"HERENCIA DEL PASADO"
by Tanina Potter.
-Capítulo seis-
LO QUE CADA UNO ESCONDE
(WHAT EACH ONE HIDES)
"This is me for forever, one without a name"
Otro estrépito se dejó sentir en la chimenea del lugar, dando paso a una muchacha delgada y de largos cabellos azabaches que se habían teñido de gris por el hollín. Su cara denotaba tristeza y más que nada frustración, por no haber logrado su cometido. Se puso de pie ayudada por su amiga pelirroja y dos chicos rubios y de ojos azules se acercaron a ella rápidamente.
"Lo sentimos, July, pero nos obligó a decirle para qué ocupábamos la chimenea" dijo Alan casi sin aliento. "No pudimos retenerla como queríamos... oh, aquí viene"
Un segundo después, Ginny Malfoy, su profesora de transformaciones, se deslizaba suavemente por el agujero de la chimenea y se ponía de pie ayudada por sus hijos. Su cara no era un buen precedente para hablar con ella.
"Ustedes dos" les dijo a los gemelos, mientras sacudía sus ropas. "Vayan con el profesor Snape; él sabrá hacerlos entender apropiadamente"
"Pero, mamá..." quiso protestar Thomas, pero la severa mirada de la mujer lo hizo desistir.
"Mientras estén en Hogwarts, están a cargo del profesor Snape¿entienden?" les aclaró Ginny. "Pero también tendrán una seria conversación conmigo. Ahora, vayan."
Los chicos no quisieron decir nada más y prefirieron voltear y salir del despacho con la cabeza gacha. Cuando las chicas estuvieron a solas con su profesora, ésta dio un largo suspiro de cansancio y les dirigió la palabra.
"Son igualitas a Harry y a Ron. Capaces de saltarse las reglas hasta por un caramelo. Y sobre todo tú Lilibeth Weasley, pensé que poniéndote de prefecta serías capaz de controlar a July, pero veo que me equivoqué" las reprendió. Ellas no dijeron nada. "¿Qué les pasa? Imagínense si las hubiera sorprendido otro profesor en mi lugar. A estas horas ya estarían haciendo sus maletas hacia casa."
"Lo sentimos mucho, profesora" dijeron las dos al mismo tiempo.
"Todo fue idea mía" replicó July. "Lil no tiene nada que ver. Además, entienda que quiero mucho a Matt para no verlo seguido"
"Pues tendrás que acostumbrarte, Juliet Potter" le dijo Ginny, paseándose por la habitación. "Matthew ya salió del colegio y tú no, por lo que tu lugar te corresponde aquí. Y si dices querer tanto a Matt, intenta no meterlo en problemas."
"Profesora, por favor, no le diga nada a nuestros padres" le pidió Lilibeth con cara de suplicio. "No soportaría una reprimenda de mamá, con lo exagerada que se pone a veces. Además, piense en mi hermanito, el pobre no puede sufrir por los nervios de ella y..."
"Hermione sólo tiene tres meses y no le ocurrirá nada" repuso Ginny, deteniéndose frente a ellas. Aunque le causaba cierta gracia que Lilibeth metiera a su hermano nonato en todo este asunto. "Aún no nace y ya está metido en líos", pensó. "Y cómo le dije a Juliet, no les diré nada a sus padres, por esta vez. Pero si la cosa vuelve a repetirse, no duden en que la reprimenda no sólo será mía"
Las dos asintieron.
"Además, July, tienes que controlarte. ¿Qué hubiera pasado si ustedes dos llegan más lejos en lo que hacían?" le preguntó Ginny, mientras ella se ponía roja hasta las orejas.
Lilibeth volteó a verla algo sorprendida y le murmuró un: "¿qué hiciste?" que Ginny no alcanzó a escuchar, pero que July no quiso contestar.
La reprimenda duró unos quince minutos más, y pasaron desde su mal comportamiento de ahora hasta anécdotas de sus padres que Ginny creyó necesarias para darles una lección.
Cuando las dejó ir ya eran casi las nueve de la noche. En el camino hacia la torre de Gryffindor, Lilibeth atiborraba con preguntas a su amiga.
"¿Mi hermano estaba en calzoncillos? Yiac, no quiero ni imaginármelo."
"Pues se veía bastante sexy, te diré" le contestaba July, mientras su amiga ponía cara de extrañeza.
"¿Y se puede saber qué tanto hacían?" le preguntó Lilibeth.
"Pues... cosas de novios, tú sabes..." respondió July, algo colorada.
"No me digas que estaban haciendo..." quiso saber la pelirroja, que también se había puesto del color de su cabello.
"No estábamos haciendo nada malo, Lil" repuso la chica de cabellos azabaches. "Sólo nos demostrábamos algo de amor. ¿Hay algo de malo en eso?"
"No, no es malo, pero... mi hermano es a veces tan lento, que no puedo imaginarlo en ciertos acontecimientos que te incluyen a ti" respondió Lilibeth.
Al llegar frente al retrato de la dama gorda y dar la contraseña ("Lengua longuilingua"), se encontraron con la sala común casi desierta, a excepción de un chico delgado y de cabellos color arena que leía un grueso texto con el título: "Dragones, sangre y pociones". Cuando las escuchó entrar, volteó la cabeza sorprendido y se puso de pie de un salto, algo nervioso.
"Hola, Frederik" le dijo July al pasar. "¿Leyendo hasta tan tarde?"
"Sí, tengo tarea... ho-hola, Lil" saludó el chico obligándose a no tartamudear. Notaron entonces que sus mejillas se ponían rojas.
"Hola, Frederik... bueno, eehhh... hasta mañana" se despidió Lil, mientras subía acompañada de July.
"¡Lil, espera!" exclamó el chico adelantándose a ellas. La chica asintió. "Me... me... preguntaba si... si tú po-podrías ayudarme... con-con... mi tarea... es que... que aún no en-entiendo"
"¿Es de pociones?" preguntó Lilibeth. Frederik asintió. "Está bien, mañana después de clase¿te parece?"
"Sí-sí, gracias..." respondió el chico y se volvió a su asiento.
July estaba que se torcía de risa, mientras subían los escalones.
"Cómo se nota que traes loco a Kirke" le dijo entre risas.
"Oh, no molestes" le reprendió Lil, mientras se ponía colorada.
"Pero qué tiene de malo, niña" dijo July, haciendo que su amiga se pusiera a pensar.
"Sí no fuera tan lento, quizás..."
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Al día siguiente en Rumania, específicamente en la casa de Charlie y su familia, todos se hallaban sentados en la mesa y algo callados. Nicole había preparado sus maletas hace un buen rato, ya que ese día iría con su padre hasta Inglaterra para ingresar a la prestigiosa escuela "Hogwarts, de magia y hechicería". Françoise, su madre, había dejado de murmurar como los días anteriores y su cara se había transformado en una expresión dulce y tranquilizadora que tenía a Charlie algo más contento. Edward dormía en una mecedora junto a ellos, sin percatarse de los acontecimientos que vendrían a continuación.
"Nicole, come tus verduras" le dijo Françoise a la niña. Ella asintió. "¿Está listo tu bolso?"
"Sí, ya está listo."
"¿Y en qué se irán?" preguntó la mujer dirigiéndose a su marido. "¿Ocuparán el traslador que consiguieron?"
"Sí, he hablado con mis amigos del ministerio y ellos me construyeron un traslador para ir a dejar a Nicole a Inglaterra" respondió Charlie, mientras cortaba un pedazo de carne.
"¿Hablaste también con tus hermanos?" preguntó Françoise, amablemente.
"El profesor Lupin se comprometió a hablar con Ginny y supongo que ella se lo dirá a Hermione y a Ron" respondió Charlie, tranquilamente. "¿Qué es lo que te preocupa, Françoise?"
"Mi hija... y tú, por supuesto. Es primera vez que Nicole sale de Rumania sola y estoy algo preocupada" objetó la mujer, cambiando su actitud.
"No saldrá sola, ni tampoco lo estará allá en Inglaterra" respondió Charlie, dejando a un lado el trozo de carne que se disponía a comer. "Quédate tranquila, mujer. Es por su bien. Si hubiera una escuela de magia tan buena como Hogwarts aquí en Rumania, te aseguro que no habría ninguna necesidad de viajar."
Françoise sólo movió la cabeza negativamente y suspiró con fuerza, mientras Charlie la miraba de reojo. Nicole no decía nada; en realidad no tenía ganas de hablar con nadie. Todo esto del viaje y la nueva escuela le tenía el estómago revuelto y la comida que hasta entonces le parecía apetitosa, ahora se veía igual que un plato sin gracia. Estaba segura, sin duda, de que tenía magia en su interior, y a pesar de que su carta de Hogwarts había llegado el año anterior, a Françoise no le pareció muy apropiado dejarla ir tan pequeña como estaba. También habían llegado cartas de Dumstrang y Beauxbatons, dado que no vivían en ninguno de los países que albergaban a las escuelas y eso le permitía elegir por cualquiera de ellas, pero al final se acordó que Nicole hiciera su primer año junto a sus padres en casa y al año siguiente viajaría a Hogwarts.
Después del almuerzo, tomó cada uno sus cosas y se despidieron uno de otro respectivamente. Nicole hizo lo suyo con su madre y con Edward y de la mano de Charlie tomó su bolso y salió de la casa hacia un viaje que no sabía cómo terminaría.
"¿Preparada?" le preguntó Charlie cuando llegaron al lugar establecido y se encontraron con el traslador: un simple bota vieja llena de moho.
"Eso creo" respondió Nicole con la cabeza gacha.
"Me parece bien" le dijo, acariciando su pelirroja cabellera. "Te aseguro que no te arrepentirás de ir a Hogwarts"
Nicole no dijo nada. Se acercó un poco más a la bota y la rozó suavemente con los dedos, sintiendo un suave cosquilleo en ellos. Charlie se aferró también a ella y un gancho invisible los succionó con fuerza para hacerlos desaparecer en un segundo.
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"Culpable. Este tribunal supremo de magia encuentra culpable al mago Stephen Bloomfield por desacato a las reglas y por asustar a un grupo de muggles en lo vulgarmente conocido como feria de diversiones de Hertforshire".
La monótona voz de aquel hombre se elevó por encima de las súplicas del acusado, quien había sido enjuiciado por un estúpido suceso: según él, había querido pasar por un simple prestidigitador para ganar algo de dinero en la feria, pero el hechizo de transformación aplicado en su cuerpo no había resultado como quería y después de diez minutos de permanecer invisible de la cintura para abajo la gente había entrado en pánico.
Era un juicio tan simple y tan aburrido que hasta se podía leer claramente en el rostro apagado de Draco Malfoy, segundo al mando del Wizengamot, que lo único que deseaba era que acabara pronto y lo dejaran irse a casa. Se habían leído todos los cargos, los testigos habían hablado y se había llegado a un acuerdo: Darle al culpable tres meses de trabajo comunitario arreglando desperfectos muggles sin magia.
Un receso entre juicio y juicio dejó a Draco tiempo suficiente para salir fuera del Ministerio y avanzar entre la multitud de personas, magos y muggles, que se agolpaban en las calles de Londres. Caminó hasta un café muggle cercano y pagó por un capuchino expreso mientras buscaba una mesa en el local. Se dio cuenta entonces que una mujer rubia y de cabellos cortos le hacía señas con la mano. Se acercó hasta ella y la besó en la mejilla a modo de saludo.
"Luna Lovegood, qué sorpresa encontrarte por aquí"
"Lo mismo opino, Draco" dijo ella, sonriéndole amablemente al rubio. "¿Mucho trabajo?"
"No, poco... pero muy aburrido" respondió Draco alzando las cejas. Miró la mesa en derredor. En ella había muchas papeletas y libretuchas baratas trazadas por la misma caligrafía. "¿Trabajando también¿Puedo verlo?"
"Oh, no, mis editores no me permiten mostrar mi trabajo a nadie antes de que esté publicado" respondió Luna, juntando los papeles y metiéndolos en su bolso. "Cuando lo publique serás el primero en leerlo, te lo prometo"
"Está bien" asintió Draco. "¿E Ignatius¿Por qué no lo has traído contigo?"
"Se lo dejé a papá por unos días. Lo tiene un poco malcriado desde que volvimos de Irlanda, pero hace mucho que no lo veía" respondió Luna, mientras el mesero se acercaba con el café para Draco.
"Muchas gracias" dijo el rubio ante la atención del mesero. Cuando el hombre se fue, Draco volvió su atención a Luna. "¿Nunca le dijiste nada de Ignatius a su padre?"
"¿A qué te refieres?" preguntó Luna, extrañada.
"A Neville¿nunca le dijiste que tenía un hijo?"
La pregunta de Draco la dejó helada. ¿Cómo podía saber Draco que el padre de Ignatius era precisamente Neville Longbottom? Algo no le estaba encajando en el rompecabezas, algo se le estaba saliendo del panorama.
"¿Neville¿Qué... qué tiene que ver Neville en todo esto? Él... él no..." comenzó a balbucear rápidamente, sintiéndose cada vez más incómoda. Pero Draco parecía tan seguro de su información, que a Luna le costaba hilar una buena excusa.
"Él mismo me contó, no en muy buenas condiciones claro, que tú y él habían estado saliendo juntos cuando las cosas con Hannah pasaban por su peor momento" respondió Draco, sorbiendo un poco de su café. "Dijo que habías sido muy especial para él, pero que desapareciste de un día para otro, que no tenía idea por qué razón y..."
"Basta, Draco" lo interrumpió Luna, visiblemente afectada. "No tienes por qué recordármelo. Ese fue sólo... un... un mal paso que di y no deseo que se repita"
"Pero¿por qué le ocultaste que tenía un hijo? Porque Ignatius es su hijo¿verdad? Se parece mucho a él, tiene los mismos rasgos, dijiste que le gustaba ver los libros de herbología, como a Neville..."
"Lo sé, lo sé" repitió Luna, molesta. Dio un largo suspiro y agachó la cabeza. "Sí, Ignatius es hijo de Neville."
"Le hubiera hecho mucha ilusión saberlo... recuerda que Hannah nunca pudo darle hijos como él quería" acotó Draco, mirándola fijamente. "Neville dijo que llegó a quererte aún más que a la propia Hannah"
"Eso se lo decía a todas, de seguro" dijo Luna, quitando el rostro de la vista del rubio. "Desde que salió de Hogwarts que dejó de ser lo que antes era. Se convirtió en un don Juan de cuarta y trató de obnubilar a cualquier mujer que se le cruzara por el frente con sus repetidas palabras bonitas."
"Pero los borrachos y los niños no mienten... y Neville no era precisamente un niño cuando me lo dijo" respondió Draco, sonriendo al recordar ese episodio. "¿Qué pasó entre ustedes para que te fueras así como así?"
"Ay, Draco, ni mi mejor amiga me hace esas preguntas tan complicadas..." bufó Luna, sacando un cigarrillo de su bolso y encendiéndolo nerviosamente. Se lo llevó a la boca y lo aspiró profundamente antes de contestar. "Todo fue muy rápido. Nos volvimos a encontrar tres años después de que él se hubiera casado con Hannah y rápidamente desplegó todos sus encantos viriles para atacarme. Caí como una tonta, sobre todo cuando me dijo que en el colegio yo era la única que le gustaba y que no de haber sido tan cobarde me hubiera defendido de todos... incluso de ti."
Draco alzó una de sus cejas y sonrió, pero no dijo nada. Luna siguió el relato.
"Yo sabía que él estaba casado, pero me dijo que las cosas con ella estaban muy mal, que pronto se separarían y que en mí había encontrado lo que tanto buscaba. Además, después de la guerra con Voldemort me volví, digamos... un poco adicta al peligro, y andar con Neville sin que nadie lo supiera, me pareció un reto muy interesante." Sonrió nerviosamente mientras volvía a aspirar el humo del cigarrillo. "Todo bien, hasta que me descubrí embarazada... pensaba decírselo a Neville, para que se hiciera cargo, pero las cosas no se dieron como yo quería."
"¿Qué pasó?" preguntó Draco, más interesado aún.
"Yo no quise exponer a Ignatius a..."
Pero Luna no pudo seguir. Una seguidilla de gritos provenientes del exterior sobresaltó a todos en el interior del café y los obligó a voltear hacia fuera. Una mujer regordeta estaba plantada frente a lo que parecía un choque de dos autobuses rojos, rodeada de miles de curiosos que señalaban una misma cosa: el pequeño cuerpo de una niñita atorado entre las ruedas de uno de los autobuses.
Draco y Luna se apresuraron a salir del lugar, dejando todas sus pertenencias dentro, preocupados por lo que acababa de suceder. Al llegar al sitio del suceso, notaron que la mujer trataba de sacar a la niña de entre las ruedas, impedida por un grupo de transeúntes y que el chofer de uno de los vehículos le daba explicaciones a medio mundo.
"¡Ahí había un hombre¡Traía una capa y luego desapareció, no lo pude esquivar!"
"¿Qué habrá pasado, Draco¿Crees que haya sido un simple accidente?" preguntó Luna después de escuchar las palabras del hombre.
"No lo sé... pero el chofer habla de un hombre con capa" dijo Draco asiendo a Luna a un lugar más apartado para hablar con más comodidad. "Dijo que había desaparecido..."
"¿Crees que esto es obra de un mago?" preguntó Luna, preocupada.
"No lo sé..." repitió Draco, nuevamente. "Pero si lo hizo uno de nosotros, no tiene que ser un mago muy bueno que digamos"
o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o.o
Notas de la autora:
Hola a todas. Sé que han esperado infinitamente este capítulo y les pido disculpas por la tardanza. Ya saben, cargo una vida aparte y ésta me estaba dejando sin cabeza para nada más. Recién he salido de vacaciones y no van a ser muy largas, de hecho serán algo movidas. Espero sinceramente que no me corten la cabeza y les agrade este capítulo.
Reviews:
cervatilla: gracias por tu review. Que bien que te haya gustado el leer las caras de Ron, July y Matthew cuando se los pone en aprietos. A mí también me hacía gracia imaginármelas. Y bueno, Ginny tiene razón... ver al sobrino grande y en calzoncillos no es pan de cada día y menos cuando lo sorprendes en actos poco... ejem... tú me entiendes.
kaosblack: muchas gracias por leer mi Fanfic... es bueno ver caras nuevas por aquí. Y siento la tardanza, ya lo dije. Espero que a pesar de todo me sigas leyendo y te agrade este cap.
sarah-keyko: muchas gracias por tu review y no te preocupes; el tiempo tampoco me acompaña la mayoría de las veces. Ojalá que te haya gustado este capítulo. Saludos.
Kendra: Me honra mucho que te hayas puesto ese e-mail por mi causa, no sabes cuánto te agradezco que lo compartas conmigo. Y te envidio, Úrsula es un nombre muy bonito según yo, me hubiera gustado llamarme así. Gracias de nuevo.
Lil Granger: Sabes de antemano que estás disculpada, Lil. Ahora te toca disculparme a mi. ¿Quieres que me tire un lemmon? XDDDD Cochina... jejeje. No broma... podría ser, pero más adelante. En una escena más especial y romántica. Ya sabes también que todo lo que escribo es por algo y el que Matt quedara en las Águilas también lo es. Y mira que la huelga me trajo muchos problemas, como el no poder actualizar y el que sólo me dieran una cochina semana para descansar (más encima, en ella debo ir a inscribir ramos a mitad de semana, así de descanso, nada) Yap, cuídese mucho amiga mía, y espero que le guste este capítulo.
Úrsula: No sé si serás la misma Úrsula de allá arriba, pero aquí va la continuación. No te preocupes.
kost: espero que tus dudas y tus ganas de leer se satisficen aquí. Muchas gracias por el review.
RorEkKuN: Guau! Nunca imaginé que dejarían un review tan largo por esta historia. La única que le podría hacer el peso a tus review sería mi amiga Lil, pero ya veo que le ganaste. Ja. Muchas gracias por él. Sí, esta es la continuación de una larga teleserie... XDDD digo, Fanfic llamado "La vida continúa". Espero poder terminarlo algún día, talcomo lo hice con el primero y nada... por lo menos ya tengo el final en claro. Una de las cosas que me llamó la atención de tu review fue lo que escribiste sobre los gemelos Malfoy. Sin duda, dos personas pueden parecerse mucho físicamente, pero nunca serán completamente iguales... Jajaja, sí, Thomas se parece más a Draco y Alan a Ginny, pero en esencia tienen algo de ambos. Y lo de Luna... no, no fue esposa de Crabbe o de Goyle, pero ya sabrás de quien es su hijo. Muchas gracias de nuevo por sendo review. Cuídate mucho.
Okas, espero que a todas les haya gustado este capítulo y muchas gracias por darse el trabajo de leer senda cantidad de locuras. XDDDD
Tanina Potter.
