Sakura, Shaoran Yami Koso Densetsu- Leyenda de Oscuridad.

Por Crystal.-

"Simplemente no puedes escapar de tu destino".

Capitulo cinco.- "Un encuentro ansiado".

-"Si salimos de esta, juro que no vuelvo a molestar a mi hermano con Li Mei Ling"- decía en su mente Tsi, mientras a gran velocidad corrían para salir de aquel lugar.

Pero llevaba a Sakura en su carrera sin siquiera darse una oportunidad de explicar. Por otro lado, Sakura estaba confundida. Un momento, está sentada conversando como civilizados y al otro, dejan un lugar que a su salida, explotó. ¿Qué rayos ocurría?

-¡Detente!- decía Sakura finalmente soltándose de ella. Liko se detuvo de correr.- ¿quién es ese sujeto? ¿por qué corremos?

-No hay tiempo para explicar, Sakura- declaró la chica viendo al sujeto avanzar calmadamente detrás de ellas y la multitud corría a la salida mas cercana. Los extintores se activaron y los rociadores comenzaron a mojar a ambas chicas.- Pero tienes que confiar en mi...

Sakura, no iba a usar su magia. Las cartas, no estaban con ellas; las había dejado en el departamento de Yukito.

-¿No andas con ellas, cierto?- preguntó su supuesta compañera de trabajo a la chica sorprendiéndole.

-¿Con qué?

-¿Por que huyen de lo inevitable?- dijo una voz detrás de ellas. Ambas se voltearon y observaron con temor a aquel hombre mirándoles con una sonrisilla hipócrita en sus labios.

Liko colocó a Sakura detrás de ella. Defendía con su cuerpo la figura de la maestra de cartas, sin Sakura entender el porque. El sujeto sonrió ampliamente.

-tu final vendrá para traidores como tu...- señalando a Liko.

-No veo a ningún traidor por aquí... –le discutió ella.

Sakura notaba que aquel sujeto irradiaba una energía muy mala. Era alguien en efecto, muy malo. Pero ¿quién era?

Ahí el sujeto llamó a su poder, atacando a Liko y esta fue envestida de lado y contra la fuente del centro comercial.

-¡Liko!- gritó Sakura.

Él miró un instante donde arrojó a la chica ahora atontada por el golpe y miró a Sakura. Ella retrocedía y él con cada paso, avanzaba.

La chica tenía por primera vez en mucho tiempo, miedo.

Encontrándose sin escapatoria, esperó lo que iba a pasar a continuación: él alzó su mano a donde estaba su rostro. – preciosa flor... que no mereces esta tierra marchita... ven conmigo... a mi hogar...

Sakura no comprendía.

-¿Qué dice?

-No reniegues tu sangre; tu naturaleza y tu origen... ven conmigo...

-Sakura... No... - dijo Liko poniéndose de pie a duras penas.

-¿Qué no reniegue mi sangre?- preguntó ella algo confundida- ¿Qué dice? ¿Qué sangre me habla?

Iba a tocar su mejilla, pero se detuvo en su andar. Quedándose ahí, frente a frente a la Maestra de cartas.

-Dios del rayo ¡¡Venid!!- se escuchó de detrás.

Entonces algo lo embistió detrás sorprendiendo al sujeto. Otra vez pero esta vez, no fue el mismo poder. Observó a una mujer: o parecía una mujer excepto que tenía alas de mariposa.

Pero delante de él y entre su cuerpo y el de la joven, había un joven de ojos café apuesto y portando espada mientras la posición china de combate con espada la cubría con perfección.

-Si no quieres perder tu vida, lárgate... - dijo Li Shaoran.

El corazón de Sakura latía rápidamente.

¿Podía ser acaso posible? Es decir, su figura de espalda era parecida a la que había visto en sus sueños. Aun no veía su rostro.

El hombre no retrocedió. Se quedaba mirando los ojos de Li Shaoran que irradiaban disconformidad, seguridad, y por supuesto, disposición de morir.

-¿Sabes acaso quien soy muchacho?

Shaoran no respondió. No le interesaba.

-Maximilian Ganossa es mi nombre... recuérdalo... –agitando su capa y retrocediendo.

-¿Ah no? ¿Hasta aquí llegará?- se quejó Ruby Moon decepcionada.

Shaoran miró ahora si volteándose y encontrándose con aquella joven que no veía en años. Aunque ya no era la misma chiquilla: ahora era una hermosa jovencita de finos y delicados rasgos.

Su corazón comenzó a latir como no lo había sentido en mucho tiempo.

-¿Estás bien?- preguntó Shaoran Li sin siquiera tocar la figura de Sakura. Esta asintió aun aturdida se dio cuenta.

Notó que su voz, había cambiado. Cambiado mucho a como recordaba su tono. También su físico. Ya no era un niño.

Pero para sorpresa de Sakura, fue a donde Liko a auxiliarla.

-Despreocúpate Híbrida- dijo Ganossa sorprendiendo a Ruby Moon con aquel nombre.- Cuando nosotros terminemos, no quedarás ni tu siquiera. – marchándose.

-¿Qué haces? Preguntó otro allí presentándose. Su rostro pálido como la nieve, además de cabellos cortos eran plateados. Eran tan plateados como Yue pero sus ojos eran de un negro intenso como la misma noche. -¡¿la dejarás vivir?!.- viendo a Ganossa retroceder. E incluso, pasó por el lado de Liko quien se levantaba. Naiko estaba al lado de Ruby Moon.

-Déjalos Honge.- declaró Ganossa siendo escuchado por todos. Pero Honge no se iría tan fácil.

Aceleró su paso y llamó con su poder una daga de dientes filosos y la iba a embestir en contra de Shaoran.

-¡Li Cuidado!- gritó Ruby Moon.

Pero para sorpresa de todos, Sakura se adelantó colocándose delante de la filosa arma y protegiendo con su cuerpo a Shaoran. Pero Honge se detuvo antes de impactarle. Si hubiera decidido arremeter su arma en el cuerpo de la joven, nada lo hubiera podido impedir.

Pero parecía que, su misión no era lastimar a Sakura.

-pero ¿por qué? Preguntó Honge deteniéndose a milímetros del rostro de Sakura. Li estaba sorprendido que ella hiciera eso. Exponía su vida ante aquella protección del joven de ojos cafés.

Sakura así mismo, comenzó a perder el conocimiento, fallándole las piernas y deslizándose por suerte, a los brazos de Li.

-"Sakura... ¿por qué?"- se preguntó Li para sí mismo. La tomó en sus brazos. Los rociadores tenían a todos los de allí mojados: A todos, menos ese Ganossa.

-Tonto- dijo Ganossa, acercándose a Honge. Incluso, con un ademán, lo desapareció de allí y su voz resonó para decir- Lamento esto. Era un principiante... pero la próxima vez, no correrá ella con tanta suerte... - desapareciendo de allí.

Shaoran observó a Liko y esta observaba con profundo odio como ese Ganossa se desaparecía.

-¿Está bien?- preguntó Ruby Moon acercándose. Naiko venía atrás con su tablero.

-Si- declaró Shaoran alzándole aun inconsciente.- por suerte, no es grave. Solo creo que, se desmayó.

-Llevémosla al departamento... - declaró Liko..- salgamos por las puertas de atrás.-señalando a un pasillo a un lado del centro comercial.- despertaremos menos sospechas.

-En pocos minutos aterrizaremos en Tokio... favor de colocarse los cinturones...

-Touya... - dijo Tomoyo zarandeándolo. En las ultimas noches y por estar vigilando, él no había dormido. Se notaba incluso cansado.- Touya...

-¿Qué pasa?- preguntó sorprendiéndose al encontrar aquellos ojos añiles tan cerca de su rostro.

-Ya vamos a aterrizar.- declaró ella colocándose su cinturón de seguridad.

-¿cuánto falta para que encontremos a esas guardaespaldas tuyas?

-Mi madre me contó que, estarían una vez saliéramos de migración...

Touya jamás había viajado en primera clase. Sonomi insistió que si su hija viajase a Japón a reunirse con sus amigos y parientes, al menos lo hiciera en primera clase. A pesar de que, la idea que el hijo de su "prima querida" la acompañaría le sacaba canas verdes. Pero Tomoyo le aseguró que, no pasaría nada.

Después de su ataque, Touya le dio claro detalle del presentimiento que tenía: Eran personas mágicas por supuesto, Tomoyo con esto, se percató que Touya había en efecto recuperado sus poderes.

Le insistió que no abandonara su habitación de Hotel y así lo había hecho.

Le dijo a su madre que solo se encontraba cansada. Inmediatamente Sonomi salía de aquel lugar, Kinomoto, renunciando a su trabajo en el café dada tantas horas ausentes, se presentaba y le hacía compañía, además de cuidarle.

-¿Crees que fue buena idea el regresar?- preguntó su prima regresándolo a la realidad.

Él asintió para decirle.- Creo que sí; no es coincidencia lo que está pasando además, de los informes de los temblores que ocurren en Tokio... - mirando por la ventana la imagen mas visible del aeropuerto y mas allá, la ciudad.- tengo que hablar con Yukito... cuanto antes- mirándole.- Tu irás a tu casa con tus gorilas- como lograba hacer sonreír a Tomoyo por el adjetivo a las guardas espaldas.- Yo iré donde Yukito y este hablará con Sakura.

-¿Para que Yukito hablaría con Sakura?

-Porque si alguien debe de saber lo que pasa, es Sakura... - declaró Touya como lo mas lógico.- No soy estúpido ¿Sabes?-sorprendiéndola.- Como si no supiera lo que tu y mi hermana hacían todos los días cuando chicas... con ese "oso de felpa"- hablando de Kero- ¡Qué aterrice pronto! No puedo esperar a fumar un cigarrillo.

Tomoyo suspiró. ¿Cómo podían pretender todos aquellos años que, Touya Kinomoto, en verdad no sabía nada? ¡Claro que debía saberlo! Conocía a Sakura como la palma de su mano y era lógico que, con magia o poderes (que mas tarde cedió a Yue), este supiera la existencia de las cartas. Solo que nunca, lo había expresado.

-¿qué? Preguntó ante la mirada penetrante y pensativa de su prima. Esta sacudió su cabeza y miró a la ventana.

El silencio se apoderó del cuarto de hotel. Eriol, no lo observaba a él. Automáticamente acariciaba a Spinel quien aun continuaba en su regazo.

-Entonces eso es lo que han estado haciendo estos últimos...- comenzó Yue a después de escuchar toda la narración por parte de Eriol

-... ¿Dos meses? Si. – declaró la reencarnación de su antiguo amo.- Li cree que Sakura podría ser un blanco dado su gran poder... está preocupado.

-... Sakura no ha usado sus poderes como debe en años...- sorprendió a Eriol. La reacia figura de Yue permanecía erguido. Rígido e inexpresivo ante todo lo que Eriol le había contado.- ... en verdad, desde la partida de Touya, ha estado así.

-Me cuentas de Sakura ¿Pero que hay de ti?- sorprendiendo al guardián.- Es decir ¿Qué ha pasado cuando su hermano se marchó? ¿Acaso no habías vuelto a resurgir?- viéndole negar con su rostro.- ¿ni siquiera cuando su hermano se marchó?

-No creo comprender...- respondió después de un momento de silencio.

-Bueno, después que él te dio sus poderes para ayudarte a sobrevivir se volvieron muy cercanos. Kinomoto te vio mucho antes que Sakura. Sabía de ti y sacrificó su mayor don para ayudarte a vivir. Supongo que te sentirías... mal...- con la enigmática mirada heredada de su anterior vida.

-No vinimos ha hablar de mi sentir... hablamos de Sakura. ¿Quieres que la proteja?

-Mientras, si.- declaró Eriol poniéndose de pie pero colocando a Spi a un lado del sillón.- Ambos conocemos a Sakura; no desconfía de nadie. Li Shaoran, le ha colocado alguien de confianza a su lado y además la espía... vigila todos sus movimientos hasta donde le es posible.

-Pero no confías en esa vigilancia...

Eriol no respondió esa teoría del guardián de la Luna, mas prosiguió.- No se cuanto tiempo Li mantendrá oculta su presencia en Tokio de ella, pero trato hasta donde me es posible (Cosa que no es fácil), ocultar la mía por igual. Quiero que hables con Sakura.- ordenó.- Convéncela que practique. Es vital... importante... podría salvar su vida...

Yue aun cruzado de brazos notó la seriedad y preocupación de Hiraguizagua ante aquella aseveración.

-¿lo harás?

Un momento de silencio surgió en lo cual Spinel observaba uno y otro rostro. La riña existente entre ambos venía desde el día de té en la casa de Hiraguizagua, cuando Sakura cambió todas las cartas. Parecía que, aun Yue continuaba molesto con su amo.

Pero Yue adoraba a su nueva ama. Tal vez el hecho de que, Eriol no le comunicara nada cuando se dio cuenta que era la reencarnación del mago Clow o en todo caso, que buscara el libro para poseerlo en esta vida y continuar a su lado, era lo que mas le molestaba.

-Veré lo que haré.- respondió finalmente, calmando al hombre.

Eriol asintió y volvió a sentarse, - muy bien, bien.- declaró Hiraguizagua.- Hay otro punto: - haciendo una pausa.- Todos aquellos que estamos relacionados directa o indirectamente con Li, corremos gran peligro.- explicó.- Tu otro Yo, tiene que avisar a Kinomoto.

-¿por qué?

-Conoció a Li. Sakura es la Maestra de las Cartas. Corre gran peligro.

-¿Qué hay entonces de la niña?- preguntó Yue. - ¿La amiga de Sakura? ¿está ella en peligro?

-No he dado con ella aun...- tosió el sujeto.- El teléfono de su casa no me lo responde; tampoco los correos.

Yue alzó una ceja y se quedó mirando en silencio a la reencarnación de su antiguo amo.

-¿Qué?- preguntó este algo incomodo.

Era la primera vez que, Yue observaba a alguien como Clow o este sujeto, incomodarse ante algo. Pero la verdad era que, tenía años que no lo veía. Ya no era aquel chiquillo de doce años con la mirada de que sabía cosas sobre las demás personas. O que era mas sabio. Era un hombre ya. La vida continuaba. Pero ¿por qué Yue sentía que él no avanzaba?

Tal vez porque todos a su alrededor envejecían. Él no.

-¿Ha mantenido contacto con ella?

Asintió molesto. – Así es. Mas aun cuando necesitaba saber de los progresos de Sakura, sin intervenir directamente con su vida. He mantenido una relación con Tomoyo Daidojij mas aun viéndole en el desfile anual de caridad de Londres... mi madre, era la patrocinadora principal y he continuado su labor. Fue invitada por un filántropo londines que, mantiene negocios con su madre.- cambiando el tema y así su mirada al guardián.- Haz por favor lo que te dije: avísale a su hermano.

-¿Si se niega a venir?

-Cuando sepa que su hermana está en inminente peligro de muerte, vendrá.- sonriendo aun mas agregó- Y si eso no funciona dile que "su novio" de Hong Kong, está cuidándole.- Yue hasta ahí comenzó a comprender.- Tomará el primer avión a Japón.

Spinel suspiró. La verdad, su amo no cambiaría.

-Tendrás que contarle la verdad- dijo Tsi a su amigo ambos en el departamento de la primera mientras Sakura aun continuaba inconsciente. Ambos tenían sus cuerpos empapados gracias al agua de los rociadores en el Centro comercial.- ya viste que es inminente blanco para esos sujetos.

-lo sé, lo se- dijo Shaoran Li molesto ante toda aquella situación.- quería con todo mi ser que estuvieras equivocada.- mientras Tsi le pasaba una toalla. Naiko en esos momentos, salía con ropas de Tsi mientras las de ella, estaban empapadas de agua.

-Tu turno Li- dijo Naiko Chan ante su mirada. dirigiéndose a Tsi, preguntó.- ¿Dónde está el secador?

-En el cuarto de lavado, al lado de la cocina.- tomando también sus ropas y diciéndole a Li comentó.- Bueno no tengo ropas de hombre aquí... es decir...- haciendo una pausa.- Puedes usar unas camisetas que uso para dormir...

Sin decir mas nada, Shaoran se dirigió al cuarto de baño y Tsi a buscar a su recamara las camisetas que su amigo podía usar.

Nakuru se quedó a solas con Naiko.

-¿Cuál es la historia de Li con esa niña? ¿la maestra de las cartas?

-Un viejo amor de niños.- declaró Nakuru.- Que estuvo precisado a dejar ir. No quería que estuviera involucrada en todo este asunto, pero es mas de lo que quisiera.

Naiko no comprendía.

-¿Acaso no recuerdas lo que dijo ese Ganossa? "No reniegues tu sangre; tu naturaleza y tu origen... ven conmigo..." eso dijo. Que no negara su naturaleza.

-Pero ¿qué quiso decir? Ellos ¿Son acaso humanos?

Negó con su rostro diciendo.- según los documentos del padre de Li, no lo son. Son de otro lugar...

Pero mientras ellas dos conversaban Li Shaoran mientras se despojaba de su camisa, repasaba una y otra vez la imagen en su cabeza: Sakura, se interpuso entre la espada de aquel hombre y él. Sin pensar en las consecuencias. Era como si tuviera la conciencia de que ¿El hombre se detendría al verla? ¿ o tal vez no midió aquella acción?

Tocaron a la puerta antes de que Tsi entrara y sonrojándose ante el desnudo torso de su amigo de infancia le pasó la camiseta diciendo con tartamudeo.- Aquí... está...- pasándosela con rapidez.- Lo... siento...

Cerró la puerta con ímpetu. Respiró profundamente y se llevó una mano a su pecho. Jamás se adaptaría. ¿Qué le pasaba? Tenía un hermano de la misma edad que Shaoran. Solo que, Shaoran no era su hermano.

Le gustó cuando tenía diez años. Le gustó mas aun cuando ella jugaba con Mei Ling en los jardines de la casa Li mientras él estudiaba. Después cuando él le dio su primer beso.

-¡Cálmate Biatsi! Es como tu hermano... es tu amigo... es todo... –Caminando a su recamara. Ahí notó que Sakura, recobraba la conciencia.

Ahora tenían un reto mucho mayor en sus manos: decirle a Sakura, la verdad.

-¿Liko?- preguntó Sakura mientras la observaba aturdida.- ¿Que pasó? ¿dónde estoy?

-Estás en mi departamento Sakura.- respondió la joven a su compañera de trabajo.- ¿Cómo te sientes?

-Algo mareada- declaró con veracidad la joven. Pero poco a poco los recuerdos llegaron a su mente.

-¿qué pasa?

-Liko: ¿no fue un sueño?- notándose mojada hasta el ultimo cabello. Liko se mordió el labio.-¿lo que pasó fue verdad...? ¿Todo lo que pasó?

-Me queda algo ajustada Biatsi.– escuchó la voz provenir de la puerta. Ahí Liko se volteó para observar a Li Shaoran entrando en esos instantes y quedarse "hipnotizado" y congelado ante la mirada esmeralda desde el lecho.- Hola...- dijo como una vez lo hizo años atrás, después de haberse marchado.

Sakura no podía articular alguna palabra. No en ese instante.

-Supongo que, querrás un poco de té.- mirando sus ropas húmedas, - y cambiarte...- sonriendo nerviosa. Pero Sakura solo se quedaba observando (Sin llegar a creer) la atlética, atractiva y alta figura de su primer amor. Sintiéndose como un tercio decía mientras se dirigía a la puerta- Si, té... haré té. ¿Quieres té Shaoran?- siendo esto escuchado por Sakura.- ¿No? Bien...- marchándose y dejándoles solos.

-Estás aquí... - dijo ella finalmente. Solo se escuchaba el viento entrar por la ventana y mover las cortinas.- En Japón...

Él apretaba las manos convirtiéndoles en puños como cuando era niño: cuando no encontraba como explicarlo todo. Como decir las cosas.

Eso no cambiaba.

-¿estás bien?- preguntó ella ante su silencio.- Es en verdad algo extraño verte después de tanto tiempo... –comenzando a hablar como cuando no encontraba mas nada que decir-. Después de tantos años... te escribía... – riendo por primera vez.- Pero casi no me las respondías...

-Lo siento...- comenzó a decir.-no recuerdo....- dudó un instante- es que, no tengo mucho tiempo...

-Comprendo... compromisos...

-Algo así...

-Escucha, yo...- dijeron ambos al unísono. Se quedaron observando uno al otro.

-¿Quieres decir algo?-preguntó ella sonriendo cortésmente. Él asintió pero sin mirarle.- Puedes decírmelo... lo sabes... aunque, verte aquí... ahora, es algo aturdidor...

Pero él le interrumpió diciendo.- Tu vida está en peligro...

Ante aquella frase, solo se volvió a escuchar el viento. Las miradas de ambos estaban colocadas sobre el otro.

-"Claro que es su primer amor..."- decía Biatsi sirviendo el té en las tazas y colocándoles sobre bandejas.- " me contó de ella..:" cuando estábamos allá. En Hong Kong...

-Disculpa- la sorprendió Naiko en la cocina.- ¿Necesitas ayuda?

-No, ya estoy bien, gracias...- dijo la joven tomando la bandeja entre sus manos.- llevaré esto a Shaoran...- y señalando las otras tazas.- Toma una... se resfriará si no bebe algo caliente...

-Muchas gracias...- declaró educadamente la joven.

Biatsi se detuvo un instante y preguntó.- Disculpa pero ¿Cuál es tu habilidad? – notando la incertidumbre ante aquella pregunta, agregó.- Es que, se la historia de Hiragizawa... de Shaoran... se que tengo que ver yo en esto y Sakura... pero ¿TU que?

-Soy especialista en centros de energía...- declaró la joven y haciendo un ademán, agregó.- No se que gran ayuda puedo ofrecer pero Kaho insistió que acompañase a Hiragizawa...

Biatsi no preguntó mas nada. Después de todo, no estaba en su poder comprender el todo de aquel lío en el que estaban metidos. Aun le costaba comprender su propio pasado.

Biatsi llegó a la habitación llevando ambas tazas en la bandeja. Encontrando el lugar en un silencio ensordecedor. Dijo con voz tenue.- Anda Sakura: Bebe esto... te calentará... y habrá que cambiarte de ropas...- sonrió cortésmente. Sakura la observó un instante y luego miró la ventana. Dirigiéndose a Shaoran y con mucho respeto le presentó su taza y preguntó.- ¿Le dijiste?

-Solo que su vida está en peligro...- declaró pacientemente – Solo se quedó ahí...- señalándole – Sin siquiera responderme...

Biatsi alzó una ceja y miró a Sakura. Esta observaba a la ventana en silencio con la taza en silencio.

-Solo...- dijo ella en un susurro atrayendo ambas miradas.- ¿Solo viniste a Japón por eso? ¿por qué mi vida corre peligro?

-Claro... bueno, no solo eso. El mundo como lo conocemos corre peligro...

Sakura sacudió su cabeza. La verdad era que, para que algo así pasara, para que él volviera, era necesario una catástrofe. Como la última vez, cuando lo conoció: tal vez fueron circunstancias ajenas a su voluntad.

-¡Shaoran!- dijo Biatsi molesta ante la actitud del joven.- Debes de decírselo todo...

Sakura notó por segunda vez, como esta chica le llamaba por su nombre.

-Es que ella no pregunta...

-no necesariamente tiene que preguntar...- declaró Biatsi algo asombrada. ¡vaya que esa Sakura, ponía al Li Shaoran que ella conocía, algo confundido! ¿O confuso para ella entenderle?.- ¿Y que es eso de decirle que su vida corre peligro?¿ Solo eso? Cuéntale todo desde el principio o terminará mas confundida que lo que está...

"Han pasado años Sakura"- pensaba ella viéndoles discutir.-"él continuó con su vida. Ella le dice Shaoran. Wei, su mayordomo, dijo que, solos aquellos que eran de la extrema confianza de Li o entre su circulo intimo, le llamaban por su nombre. Pero ¿qué tan íntimos son ellos? "

-Disculpa.- dijo Sakura cortésmente.-estuve en Hong Kong años atrás... conocí a todos los Li.- ahí Shaoran y Biatsi le observaban.- a sus hermanas... su madre...- haciendo una pausa.- ¿Quién eres tu?

-Mi verdadero nombre es Reiko Biatsi.- declaró con respeto y con una sutil sonrisa en sus labios.- Soy cercana a la Familia...

-¿Por qué no te conocí cuando fui a Hong Kong?

-Estaba de viaje... con mi hermano a donde unos parientes lejanos.- declaró con profunda sinceridad.- Volví a finales del verano...- declaró con seriedad – pero ahora, esto es irrelevante.- dijo mirando a Shaoran.- Escucha Sakura: algo pasa. Algo grande y peligroso para todos aquellos que, alguna vez estuvieron en contacto con Shaoran...

-¿Qué cosa? preguntó Sakura ahora mirando al serio Shaoran Li que ahora, no las observaba a ellas: Miraba el paisaje en la ventana.

-Hace veinte años..- comenzó diciendo Shaoran atrayendo la mirada de las jóvenes.- Mi padre, descubrió entre los miembros de los hechiceros en China, una traición. Un traidor. En contra de los deseos de los demás hechiceros... lo exilió de China. Pero el sujeto, dijo que, el asunto no terminaría ahí. Que no pasaría mucho y todo se volvería a repetir. Ahora parece que el asunto se extiende mas allá.

-¿De que traición hablas?- preguntó Sakura

pero en otro lugar, dos personas discutían la misma cosa.

La voz de Amelie se escuchaba explicándole a Fujitaka.- Hace veinte años, en China, se abriría el Nexus. Pero un grupo, logró averiguar el trato que teníamos con un humano con poder. Lo exiliaron y el sujeto, poderoso en ese entonces, pudo evitarlo todo. Lo sorprendente de todo ese asunto es que, ese Li, supiera de nuestra existencia y nuestros planes. Aunque no creo que, supiera lo de China... – mirándole con sabiduría de que, ella sabía su entrometimiento en el asunto con el Li.- ¿Acaso no sabías que el próximo lugar sería Tokio?- sonriendo divertida.- te vengo siguiendo desde hace meses... se lo que planeas... se lo que todos planean... ¿Qué no sabes que, desde el mismísimo Li quien murió hace mas de quince años, venimos siguiendo todos los que se relacionan con él? Coincidencialmente todos hechiceros... Entre media razas, híbridos... y todo los demás.- Declaró Amelie.- Hace dos meses, enfrenté a Híbridos y un hechicero... no fue difícil tratar de eliminarlo... los híbridos me dieron mas problemas...

-¿A que llamas híbridos?

Ella complació su curiosidad.

-Criaturas... nacidas de la magia y de lo que ellos llaman magos, hechiceros... personas con poderes...-declaró ella.- Aunque aun no entiendo tu afinidad con los humanos... pero aun así, no me interesas como victima... tampoco a los antiguos...

-¿Lograste eliminar al hechicero?- preguntó Fujitaka con preocupación. Ella le miró un instante.

Pero no le respondió.-Tu vida entre los humanos es patética. En serio Hinomoto...

-Yo no llevo ese nombre.- declaró.- mas de treinta años que no lo uso...

-Si, claro... ahora es ¿Kinomoto?- sonrió burlescamente mientras sus cabellos rubios en bucles caían graciosamente sobre sus hombros y descendían su espalda.- La verdad es que, no pensaste que, esta vez sería donde vives ¿no? El centro de la conversión sería Tokio... hace veinte años, fue Hong Kong...

-Sería Hong Kong.- declaró Kinomoto.- Esa vez, pudo evitarse.

-Porque no habían surgido los pilares...- sonrió ella ampliamente.- Porque no vives allá... los Lucifers... han tomado poco a poco nuestras cosas... nuestros territorios... ¿Sabes lo que es, tener en tu sangre, sangre de Lucifer?

-Si lo se...

-¡Claro que lo sabes, Maldición!- declaró Amelie molesta. – Lo sabes... me abandonaste a mi... a todos... por tu negligencia... por tu debilidad.

-Mi consideración por los humanos, no es debilidad. En realidad, lo encuentro una cualidad.

-parecería que, fueras mas de ellos, que de nosotros. Como si tu interior, tu alma fuera de ellos. Tanto así que, te uniste a ellos para pelearnos...- declaró ella molesta.- Y detrás de ti, te siguieron unos cuantos... – mirando todo con desprecio.- ¿Qué tiene este mundo que te guste tanto? ¿ o a los demás? Es rudimentario...

-¿llamas a este lugar rudimentario?- preguntó sorprendido.- ¿Sabes que fue lo primero que me llamó la atención de este lugar? –viendole sin siquiera hacerse la misma pregunta.- la lluvia...

-¿La lluvia?- preguntó con incredulidad.

-La lluvia.- sonrió él con la dulzura que era costumbre en él.- Es fría.... fresca... puedes caminar en la lluvia sin temer enfermarte como pasa en tu hogar...

Ella que estaba apoyada en el alféizar se acercó mirándole al principio con odio, para ir endulzando y suavizando su mirada. colocó sus manos en las piernas del hombre mientras a centímetros de sus labios dijo con voz tenue y susurrada.- No te importó dejarme... – acorralándole entre su cuerpo y el escritorio.- dejar a tu prometida allá en Nexus... viniste aquí, y me olvidaste....

-Yo no te amaba como crees...

-Me amabas, aunque fuera un poquitito. Era suficiente...-sonrió buscando sus labios.

-Si te hubiera amado como te merecías, jamás te hubiera dejado ¿no lo has pensado?

En ese instante notó las fotos a un lado: dos jóvenes: una de ojos verdes y cabellos café y otro, mayor que ella. Así notando la foto de una de cabellos plomizos, joven de ojos esmeralda, que lucía un sombrero y parecía estar en la playa.

Ella le miró nuevamente con odio diciendo con violencia.- Aquí se envejece con tanta facilidad... no allá...

-No. Sigues como te recuerdo...

-Una década aquí es un año allá... ¿no crees? No te ves igual... pero los años han hecho maravillas sobre ti...- finalmente besándole. Pero Kinomoto, la separó de sus labios. Ella le miraba sorprendida. - ¿Acaso no puedes recordar como era lo nuestro por un instante?

-¿Acaso me dirás que, viniste aquí del Nexus para buscarme? ¡por favor! Han pasado treinta años... quizá mas.

-Tienes razón... no, no he venido por ti...- declaró con exasperación.- Estoy aquí en una misión y pensé en visitarte... –Separándose de él.- eso hago: te visito y te advierto: No quieren que nadie intervenga con la apertura del Nexus... los que pueden intervenir se encuentran como blancos de ser eliminados.

-¿Acaso viniste a matarme, o a advertirme?- mirándole a través de las gafas.- ¿Ya encontraron quien lleva el juramento de sangre?

Esta joven sonrió sutilmente. No le daría aquella respuesta: que encontraran o no quien tenía el voto de sangre no era su asunto.-No no eres un estorbo.- declaró Amelie.- Después de todo, que fallara veinte años atrás, cuando se trató en China, no interviniste... no directamente, en ese entonces.- mirándole con intensidad.- Pero te he espiado... te he estado vigilando... – frunciendo su rostro.- Te doy esta advertencia tal vez, porque aun no me olvido de ti o de lo nuestro: Vete del país. Si es posible, llévate a tu hijo y lárgate...

-¿Mi hijo?

Ella asintió diciendo.- Tu hijo o tu, no son enemigos potenciales...

-No mencionas a mi hija.- dijo Fujitaka con un mal presentimiento.

-Tu hija, es muy importante...- declaró ella mirándole.- Lo siento...- sabiendo lo que decía.- Pero mira el lado bueno: no los perderás a ambos...- pero cuando menos lo pensaba, Kinomoto la tenía aferrada por el cuello con violencia.

-JAMAS... PERMITIRÉ... QUE, TE ACERQUES A MI HIJA ¿Te queda claro? ¡Aléjate de Sakura!

-Imposible... lo sabes...- dijo ella tratando de liberarse de su agarre ya que le cortaba la respiración.- ¡Suéltame Kinomoto!

-Fujitaka—dijo una voz detrás de él y notó las manos juveniles de Sebura tratando de liberar a la mujer del agarre del hombre.- Déjala ir... ¡¡Déjala ir!!- tratando de convencerlo mientras el miedo se notaba en su voz.- Por favor... no lo hagas...

Escuchando aquella suplica, Fujitaka miró a un lado, notando los ojos de Sebura llenos de tristeza fue recobrando la compostura y dejando poco a poco, ir a Amelie mientras esta retrocedía.

-¿Estás bien?- preguntó a Fujitaka dulcemente la mujer.

Amelie crispó la lengua en señal de desaprobación. Sebura le miró con ira, mientras se cercioraba que Kinomoto se encontraba bien y recobraba su compostura.

-Aléjate de Sakura- dijo Fujitaka.

-No se porque lo quieres... tu desencadenaste los eventos tal como ocurren ahora... –no dando mas detalles de lo que hizo décadas atrás. - te doy la oportunidad de que tu hijo y tu se salven. Tal vez, por el amor que te tuve... o te tengo aun...

-Será mejor que te largues...- dijo Sebura.

-No se porque te importa él. Nunca te querrá como tu quieres... él solo ama a los humanos... pensé que lo sabías.

Sebura repitió.- Lárgate...

Amelie sonrió y diciendo.- hablamos luego...- desapareció de allí.

-Entonces ¿Hay personas como nosotros pero de otro lugar, que quieren abrir una especie de puerta para cambiar lo que ellos llaman "contaminantes" con nosotros?

-Catalizadores de violencia... –declaró Biatsi.- tal vez, criaturas según averiguaron del sujeto que interrogaron... un viejo miembro del Consejo...

-¿El consejo, dices?- preguntó Sakura sorprendida y recordando su sueño.-Igual que en mi sueño...- atrayendo la mirada y aun mas la atención de Shaoran.

-¿Tu sueño?- preguntó Li.

Sakura asintió diciendo.- Tuve un sueño... lo he tenido constantemente en estos días, ese sueño: hablan del Consejo... en un momento, es como si estuviera dentro de alguien. Después, estoy a un lado. Puedo escucharlos hablar...

-¿Puedes reconocerlos?

-Solo uno de ellos—declaró Sakura.- Hablan de una decisión que tomaron... porque alguien trató de apoderarse de algo que, no era suyo. Pero ellos, pudieron prevenirlo.

-¿Sabes que es lo que previnieron de que se apoderaran?- preguntó Biatsi.

-¿Dieron algún nombre?

-Si... –declaró Sakura.- Hamagoro...- sorprendiendo a ambos jóvenes.

-¡Shaoran!- dijo la chica de ojos miel.- Ella ha soñado con ello... – mirando a Li algo reacio ante la idea de que, Sakura soñara eso; Que estuviera mas involucrada de lo que quería. –Con Hamagoro... no es coincidencia.

-¡Silencio Biatsi!- Dijo Shaoran – Déjame pensar un momento... –mirando a Sakura con ternura y rectitud al mismo tiempo preguntó pasivamente.- Dices que reconoces a los del sueño...- viendo a Sakura asentir.- ¿Quiénes eran?

-Tu...- señalando al joven Li y este sorprendiéndose. Incluso, descruzó sus brazos ante aquella revelación.- eras tu...

-------- Continuará...

ya avanza la historia y mas secretos se verán descubiertos. Gracias por apoyarme en este nuevo proyecto. Gracias especiales a quienes siempre me escriben al correo y aquellos que me dejan review.

Próximo capitulo: Nexus

comentarios, dudas, tomatazos y demás a y