Nunca estarás sola: ¿Quién es?

Ya era muy de noche, el sol se había escondido hace ya mucho tiempo, se escuchaba el crujir de los árboles en una habitación, muchos ruidos, pasos, personas hablando, maquinas, sentía algo en su garganta. Abrió los ojos…una habitación blanca con decorados azules, muy pequeños, había mucha luz, vio que era de noche ya que la luz no provenía del sol. Pasos se acercaban.

¿? Veo que despertaste.

Quiera preguntarle en donde estaba, porque estaba allí, pero no podía, las palabras no podían salir.

¿? No puedes hablar…estas en el hospital, te encontraron en un campo de batalla, dos mas sobrevivieron, parece que son de tu edad, están muy graves…aun no despiertan. Vuelvo enseguida, voy a llamar al doctor para que te examine, y puedas hablar .

Cerró los ojos por un momento, intento recordar…por fin lo logro…una trampa, auto detonantes…todo iba y venia en su mente…un nombre…Pensó en la persona que le había hablado hace poco, parecía una persona amable, vestía una falda blanca con una blusa del mismo color, usaba un chaleco con una crucecita roja, parecía tener unos 30 años, también se veía amable…

Doctor: que bien que hayas despertado.

El doctor lo examino muy bien para cerciorarse de que todo anduviese bien.

D: ¿como te sientes?

Muchacho: (con un poco de dificultad para hablar) mal.

D: es razonable, pero a pesar de todo, se ve que eres muy fuerte, pocos sobreviven a semejante batalla.

M: eso creo.

D: y dime… ¿Cómo te llamas?

M: Heero.

D: bueno Heero, me alegra que estés mejor, cualquier cosa que necesites solo pidelo.

H: (al ver que el doctor se iba) espere (se movió se quejo de un dolor muy fuerte)

D: trata de no moverte…tuvimos que hacerte una cirugía…

H: cuanto tiempo tendré que estar aquí?

D: al menos hasta que tus heridas se sanen…tienes la pierna derecha fracturada, un hombro dislocado y además una cirugía en tu cuerpo, al menos no puedo darte el alta en un mes y medio.

H: estaré aquí solo un par de semanas.

D: como digas, ahora duerme un poco, lo necesitas.

Al ver Heero que se encontraba solo, miro a su alrededor y en la mesa de noche vio un teléfono.

H: Relena… (Pensando) ¿La llamo? ¿Que le voy a decir? Relena, te mentí, si te quiero…¡¡¡no! ¡¡¡Que le digo!

Paso varios minutos mirando fijamente al teléfono, (como si eso hiciera que se marcara el número de Relena) no tenia la menor idea de lo que le iba a decir, no era un problema de no saberse el numero, ya que lo tenia grabado en su mente al igual que su cara, su sonrisa…

Lentamente sus dedos comenzaron a rozar los números del teléfono, recordó lo que le había echo a Relena, recordó todo lo que la había echo sufrir, seguro ella había decidido olvidarlo y vivir feliz como se lo pido.

H: Será mejor que no la llame, si sabe que soy yo se pondrá muy triste…

Dejo el teléfono en la mesita de noche, temía arrepentirse de la decisión que había tomado…había sido un cobarde, no había podido pedir perdón.

H: tengo que hacerlo, tengo que llamarla.

Tomo nuevamente el teléfono, que tenia una pequeña pantalla, marco el numero de Relena, eran como las cuatro de la madrugada.

R: si…

Heero que quedo paralizado al escuchar la voz de su querida Relena.

R: ¿Quién es?

H: ….

R: alo… ¿esto es una broma?

H: espera.

Relena se quedo pasmada al escuchar en el teléfono la voz de el que la había echo sufrir tanto.

R: Heero

H: Relena

R: ¿Por qué…llamas?

H: abre la pantalla de tu teléfono.

R: (obedeció a Heero…al verlo quedo sorprendida por el estado en el que se encontraba su querido Heero) ¿que te sucedió?

H: por esto es que me tenia que despedir…es por esto que te dije que no te quería…es por esto que te hice sufrir tanto…lo…(las palabras no querían salir, era tan difícil pedir perdón)…sien…to.

R: ¿Quién te hizo eso?

H: una misión, mas bien una trampa.

R: ¿Dónde estas?

H: no me pidas que te lo diga.

R: por favor, por mi o por lo que mas quieras…dime donde estas.

H: lo que más quiero eres tu Relena…

Las palabras de Heero se repetían una y otra vez en la mente de Relena, nunca ningún chico le había dicho algo tan lindo y dulce.

R: Heero…dime donde estas.

H: en el hospital.

R: eso ya lo se, pero ¿en que hospital?

H: en el hospital de Fodster.

R: voy para allá de inmediato.

H: Relena.

R: si Heero.

H: lo siento.

R: eso yo lo se con solo ver tus ojos.

Relena llamo a Peigan para que alistara el coche para dirigirse al hospital, apenas Relena subió al coche le indio a Peigan que condujera lo mas rápido posible, quería estar con Heero lo mas pronto posible.

El hospital se encontraba muy lejos de la residencia de Relena, por lo que tuvieron que viajar por lo menos una hora.

Al llegar, Relena vio el paisaje, era muy campestre, árboles por todas partes, entre ellos pinos, alerces y palmeras resaltaban, un sin fin de flores de todos colores iluminados por la luna, una luna llena que hacia que todo brillara de manera impresionante, pocas cosas se escondía en la oscuridad, ella entro al hospital, un sofocante olor a hospital la invadió, se dirigió a la recepción, todo era blanco y muchas personas se encontraban sentadas o paradas esperando quien sabe que. Se acerco a la recepcionista y le pregunto por la habitación de Heero Yuy, ella amablemente dijo el numero de la habitación y Relena corrió desesperadamente al encuentro con su amado.

El ascensor estaba en los pisos de arriba por lo que decidió subir las escaleras, fue un tramo muy agotador, al llegar al piso de la habitación de Heero, busco desesperadamente la habitación, al encontrarla, le dieron escalofríos, toco la puerta y desde el interior alguien dijo adelante. Ella abrió lentamente la puerta.

R: Heero (se tiro al cuerpo de Heero para abrazarlo y el se quejo de un dolor muy fuerte) lo siento.

H: no hay problema, no me dolió.

R: y ¿Cómo estas?

H: pues, no muy bien.

R: cuanto tendrás que estar aquí.

H: el doctor dijo que un mes y medio, pero yo me curare en algunas semanas.

R: eso es imposible, yo me cercioraré de que tú no salgas de este hospital hasta que estés completamente curado, y después de eso, te vendrás conmigo.

H: Relena ¿por qué dices eso?

R: pues porque te…quiero mucho y no quiero que nada malo te pase.

H: yo también te quiero Relena.

Relena se acerco lentamente a la cama de Heero, se recargo en ella y lentamente poso sus labios en los de Heero en un beso muy delicado, tan delicado como el pétalo de una rosa…Ella se separo de el muy suavemente y apoyo su cabeza en la cama para permanecer al lado de Heero.

R: Nunca te dejare solo Heero, ahora solo duerme y recuperate.

H: gracias, mi querida Relena (cerro sus ojos lentamente, sentía paz al estar al lado de Relena, sentía que nada malo podía pasar, se sentía seguro…finalmente se durmió al lado de su Relena)

Hola: ¿que les pareció este capitulo, es mas largo que cualquier otro…ojala les guste y les quiero agradecer por todos los reviews que me han mandado y ojala que sigan mandando...sigan leyendo mi fic….chauuu