Amando al Enemigo
Por: Tiff
Li Shaoran acababa de colgar el teléfono de la casa de Eriol. Como era su costumbre, él contestaba todas las llamadas del ojiazul, y esta vez que su compañero debía reposar, lo hacia con gusto.
Las once de la noche...nadie más podía llamar a esa hora (considerando que Eriol no tenía conocidos, ni familia) más que su jefe. Como se lo había estado esperando desde hacía varios días, pronto realizaría de nuevo otro asesinato. Ese era su trabajo. Ocultarse en las sombras silenciosas, escudriñando escrupulosamente los alrededores, mientras planeaba con astucia su crimen.
Esta vez, su objetivo era otro de los Daidouji. Kotaro Daidouji. Por su experiencia anterior, solo sabía que él era tercer hermano de esta familia y que tenía dos hijos, una hermosa morena y un joven sobresaliente en la política. Mala suerte que ninguno de los dos llegara a más de los veinticinco años.
Sin embargo, también le informaron que ese 'trabajo' no sería tan sencillo como los dos anteriores. La policía ya le había puesto vigilancia a toda la casa, y los jóvenes y sus padres jamás salían con menos de una escolta de seis. La mansión estaba más que vigilada durante la noche, cámaras de seguridad, censores de movimiento e identificadores de huellas, eran algunas de las cosas ya dispuestas para la seguridad.
La paga, de acuerdo al trabajo, había aumentado unos cuantos ceros. La vez pasada no habían recibido lo que habían querido en sus cuentas, gracias al pequeño inconveniente de aquel joven ciego, pero aquella nueva misión cubriría con intereses todo aquello que les hubieran pagado, al triple.
¿Compasión de nuevo con alguno de los jóvenes? Ya no. Le había costado mucho dinero a él y a su equipo, y si su jefe se hubiera enterado, adiós también a su estilo de vida.
¡Que bueno que les habían asignado una misión tan pronto! Su compañía había averiguado que la familia entera saldría de la ciudad unos días después, entonces no se esperarían un ataque así de pronto. Aunque (escuchó un estornudo proveniente del cuarto) talvez tampoco era tan buena idea.
Su jefe de misión enfermo. Ya se lo imaginaba estornudándole en la cara a su víctima, ó lo que era peor, que los descubrieran por su causa. No sabía si era tan buena idea el avisarle, sino le decía, se quedaría en casa y no pondría en riesgo la misión, pero sino le decía, recibiría su castigo. Tenía dos opciones: pena de muerte ó enfrentarse a la furia de Eriol...no le veía mucha diferencia.
Dejó a un lado su copa de coñac y fijo la vista en la puerta repentinamente, cuando oyó que alguien se acercaba por el pasillo. ¿Sería Kaho? Ella siempre llegaba a molestar en los momentos más inesperados. Puso atención. La llave era introducida en la chapa. ¡No podía ser Kaho! No pensaba que Eriol le podría haber dado un duplicado ¡Nunca! Que ella se lo robara era algo más comprensible.
¡Que bueno que él estaba ahí para evitar que molestaran a su amigo!
La puerta por fin se abrió por completo, revelándole al ambarino una silueta desconocida. Una mujer. La luz del pasillo se encendió de repente, y la mujer que acababa de llegar se dio a conocer.
Shaoran sonrió, ya la conocía. Era esa misma chica que había estado dormida en el sillón de Eriol, el día de su segunda misión. ¿Seguía viviendo ahí eh? ¿Sería por eso que se escuchaba tanto ruido en el apartamento como había dicho Nakuru?
Observó desde las sombras. La joven nívea se quitó el abrigo y deposito una pequeña maleta a sus pies, suspirando cansada, recogió su largo cabello cuidadosamente en una trenza improvisada, y encendió la luz de la sala distraídamente.
Al distinguir la figura del castaño sentado en el sillón de enfrente, la joven dio un pequeño respingo, y ahogo con la mano un grito.
-Hola- dijo Shaoran amistosamente, tratando de disipar su asombro.
-H-Hola...¿E-Eres amigo de Eriol?- preguntó inocentemente, pero aun así con cautela.
-Si.-
-Bueno...eh, mucho gusto soy Tomoyo.- dijo adelantándose unos pasos a él, con la mano extendida.
Li se levantó. –Mucho gusto linda, soy Shaoran.- el castaño sonrió coquetamente, como siempre que veía a una joven causando un sonrojo general en el rostro pálido de la ametista.
El joven la vio divertido. Sabía el efecto que causaba en las mujeres, y sin embargo seguía haciendo una y otra vez la misma jugada en contra de ellas, sonriéndose a si mismo por el maravilloso impacto que tenía. En ese aspecto era un vanidoso.
Sus ojos ambarinos se fijaron en ella nuevamente, la observó con detenimiento, y por un momento creyó conocer ese brillo especial en sus ojos, algo que él ya había visto antes.
-¿Te conozco?- le preguntó.
La joven lo miró un momento con detenimiento, y luego sonrió.
-No lo creo, lo recordaría.-
-Si, creo que yo también.- Sin embargo, Li sabía que ya la había visto en algún lado...
-Yo...iba a hacer algo de cenar para Eriol ehh...¿Quisieras acompañarlo?-
-Seria un placer.-
Sin volver a verlo de nuevo, la chica se alejó a paso rápido en dirección a la cocina.
~*~
Paredes blancas imposibles de traspasar...una camisa que le impedía el movimiento siempre que salía a disfrutar de la mañana...un psiquiatra que siempre estaba ahí al despuntar el alba con dibujos deformes y preguntas tontas...y sobre todo, esas sombras que no dejaban de acecharlo en la noche.
Esas figuras fantasmales que rondaban a su alrededor como vigilando y tratando de ahuyentar el sueño. Esas cosas horribles que no lo dejaban descansar volvían una y otra vez, justo en el momento en que las luces se apagaban y trataba de cerrar los ojos.
Lo asfixiaban. Le incrustaban las uñas en la garganta vengativamente y le susurraban al oído palabras incoherentes llenas de rencor y odio. Espectros negros rondando alrededor de su cama, señalándolo con dedos acusadores y lanzando lamentos escalofriantes.
Y esas manchas rojas en su cuerpo...esas que nunca desaparecían. Permanecían ahí sin importar cuantas veces las lavara, ó como desgarrara su propia piel en un afán vano para ahuyentarlas. Sangre. Sangre y espectros de sus propias víctimas. Recuerdos pasados transformados en pesadillas...
Como era la costumbre todas las noches, Eriol despertó sobresaltado de su sueño, con la frente empapada en sudor, la respiración entrecortada y los ojos inquietos, revisando con temor los rincones oscuros de su estancia.
-Otra vez.- susurró a la oscuridad, recordando todas las veces en noches pasadas que había despertado de la misma manera, con la misma sensación en el cuerpo, y el mismo pesar en el alma.
Había sido de esa forma todas las noches desde hacía casi siete años. La misma pesadilla. La misma sensación al despertar. Siempre que pensaba que estaba cayendo en un sueño profundo, aquellas imágenes regresaban para atormentarlo. Era por eso que no le gustaba dormir. Trataba por todos los medios el mantenerse despierto para no soñar...y en cierta medida, había funcionado. Cerraba los ojos, y evitaba su pesadilla, pero no había podido descansar nunca...
Y parecía que esa vez no era la excepción. Los espectros no tendrían compasión de él sólo porque estaba enfermo, cuando él no le había tenido compasión a hombres mayores, mujeres ó niños. Era el castigo que recibía por todos sus años de constante pecado, y aunque deseara deshacerse fervientemente de él, lo seguía aceptando como penitencia.
Ya no quería dormir más, aunque sentía los ojos pesados, los mantendría abiertos para no soñar.
Se levantó de la cama silenciosamente, y salió de la habitación, despidiéndose mentalmente de las sombras que lo invitaban a volver. Volvería algún día, lo sabía muy bien, pero esa noche no.
Al salir, se encontró a Li sentado en la mesa observando la televisión, y a Tomoyo en la cocina, preparando algo sobre la estufa.
Al escuchar ruido, Shaoran levantó la vista, y al verlo, ese mismo gesto de preocupación que le había mostrado hacía unas horas, volvió a cruzar por su rostro.
-¿Qué haces levantado?.-exclamó autoritariamente, incorporándose de su asiento.
-Ya no quiero dormir.- susurró el inglés fríamente, pasando al castaño de largo y sentándose en un sillón, sin llevar sus lentes puestos. (ˆOˆ!!)
-Tomoyo está haciendo la cena, ¿No tienes hambre?-
Eriol lo volteó a ver fugazmente con rencor, pero después regreso su mirada a la televisión, fingiendo que nada había sucedido.
Un reportaje muy interesante se estaba transmitiendo en ese momento. Un joven rubio de ojos violetas se paraba frente a la multitud de rostros y cámaras, con una cara afligida y llena de tristeza.
-¿Cuál es su posición de acuerdo a este nuevo atentado?-
-¿Cree que se trate de una compañía opositora?-
-¿Qué medidas piensa tomar para su seguridad?-
-¿Qué piensa decirle al 'Asesino Ingles' cuando lo enfrente en la corte?-
El joven se veía abrumado, y con la cabeza baja y sin contestar ninguna pregunta, fueron abriéndole paso lentamente por entre los periodistas que se apretujaban a su alrededor, a la salida de la jefatura.
-¿Quién es él?- cuestiono Li sin dejar de mirar sus ojos púrpuras.
-Debe ser un Daidouji.- expresó despectivamente.
-Que ojos tan extraños tiene.- observó el ambarino.
-Ametistas.- Eriol se quedó largo rato observando solamente sus ojos. Pensaba en el enorme parecido que tenían con los de su inquilina...
-¡La cena está lista!- se escuchó desde la cocina, y los dos jóvenes se levantaron con premura, apagando la televisión, y olvidando todo lo concerniente al joven rubio del noticiero.
~*~
-Gracias por la comida linda, estuvo deliciosa. Por cierto Eriol, tenemos trabajo mañana por la noche, te llamo luego para decirte los detalles, nos vemos.- Li salió del departamento ya muy entrada la noche, dejando a Eriol somnoliento sobre el sillón y a Tomoyo levantando la mesa.
-¿Por qué no te vas a dormir Eriol?- preguntó ella mientras llevaba los platos a la cocina, después de ver como el ojiazul empezaba a cabecear.
-No tengo sueño.- el joven permanecía tendido en un sillón amplio, con los ojos fijos en el techo, distrayendo su atención en cualquier cosa, tratando de disipar el sueño creciente en su persona.
-Mentiroso.- la ametista acabó su tarea rápidamente, y se fue a sentar a un lado de él.
-¿Dónde estabas?- preguntó Eriol sin mucho interés, tratando de mantener los ojos abiertos.
-Fui por algunas cosas a mi casa.-
-¿Hablaste con la policía?-
-Si, lo hice en la mañana, pero parece que no tienen idea de quien pudo ser.-
-Esos nunca saben nada.-
Tomoyo se quedó callada, Eriol podía tener un carácter muy duro cuando no se sentía bien ó tenía mucho sueño, como en esos momentos. Volteó su mirada hacia un lado, y encontró sobre una pequeña mesa un libro abierto. ¿Qué otra cosa podía hacer a esas horas y sin molestar a Eriol? Leer. Tomó el libro entre sus manos, y leyó la portada: 'The Heart in the Iron Mask' un título sin duda prometedor y desconocido, sin pensarlo dos veces, lo abrió en las primeras hojas, y se adentró en la lectura, sin darse cuenta como se sumían los ojos índigos en la oscuridad, a su lado.
~*~
Los ojos de Eriol se abrieron a altas horas de la mañana, después de una noche excepcionalmente tranquila. No podía explicar la razón, pero esa vez había dormido sin tener pesadillas ni sueños. Estaba descansado como no le había pasado en muchos años, y no sabía porque...talvez esa fiebre le estaba afectando, ó ese dolor de cabeza la tarde pasada había entorpecido a las sombras toda la noche. Talvez era el sillón, ó la agradable tranquilidad en la que había conciliado el sueño...
Removió la cobija que descansaba sobre sus hombros (que llegó ahí por causas desconocidas para él) y tocó su frente. Aun tenía fiebre, y eso no era nada bueno. Como Li le había avisado la noche pasada, iban a tener una nueva misión. Hubiera deseado quedarse en casa y asistir cuando se sintiera mejor, pero le quedaban pocos días antes de que los Daidouji abandonaran la ciudad.
Un largo suspiro se escuchó a su lado. Al voltear, descubrió que su sueño había sido acompañado toda la noche por la joven, que había caído rendida después de estar leyendo el libro que él mismo había dejado sobre la mesa.
¿Por qué se había quedado a su lado? ¿Se habría preocupado por él? ¿Había decidido acompañarlo en sus largas noches de vigilia? ¿Por qué?
Sintió una rara sensación en el pecho, y sus ojos se suavizaron, mientras la observaba en su profundo sueño...talvez alguien se preocupaba por él...
Sacudió la cabeza fuertemente, tratando de desaparecer los pensamientos que empezaban a brotar sin que él lo quisiera.
No tienes porque preocuparte por ella, recuerda lo que le dijiste a Shaoran ayer...
Tratando de no mirarla de nuevo, paso la cobija que él había tenido por encima de sus hombros, y se alejó del lugar, entrando al baño para una ducha rápida. Su frente aun seguía ardiendo, y su visión no era la misma de siempre, sin contar lo extraño de su voz, pero trabajo era trabajo.
Tomó su fiel gabardina del perchero, y después de tomar todas sus cosas de uno de los cajones escondidos detrás del armario, salió de su departamento, dándole una última mirada a la figura que descansaba en el sillón.
~*~
Shaoran Li había llegado temprano en la mañana, encontrándose con el lugar casi desierto. Mejor para él, así podría disfrutar de la más amplia selección de pastelillos, sin estar peleando por ellos con los demás. Vería a su jefe en cualquier momento para discutir la misión, y le sorprendía que Eriol aun no hubiera llegado, generalmente siempre era el primero.
En ese preciso momento, la puerta que estaba solo a unos pasos de él, se abrió con un ruido seco, descubriendo a el ojiazul de mirada asesina.
-Pensé que no vendrías.- comentó Li, tomando una dona de chocolate y un café.
-No veo la razón.- le respondió Eriol acercándose a la mesa, para su acostumbrado desayuno de pastelillos de fresa (y esta vez si había) y café.
-Con esa chica en casa yo estaría ocupado.- bromeó.
-Cierra la boca.- Li se rió.
-Por cierto.-dijo cuando se hubo calmado. -¿Cómo estás?-
-Bien.-
-Si claro, supongo que ese lindo tono carmesí en tus mejillas es muy natural.- replicó en tono sarcástico.
-Es solo un poco de fiebre. Puedo realizar la misión perfectamente.-dijo Eriol calmadamente, dándole una gran mordida a su pastel.
-Eso espero.-
Un silencio reconfortante se dio entre los dos jóvenes, comieron tranquilamente sus postres favoritos, olvidándose por un momento del peligro que tenían que afrontar esa misma noche.
-Eriol ¿Quién es esa mujer?- preguntó Li sin voltear a verlo.
-¿Quién?- fingió el otro joven.
-Esa linda chica que vive contigo.-
-Ya sabes quien es.- dijo despreocupadamente, no muy interesado.
-Se que su nombre es Tomoyo, pero ¿Quién es ella?-
Eriol se quedó pensando unos momentos. ¿Qué sabía de la vida de esa chica?
-Pues creo que trabaja en una compañía administrando los ingresos o algo así, le gusta leer, los niños ¡Que se yo!-
-¿A penas conoces quien es y la mantienes en tu casa?-
-Le estoy pagando un favor.- se defendió Eriol, con un sentimiento de culpa en la nuca.
-¿Por qué? ¿Qué hizo ella por ti?-
El ojiazul suspiro. -¿Recuerdas esa vez que falle la misión? ¿Esa vez que me quede porque estaba herido?-
-¡Como olvidarlo! ¡Me pase tres noches enteras buscándote!-
-Bueno, hubo una persona que me ayudo cuando ya no tenía esperanza...¿Recuerdas quien era?-
-'Una mujer de hermosos ojos ametistas.'-repitió Li, sacando la frase de sus recuerdos.
-Es ella. Desde ese día parece que mi destino era encontrarla en todos lados. Un día fuimos a comer algo y la acompañe a su casa.-
Li escuchaba el relato atentamente, pero con incredulidad. ¿Qué demonios era esa inesperada suavidad en sus ojos? ¿En donde había quedado ese gesto frío alrededor de sus labios?
-El lugar estaba destruido, y ella se veía muy asustada. Nunca supe porque. El caso es que le ofrecí mi casa, en recompensa por haberme cuidado esas tres noches. A estado viviendo conmigo desde entonces.-
-Nunca habías llevado a una mujer a tu casa.-
-Lo se.-
-¿Qué está pasando Eriol?- preguntó Li con seriedad en su rostro, mirando a su amigo detenidamente. –Hablamos apenas ayer, y tu mismo dijiste que no podíamos enamorarnos.-
-No me estoy enamorando.- contestó Eriol en un susurro, sintiendo un repentino dolor en su pecho.
En ese momento, una chica rubia de largas piernas apareció en la puerta, interrumpiendo la próxima frase de Li, llevaba algunos papeles en la mano y un gafete sobre su pecho, les brindó una sonrisa.
-El Sr. Reuel los espera.- les comunicó dulcemente, acomodando su falda con nerviosismo.
-Gracias linda.- Shaoran le sonrió coquetamente, guiñándole un ojo al pasar a su lado, causando un sonrojo general en su blanco rostro.
-¿Tienes que hacer eso siempre?- preguntó su compañero algo cansado de su actitud.
-¿Qué tiene de malo? Uno tiene que utilizar su carisma cuando se nace con él. ¿Qué harían las mujeres sin mi?- exclamo dramáticamente, recibiendo solo una mirada incrédula.
-Si, como sea.-
Los dos jóvenes entraron silenciosamente a la gran oficina, tratando de enfocar la vista cuando se encontraron con su usual oscuridad.
-Ya estamos aquí señor.- dijo Shaoran cuando por fin pudo distinguir la silueta ataviada de un traje negro, y el resplandor rojo de un habano en su boca.
-Eriol, Shaoran, sabía que podía confiar en ustedes para esta misión tan importante.-dijo aliviado, acomodando sus lentes cuadrados sobre su nariz, sonriéndoles abiertamente.
-Sabe que puede contar con nosotros para cualquier misión.- comentó Eriol con voz rasposa.
-¡Eriol! ¿Estas bien muchacho?- exclamó Ronald viéndolo detenidamente. -¿Estas enfermo?-
El ojiazul evito su mirada. –No es nada serio.-
-¿No prefieres quedarte a descansar?-
-No. Quiero estar en esta misión.-
Aunque sabía que Eriol era el mejor en la compañía entera, en esos momentos podría poner en peligro la misión. Sin embargo, al ver la determinación en su rostro, no pudo negarle su capricho de permanecer dentro.
-Bueno, confío en que lo harás bien.- el hombre tomo un control remoto que estaba sobre su escritorio, y lo apunto a una gran pintura de majestuosos ángeles al otro extremo de la habitación. Con un ligero ruido mecánico, el cuadro se movió de su sitio, revelando una pantalla blanca, que pronto fue iluminada por un proyector con imágenes.
La imagen de cada uno de los Daidouji fue reflejada en la pantalla, con los datos adjuntos a su lado.
Kotaro Daidouji: Era el tercero de los hermanos Daidouji, el encargado de las comunicaciones y la publicidad de la compañía entera. Se encargaba de diseñar casi todos los productos dependiendo de los gustos del público, investigaba los campos de comercio y una que otra vez contrataba a varios publicistas para que lo ayudaran a encontrar nuevas opciones en su campo. A comparación de sus dos hermanos mayores, Kotaro era un hombre noble, honesto y emprendedor en lo que se refería a su trabajo. Era de las únicas personas que no se metían en negocios sucios, y todas las cosas que tenía se las debía a sus años de esfuerzo. No era afectivo con su familia, y en cierta medida odiaba a su hijo 'adoptado' (Satoshi) ya que lo había despojado sin querer de la parte de la fortuna que le habría tocado si él estuviera muerto. Tenía dos hijos sanguíneos.
Kami Daidouji: Era la señora de Kotaro. Se dedicaba a las fiestas de alta sociedad y a las reuniones escandalosas con jóvenes casadas de bolsos hinchados. No ponía mucha atención a sus hijos, se había casado muy joven y aún conservando parte de su juventud, prefería salir a divertirse. Sin embargo había permanecido fiel a su esposo, talvez por miedo a perder la herencia que le dejarían, al casarse por bienes separados.
Tyson Daidouji: El primogénito de la pareja. A sus veintitrés años era ya una persona que ejercía muy bien la abogacía. Seguía estudiando, pero eso no le había impedido ganar casos de los más renombrados en el país, atrapando a criminales y haciendo que los sentenciaran, por lo menos, a cadena perpetua. Era un joven inteligente, astuto y muy observador, ganándose la admiración y envidia de muchos cuarentones de experiencia en su firma.
Hanako Daidouji: Una jovencita rubia con algunos problemas existenciales. Siempre vestía de negro y gustaba por todos los temas ocultos y la hechicería. Consumía drogas a menudo, y tenía intentos de suicidio en dos ocasiones, recibía ayuda psicológica, y cuando pensaban que empezaba a recuperarse regresaba a su estado anterior.
-¡Que familia!- exclamó Li al terminar de leer toda la información, justo en el momento en que cambiaba la diapositiva, para mostrar un plano de la mansión entera.
-Esta misión no puede ser igual a todas las demás. -comenzó Ronald. –Como ya se habrán imaginado, la casa no estará sin vigilancia esta vez. Hemos estado investigando, y de hecho tienen más de lo que tiene cualquier embajada del país. No podemos arriesgarnos a entrar como tenemos de costumbre, y tenemos además muy poco tiempo. Reúnanse con Izumi, él les explicara exactamente sus posiciones, y como van a ingresar a la casa sin ser descubiertos. Esta vez, Eriol te encargarás de Tyson es una persona muy fuerte, Shaoran te harás cargo de Kotaro, Shinishi se encargará de la mujer y otra persona se encargará de Hanako, espero que puedan con eso.- el ojiazul y el ambarino asintieron al mismo tiempo. –Su misión empieza alrededor de las 8:00 pm, y deben terminarla antes de las 10:00 pm, a esa hora el trabajo debe de estar hecho ya que se realiza cambio de turno. Yamatto los esperará afuera, deben salir sin levantar sospechas ¿Entendido?-
-Entendido.- los dos repitieron al mismo tiempo.
-Esta bien, confío en ustedes.- con un gesto de la mano, les indico que se fueran.
-Por cierto Eriol.- exclamó antes de que salieran. –No quiero ningún error esta vez.- advirtió con voz peligrosa, dejando a Eriol muy por detrás de él. Comparado con ese hombre, el inglés era solo un principiante.
Los dos jóvenes salieron de la habitación y suspiraron.
-No se si debamos dejar que otro individuo se meta en una misión tan importante ¿Quién será el cuarto asesino?- inquirió Li.
-¿Por qué los hombres siempre creen que hacen el mejor trabajo?-preguntó una voz femenina desde las sombras. -¿Qué te hace pensar que es UN asesino Shaoran?-
Hay no...esa voz...
Una mujer de falda corta y chamarra de cuero, salió de la oscuridad, encarando a los dos asesinos con altanería. Una joven alrededor de los veinticinco los observo con ojos azabache y con sonrisa maliciosa, de figura esbelta y largas piernas lograba tener a los hombres sin problemas, y más de una vez había tenido a ese joven ambarino sin mucho trabajo.
-Hola Meiling.- dijo Shaoran con voz seductora, sonriéndole como siempre.
-Cuanto tiempo sin vernos Li.- susurro ella acercándose peligrosamente al ambarino, trazando con un dedo el varonil rostro.
-¿Ya terminaron?- exclamó Eriol exasperado, tratando de romper la melosa escena.
-No te pongas celoso Eriol ¡También te extrañe mucho!- el semblante maduro de la joven, cambio por uno infantil al mostrar una amplia sonrisa, mientras abrazaba a los dos chicos amistosamente, su actitud peligrosa para con los caballeros, cambiaba mucho cuando se enfrentaba a rostros tan conocidos como aquellos dos.
-Si, como sea.- respondió Eriol, echándose a andar por el pasillo, con la intención de encontrarse con Izumi.
-No a cambiado nada.- observó Meiling con las manos en la cintura.
-No te preocupes, te extrañó.-
-Pues no es él quien me preocupa.-
-Yo también te extrañe.-la joven se lanzó a los brazos del castaño, plantándole un beso en los labios, que Li recibió sin disgusto.
Esa mujer era una amiga muy cercana de Shaoran. La había conocido en el orfanato, y desde ese momento habían desarrollado una especie de amistad que había ido madurando con el tiempo, convirtiéndose en amantes. Meiling estaba enamorada de él, y aunque sabía que no le regresaban sus sentimientos en la misma medida, aun así disfrutaba de su compañía, y el no había puesto ninguna objeción. Nunca se le había pasado por la cabeza casarse, pero con ese castaño a su lado, no estaba muy segura de todas sus acciones.
~*~
Muy bien, ahora que tenemos que estar más concentrados en la misión traen a Meiling...
Eriol creía que la chica de Hong Kong era una persona muy simpática y espontánea, además de la mujer que más meritos tenía en toda la empresa, y la que más misiones completas había logrado, siempre que estaba lejos de Li. Él conocía muy bien el amor desmedido que ella sentía hacia su compañero, y las muchas veces que eso había puesto en peligro la misión. Ojala y esa vez fuera una excepción.
El joven entró a una de las puertas, encontrándose con Izumi y Yamatto.
-¡Hola jefe!- exclamo Matt entusiasmado, acercándose a él y dándole una fuerte palmada amistosa en la espalda.
-Hola Eriol.-dijo el pelirrojo calmadamente, sonriéndole sin dejar de teclear en la computadora.
-¿Ya está todo listo?- preguntó el ingles.
-Si. Solo tenemos que esperar a que lleguen los otros, para poder explicar la misión.-
-Es algo complicada jefe.-sinceró Matt, bajando la cabeza con desaliento.
-Lo se, y se nos complica más con la compañera con la que trabajaremos.-
-¿Quién?.- preguntaron los dos al unísono.
-Meiling.- respondió Eriol con voz grave.
-Hay no.-dijo el pelirrojo, sabiendo del romance entre Li y ella.
-¿En serio? ¡Que bien! ¡Al fin algo interesante!- exclamo el rubio, toda mujer que llevara falda arriba de la rodilla era alabada por él.
La puerta se abrió de repente, dejando pasar a un joven castaño, con la mirada infantil, muy agitado y con el rostro sonrojado.
-¡Llegue!- exclamó Shinishi, el más joven de la compañía.
-¡Ya era hora!- bromeó Yamatto, dándole un abrazo y unos coscorrones.
-Perdón, tenía que acabar con mis tareas.-
-No te preocupes pequeño, no hemos comenzado, Shaoran todavía no llega.- respondió el jefe de la misión.
-¡Eriol! ¿Estas enfermo?- preguntó Shinishi viéndolo incrédulamente.
-Si, un poco.-sinceró Hiragizawa, escondiendo su leve sonrojo en las sombras, gracias a las miradas incrédulas de todos sus compañeros.
-Mi abuela siempre me prepara un té de manzanilla cuando me enfermo, y no me deja salir de la cama, talvez eso...-
Los consejos de salud de Shinishi se vieron interrumpidos por el abrir de la puerta, dejando pasar a Li con una sonrisa en el rostro, y poco después a su compañera.
-¡Meiling!- exclamó el hombre más joven con entusiasmo. -¿Vas a entrar a esta misión?-
La morena asintió sonriéndole al pequeño.
-Después tendrán tiempo para saludarse.-interrumpió Izumi, que había regresado a teclear en la gran computadora. –Tenemos que prepararnos.- los cinco compañeros asintieron.
-Muy bien, entonces, esto es lo que tendrán que hacer...-
Continuara...
Hola!! Acabe otro capítulo!! Si, se que dije que pondría otra misión en el, pero cuando empecé a explicar todo...se me pasaron las hojas muy rápido!! Además de que incluí a Meiling, algo que no pensaba hacer todavía...pero la próxima vez si habrá misión y prometo que será interesante! Por cierto con los amantes de S+S n_n U espero que comprendan que su relación necesita algunos tropiezos, además de que Shaoran debe aprender a valorar lo que en verdad debe...y Eriol NO esta enamorado de Tomoyo, pero ella empieza a sentir los efectos del hermoso asesino...
Tomoe Himura: De nuevo gracias! Y aunque Eriol no este enamorado todavía, no tarda, así que no te desesperes. Y el próximo cap. Talvez Shaoran se encuentre con su futuro cuñadito, no directamente pero bueno...
Meiring: Yo se que TODAS amamos a Eriol cuando es lindo y amable ¿Qué más quiere una mujer? °¬° peero me esta encantando la personalidad que le pongo (no es por presumir) pero después sera bueno como antes!! No hay porque perder la paciencia..
Padme: Hola! Me vas a golpear, pero no sabía de esa serie! Ojala y tenga un final y desarrollo decente (tu sabes que CCS) no me dejo conforme en algunas cosillas (o no estaría escribiendo) pero bueno...hey! tampoco e leído ese libro! ¿Esta bueno?
Carla: Hello! ¿Quieres algunas recomendaciones de una fan asidua a los fics? Bueno, hay uno que acaba de ser terminado llamado 'Caress of Venus', 'Only One I've Loved' esta muy bueno, 'Amethyst Eyes' mis respetos, 'Call of the Souls' esta bien...por ahora esos no creo que te decepcionen, son de admirarse!!
The Dark: Hey, no te preocupes, para mi lo que cuenta es la intención, así solo dejes uno con un Hola, yo me sentiria feliz porque se que alguien esta leyendo la historia. Muchas gracias por tu apoyo!!
Furby_chan: Bueno, comprenderás que ser un asesino implica todo tu tiempo y sangre fría que uno pueda ponerle, enamorarse, en la opinión de la compañía, sería solo una distracción, y la verdad que lo es, ya veras porque luego, y por lo de Kaho...jejeje me siento muy tentada en ponerlo!!! BUAJAJAJAJAJAJAJAJA
MarthyCss: ¡_¡ Why do you speak in english? I'm not very good at this topic you know? But I'll try ok? Eriol isn't in love with Tomoyo...yet, and I think that Shaoran is just adorable with this style!!.. You haven't see a thing!! Believe me, Eriol is just begining to discover his feelings, there's still a long way...u_u How have I done it? n_nU Sorry for the mistakes!!
Jeru: n_n hay esta fan de Yue, lamento decepcionarte, pero de nuevo no puse nada...no te preocupes, para el proximo sale, y en el siguiente también, y no te imaginas como se vera!! te lo prometo, te vas a quedar así O_O. En cuanto a eso de la necesidad y el amor...veremos como podemos distinguirlo en próximos capítulos. Bye!!
Luzem: No sabes que tan agradecida estoy de encontrar a personas en contra de Kaho!! todos piensan que es tan linda y que de nada tiene la culpa pero MANGOS que, es una zorraaa!! en mi opinión.. y Shaoran si que v a tener algunos problemas, además de el pequeño hecho de que es policía, no le cae nada bien...hay estos niños...
Sakuta Kat: Aun sin nueva misión, pero el proximo capitulo será, por cierto ¿Te gustaría ver a los chicos bailar? pues yo me muero de ganas!!
Anna Asakura: ¡¡QUEEEE!!! No me digas que Tomoyo lo descubre!! A que horas?? no puedo creer que no me haya dado cuenta!!!! DIOS MIO!! porque el destino es tan cruel!! ¡_¡ ...pero bueno (malditos ¬_¬) JA n_n si, van dos hermanos, y este es el tercero, la quinta (dado que el cuarto era Miroku) es Sonomi (Un pequeño adelanto: perdón por los fans de Sonomi!!)
SaKKuRi: No me tarde tanto!! gracias por leer, me gusta mucho escribir, y que mejor que a las personas les agrade. A mi también me encanta el caracter de Eriol, es diferente a como lo ponen en los otros fics, de niño bueno, y el de Shaoran también me encanta, creo que los papeles se intercambiaron, y no es por nada, pero así me gustan mas!!
Angel-de-Luz: Tienes razón!! Maldita escuela!! Te deseo suerte con todos tus trabajos, exámenes y tarugada y media que te dejan, y tu deséamela a mi exámenes finales...que fastidio!! Y por lo de las escenas, de solo imaginármelo °¬°...apreciaría mucho tu ayuda, sabes, cuando no tenga hueva de poner el msn, te agrego sale? por cierto...¿Te gustaría ver bailar a Eriol?
Master, de Gambler: Que bueno que te gusto! Y gracias por dejar tu opinión. Veo que eres una persona muy observadora y con amplio lenguaje. De hecho, si, es amatistas, sin embargo, hice una pequeña modificación como te habrás dado cuenta. Lo que pasa es que en ingles es Amethyst..y me sonó a ametista...cuando vi que era amatista, no me gusto como sonaba, y pues invente mi palabra...de todos modos es entendible no? Gracias por notarlo, nadie lo había hecho. Y por los nombres n_n me descubriste!! de hecho, hice los personajes pensando en los de Digimon, si te imaginas la misión, ponlos a ellos en los lugares adecuados y TATA te sale una escena de CCS y digimon!
Terra_c: Tienes razón, pero como puse antes, Tomoyo no quiere que nadie averigüe donde está ella , y como buena amiga, sabe quien es Touya en realidad (sabes que Sakura es un poco despistada) y por eso mejor no le habla. espero que sea comprensible. Gracias, y una cosa antes de despedirme. Eriol es oficialmente mio!! BUAJAJAJAJAAJAJA... perdón por las demás ^O^!!! ¿verdad querido Eriol-chan?
Eriol-chan: Si, como sea...
Lo ven?? JOJOJOJOJOJOJOJOJOJO
Por cierto, quiero agradecerles mucho...LLEGUE A LOS 100 REVIEWS!!! ¡_¡ Es el fic que tengo que más a recibido!! Y todo gracias a ustedes!! Gracias por todo en serio...me voy a poner a llorar—
GRACIAS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Cuídense mucho!!
Namárië!
"¿Qué, si dormías? ¿Y que si al dormir, soñaste? ¿Y que si en tu sueño fuiste al cielo y arrancaste una hermosa y extraña flor?¿Y que si cuando despertaste tenías la flor en tu mano?"
Samuel T. Coleridge
