Sakura, Shaoran Yami Koso Densetsu- Leyenda de Oscuridad.
Por Crystal.-"Simplemente no puedes escapar de tu destino".
Capitulo cuatro.- "Tomoeda, Tokio y temblores".
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-¡¡¡"Buenos días Tokio!!!-decía el locutor en el despertador de Tsi cuando este se activó a la hora de alarma.- Precioso día...
Tsi prácticamente se cayó de la cama ante aquella forma de despertarse. Aun no se adaptaba a la activa vida de Tokio. Tan distinta a su verdadero hogar. La joven de cabellos color miel, observó a su alrededor. Aun las cortinas estaban corridas y para la noche que tuvo, aun tenía el sueño encima.
-Preciosa mañana, Saburo.- dijo el locutor continuando con sus comentarios.- La verdad es que, aun algunos están algo desorbitados con el temblor de la madrugada...
-Bueno Sahiro, hay que entender que, para aquellos que vivimos a partir de un cuarto piso, un temblor de 3.3 es de sentirse ¿no crees?- declaró con Jocosidad.
-¿Qué tal si colocamos un poco de música animada para terminar de despabilarnos?- declaró Sahiro animadamente. – Tenemos algo de la gran estrella Megumi... escuchemos esta- dándole paso a la música.
Tsi se incorporó y fue directamente al cuarto de baño. Vaya que el temblor dejó por varias horas a la gente algo alterada. Ella por su parte, no volvió a conciliar el sueño hasta una hora y media antes de sonar el despertador.
Saliendo de allí, se dirigió al pequeño altar colocado a un lado de la sala, y encendió una varita de incienso e hizo su plegaria del día.
Dos horas después, vestida con ropas con estilos orientales, salió de su departamento y con lentes de sol, recorrió la ruta hasta la parada mas cercana: a cinco cuadras de su departamento. Tomando el autobús, ese la dejó a metros de la estación del metro de Tokio y directamente allí, dejándole a una distancia considerable del epicentro del temblor de la noche anterior.
Pudo observar a los representantes del orden, tratar de mantener acordonada el área donde supuestamente fue el epicentro del sismo. la Sakurada y la Sotobori, al Sur del antiguo Palacio Imperial, toda esa zona, no permitían el paso de vehículos y los desviaban. comenzó a caminar sin tratar de despertar sospechas. Su rostro se frunció al sentir su piel erizarse.
En efecto esos sismos eran extraños. Demasiado sobre normales.
Pero no era la única que la atención le llamaba todo aquello.
Una mujer se colocó a su lado observando a la distancia lo mismo.-Es una pena...- dijo parecía hablándole a Tsi.- Una zona tan bella como es esta...- mirando atrás de si.- ¿Es ese el palacio, no?
Tsi asintió declarando.- la naturaleza tiene sus mañas... – los cabellos rubios de la desconocida a su lado brillaban ondeados por el viento e iluminados por el sol.- No sabemos cuando es nuestro turno de sufrir sus achaques...
La mujer como había aparecido, por igual, se retiró de su lado.
Miró su reloj: Si quería había llegado a tiempo. Ahora, tendría que esperar.
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-Se me hace tarde- declaró Sakura observando a Kero reclamarle.- No puedo llevarte...
-Pero Sakura- decía el guardián.- me necesitas ... ¿y si algo pasa?
-Nada pasará Kero- sonrió la chica tratando de calmarlo – Tranquilízate... relájate y come algo...
se cepillaba el pelo observando su reflejo en el espejo. La voz de Kero le hizo mirarle.- ¿Tuviste otro sueño anoche?- ante aquella pregunta, Sakura, dejó lo que estaba haciendo.- ¿Lo tuviste?
-Si- respondió tajante.
Kero suspiró. La verdad es que, nada de eso le agradaba para nada.- Sakura: tenemos que estar alertas. Y además, andar con mucho cuidado; esos temblores se están dando mas intensos y con regularidad...
-Estaremos bien Kero... además, como papá se quedó fuera trabajando toda la noche en la universidad, me alegré de que me llamase después del temblor... estaba preocupada por él. –sonrió Sakura.- Estaré bien...
-No lo digo por mi: Sales a la ciudad constantemente y trabajas en un sitio donde un temblor, mas grande y todo se verá perdido...
Sakura no respondió. No quería ni imaginarse en el caso que, un temblor de mayor magnitud ocurriese.
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El teléfono sonaba constantemente ese día. Simplemente estaba colocada en la estación de radio donde laboraba Saburo a esa hora. Hablaban en esos instantes de que los temblores según expertos se repetían en Japón cada cierto tiempo y daban explicaciones que hacer en caso de temblores de mayor magnitud.
-Kinomoto- dijo el sujeto de gafas al contestar al timbre del teléfono.- ¿Cuándo? – dejando lo que estaba haciendo a un lado.- Comprendo...- asintió ante lo que le informaban.- Mantenme al tanto de todo lo que, sepas...- colgando la llamada con un rostro inquieto.
Dejó caer su bolígrafo sobre sus anotaciones y puso sus manos sobre su cabeza. Las horas consecutivas llevando a cabo sus investigaciones lo tenían al borde del cansancio.
Abrió la gaveta a un lado, sacando de ella, lo que parecía ser un libro. Abriéndolo se denotaban fotos de distintas índoles. Giraba y volvía las paginas una detrás de otras: habían fotos de su juventud: un muchachuelo de cabellos algo largos abrazado a otro mientras los retrataban así. Luego una foto que parecía haber sido tomada en un país extranjero. Mas allá, la foto de una clase de preparatoria donde se destacaba en un extremo los cabellos plomizos y mirada verde de una chica. Mientras del otro lado, estaba él: hasta el final de la foto de ese curso de preparatoria y se denotaba su juventud ante la labor de enseñar a otros. Tocó esa foto con la yema de sus dedos, tratando tal vez, de capturar el pasado encerrado en ella.
Pasó paginas, para ver la foto de su día de bodas: contrayendo matrimonio con una chica de apenas 16 años. Muchos le dijeron que, estaba loco al desafiar a una familia tan poderosa. Pero el resultado de aquello eran, sus dos hijos. Pero aquellos ojos verdes... sonrió al recordar como aquella chica tan noble, "cayó de los cielos" literalmente, cayendo sobre él desde una altura considerable de un árbol.
Aquel álbum, ni sus hijos tenían conocimiento que este lo conservaba. Tenía otros álbumes en casa. Mas familiares y mas coloridos. Pero aquel álbum, él lo conservaba como una recolección de sus mas íntimos recuerdos. Volvió al principio del libro, en donde la imagen de dos jóvenes bromeando era lo que daba el principio. En ese momento, el teléfono, volvió a repicar.
-Kinomoto.- respondió.- Está bien... no, estuvimos allí una hora después que pasó. Las autoridades tienen acordonada el área.- colgando la llamada.
En ese momento y colocándose de nuevo sus gafas, dejó el álbum abierto en esa pagina y tomando su chaqueta, se dispuso a marcharse de ahí, recordando un pasado a mas de treinta y algo de años de distancia. Era solo un chiquillo... en un mundo que, las personas después de llegar a la adultez envejecían mas lento que en este mundo.
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---------- Flash Back....
Era una especie de centro de un circulo donde se encontraba él. Él estaba en el medio. Aquel joven de quince años miraba a todos sin arrepentirse. Sin dudar, sin parpadear.
Aquel lugar, estaba en una especie de templo circular; parecía que, era de alguna clase de antiguo santuario. El cielo negro iluminado por aquella extraña luna de color rojo, era lo que se dibujaba en el centro del cielo nocturno.
-Hinomoto...- dijo el hombre de algunos treinta o cuarenta años con acento serio, mientras sus ojos café analizaban los del juzgado.- estás acusado de traicionar a los tuyos... planear junto con otros, la desintegración de plan que por mas de mil años, se lleva a cabo en nuestro mundo.- leía del pergamino.- ¿Cómo te declaras?
El sujeto de cabellos café miró a los miembros de lo que parecían los jefes. Allí habían incluso, mujeres de varias edades y sus vestimentas eran igual de rudimentarias y al mismo tiempo, futuristas: sus largas túnicas y vestidos cubiertos por capas. Algunas llevaban sus capas puestas en sus cabezas. Las demás, las descansaban con el resto de su vestuario.
-Con todo respeto miembros de esta asamblea, permítanme decirles que, respeto sus reglas, sus decisiones, sus vidas... y todo lo que concierne con nuestro mundo.- explicaba con seriedad.- pero al igual que mi padre, estoy en total desacuerdo con el proyecto, que nuestra sociedad, injustamente llama desintoxicación. La tierra es un planeta frágil. Pero igual que siempre, nosotros tomamos sus partículas limpias para cambiarlas con las nuestras, arrojando a su mundo todo lo que diríamos "justicia divina" nos ha tocado a nosotros tenerlas... la consecuencia de ello, han sido dos guerras mundiales... el odio entre las razas y todo lo demás...- el sujeto finalmente se le mostraban sus manos: estaban esposadas a enormes cadenas. - ¿Creen que es justo que, esta vez, no solo suelten lo que por naturaleza es nuestra responsabilidad, pero también con ello, mas problemas?
-¡¡Que falta de respeto!!- se escandalizó una mujer poniéndose de pie estrepitosamente.- Das vergüenza a tu apellido. A tu sangre... a tu origen...
-¿Cuál origen es ese Hinoyama?- declaró Hinomoto alterado.- ¿Aquellos que ustedes deciden cada cincuenta años?
-Hinomoto:-dijo otro presente en el lugar. incluso se puso de pie, dejando el pulpito y acercándose al joven de 16 años- comprendemos tu actitud pero debes entender que, si no pides el perdón, te enviarán a ese mundo... –Hinomoto le observaba sin siquiera pestañear.- te enviarán allá y la próxima limpieza será en menos de diez años... tal vez, diez años justo...
-No me importa- declaró el sujeto molesto ante aquello.- Ustedes han elegido China... Hong Kong para abrir su portal... –negando con su cabeza.- No sabemos que, saldrá de ahí esta vez... y no he sido el único que se ha elevado contra este abuso...
los murmullos eran notables en aquel lugar. unos de aprobación; otros, de negación.
Dando en el pulpito pidiendo silencio miraba a todos. Era, quien parecía el líder de aquella asamblea.
-Hinomoto: no puedes negar ser, hijo de tu padre- haciendo una pausa.- mi hijo, creció con él. Le llevaba un poco de años eso sí.-dejando los recuerdos atrás, preguntó.- ¿por qué te niegas a vivir mejor? Sabes muy bien que si esto se consigue, viviremos por cincuenta años en tranquilidad. Nuestro cielo será azul como el de ellos.
-No puedo respirar un aire que se que, no me pertenece. No puedo vivir una vida y tener familia que, hará lo incorrecto y vivirá de una acción en la cual su propio padre no evitó... además de todo, la absolución por encima de esas criaturas a quienes ustedes le llaman "cohabitantes" esas criaturas que por miles de años, nos cazaron uno a otro; Ahora hacen un acuerdo aun no muy claro... ¿qué les dice miembros de la Asamblea, que cuando abran el nuevo Nexus, esas criaturas no saldrán libres?
-¿Acaso nos dice que, no pedirá perdón?- viéndole negar con su cabeza.- Acatará la sentencia ¿No importando las consecuencias?
-No importando las consecuencias.
El murmullo ante aquella respuesta, se esparció nuevamente.
El hombre dio nuevamente en el pulpito.
-Silencio- dijo el anciano.- Hinomoto: Es encontrado culpable, junto a Saburo, de impedir el proyecto "Silent Cries" – decía el hombre.- Por tanto es considerado como máximo traidor. Su sentencia...- pensándolo unos instantes y con su respuesta, sorprendería a muchos allí.- será: Ser confinado a la tierra.- los murmullos eran de exhalación y sorpresa- No se te permitirá la entrada o el contacto con ninguno de los de nuestro mundo...
-¿Qué pasará con Saburo?- se atrevió a preguntar.
El anciano recogía unos papeles delante de él. Miró un instante al sujeto que era llevado a su celda nuevamente hasta que fuera hora de partir de ese lugar que conocía como hogar. dudó un minuto.- Saburo... – suspiró.- Saburo murió...- declaró sorprendiendo a Fujitaka.- Solo le sobrevive su hermana: estará bajo la supervisión de la asamblea y bajo mi tutela hasta que cumpla la edad correcta de 17 años.- haciendo una señal para que, se retiraran con el prisionero.
------------- Fin del flash back...
la sobrina de Saburo estaba viva. Viva y escapó igual que su madre de aquel yugo, instalándose muy cerca de las personas que, veinte años antes fueron capaces de detener el nexus... pero ¿Volvería a repetirse la historia?
El solo pensar en sus hijos: Sus hijos siendo y observando todo aquello. No podría permitirlo; no iba a permitirlo. Y Sakura: ¿qué pasaría entonces con ella...
Sabía que, todo aquello era el principio de una ardua labor.Tocaron dos veces a su despacho. Al escuchar el sonido de – Adelante.- y observando a la puerta, vio al principio alguien a quien creyó un fantasma.- No puedo creerlo...- al reconocer la silueta.
-Hola Hinomoto...- dijo la femenina voz observándole fijamente.
-Hola Amelie...- dijo el hombre sorprendido ante su presencia.
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-Deje de insistir- decía Ukio manteniendo la compostura sentado en el escritorio de su jefe. Hablaba por teléfono con alguien.- Anciano Rioga: Se que es importante por estos lados...- parecía que el hombre le reclamaba algo.- Si, estoy consciente de sus poderes...- una gota se deslizaba por su cuello a la par que el hombre le daba por décima vez aquella información. –le aseguro que, si el señor Li estuviera muerto como ustedes dicen que está, les hubiéramos informado... –respirando profundo.- No, señor. El señor Li no está herido... no señor.. no les escondemos nada...- declaró exasperándose.- Si, se lo importante que es que el líder del Consejo esté presente en las juntas... y también, sé que ha faltado a las ultimas seis juntas, pero... pero señor Rioga: me ha enviado a mi... ha estado ocupado...- haciendo una pausa para escuchar al anciano reclamarle.- ¡¡por supuesto que no se anda de Luna de miel!! –se escandalizó el joven al darse cuenta de lo exagerados que podían ser esos hombres con mucho tiempo libre en sus manos. – Señor Rioga: Desmiente esas declaraciones...- escuchando ya con una vena sobre su frente.- le aseguro que el señor Li no se ha casado con Mei Ling. Si señor; se que es tradición... ¡¡¡Que no están casados!!! ¡¡No se han casado!! ¡¡no están comprometidos!!...- respirando pues ya perdía la paciencia.- Señor: le mandaré saludos de su parte a mi señor...- colgando el teléfono. Inmediatamente lo hizo, timbró de nuevo.
Tocaron a la puerta. Ya era suficiente. Estaba harto. Por los últimos dos días, lo único que había hecho era responder llamadas y visitas inoportunas de representantes del Consejo, además de familiares. Ya no aguantaba mas. Levantándose para gritarles sus verdades a quien fuera, giró la cerradura y gritando.- ¡¡¡Ahora que!!!- se encontró cara a cara con la prima mas cercana de su jefe.
Una gota resbaló por su nuca.
-señorita Mei Ling...- dijo Ukio nervioso ante tal reacción.- lo siento; No quise pero...
-está bien- dijo ella pasando ante la invitación del sujeto.- el teléfono de mi casa y del de mi tía no han dejado de repicar... –retirándose la chaqueta de si. Escuchaba el repicar constante del aparato- la verdad, me tienen atontada...- sonrió amablemente. Aun el teléfono sonaba en el lugar. ella no soportando el repicar (Que decir de Ukio), lo jaló por el cable, desconectándolo.
-¿Hizo lo mismo en su casa?
Negó para decir.- Mi padre no lo ha permitido... es médico... a diferencia del padre de Shaoran, mi padre se mantuvo al margen de todo el asunto del Consejo. Porque como no tiene poderes como Shaoran o como su padre. Entonces, le dije que saldría porque me tienen al volverme loca.- Se escandalizó.- ¡¡no han hecho otra cosa que llamar preguntándome por el paradero de Shaoran!!
-y usted... ¿Ha dicho algo?
-¡Jamás traicionaría a mi primo! – declaró ella.- ¿Han sabido algo del tipo que te atacó?
Negó con su cabeza diciendo.- Nada aun. Se niega a decir algo...
-¿El consejo lo sabe?
-les dije que era un ladrón, buscando artefactos en los salones... –declaró.- que les dijera que era un asesino y que ingresó con el propósito de matar al despacho del Líder del Consejo, no quedaría bien en los registros.
Ella asintió.
-¿Qué la trae por aquí?
Se puso de pie para decirle.- Quiero decirte que, mantengas a tu criatura lejos de mi...
-¿Mi que?
-Shingo- declaró ella molesta- Me sigue como la sombra. Tía Ieran siente su presencia. Solo le dije que me acompañaba pero no me ha creído. Cree que, algo se le esconde.- mirándole fijamente.- No dudo que, un día de estos, venga a interrogarte...
-no entiendo que la ha detenido hasta ahora...
-¡y a mi me lo dices!- aclaró ella- Deja que venga... y lo verás. Tía nota cuando uno le miente. O le esconde algo...
-¿Ella sabe lo del señor Li?
-¡¡Claro que no!! La evito... cuando puedo. Pero la presencia de Shingo en la casa...
-Comprendo- declaró el sujeto.
-¿Hablaste con mi primo?- preguntó - ¿Cómo está?
-Bien. Aunque que esté solo allá, me mantiene inquieto...- declaró.- pero él prefiere que me mantenga aquí, a su lado.- dijo esto ultimo bien bajito.
-Pues dile que no necesito niñera. Fui entrenada con él desde pequeña y se defenderme...
-lo que tratamos va mas allá de asesinos- dijo con acento serio.
-Salúdamelo de mi parte- dijo ignorando su comentario.- y dile que no se tarde...
-usted... ¿lo extraña?- preguntó sutilmente.
Mei Ling asintió sonriéndole.- ¡¡Por supuesto que si!!- declaró – Si fuera por mi, iría allá con él. Pero debo quedarme para que, no sospechen de él... aunque tía Ieran no creo que se crea el cuento de que "anda de vacaciones"
-¿por qué?
-Porque el líder del Consejo nunca toma vacaciones – declaró sonriéndole.- Solo una vez, mi tío tomó unos días... pero fue a algo rápido y estuvo de vuelta... nosotros hemos encubierto por los últimos dos meses a Shaoran... ¿No crees que, dos meses sin que nadie del consejo lo vea, es bastante para sospechar? Solo llegar las órdenes y documentos firmados... y mandar a su "Fiel asistente"- expresó.- A propósito: haces un excelente trabajo; creo que, si no fuera por la ausencia física de él aquí en Hong Kong,, serías un tremendo reemplazo para Shaoran.
-gr... gracias señorita- dijo Ukio antes de verla retirarse del salón.
-¿Señor?- dijo Shingo apareciéndose allí.
-Síguela como a la sombra- dijo para notar como su guardián desaparecía de allí.
En ese instante, volvió a conectar el cable de teléfono y el aparato volvió a repicar a los pocos segundos.
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Shaoran Li miraba todo a su alrededor antes de acercarse al cordón puesto por las autoridades alrededor de la nueva columna surgida en la noche anterior.
Pocos segundos después, una chica se acercaba. –llegas tarde...
-Si, lo se- declaró Shaoran Li.- Pero tuve que venir con cuidado.
-¿Cómo está tu amigo?- preguntó curiosa.
-Mucho mejor. Pero no me pudo acompañar pues su guardiana se lo impidió... ¿qué me tienes para mi?
-He estado vigilándola –declaró Biatsi.- Nada irregular ha pasado...
-que bueno.-suspiró el sujeto. Frunciendo su mirada ante la intensa mirada que Biatsi le dirigía, trató de cambiar lo que sentía que la chica diría a continuación aclarando.- Entonces sabemos que, ella no está entre los blancos...
-Te equivocas- sorprendiéndole.- Ella está en el camino mas de lo que quieres admitir: Es la Maestra de las Cartas. Un potencial contrincante... o aliado.
-Quisiera que estuvieras equivocada...- declaró Shaoran Li.- Aquí, no ha habido incidentes con nadie... ninguno de los conocidos míos en Japón, con quien alguna vez vine a estar en contacto, están en peligro inmediato...
-... por ahora.
-No digas eso- discutió su amigo.
Ella lo miró un instante antes de declarar.- ojalá fuera yo, tan importante en tu vida, como ella lo es... aunque debo de admitir que, es muy hermosa.- viéndole azorarse unos instantes. –hermosa...
-No la he visto...
-No quieres verla.
-Exacto.
Sintieron los vientos cambiantes en la atmósfera. Aquellos vientos agitaron sus mechones. Biatsi, separó los cabellos de su rostro mientras la cabellera marrón de su acompañante era agitada por el viento.
-Ojalá ...- dudando decir algo incorrecto.- ... hubiera funcionado... lo nuestro me refiero...
-Éramos muy jóvenes... –declaró Shaoran.- hasta ese momento... – dudó.- ... teníamos doce...
-Tu tenías doce... yo, un poco mas...- sonrió Biatsi.- pero parecías de mas... y cuando nos besamos... –sacudió su cabeza- parecía una tontería... tu y yo ¿no? – incluso soltó una pequeña carcajada- ¿Recuerdas la cara de mi hermano cuando nos encontró en el salón de tu casa besándonos? Creí que se moriría...
-Y después, me habló de las responsabilidades. – rió Shaoran.- del compromiso...
-Crecimos bajo la tutela de tu madre pero independientes... tu madre, contrató una mujer que nos cuidara y pagó nuestra educación hasta que, me hice mayor de edad.
-Recuerdo perfectamente... no duró mucho lo nuestro...
-Porque sabía de tu pasado. Veía tu amor pasado... no ha cambiado mucho. – suspiró. – Fuiste el primero que besé.- sonrojándose por primera vez.- El único... creo que, llegaré a besar...
-¿no crees que, sobrevivamos, cierto?- mirando con su rostro fruncido el pilar a metros de ellos.
Ella no lo observó.
-Incluso, el futuro para mi, es algo nubloso...
-No contestas mi pregunta...
Ella le miró con dulzura. Dulzura que solo dos personas, hasta ese momento, lograban sacar de ella. Una de ellas, estaba delante a la joven.
El solo, se conformó con tomarla del brazo y caminar juntos de regreso al hotel donde le esperaban.
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El hotel era lujoso y se notaba el movimiento de las personas hospedadas allí. Todos no sabían lo que si no se detenía, venía sobre ellos.
Pero las miradas allí eran indiferentes.
El elevador se puso en marcha apretando el botón del pent house. Biatsi no evitó decir- tal como se hospedaría el líder de la organización mágica mas poderosa del mundo.- replicó con ironía.
Su pequeño departamento, contrastaba demasiado con el lugar que se encontraba en esos momentos.
Shaoran no dijo nada.
Cuando el elevador se detuvo, este finalmente dijo guiándole a la puerta del fondo.- En realidad, Hiraguizawa no puede evitar hospedarse así. Está acostumbrado a esta vida...
Biatsi no discutió. Shaoran tocó dos veces y pronto un rostro se asomaba en la puerta.- Señor Shaoran...- dijo Naiko haciéndose a un lado.- le avisaré a Eriol que ya volvió.
-Ah llegó- dijo Naruku Akizuki mirando a uno y otro de los recién llegados.- Me parece que, aun no ha visto a la pequeña Sakura- Biatsi, no se tuvo que preguntar si ella conocía a Sakura: Era certera que, Naruku conocía el pasado del Líder del Consejo y la Maestra de las Cartas.
Se evito el comentar algo.
-Naruku Akizuki- dijo Shaoran con cierto acento que, Biatsi conocía como descontento del sujeto. Seguro le había molestado el comentario de aquella mujer.- Reiko Biatsi: ha estado aquí, vigilando a Sakura...
-Tanto gusto- dijo Naruku sonriéndole.- Es linda... – dándole un codazo a Shaoran.- ¿estás seguro que, no cambiaste a la Maestra de las Cartas, por ella?- señalándole.
Biatsi se sonrojó violentamente. Igual Shaoran.
-¿Acaso no sabes tratar a las personas con respeto?- dijo exasperado.- Entre tu y tu amo, están por hacerme tomar mi camino de regreso...
-El compromiso de salvar al mundo, es mas importante que las impertinencias de mi parte o de mi guardiana.- dijo la voz innegable de aquel alto y apuesto hombre que se acercaba con lentitud a donde estaba el trío. Miró un instante la cara desconocida del grupo y sus ojos brillaron con interés por un segundo.
A Biatsi su mirada, lo perturbaba. Era como, si él supiera algo que, ella no.
-Eriol Hiraguizawa- dijo tomando la mano de la joven y besándole muy al occidente.
-Reiko Biatsi, tanto gusto.- dijo ella algo aturdida.
-Ejem...- tosió Shaoran ante el silencio y la mirada fija que Eriol arrojó sobre su amiga de infancia.- ¿tienes algo que decirme?- preguntó observando a su viejo amigo de primaria.
-ah si- dijo Eriol observando a su amigo.- Naiko ha descubierto algo...- mostrando un rostro mas inquieto.- Ha estudiado el desarrollo de la energía en Tokio... ¿Cómo les llamaste?
-Niveles alarmantes- declaró Naiko.-Que ustedes tengan poderes no les habilita con la capacidad de encontrar los puntos mas importantes de Tokio para digamos "condiciones factibles" para conjuros y aperturas a otras dimensiones...- haciendo una pausa, se presentó a la recién llegada- Naiko Chan...
-Reiko Biatsi- dijo Shaoran.
-encantada.- dijo Naiko sonriendo sutilmente. De ahí continuó.- Por eso Japón siempre ha sido dominado por mitos de dragones, dioses y demás...
-igual China. Nuestros dioses eran dragones y guardianes representantes de animales importantes... e imponentes...- explicó Biatsi.
-Exactamente: por eso China y Japón tienen similitudes: los dragones...- recalcó Naiko.
-¿Qué tal Inglaterra? Nuestra historia está llena de ellos...
-Si y también de Excalibur...- dijo Biatsi atrayendo la atención de Naruku y su amo.
-¿Conoces la historia de Excalibur?- preguntó Eriol sorprendido.
Asintió para responderle.-Arturo, mesa redonda, Excalibur y la traición de Lancelot. Si, conozco toda la historia...
-Disculpen: lo que nos concierne, no es una espada....- dijo Li.
-No exactamente- dijo Eriol sorprendiendo a Shaoran. Dirigiendo su mirada a su rostro dijo.- No hay alternativa: tenemos que traer a Sakura dentro Li.- Mirándole reacio- se que, no querías traerla a este asunto... porque te preocupas por ella. Pero date cuenta que, Sakura tiene parte del poder que necesitamos. Solo nosotros, podremos, tal vez, detener lo que se viene...
-El fin de nuestro mundo...- dijo .
-Nuestro mundo como conocemos.- dijo Biatsi.- y la venganza "contra los descendientes"...
Naiko sintió un escalofrío recorrer su espalda. Dirigiéndose al ventanal a pocos pies de ella, atrajo la atención de los demás.
-¿Qué pasa?- preguntó Li mirándole desde su sitio.
-Algo... algo está pasando...- dirigiéndose a la mesilla a un lado, donde dejó su tablero. Persignándose sobre él, notó como una ligera luz color plateado salía de ella.- La energía se está moviendo...
Shaoran sacó su tablero y colocándose al lado de ella, murmuró algo y el tablero se encendió.
-¿No es ese el tablero de las cartas?- preguntó Biatsi viéndole por primera vez en muchos años. Shaoran le había contado años atrás la historia.
-Antes de venir de Londres, lo adaptó.- dijo Eriol explicando.- muy sorprendente. Lo apropió para que, detectara alguna manifestación de energía no de este planeta...
-Se siente muy fuerte.- dijo Naiko cerrando sus ojos.- No tan cerca de aquí...- señalando mas adelante al horizonte. Abriendo sus ojos dijo.- Va siguiendo a alguien...
-Iré por mis cosas- dijo Shaoran- Biatsi: Continúa con lo que has estado haciendo hasta ahora.- sonando calmado.- Te quiero lejos de esto y a ella también.- no le dio oportunidad a discutirle, saliendo el jefe del Consejo, a lo que parecía una de las habitaciones.
Biatsi no sabía que, Li estaba quedándose en el lugar con ese Hiraguizagua.
-Ruby Moon- dijo Eriol.—Ve con él...- viéndole dudar.- Me quedaré aquí, no te preocupes...-sonriéndole.
-¿acaso no piensa ayudarle?- preguntó Biatsi algo aturdida.
Negó con su cabeza para informarle.- Estoy en media hora de reunirme con alguien que, debe de estar al tanto de lo que ocurre. Si quiere, puede esperar aquí conmigo...
-No gracias- se negó cortésmente Biatsi.- pero tengo un compromiso...- retirándose.- Dígale a Shaoran que, desearía ayudarle. Que no dude en decirme...- Eriol la vio marcharse de allí apresuradamente.
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-¡¡Liko!! –dijo Sakura viéndole acercarse con prisa a ella. Parecía que, le faltaba el aire.- ¡¡Que bueno que viniste!!
-Lo siento... se me hizo tarde- dijo la chica disculpándose.- ¿Hace mucho que me esperas???
-No. un rato... como el transporte está evitando ciertos sectores en Tokio, el transito está terrible.- poniéndose de pie.
-Vamos a tomar un café- dijo Liko sonriéndole.- Ven...- tomándole de la mano y llevándosela a un lugar.
Ya después de un rato y sentadas delante de dos tazas de café la joven preguntó.-Entonces ¿De donde vienes Liko?
-Hong Kong...
-¿Vives sola?- preguntó Sakura sorbiendo un poco de su café.
-Aquí si... allá tengo una familia...
-¿Padres, hermanos?
-Familia en general...- respondió ella.- Mis padres, fallecieron; yo estaba muy joven.
-¡oh Cuanto lo siento! No lo sabía...
Haciendo ademán dijo.- No te preocupes; fue hace muchos años ya... ¿y tu? ¿Vives aquí con tus padres, parientes, novio, tal vez?- haciendo con esto ultimo que la chica tosiera y se azorara con rapidez.- ¿El chico de la foto en tu casilla?
-no, no, no...- declaró la joven sonriendo nerviosa.- vivo con mi padre.- aclaró.- y tengo un hermano mayor...
-¿Vive aquí?
-No.-declaró con tristeza- Vive en Europa... Venecia creo... estudio como sabes...
-Si, si.- declaró Liko sonriéndole.- entonces ¿Tu hermano es el chico de la foto?
-No. Un viejo amigo...- declaró con cierta melancolía.- tiene mas o menos, mi edad. es de Hong Kong ¿sabes?
-Pero la foto es vieja..- declaró ella.- Entonces ¿Por qué no tienes una mas reciente?
-Porque la ultima vez que le vi, fue un poco después de haber sido tomada esa foto: una gran amiga mía la tomó.
Liko guardó silencio unos momentos. Incluso se mordió el labio inferior pues se notaba que, había tocado un punto que no debía de hacer con Sakura.
-¿Le quieres?
-¿perdón?
-Si quieres... al chico de la foto...
-no se ... es complicado.
Colocando una mano sobre la mesa y mirándole con intensidad recalcó.- No es tan difícil: ¿Lo quieres o no?- incluso levantándose un poco de la silla. Sakura la observaba un poco aturdida.
-Teníamos doce.- dijo ella –nos hablamos por teléfono un tiempo...
-Entonces ¿Él volvió allá? – viéndole asentir.- ¿A Hong Kong?
-Si- respondió tomando otro sorbo de café.
-¿Has tenido novio? ¿después de él?
Sakura no tenía porque sospechar de ella. Eran solo preguntas ¿o no?
-No.- declaró – no, no tengo... la verdad es que, los que han llegado a gustarme...- sonrojándose.- han sido un par en mi vida de estudiante. Pero, al final, soy muy diferente a ellos. No puedo confiar en ellos, acerca de mi vida...
Liko sonrió y suspiró diciendo.- Se lo que sientes- sentándose mas relajada.- No tener en común con alguien... secretos de por medio ¿Cosas así?
-Si...- sorprendida que, Liko supiera lo que ella sentía.
En ese momento, alguien se para justo delante de la mesa donde las chicas conversaban. Liko levantó su mirada encontrándose con un hombre. Sakura al ver que su compañera miraba hacía el lado, igual lo hizo, encontrándose con una mirada siniestra y una risa hipócrita en su rostro. Era algo maduro y sus cabellos grises llegaban hasta su cuello. Llevaba sobre si una especie de abrigo-túnica largo.
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Llamaron por teléfono de la habitación de hotel. En esos instantes, Eriol se encontraba con Spinel en sus piernas. El gato halado aun sufría las consecuencias de aquel ataque. Eriol, miraba a la ventana con melancolía. Pensaba en los ojos misteriosos y profundos de la chica que le ocasionó dos meses antes la herida que ahora estaba cicatrizada totalmente. Aunque nunca olvidaría esa mujer.
¿Cómo pudo ser tan estúpido?
Suspiró al escuchar el nuevo repicar del teléfono. Ahí tomándole, escuchó como le decían: - señor: es de recepción... tiene visita...
-hágale pasar- dijo colgando el teléfono.
-es un ajuste de cuentas- dijo Eriol atrayendo la atención del guardián que unos segundos antes dormía en sus piernas.- despertaste- sonrió.
-¿ajuste de cuentas?- preguntó el gato negro frotándose los ojos.- ¿Pasa algo?
-Si, Spinel. Creo que ya basta de andanzas...- declaró.- ya basta de mujeres y mas mujeres...
-¿Señor, habla en serio?-. preguntó sorprendiéndole.
-Desde la muerte de mis padres, he estado tal como decía mi querida Nakuru: desubicado... buscando un amor en los brazos de ...- suspirando.- algo que, no encuentro... seria mejor darme por vencido. No encontraré a nadie...- sus ojos denotaban melancolía.- Moriré al igual que Lead Clow...
-¡Amo! Apenas tiene veinte años...- declaró Spinel.
-Spi: Has estado entre la conciencia e inconsciencia... créeme: lo que se viene, no nos dará la oportunidad de, encontrar amor... tal vez, es mi destino. Estar solo...siempre, siempre...-suspirando.
-Está muy pesimista.- dijo el gato.- usted no era así.
- es lo que pasa, cuando tienes un despertar como el que yo tuve.- sonrió un segundo.- aunque, quisiera que, antes de lo que vaya a pasar, mi querido amigo, ponga en claro y salve a la pequeña Sakura. – riendo.- Se que, mas que todo, no la ha buscado por temor.- Sorprendiendo a Spinel.- con el conocimiento adquirido acerca de mi querido descendiente, - hablando de Shaoran Li.- es notable que, no ha cambiado desde los doce años... para él es tan difícil expresar lo que siente.
-¿cree que, al verla de nuevo, resurgirán aquellos sentimientos?
-Creo que, eso es lo que él teme.- declaró Eriol- La historia del Consejo y su pasado mismo, le ha enseñado que, los esposos de los miembros del Consejo, nunca viven mucho. Dejan viudas y a huérfanos... No creo que, quiera hacer sufrir a Sakura. Pero tampoco, la traerá a lo que no le incumbe. El que Tokio sea el centro de convergencia mágica, lo dificultó todo para él.- haciendo una pausa. Ahí escuchó como tocaban a la puerta. Viendo que, el pequeño gato se marchaba volando, este dijo.- No. Quédate- sorprendiéndole.- no tienes que esconderte de este invitado...
Eriol caminó a la puerta y abriéndole, se encontró con la alta figura de cabellos grisáceos y gafas que le observaba con afinidad. – Hola...- dijo Yukito con su acento de siempre.
Eriol sonrió haciéndose a un lado y dijo.- Hola... es un gusto que vinieras.
-No me agradezcas a mi, somos conocidos.- señalándose.- mi otro yo, dice que no tenía ninguna intención en venir.- sonrió.- Es un poco cascarrabias...
-Si, lo se- declaró.- ¿podrías por favor, pedirle que salga?
Spinel observaba absorto la presencia del joven Tukishiro allí ¿Acaso su amo había enviado por el? Pero después lo pensó: no era con él. Pronto las enormes alas surgían cubriendo la entidad de Yukito dando paso al retirarse, la enigmática (y algo malhumorada) presencia de Yue.
Ante la ya alta presencia de Eriol Hiraguizagua, mas maduro, alta, apuesta y por supuesto, con sus rasgos juveniles pero aquella enigmática mirada que asemejaba a su anterior vida, solo dijo.-¿Qué quieres? ¿qué haces en Tokio?- cruzándose de brazos.
Los ojos de Eriol centellearon un instante: Yue nunca cambiaría.
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Liko lo miró con odio. Odio profundo y absoluto, poniéndose de pie estrepitosamente.
Sakura la observaba desde su silla.
-Siéntate.- dijo el hombre a Liko pero esta no lo hizo.- Mi asunto no es contigo...
-Me concierne a mi.- dijo Liko notando sus intenciones.
-La elegida- dijo sorprendiendo a Sakura. Incluso la miró a ella.- Muy hermosa... no me sorprende que, hayan venido aquí para protegerla...- tocando sin pedir permiso el rostro de Sakura. Pero Liko le da una bofetada a la mano del sujeto, retirándole la mano.
-No la toques...
El hombre sonrió. Parecía que, nadie mas allí se percataba de lo que pasaba. A su alrededor, los demás clientes y meseros, continuaban su rutina.
-No pueden detenerlo- dijo mirando a Liko.- No pueden... dile a él que, no podrá detener lo que se ha puesto en movimiento...- Ahí la tierra comenzó a moverse. Todo lo que había sobre las mesas, las lámparas y los estantes comenzaron a moverse y a caer de sus lugares. La gente comenzó a salir estrepitosamente de allí.- él, a diferencia de su padre, no podrá... ni tu tampoco.- mirándole con odio en ese momento.
Sakura no entendía pero se puso de pie sorprendida. ¿Sería acaso coincidencia todo aquello?
- No cantes victoria...- dijo Liko mirándole. Pero este miraba a Sakura sonriéndole. incluso agachó su cabeza, en especie de salutación.
La tierra comenzó a dejar de temblar. Pero ahí el sujeto comenzó a llamar alguna especie de poder. Una luz comenzó a emitirse a su alrededor incluso, moviendo sus cabellos.
Liko en un primer instante, tomó la mano de Sakura y esta su bolso, siendo prácticamente arrastrada por la chica.-¡¡LIKO!! ¿qué es lo que pasa?- preguntaba Sakura. Ahí se escuchó la explosión detrás de ellas. Sakura se zafó de su mano y miró atrás. El café donde habían estado momentos antes, había explotado. Una columna de polvo de concreto y fuego era lo que se veía. De las llamas y del fuego, salió el sujeto caminando. Se dirigía a ellas.
-¡¡Vamos Sakura!!- dijo tomándole de la mano y saliendo estrepitosamente del lugar.
------------Continuará...
