Sacralo: Mi primer review! La verdad no lo esperaba tan pronto, gracias por lo de la enciclopedia como ves ha encajado bastante bien en este capitulo. Yo también espero que salga un buen fict y intentare actualizar lo mas pronto que pueda. Gracias por los animos

Katie-Soul-Sieth: Hola Katie! La respuesta a tu pregunta es sí, la frase es mía al igual que todo lo que salga en este fict a menos que mi subsconsciente lo haya oído en algún lado y me lo devuelva ahora haciendome creer que es mio ;) Espero poder leer tus ficts aunque por lo que he leído las parejas no me van a gustar pero creo que aunque no me gusten mereceran la pena.

Capitulo 1

Al día siguiente un muchacho se levantaba de su cama anormalmente contento. Había decidido que lo primero que debía hacer para empezar a entrenarse era practicar Oclumancia y había conseguido pasar su primera noche sin pesadillas en mucho tiempo gracias a ello. Esos días estuvo practicando Oclumancia, consiguió un nivel en el que si él se lo proponía ni Dumbledore ni Voldemort podrían obtener nada de él aunque estuvieran a las mismísimas puertas de su mente.

Para continuar con su entrenamiento siguió con lo que tenía más a mano. Se aprendió todos los encantamientos que había dado en los 5 cursos al igual que las transformaciones, pociones, hechizos,... podía estar orgulloso ¡Hermione iba a tener una dura competencia! Había conseguido llegar al nivel de su amiga en apenas unos 10 días de intenso estudio. Otra de las partes de su entrenamiento era intentar aprovechar las máximas horas del día posibles, ya conseguía dormir 6 horas diarias sin ningún atisbo de cansancio.

Harry se encontraba sólo en la cocina de la casa pensando en cual podía ser su próximo paso. Pensó en salir a algún gimnasio o a correr para aumentar su condición física pero sabía que aunque no lo viera habría alguien que lo estaba vigilando por orden de Dumbledore y no quería que él supiera nada. Había decidido pagarle con la misma moneda, si quería información tendría que ganársela. Por otro lado había pedido varios libros por lechuza pero todavía tardarían un tiempo.

Mientras estaba pensando en esto la solución apareció delante de sus narices. Era gordo (aunque no tanto como antes) y aunque le costara admitirlo su ayuda sería muy beneficiosa. Pero... ¿Cómo conseguiría convencer a Dudley Dursley de que le entrenara? Podría amenazarlo con magia pero creía que ni con eso sería suficiente. ¿Que le podría ofrecer a Dudley?

Dudley tenía sin duda todo los artefactos muggles que necesitaba y el dinero le sobraba así que con eso no lo pondría convencer. Si pudiera hacer magia encontraría algo que le gustara pero eso de momento no era posible, lo de hacer magia sin ser detectado seguía siendo una cosa de su lista de tareas pendientes a la que no encontraba solución. Si no recordaba mal aún tenía algunos dulces de la última vez que estuvo en Honeydukes pero suponía que no era suficiente, además algunos le pondrían en serios aprietos ¿Cómo le explicaba que era normal que las ranas de chocolate se movieran?

Sin poder llegar a ninguna parte decidió hablar primero con él para ver si podía haber otra cosa con la que lo pudiera convencer y luego si no tenía otra opción ofrecerle los dulces a cambió.

-Dudley, ¿puedes venir afuera conmigo? Me gustaría proponerte algo – dijo Harry intentando sonar lo más amable posible y no asustar a su primo
-Siempre que mantengas "eso" guardado – gruño Dudley señalando la varita que ahora Harry siempre llevaba encima pero nunca la llevaba en el bolsillo trasero, Moody le había avisado de lo que podía pasar si la llevaba ahí y él ciertamente no quería arriesgarse a perder sus cuartos traseros.
-Tranquilo no quiero hacerte daño – dijo Harry mientras salía de la casa con su primo.
-¿Qué quieres? – preguntó Dudley después de que llevaran un rato caminando sin hablar
-Quiero que me entrenes para que alcance una buena forma física y quiero que me enseñes todo lo que sepas sobre boxeo y otras artes de lucha – dijo Harry.
-¿Y que te hace pensar que te voy a ayudar yo a ti?¿Y para que quieres tu entrenarte? – dijo Dudley sin todavía que era su primo el que le estaba proponiendo eso.
-Pues para lo segundo te digo que no te importa – dijo Harry – en cuanto a lo primero ¿Qué querrías a cambio?
-Aceptare a cambio de un par de cosas y unas cuantas condiciones – dijo Dudley después de un silencio que asombró a Harry pues veía como su primo por primera vez hacía verdaderos esfuerzos por pensar en algo.
-Bien ¿Cuáles son? – dijo Harry
-Las condiciones son que no podrás atacarme con magia y yo deberás hacerme caso durante los entrenamientos.
-Las acepto y ahora ¿Qué quieres tú a cambio?
-Quiero que respondas a todas las preguntas que te haga acerca del mundo mágico y que me enseñes un par de cosas de él – dijo Dudley aunque temblando un poco al pronunciar la palabra prohibida en su casa
-No hay problema – dijo Harry pensando que era lo último que podía esperar de Dudley
-Y quiero una lechuza de esas con las que os mandáis cartas, nada más
-Entonces tenemos un trato – dijo Harry cuando pudo salir del estado de shock en el que se encontraba.
-Tu lo has dicho
-Si no es mucha molestia ¿se podría saber a que viene este cambió de actitud?
-Quizás algún día te lo cuente primo – dijo Dudley mientras volvía a casa.

Harry se dispuso a mandar a Hedwing con un encargo a la tienda de animales del callejón Diagon, quería que la lechuza de Dudley llegara lo más pronto posible. La verdad es que se podía haber esperado que le pidiera cualquier cosa menos eso pero a él le había venido muy bien que Dudley quisiera tan sólo eso, temía que quisiera que fuera su esclavo personal o algo así. ¿A que vendría ese cambio de actitud en su primo? Definitivamente este año no iba a ser normal. Se rió mentalmente de que había pensado, él era Harry potter, ¿Alguien se atrevería a definir uno de sus años de normales? Nada a su alrededor era normal y parece que este año ni los muggles eran una excepción.

Los entrenamientos de Dudley empezaron al día siguiente, al parecer se lo había tomado muy en serio ya que lo había despertado al alba tal y como había echo su ex-capitán del equipo de Quidittch Oliver Wood. Empezaban con una carrera alrededor del barrio y luego hacían unos ejercicios para fortalecer los músculos finalmente entrenaban en las distintas artes de lucha. A Harry le asombro darse cuenta de que su primo ese año había cambiado mucho, seguía siendo un muchacho grande pero ahora no era gordo sino más bien fuerte. Harry tardó un par de días en coger el ritmo a su primo pero pasados algunos días más podía incluso ganarle alguna vez en los combates, excepto claro en los de boxeo en los que su primo era indudablemente un rival temible. Sentía que los músculos se le había fortalecido y que su resistencia física había aumentado mucho, era asombroso que cuando se proponía algo lo conseguía sin mucho esfuerzo relativamente, quizás incluso ya no se vería tan canijo rió Harry mentalmente.

Cuando no estaban entrenando se ocupaba de estudiar los libros que había podido reunir, además de los que le habían regalado a los cuales no le había prestado demasiada atención antes si no eran de Quidittch. Esa tarde estaba mirando uno de los libros que le había regalado Hermione que era muy interesante y ahora se arrepentía de no haberlo mirado antes porque había unas cosas que podían haberle ayudado el año pasado. Realmente Hermione no tenía competencia cuando se trataba de libros, estaba pensado en eso cuando su primo llego a su habitación.

-¿Es hora de entrenar? – pregunto Harry
-No, he venido a que cumplas una de tus condiciones – dijo Dudley
-Bien – dijo Harry recordando - ¿Qué quieres saber?
-¿Por qué eres famoso?
-¿Como sabes tu eso? – dijo Harry en estado de shock
-Por ahora no pienso decírtelo
-Porque cuando era niño un mago malvado mato a mis padres y cuando intento matarme a mí la maldición reboto dejándome tan sólo esta cicatriz y quitándole todos sus poderes.
-¿Entonces el murió?
-No el no murió, yo vi como regreso hace dos años
-Ahora quiero que me cuentes lo que has hecho cada uno de estos 5 años en tu colegio porque he oído muchas historias.
-Te contaré todo lo que quieras siempre que no lo cuentes.
-No diré nada

Harry estuvo casi toda la tarde contándole sus 5 años en Hogwarts asombrando mucho a Dudley. Cuando llego a la parte de Cedric en 4 año Dudley incluso le pidió perdón por lo que había hecho el año pasado, al igual cuando le explico los diversos ataques de dementotes que había sufrido y todo acerca de estas criaturas. Cada vez que nombraba a Sirius sentía como una gran tristeza se adueñaba de él y finalmente cuando terminó de contar lo sucedido el año pasado estaba en un estado lamentable. Entonces Dudley le volvió a pedir perdón y le dijo que lamentaba todo lo que le había pasado y que si necesitaba hablar con alguien que se lo dijera. Harry aún con toda la tristeza que tenía no pudo dejar de alegrarse un poco ante la expectativa de tener a un amigo en las vacaciones.

Cuando Dudley se fue intentó olvidar el tema volviendo al libro con el que estaba y consiguió calmarse un poco. Al poco termino el libro fue a buscar otro en el montón que tenía y vio la enciclopedia de defensa contra las artes oscuras que le habían regalado Sirius y Remus ;otra punzada de tristeza obligó a mirar hacía otro lado y vio un libro en el que nunca antes se había fijado. El libro no tenía titulo así que abrió el libro para mirarlo y se encontró una nota en la primera pagina

Querido Harry

Espero que este libro te sirva para seguir

los pasos de tu padre y los míos, te dirá todo lo

que necesitas saber acerca de los animagos y de

cómo convertirte en ellos.

Que esto no te sirva para meterte en líos
Creo que no soy la persona más indicada para decírtelo
Pero después de todo soy tu padrino


Sirius Orion Black

Toda la tristeza que había acumulado estalló haciendo que se le formaran pequeñas lagrimas en los ojos. Debía ser fuerte no podía caer ahora él no hubiera querido que estuviera triste. Apartando los ojos de ese libro sus ojos fueron a caer al libro que se había "encontrado" el otro día, deseando algún consejo que le ayudara lo abrió para leerlo

"Se que la muerte acecha en cada rincón
pero no pienso quedarme aquí oculto a la luz del sol
ahora saldré ahí fuera a luchar por lo que quiero
y ten en cuenta que si hoy muero
habré muerto como yo deseo
la espada empuñada y sonriendo
y mi cara mirando al cielo
donde están a los que quiero
el lugar en el que ahora te espero"

Harry cuando terminó de leer sintió como su cuerpo se volvía mucho más ligero y su mente más despejada, todo sentimiento de culpabilidad que le aprisionaba había sido eliminado. No sabía como pero estaba seguro de que a Sirius le hubiera gustado morir así tal como lo hizo. Defendiendo lo que creía burlándose de Bellatrix y con la varita en la mano como el hombre que era. Ese era Sirius Black y así querría haber muerto.

Después de un rato en el cual se había quitado el peso que había traído desde el departamento de misterios volvió a fijar sus ojos en el libro para leer algo más.

"Si sólo pensamos en lo que perdimos nunca podremos disfrutar de lo que tenemos"

Con esto se sintió conforme, cerró el libro y lo guardo como el más preciado de sus objetos. Luego salió a buscar a Dudley, saldrían a tomar algo para celebrar su nueva amistad.