"HERENCIA DEL PASADO"

By Tanina Potter.

-Capítulo cinco-

ESCARBANDO EN LA MEMORIA.

(DIGGING IN THE MEMORY)

"Era solo un niño con ganas de volar, jugando con preguntas que aún no puedes contestar"

"¿Y¿Cómo te ha ido?" preguntó Ron al ver volver a su hijo a casa. Estaba tan ansioso que hubiera zamarreado a Matthew por una respuesta de no haber sido porque Hermione se encontraba junto a ellos.

"Bien..." respondió Matthew vagamente. "Me dieron el uniforme para que lo ajustara a mi medida y..."

"Eso quiere decir que... ¡Oh, por Dios!" exclamó Ron yendo a abrazar a Matthew. "No lo puedo creer, estás dentro del equipo. Eres el nuevo buscador de..."

"... de las 'Águilas de Yorkshire', papá" completó su hijo mostrándole el uniforme azul que le habían asignado. Aún tenía el nombre del antiguo buscador, pero unos cuantos ajustes por aquí y por allá lo dejarían perfecto. A Ron se le cayó la cara. "Estoy en el equipo de las "Águilas" y comienzo mañana con los entrenamientos."

"Felicidades, hijo" dijo Hermione abrazando a Matt, mientras Ron se sentaba con pesadez en el sillón. "Me alegro de que hayas quedado en ese equipo, es... genial. Genial."

"Gracias, mamá" Matthew sabía que su padre esperaba otra respuesta. "Los 'Cannons' se completaron antes de que pudiera hacer la prueba... pero¿a qué no adivinas quien es la entrenadora? Alicia Spinet. Sin duda es muy estricta y todo eso, pero dijo que te conocía... ¿La recuerdas, papá?"

Ron asintió lentamente, pero no dijo nada. Aún estaba asimilando la noticia.

"¿Alicia Spinet?" preguntó Hermione haciendo que Matt se sentara en el otro sillón de la casa. "Yo también la recuerdo, jugó en el equipo de Gryffindor cuando tu padre fue guardián, sí."

"¿No te gusta la idea, papá?" preguntó Matthew. "Sé que tú querías que quedara con los "Cannons"... y yo también, pero las "Águilas de Yorkshire" también son un buen equipo y..."

"Está bien, Matt" lo interrumpió Ron, sonriendo. "Está bien... te felicito por quedar en las "Águilas", a pesar de lo otro, pero bueno... ¿Qué le vamos a hacer? Era tu sueño¿no? Me alegro de que tu sueño se cumpla."

"¿Seguro que...?"

"Claro, claro..." aseguró Ron, poniéndose de pie. "Lo malo será que tendré que apoyar a dos equipos a la vez¿qué sucederá cuando se enfrenten en el juego?"

Lo vieron dirigirse a la cocina con pesadez y cerrar la puerta tras él. Hermione abrazó a su hijo y le dio unas palmaditas en la espalda. Sabía que Ron había estado muy nervioso por la prueba de Matt y más si había una posibilidad de quedar con el equipo de sus sueños, pero también sabía que se sentiría orgulloso de su hijo cuando lo viera jugar profesionalmente, en el equipo que fuese.

"No te preocupes, Matt" le dijo Hermione. "Tu padre y yo estamos muy felices de que hayas quedado en un equipo de Quidditch de tan alto nivel y estamos seguros de que serás el mejor, como siempre lo has sido."

"Gracias... pero, noté que se puso bastante triste" adujo Matthew aferrándose más a su madre. "Quizás pueda hacer las pruebas el otro año y así quedar en..."

"No, claro que no" repuso Hermione con firmeza. "No debes frustrar tus sueños sólo por que Ron no pudo presumirte con sus amigos de quedar con los 'Cannons'"

"Pero es que..."

"Pero es que nada" dijo Hermione, separándose de Matt para ponerse de pie también. "Veamos¿dónde está tu uniforme?", cuando lo halló, lo tomó con ambas manos y lo examinó de arriba abajo. "Lo llevaremos a Madame Malkins en la tarde y lo arreglaremos a tu medida. Tendrá que agregarle tela porque tú estás mucho más grande que el otro buscador..."

"Mamá" dijo Matthew de pronto. Hermione asintió sin despegar los ojos del nuevo uniforme de su hijo. "Había recortes de periódico sobre mi padre en la carpeta de las 'Águilas'"

"¿De tu padre?" preguntó la mujer, sonriendo ante las palabras del chico. "¿Qué noticias sobre Ron deberían haber en una carpeta de Quidditch?"

"No de Ron, mamá" replicó Matthew. "Eran recortes sobre Viktor Krum..."

Hermione se congeló en el acto y miró a su hijo con cierta premura.

"¿Sobre Viktor?"

"¿Qué pasó con papá?" preguntó Matthew. "Él... él no murió cuando yo era bebé¿no es cierto? Murió dos años después."

"¿Quién te lo dijo?" Hermione se estaba poniendo blanca como el papel y le temblaban las manos.

"Lo decía uno de los recortes..." respondió Matt. "Estaba fechado el 2003... para esa época yo tenía..."

"... dos años" completó Hermione.

Se quedaron unos minutos en silencio, pensando en lo que iban a decir. Sin duda alguna, a Hermione se le hacía extraño que Matthew preguntara por su padre biológico después de tantos años. Claro que Viktor no había muerto cuando su hijo tenía meses de vida; él había vuelto casi dos años después aduciendo que todo había sido un plan para quedarse con el Ministerio de Magia búlgaro y que formarían otra vez una familia feliz. Pero Ron había impedido que Krum se los llevara a ambos, a ella y a Matt. Más bien Hermione lo había impedido...

"¿Por qué no me dijiste eso?" preguntó Matthew después de un rato.

"No lo sé... pensé que no valía la pena enredar aún más las cosas" respondió Hermione tratando de evitar la mirada de su hijo. ¿Y si él se enteraba? ¿Y si él se enteraba de que ella misma lo había dejado sin padre? De sólo pensarlo se le revolvían las tripas.

"¿Qué sucedió entonces?" quiso saber Matthew.

"No sé. Un día vinieron hasta la casa y me dijeron que habían encontrado su cuerpo junto a un edificio... pero nada más" respondió Hermione. Mentía.

"¿Cómo es eso?"

"¡No sé, Matthew!" exclamó su madre, perdiendo ligeramente la paciencia. Matthew la miró con una mezcla de pena y extrañeza. "Yo sé poco más que tú ahora... nunca entendí bien lo que sucedió, por favor no hagas más preguntas¿quieres? Viktor fue un buen padre, no arruines su recuerdo con cosas que quizás empañarían su memoria"

"Pero, mamá..."

"Basta, Matt" dijo Hermione, suavemente. "Basta. Iremos a Madame Malkins y nos olvidaremos del tema¿sí?"

Matthew no sabía qué decir, pero las preguntas acechaban su cabeza como en una guerra de ideas. ¿Por qué Hermione se había puesto tan nerviosa en aquella escueta conversación? Le quedó una enorme sensación de vacío que esperaba pronto llenar.

"Está bien"

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"Muy buenos días, Ginny"

La voz apacible de aquel buen hombre la sacó de sus cavilaciones frente a un enorme libro. Sin duda, su aspecto enfermizo y cansino se acentuaba más y más con el paso de los años, pero su sonrisa amable y su carácter justo lo hacían uno de los mejores directores del colegio Hogwarts después de Dumbledore.

"Buenos días, profesor Lupin" saludó la pelirroja, adelantándose a su presencia. "¿Cómo se encuentra hoy?

"Muy bien, gracias" respondió Remus. Sacó un pergamino de entre sus raídos vestidos y se lo enseñó a la mujer. "La conoce¿verdad, tengo entendido que es su sobrina"

"Sí" respondió Ginny, examinando el pergamino concienzudamente. "Es hija de mi hermano Charlie, pero ellos viven en Rumania"

"Lo sé, lo sé... Charlie ha mantenido contacto conmigo durante las vacaciones y él quiere que Nicole reciba educación aquí, en Hogwarts" repuso Lupin sonriendo. "Aunque será una de las pocas excepciones, ya que si no me equivoco, su sobrina tiene doce años."

"Es verdad. Pero por lo que sé, Charlie le ha enseñado lo básico para una niña de su edad" aseguró Ginny. "Mi hermano no nos había dicho nada"

"Me dijo que mientras no estuviera seguro, no se lo comentaría a nadie" dijo Lupin, recibiendo de vuelta el pergamino. "Aunque seguramente no habría ningún problema en dejarla en segundo año, si su nivel es bueno"

Se despidió de Ginny y la dejó inmersa en sus cosas. Tenía que dar la primera clase del día al cuarto año de la casa Slytherin, por lo que tendría oportunidad de vigilar a sus gemelos ante cualquier situación de desorden. Sin duda sus hijos se pondrían contentos con la llegada de su prima Nicole a Inglaterra. Salió entonces de su oficina y se dirigió al salón de Transformaciones, en el segundo piso.

"Muy buenos días, clase" dijo al llegar.

"Muy buenos días, profesora Malfoy" respondieron todos al unísono.

"¡Hola, mamá!" dijeron los gemelos, después del saludo formal. Varios de sus compañeros prorrumpieron en risas y Ginny frunció el ceño, tratando de no sonreír.

"Señores Malfoy, les recuerdo que quien está frente a ustedes es la profesora de Transformaciones... ¿entendido?" dijo, poniendo en orden sus hojas de pergamino. Los gemelos asintieron y todo volvió a la normalidad. "Bien, cómo vimos el año pasado, las ratas son uno de los animales vertebrados más fáciles de transformar debido a su pequeño tamaño..."

Cuando la clase dio término, Ginny llamó a sus hijos mientras los demás se iban a los patios.

"Su tío Charlie vendrá en estos días" les dijo mientras le acariciaba las rubias cabelleras. "Traerá a Nicole con él"

"¿Nicole viene con tío Charlie?" preguntó Alan muy entusiasmado. "¿Por cuánto se quedarán?"

"Nicole se quedará por un buen tiempo" respondió su madre. Thomas sin embargo tenía el ceño fruncido. "Vendrá a estudiar a Hogwarts"

"Pero ella tiene más de once años" dijo Thomas seriamente.

"¿Y eso qué importa?" preguntó Alan, sorprendido por la reacción de su hermano. "¿El profesor Lupin sabe?"

"Claro que sí, Alan" respondió Ginny, sonriendo. "Él mismo me ha comunicado la noticia¿no les parece genial?"

"¡Sí!" respondió Alan efusivamente. Sin embargo, Thomas no dijo nada y sólo levantó una ceja, cómo sólo lo sabía hacer Draco.

"¿Nicole vendrá a Hogwarts?" preguntó Lilibeth cuando sus primos le comunicaron la noticia.

"Sí, pero no te alegres tanto, que de seguro será como tener una pared de compañera" dijo Thomas pesadamente, mientras Lil y Alan saltaban de alegría a un lado de la escena. "¡Cálmense ustedes dos que parecen porristas muggles saltando de aquí para allá!" exclamó y al instante su gemelo y su prima volvieron a recuperar compostura.

"Nicole es su prima¿no es cierto?" preguntó July, quien también se encontraba con ellos.

"Sí, es hija de tío Charlie y tía Françoise" respondió Alan rápidamente. "También es hermana de Edward, pero él no vendrá a Hogwarts hasta dentro de diez años"

"Ah, creo que la recuerdo" dijo July, ladeando la cabeza hacia un costado. "Pero era algo callada... no hablé mucho con ella la última vez que vino"

"Es que la pobre Nicole es algo tímida" aseguró Lil, mientras ordenaba su horario de clases que recién había sacado de la mochila. Se hallaban todos en el gran comedor, a la hora del almuerzo y los horarios aún no estaban completamente asimilados. Se habían sentado en la mesa de Slytherin, aprovechando que sus primos se hallaban ahí comiendo.

"Es cómo hablarle a una puerta..." agregó Thomas, haciendo que Alan le diera un codazo. "¡Es cierto! Nunca me ha caído bien"

"No, sí eso se nota" aseguró July riendo. Luego le cambió la cara por una de más premura. "Chicos¿pudieron asegurarse de lo que les pedí?"

"Oh, no te preocupes, confía en los expertos" dijo Alan, haciendo que Lil y July rieran. "Esta noche, a las ocho, en el despacho de nuestra madre... tendrás una hora para hablar con Matt... o hasta que ella regrese y nos sorprenda"

"¡Una hora!" exclamó July poniendo cara de decepción. "Es muy poco para lo que no voy a verlo"

"No te gusta ni por el precio..." ironizó Thomas, alzando sus cejas. "Es lo que más podemos despistar a mamá. Supuestamente tenemos muchas cosas que hablar con ella y necesitamos hacer una 'reunión familiar'" e hizo el gesto de las comillas.

"Okey, okey, no protesto... aunque solo espero que tía Ginny no nos reprenda muy duro si nos sorprende" dijo July, bebiendo de su jugo.

"¡Weasley acá! No puedo creerlo... de seguro se me quitarán las ganas de comer con ella cerca" dijo un chico de cabellos oscuros que se acercaba a la mesa. Venía con dos mastodontes de expresión boba tras él.

"Pues ve a comer con los cerdos, Nott" le espetó Lilibeth, sin dirigirle la mirada. Octavius Nott era alumno de séptimo año de la casa Slytherin. Su rostro siempre demostraba descontento, amargura y tensión, lo que expresaba a menudo con afiladas palabras. Si bien su padre Theodore y Draco Malfoy habían sido amigos en la época escolar, las relaciones se rompieron el día en que el rubio se hizo amigo de Ginny Weasley. Lo llamaron 'traidor' y olvidaron que alguna vez existía un chico de apellido Malfoy, y así Theodore le había enseñado a Octavius a odiar a toda la estirpe de Draco y los de apellido Weasley, llamándolos 'traidores a la sangre', aún después de la derrota del Innombrable.

"¿Qué pasa, Weasley, quieres pasarte de lista?" le preguntó ásperamente, mientras se sentaba frente a ella, dejando a un lado a los gemelos que eran separados por los guardaespaldas de Nott.

"Cállate, Nott, no eres más que palabras" le dijo July, mientras Lil tronchaba con demasiada fuerza un pedazo de carne.

"Sí, cállate, sólo eres un bocón... ¿qué pasaría si te encontráramos sin tus mastodontes guardianes?" preguntó Thomas, valientemente, percatándose también de los puños apretados de los compañeros de Octavius.

"De seguro, los haría picadillo" dijo Nott muy seguro de sí. "Pero ya comienzo a impacientarme... ¿quieres quitar tu asqueroso rostro de mi vista, Weasley? Y tú también Potter, no vaya a ser que me dé urticaria."

Lil se hallaba roja de furia. Se puso de pie, tomó el plato de guisado que tenía enfrente y se adelantó hacia Nott, vaciándoselo completamente en la cabeza.

"Por si te da comezón..." le dijo, mientras se iba por un costado de la mesa de Slytherin, seguida de July y de sus primos gemelos. Los demás compañeros de mesa rieron con ganas al ver la expresión de odio mezclada con guiso en la cara de Octavius.

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"Muy bien, Lionel, haré tal cómo me dijiste"

"Pues buena suerte, Úrsula" dijo Lionel, despidiéndose de la mujer a la salida de su despacho.

Úrsula se encaminó por el pasillo del hospital hacia el piso de abajo. Estaba muy contenta. Si todo resultaba bien, el sueño de ella y de Harry se cumpliría de una vez por todas. Por fin tendrían el hijo que siempre quisieron y ella dejaría de atormentarse por Andrew. Era su última oportunidad, dado que la mujer ya casi alcanzaba los cuarenta. Después todo sería más difícil.

"Úrsula¿qué haces aquí?"

"Hola, amor... yo pues... una baja de presión, es todo" respondió Úrsula, tratando de parecer convincente. No quería decirle nada del tratamiento que mantenía hace más de un mes con Lionel Grant hasta que estuviera todo seguro.

"¿Y por qué no viniste a verme entonces?" preguntó Harry, dándole un beso en los labios.

"Pensé que estarías ocupado" explicó la mujer. "Y quise también saludar al doctor Grant"

"Si no te conociera, me pondría muy celoso de Lionel, créeme" le dijo Harry, mientras se encaminaban a su despacho.

Siguieron hablando de nimiedades, tomando una taza de té. Hacía tiempo que no disfrutaban de un momento a solas, dado el trabajo de Harry o la presencia de su hija July. Juraron no hablar de temas delicados como Andrew luego de las sucesivas pérdidas que mantuvieron a Úrsula en una depresión larga y penosa, y de la cual hace poco se recuperaba. Juraron también sobreponerse juntos a cualquier calamidad, y lo habían hecho muy bien hasta ahora, sorprendiendo a ambos de no caer en sus propios orgullos y dificultar las cosas. Pero lo último que Úrsula quería era entristecer de nuevo a Harry, y si nada resultaba como ella quería, prefería guardárselo para sí.

Cuando pasaron más de diez minutos en completa sincronía, una de las enfermeras del hospital San Mungo tocó a la puerta y le avisó a Harry que acababan de llegar dos cuerpos recientemente fallecidos.

"No tienes que quedarte, Úrsula" le dijo a su mujer, mientras salía con la enfermera. "Ve a casa y espérame ahí"

"Está bien" respondió la mujer, despidiéndose de su marido. "Iré primero al Ministerio y volveré a casa a las ocho. La cena estará esperándote"

"Muy bien" dijo Harry, mientras soltaba las manos de Úrsula y se dirigía al segundo subsuelo, a ver los cuerpos recién llegados. "¿Qué ha sido esta vez, Emelinne, un duelo mágico?"

"No, doctor Potter, parecen haber sido asesinados" respondió la enfermera.

"¿Qué antecedentes traían?" preguntó Harry una vez más, llegando junto a ellos en cosa de segundos. Lo primero que vio al quitarles las sábanas de la cara, fue un rostro desfigurado y el otro aterrorizado, ambos con marcas de fuego en la piel.

"Sus nombres son Uther McDougall y Greg Fablery, traficantes de huevos de dragón. Irlandeses al parecer..." respondió Emelinne. Harry mientras, examinaba concienzudamente las marcas que detallaban la muerte de los hombres. "Ambos son squibs, doctor"

"¿Squibs?" preguntó Harry. Recordó también que Ron estaba embarcado en el tráfico ilegal de huevos desde hace mucho, pero el ministerio aún no había podido encontrar a los culpables. "Pues parece que han ido hasta el mismo nido del dragón, porque presentan quemaduras severas... aunque no parecen ser la causa de su muerte" examinó con más detenimiento. "No, estas son marcas de hechizos" dijo señalando sus caras.

"Pero¿por qué alguien querría matar a unos simples squibs, doctor? Ellos no pueden hacernos daño" dijo Emelinne, acabando de anotar los datos que le diera Harry anteriormente.

"Quién sabe... quién sabe, Emelinne"

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"No puedo creer que aún sigas creciendo"

"Sólo fueron 5 centímetros, mamá" dijo el chico, mientras Madame Malkins se agachaba para medirle desde los tobillos hasta la rodilla. Se dio la vuelta, estiró los brazos y las guinchas siguieron abarcando su extensión.

"Cinco centímetros sumados al metro setenta y cinco que tenías antes" respondió Hermione, divertida mirando a Matthew probarse la túnica de las 'Águilas'. Sin duda su hijo iba pareciéndose cada vez más a Viktor; tenía casi su porte, su figura, su temperamento reservado y algo tímido, sus espesas cejas castañas que protegían lo único que no le pertenecía a Krum: sus ojos, color miel como los de Hermione.

Recordó entonces lo que le decía su ex marido constantemente: "Matthew llegará a ser un gran jugador como su padre". Y en realidad todo se estaba cumpliendo. Pero le atormentaba la sola idea de que pudiera averiguar la verdad sobre la muerte de Viktor; aunque no lo haya querido, Hermione había ocupado el hechizo para defenderse de él y para proteger a Ron, que estaba siendo atacado por el búlgaro en esos momentos. De seguro Matthew lo había visto todo, pero estaba tan pequeño que no creía que lo recordara. ¿Qué pasaría si Matthew le restregara en la cara el ser la asesina de su propio padre?

"Ya está listo, señora Weasley" dijo la dependienta del lugar sacando a Hermione de sus cavilaciones. Miró a Matt y sonrió orgullosa. "¿Quiere que la envolvamos en papel, señora?"

"No, gracias, así está bien" respondió Hermione. Salieron ambos comentando sobre la expectación que inundaba a Matthew sobre su nuevo equipo. Le había contado miles de veces sobre la prueba, sobre como lo habían tratado los otros jugadores y sobre la magnífica jugada que había logrado hacer dejando a todos atrás: El amago de Wronski.

"¿Tío Harry la aprendió de mi padre?" preguntó de pronto. Esperaba no meter la pata otra vez, pero la curiosidad le ganaba a ratos.

"Supongo que sí" respondió Hermione. "Lo vimos jugar durante el campeonato mundial que se celebró en Inglaterra hace muchos años. Parecía un águila a punto de cazar a su presa. Para ese tiempo, Ron también era su fan número uno, pero como sabes, el 'cabeza dura' de tu padre se puso celoso de él sin quererlo."

"¿Se le notaba mucho?" preguntó Matthew algo divertido.

"Sí, bastante, pero supongo que ninguno de los dos quería aceptarlo" respondió Hermione con una enorme sonrisa en los labios. Ahora que veía esas situaciones desde afuera le causaban mucha gracia. "¿Qué le costaba decirme lo que sentía? Yo le hubiera correspondido"

"Es que ustedes las mujeres son muy impredecibles"

Aquella voz los tomó de sorpresa y al voltear, lo primero que vieron fue a un hombre pelirrojo y alto, con ojos de niño, que se reía tímidamente. Hermione se contagió de su risa y se acercó para besarlo con dulzura y Matt lo saludó también con un abrazo y un beso en la mejilla.

"¿Qué haces por aquí, Ron?" preguntó Hermione sorprendida. "Creí que habías vuelto al Ministerio"

"Y lo hice, pero necesitaban a alguien que averiguara sobre unas transacciones algo extrañas en Gringotts" respondió Ron al instante. "Los huevos de dragón me están dando más problemas de lo que pensaba"

"¿Qué tienen que ver los huevos con Gringotts?" preguntó Matthew interesado en el tema.

"Lo mismo quisiera saber yo" aseguró su padre, abriéndose paso con ellos entre los transeúntes. "Tenemos que averiguarlo y pronto. Y a propósito¿fueron ya a Madame Malkins?"

"Sí, ya hemos terminado los arreglos" respondió Hermione. "Tuvieron que ponerle mucha más tela de lo que creía. Ustedes los hombres crecen más de lo normal en estas fechas"

"No fue tanto, mamá, no exageres" repuso Matthew, mientras se le coloreaban las mejillas. Pero se percató luego de que Ron miraba con pesadez su túnica nueva. "¿Sigues decepcionado?"

Ron reaccionó de repente, como le si hubieran dado una bofetada. "No, claro que no, hijo" respondió. "Ya te lo dije, estoy muy orgulloso de que hayas quedado en un equipo tan bueno"

"Pero no es el que querías..." murmuró Matt.

"Nadie puede tener todo lo que quiere" le aseguró su padre. "Pero aquí lo que importa que es que tú seas feliz en el equipo y que te vaya muy bien. Además, si Lilibeth sigue tus pasos podría convertirse en una integrante de los 'Chudley'"

"¿Y si Lilibeth no quiere seguir en el Quidditch?" preguntó Hermione haciendo que Ron le pusiera cara de pocos amigos. "Es una posibilidad¿no?"

"Lo sé" asintió Ron. "Pero entonces nos queda él" y señaló el pequeño vientre de Hermione.

"O ella" agregó Hermione, haciendo que Matthew y Ron sonrieran.

"Está bien, o ella" repuso Ron. "No te preocupes, que Harry, Matthew y yo nos encargaremos de que sea un excelente jugador"

Hermione entornó los ojos y Matthew rió por lo bajo, mientras Ron comenzaba a imaginar a su nuevo hijo sobre una escoba y con la túnica de los 'Chudley'.

"Y a propósito también¿ya han pensado cómo le van a poner al retoño?", preguntó Matthew divertido.

"Es un poco temprano¿no crees?", preguntó Hermione, acariciándose el vientre. "Pero si estamos en esa... Mmm... pues, no lo sé."

"¿Qué tal Herbet Weasley?", preguntó Ron. Hermione y Matthew pusieron caras de asco al mismo tiempo. "¿O Abelard, como mi tío contador?"

"Ron, sinceramente no tienes gusto para los nombres" replicó su esposa, riendo por el comentario. "Además sigues empeñado en que sea un él"

"¿Qué tiene de malo¿A ti se te ocurre algún otro nombre?" preguntó Ron algo serio.

"Pues... Isabella, si es niña... o Gwendolyn" respondió Hermione. Ahora Ron acompañó a Matt en su cara de asco. "Está bien, díganme ustedes cómo les gustaría que se llamara"

"No sé si les agrade, pero a mí me gusta el nombre 'Sean'" dijo Matthew de pronto. Ron y Hermione se le quedaron viendo con cara de 'sí, podría ser'. "Además se parece un poco a 'Ron'¿no creen? Y si es niña, puede ser... uhmmm... 'Rebeca'. No sé¿qué opinan ustedes?"

Ron y Hermione sonrieron.

"Por eso me casé contigo" le dijo Ron a su esposa, haciendo que ésta lo mirara con curiosidad. "Para tener un hijo inteligente"

"Créeme que te tendremos en cuenta, Matt" aseguró Hermione, riendo ante las palabras de su marido.

Luego de que Ron los dejara a la entrada del "Caldero Chorreante" y se despidieran de él, Matthew y Hermione se dirigieron de vuelta a casa. Su madre tenía que vestirse y arreglarse para una comida que se daría en el Ministerio a los funcionarios y sus cónyuges, por lo que sólo Ron y Hermione estaban invitados.

Matthew no dijo nada. Le agradaba quedarse sólo en casa; así le darían oportunidad de leer algo o simplemente de hacer nada sin que nadie lo molestara. Además, quería probarse una vez más la túnica de las 'águilas', por si había que hacer algún cambio en ella.

"Si necesitas comer, hay comida en la nevera. Si quieres salir, tienes tus llaves y si ocurre algo grave, puedes mandar a 'Gorgoth' con un mensaje" le dijo Hermione antes de salir. Matthew había asentido unas cuantas veces, riendo por lo bajo. Su madre aún tenía esa manía de recordarle todo lo que debía hacer cuando salía de la casa y lo dejaba a él a su cuidado.

"No te preocupes" le respondió su hijo. "Prometo no hacer nada malo"

"Cuídate mucho" dijo Hermione antes de despedirse con un beso en la mejilla. "Nosotros regresaremos lo más pronto posible"

"Oh, despreocúpense, si la fiesta les agrada, pueden seguir hasta tarde" aseguró el chico.

Apenas vio salir a su madre, lo primero que hizo fue ir hasta su habitación, encender el estéreo con un ligero movimiento de su varita y sacar del armario la túnica que lo vestiría para su equipo. Le habían cambiado el nombre del antiguo buscador a un reluciente "M. Weasley" y aquello lo ponía de muy buen humor. Se miró varias veces en el espejo de cuerpo que tenía Hermione en su dormitorio y luego optó por quitárselo y guardarlo casi con solemnidad nuevamente en el armario.

Lo que siguió fue la idea de una ducha; así que se quitó completamente la ropa y entró en ella, dejando correr el agua por todo su cuerpo. Sólo cinco minutos de refrescarse y volvía a sentirse como una lechuga.

Se dirigió a su habitación para cambiarse, pero cuando acababa de colocarse los calzoncillos, escuchó un ruido estrepitoso en el living. Bajó sigilosamente para ver quién había entrado o de qué se trataba, así cómo si nada. Total, estaba en su casa. Lo único anexo a él era su varita, que siempre llevaba consigo.

"¿Quién anda ahí?" preguntó sin más. Pero no escuchó ninguna respuesta.

Se asomó con cuidado a la sala y no se dio ni cuenta cuando unos delgados brazos se cerraban sobre su cuello y una pequeña boca dejaba escapar un 'Matt', casi sin aliento.

"¿July?" preguntó Matthew cuando supo de quién se trataba. "¿Qué estás haciendo aquí, no se supone que estás en el colegio?"

"Lo siento, Matt, pero tenía que venir a verte" le dijo July mientras se separaba de su novio y le estampaba un enorme beso en los labios. "¿No te parece genial que esté aquí? Aunque no será por mucho porque Thomas y Alan no pueden retener por demasiado tiempo a tía Ginny y..."

"Espera, espera... ¿Thomas y Alan están detrás de todo esto?" preguntó Matthew con el ceño fruncido. "Pero¿y si te pescan? No quiero que te castiguen por mi culpa"

"Ni yo, pero tengo que arriesgarme y..." de pronto, July notó que su túnica se empapaba al contacto con Matt y bajó la vista, descubriendo a su novio casi desnudo. "¿En... en qué... estabas?"

Matthew se dio cuenta también de la incómoda situación y se le colorearon las mejillas. Lo mismo había pasado con July.

"Acabo de ducharme" respondió Matt, alejándose un poco de su novia.

"Ah... claro, claro... es que... nunca te había visto así, o sea, bueno... cuando tenía como doce te vi con la espalda descubierta, pero fue sin querer y cuando vamos a la playa, bueno... no es lo mismo, uno no piensa nada raro..." a July se le atragantaban las palabras.

"July, cálmate, alguna vez se iba a dar la ocasión..." dijo Matthew, pensando en la posibilidad de que si seguían juntos podrían... "espera, espera... no puedes decirle lo que piensas de ella en tus ratos a solas. Esas son cosas de chicos, además sólo la he visto en bikini cuando vamos a la playa, no puedo decirle que a veces la imagino sin... cállatecállatecállate."

"¿La ocasión de qué¿En qué estás pensando, Matt?" sonrió July pícaramente, aunque a decir verdad también se le había cruzado por la mente que algún día ella... "no, cálmate, no puedes decirle lo que piensas cuando lo ves bañarse en el mar, o cuando estás a solas... no puedes decirle que lo imaginas sin traje de... cállatecállatecállate."

"Es una situación bastante embarazosa¿sabes?" le preguntó Matthew mientras trataba de zafarse de ella. "Iré a mi habitación por mi ropa y..."

"No, espera, no te vayas" le dijo July tomándolo de la mano. "Me queda muy poco tiempo y quiero aprovecharlo contigo"

Matthew sólo atinó a sonrojarse y July prefirió adelantarse y plantarle un agradable beso en la boca. Lo besó con amor y él respondió. Ambos cerraron los ojos y se abrazaron con algo más que ternura. Matthew estaba feliz de poder verla una vez más, pero no estaba seguro de si hacía lo correcto, aunque la pasión de July lo obligaba a no pensar demasiado. Cuando se separaron para respirar, July se acercó a su oído y le dijo: "Además tienes un lindo trasero"

El chico sonrió y volvió a besar a su novia, acariciando sus cabellos azabaches y su fina espalda, mientras ella suspiraba a cada contacto. Se movieron sincrónicamente hacia uno de los sillones de la sala y se tendieron en él, mientras Matthew besaba el cuello de July.

Los ánimos y los segundos se hicieron eternos, mientras los apasionados adolescentes dejaban entrever su amor. Matt sin embargo se había dejado llevar un poco por el momento, y pronto se vio quitándole la túnica a su novia mientras la seguidilla de besos continuaba. Ella no se resistió, ni siquiera cuando las manos del chico bajaron hasta sus muslos y comenzaron un suave ascenso. Pocas veces habían estado así, en tal situación, sobre todo por Harry, quien no lograba dejar de acechar a su hija por cualquier cosa y porque en Hogwarts la cosa se hacía más complicada. Aunque tampoco habían descartado ocupar el cuarto de los requisitos.

July se quitó la corbata y Matt fue desabrochando su blusa con lentitud. Parecía que a cada botón que se soltaba, él también lo hacía. Bajo la blusa de July se escondía un sostén burdeo que hizo que Matt la deseara aún más. Estaban perdiendo la cabeza sin querer y no sabían si podrían detenerse.

Sólo que los obligaran.

Y aquello lamentablemente se dio. Otro estrépito parecido sonó en la chimenea y cuando voltearon a ver quién era, descubrieron la figura de una mujer delgada y pelirroja que los miraba con seriedad y con las manos en la cintura.

"No puedo creer lo inmaduros que son" les dijo al momento que ellos se ponían de pie y trataban de arreglar la situación de algún modo. "Sobre todo tú, Matthew. Pensé que serías más correcto en tus relaciones"

"Tía Ginny, por favor, no nos acuse con papá o no me dejará ver a Matthew nunca más" le pidió July, acercándose a ella.

"¿Y para eso te arrancas, Juliet?" preguntó Ginny, aún molesta. "Si querías verlo podías acordar con él en Hogsmeade o enviarse cartas, pero no era necesario saltarse las reglas del colegio. Estás castigada."

"No la castigue, tía Ginny" le pidió Matthew. "Yo... yo... fui el de la idea y... se la conté... y ella no tiene la culpa."

"Igual tendrá un castigo, por arrancarse sin permiso" afirmó Ginny firmemente. "Lo único que les prometo es no decírselo ni a Ron ni a Hermione. Ni tampoco a Harry o a Úrsula, pero ambos tendrán una seria conversación conmigo"

Le pidió a July que terminara de arreglarse y se la llevó hasta la chimenea.

"Y vístete, Matthew, que no es muy agradable ver a unos de tus sobrinos mayores en calzoncillos" le dijo, haciendo que el chico se sonrojara visiblemente.

Y nada. Las vio desaparecer envueltas en un fuego verde y corrió a vestirse. Sinceramente debía controlarse para la próxima. Sólo esperaba que hubiera una próxima.

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Notas de la autora: okey, final del quinto capítulo. Lamentablemente mi inspiración está luchando como mi ser racional para sobreponerse a las tareas de la Universidad, y ya que volvemos a estar en paro, he vuelto a escribir. ¿Les ha gustado? Espero que sí.

Bien, a lo nuestro:

Reviews:

cervatilla: hola. Gracias por el review. Bueno, ya no tienes que imaginar la cara de Ron, ahora pudiste leerla. ¿Qué te pareció? Sinceramente a mí también me causó mucha gracia. Espero que sigas leyendo. Saludos. Tanina Potter.

sarah-keyko: hola niña, gracias por tus palabras. Sí, la vida familiar de Charlie no es muy buena que digamos, pero espero poder solucionarla pronto. Y Hermione puede que se siga poniendo celosa... jejeje. Espero que este capítulo también te agrade. Saludos. Tanina Potter.

KAT: Hola, gracias por el review. Bueno, ya te dije la verdad, ahora tendrás que esperar a saber el porqué, que también es muy importante. Mmm... Keira Hudson es una arista bastante importante, pero no te puedo decir más. Y las cosas malas pasan, como en la vida real, pero en mis historias siempre hay un final feliz. No te preocupes. Saludos. Tanina Potter.

Lil Granger: Niña, por Dios¿qué te has hecho? Hace tiempo que no tengo noticias de ti. Bueno, espero que estés bien. Jejejeje, sí pues a Ron se le cayó la cara literalmente, pero es por el bien de su hijo, nada más. Ya hacían falta los celitos de Hermione, ya que en la primera parte se dieron muy poco, pero no te preocupes, que Ron sabe muy bien lo que quiere. Y lo de Luna... Mmm... va por ahí. XDDDDD Es que las plantas hacen milagros. Bueno, espero verte muy pronto en mi e-mail para saber un poco más de ti; yo aquí estoy de vuelta en un paro universitario. Pero luego te cuento más. Cuídate mucho. Tanina Potter.

Josefina: Hola, gracias por escribir. Mmm... bastante "40 y 20" será eso, pero me pareció interesante, aunque espero que no se ponga patético. Voy a poner a prueba al doctorcito. XDDDDD Espero que te haya gustado el encuentro de July y Matt, hacía falta algo de amor juvenil en este fic ¿no crees? También va un poco de Harry y Úrsula. Saludos. Tanina Potter.

Lucy McGonagall: Hola, niña, tanto tiempo... XDDDDD No te preocupes por Matt, que todo lo que pasa en este fic es por algo, te lo puedo asegurar. Nos vemos el sábado. Cuídate. Saludos. Tanina Potter.