Amando al Enemigo.
Por: Tiff
Li Shaoran se encaminó al departamento de su compañero a la mañana siguiente de la última misión con los Daidouji. El dinero que su jefe les había prometido, ya estaba listo para ser entregado, y parecía que además habían ganado el bono extra que tanto habían codiciado. No era un momento feliz, como él lo hubiera deseado, después de la breve disputa que habían tenido la noche pasada.
Además, iba también para informarle sobre la condición de Shinishi. La bala le había perforado el estómago, ocasionándole una hemorragia interna muy severa; sin embargo, a pesar de su estado crítico, los doctores de la compañía tenían muy buenas expectativas acerca de su recuperación. Pasaría en la clínica una semana cuando menos, y después sería dado de alta para otros cuantos días de reposo en casa.
De eso se podía sentir contento. Como había dicho Izumi la noche pasada, el equipo mejor pagado se retiraba con honores: Ni un miembro perdido en todas las misiones.
El joven se detuvo delante de un gran escaparate de electrodomésticos, donde se exhibían varias televisiones de diferentes tamaños. Llamó su atención, que en todas ellas se estuviera transmitiendo el mismo noticiero.
Y como se supuso, el caso de los Daidouji acaparaba toda la atención. El joven castaño, interesado por lo que pusieran decir del asesinato, se internó en la tienda, y observó en uno de los televisores, con algunas otras personas alrededor de él, todo lo acontecido la noche pasada.
...la extrema vigilancia en la mansión de los Daidouji, no fue impedimento para que ayer en la noche, alrededor de las 8:00 se cometiera el último asesinato a esta gran familia de magnates. Según nuestros informes, Sonomi y Satoshi Daidouji, últimos herederos de la gran fortuna de los emporios Daidouji, fueron asesinados por el mismo grupo de criminales de las pasadas ocasiones liderados por el 'Asesino Ingles'...
Li Shaoran empezó a escuchar varios comentarios de protesta y desprecio en contra de los afamados asesinos a su alrededor. Las personas hablaban entre ellas con inconformidad, pasmados por la trágica muerte de tan afamada familia.
-Son unos malditos.- exclamó un hombre de mediana edad a su lado. –Van a pudrirse en la cárcel cuando los atrapen.-
Li lo miró un momento sin expresión en el rostro, y después dirigió sus ojos de nuevo a la pantalla.
...Muchas personas protestan y reclaman respuestas al jefe encargado del caso Yue Tsukishiro, exigiendo lo destituyan de su cargo...
La imagen de un joven de cabello plateado y ojos índigos, apareció en la televisión, rodeado de micrófonos, y Li solo lo miro por unos momentos.
Yue Tsukishiro... tragó saliva con pesadez. Tenía al enemigo más cerca de lo que pensaba. No bastaba más que un poco de curiosidad por parte del ojiazul, y descubriría que no existía un Li Shaoran en las listas de la jefatura, ni tampoco en ningún registro de ningún tipo. Aunque no hubiera sospechado de él al principio, más que como un pretendiente más, comenzaría a preocuparse que Sakura saliera con una persona que, para la ley, no existía. Habría pensado que él había cambiado su identidad, ó las listas estaban borradas, y ninguno de los dos casos le favorecía en absoluto.
¡Que mala suerte había tenido al habérselo encontrado ese día en la fiesta! ¡Si Sakura no lo hubiera presentado, habría conservado su anonimato en aquellos momentos tan esenciales!
Suspiró. Lo único que le quedaba, era desear que de esa presentación, no pasara más que una fría mirada...
~*~
Yue caminó por un parque alejado de la jefatura por largo rato, sumido en sus reflexiones. Se escondía de la multitud de reporteros que lo acechaban a donde quiera que se dirigiera, acosándolo con preguntas o exigencias de dejar el cargo. Por eso había escapado para buscar un lugar de tranquilidad por lo menos unas cuantas horas.
Se quitó el fino saco, y se aflojó la corbata, para después ir a sentarse a una de las bancas en el lugar más escondido de todo el parque, que para su fortuna, permanecía vacío.
Arrojó sus cosas a un lado despectivamente, y sumió el rostro en sus manos, ocultando la expresión frustrada que imperaba en sus delicados rasgos. Por un momento, el apuesto joven de treinta años, pareció más viejo y acabado de lo que realmente era. Unas delgadas líneas de preocupación pasaron por su frente y el contorno de sus labios expresando casi por completo, los pensamientos que transitaban por su memoria.
Entrevistas con reporteros, revisiones de las escenas del crimen, un largo informe del asesinato, el reconocimiento de los cuerpos, las autopsias, la investigación de las pistas, revisión de los fallos de los sistemas, identificación de los cuerpos de los policías... solo algunas de las tantas tareas de las que se tenía que hacer cargo un mismo día.
Su cabello que había estado recogido en una coleta detrás de su cabeza, se soltó de repente, dejando caer sobre sus hombros y su rostro, una fina cascada plateada, que él ni siquiera notó.
Su carrera se iba en picada. Él, que había tenido excelentes expectativas al entrar al caso, había sufrido más bajas que cualquier otro policía que se hubiera encargado de cualquier otro crimen. Habían asesinado a dos familias enteras cuando él custodiaba la casa, bajo sus propias narices, habiendo conseguido con eso, solo unos cuantos datos de los homicidas.
Ya no sabía que hacer. Tenía demasiada presión sobre los hombros, y nadie parecía estar de su lado. Los noticieros lo culpaban a él de su falta de atención para con el caso, reprochándole en la cara, cuantas oportunidades había tenido de atrapar a los criminales quedándose con las manos vacías, y una familia muerta cada vez.
¿Qué querían que hiciera? Por más que le disgustara, su capacidad de permanecer despierto, había llegado a un límite. No podía estar en dos lugares a la vez (aunque eso hubiera sido muy conveniente) ni podía estar revisando cada detalle en la seguridad de la mansión, para eso tenía a un equipo...que la verdad no era de mucha utilidad.
Ese último caso en especial, le había dolido sentimentalmente en sobremanera. Demostraba una cara fría al mundo, pero por más que quisiera, no podía ocultarse de si mismo. Le dolía la muerte de esa mujer, porque había llegado a conocerla. Pero aún más, le dolía el solo pensar, como reaccionaría Tomoyo al enterarse de la situación.
Después de todo, la conocía desde hacía mucho tiempo. Era la mejor amiga de Sakura Kinomoto, la hermana de Touya, su compañero de trabajo, y la había tratado varias veces con mucha naturalidad. Era con las únicas personas (a parte de los Kinomoto) con quien podía demostrar su verdadero yo. Hablar libremente, y sonreír una que otra vez cuando estaba a su lado, eran una linda rutina en su vida llena de presiones. Era una chica linda, inocente y de buenos sentimientos, con una madre que no había podido estar con ella desde que era muy pequeña, pero que adoraba por igual.
¿Cómo se sentiría Tomoyo después de enterarse de lo sucedido? Triste, confundida, sin saber que hacer...pero lo que más le preocupaba, era de que ella también le echara en cara su falta de atención. Lo último que le faltaba, era tener a una de sus únicas amigas en su contra, eso sería el acabose en su vida personal.
Se enteraría pronto y de seguro lo llamaría poco después. Solo le quedaba esperar sus reclamos, y aceptar su culpa con decencia.
Perdóname Tomoyo, no pude cumplir mi promesa...
~*~
Shaoran por fin llegó a la calle a donde se dirigía; miró el gran edificio enfrente de él, y suspiro con resignación. Llevaba debajo del brazo una bolsa con una caja dentro, repleta de rosquillas de fresa. Iba a entrar, darle una rápida explicación a Eriol, informarle que ya podían recoger el dinero y, si las rosquillas no funcionaban, no pensaba disculparse verbalmente, después de todo él lo había provocado.
Iba a entrar por la puerta principal, cuando se topó con una pelirroja cargando una gran bolsa de basura.
-¿Por fin te mudas Kaho? ¡Ya era hora!- comentó el chico sarcásticamente.
-Ja, eres tan gracioso Li.- contestó la joven de igual manera.
-¿Por qué el mal humor? ¡Es un bonito día! Los pájaros cantan, el sol brilla, las parejas están tiernamente abrazadas...oops.- se detuvo momentáneamente, poniendo gesto de sorna. –Lo siento, debí recordar que tu no tienes pareja. Ni modo Kaho, supongo que ya se te pasó el tren.-
El rostro de la joven adquirió el color de su cabello, apretando los puños con fuerza.
-Bueno, supongo que te dejaré. Iré a ver a la feliz pareja allá arriba.- gestionó el castaño sin quitar la sonrisa de la cara, dejando a una Kaho muy disgustada y apunto de echarse a llorar. ¡Como le gustaba molestar a esa mujer! Y la verdad, a su parecer, se lo merecía de esa, y de la forma en que Eriol la trataba.
Pronto se encontró delante de la puerta de la casa de su mejor amigo. No se escuchaba ni un ruido, talvez ni uno de los dos inquilinos se encontraba en casa. Mejor para él, así no tendría que hablar con Hiragizawa.
Abrió la puerta con sus llaves, y se encontró con un inusual silencio. –¡Hola!- exclamó -¡Vengo a vaciar el refrigerador!-
Entró sin hacer mucho ruido a la sala, encontrándose con una escena que lo sorprendió en sobremanera.
Ahí, tendido en el sillón en los brazos de una chica, se encontraba Eriol Hiragizawa ¡en persona! Pensó en lo que le había dicho a Kaho hacía unos momentos, y se sonrió ante su ironía. Nunca se hubiera imaginado a su compañero en esa situación.
Los dos jóvenes dormían pasivamente en los brazos del otro, cubiertos por las confortantes sombras de las cortinas oscuras.
Li solo se sentó en el sillón de enfrente, y los observó. Debía admitir que los dos se veían muy bien juntos; los dos tenían la elegancia, el misterio, y, a pesar de las pequeñas marcas que los dos mantenían en el rostro a causa de los desagradables encuentros que habían tenido, poseían también la belleza para formar una pareja perfecta.
¿Me veré así al lado de Meiling?
Había salido varias veces con ella a muchos lugares, y varias personas de confianza, le habían confesado que los dos no eran el uno para el otro.
¡Eso ya lo sabía! Nunca había pensado en formar una vida al lado de la china, para él era solo un momento de diversión y cariño necesarios en cualquier persona.
¿Y con Sakura?
Eso si no podía precisarlo. Nadie nunca le había hecho un comentario semejante al que le hacían cuando estaba al lado de Meiling. ¿Sería porque no conocían a esa esmeralda, o simplemente porque los dos en verdad se veían bien?
No era que quisiera formar una vida a su lado, pero...
Salió de su ensimismamiento, cuando vio delante de él un destello ametista. Tomoyo se había despertado de repente, y ahora le sonreía.
-Buenos Días.- le dijo en voz somnolienta, sin moverse de su sitio.
Él también sonrió. –Buenos Días Tomoyo.-
-¿Qué hora es?-
-Las once.-
-Oh.- La joven volteó a ver a su lado, encontrándose con el rostro dormido del ojiazul. Su sonrisa se suavizo amorosamente.
-¿Qué pasó aquí?- el castaño, recuperando su antiguo yo, le sonrió maliciosamente, alternando la mirada entre los dos.
-Nada.- mintió Tomoyo con rapidez, tratando de suprimir el sonrojo que amenazaba con aparecer en sus mejillas. –Solo se quedó dormido, dijo que tuvo un día pésimo.-
La sonrisa de Li desapareció súbitamente. Parte de eso, era su culpa. –Bueno, sí tuvimos algunos problemas, pero nada para preocuparse.-
La ametista observó el cambio en el rostro de Li, y decidió mejor cambiar de tema.
-Anoche hablé con Sakura.- comentó casualmente. –Dijo que iban a salir hoy.-
-¿A sí?- preguntó el chico mostrándose especialmente interesado.
-Si, se escuchaba muy emocionada.-
Li se sonrió nuevamente. ¿Por qué el recuerdo de Meiling no lo hacía sonreír de esa manera?
-Espero que no la estés tomando solo como un juego.- la voz de la joven, antes dulce y reconfortante, se escuchó rasposa y fría de repente... estar con Eriol todo el tiempo empezaba a afectarle.
-¿De que hablas?- le dijo volteándola a ver, encontrando un rostro serio y una mirada gélida.
-Conozco tu forma de ser Li. No eres una persona a la que se le pueda llamar 'santa'. Eres un gran amigo, pero tus capacidades como pareja no me convencen del todo.- Eriol se movió un poco, y ella bajo la voz, haciéndola parecer más peligrosa. –Si Sakura es tu idea de pasar un rato, mejor búscate a otra que le quede mejor.-
-Nunca dije que fuera solo un juego.- le susurró Li evadiendo la mirada.
Ella lo miró, y sus ojos se suavizaron, regresando a la normalidad –Sakura a sufrido mucho por culpa de otras personas que han intentado jugar con ella Shaoran.- le comentó.-No es una chica que salga a donde sea con cualquier joven atractivo que se le aparezca en un bar; si acepto tu compañía, es porque piensa que eres alguien especial.-
Li la miró un momento y se quedó pensativo.
-No desperdicies el cariño de una joven como ella, no encuentras a una persona así en todas partes.-
De eso sí tenía razón.
-Además.- dijo. –Si le haces daño, te arrancaré la piel con las manos y la pondré a secar al sol.- concluyó con una sonrisa talvez demasiado dulce. Esa no le inspiró mucha confianza; no sabía si bromeaba ó lo decía de verdad... mejor desaparecer todas las armas que Eriol guardaba en casa.
El joven que dormía placidamente sobre el hombro de Tomoyo, se movió un poco, y empezó a abrir los ojos lentamente, volviendo de un largo letargo a la realidad. Le dolía un poco la cabeza, y tenía la garganta seca; la verdad no recordaba claramente y con exactitud, lo que había pasado la noche pasada.
Cuando por fin logró enfocar la mirada, observó a un Li frente a él que tenía la vista gacha. No se había dado cuenta cuando había llegado, cuando antes, podía escuchar sus pisadas desde que salía del elevador; dormir tan cómodamente tenía ciertas desventajas.
-¿Dormiste bien?- la dulce voz de Tomoyo sobresalto al joven un poco, regresándolo completamente a la realidad. Recordaba muy bien lo que había sucedido desde que había llegado a casa, y como habían terminado los dos en ese lugar.
Se sonrojó un poco apenado de su comportamiento, y se levantó cuidadosamente del sillón con lentitud, sentándose por fin hasta el otro lado. La chica lo imitó, y le sonrió con calidez.
-¿Te vas a quedar a desayunar Li?-
El castaño la miró y sonrió, pero nunca fijo los ojos en el ingles.
La ametista se levantó de su lugar, y se dirigió a la habitación para asearse, y luego comenzar con su rutina diaria del desayuno, dejando solos a los dos asesinos.
Ni uno de los dos habló, y Li volteó a todos lados con nerviosismo, sin saber donde comenzar.
Eriol acomodaba su cabello revuelto con las manos.
-Ronald ya tiene el dinero.- dijo Shaoran al fin. –Dice que hicimos un buen trabajo, y que además ganamos el bono. Estará en la compañía para cuando queramos pasar por el.-
El ojiazul asintió, pero no pronunció ni un sonido.
-Shinishi está bien, ya recuperó el conocimiento; permanecerá en observación por unos cuantos días, y después lo mandarán a su casa para que se recupere por completo.-
-¿Ya averiguaron porque la seguridad estaba tan baja?- preguntó Eriol, acomodándose las gafas.
-Ronald estuvo investigando desde que lo dijo Izumi, y parece que alguien se los ordeno, pero no tiene idea de quien fue.-
-¿Han dicho algo de nosotros en las noticias?-
-De nosotros no, pero parece que quieren destituir del mando a Yue.-
Eriol sonrió con burla. –Se lo merece.- pero después su rostro se tornó serio de nuevo, y fue cuando al fin alzó la mirada hacia el castaño. Una débil luz le cayó en el rostro, y el ambarino pudo notar la marca roja que tenía en el labio.
-¿Es todo?- le preguntó el ojiazul ásperamente, levantándose del sillón.
-Traje un regalo, está en la mesa.- comentó Shaoran señalando la pequeña caja, con una mirada de arrepentimiento muy evidente.
El ojiazul la abrió. –Es una artimaña muy sucia.- comentó observando el contenido con deleite.
-Disculpa lo de ayer.- sonrió.
-Estos pastelillos no me ayudarán a esto.- señalo su labio. –Y para vengarme, me los comeré todos yo solo.-
-¡Pero yo los compré!-
-Piensa en eso para la próxima vez que quieras golpearme.- bromeó echándose un pastelillo de fresa entero a la boca.
~*~
-Creo que voy a venir más seguido a desayunar.- exclamó Li satisfecho, después de haber engullido el último pedazo de Hot-cakes que la chica había preparado para los dos.
-No me sorprende, eres un glotón.- dijo Eriol apunto de comer otro bocado, sin voltearlo a ver.
-Mira quien lo dice, tienes este rico desayuno para ti solo todos los días, y nunca me habías invitado. Te vas a ir al infierno por envidioso.-
-Si, como sea.-
Tomoyo observó desde la puerta de la cocina, el como discutían los dos jóvenes. Cuando Eriol había despertado, había mostrado una cara de disgusto al ver al castaño, parecía que los dos estaban enojados o algo así. Y sin embargo, para esos momentos, los dos ya estaban como siempre. Li molestando incansablemente a Eriol, y el ojiazul contestando sarcásticamente. Parecía que en eso se basaba su amistad... las personas tenía diferentes formas de expresar sus sentimientos.
-¿Tomoyo?-
La ametista regresó a la realidad de repente, al escuchar su nombre de los labios de Shaoran.
-¿Qué?- preguntó distraídamente.
-Sakura y yo íbamos a ir a dar un paseo por el centro de la ciudad, y como la otra vez dijiste que querías comprar unas cosas para navidad ¿No te gustaría acompañarnos?-
-Gracias Shaoran, pero no me gustaría interrumpir.- le sonrió maliciosamente.
-Pero Eriol dice que él también va.-
-¿En serio?- preguntaron Tomoyo y Eriol a la vez, observando a Shaoran con detenimiento.
-¡Claro! Nunca hemos salido todos juntos, podríamos dar un paseo, y comprar las cosas que quieres Tomoyo... además de darme algunos consejos con los obsequios que necesito.- mencionó casualmente.
-¿Y yo para que voy?- mencionó el ojiazul. –Yo no quiero comprar nada.-
-¿Estás diciendo que no nos vas a dar nada?- exclamó Li con un falso gesto de desilusión en el rostro.
-¿Debería?-
-¡Somos tus queridos amigos! ¿No vas a acordarte de nosotros ni siquiera en navidad?-
Silencio.
-Bueno ya, al menos agrácianos con tu presencia por un rato.- Eriol lo ignoró, volteando a ver a Tomoyo en su lugar. Ella le sonrió tiernamente, rogándole con la mirada.
-Ya cállate, iré.- suspiró derrotado y se levantó de la mesa, dirigiéndose a la ventana, donde recargó su frente contra la fría superficie. ¿Qué poder tenía ella sobre su persona para hacerlo ceder así de rápido?
Es astuta, artera, maliciosa, engañosa... tierna, sutil, linda, inocente, hermosa...
Ya sabía porque estaba cayendo en sus redes lentamente.
~*~
-¿A dónde vas monstruo?- Touya Kinomoto se había escapado un rato del arduo trabajo que lo había atrapado toda la mañana (y la noche anterior), para estar un rato en su casa.
En uno de los descansos que tomaba cada media hora, de un constante escándalo generado por dos bestias cabezonas y una chica pelirroja, se asomó al cuarto de su hermana, al escuchar los pasos rápidos de un lado a otro.
-¡No soy monstruo!- el moreno se rió al ver la cara infantil de su hermana. Le decía de esa forma desde la escuela primaria, y para su sorpresa y deleite, aun ahora que era toda una mujer, seguía haciendo la misma expresión que él recordaba con tanto cariño.
Pero al recordar porque se arreglaba, su semblante cambió de nuevo a uno más severo. -¿Vas de nuevo con ese mocoso?-
-Se llama Shaoran Li. Y si, voy a salir con él.-
-¿Quieres que te acompañe?-
La joven lo volteó a ver con expresión amenazadora.
-Lo supuse.- derrotado, cerró la puerta tras de si sin muchas ganas de argumentar de nuevo. Siempre que la joven salía con algún chico, llámese mocoso o no, empezaba a cuestionarla con mucho afán, recibiendo siempre las mismas viejas respuestas. Esta vez, prefirió no discutir.
Bajó con la cabeza gacha hacía la estancia, encontrando a Nakuru riendo animadamente, mientras Kero y Spinnel peleaban por un dulce de leche.
Al escuchar que bajaba, la chica volteó a verlo, y a diferencia de muchas otras ocasiones, se quedó en su lugar, observándolo y sonriéndole amorosamente... Y ahí le pareció la mujer más hermosa del mundo, y por primera vez desde que estaban comprometidos, se acercó por su propia iniciativa, y la besó.
El timbre sonó de repente, y los dos se separaron. Touya acarició a la chica del rostro, y se dirigió a la puerta, abriéndola con pesadez. Su rostro se suavizo de repente y adquirió un gesto de pesadumbre al encontrar a una chica muy conocida para él con hermoso cabello de ébano. –Tomoyo...- le susurró. Iba a acercarse a ella para abrazarla, pero se detuvo cuando la chica le sonrió.
-Hola Touya, Nakuru- los saludó con naturalidad y su carácter habitual., y él supo en ese instante, que la joven no estaba enterada de lo que había sucedido.
Los ojos de la pelirroja que estaba sentada en la estancia, se llenaron de lágrimas con rapidez, pero antes de que pudiera decir o hacer algo, el moreno la detuvo con la mirada.
-¿Sakura ya está lista?- preguntó casualmente, conociendo la respuesta desde antes.
-No, pero le llamaré.- el joven Kinomoto por fin apartó la mirada de la ametista, y miró detrás de ella. Dos jóvenes, uno de negro, y otro de verde, lo miraron un instante detrás de unos lentes oscuros, saludándolo con un gesto con la cabeza.
Uno de ellos era Shaoran Li, podía reconocerlo aunque tuviera una máscara encima, pero el otro...le era completamente desconocido, pero a la vez, le inspiraba un sentimiento de familiaridad que no podía precisar.
Era un poco más bajo que él mismo, pero con un porte más elegante y majestuoso. Tenía cabello azulado y piel pálida, además de unos rasgos finos que le denotaron astucia y sabiduría. Su presencia, a su parecer, era más imponente que la de cualquier otra persona que hubiera conocido. ¿Quién sería aquel extraño?
-¡Eriol!- la joven pelirroja que antes se había visto tan deprimida, se levantó de repente con una gran sonrisa en el rostro, y corrió a abrazar al nombrado con gran entusiasmo. Touya se le quedó viendo fijamente...¿Eriol?
El inglés la recibió con una sonrisa, dejando que la joven saltara a su cuello. Después de todo, ya estaba acostumbrado a los arranques repentinos de la pelirroja. Spinnel se levantó tambaleándose de su sitio, y con las mejillas sonrosadas (seguro había comido dulces) se dirigió a él también.
-¿La conoces Eriol?- preguntó Tomoyo asombrada de verlos así.
-Sí.-
La chica iba a preguntar algo más, pero se detuvo al ver a Sakura en las escaleras. Las dos se sonrieron mutuamente.
-¡Tomoyo! ¿Qué haces aquí?-
-Shaoran sugirió que saliéramos los cuatro, y me pareció buena idea.- le contestó la ametista.
La joven miró al castaño y le sonrió abiertamente, y no supo si fue su imaginación, pero creyó ver como las mejillas de Li se sonrojaban.
-Regresaré antes de las diez Touya, avísale a mi papa por favor.- y con eso, y una rápida despedida de los otros jóvenes, la chica salió de la casa con todos los demás.
El moreno los observó desde su sitio, quedándose con un extraño sentimiento en el pecho... ¿Eriol? ¿Quién era ese hombre?
~*~
El cuarteto se traslado en el auto deportivo de Eriol, hacia el centro de la ciudad en poco tiempo. Llegaron a plena mitad de la tarde, cuando todos los sitios estaban en su completo apogeo. Las familias salían de paseo a menudo a esas horas, y recorrían las calles de la ciudad con mucho interés. En esa época del año, todos los sitios a los que volteaban, se encontraban adornados por infinidad decorados acordes a la ocasión. Era en verdad una vista apetecible.
Decidieron primero entrar a un bonito restaurante que tenía un gran balcón en un segundo piso, desde donde se podían observar varias cuadras de alrededor.
Li y Sakura hablaban animadamente, dejando a los dos morenos solos con sus pensamientos.
La ametista miraba a cierto punto en la calle con expresión embelesada, sonriendo de manera singular, mientras recargaba su cabeza en una mano. Suspiro, y Eriol la miró.
-¿Qué?-
-Estaba pensando.- dijo Tomoyo mirándolo por fin. -¿Qué te gustaría de regalo de navidad?-
-¿A mi?- preguntó el joven incrédulo, cruzando los brazos sobre su pecho.
-Aja, ya he pensado en el regalo de Shaoran, el de Sakura, el de Touya, el de Nakuru...pero no se me viene a la cabeza nada bueno para darte.-
-Yo no quiero ningún regalo.- dijo el ojiazul seriamente, sin premeditar ofensas.
-Lo sé. Es por eso que es tan difícil elegir uno. No quisiera que no te gustara cuando te lo diera.-
El inglés sonrió, ¿Quién diría que alguien se preocuparía de esa manera por un detalle semejante? ¡Y sobre todo para alguien como él!
-Viniendo de ti, cualquier cosa estaría bien.- susurró con una sonrisa, perdiendo la mirada entre la multitud de abajo.
Los tres jóvenes lo escucharon, y se lanzaron sonrisas de satisfacción entre si.
~*~
-No me estas dando resultados Yue.- el ojiazul suspiró. La temida entrevista que había estado tratando de evitar desde el segundo asesinato de los Daidouji, por fin había llegado a concretarse. Su superior, la misma persona que lo había puesto al mando del caso, había empezado a dudar de su capacidad.
-Estoy tratando.- contestó Yue con la mirada baja y el cabello en el rostro.
-Se que lo intentas, pero el caso ha ido demasiado lejos. Tus recomendaciones me daban buenas expectativas en la resolución del problema pero parece que todo ha ido empeorando.-
-¡He traído todas las pruebas que he encontrado!- exclamó el chico, encarando a su jefe con valor y determinación.
-Pero no son suficientes.- sinceró negando con la cabeza. -¿Qué has traído Yue? Sólo un nombre en una grabación, una suposición de que conocías al asesino, una organización anónima, una paga multimillonaria no encontrada, y una prueba de ADN que no podemos comparar con ninguna de las existentes...¿Cuál de todas tus aportaciones nos han llevado al asesino?-
-¡Ya lo he visto!- replicó el platino levantándose de su asiento violentamente, refiriéndose a aquella vez en que había localizado a una persona similar en esa fiesta de disfraces. -¡Es una persona influyente, con dinero, con educación, una persona que se pasea libremente entre los ricos como un sujeto normal!-
-¡¿En donde está entonces?! ¡No lo veo en la cárcel ó frente a un juzgado! ¡Ese asesino maniaco sigue libre y todo por tú incompetencia!- le grito furioso, señalándolo con el dedo.
Los ojos cerúleos del chico viajaron al suelo rápidamente, con expresión rabiosa. Apretó los puños con fuerza, pero no mencionó palabra alguna.
-Recoge tus cosas Yue.- ordenó el superior recuperando la calma y ajustándose la corbata el cuello. –Estás fuera del caso.-
El apuesto joven relajó los músculos de la espalda en señal de derrota, suspirando largamente. Se sintió derrotado por segunda vez en su vida, una derrota amarga y cruel que quedaría en su memoria para atormentarlo. Y aún así, con un peso de culpa en los hombros, con la incertidumbre de la seguridad de Tomoyo, y con la tortura del fracaso en el pecho; Yue Tsukishiro salió de la oficina con la cabeza en alto.
~*~
-¿Qué te parece un bonito collar con un colgante de diamante?-
-No, jamás lo aceptaría.-
-Bueno, ¿Que tal un bonito vestido de Versage?-
-Shaoran ¿Qué clase de mujer crees que es? ¡No puedes comprarla con regalos!-
La joven ametista había estado escuchando pacientemente, la misma clase de preguntas por aproximadamente diez minutos. Un lindo castaño caminaba a su lado con expresión pensativa en el rostro, mientras escrutaba todos los aparadores por los que iban pasando en su largo paseo por el centro; una cuestión muy importante para él, se había formado en su mente mientras se abordaba el tema de los regalos en la mesa del restaurante, causándole cierta duda sobre qué obsequiarle a la esmeralda que se había ganado su cariño en tan poco tiempo. Y conociendo a Tomoyo... ¿Qué mejor consejero acerca de sus gustos que su mejor amiga?
-Tienes razón... ¿Un brazalete?-
La joven suspiró, tratando de mantener la paciencia. Todas las cosas que había mencionado hasta ese momento, eran objetos caros y exuberantes, conocidos simplemente por su elevado precio. Esa era una de las cosas que no le gustaban a Sakura. Jamás había visto las cosas por su valor material, nunca se había visto interesada por una joya ostentosa ó un abrigo fastuoso... prefería las cosas sencillas, pero que llevaran un significado en especial.
Había comprobado esa teoría cuando su padre, en una de las crisis económicas de su casa, le había dado en su cumpleaños simplemente un hermoso ramo de flores de cerezo... su cara se había llenado de emoción pura y sus ojos se habían puesto cristalinos tan solo con mirarlas. El mejor regalo decía ella... un recuerdo de su madre, reafirmaba la ametista.
Por eso era que Li no podría impresionarla con algo tan banal, cuando otras personas lograban enternecerle el corazón con tan solo una flor.
-¿Porque intentas comprarla con regalos costosos? Simplemente observa a donde ella mira, y te darás cuenta de que esas cosas no son de su interés.-
La esmeralda corrió hacía uno de los aparadores de la juguetería, y sus ojos se iluminaron con regocijo al observar una montaña de osos de felpa...
Y fue cuando Li la vio de una manera diferente a las demás. No como una muñeca a la que se le compraban vestidos elegantes por estética, ni como aquel maniquí que carga una joya con altivez; no la vio como a todas las otras muñequillas de porcelana que él adornaba con absoluta perfección... la vio simplemente como a una mujer. Una persona tan conciente como él, con sentimientos, ambiciones y sueños. Un ser que reía, lloraba, amaba y sufría tan libremente como cualquier otro...
-A veces las cosas más simples son las que nos pueden dar el mayor regocijo.-
Y, con una mirada fija en la castaña que nunca antes había mostrado, Shaoran sonrió.
~*~
El sol fue decayendo lentamente en el horizonte, dejando detrás de él, un espectáculo de resplandores celestiales. Las luces de la ciudad empezaban a iluminarse con alegría, despidiendo destellos multicolores al paso de los transeúntes, que admiraban con singular júbilo, al hermoso panorama que se levantaba en todas direcciones.
Tomoyo Daidouji no era la excepción. Con una sonrisa en el rostro, observaba el ir y venir de las personas, los coloridos adornos haciendo especial honor a la ocasión, las familias unidas disfrutando de la tarde... ¡Como se te alegraba el corazón de repente!
¿Y como no? Estaba en ese hermoso lugar, empezaba a salir la luna llena, y estaba con sus mejores amigos y la persona a la que amaba. ¿Qué más podía pedir esa linda tarde de invierno?
Su mirada se fijó de repente en la pareja de castaños que tenía adelante, y su sonrisa creció con sinceridad. Sakura Kinomoto, la chica que había prometido nunca volver a amar, le sonreía con cariño a Li, mientras se aferraba a su brazo y recargaba su cabeza en su hombro, caminando a su lado. El joven volteaba a verla, y una sonrisa de la misma magnitud se dibujaba en su rostro, mientras sus ojos brillaban con extraña luminosidad...
¿Era ese el Shaoran que ella conocía? ¿En donde había quedado esa mirada seductora y provocativa que le mostraba a todas las mujeres? ¿De donde había salido ese gesto tan inocente y tan puro... tan parecido al amor? Seguramente el joven no se estaba dando cuenta de lo que sucedía en su persona, no se daba cuenta de la cantidad y magnitud de emociones que mostraba su rostro en ese momento, pero ella no era ciega, y su intuición le decía, que Li Shaoran descubriría pronto los sentimientos verdaderos que abrigaba su corazón.
¡Que fácil le resultaba leer a ese castaño con tan solo observar su rostro! Una de las cosas por las que se sentía orgullosa desde sus días en la primaria, era de que podía descifrar los pensamientos de las otras personas con tan solo echarle una mirada a su expresión en el rostro, a la profundidad de sus ojos, a sus gestos corporales... Sakura y Shaoran eran una prueba andante de sus teorías.
Sin embargo, al voltear a su lado... simplemente encontraba un reto mayor a sus expectativas. Eriol Hiragizawa, un misterio indescifrable e impenetrable bajo esa mirada fría y calculadora, ese semblante majestuoso, y esa expresión siempre blanca en el rostro...
Pocas veces eran en las que lograba mostrar sus sentimientos con sinceridad... y una de aquellas ocasiones especiales, había sido justamente la noche pasada. Había bajado la guardia por todo aquel rato dejando de rodearse de esos muros impenetrables; en los cuales pudo observar con absoluta claridad la verdadera naturaleza humana del ojiazul. Había mostrado pasión y lujuria, después de todo era un hombre; pero también había revelado por medio de sus ojos, una gran frustración, arrepentimiento, soledad, cansancio... al igual que sinceridad, simpatía, cariño, y hasta un toque de humor.
¿Le había mostrado su verdadero yo aunque sea por una sola noche? ¿Había descubierto al verdadero Eriol Hiragizawa, debajo de todas esas capas de frialdad?
El recuerdo de ese repentino roce con sus labios, le llegó de repente. ¿Hacía cuanto que no besaba a un hombre de esa manera romántica? ¿Desde sus días en la preparatoria? Se sonrió, y sus mejillas se colorearon... había tenido un ligero sabor metálico, por la herida que el ojiazul llevaba en el labio, pero de esa manera o no, para ella había sido una experiencia sublime.
-¿Tomoyo?-
~*~
El joven había ido observando desde hacía largo rato, a su linda acompañante. La diversidad en las expresiones de su rostro, iban desde una nostalgia infinita, hasta una sonrisa repentina de ilusión. ¿Qué podría estar pasando por la mente de esa mujer?
La chica se sonrojo de repente, fijando la mirada en el suelo. Y Eriol se vio aun más confundido que antes. La joven se llevó los dedos a los labios, y algo encajo en el rompecabezas que el joven había estado intentando armar.
La noche pasada... recordaba casi todo lo que había sucedido entre los dos. Recordaba haber llegado tambaleándose, que ella lo había ayudado a llegar al sillón, y como se había sentado a su lado a leer...evocaba lo hermosa que se veía a la luz de la oscura habitación, y como se habían confundido de repente sus sentimientos al observarla con admiración.
Recordaba haber probado su fragante piel, y haber rosado sus delgados labios saboreándolos con deleite... lo único que no lograba precisar, era el porque se había detenido.
-¿Tomoyo?- la chica volteó a verlo de repente, sonriéndole con nerviosismo.
-¿Si?-
-Pues yo... quería disculparme contigo por lo de anoche.- mencionó sinceramente manteniendo la mirada fija en el camino.
-Oh.- la joven también bajó la mirada. –No te preocupes, no tiene importancia.-
-Si la tiene. No se que me pasó ayer, nunca me había puesto así.-
-Tuviste un mal día, eso es todo.-
-Lo sé, pero no debía desquitarme contigo.-
Silencio.
-Pero ¿Sabes algo?- el ojiazul alzó la mirada, volteándola a ver con detenimiento. –Hubo algo extraño en mi en ese momento.-
La chica se detuvo, y volteó a verlo; él la imitó.
-Nunca antes me había detenido con nadie más, siempre que una persona se rehusaba a estar conmigo, yo buscaba el método de hacerla cambiar de opinión, y nunca lograba resistirse a mi más de diez minutos...sin embargo, anoche fue diferente contigo...- sus ojos se suavizaron de repente. –No se que poder tengas sobre mi, ni recuerdo exactamente las palabras que utilizaste, pero fueron suficientes para detenerme... debo confesarte que jamás había descansado como lo hice a tu lado ayer, y tampoco me había sentido tan confundido cuando desperté en tus brazos por la mañana.- el joven se tornó serio, pero dudo un momento sobre continuar o no.
La ametista, que había estado escuchando todo lo que decía de una manera atenta, relajó los hombros, y le sonrió con una calidez inusitada, sorprendiéndolo.
-Esta bien. No tienes que entenderlo ahora, esperaré el tiempo que sea necesario.- la joven se acercó a Eriol, que aún tenía una mirada confundida en los ojos, y lo tomó delicadamente de la mano, entrelazando sus dedos con los de él, jalándolo suavemente en dirección a donde se habían ido sus amigos.
El índigo la miró una vez más, mientras lo llevaba hábilmente entre la multitud...
No había comprendido completamente lo que había querido decir con su últimas palabras, pero de una cosa estuvo seguro mientras se dejaba dirigir... no lo dejaría solo. Y con ese pensamiento en la mente, y una sonrisa en el rostro, su mano se aferró a la de la ametista con seguridad, empezando a caminar a su lado...
~*~.
Li Shaoran había distraido su atención, por largo rato al lado de su acompañante. Habían seguido por su camino por varias cuadras, sin siquiera mirar atrás, inmiscuidos en una plática interesante y amena.
Así que cuando el castaño desvió su mirada hacia donde se suponía debían estar sus compañeros, se dio cuenta con sorpresa, de que los dos morenos habían desaparecido.
-¿Dónde están Eriol y Tomoyo?- preguntó el castaño deteniéndose de repente, haciendo que Sakura pusiera su atención a su espalda.
-Estaban aquí hace un momento.- aseguró Sakura.
-¿Crees que debamos esperarlos?-
-¿Crees que los encontremos en este mar de gente?-
-Buen punto.- el joven sacó el celular de su bolsillo, y marcó con habilidad el número de su mejor amigo. .. pero nadie contesto ¿Por qué los celulares permanecían apagados o perdidos siempre que se les necesitaba? –No contesta.-
-¿Qué hacemos?-
-No tiene caso esperarlos en este lugar, probablemente nunca los encontraríamos. ¿Por qué no continuamos con nuestro paseo? Tengo que llevarte a tu casa antes de las nueve o tu hermano me mataría.-
La chica le sonrió divertida, y asintió con energía, aferrándose a su brazo una vez más para seguirlo guiando a través de las calles.
Cinco minutos, y Li ya se había inmiscuido de nuevo en la conversación, olvidándose por completo de sus otros compañeros. Por fin decidieron detenerse en una bonita explanada, repleta de gente e iluminada por una tenue luz azulada.
Se fueron a sentar a una banca al lado de una gran fuente, escuchando algunos cantos de trovadores con guitarras que entonaban bellas melodías a los enamorados. La chica pronto quedó embelesada por sus bellas poesías, escapándose de repente a un mundo de ensueño, inconscientemente, recargó la cabeza en el hombro de Li.
El chico se tensó por un momento, pero después de observar la tranquila expresión de la chica, sonrió; alcanzó su delgada mano entre una de la suya.
-Hacía mucho tiempo que no venía a este lugar.- comentó la esmeralda casualmente, sin abrir los ojos.
-Yo tampoco.- le respondió el joven sintiendo una repentina alegría de escuchar su voz.
-Y la última vez que vine me trae malos recuerdos.- la chica se enderezó de repente, y Li se sintió extrañamente triste al no tener su ligero peso en el hombro.
-He oído que mencionas a una persona con mucha regularidad, pero nunca me has dicho quien es, o que tuvo que ver contigo.- le replicó el chico, sin voltearla a ver.
Silencio.
Ella apretó su mano un poco, y se volvió a recargar en su hombro, suspirando largamente.
Shaoran se sintió algo dolido de que no confiara en él. ¿Era así de importante es persona?
-Su nombre era Aya Creveey – confesó la joven mirando al cielo. –Fue mi novio en la universidad. Siempre fue un chico muy lindo conmigo, y yo, confiándome de esa bondad que me mostró falsamente, caí enamorada de él perdidamente.- Li sintió una gran pesadez en el pecho. –Iba a casarme con él cuando saliéramos de la escuela, pero después me enteré de que solo salía conmigo por una apuesta con unos amigos, y porque mi padre era un importante arqueólogo, y el quería tener un buen puesto.- sus ojos estaban cristalinos cuando bajo la mirada y volteó a verlo con una sonrisa amarga en el rostro. –Supongo que ese es uno de mis problemas, siempre que quiero a una persona, suelo ser muy ingenua con ella.-
Li desvió la mirada y miró al suelo, sintiendo una punzada en la nuca.
Culpa. Maldito sentimiento humano...
-¿Quieres algo de comer?- dijo Li casualmente, ignorando la confesión que Sakura le había hecho. La chica se retiró de su lado, y le asintió sin mucho ánimo. El joven se levantó, y sin siquiera mirarla, se fue.
~*~
Una hermosa y provocativa mujer de brillante cabello azabache, y largas y delgadas piernas, se paseaba del brazo de un apuesto joven de seductores ojos grises y perfecta cabellera rubia, por una de las calles del centro de la ciudad. Los dos llevaban miradas orgullosas en el rostro, provocando un constante murmullo entre el tumulto de gente. Los dos eran de llamar la atención sin duda alguna.
Meiling observó su alrededor con alegría, contenta de por fin poder salir una noche de su casa, con un lindo chico que había conocido en una cafetería. Nunca antes había tenido que buscar una pareja para pasar un fin de semana, o una noche de viernes, pero esa vez fue la excepción.
Li Shaoran, su amor platónico de toda la vida, no la había invitado a salir esa vez. No había sabido nada de él desde que la última misión con los Daidouji se estaba ajustando a los últimos detalles. Era muy extraño que el joven no llegara al menos cada dos días, buscando sus brazos con frenesí y deseo, momento que ella esperaba con ansias para poder satisfacer.
No estaba herido (había pasado por la enfermería de la compañía, y solo había encontrado a Shinishi), pero tampoco estaba en casa. Su celular estaba casi siempre apagado, o no lo contestaban, y, aunque había estado tentada a llamar a casa de Eriol para preguntarle donde estaba el castaño, había decidido que sus tendencias suicidas aún no llegaban a ese límite.
La chica sacudió la cabeza, enojada consigo misma. Estaba a plena cita con un chico que le denotaba adoración desde hacía mucho tiempo, y ella solo pensaba en aquel joven castaño que nunca la había tomado en serio...
-Mei ¿Estas bien?- el joven le apretó la mano con dulzura, viéndola con preocupación evidente en la mirada.
Ella solo asintió. ¿Prefería ser usada toda su vida por Li Shaoran, o ser feliz con alguien más?
Los dos jóvenes caminaron por la linda plaza, iluminada románticamente, sin poner en verdad mucha atención. El hombre rubio mantenía pegados los ojos a su hermosa acompañante, mientras ella miraba al suelo, inmiscuida en sus pensamientos.
Roy Miller fijó sus infantiles ojos grises en el suelo, al ver la falta de interés de la chica. Se puso a recordar por cuanto tiempo se la había pasado tratando de cortejar a la morena, y cuantas veces había recibido una negativa. Y ahora, que por fin había logrado salir con ella, parecía que no le importaba. ¿Cuál era el punto de estar con la persona que amas, si ella esta en otra parte?
Meiling levantó los ojos y miró a la lejanía. Sus ojos e iluminaron con alegría, al descubrir la silueta de una persona conocida. Li Shaoran, el joven al que había estado buscando tan fervientemente, se encontraba a unos cuantos metros frente a ella, comprando unos dulces. El deseo de verlo se apodero de sus sentidos.
-Roy tengo sed. ¿Podrías ir a traerme algo de la fuente de sodas?- preguntó ella en su siempre voz seductora, sonriéndole al rubio con malicia. Él sonrió inocentemente de regreso, y asintió.
-Espérame aquí.- le dijo, y le dio un tierno beso en la mejilla, para después darse la vuelta a cumplir el deseo de la mujer... y ella, viéndolo con una sonrisa de incredulidad, marchó con decisión a donde había visto al castaño.
~*~
No debo seguir con esto...
Li se sintió mal por primera vez, ahora que la joven le había contado su historia. Había pasado por mucho dolor con su novio anterior, y él no quería ser la persona que siguiera con ese legado. Lo admitiera o no, en serio le había llegado a tomar cariño a Sakura, y era por ello que no quería lastimarla.
Le estaba mintiendo. Le había mentido en todo lo que era. Para empezar no era detective, nunca había estado en muchos lugares que le había contado, no le agradaba su hermano, nunca le había dicho que tenía una amante, ni que al principio solo se quería acostar con ella... y lo peor, no sabía que era un asesino.
¿Se acercaría a él de nuevo si le dijera la verdad? ¿Aceptaría su compañía si conociera aunque sea un fragmento de su vida?
¿Quería causarle otra cruel decepción a la chica?
...
No. No la haría sufrir, porque en verdad la apreciaba. Así que tenía dos salidas. Alejarse de ella sin decir una palabra, o contarle lo que en verdad era. Y ni una de las dos le pareció muy provocativa.
-¡Shaoran!- el chico se sobresalto un poco al escuchar la voz, y volteó a ver a esa dirección un poco alarmado. Sus sospechas se confirmaron al ver a una morena de largas piernas que corría alegre para reunirse con él. Se lanzó a sus brazos de un salto y lo besó con efusividad, aunque el no respondió de la misma forma.
-Meiling ¿Qué haces aquí?- le preguntó Li alejándola un poco de si.
-Estaba de paseo con un amigo.- le respondió la chica persuasivamente. –Pero puede quedarse aquí solo si tu quieres.-
-N-No gracias.- la china abrió los ojos con sorpresa. Nunca antes Li Shaoran se había negado a una noche en su compañía. Algo andaba mal.
-¿Qué sucede Shaoran?-
-No puedo seguir con esto Meiling.-
La chica se hecho para atrás un poco, pero después pegó su cuerpo descaradamente al del castaño. -¿Seguir con que?-
El joven ignoró la reacción que tuvo este acercamiento, y evitó la mirada ardiente de la joven bajando la mirada al suelo. –Me voy.- le respondió simplemente, y retirando delicadamente los brazos que se aferraban a su cuello, tomó los dulces que había comprado, y se hecho a andar hacía donde estaba Sakura.
Meiling lo miró con incredulidad, pero no se movió de su sitio. ¿Qué le había pasado al Shaoran que conocía? Y fue cuando vislumbró el lugar a donde se dirigía. Una chica castaña estaba sentada en una banca con la mirada cristalina.
La morena comprendió lo que sucedía. Li se estaba enamorando.
Se sonrió a si misma un momento con amargura, y recordó claramente las palabras que le había dicho a Li desde el principio de la relación.
Porque te amo, si algún día llegas a enamorarte de alguien, yo me haré a un lado.
-¿Meiling?- Roy había regresado de la fuente de sodas, con dos bebidas en la mano. Seguro no había visto lo que la morena había hecho momentos antes, ó no tendría esa sonrisa en el rostro.
La chica volteó a ver a su lado, y mostró una sonrisa fingida, aunque en sus ojos se reflejaba un gesto de dolor. –No me siento muy bien ¿Podrías llevarme a mi casa?-
La sonrisa del joven se desvaneció de un momento a otro, pero asintió. Los dos se dirigieron a su auto, y emprendieron la marcha de regreso. No intercambiaron palabra alguna mientras pasaban por la ciudad. Después de todo al ver lo que había sucedido entre la chica que amaba con todo su corazón, y ese castaño que despreciaba su cariño, él tampoco tenía ganas de hablar.
~*~
-Toma.- Li le ofreció a su cita el algodón de azúcar que había comprado hacía unos momentos, pero ella no lo recibió. Ni siquiera lo miró. -¿Sakura?-
Shaoran se sentó a su lado, con una mirada de consternación en el rostro... y alcanzó a notar un gesto lastimoso en sus ojos. -¿Estas bien Sakura?-
La joven levantó la mirada, y los ojos de tristeza que había tenido hacía unos momentos, se había visto reemplazado por una chispa se enojo. -¿Cómo te atreviste?- le reclamó con voz peligrosa, apretando los dientes.
-¿De que hablas?- le preguntó el joven con una calma inexistente. No lo habría visto con Meiling ¿o si?
-Eres un cínico.- le espetó la esmeralda con frialdad, levantándose de su asiento y caminando lejos de él.
Li se levantó rápidamente, y la siguió dejando olvidados los dulces que había comprado, en la banca. -¿Sakura? ¿Qué pasa?-
Ella se volteó para enfrentarlo, con mirada furiosa, acercándose a él. -¿Cómo puedes preguntarme eso?- de repente, su mirada cambió por un gesto de tristeza. –Confié en ti.-
Li se hecho para atrás, sorprendido. –Sakura, perdóname yo...-
-Pensé que eras diferente a los demás, pensé que nunca encontraría a alguien como Aya en ti. ¿Cómo pude ser tan tonta otra vez?-
-Yo estaba apunto de term..-
Pero ella le interrumpió. –Soy una ingenua ¿no crees? Las segundas oportunidades no existen para mi...-
Y la joven se fue del lugar, dejando a un desconcertado Li detrás de ella, con un indescriptible vacío en el pecho.
~*~
-No sé si quiero pasar por aquí Eriol.- el callejón que algún día había sido escenario de esa fea herida en el hombro en la chica ametista, se veía igual de amenazante esa noche, sin embargo, los dos morenos pensaban pasar por ahí, al ser el camino más corto y al dejar el carro en el centro ya que Li cargaba con las llaves.
-No te preocupes.- le respondió el inglés en perfecta calma. –Ya me encargue del asunto.- Tenía razón , dos días después del incidente, cinco cuerpos había aparecido abandonados en un callejón alejado de ese sitio, todos con huellas de estrangulación.
Ella asintió sin comprender en totalidad, pero confió en él, nunca le había fallado en nada de lo que había dicho desde que se conocían. Se dejó llevar por su mano, y como había dicho, nada extraño apareció. Pronto llegaron a las puertas del gran edificio, y estaban a punto de entrar cuando Tomoyo se detuvo.
-¿Que?-
La chica sonrió en señal de disculpa. –Olvide comprar lo que necesito para mañana en el desayuno.-
-¿Quieres que vayamos a comprarlo?-
-No, tu sube. Iré a comprar las cosas y regresaré en un momento.-
-¿Segura?- no se preocupó demasiado por ella porque el lugar a donde iría, estaba solo a media cuadra.
La joven asintió, y se hecho a caminar por la calle. Eriol estuvo tentado a seguirla, pero después desistió; estaba siendo muy sobre protector. Pronto empezaría a parecerse al hermano de Sakura. (Por lo que le había contado Li)
Cuando llegó a su apartamento, se quitó la gabardina, la colgó en la perchera, y se sentó en un sillón, relajándose después de todo un día de caminata. Había comprado ya el regalo de Li, de Nakuru, de Spinnel...todos con la ayuda de Tomoyo...pero todavía no había decidido nada para ella. Ya tendría tiempo de escoger algo lindo para la ametista.
El ojiazul encendió la televisión desinteresadamente, cambiando de canal sin poner mucha atención, hasta que encontró una nota relacionada con la misión en la que acababa de estar.
Yue Tsukishiro, como nos han informado hace unos minutos, a sido destituido del cargo del caso de los Daidouji, debido a su más reciente fracaso que le costó la vida a los empresarios Sonomi y Satoshi Daidouji. El nuevo encargado del caso...
Eriol fijó la mirada en la pantalla, pero la sonrisa de satisfacción que había pensado que saldría cuando escuchara esa noticia, no alcanzó su rostro. Se quedó estático y decepcionado. El rival más formidable de toda su carrera, la persona de la que quería tomar venganza, había sido derrotada, y no específicamente como el deseaba.
La puerta se abrió de repente (no la había cerrado) y Eriol apagó la televisión, esperando a que la joven pasara por el pequeño pasillo hacía la cocina... pero eso no paso. Se levantó de su asiento, aferrando el arma que tenía en a cintura, y se asomó.
Olvidó su arma de inmediato. Era ella.
Pero se le veía extraña. Se recargaba con una mano en el marco de la puerta, tratando de sostener el equilibrio, estaba pálida y se le veía algo agitada, además de que no traía nada en las manos como había dicho.
-¿Tomoyo estas bien?- el chico se acercó a ella rápidamente, alcanzando a notar el débil temblor en su labio inferior, parecía que estaba apunto de caer inconsciente. Llegó a su lado, y la tomó de un brazo para sostenerla.
-No me siento muy bien.- le dijo la ametista con voz temblorosa, pero sin fijar nunca la mirada en él.
-Ven, te llevare a la habitación para que descanses.- pasó un brazo por su cintura, y la guió lentamente a la habitación, mientras la miraba de reojo. La marca moreteada que tenía en la parte superior de la mejilla, era mil veces más visible, gracias a su extrema palidez. ¿La habrían atacado de nuevo? -¿Qué pasa linda? ¿Te hicieron algo?-
La ametista negó con la cabeza.
Pronto llegaron a su habitación, y Eriol la deposito lentamente en la cama. -¿Quieres que te traiga algo?-
De nuevo su pregunta pasó sin más que una negación. La joven se recostó en la cama y fijó la vista al techo, sin decir nada.
El ojiazul se sintió muy extraño al observarla así. Estaba acostumbrado a la chica alegre y de gran sonrisa, no a esa mujer de mirada perdida y seriedad mortal en el rostro. ¿Qué había pasado en ese pequeño transcurso de diez minutos? ¿Qué podría haber afectado de aquella forma a su niña?
El ingles la cubrió delicadamente con las cobijas de su cama, y se sentó a su lado.
–Oye muñeca, si necesitas algo, estaré afuera ¿ok?- le susurró tratando de que sus ojos se encontraran por un momento, pero ella no le contestó. Los ojos índigos se entristecieron de repente –Descansa.- y, como en un impulso protectivo, se acercó a ella con lentitud, y le beso la frente con cariño, para después levantarse de su sitio sin recibir respuesta y salir de la habitación sigilosamente, cerrando la puerta detrás de el.
La ametista bajó los ojos hacía el marco, por donde había salido Eriol, y sintió unas ganas casi irresistibles de ir a su encuentro. ¿Dónde había oído que el sexo era la manera más sencilla de olvidar el mundo? Podría haber comprobado esa teoría en esos momentos con el ojiazul, sabía que no se resistiría a ella...
Pero no lo hizo. En lugar de ello, encogió su cuerpo en la cama, y abrazó sus piernas contra su pecho en un afán de consuelo, y fue entonces que las lágrimas salieron de sus ojos desgarradora y silenciosamente.
Se había dicho a si misma que no lloraría de nuevo, nunca en su vida, desde que había muerto su padre. Se había dicho que no se dejaría ver débil ante los demás, porque no lo era, que las lágrimas eran solo para personas que se habían dado por vencidas en la vida... pero esa vez no pudo evitarlo.
El hecho que había estado temiendo por muchos meses, le había sido comunicado por una televisión en el comercio al que había ido hacía varios minutos, destrozando su alma y confundiendo su destino... su madre, su querida madre, había muerto asesinada.
Continuara...
Uy, fue mucho más largo de lo que pensé... y creo que Gambler tiene razón, esto va demasiado lento -_- lo siento, pero necesitaba escribir esto, estoy intentando solucionar los problemas existenciales de cada uno, y no pensé que me fuera a llevar un cap. Entero!! Pero lo hecho, hecho esta. De todos modos, el cap, siguiente, es cuando en verdad se pone interesante el asunto, porque que creen?? (música misteriosa) Na, mejor no les digo, tendrán que esperar hasta que me den ganas de escribir el que sigue... =)
Luly: Jeje, gracias por el apoyo, pensé que se enojarían si mataba a Sonomi, pero parece que estuvo bien, y tienes razón, era todo parte de la historia. Espero encontrarte de nuevo en el MSN!!
Angel- de-Luz: Eriol!! Aguas con Angel, que ahí viene!! Escóndete! ¬_¬ Seguro y te pone borracho de nuevo, y ya vez los osos que haces... ejem, Hello! ¿Cómo has estado querida amiga? Yo por aquí leyendo tus locuras y riéndome un rato (me cae que eres cómica) y por eso me caes muy bien ˆOˆ! Espero que te gsute este cap. Y disfrutalo, porque es el último (tranquilito)!!
Sayo: ¿? ¿Quién es el asesino? Dime, dime, dime (momento, yo escribo la historia! Yo ya se quien es! ˆOˆ) jeje, supongo que todos tendrán que esperar unos cuantos cap. más (pausa dramática) Por cierto, ¿Qué planes maquiavélicos hace tu mente eh? ¿Por qué dices que te dejé sin opción de asesino?
Sakura Li: Je, creo que ahora si puse mucho S+S espero que te haya gustado, porque fue todo lo que mi pequeña mente pudo hacer (de esa pareja claro) y aquí es donde Li empieza a sufrir!!! (que?? Ya se lo merecía) cyao!!
Karla-hoshi: O_O ¡¿cómo crees que van a atrapar al lindo Eriol?! (bueno...) digo, el que es tan bueno, ejem el mejor, digo, y a su equipo (como les dice Angel) sex-simbols, la verdad seria un pecado tenerlos encerrados (a menos que fuera en mi cuarto =p) en la carcel ¿no crees? *suspiro* verdad que Eriol se veía lindo borrachito?? *_*
Lucia3: T_T pobre Tomoyito!! La pobre sufre, sufre, sufre...imaginate que toda su fam. Asesinada?? -_- pero.. no pude evitarlo!! (lo bueno es que me apiade de Eriol, y no mato a su mama, porque enconces si no hubiera habido ni una oportunidad...) -_- y lo de Shaoran.. ya es tiempo de que empiece a cambiar ¿no crees?
Sakia : P-Pero.. mi Eriol!! T_T porque me privas de una cosa tan linda?? u_u bueno, no importa, aun me queda Yue (cuando me lo envie cierta personita ¬_¬) Y gracias por ofrecerte de guardaespaldas! En serio nesecito unos cuantos (ve que ya traigo más amenazas en la cabeza que piñatas en posadas). Y lo de los intros, deja les doy unos ultimos detalles y los mando ¿si? Bye!
Undine: Bueeno, los otros no son con la misma idea, pero creo que no son del todo malos, si quieres te puedo mandar los dos que tengo y me das tu opinión ¿no? ˆ_ˆ
Jeru: Creo que algunas de tus preguntas quedaron contestadas o satisfechas este capitulo, y por lo de Yue, si se queda solito, no, no se queda, se queda conmigo ˆOˆ (querido Yue!!) T_T me hiciste recordar un mal momento!! Mira que matar a Spiky!! Lo amaba! Era el mejor! Y con perdón de los amantes de angel, pero... muerte maldito!!! XD
Anita-asakura: Aun sigo esperando tus consejos...digo, me falta la verdad mucha inspiración para S+S (se nota no?) pienso que este fue uno de los cap, que más trajo de eso...y talvez de los últimos -_-
Ayin: jeje, gracias ^//^ espero que este cap, te guste también, que en el próximo viene lo bueno...(lo que siento es que se acerca el final T_T)
Tha Dark: n_nU veo que sigues con tu tamperamento agresivo (T recomendare un buen tesito de hierbas).. y que crees?? Shaoran sufrirá y mucho!! BUAJAJAJAJAJAJAJAJA, que vas a hacer?? Mandar a la CIA? Esa ya la tengo encima desde hace varios días, asi que ya no me intimidan! (soy juerte) Tómala Darksita!!
Tomoe Himura: O_O que bien! Eres la primera que menciona lo extraño que era que nadie estuviera vigilando la casa! (espera, se te sobre calentó el cerebro!) n_n que gusto me da! Eso tiene algo que ver con la historia, no fue un churro que se me ocurrió de repente (como muchos otros) Espero que te conformes con las escenas de S+S seran de las últimas (y no porque no me guste -_-. Por cierto, porque no mandaste esa frase el cap. pasado? Hubiera quedado muy bien ¬_¬ (momento! Lo utilizare en el que viene... jeje, ya te imaginaras n_n)
Master, the Gambler: Jajaja, eres muy gracioso cuando te lo propones (aunque luego sales con tu palabra 'vale' se oye cool, pero te pasas...) por cierto, que ya me contaron de tu conspiración secreta eh? Y tu sin avisarme! (mal niño, mal niño! _) de todos modos, te perdonare, si me cuentas de que se trata vale? (ja, me parezco a ti) cuenten conmigo cuando quieran!!
Pau: Li tierno?? n_n U a mi me parece un poco mujeriego, mentiroso, etc. Pero bueno, ya cambiara, para eso lo haremos sufrir. O_O que aguante tienes! Dos días? Cuando estan muy largos generalmente siempre los dejo, de todos modos gracias! Y espera el sig, cap. E+T para todos los fans!
vanesa_chan: puees...si que estuvo largo (casi 10,000 palabras) siento que me emociono con cada cap. que pasa, pero que se le va a hacer u_u. Este cap, estuvo lleno de (como le dicen?) fluff y angst. (hay que cosas gringas XD). Pero no te preocupes, más de todo en el sig, cap.!! ja, y perdon por hacerte esperar, no lo vuelvo a hacer (espero)
Sailor Pallas: jejeje, sabía que te gustaría. Y no te preocupes con eso de la inspiración, espero poder reanudarla muy pronto (más de lo que te imaginas ¬_¬) pero ahora, un poco de suspenso y todo eso no caería mal o si? (prometo más escenas como esa, si aguantas las otras que pongo!!)
okinu: Prometo mandarte los intros de mis sig. Capitulos muy pronto! Solo dejame terminar unos detalles, y me dices tu opinión sale? Jaja, a mi me parecio que Eriol ya necesitaba un pequeño descanso de todo ese semblante amenazador y frío, así q mejor sacamos su lado lindo, y lo de Tomoyito...si que le dolío perder a su familia, pero ya se le pasara (digo, a quien no con ese sexy ingles al lado?? °¬°)
Isa: Hola! Gracias por el review! Espero que te guste este cap, hecho de mi para ti con mucho cariño!
Nishi: XD por fin Shaoran recibira su merecido! Mira que a Sakurita no se le engaña sin llevarse su merecido! Y gracias por lo de la escenita de E+T lo que pasa es que me encanto tanto ese cap. de Buffy (con mi lindo Spiky) que decidi incluirlo, además de que solo imaginármelos...se verían tan kawaii juntos!! (hay dios no!! El síndrome de Tomoyo!)
Cerezo Astorya: Cuando quieras te ayudo!! Mira que T+E son los mejores, y cuando algo te gusta, no se te deja, de ocurrir cosas referentes a ellos. Ya lei tu review, y ya te mande un mail, espero recibir una contestación pronto, sale? Quiero ser parte del plan, jejeje. (y lo de Kenshin.. sorry, pero es taaan lindo, que tuve que poner algo así, aunque no recuerdo muy bien el cap. n_nU)
Josh: ˆ//ˆ uyy, gracias, tengo un admirador..que lindo!! Bueno, estoy feliz de que te guste la historia, y no te preocupes, seguire con esto hasta el fin!! (que ya no esta muy lejos) See ya!
Carla: O_O wow, en serio tienes buenos gustos para las frases, las tuyas me gustaron mucho, y mira que eso es difícil. Utilzare una de las dos en los sig, cap, sino te molesta.. ¬‑¬ y oye, no insultes el apellido de Henri, que es el de mi querido Gambito (porque es malo no sig. que no este lindo)
Lady Moonlight3: Jinetes! Yay!! Legolas! Yumi-yumi! Esta bien, te mando a quien tu quieras (Brad, Tom. Deep, Clooney quien sea!!) pero a cambio quiero a Bloom!! ¡QUE MALA! Pobre d Kaho! No merecia morir asi!! Deberíamos d haberla linchado, quemado, degollado y habersela arrojado a los perros (hay no!! Pobrecillos!) Y dime...¿quién no preferiría a ese par de galanes en lugar de a sonomi?? Con el perdon de Tomoyito...
Cindy M. : Estoy muy bien, por aqui subiendo un nvo cap. y empezando el que sigue, gracias por las porras, que uno se siente bien con ellas!! Unos cap. más y terminamos!! (no estas orgullosa de mi?? T_T)
Kass. Kassandra L. K: Kass tiene razón ErioL!! (le apunta con el dedo acusadoramente) que tenías en tu mente cochambrosa en ese momento eh?? A quien tratas de pervertir? Acuerdate que eso es solo entre tu y yo =P... verdad que ese niño ojiazul es divino?? Digo, quien se resistiria a sus encantos? Yo no XD... y Shaoran tampoco esta nada mal...
furby_chan: Pues como abras notado, creo que Yue ya no podra atrapar a nadie...(T-T que malos, me encantaba verlo en acción) Sip, Touya y Nakuru estan comprometidos. Y gracias por avisarme de la tnt, empezare a juntar dinero...haber si nos vemos por alla!!
beautiful-night: _ No fue Yue! Yue es tan responsable y lindo! Solo se tomaba un descanso, pero jamás ordenaría algo así! ¬_¬ Oye beautiful, no dejes salir a night nunca! Así todos somos más felices, porque sabes? Se la pasa amenazándome y... (una mirada asesina la ve desde detrás de beautiful) es mi mejor amiga! Es maravillosa! Nunca había conocido a una persona tan pacífica! (prometo no decir nada de nuevo!! No mandes a la CIA todavía!! SOY BUENA!)
MarthyCcs: Si yo que estoy haciendo la historia, ya envidio a Tomoyo... digo, todos dicen que se aproveche de él cuando esta borrachito, digo cualquiera lo haría n_n pero Tomoyito no... supongo que cualquiera quiere al chavo que quiere bien, en sus cinco sentidos, y bueno... Y lo de Shaoran, bueno, supongo que era una forma de librarlo de todo, aunque no se podrá ir tan facil. Gracias por tomarte el tiempo para mandar un comentario, no importa cuando sea, Adiosito!
Nany: Ojala y te haya gustado lo que puse, me costo mucho trabajo escribir de S+S porque estoy acostumbrada a la otra pareja, de todos modos seguire intentando. Y por Mei no te preocupes, ya nos desaremos de ella. Ye!
Eso es todo!! Creo que me van a faltar algunos reviews por responder, porque todavía no salen en la página, pero no hay problema, los contestare en el siguiente capítulo. Lo que pasa es que mi plazo de 15 días expira justamente mañana, y para no recibir más amenazas de muerte, mejor así lo dejamos. Gracias por el apoyo que me han dado, me siento bien con esta historia, y no se preocupen, que la voy a llevar hasta el final.
Por cierto, me gustaría dedicar esta capitulo a Cinta, gracias amiga por los dibujos que me has enviado, son de los mejores que he visto (me siento tan orgullosa de ella!! T_T)
Ah si! este fue el último cap. (ahora si) donde no hay nada de acción, en los demás, todo se empieza a complicar (por fin), y la vida de nuestros protagonistas se volveran muy, pero muy difíciles, en especial la de Eriol y Shaoran. Disfrútenlos ahora que están felices y bonitos!!
Namárië!!
Tiff
"No hay nada más interesante, que la conversación de dos amantes, en un profundo silencio."
(Anónimo)
