Sakura, Shaoran Yami Koso Densetsu- Leyenda de Oscuridad.

Por Crystal.-

"Simplemente no puedes escapar de tu destino".

Capitulo quince: "El otro guardián: el rescate de sakura y el despertar del ultimo poder"

-Hora del desayuno... despierta monstruo.- escuchó Sakura decir entre sueños a la voz de su hermano.

-Pequeña Sakura: hora de ir a la escuela- escuchó entonces la voz de Fujitaka.

-Sakura: no importa lo que pase, siempre permaneceremos como amigas- le aseguró la voz de Tomoyo.

-¡Sakurita¿Es que ya no me quieres? Pase lo que pase, siempre estaré a tu lado- dijo Kero en su cabeza.

-Lamento haber traído esa responsabilidad a tus manos mi estimada Sakura- escuchó la voz de Eriol- Pero era, tu destino.

-Nunca te olvidaré Sakura- escuchó la voz de Shaoran parecía susurrarle a su oído.- Después que todo esto acabe, haremos tiempo para nosotros... lo prometo.

-¿Por qué no le has dicho nada a esa persona especial? – escuchó la voz de Yue decirle.

-Siempre tendrás un amigo en mi Sakura... tenlo claro y seguro, siempre. – escuchó la voz de Yukito.

Sus ojos abrieron con confusión, algo de bruma y finalmente, adaptando su mirada a su alrededor, se encontraba mas confundida. Incómoda también. Vio a su alrededor: era una especie de salón enorme. Parecía una catedral. Tenía vitrales en las ventanas pero no tenían figuras claras. Un techo acampanado con extraños símbolos se abría sobre ella y al menos debía de tener diez metros de altura.

Se dio cuenta que estaba en lo que parecía una mesa dura. Trató de halar sus manos a su cabeza y no pudo: estaban en grilletes a cada lado de la mesa. Se dio cuenta que no llevaba las ropas que llevaba y recordaba: era una especie de vestido. Era un vestido con mangas anchas que llegaban a mas allá de sus muñecas. Su escote era algo pronunciado (que jamás usaría) y era holgado. Vio hacía el frente y se notó sin zapatos.

-Espero que estés cómoda.-declaró una voz que conoció como la de Tomoyo, su amiga de siempre. Movió su cabeza a donde provenía la voz y en verdad notó la fisonomía de Daidouji que portaba una daga en sus manos blancas, una mirada fría en aquellos espejos amatistas, y una sonrisa violenta sobre sus labios.- Esto podría durar un largo rato.

-¿Qué... que quieren? – tratando de forzar sus grilletes en sus muñecas.

-No eres Super chica – declaró con cierto aire malicioso y aun no borraba aquella mirada, sobre la joven.- No podrás con ellas... – caminando con aire juguetón agregó.- Y lo que queremos, no es importante... por lo menos, no lo es para ti.

-Quita el rostro de mi mejor amiga. No eres ella...

-No. No soy ella- declaró con aire de drama.- ¿Sabes? Fue valiente...- pasando la navaja con dientes filosos sobre el rostro de Sakura.- Ella por lo menos, no gritó...- sonrió aun mas.- cuando le inserté esto... en sus entrañas. Irónico ¿no es así? La misma arma que atravesó a su amado Eriol... fue la que se encargó de ella. – Sakura cerró sus ojos tratando de calmarse en no querer imaginarse como fue aquello. Tampoco quería mirar a esa mujer. ¡el miedo que de seguro pasó su mejor amiga! – Pero no te preocupes: individuos como yo, solo fallamos una sola vez- dijo a su oído antes de pasar su lengua por la mejilla de su victima. Sakura gimió sintiéndose asqueada. – la siguiente no fallaré.

-Exijo saber... – pero fue interrumpida por otra persona que se materializó al lado de la mujer.

-Señorita "Kinomoto"- declaró Ganossa observándole maravillado- Finalmente... sea bienvenida.

Sakura lo miró con desprecio y luego a la mujer con la identidad de su amiga.

-¿Qué quieren conmigo?

-Sabes que queremos contigo. Queremos que abras por completo el portal. – rió Amelie.

-O al menos, que alguien que si puede, lo haga con usted- sorprendiéndole.- Ella no será suficiente.- sancionó Ganossa.

-Es una hechicera- agregó Amelie sorprendida.- Puede hacerlo. Por algo Eriol y los demás...

-Si, si... es poderosa en su mundo. Pero sus poderes no son nada contra nosotros.

-Pero ella...

-Si, tiene el poder si a eso te refieres, pero aun así no es ella suficiente. Pero esperemos que llegue nuestro siguiente invitado. Él si tiene el poder y la sangre para hacerlo.

-¿Él¿ quien? – preguntó Sakura.

Ganossa le miró con una mirada llena de emoción y declaró. -¿Sabe porque su padre puede vivir en su mundo? Moverse como uno de ellos, vivir como uno de ellos...- Sakura no respondió y Ganossa agregó..- Porque renunció como muchos otros a parte de sus habilidades. Renunció a la inmortalidad...

-¿Inmortalidad?

-Nosotros vivimos muchos años... siglos incluso señorita Hinomoto. Ese es su verdadero apellido, por cierto- sonrió. Observando a Amelie aun con el físico de Tomoyo declaró.- Ve a ver porque tarda tanto-.- con aquello Amelie lanzó un beso a Sakura y se marchó desapareciendo delante de ella. El hombre prosiguió. – somos prácticamente inmortales. Una vida completa bajo un manto oculto de su dimensión. Pero como todos los cuentos, no existen los finales felices. Cada cierto tiempo nuestro mundo tiene que ser limpiado de algo difícil para usted como mortal entender. Pero su padre, si lo vio... su padre vivió en aquel mundo. Su padre vio los efectos que nuestro mundo ocasionaba al suyo. Pero, negándose al proyecto, también trató de impedirlo. Nos hemos dado cuenta, que, su mundo tiene todo lo que el nuestro le hace falta. –los grilletes chocaban contra el mármol de la mesa donde estaba Sakura encadenada y Ganossa sonrió.- Así que, la única forma que tenemos de completar nuestra operación es con la presencia de alguien. Alguien con la habilidad suficiente para hacer el cambio.

-Años atrás no necesitaban alguien como yo para hacer su cambio.- declaró Sakura inteligentemente.- ¿por que ahora si?

-Porque no es un cambio de auras o como ustedes le llaman de energías positivas y negativas... ahora es un cambio, de dimensión...

-¿Qué Cosa? .- preguntó sorprendida.

-Adoptaremos este mundo como nuestro... y ustedes, irán al nuestro.

-¡Imposible!- declaró incrédula.- ¿Cómo moverán a miles de millones de personas de nuestro planeta al suyo sin nadie percatarse¡jamás lo permitirán!

-No tienen opción.- declaró con astucia.- para ello, necesitamos alguien que, tenga poderes espirituales.

Su mente comenzó a conectar las ideas y en un murmullo declaró.- Touya...

-¿Cómo rayos que desapareció? – exclamó Touya alarmado al teléfono.- Tiene que aparecer. ¿cómo demonios permitieron que ellos se la llevaran? – sus gritos de inconformidad eran escuchados mas allá del aparato que su progenitor valientemente sostenía a su oído (aunque claro, lo despegó un par de veces) pero eso no impedía que las personas laborando a su alrededor escuchasen las reclamaciones acerca del paradero de su hermana menor.

Su padre declaró con advertencia al otro lado de la línea.- Se que piensas eso. Pero no es sencillo. Raci ha rastreado todo posible punto de referencia dentro de Japón. No aparece.

-¡Demonios, demonios demonios! – declaró alterado totalmente. Buscaba en el bolsillo de sus pantalones su cajetilla y encendedor. Mientras Biatsi estaba al lado de él escuchando sus maldiciones. Ukio estaba al lado de la señora Ieran Li con el mismo rostro contorsionado y Ukio estaba releyendo una vez mas los diarios de su padre en busca de alguna solución. Aunque con el enfrentamiento mas temprano, era notable en el rostro del sujeto, los moretones de las golpiza que ambos hombres.

-Pregunta por Shaoran, por favor- declaró Biatsi.

-¿Dónde rayos está el mocoso? – preguntó Touya - ¿Acaso desapareció también?

-No- declaró Fujitaka.- No necesitan a Shaoran Li. Si hubiera sido el caso, desaparece junto con Sakura.

-¿qué es lo que quieren con ella? – preguntaba con aprehensión.

-...

-¿Papá¿qué es lo que quieren con Sakura? – insistió nuevamente.

Biatsi buscó en sus cartas mientras escuchaba en el fondo la voz de Touya pidiendo explicaciones por el teléfono. Ella no necesitaba enterarse de aquello.

Sus cartas y sus recuerdos le decían que hacer.

Se puso de pie cuando el reloj de la cocina tocó la hora. Era tiempo. Fue a su habitación y sacó lo que necesitaba de una de las gavetas. Miró y hesitó un instante pero mordiéndose el labio y sintiéndose culpable, se dirigió al salón y apuntó en el mueble a quienes eran su hermano y su tutora. Touya sorprendido, vio como la muchacha apretó el gatillo dos veces, sintiéndose a penas un roce en el aire como sonido. El rostro del hermano de Reiko no parecía creer lo que pasaba antes de quedar inconsciente.

-¿Touya¿qué pasa Touya? - preguntaba su padre con intensidad.- ¡Touya!- pero este sorprendido observó aquella escena que le heló la sangre.

No podía ser. Se negaba a creerlo.

-Será mejor que cuelgue doctor...- declaró Biatsi con su mirada y su arma apuntando directamente al pecho de Touya. – O no voy a pensarlo dos veces...

Touya aun escuchaba la voz de su padre, cuando colgó su teléfono celular. No quería levantar las manos. .¡Aquello de por si era inverosímil para ser cierto!

-¿Usted¿Acaso eres uno de ellos? - miró nuevamente los cuerpos inconsciente de Ukio e Ieran Li.

Sus ojos no eran fríos. No eran inhumanos como los demás del Nexus que había conocido. ¿cómo era posible que ella pudiera engañar a todos a su alrededor?

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Shaoran ingresó a toda prisa al centro de comunicaciones donde se encontraban Raci y Fujitaka estudiando una y otra vez toda señal que surgiera en la pantalla. Hasta ahora no habían encontrado nada.

Shaoran dirigiéndose a Raci declaró.- ¿Algún cambio?

Ella negó con su cabeza. –El doctor Kinomoto cortó comunicación hace unos instantes.- señalando con una cabezadita a Fujitaka- Podría ser, que se lo llevasen también.

-¿qué¿Con Sakura no es suficiente?

-Ahora mismo no creo que, quisieran solo a Sakura del todo- declaró Fujitaka alarmándose. En ese momento, entran por la puerta Yue y Kerberos en su autentica forma.- ¿Algo?

Kero negó con la cabeza diciendo con voz preocupante- No detectamos ninguna señal de Sakura.

Yue agregó.- En ninguna parte...

Shaoran estaba totalmente impotente. Marcó a continuación un numero de su móvil. Raci le observó interrogándole.- ¿a quien llama?

-A Eriol. Si alguien mas poderoso que yo, es él. encontrará a Sakura con sus poderes.

Raci dudaba aquello, si sus propios guardianes no la localizaban ¿qué esperanza había con el hechicero? Encarnación de Clow o no, si tenía igualmente sus limites. Shaoran no tardó de dar con Eriol. - ¿Qué pasa Li? – estaba delante de una cama a la cual una joven se recuperaba de su altercado. A su lado Naiko permanecía con sus ojos llenos de lagrimas y Nakuru también estaba, escuchando los sonidos y silbatos de los diferentes aparatos conectados en la fisonomía de Tomoyo.

-Perdimos a Sakura. – sorprendiéndole.- uno de ellos se la ha llevado. Yue y Kerberos no la detectan por ninguna parte y yo...

-No está muerta Li- concluyó Eriol – Sabes muy bien que si ella...- dudando decirlo y con la mano de Tomoyo en la suya agregó.- Los guardianes habían sido sellados inmediatamente. Está viva. Y ella no selló a Yue o Kerberos en otro nuevo sello para proteger su existencia.

-¿Pero, donde está¿por qué sus propios guardianes no la detectan?

-Recuerda que hay lugares santificados. Lugares que, creando sellos contradictorios, pueden aislar toda señal de magia que ocurriese en su interior. Puede ser, que hayan llevado a Sakura a uno de esos sitios.

-¿cómo puede ser posible que, estuvieran tan preparados? – preguntó alterándose.- Sabían exactamente y como atacar. En que momento llevarse a Sakura...

Eriol observó el rostro de Tomoyo. Tenía un tubo que entraba por su boca ayudándole a respirar. Según las doctoras de Raci, fue una suerte encontrarla cuando lo hicieron. Si Li no la hubiera hallado cuando lo hizo, el daño hubiera sido irremediable o en todo caso, no estuviera viva en aquellos instantes.

-Como y cuando atacar. Donde estábamos...- concluyó Eriol. –Tomoyo me comentó que, fue aproximada en Venecia por esos sujetos. En aquellos momentos, estaba con Touya Kinomoto.

-¿Qué¿Y como escapó de ellos? – se sorprendió Li.

-Kinomoto la defendió.- declaró en voz baja. Se puso de pie, separándose del cuerpo de Tomoyo y declaró.- Te apuesto que la criatura que está en el hotel es Amelie.- Naiko escuchó su tono de voz y detectó un desprecio hacía la mujer que jamás había escuchado de Eriol.- Esa maldita...

-¿Sospechará de ti¿de que sabes que es ella?

-No lo se ni me importa. Aun tenemos cuentas que saldar. Hacerle esto a Tomoyo...

-Tranquilo Eriol. Nos vengaremos. Encontraremos a Sakura. Aun no comprendo como pueden saber cada uno de nuestros movimientos. ¿cómo lo saben?

Eriol guardó silencio unos instantes y declaró.- Tenemos que prepararnos... –poniéndose de pie.- y conseguir calmar nuestras cabezas y nuestros deseos de hacerlos volar en pedazos.

-El tiempo se acaba.

-Lo se – suspiró. Mirando el rostro de Tomoyo agregó.- Siempre han tratado de abrir el nexus. Raci debe de saber donde están los templos...

-¿Templos?

-Recuerda. En la información que tu padre recaudó, ellos pudieron evitar en aquel entonces la apertura del nexus ¿cómo lo hicieron?

-El diario del padre de Ukio tiene mas detalles.

-¿Acaso tu madre no recuerda aquello?

-Mi padre mantuvo todo muy secreto. Mi madre, después de su muerte y después del asesinato de Reiko y su esposa, se concentró en darnos educación a nosotros y velar por los Reiko.

-¿Quién mas sabe de todo aquello?

-No se, no se...

-¿Y Biatsi que?

-¿qué con ella?

-¿qué edad tenía cuando ocurrió todo aquello?

-Tres o cuatro años... Ukio era un bebé.

-¿Cómo sobrevivieron a la matanza?

-Mi madre y sus guardias encontraron a Biatsi y Ukio empapados dentro de la casa de sus padres. estaban muertos el asistente de mi padre y su esposa. Nunca me dijo las razones por las cuales murieron.

-Algo no me cuadra Shaoran...- declaró Eriol con voz preocupada.- ¿cómo pudo ella y su hermano siendo tan pequeños sobrevivir? Y ¿por qué ella nunca ha hablado del asunto?

-Eriol: - dijo Nakuru a su lado.- Creo que ella si lo recuerda...- sorprendiéndole.- El día de uno de los primeros temblores, quedamos atrapadas en el ascensor del edificio de Touya. Comenzó a balbucear incoherencias y por un momento, creíamos que perdió la cordura.

-¿Estás segura¿cómo sabes que eran incoherencias?

-Estaba como traumatizada. Abrazando a algo entre su cuerpo. Hacía ademanes que por un momento, nos asustó.

-Shaoran: creo que hay una forma de conseguir información. – haciendo una pausa.

-Adelante: te escucho- Dijo Li observando en aquel instante que Fujitaka colgaba su teléfono por décima vez tratando de comunicarse con su hijo. Comenzaba a ver la mortificación de que algo le hubiera pasado a él también en su mirada.

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-No se preocupe doctor.- declaró Biatsi tratando de sonar fría. Pero sus ojos le engañaban. –Ellos solo están sedados. Despertarán en cuestión de horas. Pero le agradecería que no hiciera ninguna tontería. Se que tiene conocimientos en artes marciales... pero créame: entrené con los mejores en Hong Kong. Y además no espere que nadie llegue. Los demás están ocupados con la desaparición de su hermana. Y tampoco Shingo, el guardián de mi hermano, vendrá. He bloqueado la presencia de energías de aquí. Aunque quisiera, no podría detectar a mi hermano, inconsciente.

-¿Desde cuando trabajas con ellos? – preguntó Touya.

-Siéntese- ordenó. Touya se sentó en el pequeño comedor. – No tardarán en venir por usted.

-No comprendo que ganas con todo esto. Eres una de nosotros.

-No seré jamás como una de ustedes. – declaró – Hinomoto. – sacando del bolsillo de sus ropas le lanzó a sus manos una carta amarillenta del tiempo pasado y descubrió el tipo de letra que pertenecía a su padre.- esto, según creo, pertenece a su padre.

-¿Sabías que...

-Claro que lo sabía- declaró ella no muy orgullosa de sus logros.- He estado sabiendo quienes son ustedes, desde que Shaoran regresó la primera vez de aquí, de Japón. Descubrí después, esa carta entre las pocas cosas que conservé de mi padre. Una de ellas era el apellido Kinomoto. Aunque es común, en Japón, si pude deducir de los diarios de mi padre que el padre de Sakura era el mismo Fujitaka Hinomoto de los diarios del mío—sus ojos centellearon con cierta pizca de sensibilidad cuando agregó.- No se preocupe: Shaoran no lo sabe.

-Increíble que se atreva a hacerle daño a su mentora... o a su propio hermano- señalando con una cabezadita a Ukio quien aun estaba inconsciente. Biatsi se acercó aun apuntándole a Touya al cuerpo de su hermano y acarició sus cabellos con dulzura. –Yo jamás me atrevería a lastimar a Sakura. Ella es mi vida hasta ahora.

-Se equivoca nuevamente doctor- declaró ella dulcificando su voz y sus gestos a su hermano.- Todo esto, lo hice por él. Ningún sacrificio es suficiente para protegerlo a él. como lo he hecho, todos estos años. Como impedí que lo mataran... cuando apenas era un bebé.

En ese momento, el teléfono comenzó a repicar. Touya miró el aparato al mismo tiempo que Biatsi.- ¿no piensa contestar?

-Sino contestara, seguro enviarían uno de esos guardianes aquí. – declaró tomando el auricular y dijo.- Si dice algo... no dudaré en dispararle y créame: estos dardos arden como el mismo infierno. –levantando el auricular de su base, declaró.- ¿Aquí Biatsi?

-Biatsi- declaró la voz de Li- ¿Está todo bien?

-Si, si está todo bien.

-¿Dónde está Kinomoto? Su padre trata de comunicarse con él pero no responde. –Biatsi observó el teléfono que vibraba en otro de los muebles.

-Se marchó hace unos instantes. Está preocupado por Sakura. – en aquel momento Amelie con la apariencia de Tomoyo se aparece en el salón, sorprendiendo a Touya. Sus ojos fríos dirigidos al medico fue que la identificó como uno del nexus.

-Eriol irá para tu departamento. Necesita tu ayuda.

-¿Con relación a que? – preguntó inquieta. ¿acaso la habían descubierto?- ¿qué pasa?

-Lo sabrás cuando llegue. Informaré al señor Kinomoto de lo de su hijo. ¿Y mi madre?

-Salió con mi hermano. Creo que van para el centro de las sacerdotisas.

-Bien. Las cosas no están dándose muy bien. Sin duda sabes que Sakura desapareció.

-Estoy enterada.- declaró mirando a Touya y Amelie.-No te preocupes Shaoran. Todo saldrá bien.

-Eso espero...-suspiró antes de colgar..-Cuídate Biatsi.

-Tu también. –replicó ella antes de colgar. Observando a Amelie, declaró.- será mejor que te lo lleves. Hiragizawa viene hacía acá.

-Ya tu cubierta quedó echa añicos.- declaró mirando de soslayo a los cuerpos inconscientes de Ieran Li y Ukio.- Tu deber era entregarnos a Kinomoto inconsciente. Lo hiciste al revés.

-¿qué querían? Ellos estaban aquí. ¿cómo lo hubiera hecho sin crear sospechas? –declaró.- Ahora llévatelo.

-Olvídalo- declaró Amelie – ellos deben de morir.- haciendo materializar su cuchillo en sus manos.

-¡No¡Ganossa no le gustará que rompieras el trato Amelie¡Mi hermano nunca sufriría un solo daño! – interponiéndose entre Amelie y los cuerpos inconscientes.

Amelie sonrió y declaró – tengo una mejor idea. – Tocando a Touya en su mejilla este desapareció del lugar. – Te irás con él...- transformándose en aquel momento, en el físico de Biatsi y tocando su mejilla, la transportó también fuera del lugar. Una vez desapareció, tomó el teléfono y marcando el número que se mostraba en pantalla imitó la voz de Biatsi. Una vez la llamada pasó declaró.- ¿Shaoran?

-¿Qué ocurre?

-Salgo de mi departamento ahora mismo. – declaró con voz fingiendo cierta consternación.- Mi hermano se comunicó conmigo y me dijo que estaríamos a salvo en templos... me ha dicho que corra al templo que está en la calle Hiroko. Dile a Hiragizawa que lo espero allí.

-Muy bien- declaró Li- lo llamaré ahora mismo...- colgando la línea. A continuación, desconectó los teléfonos del departamento y rompió los cables. El teléfono móvil de Touya, lo hizo añicos con sus poderes e igual palpó en los bolsillos de Reiko si tenía móvil. Encontrándolo, hizo lo mismo, derritiéndolo en la palma de su mano.

Amelie sonrió al acariciar con su mano el rostro del joven – No dejar cabos sueltos... – replicó.– Ahora viene o mas divertido...- desapareciendo del lugar.

En pocos segundos, salió del cuarto del baño Meiling quien observaba a todos lados con preocupación que volviera aparecer. Corrió a toda prisa a los cuerpos inconscientes y asustada de que estuvieran muertos, comprobó con su pulso que estaban vivos. Respiró aliviada a sentir pulso en el cuello de Ukio.

-Ahora ¿cómo hablaré con Shaoran? – viendo los aparatos destruidos. Ocurriéndosele algo, se dirigió a la recamara de Biatsi y comenzó a buscar en su tocador y en sus carteras. Sabía que Shaoran le entregó un móvil. Solo esperaba que no hubiera desaparecido con ella también.

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-Póngase cómoda señorita Kinomoto- declaró Ganossa mirando el temor en su mirada- le quedan unas pocas horas.

-No comprendo... ¿Entonces que son todos esos terremotos¿para que todo aquello?

-Sabe que todo espectáculo tiene los mejores fuegos artificiales. Shaoran Li sabía que el plazo para la apertura del Nexus se había vencido. Solo era cuestión de tiempo antes de que nos persiguiera. Si entonces, usted, como poderosa contrincante hubiera estado junto a él, desde un principio, hubiera sido posible el detenernos.

-¿Qué? Yo no estuve ...

-Claro. No estuvo junto a él. pero alguien que si vio lo que podía pasar, nos advirtió. – sus ojos brillaron ante aquel comentario y agregó.- Alguien que ha estado trabajando con nosotros desde un principio. Cerca de su amigo, Shaoran Li.

Sus ojos se abrieron desproporcionadamente.

En otro lugar de aquel templo dos personas mas habían aparecido siendo rodeados por un grupo del nexus.

-No se alarme... no le lastimarán. – declaró Biatsi. Touya sin embargo vio a uno de los sujetos con quien tuvo el altercado en Venecia.

-Hay que llevarlo para ser preparado- declaró uno de los hombres. Touya trató de ser aferrado por dos de ellos, pero terminó dándole puñetazos y cayendo ellos al suelo.

Uno de los hombres usó sus poderes contra Touya haciendo que él se retorciera y cayó al suelo después de gritar de dolor. Biatsi, consternada les gritó.- ¡NO¡NO LO LASTIMEN!

-¿Acaso me das ordenes a mi estúpida humana? – recibiendo la misma dosis de Touya. Sin embargo los gritos de ella, fueron escuchados aun mas por todo aquel lugar. Cayó de rodillas.- Que seas la espía de Ganossa no te da derecho a darme órdenes a mi.- declaró ante la mirada de odio que le lanzó Biatsi. – llévenselos...

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-¿Qué Biatsi...

-¿Trabaja con nosotros? Así es- declaró Ganossa a Sakura. Ella no lo creía y lo daba a demostrar. Él agregó.- No le quedó alternativa. Era eso, o ella y su hermano morirían.

-No puedo creerlo. – declaró conteniendo el aliento.

-Créalo. Puedo ser muy convincente cuando me lo propongo. Aquella noche que sus padres murieron los pudimos detectar vagando por el jardín. Sabíamos que el descendiente de Reiko, tenía grandes poderes. Que podría intervenir cuando el momento llegara, como lo hizo su padre. Cuando los localizamos, estaba con la pequeña... entonces ocurrió lo inesperado.

-¿qué cosa...?

-El sentimiento que llaman ustedes los mortales como amor.

La muchacha en su pijama y con su hermano en brazos, recibían todas las inclemencias de la lluvia que acaecía aquella noche. Biatsi corría pero resbalaba pues su hermano era algo pesado para llevar. Los gritos de Ukio al sentir las gotas frías contra su cuerpo, les dealtó ante sus enemigos.

-¡TE tengo! – escuchó la voz de un hombre que a pesar de sus reclamos le arrancaba a su hermano de sus brazos.

-¡NO¡Mi hermanito! Devuélvanme a mi hermanito...- lloraba y lanzaba puñetazos. Sus pijamas estaban enlodadas y toda su fisonomía temblaba del frío. Pero ella no lo sentía como frío: era impotencia y rabia.

-¿Qué pasa? – preguntó uno de los hombres que parecía estar a cargo.- ¿qué es esta magia? – observando a donde la niña estaba siendo aferrada a la fuerza. Los demás parecían divertirse de su sufrimiento y desesperación.- ¡Callen a ese bebé¿por qué no lo han matado? Ganossa no tardará en venir... y ustedes aun no los han matado. ¡Todos los descendientes de Reiko deben de morir!

Lo demás allí presentes parecían tenerle miedo. Entonces fue cuando Biatsi escuchó el nombre de la criatura que le daría dolor en sus noches de sueño y traumatizaría su existencia.

-¿Qué es lo que pasa aquí? –apareció de la nada. Vio como la niña era agarrada por sus secuaces y declaró.- ¿por qué aun están vivos?

-Estos mal nacidos disfrutaban verla gritar y pelear por su vida y la de su hermano mi señor. – declaró el otro haciendo una reverencia.

-Suéltenlo...- escuchó murmurar. Ganossa se aproximó a su rostro y pudo ver las lagrimas por encima del agua de lluvia. – es un bebé. Si quieren matar a alguien... háganlo conmigo... se lo prometí a mi padre. Que lo protegería a él por encima de todo...

Ganossa vio la oportunidad ante ello.- el chico Li está protegido en un santuario con el resto de la dinastía. – murmuró.- y esta niña podría ser mi clave para una próxima vez, terminar lo que empezamos... – acariciando sus mejillas le murmuró.- Dime pequeña... ¿qué pasaría si matara a tu hermano?

-¡NO. no! prometí a mi papá que cuidaría a mi hermano...- lloró nuevamente.

Los gritos de Ukio inundaban todo el jardín. La lluvia comenzó a calmarse. El hombre que aquella noche Biatsi comenzó a conocer como Ganossa tomó al pequeño Ukio en sus brazos, de los de su colaborador y se lo mostró a Biatsi.

-Te haré una promesa...- declaró acunando al bebé mientras este lloraba.- Te prometo que nada le pasará a tu hermano mientras estés bajo mi servicio.

Los demás miembros del Nexus se observaron. ¿qué pretendía Ganossa?

-¿qué dices pequeña? – observando la mirada consternada de la pequeña china sobre el rostro de su hermanito.- tus servicios, por el perdón a ti y a tu hermano.

Un minuto de silencio se produjo. Una sonrisa lacónica surgió el rostro de Ganossa y devolvió a los brazos de la chiquilla al bebé. Ella no parecía creerlo. El le dijo.- Es un trato... cuando te necesite... volveré por ti...- con él desaparecieron todos los demás miembros del Nexus.

-Ya bebé... todo estará bien... – sintiendo que el sujeto cumpliría su promesa a pesar que era el asesino de su papá. – vamos a cambiarte.- viendo una vez mas el mismo sitio donde los hombres desaparecieron.

Touya y Biatsi caminaron rodeados por muchos del nexus e iba en silencio , por unos pasillos laterales. Touya veía las imágenes expuesta en los vitrales y notaba que, el lugar solo era iluminado por antorchas. Lo que quería decir que estaban lejos de civilización, del otro lado o ...

-Bajo tierra- dijo al posar su mirada en la roca sólida que conformaba el pasillo de aquel lugar. –Estamos bajo tierra- murmuró.

Biatsi iba a su lado en silencio. Uno de los hombres abrió con su poder una puerta y dijo.- Ahí. Entren ahí.

-¿Por qué tendría que...- preguntó Biatsi pero el sujeto le cortó.

-Hasta que sepamos que hacer contigo. Ganossa cree que intervendrás de alguna manera. Has demostrado debilidad por este hombre...- arrastrando sus palabras. Con brutalidad, Touya fue entrado a aquel lugar.

Era un cubículo de menos de tres metros de longitud cuadrada donde había una cama y en una pared, había una antorcha encendida que le daba luz a la habitación. Sobre la cama había una especie de bata parecida a un monje franciscano pero era blanca. Después de él, Biatsi fue guiada a entrar y el hombre cerró la puerta antes de que ella pudiera reclamar.

-¡POR EL BIEN DE SU HERMANA, LE ACONSEJO QUE NO HAGA NADA ESTUPIDO KINOMOTO!- le gritó a través de la puerta.

Biatsi finalmente se sentó de cuclillas en el suelo comenzando a sollozar. Touya por su parte estudiaba el lugar buscando una salida. No había ninguna. El sitio era todo de piedra tallada y dudaba mucho que tan siguiera un ratón pudiera entrar.

-Será mejor que te calmes- dijo Touya con cierta aspereza. – Te gastarás todo el oxigeno en llorar.

Y es que tampoco notaba ventanas en el lugar. La única luz que tenían era de la antorcha.

-Es que, lo lamento.- hipó.

-¿qué cosa¿haber estado involucrada desde un principio en un complot en donde mi hermana está en peligro, haber traicionado a alguien como Shaoran Li que si mal no recuerdo, usted me abofeteó por decirle "maldito extranjero"? – interrogó con pacificidad.- O tal vez, tomarnos como unos estúpidos y después ser traicionada...

-¡esto no era parte del plan! – exclamó Compungida.- ni yo, ni mi hermano recibiríamos daño alguno...

-Buen resultado... ahora está en la misma situación que todos los demás- declaró con calma. Pero por dentro sentía odio, rencor, compasión y deseo de venganza.

-¿Cómo puede estar tan tranquilo? Seguro nos matarán.

-Bueno, al menos su hermano está a salvo. Aunque con su temperamento, no dudo que, despertará enojado con usted, por haberlo sedado.

-Lo hice por su bien- replicó gritándole.- Todo lo hice por su bien. Sacrifiqué mi vida en protegerlo. Sacrifiqué mi futuro protegiéndole y haber hecho un pacto con el diablo no significa nada para él, pero...

-No creo que a su padre tampoco le hubiera gustado que todos estos años traicionara todo lo que él creía.

-¡Me hizo prometerle que no importaba que, cuidara a Ukio!- mirándole a los ojos al ponerse de pie.- ¡Lo he hecho por veinte años!

-¡Gran trabajo que ha hecho! – replicó en respuesta.- ahora, él y toda la humanidad junto a mi hermana, están en peligro. Incluso déjeme decirle que su hermano.

-¡Ya que siente es un gran hermano de Sakura le apuesto que si hubiera sido al revés la situación, hubiera hecho lo mismo por su hermana¡Admítalo!

-No hubiera hecho tal cosa.

-¡Hipócrita! – gritó.

-No soy hipócrita...

-Un hipócrita y un mentiroso... casi hubiera descuartizado a Shaoran cuando tenía once años por protegerlo de Sakura ¿no es así?

-Al menos no soy una abusadora de menores... ¿qué edad tienes, veinticuatro? Y aun sigues a Shaoran Li... ¿o aquello fue una actuación? – le gritaba cara a cara olvidándose de que ella era un poco mas baja que él.

Era la situación que lo desesperaba.

-¡Eso a usted no le importa!- sonrojándose.

-Claro que si. Usted es una hipócrita...- le apuntó.

-¡Y usted un menti...- fue todo lo que pudo decir. Touya se aproximó a ella tomándole por el cuello y halándole debajo de su rostro, para rozar sus labios con rabia y apuro, tomándole de sorpresa totalmente.

Le dejó de besar y nuevamente no viendo protestas, volvió a besarla, pero esta vez mas profundo y mas intenso. Pronto y en instantes Biatsi fue guiada al pequeño camastro que había en el lugar ante los besos y manos de Kinomoto. Admitía que la pasión de unos momentos en ambos discutir era una excelente catapulta. La última vez que había besado a alguien era menor, pero jamás así.

Jamás como a él. sobre ella, estaba la figura del medico y este se separó un instante para mirarle a los ojos color miel y su rostro en verdad sonrojado y aturdido. Acarició su rostro un instante y dijo sobre sus labios.- Lástima que estemos en una circunstancia algo difícil...

-Usted parece que se encuentra atraído a estas circunstancias...- sintiendo sus labios en su cuello. comenzó a sentir ante aquello que el aire le faltaba.

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Eriol se quedó silencioso unos instantes con su móvil en mano. Observó alrededor. Naiko venía a su lado y también Spinel Sun.

No se veía por ninguna parte a la entidad de Nakuru Akizuki y aquello tenía un propósito.

Una hora antes se lo había revelado. Ingresaban en aquellos momentos a la iglesia que quienes creían como Biatsi les había guiado hasta allá.

-¿Cómo que me quede? - replicó la guardiana indignada.- ¡Mi deber es protegerlo¿qué cree que hace dejándome aquí?

-Nakuru. Necesito a alguien experimentado para que cuide de Tomoyo.- declaró con notoria firmeza.- no confío en nadie para esta misión que es mas importante que mi vida en estos momentos.

Nakuru guardó silencio y asintió. Después de un instante de miradas entre ambos ella replicó en un susurro.- ¿por qué nunca le dijo lo que significaba para usted?

Eriol sonrió irónicamente.- Porque no la merezco. Ella es belleza, inteligencia... inocencia... ultima de las cosas que creo ser merecedor. Toda este tiempo, era un recuerdo entrañable. Pero al volver a verla en Londres meses atrás, trajo en mi sensaciones que nunca pensé ser merecedor de experimentar.- observando a Naiko a los ojos.

Nakuru miró también a Naiko y observó nuevamente a Eriol. Mientras tanto la joven china replicó.- Eriol ¿qué? – pero él toco su mejilla con una sonrisa sutil en su rostro.

-Mi pequeña e inocente creación de Nicholás...- Nakuru comprendió inmediatamente su intención.- No tienes idea de quien eres. Que significas... que tal vez, seas la salvación de todos...

-¿Yo, que? – preguntó ella algo nerviosa. Incluso observó a Nakuru y esta sonrió de apoyo pero era mas bien una sonrisa nerviosa. - ¿Eriol, perdiste la razón?

-Eres una de las razones principales para nuestra posible victoria en todo esto.- soltándole- Querida e inocente niña... creada por el antojo de un hombre sumido en la soledad...

-Eriol... me estás asustando.-. escuchándose un temblor en su voz.

Eriol sonrió y cerró sus ojos. Se concentró y ante el asombro de la muchacha de cabellos negros, en las manos de Eriol se materializó un libro. Pensó en un principio que se trataba del libro de cartas de Eriol que supo de su existencia aunque nunca lo había visto de tan cerca. Pero algo extraño dentro de si, hizo que ella sintiese un escalofrío al tener aquel libro tan cerca. Los ojos azules del hombre se posaron en los ojos de la joven. Pero el brillo en su mirada era algo que ella jamás había visto.

Entonces algo mas sorprendente pasó: comenzó a escuchar murmullos a su alrededor. Como alguien susurrase a su oído. Sus ojos se quedaron fijos en la carátula de aquel libro y Eriol lo abrió ante la mirada atónita de Naiko.

Ruby Moon o su falsa identidad entonces, comprendió el propósito de Eriol mientras este explicó en voz alta por encima de los silbidos de los aparatos que mantenían estable a Tomoyo.- Este libro es tu razón de existencia. Tu y su contenido son uno. Obedeces el mandato del portador y dueño justo de su contenido. Ahora mismo tu dueño está muerto. Pero me encomendó con gran cariño el bienestar del guardián predestinado a este magnifico libro. Obra del mundo moderno de un arte perdido en el tiempo...

Cuando ella pudo hablar y él realizó una pausa en donde sus ojos observaban con maravilla su persona replicó en un susurro no eximiendo sorpresa.- ¿Eso es para mi... él libro... lo creó mi padre, Nicholás y es mío?

-Querida mía ¿acaso no sientes que el libro te llama? – preguntó sorprendiéndole.- de una manera única, especial... maravillosa...?

volvió la mirada a la portada del libro y observó su único brillo en su carátula.

-Eriol...

-Tienes un deber, por encima de ser la dueña. Eres una creación única... especial... digna... pero que tus recuerdos están enterrados en lo profundo de tu persona... y te necesito a ti, hoy, en este momento, para salvar la humanidad. El mundo que te aceptó como eres...

-¿cómo soy...

-Nunca has encajado en ninguna parte. Estuviste en el internado y no tuviste amigos. Te sientes mas cómoda alrededor de individuos con magia... y criaturas como tu...- observando a Nakuru un instante y los ojos de Naiko se mostraban a punto de llorar.- Eres mas especial de lo que jamás pensaste que serías. Kaho y yo, tuvimos el deber de educarte como ser humano normal, porque así lo predispuso tu creador. A quien conociste como padre...- el sello de Eriol se comenzó a desplegar a los pies de ambos y ella comenzó a asustarse.- No tengas miedo a la verdad... a lo que eres...- cerrando sus ojos.

Ahí Naiko sería testigo de los recuerdos de su amigo y como todo surgió.

La razón de su existencia. Lo que le cambiaría su percepción hasta ese momento, de su sentido al vivir.

Escuchó la voz de Eriol repicar un conjuro.

-"No soy su amo pero como si lo fuera, convoco al poder encerrado en la persona de Naiko Chang a surgir para el bien de la humanidad y todos sus inocentes... Lady Guinevere... resurge de su interior, yo te invoco" ...

Naiko iba en silencio a su lado. En realidad sentía como si estuviera dentro de un sueño. Los eventos menos de una hora de distancia la habían dejado algo aturdida pero finalmente tantas preguntas y dudas fueron respondidas. Aunque todo aquello hubiera sido sorpresivo al mismo tiempo parecía tener sentido. Cuando se vio a si misma momentos antes con su verdadera identidad, se sorprendió. ¿acaso era ella? Aunque no le gustaba, Eriol le enseñó a guardarle y llamarle. Eran uno. No era como Tsukishiro y Yue que parecían dos entes independientes. Aunque aquello explicaba- no evitó el sonrojarse- el porque de su atracción a aquellos dos desconocidos.

El ángel de entidad de nombre Yue le había fascinado desde tres días atrás. Y aquella noche que encontró a Yukito en la calle, sintió una especial atención a él. prefería pasar horas con Nakuru, Kaho, Eriol y Spinel que con todas sus amigas en el internado.

-Bienvenido querido Hiragizawa- se reveló frente a Eriol la presencia física a Reiko Biatsi viéndole desde el fondo de la catedral. Estaba prácticamente a pasos del altar. – Le estaba esperando...

Eriol frunció su rostro. Naiko sintió un nudo en su estomago.

-¿Por qué quisiste verme aquí? – preguntó aunque sabía a medias la respuesta.

-Trajiste a ...- observando a la muchacha.- tu joven "Protégé" – replicó.- Es una lástima que ella corra el mismo destino que tu...- bajando los escalones y mostrando el cuchillo en su mano.- no te preocupes... su muerte será mas rápida que la tuya...

-No me confiaría mucho... Amelie...- declaró a la enviada del Nexus. Ella se detuvo un instante.

-Bravo... – sonrió Amelie aun conservando la apariencia de Biatsi.- ¿Sabes? No me decido aun entre la apariencia de la hermosa joven de ojos amatistas...- Eriol ante la mencion de Tomoyo invocó su báculo.- o la tonta china... ¿Sabías que ella, labora con nosotros desde que era una niña? – declaró con alarde – ambas hermosas... ambas estúpidas humanas.

-¿Dónde llevaron a Sakura?

Ella negó con su cabeza- ¿crees que te lo diré ahora mismo¿acaso te has vuelto loco? Aunque jamás lo entenderías...

Eriol necesitaba mas tiempo.

Sus ojos brillaron de suspicacia.

Los de Amelie, en confianza y victoria.- Terminaré el trabajo que empecé en Londres Hiragizawa.

Al otro lado de la ciudad, Nakuru Akizuki vio como los ojos amatistas se abrieron buscando a su alrededor algo. Al verla pestañaron con presteza y Nakuru rápidamente se aproximó. La muchacha trataba de decir algo, pero el tubo en su boca se lo impedía.

Tomando su mano entre la suya declaró con voz baja.- Está bien... tiene un respirador... por poco y el amo Eriol la perdía... – alegre de que, todo saldría bien.- Me dejó cuidándole...

Tomoyo no necesitaba escuchar su voz. Sus ojos decía todo para Nakuru.

-Está... – dudando decirle-Está bien... está luchando con los demás... queda tranquila. Volverá.- viéndole pestañar- me dejó cuidándole... y cumpliré mi misión.

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-Muere- declaró Amelie lanzándole uno de sus ataques. Pero esta vez, la reencarnación de Clow estaba listo. Con presteza anuló su ataque con su propio escudo o barrera de protección. Amelie era fuerte, pero su deseo de vengar a Tomoyo mucho mas.

Naiko no sabía que hacer. No podía hacer nada. Aun no. Recordaba la voz de Eriol al entregarle el libro.- "Cuando tengas lo que necesitamos, tendrás que ir a donde Shaoran..."

-Eriol. No se si podré...- notándose asustada- me pides cosas que jamás he hecho en mi vida... yo...

colocando sus manos en sus hombros replicó con tono paternal.- Estas lista... lo se... por eso te atrae Tsukishiro... lo buscaste inconscientemente aquella noche... – sorprendiéndole.- También Yue: son la misma entidad... así como hay otro tu, pero ambas están ligadas entrañablemente.. no son entidades separadas... son una misma... Necesito de ti...

-¿Estás seguro que no es Biatsi?

-Biatsi tiene una forma de hablar muy especial, - declaró Eriol—Te aseguro que la mujer que habló con Li no era Biatsi... ¿y para que, invocar mi presencia en una iglesia?

Aquella iglesia le sacaba de quicio. Se sentía muy incomoda en ella. ¿por qué de todos los sitios una iglesia? Observó los alrededores. No encontraba nada de lógica en aquello.

-Ten un poco de paciencia- dijo Spinnel a su lado.- Todo será revelado...

entonces Amelie habló al atacar nuevamente y lo que dijo asombró a los tres. Eriol observó detrás a Naiko y ella dijo para si misma- Vamos... concéntrate- cerrando sus ojos. – Concéntrate...

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Fujitaka tenía su mirada en la fuente que había en el centro de aquel jardín. No habían llegado ni la señora Ieran y Reiko. Tampoco sabía nada de Touya. Sintiéndose por primera vez, como humano, cansado, derrotado y consternado, sintió unos brazos que le rodeaban. La persona detrás de él se encontraba de pie, y guiándole hizo que apoyase su cabeza sobre su estomago.

-Está bien... todo estará bien- declaró Sebura con gesto amoroso y comprensivo. Dudando decir algo mas.

Sintió como e rodeaban los brazos de Fujitaka y se quedaron así un largo rato. Escuchando el respirar del otro.

- No quiero perderlos... significan mi vida...- replicó después de un largo silencio.

-Nosotros tenemos la solución a su localización... solo tenemos que pensar...

en ese momento la salida de una de las asistentes de Raci atrajo sus miradas. Los buscaban a ellos.- El señor Li pide por usted...- señalando a Fujitaka,- La señora Li y Reiko se han comunicado...

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-Explícate de nuevo.- solicitaba Shaoran desde el centro de llamadas- ¿llamas desde un teléfono...- conectando su telefono movil a la central, esta transmitia la llamada a todos los presentes por los altavoces.

-¡Publico!- replicó Meiling consternada. Se notaba en su voz que estaba preocupada- Delante del edificio de esa traidora...

-Meiling...

-¡Shaoran: nos engañó a todos!- replicó con urgencia. En ese momento, a la sala, ingresaban Fujitaka y Sebura.- Por lo que parece, estaba detrás de todo desde un principio... por lo que pude escuchar y lo que vi, esa mujerzuela tenía como propósito separarte de Kinomoto. Y ahora ¡se llevó al hermano de Sakura!

-¿Adonde, Meiling? – preguntó con urgencia. Aunque no creía de la culpabilidad de Biatsi.

-No lo se- declaró.- Dejé a la señora Ieran en su departamento... Utilizó unas especies de dardos con tranquilizantes... bastante me costó despertar a Ukio...- mirando a su lado el sujeto aun estaba atontado. – Pero...

-¿qué?

-Se llevaron al hermano de Sakura... y Ukio balbucea algo...- mirándole algo incrédula.- dice que Biatsi no está sola...

-¿Cómo que no está sola?

Meiling puso al teléfono a Ukio y este atontado dijo.- ¿Li?

-Si. Dices que Biatsi no está sola... ¿a que te refieres?

-Si ella está trabajando con esos sujetos quiere decir que debe de estar en el lugar donde se encuentra el doctor y Sakura...- pasando la mano en sus ojos: le dolía la cabeza y se sentía atontado peor mas que todo, se sentía traicionado y por nadie mas que su propia hermana.- Temiendo de el doctor y que se fijara en mi hermana, concedí a Shingo la oportunidad de que la vigilase... ya sabes: por si al doctor se le ocurría ponerse de atrevido con ella. Shaoran: aun sigue con ella.

-¿Cómo que sigue Shingo con ella?- Sintiendo un respiro de esperanza.- ¿estás seguro?

-No lo detecto cerca... y le dije "pégate a ella como la sombra" sabes que no se anda con rodeos... sigue con ella.

-¿Podrías invocar su localización? – escuchando silencio en la línea.- ¿Ukio? – le urgió.

-Es posible...- respondió finalmente.

Meiling observaba su semblante. Cuando se lo disponía era un sujeto muy ejemplar. Alguien a quien admirar. Retirándole el teléfono replicó.. - ¿qué quieres que hagamos?

.-Quédate con él y mi madre... estudia los diarios de Reiko... tal vez haya algo que hayamos pasado por alto...

-Señora Raci...- declaró una de las asistentes del lugar.- Señora: hay una criatura afuera: dice ser guardián y está en el jardín. Pide hablar con Shaoran Li.

Este ultimo levantó la mirada. –¿por qué no dejó pasar a Yue?

-Porque no creo que sea Yue- dijo Fujitaka observando las imágenes de las cámaras de seguridad a un lado del centro de llamadas.

-¿qué rayos...- se preguntó Li dejando el teléfono donde Meiling conversaba.

Realmente, no esperaban ver aquello.

Kero flotaba a varios pies del suelo en su falsa identidad y estaba brillando. Su intención era localizar el aura de Sakura. Por un segundo, pensó que lo había logrado. La había detectado.

Pero era imposible: lo que detectó era muy lejos de allí... casi en las afueras de la ciudad... y fue por un segundo solamente.

¿podía ser posible?

Se dirigió a uno de los mapas desplegados dela ciudad en una pared. Su mirada escudriñaba aquel mapa tratando de mantener una pizca de esperanza.

En el exterior, Shaoran Li, con espada en mano, se presentó delante de la figura delante de él: parecía vestir una especie de armadura sobre sus ropas. Usaba una falda tipo griego de tela ligera y sus pies vestían unas zapatillas que se amarraban en sus piernas. Sus ojos eran azules como el mar. Su piel era pálida y sus cabellos era como el sol y ondulados.

No se valdría de su apariencia. Mientras ella, para su sorpresa, se arrodilló delante de él. y le extendió el libro que llevaba en sus manos.

-¿Qué es esto?

-Mi amo selló sus poderes, evitando que yo supiera algo... Eriol esperaba entregarle esto en persona, pero no ha podido... soy Guinivere... las guardiana de estas cartas y acorde a la petición de mi protector... usted es el nuevo dueño.

Shaoran frunció su mirada incrédulo. Pero viendo mas allá de la faceta verdadera de aquella guardiana, vio algo conocido.- ¿Naiko? – preguntó incrédulo.

La guardiana sonrió sutilmente. Poniéndose de pie después que Shaoran tomase el libro en sus manos declaró.- Creo que se la localización de Sakura...

-¡Li!.- declaró Fujitaka emocionado interrumpiéndoles.- ¡Kerberos ha localizado a Sakura!

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-¿Templos ocultos? – preguntó Meiling a Ukio delante de los diarios de su padre- ¿Dices que se habla de templos ocultos?

Ukio asintió. Y es que Meiling analizando los libros dejados por el padre de Reiko, en un lenguaje parecido a Simbología, hallado unos mapas hechos a lápiz y había en todo su contenido ciertos símbolos y anotaciones.

.-En todo el mundo hay templos. Estos templos construidos en tiempos que aun la tecnología no existía. Incluso habían en montañas distantes de las ciudades. Algunos de ellos, fueron levantados en grandes centros de lo que se consideraba poderes místicos y energía ...

-¿Es posible que algunos de esos templos tengan lo necesario para los del nexus? O tal vez, entradas a su mundo...

-Es posible... pero mi padre no indagó mas en el asunto...- viendo las paginas en blanco.- el hecho que, esos templos existieran no sustentaban mas lo que se buscaba. El agujero del nexus se abrió en otro sitio... un centro de convergencia mágica... pero no había templo.

-Oye...- declaró ella después de unos instantes de silencio.- Que no haya templo en aquel momento, no significa que no lo hubiese antes... ya sabes...- mirándole a los ojos.-
Antes que tu padre encontrara ese centro... podría ser que hay existiera un templo antes y pudiera ser destruido...

Ukio analizó aquella teoría. Era muy posible. De todas maneras en Japón tampoco los templos se construían al azar. Eran erigidos, precisamente en sitios de gran convergencia mística y espiritual.

Tomandos sus apuntes, declaró.- Vamos… tenemos que ir al sitio ese donde está Shaoran...- tomándole de la mano.

-¡Ey¿qué pasará entonces con Shingo?

-Lo trataré de localizar allá... – declaró con estrépito saliendo del departamento.- Deprisa.

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-Solo por un momento.- -declaró Kero. Yue estaba allí. Aun Shaoran no ingresaba y tampoco Fujitaka. Este lo explicaba a los presentes.- Es extraño... pero les juro que sentí a Sakura...

-No sentí nada- replicó Yue.

-¡Acabas de llegar pedazo de pacotilla! – gritó el guardián.- ¿Dónde demonios has estado¡Por tu culpa. Se llevaron a mi Sakurita!

Yue guardó silencio que todos allí le observaban. Después de una larga espera simplemente respondió sin ninguna clase de emoción.- Ocupado...

Yue no le respondió. Le molestaba que Sakura estuviera desaparecida, pero sabía que por ahora estaba bien. Cuando Shaoran ingresó seguido de Naiko todos se extrañaron de la presencia de la joven. Incluso Kero la observó un instante en silencio.

Quien no se sorprendió fue Yue. Con sus brazos cruzados e imponente físico, permanecía inmóvil e inexpresivo. -¿qué hace ella aquí? – preguntó Kero. Observando sus manos declaró.- ¿Eso... que es?

-Un libro de cartas- respondió Yue atrayendo la mirada de la mayoría a él y al libro de Naiko. Esta se abochornó bajando su mirada- ella es la falsa identidad de un guardián...

Kero lanzó una carcajada. .-¡Por favor¿un guardián¡imposible!

-Habla con la verdad- declaró Shaoran.- Es difícil de explicar...

-¿Y como Yue lo sabía? – preguntó Kero.

-Dices que localizaste a Sakura- preguntó Shaoran con aprehensión al guardián.- Explícate...

-¡Si este- señalando a Yue- Dice como sabe que ella es una guardiana!

-No estamos para negociaciones Kerberos—le sancionó Li- ¿Dónde sentiste a Sakura?

Kero lo pensó dos veces. Y el chiquillo tenía razón. Dijo en un tono de voz reservado.- La sentí por un instante... no está cerca...

-¿En que sector la sentiste¿es en la ciudad? – preguntaba Fujitaka. Sebura estaba a su lado y le sostenía la mano.

Kero negó.- Parece que, estuviera en verdad... lejos y cerca... no se explicarlo.

-¿qué sentiste de ella?

-Miedo... temor... y sentí que, pensaba en su hermano... – guardándose el detalle de que también pensaba en Shaoran. No le iba a brindar la satisfacción a ese sujeto. –tenía cierto temor...

-¿podrías localizarla con mayor precisión?

-Tomaría tiempo... pero lo intentaría... aunque, si tuviera ayuda, fuera menos dificultoso... no se cuanto tomaría volver a rastrearla.

-Ukio dijo que Shingo el guardián, está con Biatsi...

-¿Qué pasa con Biatsi?-preguntó Naiko.

-Es una de ellos...

-¿Qué? – preguntó Fujitaka sorprendido y abordó a Shaoran- ¿qué la hija de Reiko... está con ellos?

-Eso me dijo su hermano...

-¡Imposible! – declaró el sujeto incrédulo.- Su padre sacrificó su vida protegiendo a la humanidad... ¿Acaso ella ...- ahora analizándolo un segundo.- ¿Dices que, Sakura pensaba en su hermano? –dirigiéndose a Kero.

El pequeño guardián asintió.

-Lo tienen...- declaró Fujitaka- Si.. ella está con ellos...- suspirando. – También lo tienen... es cuestión de horas, para hacer el enlace...

-¿qué ocurre?

-Sakura sola no tiene la magia suficiente para realizar la unión de los mundos... y el intercambio- declaró Sebura.- Necesitan a Touya gracias a su poder esotérico de ver espíritus...

-Tenemos que encontrarlos- dijo Fujitaka con los ojos misericordiosos sobre los de Li- Tenemos que encontrarlos y salvarles...

-Protegeré a Sakura con mi vida- declaró Shaoran con intensidad.- Puede asegurarlo...- en aquel momento sonó el móvil. –¿qué pasa?

-¡Ukio ha localizado a Shingo! Está en las afueras de la ciudad...- declaró Meiling mientras Ukio manejaba un coche que habían robado de los frentes del edificio de Biatsi.- ¡Vamos hacía allá!

-¡Dame la localización exacta!.- solicitó el joven. Después de unos segundos, su mirada se delató a los demás. Colgando replicó.- Están en las afueras en un templo... pero...

-¿qué?

-Es el templo de donde viniste Naiko...- declaró Shaoran observándole.- Está posiblemente a metros por debajo de la superficie...

-Vamos entonces- declaró Kero transformándose.- No hay tiempo que perder...

-Tenemos que ayudar a Sakura- declaró Sebura- yo voy con ustedes...

Shaoran asintió y dijo a Kerberos y Yue- guíen a Naiko... aun lo de ser guardián no se acostumbra...

-Vengan- dijo Raci- les daré equipos, armas y mujeres..- marchándose a la cabeza fuera del centro de comunicaciones.

-¿Cómo que ella es una guardiana? – preguntó Kero sorprendido cuando captó la idea. -¡Mocoso ven aquí a explicar eso¡Este pesado tenía la razón! –señalando a Yue quien se quedaba atrás con Naiko.

-------------- Continuará.

Después de un tiempo esta historia estaba detenida, vuelvo con ella gracias a la insistencia de sus seguidores. ¡Muchas gracias por apoyarla! Se que no es uno de mis mejores trabajos pues me gusta mas la idea de los U/A lo que si se me da mejor.

Ya saben que cualquier comentario, duda o tomatazo a