"Tiempos de Guerra"

Por: AgosMalfoy

Disclaimer: Ninguno de los personajes conocidos me pertenecen. Sólo Jon, Luke, Michael, y Alfred. El resto es propiedad de J.K. Rowlin. Yo solo los tomo prestados un ratito...

N.A.: Hola! Primero, debo hacer varias aclaraciones. Como el 6º libro de Harry Potter ya ha salido a la venta, yo no tomaré en cuenta eso, así que, esta historia sería como un Universo Alternativo. Yo leí el 6º libro, pero hay gente que no, y me parece injusto que se enteren de lo que sucede mediante un fic. Otra de mis aclaraciones es que, como algunos saben, se ha puesto una norma aquí en FanFiction, que dice que no se puede contestar a los reviews en el capi. Lo que yo voy a hacer es contestarles a todos sus reviews por e-mail, así que, si alguien anónimo quiere que le conteste el review, por favor, que deje su mail. Igualmente les pido que sigan enviando los reviews, porque así sé si me leen o no.

Bien. Finalmente les pido mil disculpas si este capi no es lo que esperaban, pero ayer (Viernes 29 de Julio) falleció un amigo mío y su padre en un accidente automovilístico. Gracias por sus reviews y estarán todos contestados a sus e-mails.

Capítulo 4

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Esa mañana Harry se había despertado con un fuerte dolor en la cicatriz, y al mirarse en el espejo del baño, se dio cuenta que estaba de un color morado. Al tocársela la notó un poco caliente. No quería preocupar a los demás, pero el color de su cicatriz podía notarse fácilmente, y no quería que le preguntaran a cada rato como se encontraba. Además, necesitaba estar solo. Quería estar en paz, sin preocuparse porque, él sabía, la batalla definitiva estaba cada vez más cerca. Y tenía que ganar. Tenía que ganar o perder. Y eso significaba, ser asesino, o ser asesinado. Ninguna de esas dos opciones le gustaba en absoluto. ¿Por qué tenía que ser él y no otra persona? Maldijo el día en que Voldemort lo había marcado. Un sentimiento de furia le nació en su interior. Alargó el brazo hacia atrás, y con toda la fuerza que era capaz, estampó su puño contra el espejo rompiéndolo en mil pedazos. Un líquido rojizo comenzó a brotar de sus heridas. No le importó, ya nada le importaba. Se sentía miserable. Sentándose en el suelo del baño, apoyando su espalda contra la pared, notó como la sangre de su mano manchaba el piso. Maldijo por lo bajo.

Un ruido a pasos lo hizo ponerse en alerta. ¿Qué querían ahora? Seguramente el ruido del espejo rompiéndose les había llamado la atención. Unos toques en la puerta lo hicieron reaccionar. ¡Tenía que limpiarse la herida y limpiar rápido el piso antes de que lo descubrieran! Pero ya era tarde.

Remus había entrado al baño con una cara preocupada, que se pronunció más cuando vio la mano de Harry bañada en sangre y la mancha con los pedazos de vidrio en el suelo.

"¡Harry! ¿Qué ha sucedido?" -le preguntó el licántropo mientras lo ayudaba a ponerse de pie.

"Nada Remus, no te preocupes."

"¿Cómo que nada? A mí eso no me parece nada." -le respondió mientras señalaba la mano de Harry quien en ese momento se la estaba lavando.

"De en serio Remus, se rompió el espejo. Nada más."

"Está bien" -suspiró éste mientras se daba la vuelta- "te traeré algo para curarte esa herida." -Y diciendo esto, se marchó.

Una vez ya curada la mano, Harry bajó a la cocina donde se encontró con la señora Weasley, Ron y Hermione.

--Buenos días. -saludó al entrar a lo cual los otros correspondieron al saludo.

--Harry cariño, ha llegado esto para ti -dijo la señora Weasley mientras le alcanzaba un sobre.

--¡Son los TIMOS! -exclamó Harry abriendo el sobre de inmediato.

Estimado Señor Potter:

Como usted tiene el conocimiento, el mundo mágico no se encuentra en un buen estado. Debido a esta razón, los resultados de los exámenes TIMOS que usted ha realizado a finales del curso pasado, y los cuales tendrían que haber sido enviados en el mes de Julio, se les ha sido entregado en el pergamino adjunto que acompaña a esta carta. Le pedimos mil disculpas. También debe recordar que el próximo curso dará comienzo el uno de Septiembre. Deberá tomar el tren que sale a las once de la mañana del andén nueve y tres cuartos.

Atentamente,

Profesora McGonagall

Subdirectora.

Harry dejó a un lado la carta, y con movimientos rápidos tomó el pergamino que venía junto a la carta anterior.

Resultados de los TIMOS:

En esta lista se encuentra la calificación que ha obtenido al realizar el examen de cada materia. Se le ruega que envíe una lechuza por cualquier inconveniente.

Calificaciones:

Encantamientos: Supera expectativas.

Herbología: Supera expectativas.

Transformaciones: Supera expectativas.

Defensa Contra las Artes Oscuras: Extraordinario.

Astronomía: Aceptable

Adivinación: Insuficiente.

Cuidado de Criaturas Mágicas: Supera expectativas

Historia de la magia: Insuficiente.

Pociones: Extraordinario.

Se le envía cordialmente nuestras felicitaciones.

Atentamente,

Tribunal Mágico.

Harry no lo podía creer. ¿Había sacado extraordinario en pociones? No podía ser. Leyó nuevamente la lista. ¡Si! ¡Ahí estaba!

--¿Cómo te ha ido, Harry? -le preguntó Remus que estaba sentado a su lado.

Como toda respuesta, Harry le tendió el pergamino.

--¡Te felicito, Harry! -le dijo el licántropo dándole un gran abrazo- Sirius y tus padres estarían muy orgullosos de ti.

El resto del desayuno transcurrió entre risas y comentarios.

--¿Cuándo iremos al Callejón Diagon? -preguntó Ron luego de un rato.

--Quizá mañana -contestó su madre mientras juntaba los platos.

--¿Ya terminaste los deberes, Harry? -le preguntó Ron a su amigo

--Aún no, me faltan los de pociones. No los quería hacer hasta que me llegaran los resultados de los TIMOS. A propósito, ¿cómo les ha ido a ustedes?

--A mí muy bien -respondió Hermione con una sonrisa- conseguí todos los TIMOS con extraordinario, excepto en Defensa Contra las Artes Oscuras que obtuve Supera expectativas.

--Yo saqué seis -respondió Ron un poco desilusionado- me quedaron Adivinación, historia de la magia, y Herbología.

--¿Cuánto sacaste en Pociones? -le preguntó Harry sorprendido de que su amigo también haya aprobado esa materia.

La conversación siguió hasta que, sin nada más que hablar, los tres chicos se retiraron a la habitación que compartían Hermione y Ginny.

El resto del día transcurrió entre charlas y deberes, y cuando los chicos se fijaron la hora, ya era casi de noche.

--Se nos ha pasado el tiempo volando -dijo Hermione mientras bajaban la escalera rumbo a la cocina.

--Y si, Herm, Harry y yo nos pasamos la mayor parte del día estudiando -refunfuñó Ron

--Eso les pasa por no hacer los deberes antes -le respondió la chica.

Bien chicos, dejen de pelear y sentémonos a comer, tengo hambre. -cortó Harry una vez que ya habían entrado a la cocina, y previniendo una nueva discusión entre sus amigos.

--Oigan, ustedes -les llamó la atención Remus- mañana a las nueve de la mañana vamos a ir al callejón Diagon, está claro?

-De acuerdo -contestaron todos a coro.

--Muy bien -dijo la señora Weasley- así que nada de charlas y una vez que ya hayan terminado la cena, cada uno a su cama.

Los tres jóvenes se sentaron a la mesa, y la señora Weasley le colocó a cada uno un plato con comida.

--¿Tiene cada uno su lista de útiles? -les preguntó el licántropo mientras cenaban.

Todos asintieron con la cabeza.

--Bien -continuó Remus- Ojo loco y yo los vamos a acompañar, ¿de acuerdo?

--Sí -respondieron de malhumor.

--Chicos, recuerden que el mundo mágico no está seguro ahora que quien- no- debe- ser- nombrado- ha regresado y está suelto por ahí -dijo la señora Weasley poniéndose seria.

--/Sí -pensó Harry- y más cuando ese loco maniático va todo el tiempo detrás de ti molestándote toda tu vida/

--Harry, no pienses en eso ahora -escuchó en su cabeza y se dio la vuelta. Ahí no había nadie. ¡Pero había escuchado la voz de Luke!

--No, no estoy ahí, estoy en el hall de entrada. Justo pasábamos por la puerta de la cocina y escuché tus pensamientos

--OH -susurró Harry sorprendido, ya que no se acordaba que los vampiros podían escuchar los pensamientos de los demás.

--Luego hablamos, ¿dale? Ahora debo alimentarme -volvió a escuchar la voz en su cabeza.

--/Está bien/ -pensó Harry confiando de que el vampiro le escuchase.

Una vez que los tres chicos terminaron de cenar, se dirigieron a la habitación que compartían Harry y Ron, para seguir hablando de cosas sin importancia.

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Una hora y media después, Michael abrió la puerta que dirigía al cuarto de Harry, y no pudo evitar una sonrisa en su rostro ante tal escena.

Los tres jóvenes se encontraban profundamente dormidos. Ron estaba boca arriba sobre su cama, y en su pecho se encontraba la cabeza de Hermione. Una mano del pelirrojo se encontraba sobre su cabello, y los brazos de la muchacha se encontraban rodeando el cuello del chico.

Harry, por su parte, estaba tirado boca abajo sobre su cama, con una mano colgando a un lado, la espalda doblada y la cabeza apoyada en su otro brazo. Sus lentes estaban a punto de caerse. Seguramente mañana se levantaría con un dolor tremendo en los huesos a causa de su postura.

El vampiro se acercó a donde se encontraba el joven, y cuidadosamente tomó los anteojos del chico y los colocó sobre la mesita de luz que se encontraba a un lado de la cama. Luego, con delicadeza, acomodó a Harry en una posición más cómoda, y hechándole una última mirada a los tres adolescentes, se retiró de la habitación con una sonrisa.

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A la mañana siguiente cuando Harry despertó, no recordaba haberse sacado los lentes. Mejor dicho, no se acordaba de cuando se había dormido. Miró hacia la cama de su amigo, y cuando posó la vista en ella, vio que Ron se había quedado dormido junto a Hermione. No pudo contener una pequeña risita que despertó a sus amigos.

Cuando éstos despertaron y se dieron cuenta de la posición en que estaban, se sonrojaron y Hermione se disculpó con Ron.

--No importa Herm. Ahora bajemos a desayunar que tengo hambre.

--Sí, y recuerden que hoy tenemos que ir al callejón Diagon -dijo Harry a sus amigos

mientras salían del cuarto y bajaban las escaleras.

--Si, cierto, ya lo había olvidado -dijo Ron desperezándose.

--Buenos días a los tres -los saludó Remus que ya estaba desayunando cuando los chicos entraron en la cocina- ¿cómo han dormido?

--Muy bien -contestó Harry mientras les guiñaba un ojo a sus amigos que se sonrojaron visiblemente.

A Remus no le pasó por alto ese detalle, pero prefirió no hacer ninguna pregunta.

--Hoy vamos al callejón Diagon, ¿lo recuerdan? -les preguntó el licántropo al mismo tiempo que se levantaba de su silla.

--Ajá -contestó Ron mientras le dirigía una mirada asesina a su amigo que se encogió de hombros y siguió tomando su desayuno como si nada.

--Bien -continuó Remus- dentro de diez minutos más tardar los quiero a todos en el hall de entrada.

--De acuerdo -dijeron los tres y se levantaron rumbo a su habitación para buscar su lista de útiles.

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Una vez en el caldero chorreante se encontraron con ojo loco Moody, que los estaba esperando sentado en una mesa.

--Buenos días, Alastor -lo saludó el licántropo una vez que estuvieron a su lado.

--Buenos días -les contestó éste mirando fijamente a todos.

--Bueno, si ya estamos listos, podemos comenzar con las compras -dijo Remus caminando hacia el patio trasero seguido por los demás.

Mientras caminaban por el callejón Diagon, como era de costumbre, toda la gente se paraba y señalaba la cicatriz de Harry y murmuraban entre sí.

Alastor Moody, por su parte, le dirigía una mirada fría a todos los que se les acercaban demasiado, y no hacía ningún caso a los cuchicheos que se escuchaban por todas partes.

Al llegar a la librería, los chicos se dispersaron por el lugar en busca de sus libros.

Harry se separó de sus compañeros y comenzó a buscar en las estanterías. De pronto, le llamó la atención un libro gordo, de estatura mediana, que tenía unos símbolos raros en la tapa. Harry lo observó y, curiosamente, pudo entender lo que decía.

"Hechizos, maldiciones y contra maldiciones para un parselmouth" . (N.A: parselmouth es la persona que habla pársel.)

Harry se sorprendió. No sabía que el pársel se pudiera escribir. Porque, eso sin duda era pársel. Esos signos extraños lo confirmaban. Dudó un momento. No sabía si llevárselo o no. Porque si se lo llevaba seguramente tendría que dar explicaciones sobre que se trataba el libro. Se decidió y lo llevó. Ya pensaría que excusas le daría a los demás.

Siguió su camino comprando los demás libros que iba a necesitar ese año, hasta que se encontró a Ron que miraba fascinado un libro de quiddich.

--¿Te lo vas a comprar? -le preguntó Harry a su amigo que no sacaba los ojos de encima del ejemplar.

--Sí. ¿Ya tienes todo?

-Sí, ¿ya podemos irnos? O te falta algo.

--No, ya compré todo.

Los dos se dirigieron hacia la salida donde ya los esperaban Lupin, ojo loco y Hermione.

--Paguen sus libros y vayámonos, todavía queda mucho por comprar -les dijo ojo loco Moody una vez que ya habían llegado junto a ellos.

--Hey, Harry -le llamó Ron a su amigo- ¿por qué llevas otro libro?

--¿Cuál? -le preguntó Harry haciéndose el inocente.

--Este de aquí -le contestó Remus mientras sacaba el libro escrito en pársel.

--Ah, sí, es que... es de...

--¿De qué es, Potter? -le preguntó Moody luego de un silencio de Harry.

--Es de... quiddich -respondió Harry diciendo lo primero que se le venía a la mente, sabiendo que era inútil ya que ni él mismo se lo creía.

--¿Y por qué está escrito con esos signos raros? -preguntó Hermione frunciendo el entrecejo.

Harry suspiró.

--No es asunto de ustedes lo que yo compre -les contestó de mala manera.

--Harry, sólo queríamos saber -le dijo su amiga un poco triste por la forma que Harry les había contestado.

--Lo sé. Es que... es algo personal.

--De acuerdo -cortó Remus mientras pagaban los libros y salían de la librería.

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--Harry, ¿por qué no nos quisiste decir que trata ese libro? -le preguntó Ron una vez que se encontraban solos en la habitación de Grimmauld Place- sabes que yo no diré nada.

--No es que desconfíe de ti, es que...

Harry no pudo continuar la frase porque una cabeza pelirroja se asomó por la puerta.

--Dice mamá que ya pueden bajar a almorzar -les dijo mientras saludaba a Harry.

--Bien -dijo Ron frotándose el estómago.

Una vez que el almuerzo había terminado, Harry, Ron, Hermione, Ginny y los gemelos subieron al cuarto de las chicas para hablar tranquilamente.

--Hey, Harry, ¿qué me decías sobre el libro antes de que bajáramos a comer? -le insistió Ron a su amigo en voz baja.

--¿Qué libro? -preguntaron Ginny y los gemelos al mismo tiempo.

--Un libro que he comprado hoy en el callejón Diagon -respondió el chico de oro luego de un suspiro- creo que está escrito en pársel.

--¡¿Qué está escrito en qué! -exclamó Hermione aterrorizada- Harry, ¿cómo se te ha ocurrido comprarlo?

--Tranquila Herm -la calmó Ron colocándole una mano en el hombro a su amiga- Harry no lo hubiese comprado si fuese peligroso, ¿no es así, compañero?

--Si, pero la verdad es que no sé de que se trata -admitió Harry avergonzado.

--¿Por qué no lo traes y te fijas? -sugirió Fred luego de un silencio.

--Sí, eso haré -dijo mientras se ponía de pie.

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--¿Ves, Hermione? No tiene nada de malo -le dijo Ron a la joven una vez que Harry les leyera el índice del libro.

La verdad era que Harry no se los había leído todo, sino que había seleccionado algunos títulos, ya que una vez que había abierto el libro se había encontrado con varios enunciados sospechosos, y no quería que sus amigos desconfiaran de él. Decidió leerlos más tarde.

--Si, Ron, lo sé. Discúlpame Harry, por haber desconfiado de ti -le respondió la chica mientras miraba a sus amigos.

--No hay problema -contestó el joven mientras guardaba el libro- que tal si...

¡bummmm!

Una explosión en el piso inferior les hizo saltar del susto.

--¿Qué fue eso? -preguntó Ginny mientras tomaba el brazo de una igual asustada Hermione.

--No lo sé -respondió George poniéndose de pie y sacando la varita al mismo tiempo que Fred, Ron y Harry.

--Quédense aquí -les dijo Ron a las chicas antes de salir a toda carrera por la puerta.

Al llegar a la cocina, el cuadro que los recibió no era lo que los chicos esperaban.

Remus, Tonks, y los Señores Weasley peleaban con cinco encapuchados con máscaras blancas. Las mesas y sillas estaban destrozadas, no había puerta de entrada, y varias partes de las paredes estaban quemadas y a punto de caerse.

Tonks tenía un corte en la mejilla que le sangraba abundantemente, y varios cortes más pequeños en todo el cuerpo. Remus, por otra parte, parecía que se había dislocado el hombro, y sangraba por la nariz. La señora Weasley lucía igual que Tonks, pero con algunos raspones y moretones más. Artur trataba de esquivar los maleficios que le enviaban, pero no se encontraba en mejores condiciones.

Antes de que los adolescentes entraran en la pelea, hizo acto de presencia Dumbledore con ojo loco Moody, quienes desarmaron y ataron a los mortífagos de inmediato.

--¿Están todos bien? -les preguntó el licántropo acercándose a los jóvenes.

--Si, Remus -le contestó Fred.

--¿Dónde están las señoritas Weasley y Granger? -les preguntó amablemente el director.

--Aquí -se escuchó una voz que venía de las escaleras.

--Bien -continuó el anciano una vez que las chicas ya se habían sumado al grupo- han descubierto el cuartel de la orden. Aquí no es seguro. Tendremos que irnos.

--¿Pero a dónde? -preguntó Artur mirando a los mortífagos que en esos momentos estaban siendo llevados al ministerio por Alastor Moody.

--A Hogwarts -respondió el anciano como si fuera lo más obvio.

"¿A Hogwarts?" Preguntó Hermione todavía temblando del susto.

"Sí," contestó el director, "pero lo más importante ahora es, ¿cómo supieron del escondite de la Orden?"

"Me temo Albus," empezó a decir Remus con una voz de profunda concentración, "que hay un traidor entre nosotros."

"Es lo que me temía." suspiró Dumbledore.

"Hemos incluido personas nuevas en la Orden." Lo interrumpió Artur Weasley mientras se curaba las heridas.

"Sí, espero que no sea la persona que pienso." Murmuró el anciano.

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N.A.: Ahahhhahhaah! Si! Si! Si! Lo terminé! Es uno de los capítulos más largos que he escrito,

En el próximo capi: ¿Cómo descubrieron el cuartel? ¿quién es el traidor? ¿irán a Hogwarts? O... ¿qué harán? Si querés saber, leé los próximos capis!

AgosMalfoy

Miembro de la Orden Siriusana

Miembro de la Orden Remusiana

Miembro de la Orden Luciusana

Miembro de la Orden Severusiana

Miembro de la Orden de Las Mortífagas

Miembro de la Orden de Voldemort

Continuará...