MI MAS GRANDE ANHELO

POR: § Alexeigirl §

CAPITULO 8: …A MEDIA LUZ…

Sora estaba realmente impactada con aquella vista que tenían desde el risco donde se encontraban del legendario Río, y que en Izumo era uno de los mas representativos por su antigüedad y la majestuosidad de sus grandes extensiones que le daban forma al nombre por el que era conocido…

.- Así que este es el famoso Yamata No Orochi (Dragón o Serpiente de ocho cabezas)…WoW…es realmente…imponente…- Yamato no podía estar mas de acuerdo con aquella sencilla descripción, pues le hacia recordar la impresión que le había causado ese río la primera vez que lo había visto, dejándolo con una mezcla de fascinación, miedo y respeto.

Pero estaba seguro que nada lo fascinaba mas que ver el rostro embelesado de Sora cada vez que encontraba algo que la maravillaba, y haría lo que fuera por ver esos ojos rubí brillar aun mas que las aguas del Río al ser iluminadas por los rayos del sol…

¿Sabes?...cuando Takeru tenia seis años, le daba pavor este río y se ponía a llorar si alguien decía que vendría a verlo…-

¿y eso?...debía existir una razón ¿no?...-

así es…imaginaba que por el nombre, una horrible y gigantesca serpiente de ocho cabezas saldría para devorar a quienes se acercaran a ella, no te imaginas el trabajo que me costo convencerlo de que nada de eso pasaría y que el nombre era solo una alusión, y no por que en verdad existiera tal cosa viviendo en el…en ese entonces era muy pequeño e inocente –

Sora sonrió al ver como en el rostro de Yamato se reflejaba ese afecto incuestionable por su hermano menor, aun desde aquellos días en que era tachado de frió. Para todos era evidente el fraternal cariño entre ambos hermanos que aun subsistía a pesar de cuan adultos eran ahora, sin duda Takeru siempre seria el hermano pequeño por el cual Yamato siempre velaría.

Llevada por un sentimiento de terneza y complicidad, Sora recargo la cabeza sobre el hombro de su compañero que correspondió aquel afecto colocando su mano alrededor de sus hombros, atrayéndola mas a si, para protegerla a su vez del frescor que trae consigo los vientos de Izumo…

Yamato estaba decidido a pasar unos días inolvidables con su amiga, así que cuando apenas asomaban los primeros rayos del sol, la había despertado para mostrarle una sorpresa que la había hecho saltar de alegría como si fuera una niña: dos hermosos caballos, que sabe Dios de donde los había sacado, para pasar la mayor parte del día cabalgando por las enormes extensiones de bosques y campos en los alrededores de Taisha, y para empezar el día, que mejor que llevarla a conocer el rió Hiikawa, mejor conocido como el Yamata No orochi, origen de innumerables leyendas entre los residentes.

No sabia si era por la unión de Naturaleza y amanecer, que creaban una atmósfera envolvente y despertaba su llama romántica, pero sentía que podía pasar

El resto de su vida admirando aquel sublime paisaje con Sora entre sus brazos, seguro de que ella sentía lo mismo. Todo eso le hacia pensar ¿Por qué era

tan reconfortante estar al lado de un ser vivo?...aun mas si ese ser era esa pelirroja que tanto adoraba y cuya compañía siempre había disfrutado como ninguna

otra, quizás por eso le parecía de lo mas natural el deseo de besar sus mejillas y envolverla en sus brazos para seguir contemplando el paisaje después de la

sonrisa que ella le había dado aprobando su acción y permitiendo que el calor corporal de sus respectivos cuerpos se confundiera por unos momentos para

convertirse en uno solo, después de todo, eran años de conocerse y entre ellos no había detalle que ignoraran el uno del otro…el sabia que Sora había tenido

amores que le habían mostrado tanto las mieles como los sinsabores del amor, y ella sabia que Yamato había sido un lobo solitario que había ido de cama en cama

en busca de algo que hasta ahora no había encontrado…

Impulsada por la curiosidad, Sora se asomo al precipicio para saber exactamente que había debajo de ellos, provocando que Yamato lanzara un pequeño

quejido al sentirse abandonado por aquel calor que le confortaba el alma…

¡Por el amor de Dios, Sora, ten cuidado! – Yamato la aparto del borde Apretándola contra su pecho, logrando que ella pudiera sentir los latidos de su corazón que iban tan rápido como los suyos, y respirar la textura de su piel perdiéndose en el azul intenso de sus ojos, haciéndola conciente de que si seguía ese contacto podría perder la razón en cualquier momento…

…Ya…Yamato…- de sus labios salieron palabras ahogadas producto de la falta de aire que le había provocado el acercamiento, pues ya no podía negarlo…Yamato la atraía…no solo como amigo, sino como el hombre que era, aunque no tenia idea de cómo había pasado.

Siempre le había parecido atractivo, eso era algo que ninguna mujer en su sano juicio podría negar, pero jamás había sentido que el corazón le palpitara tan rápidamente, ni que sus rodillas flaquearan de aquella forma ¿Por qué tenia que responder su cuerpo de aquel modo ante el?...ciertamente le resultaba algo confuso…¿Cómo saber si era solo atracción o en verdad se estaba enamorando de aquel chico al que le había dado su primer beso?...normalmente lo sabría sin problemas, pero Yamato alteraba tanto sus sentidos que ahora su usual raciocinio no le ayudaba en nada.

De forma impulsiva, Sora se puso de puntas rodeándolo con sus brazos y aprisionando los labios de Yamato contra los suyos, invitación que el acepto de inmediato en medio de una respiración entrecortada, sintiendo la necesidad de explorar cada detalle de aquellos suaves labios.

Nunca había sentido al besar a una mujer que el corazón fuera a salírsele por el pecho, ni que lo sacudiera el deseo por ella de tal forma…¿acaso la felicidad que siempre había buscado, había estado tan cerca de el y jamás lo había visto?...no lo sabia, lo único que se comprendía era que no deseaba dejar de besarla y no pudo mas que maldecir la necesidad de los seres humanos por respirar y lo obligaba a abandonar aquellos labios que eran mucho mas y calidos como ninguno otros lo eran. . Tras separar sus labios de los de Sora,le acaricio el rostro con suavidad manteniendo sus frentes juntas hasta que su respiración se regularizara y el sonrojo de sus mejillas, que ya se estaba haciendo costumbre entre ellos, desapareciera.

Sora se recostó por unos momentos sobre ese tórax que le parecía tan calido, queriendo asimilar lo que estaba sucediendo en ese momento en su corazón, al mismo tiempo que se preguntaba si Yamato estaría pasando por lo mismo, si aquellos besos eran producto de un sentimiento que estaba naciendo y que era mas profundo que el deseo y la pasión… o si solo era parte de la ayuda que el le había ofrecido y en realidad no sentía mas que amistad por ella…

¡CIELO?...¿me estas escuchando? – la repentina aparición del rostro del rubio frente al de ella la regresaron pronto a la realidad…

disculpa…estaba algo distraída…¿decías?...

… suspiro nada importante, solo te preguntaba si tal vez te gustaría visitar algún lugar mucho mas concurrido…quizás te aburra que solo veamos paisajes…

…no…la verdad preferiría evitar lugares así y estar lejos de miradas curiosas…en verdad me gusta mucho esta tranquilidad…y después de todo…solo necesito de tu compañía para pasarla bien…- Yamato sonrió mas que complacido por esas palabras, pues una de las razones por la que la había traído a Izumo era para estar a solas con ella…hablar tranquilamente y dejar que lo que tuviera que pasar, sucediera sin interrupciones…aunque en realidad ya habían tenido dos…

Continuaron cabalgando dejando que los caballos marcaran su propio ritmo, así que iban a un ligero trote lo que les permitía seguir charlando tranquilamente…

…Yamato…hay algo que quiero comentarte…acerca de nuestro hijo – "nuestro hijo" aunque le había gustado como había sonado eso no había dejado de notar la seriedad de aquellas palabras…

…¿Qué pasa?...

será mejor que te cuente…como he dispuesto las cosas si algún día llegara a faltar…ya he hablado Tai y Mimi y ellos están de acuerdo…me Austria que ellos tuvieran la custodia de nuestro hijo si me llegara a pasar algo…

…Quieres decir…después de mi ¿verdad?...

pues no…es decir…claro que si así lo quieres formaras parte de su vida, serás su padre después de todo, pero si se diera el caso me gustaría que ellos lo criaran, y me han prometido que lo cuidaran como si fuera su propio hijo y confió ciegamente que así será…

Pero Sora…‚¡es mi hijo! Y no denegare responsabilidades que solo a mi me corresponden ‚¿Por qué me quieres hacer a un lado de esa forma!

…no es eso… pero no me gustaría que te hicieras cargo de el solo por el hecho de que te sientas responsable…por obligación…en cambio, Tai y Mimi lo cuidaran por amor…

¿Y yo no, por el amor de Dios Sora ‚¡será mi hijo! Claro que lo voy a amar, si solo fuera por compromiso desde un principio no hubiera aceptado ayudarte, los hijos no deben ser por obligación sino por que en verdad los deseas y yo en verdad deseo tener lo contigo……

pero…¿y si con el tiempo te casas?...o tu pareja no quiere cargar con el hijo de otra mujer…no quiero que se sienta rechazado…ni que de causa problemas…

y no lo har� y si esa persona no lo acepta, eso significa que no es la apropiada para mi si no puede querer algo que es parte de mi misma…Sora… si te ocurriera algo, y le pido a todos los cielos que jamás suceda eso, yo cuidaría de nuestro hijo…y si tengo que luchar por su custodia, te juro que lo haré sin dudar…

De cierta forma, Sora se sintió reconfortada ante la seguridad que emanaba Yamato, no cabía duda que seria un magnifico padre…y por eso ahora se sentía avergonzada…

lo siento…no debí excluirte así…pero es que no quería que te sintieras obligado a hacer nada que no quisieras hacer…ya te he pedido suficiente después de todo…- mostrando una mirada dulcemente comprensiva, Yamato acaricio la mano de su compañera…

no digas eso Cielo… cuando acepte ayudarte, lo hice plenamente conciente de todo lo que involucraba ahora y en el futuro…en verdad quiero tener ese hijo contigo y ayudarte en todo lo que pueda…no se si seré un buen padre, y confieso que eso me asusta un poco…pero quiero verlo crecer y estar a su lado si algún día me necesita…- una pequeña lagrima de felicidad cayo inevitablemente por la mejilla de Sora…

…por que…¿Por qué siempre tienes que ser tan encantador?...

suspiro …no lo se…es difícil, pero supongo que alguien tiene que serlo…

…tonto…- aquel comentario del rubio tuvo como paga una sonrisa…

Ya pasaba por mucho del medio día cuando llegaron a las orillas del lago Jinzaii. Decidieron caminar un poco alrededor del lago para estirar las piernas y dejar que los caballos descansaran y así disfrutar mejor la esplendida vista que tenían. Cualquiera que los viera juraría que se trataba de un par de enamorados en medio de su idilio, pues caminaban por las orillas, el, con un brazo alrededor de sus hombros, y ella, tomándolo por la cintura ligeramente recargada sobre el, pero siempre sonriendo mientras charlaban…

Sora se sentó sobre una piedra donde podía oír a las ranas cantar, cuando se percato que Yamato, que había estado lanzando piedras al lago, miraba absorto a la distancia…

¿Qué pasa?...

allá…hay un bote ¿lo vez? – Sora se puso de pie y se acerco.

había un pequeño bote de remos anclado en un muelle a algunos metros, con una cabaña atrás entre los árboles…

‚¡VAMOS! Quizás nos presten el bote…- Yamato sugirió emocionado. Haciendo que su amiga asintiera divertida al ver esa mezcla de un adulto y el espíritu aventurero de un niño…

Una anciana mujer se encontraba sentada en el porche de la cabaña, meciéndose en su silla acompañada de un pastor alemán echado a su lado, que movió la cola contento al verlos llegar. Yamato comenzó a charlar con la mujer y ella les permitió llevarse el bote. Sora se sorprendió con la facilidad con que la mujer había accedido, quizás por que la gente de provincia era mucho mas amable y confiada que la de ciudad…o tal vez por que Yamato inspiraba confianza.

Sora se sentó en el bote gozando de la brisa mientras Yamato remaba, al llegar al centro del lago, tiro del ancla y se dispusieron a disfrutar del lugar. Antes de salir, Sora había preparado una generosa cantidad de emparedados y un par de botellas de agua, sospechando que tendrían un día agotador y terminarían hambrientos.

Después de terminar, Yamato se deslizo del asiento y se tumbo sobre el piso del bote con el rostro dando al sol, mientras Sora recogía el desorden que habían dejado…

¿Sabes?- murmuro el rubio llamando la atención de su compañera – me preocupa un poco que quieras hacerte cargo sola de nuestro hijo…¿no tienes miedo?...jamás te has preguntado si en verdad podrás hacerlo?...-

…Bueno…si…un poco, pero creo que podré hacerlo bien, después de todo, como mi padre viajaba mucho, prácticamente mama me crió sola…y me parece que no Salí del todo mal…-

…¿en serio?...¿te parece? – pregunto Yamato con una sonrisa burlona…

Si tonto, Si me parece – Sora sonrió dándole un coscorrón mientras se tiraba a su lado…

¿ y como le vas a explicar el hecho de que sus padres no vivan juntos?...-

…mmm…ya me preocupare por eso en su momento…tal vez solo le diga que deseábamos cosas distintas o algo así…-

eso suena como una excusa…y no nos deja muy bien parados a ambos – Yamato contesto siendo directo en sus palabras - …tal vez…deberíamos vivir juntos por el bien de nuestro hijo…aunque no estemos casados ni nada, así le daríamos cierta seguridad familiar…-

No sabia si lo decía en serio, pero Sora sonrió enternecida por la sugerencia de su compañero. Yamato había sido criado por su padre tras su divorcio de su madre…había sido difícil y esa experiencia lo había dejado marcado profundamente…por esa razón comprendía la importancia de crecer dentro de un cordial ambiente familiar.

…lo pensare ¿de acuerdo?...- Yamato pudo advertir la ligera sonrisa y el rubor en el rostro de Sora, se inclino sobre ella metiendo su mano por debajo de su cintura terminando por compartir un largo beso, mientras la rodaba sobre el piso para que quedara encima de el; pero el movimiento hizo que el bote se agitara, haciendo que Sora gritara pensando que se voltearían y terminaran bajo el agua, afortunadamente recobraron el equilibrio u Yamato no pudo evitar reír al verla sujetada del borde del bote con el rostro pálido…

…no tengo ánimos de nadar ¿sabes? Aquí estoy muy calientita, contenta y con el estomago lleno – comento Sora lanzándole una mirada apenada…

…ven aquí…- el la jalo a si colocando el brazo bajo la cabeza de ella, Sora se acomodo a su lado recostándose sobre su pecho, para quedarse tumbados bajo el sol y tomar una pequeña siesta, mientras el bote se balanceaba ligeramente por el ritmo de las aguas.

Transcurrió el tiempo y el cielo fue nublándose provocando que ambos despertaran al sentir que la temperatura comenzaba a bajar…

…¿Qué hora es?...-

Las cinco…

Tal vez era tiempo de marcharse, pero la verdad es que se sentían tan cómodos abrazados, que no tenían muchas ganas de moverse. Yamato bostezo mientras se estiraba un poco…

¿Qué te parece si nos quedamos aquí?...

por mi esta bien- Se besaron lentamente.

Pero por mucho que lo desearan o lo perezosos que se sintieran, quedarse en medio del lago, toda la noche si fuera posible, era algo que no podrían hacer, así que después de un rato, y tras reunir fuerzas, emprendieron el viaje de regreso al muelle, donde la mujer y su perro ya los esperaban.

La amable anciana, llamada Masami Tsubaki, al suponer lo cansados que debían estar y lo largo que probablemente podría ser su viaje de regreso, les propuso quedarse en la cabaña que solían usar sus nietos cuando venían a visitarla y que estaba a unos cuantos metros de la suya. A ambos les pareció excelente la idea, pues efectivamente, estaban demasiado agotados para soportar el viaje de regreso, y además así los caballos podrían descansar después de ese fatigoso día.

Y gustosos aceptaron. así que después de ofrecerse a cocinar para la anciana y tras tener una agradable charla con ella se retiraron a descansar.


¡ESTOY RENDIDO! – exclamo Yamato tirandose en la cama, mientras Sora encendía un Quinqué (Lámpara de alcohol) que le daba a la habitación un curioso color anaranjado iluminándola tenuemente, colocándola sobre una pequeña cómoda, PARA SENTARSE DESPUES JUNTO A SU COMPAÑERO…

Gracias POR este día Yamato…ha sido maravilloso …-

yo también me la he pasado genial – contesto sonriente - …aunque ahora me esta matando la espalda…- entonces Yamato sonrió de forma traviesa -…¿puedo pedirte un favor?...-

Claro, tus deseos son ordenes para mi…

¿me darías un masaje? –

….mmm… de acuerdo, de alguna forma tengo que agradecerte todo esto – sonrió coqueta tras meditarlo por algunos segundos…

Entonces el se levanto para quitarse los tenis y la playera que llevaba, dejando al descubierto su mas que bien torneado Tórax frente a Sora y sin ningún pudor. Al verlo así, con el torso desnudo, Sora no pudo evitar ruborizarse, pues a pesar de su delgada apariencia, tenia todas las abdominales y demás músculos perfectamente bien marcados debajo de su blanca piel, dejándola con el pulso acelerado y la garganta seca. Yamato sonrió amplia y maliciosamente al darse cuenta del efecto que había causado en ella…

…y…¿Dónde quieres que te de el masaje?...- Sora se odio por no poder ocultar su perturbación en el tono de voz que había usado…

En la espalda - Yamato contesto de lo mas natural mientras se Acostaba boca-bajo apoyando la cabeza sobre sus brazos…

…cierra los ojos…- Ordeno Sora a lo que el obedeció casi de forma inmediata, y tras unos segundos, sentirla sentada sobre el, con sus calidas manos que se movían suavemente por su espalda moldeando cada uno de sus músculos y haciendo que comenzara a relajarse.

Inevitablemente, Yamato comenzó a sentir como una calida sensación empezó a recorrer su cuerpo con el contacto de las manos de Sora comenzando a extenderse magistralmente por su piel. De seguir así, estaba seguro que perdería el control de si mismo.

A Sora le fascinaba ver como sus manos recorrían aquella maravillosa piel que se sentía tan bien debajo de sus manos, sobre todo cuando descubrió como Yamato se estremecía si lo acariciaba a los costados, donde era especialmente sensible…

El placer que el sentía era demasiado como para seguir ahí sin hacer nada, no podía soportar mas esas calidas manos que subían y bajaban y que lo estaban volviendo loco. Yamato se dio la vuelta bajo ella interrumpiéndola en su labor, sus ojos dilatados y brillantes, hacían que se vieran mucho mas profundos de lo que ya eran, mostrándole abiertamente el efecto que había tenido esa sesión de masaje sobre el…ambos tratando de respirar con normalidad, pero por alguna razón, parecía ser que el aire de la habitación no era suficiente.

Lentamente subió los brazos colocando las manos sobre sus hombros y después deslizándolas suavemente por sus brazos que parecían temblar con ese rocé. Luego la tomo con uno de ellos por la cintura inclinándola poco a poco hacia el, haciendo que Sora se sintiera hipnotizada por aquellos ojos azules y esos labios que se entreabrían lentamente para recibirla, hasta que una vez mas, sus labios quedaron entrelazados en un apasionado beso que les exigía fuera mas profundo e intenso a cada momento. Ella no pudo mas que presionarse contra el para dejar que aquel calor que sentía comenzara a expanderse al sentir como sus manos varoniles comenzaban a explorar su cuerpo de manera ansiosa en medio de un abrazo que le impedía huir si así lo hubiese deseado.

Yamato jamás estuvo tan conciente de las bendiciones que otorga el sentido del tacto como en ese momento, ahora que con sus propias manos exploraba esa maravillosa piel satinada…quizás ella lo ignorara pero su piel estaba provocando una sobrecarga sensorial en el.

Después de unos momentos separaron sus rostros lo suficiente para intercambiar algunas palabras silenciosas con la mirada, que parecía decir exactamente lo que ambos deseaban y no estaban dispuestos a esperar. así que a los besos siguieron sumándose las caricias, y se desecharon los pudores junto con la ropa.

Ambos cuerpos entrelazados, eran alumbrados por la tenue luz de las lámparas que iluminaba con un calido tono anaranjado sus pieles desnudas, brindándoles una extraña combinación entre inocencia y sensualidad.

Los labios de Yamato lentamente fueron descendiendo por el cuello, mientras Sora cerraba los ojos y enterraba una mano entre sus rubios cabellos, mientras la otra recorría febril su espalda que comenzaba a cubrirse de un leve roció producto del calor que comenzaba a generar la fricción entre ambos cuerpos al dejarse llevar por aquellas maravillosas sensaciones que estaban sintiendo.

El levanto la cabeza y sus miradas se encontraron una vez mas y sin poder evitarlo comenzó a contemplar La desnudez total de Sora…tenia el pelo revuelto de una manera muy seductora…sus ojos, su desnuda piel, la redondez perfecta que formaban sus pechos, su breve cintura y las curvas de su cadera…lo tenían simplemente encantado, era preciosa y sensual por donde quiera que la viera, y la forma en que su pecho subía y bajaba cada vez que respiraba tendida ante el, lo volvía loco.

Sus manos comenzaron a moverse como si tuvieran vida propia, comenzando a recorrer esa piel aterciopelada e incitando sus puntos mas sensibles bajando hasta el vientre, ahí sus labios sustituyeron a las manos provocando que ligeros gemidos comenzaran a brotar de los labios de su amante. Poco a poco fue subiendo, asegurándose de que ningún centímetro quedara sin ser probada y memorizando su sabor y aroma en su memoria…

Sora movía incensablemente las manos por su cuerpo sin cansarse de sentir la suavidad y firmeza de su piel…de palpar la curva de su trasero, de comprobar la fortaleza de sus hombros. Y cuando Yamato se hecho sobre su espalda y la coloco sobre el, vio la expresión de sus maravillosos ojos azules, y supo lo mucho que el la deseaba…y ella estaba dispuesta a hacerle perder la razón por que sus manos lo tocaban de forma seductora, al tiempo que sus labios seguían el sedero que antes había trazado en el pecho de aquel atractivo rubio que ahora parecía derretirse con cada una de sus caricias.

No pudo evitar sonreír de forma traviesa y hasta maliciosa al percatarse de que Yamato se había aferrado a la cabecera de la cama con la espalda arqueada, ante todo el placer y excitación que estaba experimentando al sentirse dominado de aquella forma.

Sin poder contenerse mas, Yamato capturo su boca y la beso apasionadamente, cubriéndola con su cuerpo. Sora correspondió con la misma intensidad mientras permitía que las caderas de el, descansaran entre sus piernas.

Cielo…cielo…- murmuraba Yamato mientras la besaba con verdadera pasión, su hambre por Sora aceleraba cada vez mas a su cuerpo y sintió que el fuego del deseo lo consumía.

Estaban casi asustados ante aquella pasión…ante aquel deseo ardiente que surgía entre los dos. Pero era como una poderosa ola a la que no podían resistirse mas. Lo único que podían hacer era aferrarse el uno al otro y esperar llegaran juntos a buen puerto.

Aunque sabia perfectamente que ninguno de los dos era virgen, no por eso Yamato dejaba de preocuparse por lastimarla, pero en esos intensos ojos rubí, pudo ver como ella le pedía que siguiera, pues confiaba en el y sabia que no la lastimaría…

Poco a poco sus cuerpos fueron uniéndose mientras Sora se aferraba a su espalda en medio de un calido beso, sintiendo desde lo mas intimo de su ser, crecer una enorme ola de placer, que generaba Yamato al introducirse y moverse en su interior con un ritmo lento y seductor con el que era imposible no estremecerse…al principio lento y sinuoso, rápida y frenéticamente al final hicieron el amor, repitiendo cada uno su nombre mil veces al sentirse al borde del extasis,para finalmente alcanzar el clímax mezclando su alma y esencia y fusionándose en un mismo cuerpo, hasta perder todo rastro de individualidad y en medio de ese clímax se besaron…agotados…pero con la felicidad completa plasmada en su rostro, antes de desplomarse completamente exhaustos, el abrazándola y ella recostada en su pecho, pensando que, antes de cerrar los ojos, que jamás se habían sentido tan completos y felices en los brazos de alguien mas…

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Yamato despertó mucho antes que Sora con una sensación de plenitud en su pecho. Ella estaba profundamente dormida a su lado con las sabanas enredadas provocativamente sobre su cuerpo y el pecho subiendo y bajando al ritmo de su suave respiración, y con su piel desnuda que parecía de terciopelo. No pudo mas que sonreír satisfecho al cerrar los ojos y recordar la noche que había vivido con esa diosa de fuego.

Levanto con cuidado una mano y acaricio su rostro fascinado por su suavidad y la calidez que transmitía su piel, era imposible no sentirse atraído por esa mujer, era hermosa en cualquier aspecto que un hombre pudiera desear.

Yamato inclino con cuidado su rostro para robar un beso de aquellos labios de los que se había vuelto ya adicto. Sora dejo escapar un suspiro entre sueños y el sonrió feliz. Se levanto tratando de no despertarla y tomo un pequeño objeto de la mochila que llevaban.

Salio de la cabaña para respirar el aromático frescor del campo, quedando sorprendido al ver lo brillantes que se veían las estrellas en el cielo…su cielo…aceptando que jamás se había sentido tan dichoso y pleno en su vida como lo había sido hace unas horas.

Sonriente marco un numero en el celular que había llevado, y mientras esperaba respuesta, miraba fascinado el cielo estrellado…

… Ahum …Bueno…¿Quién habla?...- después de algunos tonos y un gran bostezo escucho una voz adormilada que en cualquier momento caería en su mundo de sueños de nuevo.

Taichi…soy yo, Yamato…

‚¿Yamato!...‚¿estas loco o que¿tienes idea de la hora que es¡las tres de la mañana! Hombre hay personas que necesitamos diez horas de sueño ¿sabes?...

Lo siento Tai…pero hay algo importante que debo decirte…

… bostezo profundo y prolongado …¿Qué cosa?...¿que despertaste de una pesadilla y no puedes conciliar el sueño?...

…no…mas bien he despertado del mas maravilloso de los sueños y no puedo dormir…tai…estoy enamorado de Sora…

‚¿Queeeeeeeeeeeeee! – y tras escuchar el grito de sorpresa de su amigo, Yamato colgó sin decir mas, pues todo lo que quería era decirle a alguien lo que había descubierto…que estaba profunda y completamente enamorado de Sora Takenouchi…


Uuf, al fin pude terminar este capitulo. Bueno quiero ofrecer una enorme disculpa por el retardo que sufrió este capitulo, pero hubieron razones muy fuertes por las que nisiquiera había tenido tiempo de iniciar el borrador hasta hace unos días, después para mi mala suerte vinieron los problemas técnicos con la computadora que tenemos en casa el Internet, en fin, parecía que todo estaba en contra de que pudiera hacer este capitulo, regraciadamente no puedo prometer que no segura pasando, pues el giro que esta dando mi vida me impide dedicarle todo el tiempo que me gustaría a todas las cosas que me gusta hacer como lo había hecho hasta ahora, lo que se puedo prometer es que este fic continuara hasta su conclusión, pues lo que menos quiero hacer es dejarlo en el aire. Así que esperando su comprensión y seguir contando con su inapreciable apoyo quiero darles las gracias ‚¡YA ESTAMOS CERCA DE LOS 100!REVIEWS, QUE EMOCION! Jamás espere que una historia mía llegara a tener esa cantidad no lectoras tan geniales como ustedes, muchas muchísimas gracias a: Hillary- anna-chan,Sakura-hop,Ruri sakuma,Sorita-Dg1,Poly-chan, kibun No Tenshi,SkAg,Izumi,kari,Lain4 y Dark Rinoa chan,

Y bueno, como han visto, no soy experta en lime ni mucho menos en lemon así que esto no ha salido exactamente como me hubiera gustado, pero aun así espero que haya sido de su agrado.