Sakura, Shaoran Yami Koso Densetsu- Leyenda de Oscuridad.
Por Crystal.-
"no puedes escapar a tu destino"
Tener 20 años no es fácil. Ahora bien, tener 18, estar entre la adolescencia y la adultez, tampoco lo es y mas que todo, tomar el liderazgo de un consejo en donde eres el mas joven de todos (Exceptuando por unos cuantos asistentes) pero que la ultima palabra la tienes tu. Ahora con veinte, mas que todo, eres apuesto, inteligente y puedes tener a toda mujer que se atraviese en tu camino, con pocas líneas que usar para conquistarlas. Lo había comprobado.
Pero siempre, había puesto el deber sobre todas las mujeres. Bueno casi todas. Hubo sus amores; hubo también igual desamores. Así como mujeres que dejaron huella marcada en su vida, hubo otras que solo pertenecen a un dulce recuerdo. Otras, que mejor, no vale la pena recordarlas.
Pero había una, una de ojos verdes que si calaba en sus recuerdos. Ya nublados, conservando solo cartas infantiles y dulzonas llenas de promesas que se volvieron como espuma de mar: en nada. Solo por anteponer el llamado "deber" sobre sus sentimientos.
-¡¡¡señor!!!- decía el sujeto de cabellos castaños y ojos negros mientras se acercaba a otro con rapidez. Al escuchar ese llamado el sujeto de mirada apuesta, poco tiempo en sus manos y mirada rígida, observó atrás como aquel joven (no podía tener mas que él mismo), se acercaba con montones de papeles en sus manos.
-¿Ahora que pasa?- preguntó el joven deteniéndose.
Falto de aire, el joven declaró.- Es que, estaba limpiando los estantes del departamento... y otras cosas, pertenecientes a mis padres, cuando me he cruzado con esto- extendiéndole un portafolio. El joven lo tomó en sus manos notando el sello aun sin romper en el mismo- Como es el sello que usas en tus documentos, pensé que le pertenecen a su familia...- dejando el formalismo a un lado.
Los ojos juveniles y absortos recorrieron aquel sello con interés. Nunca aparecían documentaciones de 17 años atrás que tuviesen un sello intacto de la familia Li.
-¿Crees que es lo que estamos buscando? -Preguntó el apuesto Shaoran Li a su asistente.
Este se cruzó de brazos para buscar que decir mientras recuperaba el aliento. Incluso se hicieron a un lado del lugar, en donde pasaban personas que saludaban con profundo respeto al joven de mirada café.
Habían sido formados para responsabilidades mas o menos parecidas. Habían crecido ambos en el seno de lo que se llamaría "tradicionalismo que superaba generaciones"
-No lo sé- declaró con honestidad el sujeto- Pero tienes que saber algo: Biatsi lo encontró. No sé lo que es; no me atreví a abrirlo pero puedo decirte algo: ella no se equivoca. Sabes bien ese detalle; Insistió que te lo trajera lo mas pronto posible...
Shaoran miró el portafolio y luego la mirada preocupada de su asistente y mejor amigo en todos aquellos años.
-Sabes Ukio que lo único que me ha importado en esta vida es dar con esto... - declaró el sujeto.- Si es en serio lo que pensamos que es...
-Que mi padre escribiera aquello de la promesa de ese hombre en su diario sin dar detalles de que se trataba es tan típico de él.-aclaró bajando la voz.
Sus miradas se conectaron pensando en lo mismo: lo que llevaban dos años buscando pruebas, pero pruebas que simplemente, se desvanecieron en los interminables registros del Consejo.
-cierto. – declaró el sujeto.- Pero otra cosa es que la vida de aquellos que me importan está en peligro...
En ese momento, alguien viene corriendo por el pasillo. Su juvenil rostro contrarrestaba con su actitud en esos momentos. Su conjunto juvenil de cuello chino y botones que descendía por toda la blusa que llevaba y sus pantalones que llegaban hasta sus tobillos y cabellos largos atados en un moño mientras en sus orejas colgaban unos pendientes plateados.
-Que bueno que te encuentro... - declaró la joven a su primo. Sus ojos azabaches estaban algo dilatados sobre la mirada del hombre más poderoso de su familia hasta esos momentos.-No vas a creer esto...
-¿qué pasa? ¿Qué ocurre? ¿Meiling? –su inquietud ante lo descubierto por Ukio y ahora la presencia de su prima en esos instantes en aquel lugar, era de pensar que era algo malo.- Habla por todos los dioses...
-Hiraguizagua... - declaró ella. Shaoran, al escuchar este nombre no prestó mucha atención: después de todo, eran años desde la ultima vez que supo de él. Una vez los recuerdos de quien era aquel Hiraguizagua y lo que significaba sus ojos se dilataron.- Algo ha pasado Shaoran. Algo que tiene que ver con él... su guardiana... y ¿Recuerdas a Kaho Mitzuki?- viéndole asentir.- Bueno, ellas... ellas piden que vayas a Londres...
-¿Londres, dices? –preguntó nuevamente.- Es extraño. No he sabido de Hiraguizagua, en mucho, mucho tiempo...
-¿no fue después que volvimos de Japón? ¿Años atrás?- preguntó Meiling.
-Así es... pero ¿Por qué me llama? ¿Por que ahora?
-¿Es que no entiendes? _ Se exasperó su prima.- No es él: es Kaho Mitzuki y Naruku... – declaró ella alterándose.
-¿han dejado un número donde responder?
Negó con su cabeza aclarando.- no. Llamaran en una hora...
-No comprendo... - declaró Shaoran Li inquieto.- ¿De donde sacaron mi número de teléfono? –preguntó observando a su prima mientras se encaminaban a la salida de aquel lugar.- ah lo siento... Reiko:-llamando por su apellido.- veré que encuentro aquí...- mostrándole el portafolio pero sin dar detalles delante de Meiling.- Me comunicaré a tu casa luego... ve y descansa...
-Muy bien mi señor- dijo Ukio. Así, vio marcharse del lugar a la preciosa prima de Shaoran Li y a su jefe.
Sus ojos mantuvieron en su mira a ellos dos hasta que se marcharon.
Después de poner en orden el lugar donde su señor ejercía sus labores a pesar de su juventud siendo el jefe del Consejo, salió rumbo a su casa.
Pero la pregunta que daba vueltas en su cabeza era ¿Por qué su padre mantendría unos documentos pertenecientes al padre de Shaoran Li entre sus viejas pertenencias?
Bueno, no era que le podía hacer la pregunta: Su padre había muerto. Cuando solo tenía tres años.
Pero siendo al igual que su antecesor, un asistente, no dejaba en velo de duda que, eran mas que eso. Mucho más.
Y su hermana Biatsi era el ejemplo claro.
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-Habla Li- dijo la voz adulta de Shaoran Li al teléfono. Meiling le hacía compañía en su recamara. Había prometido solo pasarle el mensaje y la información a su primo y eso había hecho.
Por tanto se encontraba decía ella, en el justo derecho de saber que se trataba todo.
-Habla Kaho... Kaho Mitzuki- dijo la voz de una mujer cuyo tono recordaba momento a momento como la de su maestra por un corto periodo de primaria.- Lamento llamarte o molestarte pero es que...
Su voz sonaba alterada. Incluso, ella no pudo continuar. A lo próximo, alguien mas tomaba el teléfono. -¿Bueno?- era otra voz de mujer.
-¿Sí?
-¿Li Shaoran? Habla Naruku, Akizuki Naruku.
-Si, recuerdo... ¿qué es lo que pasa? ¿Por que me llaman ustedes y no Hiraguizagua?
-Ha pasado algo: algo terrible.- sonando preocupada su tono de voz.- Escúcheme bien: lo he llamado porque el amo Eriol siempre decía que usted era la segunda persona más poderosa que él conocía... lo llamamos para que se presente en Londres... inmediatamente.
-Eso suena grave- declaró Li Shaoran mirando por un instante a su prima.- Pero aun no me explican por que ustedes ¿por qué él no viene al teléfono y me lo explica? Me dice que pasa...
-él... no puede llegar al teléfono.- dijo finalmente la falsa identidad de la guardiana – pero por favor... él nos pidió antes de... - dejando de dar detalles.- ¿vendrás o no?
-Pero no comprendo. ¿Por qué no puede llegar él y pedírmelo?
-Porque simplemente no puede.- declaró Kaho. Parecía que ella, había tomado nuevamente el teléfono. –Piensa en todo lo que él hizo por ti en el pasado...
-Lo único que Eriol Hiraguizagua hizo por mí, fue complicar las cosas con las cartas Clow... eso fue lo único que hizo.
-él pensó que te pondrías en tal posición- tomando una bocanada de aire agregó.- Pero si tal vez te enteras que, es posible, que la próxima es la señorita Kinomoto, tal vez te atrevas a venir...
-¿Sakura? – dijo él poniéndose de pie. De repente vino a su mente la imagen de una obra. Un festival y la voz de ella diciendo "me encantas" al momento de brincar en sus brazos.- ¿Qué pasa con ella?
Meiling escuchó aquel nombre y puso mas atención.
-Solo tu puedes averiguarlo- dijo Kaho con voz grave. Ahí Shaoran miró con preocupación a Meiling mientras apretaba el auricular a su oído.- Solo tu... o eso cree Eriol. Ven por favor... aquí, se te explicará todo...
-Muy bien- dijo Shaoran Li observando aun el rostro de su prima.- Muy bien. Iré...
-Muy bien...- dijo Kaho Mitzuki. – Mientras más pronto, mejor...
Con incertidumbre, Meiling observó a su primo con aquella actitud. - ¿Shaoran?- viéndole colgar el teléfono y mantener su mano en el puño del auricular.- ¿Qué ha pasado?
-Tengo que viajar a Londres- declaró. En ese momento, el teléfono privado suena.- Habla Li...
-Por tu voz, supongo que algo ha ocurrido...- declaró la voz de Biatsi Reiko al otro lado.- ¿Mi hermano te ha entregado el portafolio?
-Si, Biatsi- dijo Shaoran. Ante la mención de aquel nombre, Meiling no pudo evitar hacer un aspaviento con sus manos. –Me dijo Ukio que, pudiste percibir algo...
Él no pudo notar como la chica de cabellos castaños claros cortos sobre sus hombros y ojos color miel, cerraba sus ojos y colocaba sus manos sobre un juego de cartas, esparcidas delante de ella y abrirlos nuevamente. Ella veía algo, algo que se acercaba.
Biatsi había sido distinta a su hermano Ukio. O no tanto. Ella le llevaba al sujeto dos años de ventaja.
Pero Shaoran, a pesar de sonar incrédulo antes sus habilidades de premonición, ella siempre había sabido ganar su confianza.
Y su aprecio. Cosa que Meiling, le sacaba de quicio.
-La oscuridad...- dijo ella con voz grave.- Se aproxima. Y tu estás en su camino...
-Así es... ¿Verdad que si Biatsi? – preguntó Shaoran con incredulidad. No dudaba de sus talentos además de la incuestionable belleza de la hermana de Ukio. Pero estaba cruzando a lo paranormal ya.
¿O acaso, toda su vida, su alrededor, su oficio, no estaba llena de ella?
-Ten cuidado...- declaró la chica mirando el resultado de sus cartas.- La oscuridad te busca para envolverte en su manto.
-¿Ah si? Pues llevaré linterna- dijo exasperándose. Se imaginaba que, nuevamente la chica consultaba sus cartas.
-Puedes burlarte –dijo con acento serio.- todo lo que quieras... pero tu pasado, se conecta con tu presente... busca a través del pasado el daño que pueden ocasionarte... y viene de atrás- viendo las imágenes de cada una de sus cartas y el orden en que salieron.
-Muy bien...- dijo Shaoran.- Biatsi: Ahora no puedo hablarte... tengo unos cuantos encargos que hacer antes de la media noche... viajaré al exterior.
-Cuídate mucho Li- dijo Biatsi. En ese momento, la puerta de su departamento se abre, revelando la identidad de su hermano.-Sabes a donde ir, si necesitas ayuda...
Pero Shaoran cerró la línea sin siquiera despedirse.
-¿Leyendo nuevamente?- preguntó Ukio mirándole algo incrédulo. Él tampoco creía (o le hacía pensar a su hermana) que creyera en todas aquellas lecturas. Pero vio el mazo de cartas, expandido en aquella mesa de café del reducido departamento.
-Algo se aproxima...- declaró Biatsi con grave acento viendo el despliegue de los distintos elementos en aquellas cartas. Escuchó (estando de espaldas) Como su hermano iba a la cocina a pocos pasos de ellos y destapaba el refrigerador.- Algo viene...
Ukio solo guardó silencio mientras consumía agua. ¿Acaso su hermana sabía algo en verdad? ¿Algo que se aproximaba?
-Bueno, sin embargo nunca lees algo de mi destino.- declaró su hermano.- Siempre te has negado...
-¿Por qué quieres que te lea? Acaso siempre dices que, nunca creerás nada de esto...
-¡no lo hago!- declaró molesto.
-¿Quieres que te vea si acaso Li Meiling está en tu destino?- preguntó recogiendo las cartas y barajándolas mientras su hermano menor se atragantaba con el liquido.
Después de dejar de toser, mientras su hermana se sonreía y comenzaba sacando
cartas y volteándolas aclaró.- Estás loca...- señalándole y dirigiéndose a su
recamara.
-Entonces ¿No quieres saberlo?
Solo escuchó como respuesta un portazo. Pero sabía que, aquella pregunta ya tenía respuesta.
Su rostro se contorsionó una vez comenzó a esparcir las cartas. Duró un par de minutos y sacando una ultima, la colocó delante de las demás y su rostro se retorció.
-"la oscuridad viene por el hijo".- dijo ella en un susurro.- "y por todos aquellos del pasado"...
Apretó su rostro con sus manos y su respirar se volvió agitado. Era aquella misma lectura. Cada vez que las sacaba, era lo mismo: En el mismo orden. Una tras otra.
Y eso, que en su ultima visita al mercado, consiguió unas cartas antiquísimas, para ver si era su mazo el problemático.
Pero no; era la misma lectura... una y otra vez.
Y encontrarse con el portafolio entre las cosas de su padre ¿Acaso sería coincidencia?
-Si no hacemos algo... todo se verá perdido...- poniéndose de pie y dirigiéndose a la alcoba de su hermano.
Continuará...
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Lo se, no me canso de meterme en problemas. Hola a todos... los que me conocen, los que no, gracias por interesarte en esta nueva historia de CCS.
Los que me conocen ya, saben que los personajes no son míos (excepto los dos nuevos hasta ahora). A diferencia de mis historias anteriores (las mas recientes de CCS), esto no es U/A, tampoco es de época n_n Crystal trata algo que le funcionó en el principio. Una nueva historia de CCS. Debo decir que, no copio de ninguna otra historia y similitudes con alguna historia, es mera coincidencia.
La idea inicial de la trama de esta historia, proviene de una serie de animé por igual cuyo nombre daré en el próximo capitulo (para no dar el final tan pronto), Es posible que algún personaje de esa serie haga crossover en algún capitulo mas adelante.
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