-¡No puedo creerlo!- Touya dio un paso hacia atrás, cuando vio la rabia por la que su superior estaba pasando. Y no era para más. Habían asesinado a las personas que estaba protegiendo ¡Cuando él mismo estaba en la casa!. En esos momentos se lamentaba el no haber registrado a la persona con la que se había topado apenas la noche pasada, esa que había chocado con él en medio del pasillo principal que se dirigía a la salida.
Solo conocía del 'Asesino Ingles' la voz, pero no había podido reconocerla al escucharla nada más como un susurro ó no aquella autoritaria y fría que siempre le respondía en el teléfono, sino una temblorosa e invadida de temor.
Yue sabía que él era conocido por aquel asesino, pero no que le infundiera ese tipo de terror, podría haberlo matado en ese mismo momento, sustituyendo la imagen para que nadie se diera cuenta en la sala de monitoreo, pero en lugar de ello, había salido huyendo de la mansión.
La persecución nunca había sido tan prolongada. La policía siempre descubría los cuerpos mucho después de que los criminales abandonaran la escena, pero esa vez, algo les había salido mal a ellos, proporcionándole más tiempo a sus captores de seguir su rastro. ¡Lástima que los conductores policíacos no fueran tan buenos como aquel que prestaba sus habilidades a los asesinos! Si así fuera, en esos momentos estaría recibiendo un premio por la captura de criminales tan peligrosos.
...
Y sin embargo, ahí estaba. Tragándose su rabia, apretando los puños, y maldiciendo a cualquier cuerpo que se le pusiera enfrente, sus ojos fulminaban a cualquiera que le dirigiera su palabra. No eran los mejores momentos en la fantástica carrera de Yue Tsukishiro. Lo único que le faltaba para arruinar su día, era la acostumbrada llamada del asesino, eso lo haría explotar.
-Yue, no fue tu culpa.- el oficial Kinomoto había intentado calmarlo todo el día. Lo ponía muy nervioso el ver a su compañero caminando por toda la oficina cual bestia enjaulada.
-¡Debí ser más cuidadoso! ¡No puedo creer que hayan asesinado a los cuatro bajo mi nariz!- golpeó su escritorio con el puño cerrado. -¡Maldito Ingles!.-
Un oficial apareció en la puerta de repente.
-Sr. Tsukishiro encontramos algo que talvez podría interesarle.- dijo tímidamente, al observar a su jefe, siempre tan sereno, en aquellas condiciones.
Yue le lanzó una mirada asesina.
-Damelo, yo se lo entrego.- se apuró Touya, recibiendo el pequeño paquete de unas manos temblorosas.
Touya miro el paquete con interés, y después lo abrió. Dentro, había un chip de memoria de una computadora portátil.
-Parece que era del joven Tyson.- observó el moreno pasando el aparato entre sus dedos.
-Déjame verlo.- le ordenó Yue sin mucha delicadeza. Lo tomó entre sus largos dedos, y lo examino. –Tráeme una portátil.-
Touya pronto regreso con su propia computadora, poniéndola frente al plateado. Yue introducio el chip, comenzando a buscar archivos de la noche anterior.
Encontró muchas páginas de apuntes, notas, encabezados, descripciones, investigaciones, y un pedazo de tesis que el joven realizaba antes de morir, aunque nada de mucho interés policíaco. Sin embargo, había una grabación esa misma noche. Subieron el volumen, y la escucharon con atención.
Los primeros minutos eran solo de la voz de Tyson, hablando para la computadora, dejando pequeños recordatorios de vez en cuando. Después se escuchó como se abría la puerta, dejando él de teclear.
-¿Dónde esta el Sr.Lyonel?- se escuchó la serena voz de Tyson, después de un momento de silencio.
-Se sentía un poco indispuesto, soy su reemplazo. Clow Reed a su servicio mi señor.- Yue se incorporó de su asiento en un respingo al escuchar la voz. ¡Era él! ¡Su asesino estaba grabado en una conversación con la víctima!.
Yue y Touya escucharon con atención los próximos minutos de grabación. Hubo varias partes que les llamaron la atención.
-Tienes unos astutos ojos índigos. ¿Por qué esconderlos tras esa mascara de color?-
-¿Por qué haces esto?- .... -Yo no pregunto razones, solo cumplo con mis ordenes.-
-Que lástima que una persona tan inteligente como tu, tenga que vivir bajo el yugo de algunos tontos con dinero.-
-... te estaría invitando a unirte a mi.-
Sin embargo, una sencilla parte los dejo sorprendidos .
-¿Quién eres?- se escuchó la voz de Tyson, perdiendo su valentía.
-Mi nombre es Eriol.-
Yue sonrió ante la revelación. Con esa grabación, al menos, ya tenía el nombre del asesino, y una posible prueba ante la corte.
~*~
-Ya no te preocupes por él Eriol, se recuperará.- Ronald Reuel acababa de salir de una de las habitaciones del pequeño hospital que se había establecido en la compañía. A el llegaban todos los asesinos que resultaban heridos en alguna misión, proporcionándoles los cuidados más especializados, con los mejores avances de tecnología. En esa ocasión, la persona herida en un 'trabajo' había sido cierto castaño de ojos ambarinos: Shaoran Li, uno de los asesinos mejores pagados de todo el sitio.
-No estoy preocupado.- mintió el ojiazul, evitando la mirada de su superior. Sabía que en esos momentos, sus ojos expresaban inquietud y nerviosismo como nunca antes en su vida. Quisiera ó no aceptarlo, había establecido un vinculo con Li, haciéndolo una persona importante, no solo en su carrera, sino también en su vida.
-Esa una lastima que Li haya encontrado esa clase de dificultades en el camino, ó todos hubieran regresado sin ningún contratiempo.-
-Bueno, hasta los mejores asesinos tienes sus tropiezos.- suspiro Eriol, recordando su propia situación.
-Lo se. La misión fue exitosa después de todo, así que recibirán su recompensa como habíamos acordado.- le dijo su jefe orgullosamente.
-Gracias, esperaré a que Li se recupere.-
-Esta bien.- Ronald sacó de su chaqueta su puro característico y se lo llevó a la boca. –Por cierto Eriol.- musitó encendiendo su vicio. –Dentro de pocos días se organizara una importante reunión a la que fui invitado. Tu sabes, esas fiestas sofisticadas y llenas de hipocresía, estaba pensando en llevarte a ti y a Li.-
-¿A una fiesta?- preguntó Eriol incrédulo.
-Así es. Verás, conozco a muchas personas en ese lugar y hay muchas otras que me conocen a mi. Sabes que no soy 'apreciado' por muchos de ellos, y me consta que son personas poderosas. Necesito algo de 'protección' por así decirlo a mis espaldas, y creo que no hay personas más confiables en esta compañía que ustedes dos.-
-Bueno, eso es cierto pero...-
-Claro que los dos obtendrán su beneficio por este pequeño inconveniente.- interrumpió Ronald con una sonrisa maliciosa. Conocía perfectamente el arma que tenía que utilizar contra Eriol, si el se negaba a algo: dinero.
-Entonces no creo que haya mucho problema.- aseguró Eriol, imaginándose su recompensa.
-Perfecto. Justo lo que esperaba de mi asesino más confiable.- exclamó Reuel contento, dándole a Eriol una palmada vigorosa en el hombro.
-S-Si señor.-
-Por cierto, ¿A quien quieres de pareja esta vez?-
Eriol se quedó pensativo. Había ido a varias reuniones como aquellas, y en cada una, llevaba a una persona diferente, cualquier mujer que en esos momentos fuera objeto de su deseo, su jefe podía conseguirlas con solo una llamada. Sin embargo, esta vez pensó diferente. Había una linda ametista en casa que talvez no se negaría a acompañarlo.
-No, creo que ya tengo a alguien en mente.-
Reuel se le quedó viendo fijamente, ¿Eriol hablando de mujeres? –Esta bien...Avísale a Li cuando despierte, si quieres puedes pasar a verlo.- Ronald se alejó con lento caminar, pensando en lo peligroso que podría ser el que Hiragizawa tuviera una compañera...mientras, dejaba a su mejor asesino batallando contra su frialdad fuera de la habitación de Shaoran.
El ojiazul suspiró, algo que significó su derrota. Por fin abrió la puerta.
Un sonido interrumpido se escuchó de una de las máquinas que estaban conectadas al joven, mientras otra registraba las lentas respiraciones del ambarino, a través de unos tubos de oxígeno en su nariz.
Eriol no lo había visto desde la noche pasada, y ahora que tenía los ojos fijos en él de nuevo, cierta tristeza lo invadió. Pálido como la misma muerte, con los labios morados, y los ojos sumidos en un profundo sueño, se encontraba aquel chico alegre y jovial, que se la pasaba gastándole bromas y dándole palabras amistosas, cuando él solo sabía responder con gruñidos. ¡Que hubiera dado por verlo de nuevo como la tarde pasada!
Había olvidado su propio malestar cuando había visto al chico ambarino caer inconsciente al ir en camino a la compañía. No le había alcanzado a decir nada, pero no había perdido esa sonrisa característica ni un momento antes de caer en la oscuridad. De hecho, una sola sonrisa en esos momentos, y talvez una broma de esas de mal gusto, habrían aliviado el pesar que traía sobre los hombros.
-Eres un estúpido Shaoran.- susurró el ojiazul sumiendo la cabeza entre sus manos.
-Ja, yo también te extrañe.- Eriol levantó la cabeza rápidamente al escuchar una débil voz frente a sí, encontrando unos hermosos ojos ambarinos que lo veían con pereza.
-¡Li!.- exclamó el inglés, asombrado de su repentino despertar.
-El mismo.- sonrió.
-¿Estas bien? ¿Cómo te sientes?- le cuestionó su compañero, sin disimular su preocupación.
-¿Estabas preocupado?- se burló Li, pronunciando su débil sonrisa.
El ojiazul se sonrojó. –No.-
-Aja.-
-No estaba preocupado...por ti al menos.-
-¿Qué dices? ¿Salió bien la misión?- la voz de Li se escuchó consternada por un momento.
-Por poco. Descubrieron el cuerpo de Kotaro más pronto de lo que imaginamos, además de que no salimos a la hora acordada.-
-¿Y que paso?-
-Nos persiguieron por unos momentos, hasta que Matt se dejó de juegos.-
-Supongo que no podremos utilizar la camioneta de nuevo.- sinceró Li con su habitual sonrisa.
-Deberías estar un poco más preocupado, por tu culpa casi se arruina la misión.-
Li quitó la sonrisa de repente, evadiendo la mirada que Eriol le lanzaba.
-De todos modos...- el ingles se escondió entre la oscuridad, justo en el momento en que su semblante cambiaba. Su rostro se suavizo un momento, y sus ojos quitaron ese gesto frío. –Me alegra que ya estés bien.-
~*~
Sakura Kinomoto había estado todo el día en casa, ya que su hermano se había retirado muy temprano a su trabajo, y su padre había salido de la ciudad a dar una de sus tantas conferencias en arqueología. Se la había pasado toda la mañana tratando de poner en orden su hogar, tarea un poco difícil gracias a su nuevo compañero. Su hermano había conseguido quien sabe donde, un grácil animal de aspecto extraño. Más pequeño que un gato, de color dorado brillante, orejas redondas y cola larga y esponjada, gustaba mucho de los postres azucarados, comiendo siempre que podía algún dulce que encontraba por ahí o uno que otro chocolate.
Había mantenido a la linda esmeralda algo ocupada, cuando el pequeño había empezado a saltar por todos lados, con aspecto feliz, después de haber comido unos chocolates envinados.
-¡Kero regresa aquí!- Kerberus era su nombre, pero la chica había decidido apodarlo, ya que se escuchaba, a su parecer, más lindo.
La pequeña bestia dorada continuaba con sus destrozos, con una Sakura algo harta detrás de él. Se detuvo un momento cuando escucho al timbre sonando. Suspiro, vio una vez más a Kero en la cocina, y derrotada, se dirigió hacia la puerta.
Sus ojos esmeraldas se encontraron con unos brillantes ametistas, y su sonrisa se pronunció como siempre, lanzándose a los brazos de su mejor amiga: Tomoyo.
-¡Tomoyo-chan! ¡Estaba muy preocupada! ¿Dónde te habías metido?- la otra chica sonrió. Sakura siempre había sido una persona efusiva, muchas veces había deseado expresar sus propios sentimientos con un poco del carisma que ella poseía. Solo acertó a abrazarla de regreso.
-Estaba en casa de un amigo Sakura.-
Las dos chicas entraron a la casa sin demora, y se dirigieron a la sala. La ametista observó divertida, el desorden que había en todo el lugar.
-¿Qué paso aquí Sakura?-
-Mi hermano me trajo un regalo ayer y...- un pequeño animal de cola esponjada salió de su escondite, lanzándose a los brazos de su dueña. –Bueno, al menos creo que ya se cansó.- dijo acariciando la cabeza del pequeño.
-¡Que lindo!- exclamó Tomoyo, tomando al pequeño animal entre sus manos.
-Si, ahora es lindo, pero lo hubieras visto hace un rato.- la castaña se desplomó en un sillón, cansada por la actividad que había tenido. La ametista se sentó a su lado.
-A mi me parece muy tierno.- sinceró, al ver como el animalito movía la cabeza cariñosamente, mientras ella le rascaba detrás de la oreja.
-Si bueno...por cierto Tomoyo-chan ¿Qué te a pasado? ¡Tu madre te a estado buscando por todas partes, y Touya está también buscándote como loco.-
-Lo se Sakura. Ya hablé con mi madre hace poco, y parece que aunque sea ya no está tan angustiada.-
-¿Qué sucedió?-
-Asaltaron mi casa.-
-¡¿Qué?!- exclamó Sakura preocupada. -No te lastimaron ¿verdad?-
-Claro que no Sakura, por suerte no estaba en casa en esos momentos, fue aquella tarde en que tuviste tu cita.-
-¿En serio? ¿En donde estabas Tomoyo-chan? Te busque donde acordamos, pero ya no estabas ¿Por qué te fuiste?-
-Bueno, creí que ibas a estar muy ocupada con tu compañía ¿recuerdas?- inquirió ella con una sonrisa maliciosa.
La castaña se sonrojo. –B-Bueno pero...¡Debiste haberme esperado!- exclamó, tratando de cambiar el tema.
-Es que encontré a alguien conocido.- esta vez fue la nívea la que se sonrojo.
-¿Un conocido?-
-Si. ¿Recuerdas que una vez te conté de un joven que había encontrado herido en un callejón?-
-¡Claro que si! ¡No parabas de hablar de él!-
-Bueno, lo encontré esa misma tarde afuera del restaurante donde estabas...y me acompaño hasta mi casa.-
-¿Te fuiste con él? ¡Pero Tomoyo ¿que tal si era un psicópata asesino?!-
La joven de ojos violetas se echó a reír -¿Cómo crees Sakura? Si lo fuera ya me hubiera matado en estos momentos.-
-¿Quieres decir que...estas viviendo con él?-
De nuevo se sonrojo y asintió.
-Pero ¿Por qué?-
-Me debía un favor.-
-No se Tomoyo.chan, es un extraño después de todo y...-
-¡No es un extraño! Se llama Eriol Hiragizawa, es ingles, le gusta leer y...- la joven se quedó callada, sin saber que más decir. Talvez su amiga tuviera algo de razón. ¿Qué más sabía del hombre con el que estaba viviendo? ¿Qué le había contado de su pasado?... no mucho que recordara.
-¿Y...?- preguntó Sakura, tratando de que continuara.
-A tenido muchas oportunidades, y nunca me a tocado, siempre se a demostrado respetuoso conmigo y...creo que es una buena persona.- susurró la chica, recordando las pocas veces en que Eriol se había demostrado amable con ella.
-No te estarás enamorando de él ¿verdad?- observó la esmeralda, al reconocer esa mirada perdida en sus ojos.
-Espero que no.- contestó la ametista con un suspiro anhelante.
Un silencio largo e incomodo se suscito en la habitación. Tomoyo temía que las palabras de Sakura se fueran a hacer realidad. Si llegara a enamorarse de Eriol de verdad...¿Cómo haría para romper el hielo alrededor de su corazón? ¿Cómo lograría aquella gran hazaña de aunque sea hacerlo sonreír?
-¡Oye Sakura!- exclamó Tomoyo alegremente, tratando de romper la gélida atmósfera. -¿Qué paso en tu cita con ese lindo castaño?- sonrió pícaramente.
-¡¿Qué que?!-
-Si, como no te e visto desde ese día, no me has podido contar.-
-Bueno.- titubeó, mientras sus mejillas se teñían de carmesí. –Pues todo salió muy bien y...hace poco vino a mi casa-
-¡¿Qué?!-
-Si, me ayudó a cocinar y cenó con nosotros.-
-Q-Quieres decir...Contigo y tu papa y...¿Touya?- la castaña asintió. -¡Pobrecito! ¿Salió vivo?-
-¡Claro que si!-
-Vaya ¡Qué hazaña!-
-La verdad me sorprendió mucho que Shaoran haya querido venir a mi también.-
-¿Shaoran?- preguntó Tomoyo extrañada, preguntándose si no sería la misma persona que acababa de conocer el día anterior. -¿Shaoran Li?-
-Si, así se llama. Ya te había dicho de él ¿no?.-
-Si, lo que pasa es que ayer conocí a un chico con ese nombre.-
-¿En serio? ¿En donde?-
-Es amigo de Eriol.-
-¡Oye, Shaoran me a hablado de un Eriol! ¿Crees que sea el mismo?-
-Podría ser.-
-¿Y en que trabaja?- preguntó Sakura interesada. –Shaoran dice que también es muy buen detective.-
-¿Detective?-
-Si.-
-No sabía que fuera detective...- Tomoyo se quedó pensativa. ¿Sería por eso que siempre salía en las noches sigilosamente? ¿Sabría quien era ella? ¿Conocería acerca de las personas que intentaban asesinar a su familia?...esperaba que no...
~*~
Eriol dejó el pequeño e improvisado hospital y a su compañero en el, para dirigirse a su casa. Le dolía la cabeza, su frente amenazaba con arder de nuevo y sentía los ojos pesados de estar despierto toda la noche.
Sin embargo, a pesar de su estado, no pudo evitar el poner un gesto malicioso al ver un teléfono cerca. Era hora de denunciar su propio crimen como todas las otras veces.
Dos tonos de marcado, y por fin una voz al teléfono. Yue Tsukishiro, su rival en turno...
-Buenos días detective.- dijo él como siempre, esa acostumbrada frialdad sin abandonar su voz ni un momento.
-Buenos días Ingles.- respondió la voz al otro lado del auricular, alegremente.
-Veo que hoy estamos de buen humor detective. Aun no a revisado a los Daidouji ¿verdad?- se burló el ojiazul, sonriendo macabramente.
-Se lo que hiciste.- le respondió el joven con seriedad.
-¿Y eso le causa felicidad? ¡Vaya! Pensé que en su repertorio de cualidades no se incluía el sadismo.-
-No se incluye.-
-¿Entonces? ¿Por fin encontró a una perra que quisiera acostarse con usted?-
-Para tu desgracia mi selección es más extensa que la tuya.- contestó Yue con seguridad.
El chico se rió secamente.
-De hecho.- le interrumpió el platino. –Estoy feliz porque estoy un paso más cerca de atraparte.-
Su risa se detuvo. -¿En serio?- pronunció sarcásticamente. –No pudiste atraparme cuando cometí esos asesinatos frente a tu cara. ¿Cómo esperas estar más cerca ahora?-
-Ah, ya lo verás. De todos modos estoy muy ocupado ahora como para intercambiar frases retorcidas contigo. Que tengas un buen día...Eriol.- colgaron el teléfono, y después solo silencio.
El asesino se quedó un momento escuchando el tono de marcado, sin creer lo que sus oídos acababan de escuchar. ¿Lo había llamado por su nombre? Sino hubiera estado seguro, se habría echado a reír pero...juraría que había escuchado 'Eriol'
~*~
Li se vio a solas, después de haber pasado un momento con su amigo. Su shock aun no había pasado por completo. ¿Qué seguiría después? ¿Eriol bailando? ¡Solo en sus sueños!
La puerta se abrió de repente, deslumbrando al ambarino por un momento, una silueta femenina se dibujo en la oscuridad.
-Meiling.- susurró Li, encontrando frente a él, a unos ojos rojizos cristalinos, que lo observaban fijamente.
-¡Shaoran!- la chica ya no aguanto las lagrimas, y corrió a su lado envolviéndolo en un cálido abrazo. ¡Quien diría que esa mujer, tan sexy y de mirada provocativa, se vería como una pequeña corriendo a los brazos de su padre en ese momento!
-¿Estas bien Shaoran?- le preguntó ella preocupadamente, mientras retiraba la cabeza del pecho varonil.
-Creo que ese abrazo me rompió otra costilla.- bromeo el castaño, sonriéndole abiertamente. –Estoy bien Meiling, no fue nada grave.-
-¡Hay Shaoran!- exclamó ella de nuevo echándose a llorar sobre su pecho. –¡No sabes como me sentí cuando vi que Eriol te traía a cuestas! ¡Pensé que estabas muerto!.-
-No seas exagerada Meiling.-
-¿Qué no sea exagerada? ¡Estabas tan pálido y con sangre por toda la camisa! ¡Pensé que te habían herido!-
Shaoran suspiró, alejando a la mujer que lloraba desconsoladamente de su abrazo. Le daba gusto que alguien se preocupara por el de esa manera, pero si recordaba bien, esa era una de las razones por las que había decidido alejarse de ella. Era una persona sumamente celosa y a veces empalagosa. Deseba que estuviera con ella todo el día, cuando él ansiaba divertirse, conocer nuevas personas y hacer nuevas conquistas. ¡No era hombre de una sola mujer! ¿Para que? Tenía suficiente para todas...
-Estoy bien Meiling. Ya no te preocupes ¿Ok?-
La chica asintió, separándose de él y fijando su mirada al suelo. Sabía que había veces en que Shaoran se sentía asfixiado por su presencia pero...¿Qué quería que hiciera? ¡Lo amaba de verdad! Talvez él no sintiera lo mismo. Todas esas veces que ella le repetía que lo amaba entre las sabanas, y el nunca respondía...eran suficientes para saber que no era la dueña de su corazón, y talvez nunca lo sería. ¿Quién podía conquistar el corazón de un casanova después de todo? Nadie, ellos nunca cambian... (NA: Sakura puede ˆOˆ)
-Ronald dijo que podías salir esta noche.- dijo Meiling sonriéndole. -¿Qué te parece si celebramos en privado?- pronunció de manera sensual, fijando los ojos en le pecho desnudo del ambarino.
Li olvidó su mal humor de repente, y le sonrió de la misma manera. –No suena nada mal.- Sin embargo, algo en la nuca le molesto de repente. No sabía que era, pero estaba casi seguro que olvidaba algo importante.
Talvez no lo recordaba en ese momento, pero lo haría poco después...tenía una cita esa misma noche con cierta chica esmeralda...
~*~
Eriol tomó su auto en la compañía, pero a pocos kilómetros de su casa, decidió caminar. Estacionó el carro quien sabe donde, y hundió las manos en los bolsillos, mientras revolvía en su cabeza las frases intercambiadas con el policía hacía un rato.
¿Cómo había sabido su nombre? Estaba tan seguro de tener todo bajo control en las misiones, sin pronunciar nunca ningún apellido, ninguna dirección, ni siquiera la edad de alguno de ellos. ¿Cómo podía ser tan descuidado al revelar su propio nombre? ¿En que momento había perdido el anonimato que tanto le había costado crear?
¿Cuándo? ¿En que momento exactamente?
-Mi nombre es Eriol.-
¡Demonios! ¡Se lo había dicho a Tyson! ¡Que estupido de su parte el haber confiado en un abogado! ¡En un chiquillo!
Soy un completo idiota...nada podría hacer este día peor...
-¡Eriol!- escuchó una voz que gritaba detrás de él, momentos después de entrar a su edificio.
¿Por qué no cierras tu maldita boca Hiragizawa?
Suspiró con exasperación. ¿Por qué tenía que encontrar a esa mujer en los peores momentos de su existencia? Lo único que lograba con su presencia era que su descontento hacía ella y los demás aumentara en sobremanera.
-¡Eriol!- la chica pelirroja por fin llegó a su lado, pero sin recibir siquiera una mirada del inglés. -¿No me escuchaste?-
¡Oiría esa molesta voz a dos cuadras!
-¿Qué quieres ahora Kaho?- preguntó el ojiazul bruscamente.
-Hacerte compañía. Te vez muy preocupado hoy ¿Quieres contármelo?-
-No.-
-¿Porque? Vamos Eriol.-
-Ya te dije que no, déjame en paz.-
La expresión inocente de la mujer cambio de un momento a otro por uno de enojo. -¿Qué pasa contigo? ¡Al principio me rogabas porque te diera solo un momento! ¡¿Qué te hizo cambiar de parecer?!-
-Eso fue hace muchos años, además de que no es tu problema.-
-¡Es ella ¿verdad?!- espetó la pelirroja con enojo.
-¿Ella?-
-¡La zorra esa que vive en tu casa!-
Nunca lo hubiera dicho. De un momento a otro, Eriol la había sujetado por los hombros con fuerza, azotándola contra la pared de uno de los pasillos. Su mirada estaba furica, asesina, fría como nunca.
-¡No te atrevas a llamarla así de nuevo ¿entendiste?!- le gritó en la cara perdiendo los estribos. La chica tembló bajo su dañino toque, y asintió temerosa.
Eriol la soltó bruscamente, y sin lanzarle otra mirada, se dio la vuelta hacia el ascensor.
-¡Eres un idiota!- le gritó Kaho, cuando las puertas de éste se cerraron.
-Maldita perra...- el ojiazul acomodó su cabello con frustración. Sabía dios porque había reaccionado de esa manera ante los insultos de la pelirroja, jamás se había atrevido a tocarla de esa manera tan lacerante. Estaba muy irritado, talvez no lo había agarrado en sus mejores momentos.
Abrió su departamento con brusquedad, aventando las cosas que traía encima a un rincón sin mucha delicadeza. Pasó la sala a grandes zancadas, y se adentró en su estudio azotando la puerta tras de si. Se sentó frente al escritorio envuelto en la oscuridad y hundió la cabeza en sus manos tratando de apaciguar su enojo.
La puerta se abrió tras de si, pero el no se inmuto.
-Eriol...- ahí estaba ella. La mujer a la que había defendido enfrente de Kaho.
-¿Qué quieres?- le preguntó sin muchas ganas, pero con exasperación.
-¿Estas bien?- la chica cerró la puerta con suavidad, acercándose lentamente al muchacho que le daba la espalda.
-No te importa.-
-No te he hecho nada. ¿Por qué me tratas así?- de nuevo ese dejo de tristeza en su voz.
Maldita culpa...
-Lo siento, es que tuve un mal día.- sinceró sin pensar, dejando atrás el tono de voz amenazante.
-Te vez muy tenso.-
Eriol se hecho para atrás en su asiento, cuando sintió las manos de la chica en sus hombros. El suave masaje que le proporcionó con esa manos delgadas y hábiles, fue relajándolo poco a poco, despejándole al mismo tiempo la mente. Lanzó un suspiro de placer indicándole a la joven que lo que hacía, le gustaba.
Ella sonrió. Era la primera vez que hacía contacto físico con él. No sabía porque, pero el roce de su piel entre sus manos, lanzaba descargas electrizantes por su espina, llenándola de un bienestar general. Talvez Sakura Kinomoto tenía razón. Talvez se estaba enamorando de ese joven frío e inalcanzable.
-Tienes unas manos muy suaves niña...-le susurro él con ternura, manteniendo los ojos cerrados, causando un tono carmesí en las mejillas de la ametista.
Talvez no tan inalcanzable...
-¿Quién te hizo enojar, Eriol?- le preguntó sin dejar de hacer su trabajo.
-Kaho Mizuki.- suspiro.
-¿La pelirroja de arriba?-
-Si.-
-Talvez solo este tratando de llamar tu atención. No creo que sea una mala persona, tiene una sonrisa bondadosa, y parece que se preocupa mucho por tu bienestar-
Hablas bien de Kaho cuando ella te insulto de esa manera...
-No porque todas las personas te muestren una sonrisa bondadosa significa que lo son.- dijo Eriol abriendo los ojos de repente, levantándose de la silla. –Las personas pueden ocultar su verdadera cara debajo de muchas mascaras ¿Cómo estás segura que aquella que te muestra una sonrisa es la verdadera?-
-No puedo estar segura.- le respondió Tomoyo con confidencia. –Pero puedo creer que lo es. Talvez así algún día pueda ver el verdadero rostro detrás de las mil mascaras.-
-Eres muy ingenua al creer esas cosas.-
-Tu lo llamas ingenuidad, yo lo llamo esperanza. Es solo un punto de vista diferente.-
-¿Esperanza? Hace mucho que deje de usar esa palabra.- le reveló, encarando a un espejo en la pared. Observando su reflejo en el azogue, noto por primera vez en mucho tiempo, aquella mirada perdida de soledad, única que había mostrado cuando sus padres lo habían abandonado a su suerte.
-¿Qué te hizo así, Eriol? ¿Qué fue lo que te hizo perder la fe por las otras personas?- le susurró Tomoyo desde atrás, observando aquella mirada marina que la observaba pero que a la vez, estaba perdida en el recuerdo.
-Cuando las personas te traicionan una vez, aprendes a no confiar en nadie más.-
-No todos son así.- le aseguró la chica, apretándole suavemente el brazo.
-Hasta ahora así a sido.-
-Pero no tiene que continuar de esa manera.- El joven volteó a su lado, encontrándose con la cara sonriente de la ametista. Sus ojos le mostraban emociones mezcladas que eran desconocidas para él.
Ella le estaba ofreciendo libremente su confianza, su dulzura, su fe...su amistad. Todo sin recibir nada a cambio. Podía darle una oportunidad como se la había dado a Li una vez. Él nunca le había fallado...talvez esa joven tampoco lo haría.
Ocultó una vez más su rostro entre las sombras, y por primera vez en casi nueve años, su boca cambio de ese gesto gélido a uno humano, a uno emocional.
-Ven, vamos a comer.- le sonrió tiernamente y salió de la habitación.
Él miró su figura desaparecer en el marco de la puerta, recordó una vez más su rostro sonriente, y sin que él mismo se diera cuenta, le sonrió...
Talvez no sería de la misma manera...
Continuara...
Hola!! Un nuevo capitulo cuando al fin me libre de la escuela!! Hay que celebrar!!! ˆOˆ Por fin acabe mis examenes y los pase todos!!!!! (con 6 pero los panse ˆ_ˆU) de todos modos, ya casi todos estan de vacaciones, y que mejor que algo para leer...
Solo quisiera dar un aviso ó dos...
1.- cambie mi mail, porque alguien me lo hackeo (o como se escriba) así que ahora cualquier cosa a mi nuevo mail!! Lothlorien_hogwarts@hotmail.com hasta me gusta más que el anterior... ^_^
2.-A todos aquellos amantes de Harry Potter: la orden del Fénix, que no pueden leer tan bien en ingles y que no pueden esperar un laaargo año..tendre los tres primeros capitulos traducidos completamente al español en más o menos dos días. Son traducidos por mi, y aquel interesado, puede enviarme un mail, y enviare con mucho gusto los capitulos (en formato normal, porque no se usar todavía winzip u_u) puede ser en word pad o work, cualquiera de los dos.
Ahora con lo de siempre ˆOˆ:
The Dark: Pueees ese AO2M no me gusto mucho ˆ_ˆU... tenme piedad!! Y tienes razón, pobre Li!! T_T el chiquillo me encanta, pero también merece ser lastimado en misiones tan peligrosas, todo se lo lleva mi lindo ojiazul siempre!!! Estar en Azkaban es suficiente para toda su vida, ve nada más como me lo dejo!!! T_T
Padme: Hola miembro de la orden Siriusana, me puedo unir?? *_* donde compro la membresía?? Y una cosita ¿CUÁNDO OTRO CAPITULO? Ya me canse de esperar y esperar y esperar, solo que esta vez por favor dale algo de credito a Harry, el niño a sufrido mucho, y más en el quinto libro T_T..je, y gracias de nuevo por la publicidad...
Tomoe Himura: Pues puse un poco de S+M en este capitulo, gracias al cual Li olvido cierta cita..lo hare sufrir en el siguiente capitulo ¬-¬ pero es una buena excusa para invitarla a ella a la fiesta y no a Meiling...y eso del ADN no lo había pensado...nada mal ˆ_ˆ
Master, the Gambler: Ya sabes que ya no hay muchas personas que sigan leyendo Digimon, pero yo soy leal!!!! Y sabes estaba leyendo Celsius 219° sip, en este momento voy a echarle un vistazo—Bye!!
Jeru: No es que pase como prostituta, pero creo que Meiling haria todo para conseguir lo que quiere de Shaoran (al menos en mi fic) y ya vez como es este niño, solo se le puede llamar la atención de esta manera (excepto por Sakura) y que bueno que te gustan las frases, solo lo mejor para ustedes!!
Cindy: Creo que en este capitulo puse un poco de romance, espero que por el momento eso sea suficiente, y gracias, me gustan mucho las escenas de acción, asi que creo que me emocione un poquito en eso...una misión más y ya no tendran que sufrir!! Gracias por el review!!
Anna Asakura: Supongo que ahora la policia esta logrando muchos meritos con Yue al frente, y aunque no los han atrapado creo que ya estan más cerca de hacerlo. No estan perdiendo condición, pero los estan vigilando más...
Terra_c: Jaja, creo que esta vez no te podre ayudar, no puedo ser complice de OTRO crimen de asesinos a sueldo, Ya me buscan solo por la familia Daidouji!!!! Pero creo que te puedo dar el tel de Eriol...no mejor no, ese es de servicio personal XD, y con la edad de Eriol...creo que dije al principio que como 26 ó 25 algo así...
Bueno, creo que eso es todo, les mando saludos a todos y gracias por todo su apoyo, los reviews me animan mucho a continuar, por cierto, ya casi termino el ultimo capitulo de mi otro fic 'La Sombra de Tomoyo' no me tardo ahora si más de unas cuantas semanas.
Namárië!!!!
