muchachos se ruborizaron. – "Palmera datilera"

- "Ya la han cambiado…" –pensó Hermione. Subieron por las escaleras y abrieron la puerta.

- ¿Harry? – pero al ver quién había detrás del joven mago abrieron los ojos sorprendidos- ¿James y Lily Potter? Pero…vosotros…nosotros pensábamos.

- Harry ha conseguido revivirnos. Por favor¿podríais conducirnos a su habitación personal?

- Ehh…sí, claro.

&&&&&&&&&

- ¿Ha despertado ya?

- No, todavía no…¿qué le habrá agotado de esa manera? – Harry estaba seguro de que esas voces eran las de sus amigos, Ron y Hermione. ¿De quién hablan¿De él? Pensó en sus padres…Por fin vivos. 17 años sin ellos y ahora… un complicado hechizo les había devuelto con él…Ahora, entrarían de nuevo los merodeadores…¡Sirius! Harry abrió los ojos y se incorporó. Hermione se lanzó a sus brazos antes de que él pudiera verla.

- ¡Por fin! Estábamos muy preocupados. ¿Qué te pasó ahí¿Te han hecho algo¿Por qué estabas tan cansado¿Cómo has conseguido revivir a tus padres¿Cómo…?

- Hermione, déjale respirar. – dijo Ron separándola cariñosamente. Harry se dio cuenta de ese gesto.

- Oye…vosotros…

- ¿Qué? –preguntaron inocentemente. Eso fue la gota.

- ¡Sois pareja por fin!

- ¿EEEEH¿¿Cómo lo has?- preguntaron atropelladamente y muy sonrojados.

- Intuición Potteriana.

- Eso no existe¬¬ -gruñó Hermione

- Me alegro por vosotros. – terminó Harry. Ambos suspiraron y sonrieron, todavía algo ruborizados.- Y respondiendo a vuestras preguntas, no fue nada grave, Voldemort…- empezó a relatarles todo lo que recordaba, y cómo consiguió revivir a sus padres. – Y ahora tengo que ir a por Lestrange. Tengo que revivir a Sirius, como sea.

- Harry…tienes un corazón de oro…Pero yo también he oído hablar de ese hechizo, y solo se puede hacer una vez. Después, nunca tendrás las fuerzas suficientes para realizar otro. Si lo intentas, podrías morir.

- Draco me ayudó…¡puedo hacerlo otra vez¡¡Sirius ha sido como un padre-hermano para mí¡No puedo dejarle!

- Harry…Sirius prefiere tu felicidad a que sufras por su culpa. Déjalo ir.

- ¡No¿Es que no lo entiendes? – Harry salió apresuradamente de la cama- ¿Y mis padres?

- En el Gran Comedor. Ahora mismo estarán siendo observados por todos los asombrados alumnos.

- Voy para allá

- ¡Harry! –llamó Hermione en vano. Este había salido ya de la habitación y bajado corriendo las escaleras. Corrió hacia el Gran Comedor, y cuando entró fue directamente hacia la mesa de Gryffindor, sentándose entre Seamus y Parvati.

- Harry¿esos de ahí no son tus padres?

- Sí –respondió

- Pero…estaban…bueno…muertos¿no¿Cómo es que están ahí?

- Es una larga historia.

………..

2 meses y medio después…

………

- ¿Estás seguro de que Bellatrix Lestrange vive aquí? –preguntó Harry a Dumbledore.

- Completamente. – Entonces una mujer de ya 50 años salió de la casa vieja y destartalada que estaban vigilando.

- ¡Es ella! – un montón de aurores la rodearon.

- ¡Accio Varita! – exclamó Dumbledore. Otro auror se encargó de eliminarla.

- Ahora, Harry. Es tu turno- dijo James.

- ¡Broken Death!- exclamó apuntando a la varita de Bellatrix Lestrange. Esta se partió…en dos trozos. – Nooo… ¡Sirius! – la desesperación le inundó, pero intentó seguir concentrado.

- Harry…tranquilo, no pasa nada- dijo una voz.

- ¡Sirius! –exclamó abrazándolo

- Ahora ya estamos todos reunidos- dijo Lily.

- ¡Sí! –exclamó Harry. – Por fin podré vivir una vida normal…

FIN

Vale, no me lo digáis…El capítulo 9 ha estado PENOSO. Sí, lo sé. Pero ¿qué se le va a hacer? Yo no os he obligado a leerlo.

¡Ahora podré meterme de lleno en mis originales:D

Gracias a todas las personas que habéis estado leyendo la historia desde el principio.