Amando al Enemigo

Por: Tiff

Cuando Li llegó a su casa, cansado y con la frente cuidadosamente vendada, pero con una enorme sonrisa en el rostro, ya era más de media noche. Se sentía muy bien consigo mismo, porque por fin había logrado encontrarle un bonito hogar al lindo oso de peluche que había comprado hacía quien sabe cuantos días, sin haberlo podido entregar hasta ese momento. No se había deshecho de él como había previsto después de que pasara la cena de navidad, de hecho, lo había entregado a la persona a la que estaba desde un principio dirigida. A la media noche, se había ido a parar bajo su ventana, y después de insistentes minutos de piedritas contra el vidrio, ella había salido con una cara adormilada encantadora. Y cuando se hubo repuesto de su sorpresa, aceptó con alegría el bonito regalo de Navidad que le habían llevado a mitad de la noche, agradeciéndolo con un presente guardado en una cajita colorida.

¿Quién hubiera dicho, al atardecer de ese mismo día, que estarían en ese lugar con miradas sinceras en el rostro, al caer la noche?

Después de haber sido encontrado por Yue en aquel callejón después de la pelea que había sostenido con el ojiazul, y de ser acarreado casi a la fuerza hasta la casa de la chica castaña, parecía que todo iría de mal en peor. ¡Quien sabe que había transitado por la bonita mente de la esmeralda al volverlo a ver en semejantes condiciones! Después de todo, ¿Quién llegaba a una casa desconocida después de una pelea y en las condiciones en las que estaba? ¡Si parecía un vago llegando así! ¡Sucio, ensangrentado, y todavía con una muestra de orgullo risible!

Sin embargo, al haberse levantado del suelo con una fuerza sobre humana, en un intento de mantener aunque sea un poco de su dignidad, y al haber mostrado sin vergüenzas su rostro teñido de carmín, cualquier cosa que hubiera notado al principio en el rostro de la castaña, se había esfumado para ser reemplazado con una mirada de preocupación. Se sentía fatal en esos momentos, con el suelo casi desapareciendo debajo de sus pies y la cabeza dándole vértigos inaguantables, pero no pudo dejar de sentir una ligereza extraña en los hombros al ver que a pesar de todo, aun se preocupaba por él.

Creyó ver en los ojos de Yue una mirada de extraño rencor, cuando la chica lo levantó del suelo, ayudándolo a pesar de sus protestas, hasta llevarlo a su casa.

Se sintió agradecido con ella por un momento, sin embargo, su sentimiento de gratitud desapareció abruptamente al ver que en la sala, justamente a donde ella lo había dejado para ir rápidamente por un botiquín, entraba despreocupadamente su hermano mayor: Touya Kinomoto.

El moreno se paseó un momento hasta llegar a la televisión, y al darse la vuelta para irse a sentar al sillón, fue cuando advirtió con singular gesto de fastidio la presencia del castaño.

Li no le había puesto mucha atención. No se había dado cuenta exactamente en que momento había entrado a la sala, hasta que escuchó la débil exclamación de sorpresa. Alzó los ojos por un momento, pretendiendo enfrentarse cara a cara con su rival, cuando divisó, en lugar de una mirada desafiadora, una de completa compasión.

¿Qué acaso se veía tan mal? ¿Tanto que su rival, su Némesis, podía llegar a poner ese piadoso gesto en el rostro?

Sin embargo, todo fue reemplazado en un segundo, por la misma mirada asesina y de pocos amigos, que ya sabía era específicamente para él, haciéndolo dudar unos momentos sobre si había visto ó no, algo más humano en esos ojos marrones.

-¿Qué demonios haces aquí mocoso?- dijo Touya peligrosamente, encarando al joven que se erguía con petulancia.

-Vine a ver a Sakura.- pronunció Li con la mayor calma que podía mostrar, sin que su agudo dolor de cabeza lo hiciera vacilar.

-Sabes que no tienes nada que hacer aquí.-

-Eso lo decidirá Sakura, no tu.- espetó Li sin bajar la mirada.

-¿Cómo te atreves a regresar?- pronunció el moreno entre dientes y puños apretados, otorgándole un aspecto amenazador.

Li lo miró sorprendido. ¿Sabía lo que había pasado entre los dos? Si era así, lo mejor sería retirarse con la cabeza en alto cuando todavía podía.

-¡¿Para que vienes?!- dijo el joven Kinomoto alzando la voz un poco más de lo que hubiera querido. -¿Quieres hacerla llorar de nuevo?-

Shaoran se quedó sin palabras como pocas veces en su vida. La afirmación que le acababa de hacer el moreno lo había tomado por sorpresa. ¿Ella había llorado? ¿Había sido tanta la angustia que le había provocado al encontrarlo con otra mujer?

El ambarino se quedo callado, y agachó la mirada. ¿Cómo podía estar ahí después de todo lo que la había hecho sufrir? ¡Ni siquiera era digno de estar en su presencia!

-¿Qué haces hermano?- Li levantó los ojos con premura al escuchar la suave voz al otro lado de la habitación, encontrándose con los ojos molestos de la esmeralda, dirigidos hacia su consanguíneo.

-Vigilando a este mocoso.- respondió despectivamente, sin dirigirle la mirada.

-Yo lo haré ahora, ya vete.-

El moreno lanzó una pequeña exclamación de enojo, y lanzándole una última mirad amenazadora, que el castaño respondió con una débil de burla, salió de la habitación.

La chica se sentó a su lado, y el intentó sonreírle, pero sus intenciones se vieron disminuidas a la nada, al ver que la joven ni siquiera lo miraba, manteniendo un gesto frío en el rostro, mientras preparaba todo lo que necesitaría para limpiar la herida.

-Quédate quieto.- dijo sin mucha delicadeza, sosteniendo un algodón con quien sabe que sustancia impregnada, entre los dedos. Li no se movió. La joven Kinomoto, presionó con algo de rudeza el objeto contra la herida, haciendo que este retrocediera sorprendido.

-Lo siento.- se apresuró a decir ella después de su acción, evitando en todo momento su mirada inquisitiva. –Lo haré con más cuidado.-

Shaoran asintió poco convencido, con algo de desconfianza en la mirada, pero manteniendo su posición firme de todos modos.

La chica comenzó a hacer su trabajo de nuevo, esta vez con la delicadeza y suavidad propias de una mujer, y ella, muy embebida en su tarea, dejo pasar de desapercibida, la mirada embelesada de su compañero.

El castaño se había olvidado completamente de su dolor en la frente, y de los ligeros pinchazos que le ocasionaba la sustancia aquella, mientras observaba a la mujer delante de él con atención.

Sus manos temblaron un momento involuntariamente, y su rostro adquirió un tonó carmesí ante su proximidad. Recordó por un momento, aquella vez en que, sin la más mínima atención le había robado un beso muy casualmente.

Pero al verla de esa manera enfrente de él, con los labios entreabiertos a pocos centímetros de su rostro, aquel acceso de deseo le volvía a carcomer las entrañas. Sin embargo, no era la misma sensación. Aquella vez, había distinguido que su anhelo por tocar aquellos labios, no había sido más que un capricho vano de sus instintos, como tantas veces le había pasado. Y esta vez, muy a pesar de la razón que intentaba imponer, se daba cuenta que era algo más profundo e inexpugnable. No era solo ese deseo carnal, ni esa pasión fundamentada en una entidad física, ni siquiera ese ensimismamiento en que se sumía cuando admiraba a una belleza sin igual... era algo diferente, algo que nacía en el pecho, inundándolo de una calidez inexplicable. Talvez era eso a lo que algunos llamaban amor. Y maldita fuera la persona que había descrito todos sus síntomas.

-S-Sakura.- tartamudeo el joven, sin retirarle la mirada.

Ella asintió nada más.

-Bueno yo...- dudó. –Quería disculparme por lo de la otra vez.- la joven levantó la mirada algo interesada. –La verdad yo no quería...bueno, es que ella llegó y...no supe...- de nuevo titubeó, y esta vez, su sonrojo creció hasta tocarle el cuello, desviando la mirada inseguramente hacía uno de sus costados.

-No veo porque tienes que disculparte.- respondió Sakura de una forma falta de dulzura.

-Tu y yo no somos más que amigos.-

¿Por qué no le había dado mejor una bofetada? ¿Por qué no había dejado que su hermano lo golpeara, y después lo sacara arrastrando de la casa?

-Yo... no pensaba eso.- le respondió Li con un dejo de tristeza en la voz.

Ella lo vio sorprendida. –Supongo que en este momento esto ya no te importa, pero he dejado de ver a Meiling desde aquella vez, y no pienso verla de nuevo jamás.-

-No tenías porque.- la esmeralda fijo la mirada en su regazo, observando como sus puños apretujaban su vestuario. –Si querías seguirla viendo...-

-No quería.- respondió Li con prontitud. –Aunque ya no pueda convencerte de nada, no pienso volver a verla.-

El castaño la miro con sinceridad en el rostro, esta vez sin quitarle los ojos de encima. –Me he dado cuenta de muchas cosas estos últimos días, y por fin estoy completamente seguro de algo, por primera vez en mi vida...- el sonrojo desapareció completamente de sus mejillas y una mirada de determinación y seguridad apareció en sus ojos ambarinos.

-Te quiero a mi lado.-

Sakura sintió un escalofrío que le recorrió la espina, cuando los brazos del joven la rodearon de repente.

-Dame otra oportunidad.- le susurró tiernamente al oído, con una voz suave y llena de claridad, y ella no pudo hacer más que darle una respuesta silenciosa, cuando le regreso su gesto.

~*~

Si había algo que odiaba de Tomoyo Daidouji, era ese calma apacible que siempre le producía cuando dormía a su lado por las noches ó incluso durante el día. Otras veces, se la pasaba simplemente dormitando dos o tres horas, sin lograr alcanzar el sueño profundo, gracias a las constantes pesadillas y al ojo avizor que siempre tenía presente. Sin embargo, ella parecía ahuyentar todas las inquietudes que otras veces se hubieran apoderado de él irremediablemente, y ya no dormitaba, a su lado, lograba descansar. ¡Y por cuantas horas podía llegar a disfrutar de la paz que su cálido cuerpo le proporcionaba! ¡Por cuantas horas podía permanecer sumido en un descanso sin sueños o pesadillas! Descansar... lo había deseado con todo su ser por casi trece años, y ahora se arrepentía.

Era demasiado tarde cuando despertó sobresaltado, al escuchar que algo se rompía a pocos metros de los dos. Dos sombras envueltas en la penumbra, dieron un salto ágil hacía la habitación, recuperando el equilibrio inmediatamente.

¿Qué demonios pasa aquí?

El ojiazul, apto para las situaciones inesperadas, se levantó de golpe, parándose delante de la figura de Tomoyo que ya yacía sentada al borde de la cama, mirando a los hombres delante de los dos con una expresión de gran sorpresa, y si Eriol no se equivocaba, también de temor.

-¿Qué demonios pasa aquí? ¿Quiénes son ustedes?- les gritó, irrumpiendo en el silencio de la noche, sin quitar la mirada fiera del rostro.

Sin decir nada, las dos personas que tenía delante de él, se le fueron encima con extrema rapidez, sacando de sus bolsillos, unas cosas delgadas que resplandecieron a la débil luz. Pero Eriol no se movió, impasible y orgulloso, plantado en su sitio como una estatua esculpida en marfil, aguardo alerta el golpe venidero. Las dos manos enemigas se abalanzaron en contra de su cuello, siendo desviadas a tiempo por un bloqueo departe del asesino. Dos sonidos amortiguados de metal cayeron al suelo, perdiéndose completamente en la oscuridad, y los atacantes, enardecidos por su misión incompleta, se lanzaron con furia a su víctima.

Aquellos hombres eran personas entrenadas, notó Eriol, ya que sus golpes eran certeros y de rapidez impresionante. Pero nunca serían rival digno del mejor asesino. Sin armas aún, podía disputarse frente a frente con más de uno, y talvez salir victorioso.

Los dos hombres cayeron al suelo después de unos momentos, dejando solamente la secuela de una mejilla hinchada y un ligero dolor en el antebrazo; pero cuando Eriol se dio cuenta, ya había otros hombres empezando a cerrarle paso. Tres, cuatro...cinco personas sumidas en las tinieblas, rodeándolo como a una bestia enjaulada.

-¡Déjame!-

El ojiazul retrocedió unos pasos, alzando la cabeza sobre los demás frenéticamente, tratando de localizar en algún punto de la habitación, a aquella mujer dueña de la voz con la que había estado hacia solo dos minutos. Y cuando por fin alcanzó a distinguir su delgada figura, sus ojos se encendieron de rabia y sus puños se crisparon de manera lacerante.

Ahí estaba Tomoyo, pero no estaba sola. Un hombre la sostenía con un brazo, firmemente por el cuello inmovilizándola por completo, mientras ella intentaba zafarse de su agresor vanamente.

Todo se detuvo en ese momento, las sombras que antes habían estado rodeando al asesino, se disiparon y plantaron obstinadamente delante de aquel sujeto que sostenía a la ametista. Y Eriol, ayudado de un rayo de luz oportuno que se coló ligeramente por la ventana, alcanzó a distinguir el brillo asesino de aquellos ojos castaños.

-Henry...-

La sombra que permanecía detrás de Tomoyo, lanzó una expresión de burla, apretando más a la chica contra si. Le susurró algo al oído que nadie más alcanzó a escuchar, y en un rápido movimiento de su mano libre, le clavó algo de brillo metálico justo a un costado de la yugular.

-Eriol...-

La joven permaneció inmóvil por unos momentos, con una expresión de asombro y miedo en el rostro, para después cerrar los ojos y caer pesadamente en los brazos de su captor, sin si quiera un sonido de dolor. ¡Ahora comprendía porque se habían abalanzado sobre él con las manos en alto y el brillo plateado reluciendo a la luz! ¡Él mismo había utilizado esa técnica en algunas ocasiones en que su oponente era duro de roer, para librarse fácilmente de los obstáculos! Una inyección que actuaba de forma instantánea en el sistema nervioso, inhibiendo todas las funciones, paralizando el cuerpo y sumiéndolo en un sueño profundo por varias horas, y a veces hasta por días.

Alguna vez le habían aplicado algo de ese somnífero, en sus días de entrenamiento, y había permanecido dos días enteros dormido... y ni siquiera había sido una dosis completa.

Entonces para eso era ese ataque. Los tres días se habían cumplido esa misma noche, y él había fallado una misión. Y se la habían encomendado a alguien más, alguien que sí la cumpliría. ¿Por qué, entre todos los trabajadores que había en la compañía, tendrían que haber escogido a ese en específico? ¡Maldita era su suerte! ¡Henry era la única persona que la había visto! ¡¿Por qué él?!

-¿Qué estas haciendo Henry?- preguntó Eriol peligrosamente.

-Cumpliendo la misión que el jefe me encomendó y que tu no pudiste cumplir.- respondió fríamente y con orgullo evidente en la voz.

-Déjala.-

Una carcajada falta de inhibiciones escapó de los crueles labios del joven de Nueva Orleáns. -¡No me creas tan estúpido Eriol! ¡Esta mujer es mi pase automático a el favoritismo del jefe!- exclamó entre risas, mientras cargaba a la joven sin mucho esfuerzo. –Y con mayor razón después de que le diga que su mejor asesino estaba apunto de escaparse con la víctima más renumerada... ¿Crees que te siga tratando con los mismos privilegios? ¿Crees que vas a seguir como hasta ahora después de intentar traicionar a la compañía?-

-¡No me importa la compañía!¡Has lo que quieras con los malditos puestos, y hazle de perro con el jefe si eso te hace feliz, pero regrésamela! ¡No voy a dejar que te la lleves!-

-¿A no? ¿Y como lo vas a impedir?-

Y fue cuando Eriol notó de nuevo a los hombres encubiertos, que habían aumentado en número, que empezaban a postrarse alrededor de él.

Y los hombres que le tapaban el paso, se lanzaron al ataque. Era una persona de fuerza impresionante, pero era simplemente un humano. Ninguna fuerza mortal podría haber aguantado una lluvia de golpes tan brutal. Tres individuos cayeron al suelo a causa de sus golpes, pero los otros dos se mantuvieron impávidos, asestando golpe tras golpe con certeza impresionante.

El ojiazul fue derribado de un golpe en el rostro, cayendo al piso con un ruido sordo. Los dos agresores, con la fuerza renovada a causa de su frenesí, agotaron sus ánimos con una serie de puntapiés inclementes ante el hombre caído.

Eriol cerró los ojos con cansancio y dolor por un momento, pensando en darse por vencido por primera vez, cuando sintió como los golpes se detenían, y como unos pasos seguros y pedantes se acercaban a donde él estaba, deteniéndose a unos centímetros de su cuerpo.

El ojiazul abrió los ojos con pesadez, y se encontró con la sonrisa burlona de Henry, que ya no llevaba a la mujer entre sus brazos, y que se había agachado ante él, observándolo con desdén.

-Te dije que sería mía.- le susurró con voz rasposa, y se pasó la lengua por los labios.

Y quien sabe como, si por la adrenalina despedida como un último aliento de su cuerpo maltrecho, ó el pensamiento de su niña en los brazos de aquel hombre repugnante, logró incorporarse con rapidez, a pesar de sus heridas, asestando un golpe a la nariz del castaño, que se derrumbo hacia atrás sosteniéndose el rostro. Los otros dos enseguida se abalanzaron sobre el inglés, tratando de contenerlo, pero sus esfuerzos fueron inútiles esta vez, un golpe a cada uno y por fin estaban vencidos.

Henry levantó la vista por un momento, mientras trataba de contener la hemorragia de su nariz rota, cuando logró divisar, a través de las sombras, a una persona que se erguía una vez más después de caída, y como con dos simples movimientos, lograba zafarse de sus captores, antes de que otras dos sombras le cubrieran la visión de nuevo.

Desde su posición, Henry observó como el ojiazul se defendía, y como, a pesar de todos los golpes que había recibido, aún podía levantarse con orgullo y soberbia.

Ahí estaba un hombre guiado nada más por el amor, en una lucha imposible en contra de los captores de su tesoro, levantándose como traído desde la tumba, en un último esfuerzo desesperado por conseguir su objetivo.

Y fue cuando el joven lo miró desde su lugar con admiración y sorpresa sinceras por primera vez.

...

Se notaba que Eriol se estaba dando por vencido. El cuerpo parecía no responderle, y la mente se le nublaba de vez en cuando a juzgar por ese repentino parpadeo inusual. Estaba a punto de ser derrotado, significando con ello una victoria absoluta.

Se rió por lo bajo, y se empezó a incorporar, cuando escuchó enfrente de él, algo que le llamaba la atención. Levantó la mirada solo para ver como el ojiazul fijaba los ojos asesinos en él, y como de un solo empujón se libraba sin problemas de sus dos agresores, y se abalanzaba en contra de él con rapidez y determinación a matar. Henry se echó contra una pared al verse indefenso ante Eriol, y cerró con fuerza los ojos, al ver la mano extendida del asesino a pocos centímetros de su rostro.

Sin embargo, nada le llegó. Ningunas manos se le aferraron al cuello intentando estrangularlo, y ningún golpe llegó hasta su mandíbula como había estado esperando. Se aventuró a echar un vistazo con temor, y notó con sorpresa, que la mano de su víctima estaba aún a unos pocos centímetros de su cara, tratando de alcanzarlo vanamente. Y cuando miró más allá, pudo notar el resplandor de una aguja plateada clavada a más de la mitad, a un lado de la yugular del joven, con un hombre detrás de él sosteniéndola.

Y la jeringa estaba vacía.

Henry vio como Eriol lo miraba con ojos escarlatas, y como la expresión de furia contorsionaba los finos rasgos de su rostro. No pudo pronunciar nada más, pero por un momento, creyó ver en esos ojos, la sentencia irrefutable de una muerte inminente.

Y por fin, después de una lucha titánica e imposible, el mejor criminal de la compañía, el famoso Asesino Ingles, con un fuerte sentido de impotencia, sucumbió ante las sombras.

~*~

De nuevo era una de esas noches de insomnio. De nuevo hasta las cuatro de la mañana sin poder conciliar el sueño ni un momento, a pesar de todos los intentos que ahora le resultaban infructuosos.

Yue Tsukishiro llevaba casi tres horas desde que se había ido a acostar, dando vueltas en su cama, u observando al vacío que se ceñía delante de él sin mucho interes, y sin que ningún pensamiento específico transitara en su memoria.

Últimamente había intentado callar a todos los pensamientos que se relacionaban con su antiguo caso, porque sino, simplemente le resultaban preciosas horas de su vida perdidas, sin siquiera un objetivo que cumplir.

Había intentado varias veces conocer más datos del caso, que los que daban los periódicos o los noticieros amarillistas, intentando ingresar en las computadoras de le jefatura, o revisando papeles que a veces quedaban olvidados encima de los escritorios, pero no había conseguido nada que no se hubiera mencionado ya. O las noticias las tenían muy bien guardadas, ó el nuevo jefe del caso no había llegado más lejos que él.

Entornó los ojos un momento cuando divisó la luna atravez de las persianas de la habitación, quedándose un momento prensado ante su belleza sin igual. Podía tomarse ese pequeño lujo ahora que tenía más tiempo libre. Ya no tenía que quedarse hasta tarde para revisar todos los informes de la jefatura, ni tenía que levantarse temprano para alcanzar la junta matutina con todos los encargados de las investigaciones... y su salud había mejorado notablemente. Mientras antes se le veía pálido y ojeroso, aparentando mucha más edad de la que en verdad tenía, ahora se le veía de un semblante natural y sano, recuperando con ese descanso extra, los años que creía habían pasado.

La paga era menor, pero por una parte estaba agradecido.

Pasó otro rato en la oscuridad, hasta que los primeros rayos se asomaron en el horizonte, y, un poco frustrado por su falta de descanso, se incorporó por fin, y prendió la televisión refunfuñando por lo bajo. Pasó los canales distraídamente, hasta que se encontró con un rostro familiar.

Un hombre mucho mayor que él, calvo y de un abdomen prominente, estaba al frente de una multitud de micrófonos, con una sonrisa de superioridad en el rostro. Era el nuevo encargado del caso: el detective Urashima. Ese que había reemplazado a Yue por tener una mayor 'experiencia'.

El ojiazul, guiado por la curiosidad, al notar la mirada de triunfo en su rostro, subió el volumen para que la voz gangosa del detective se escuchara por toda la habitación.

...y parece que por fin, después de meses de investigación, todas nuestras pesquisas han dado resultado y han terminado en un final algo sorpresivo para nosotros pero muy satisfactorio.

El corazón de Yue latió con rapidez. Mientras se incorporaba en su cama, con el sueño totalmente ahuyentado. No podía ser lo que él pensaba ¿o si?

...Recibimos una llamada anónima que no pudo ser rastreada, a eso de las 4:00 de la madrugada, informándonos del posible paradero del famoso asesino de la familia de los Daidouji; y como es de esperarse, fuimos a investigar de inmediato....

La escena cambió de un momento a otro, por un video filmado por el noticiero en turno, en donde se mostraba el edifico donde se presumía habitaba el susodicho.

...Registramos el departamento, y no encontramos nada inusual al principio, pero al entrar a una de las habitaciones, logramos ver un desorden notorio en todos lados, y una figura que yacía inconsciente en el suelo. Parece que en ese lugar se efectuó una pelea por razones que aun desconocemos, y este hombre resultó ser el perdedor.. En estos momentos estamos investigando la identidad de esta persona aunque podemos presumir casi sin falla, que por fin hemos atrapado al Asesino Ingles...

La entrevista siguió por poco menos de un minuto, sin ninguna novedad, dejando a los reporteros con el ansia de saber más, y con la emocionante expectativa de un nuevo informe en la mañana.

Sin embargo, Yue no se sentía del todo satisfecho. ¿Podría ese gordo y calvo detective, falto de iniciativa y cerebro, haber atrapado al criminal más buscado de todo el Japón? ¿Cómo había sabido su paradero? ¿Era en verdad el asesino Ingles?

Si todos los rumores sobre su captura eran ciertos, ¿sería aquella persona que él había estado buscando con tanto afán o había ido tras la pista equivocada esa vez?

Se levantó con brusquedad, y buscó rápidamente las ropas que se puso sin mucho cuidado, poniéndose una gabardina encima para disimular. Peinó su cabello con la mano, y lo sujeto como siempre detrás de su cabeza, echando mano a las llaves de su auto al mismo tiempo.

Si lo habían capturado, tenía que comprobarlo con sus propios ojos.

~*~

-¡¿Qué?! A si, ya voy.- fueron las palabras de Li cuando despertó sobresaltado al escuchar el teléfono por primera vez. Se talló los ojos con pereza, y se levantó de la cama sin muchas ganas, arrastrando los pies, mientras trataba de llegar a la sala.

De navidad se regalaría un teléfono nuevo y lo pondría en su cuarto, así ya no tendría que sufrir esos tormentos en la madrugada, y después de haber dormido solo unas cuantas horas.

Sin duda era una persona insistente, llevaba más de seis timbrazos cuando el castaño por fin alzó el auricular, y suprimiendo un bostezo, contestó.

-Li.- se escuchó una voz más joven que la de él. –¿Estas viendo la televisión? ¡Enciéndela ahora mismo!-

Sin comprender mucho el temperamento agresivo del joven Tsukiyono, alcanzó el control remoto, y encendió la televisión, observando sin mucho interés a la pantalla.

-¿Qué tiene de especial?-

-¡Escucha lo que dicen!-

Li le subió volumen y se sentó en el sillón de la estancia desgarbadamente, manteniendo el auricular pegado a su oído.

Pronto vio una imagen en la pantalla que le llamó un poco la atención. La cámara filmaba desde la entrada principal, un edificio que se le hacía un poco familiar. Una reportera joven apareció en escena, y, sosteniendo su micrófono, empezó a hablar hacía la cámara.

...Y parece que las sospechas del detective Urashima fueron correctas, cuando esta mañana, afirmó, haber atrapado al 'Asesino Ingles' que como sabemos es un buscado criminal por...

Li se despertó bruscamente al escuchar el conocido apodo que su amigo utilizaba, y por un momento sus ojos se agrandaron con terror cuando descubrió el porque la fachada de aquel edificio se le hacía tan familiar. ¡Si era en donde vivía Eriol!

...El supuesto responsable de los asesinatos fue encontrado gracias a una llamada anónima a tempranas horas de la mañana, en donde se le informó a la policía, un supuesto paradero de este criminal...

-¡¿Qué dem...?!- exclamó Li al escuchar esto último. ¿Quién podría haber sido el traidor?

...el incriminado en el caso, no a sido retirado de este lugar, ya que yace inconsciente al parecer por un tipo de droga suministrado a su sistema nervioso...

-¿Droga?- se preguntó a si mismo, incrédulo.

...los paramédicos están haciendo todo lo posible por despertarlo, para que así se pueda dar por fin una solución a este caso...

-Voy para allá.- y colgó antes de que el otro joven pudiera contestar.

Tomó su gabardina solamente, y salió de su departamento con rapidez, esta vez sin importarle su seguridad.

Había tenido una pelea con él, se vería muy sospechoso de tan solo ir a la escena del crimen, y corría un alto riesgo de ser capturado al descubrirse la identidad de su compañero... y sin embargo, se encaminó decididamente y sin ningún titubeo hacía el lugar. El podía ser un mujeriego, un tramposo, mentiroso, asesino y talvez hasta ladrón, pero desertor nunca, y menos de una amistad.

~*~

Despierta...

Todo había sido un mal sueño ¿verdad?

En realidad su vida seguía como siempre, tan distante y alejada de todos los demás tanto como podía, y aún seguía trabajando en la compañía y era el mejor asesino, gracias a su sangre fría y despiadada naturaleza... no había cambiado en nada... nunca la había conocido a ella; simplemente había sido un producto de su imaginación escondida, y ella nunca había existido más que como un sueño hermoso del que después se podría recuperar ¿verdad?

Despierta...

Simplemente había sido una ilusión fantástica en su deseo de alejarse de la soledad, pero ahora despertaría después de un sueño inusualmente largo a la mañana, y saldría a su paseo matutino por las calles de la ciudad, sin que su vida se viera preocupada por nada más que por el dinero... no tendría ese sentimiento de pesar en el pecho cuando despertara, porque sabría que todo había sido mentira, y que ninguno de sus temores se había cumplido...

Y de nuevo mataría a las personas por dinero, sin ningún remordimiento de conciencia, viviría con sus pesadillas pero que nunca se saldrían de su control...

...

Un fuerte olor a amoniaco le llegó de repente, sacándolo lentamente de la penumbra en la que se encontraba. Y fue ahí donde acepto, que por fin despertaría a la realidad, pero no a la que él estaba acostumbrado.

Creo que esta despertando...

Escuchó hablar a una voz femenina delante de él, que le echaba una luz intensa en los ojos, y como después alguien más se le acercaba y le daba unas palmaditas en el rostro.

Sus ojos se empezaron a abrir con lentitud, y cuando por fin logró enfocar todo lo que tenía adelante, lo primero que vio, fue la luz de la mañana pegando de lleno en el suelo a pocos pasos de él, antes de que varias sombras se abalanzaran sobre su figura derrotada, cubriéndole casi todo el campo de visión. Intento moverse un poco por reflejo, pero notó muy pronto como sus manos no obedecían del todo. Intentó levantarlas, pero no se movieron de su lugar.

Por un momento pensó que aquel somnífero le había paralizado las extremidades, pero cuando sintió esa opresión en las muñecas, comprendió al fin que sucedía. Hacía mucho que no sentía ese frío metálico.

Sin embargo, antes de que cualquier otro pensamiento lo pudiera asaltar, miró a su alrededor con desesperación.

¿En donde está?

Intentó incorporarse un momento, pero de inmediato, algunas manos lo detuvieron de los hombros y del pecho, tratando de regresarlo a su posición anterior.

-¿Quiénes son ustedes?- preguntó incrédulamente, aunque en el interior, sabia perfectamente sus identidades y que estaban haciendo ahí. -¡¿Dónde esta ella?!- intentó zafarse una vez más de las esposas que lo ataban contra uno de los pilares de la estancia.

-¡¿A dónde se la llevaron?!- les grito bruscamente, sin que la fuerza de los oficiales pudiera contenerlo completamente.

En eso, un oficial obeso y calvo, se le acercó con autoridad, apartando a las personas de blanco que se postraban a su alrededor.

-Por fin te atrape.- susurró con desprecio, arrodillándose frente a él, y tomándolo por el cuello de la camisa, mirándolo de arriba abajo con desdén.

-¿Quién es usted?- preguntó Eriol mirándolo sin titubeos, logrando que el policía apartara los ojos de su persona.

-Soy el detective Urashima, encargado del caso de los asesinatos de los Daidouji, y parece que por fin le he dado una resolución a este caso.- el hombre se levantó con orgullo. –Por fin te atrapé, maldito bastardo.- y se dirigió a las personas que estaban detrás de él, haciéndole unas señas a las personas que estaban en la puerta de la habitación.

Dos policías más llegaron a su lado, y lo sostuvieron con fuerza para incorporarlo y quitarle las esposas, para después volvérselas a poner una vez liberado del pilar. El detective salió del cuarto, y fue cuando Eriol pudo notar lo grave de la situación.

El escondite que había perfeccionado tan afanosamente, en una de las paredes del dormitorio, había quedado completamente al descubierto, sin ningún rastro de que se hubiera hecho a la fuerza. Unos guantes que habían estado en la mesa, estaban ahora en una bolsa de plástico en manos de uno de los peritos, y en manos de otro, una bolsa con ese pequeño encendedor que ocupaba tan seguido en las misiones. Además, esparcidos por la mesa en señal de evidencia, se encontraban algunos miles de dólares que él tan afanosamente había ocultado en una superficie hueca del suelo... todas las evidencias estaban en su contra

Esta vez, si lo habían atrapado.

Una orden se dio desde afuera del inmueble, y los dos oficiales que sostenían a Eriol, lo hicieron avanzar por los pasillos y el elevador, hasta llegar a la puerta principal, en donde el asesino alcanzó a escuchar barullo penetrante, y varios destellos de luz plateada.

Él intentó retroceder unos pasos, pero fue obligado a proseguir fácilmente, al seguir bajo las secuelas de la droga que le habían suministrado.

El detective tosió tratando de llamar la atención. –¿Me permiten su atención por favor?... Gracias... como ya se les ha informado a primeras horas de esta mañana, recibimos a eso de las cuatro de la madrugada una llamada anónima que no se pudo identificar, informándonos acerca del paradero del famoso y buscado 'Asesino Ingles'... como era de esperarse, revisamos el lugar, y encontramos a un hombre que corresponde a todas las características que teníamos en nuestro poder, incluyendo los patrones de voz que encontramos con el joven Tyson Daidouji. Aun faltan hacer unas investigaciones, pero estamos un 100% seguros de que tenemos por fin a nuestro asesino.- y cuando acabo de decir esto, las puertas se abrieron detrás de él, y dos policías salieron del edificio sosteniendo a un hombre joven y de gran atractivo visual, que llevaba la mirada fija en el suelo.

Las cámaras se abalanzaron sobre él de inmediato, y miles de micrófonos se interpusieron entre su rostro y el mundo, colmándolo con preguntas que no alcanzaba a entender por completo, sin asimilar aun completamente, lo que estaba sucediendo.

Sin responder nada, levantó la vista, colando la mirada por entre los reporteros hacia una persona que estaba al fondo, con los demás espectadores. Un hombre al que se le veía la cara pálida y el cabello despeinado, que era el único que mostraba preocupación en el rostro, en lugar de ira o repulsión. Li Shaoran estaba ahí. Estaba ahí a pesar de todo lo que había pasado la noche pasada y a pesar de que su seguridad podría correr peligro si alguien lo reconocía.

Y sin pensarlo dos veces, le sonrió, y nadie más se percato de a quien se le estaba dirigiendo esa sonrisa. Sonrió de una manera agradecida, y llena de resignación, y aun así, sin ningún rastro de arrepentimiento ni enojo.

Y es que Eriol por fin había comprendido su situación. Estaba atrapado y todas las pistas estaban contra él. No pasaría mucho tiempo antes de que lo declararan culpable y le dieran la pena de muerte... Su vida había terminado ahí.

Shaoran lo miró con sorpresa, y vio como lo subían a un carro, y lo encerraban ahí dentro, sin posibilidad de escape, y como poco a poco se iba alejando a su destino, y no pudo evitar que los ojos se le llenaran de lágrimas. Se había despedido de él, y no podía hacer nada para evitarlo.

~*~

-¿En donde está?- Yue llegó a la jefatura después de realizar unas cuantas investigaciones por su cuenta, a eso de las once de la mañana, encontrándose con un gran ajetreo en la instalación entera. Se dirigió rápidamente a su antiguo compañero de trabajo: Touya Kinomoto.

-Lo están interrogando, creo. No he tenido oportunidad de verlo, el papeleo es horrible.- dijo cansinamente, señalando un montón de hojas sobre sus manos y en el escritorio.

-¿Es él? ¿Están seguros de eso?- preguntó el ex-detective encargado del caso con cierto ansia en su joven voz.

-Todo parece indicar que si.-

Y sintió esa frustración enorme que no había experimentado en un largo tiempo. Lo habían atrapado, y para colmo, no había sido él. Tanto trabajo para nada.

-Quiero hablar con él.- dijo firmemente. Tenía que asegurarse al menos, que ese hombre fuera la persona que el se había empeñado tanto por encontrar.

-No creo que sea posible Yue.- dijo Touya seriamente. –Sabes que Urashima no dejaría que te acerques a su asesino, pensaría que tienes algo planeado para destituirlo del cargo.-

-¡Por dios! ¡El muy estúpido ya tuvo su golpe de suerte al atrapar a un sospechoso! ¡Si resulta ser el asesino ingles como el presume, no habrá quien lo baje del favoritismo del jefe de la jefatura!-

-No intentes llamar la atención Yue, se supone que no deberías de estar aquí.-recomendó Touya al notar algunas miradas curiosas que se empezaban a posar en su compañero.

-Ya encontrare manera de hablar con él. Necesito comprobar que estaba en lo correcto, y que ese estúpido de Urashima no me ganó del todo en este caso.-

-No veo en que te pueda ayudar eso.-

-Si resulta ser quien yo pienso, él no pertenece a la cárcel, sino a un manicomio. Y ahí si podría tratar de hablar con él.-

-Vamos Yue, debes de tener mejores cosas que hacer ahora.-

Pero el plateado solo se dio media vuelta, saliendo apresuradamente del lugar... si que era una persona en verdad obstinada.

~*~

Por la creciente oscuridad que empezaba a filtrarse por una de las ventanas con barrotes que había en la celda de la jefatura de la policía, Eriol podía notar, que había estado ya todo el día metido en ese lugar. De entrevista en entrevista, siempre con diferentes policías, con amenazas, y una que otra vez con un golpe mal intencionado, había pasado toda la tarde intentando mantener un silencio infranqueable. Le habían leído sus derechos miles de veces, y sin embargo, no había accedido a tener a un abogado en su defensa ni nada por el estilo, simplemente guardaba silencio a todas las preguntas que le hacían, y aguardaba también sin decir palabra, a que terminaran algunos exámenes que le estaban realizando.

¿Qué más podía hacer? No podía recurrir al método tradicional de golpea y corre, porque el lugar era una perrera de policías, y nunca lo acompañaba nada más un oficial, sino iban custodiándolo cerca de cuatro o cinco, además de los guardias que estaban postrados a los costados de su celda de piedra sin mostrar muestra de cansancio. Y no le quedaba ni un arma entre sus ropajes, ninguna que le pudiera servir para siquiera intentar abrir la puerta, o su útil encendedor, que podía estrangular a dos de solo un movimiento.

Por el momento, estaba atrapado, y sin posibilidad de liberación.

¡Eres un estúpido! ¡En este momento podríamos estar lejos de este lugar, pero estamos aquí encerrados como viles perros!

El ojiazul giró los ojos con disgusto evidente.

Esto ya es bastante malo ¿sabes? No necesito que alguien como tu me eche en cara todo lo que a pasado hasta ahora.

Esta bien. Entonces, pensemos. Tenemos que buscar una forma de salir de este lugar.

Eriol sonrió con cierto sarcasmo e ironía.

¿Y desde cuando tu te empeñas tanto en ayudarme?

Ya esta bien estar encerrado en tu cabeza como para colmo estar encerrado en una mugrosa cárcel pestilente.

Si de algo que me voy a regocijar al estar aquí, es de oírte agonizar en tu propia pena.

Agonizaras conmigo entonces.

Talvez, ya no importa. De todos modos, los dos sabemos que solo hay dos formas de escapar de este lugar. O que alguien nos ayude, o muertos. Buena hora escogí para pelearme con mi único amigo.

No veo que sea tu amigo, simplemente se preocupo por su seguridad. Después de esto, va a salir huyendo del país, y adiós esperanza de escape.

Si, supongo que eso es lo que hará...

Perfecto. El grado de cansancio y locura había llegado a tal extremo de empezar a hablar con la voz que odiaba. ¡En verdad había caído bajo esa vez!

Se levantó de su asiento metálico, y se acercó a los barrotes que le impedían la huída, recargando su frente en el frío latón. Aun pensaba en ella constantemente. Su memoria había estado con ella en las entrevistas, y en ese momento, ese sentimiento de perdida era aún mayor. ¿En donde podría estar en esos momentos? ¿Habrían logrado su objetivo de entregarla a quien lo había solicitado? ¿Para que la quería esa persona? Hubiera sido muy sencillo asesinarla y terminar así con las empresas de los Daidouji, y sin embargo, se le había permitido perdurar con la existencia de esa última heredera. Quien hubiera hecho todos esos planes para la muerte de toda una familia, debía tener motivos personales y algún plan calculado para necesitar a Tomoyo viva, y peor aun, debía ser alguna persona que hubiera estado en verdadero contacto con los Daidouji, al conocer el celoso secreto guardado por su madre y su padre desde su nacimiento.

Pero en esos momentos no le interesaba mucho quien estaría detrás de todo el asunto. Se preocupaba más por la ubicación de la chica y si estaría bien o no.

-¿En donde estas linda?- susurró débilmente, casi en una súplica, y casi por instinto, alzó la mano y la llevo hasta su pecho, donde trato de aferrar un objeto invisible. Revisó al tacto el rededor de su cuello, para descubrir con desagrado, que el único recuerdo físico que le quedaba de la chica había desaparecido quien sabe hacia cuando tiempo, llevándose con él, un pedazo de su esperanza.

¿Cómo puedes seguir pensando en ella? ¡Por ella estas aquí! ¡Por ella perdimos todo lo que teníamos!

Lo se.

¿Por qué sigues deseando verla entonces? ¿Por qué te aferras a su recuerdo como lo estas haciendo?

Que extraño episodio estaba pasando. Por primera vez le preguntaba algo, algo que la voz insistente no conocía.

¿Cómo podrías entenderlo si te lo dijera? Odias a lo que te rodea, me lo has dicho. ¿De que serviría que te dijera mis motivos para pensar en ella, sino puedes si quiera comprender el significado de un sentimiento humano?

Y la voz se quedó callada, no replicó, ni siquiera escuchó uno de esos gestos refunfuñantes que acostumbraba a realizar. Talvez se había dado por vencida en esa ocasión.

El joven suspiró satisfecho, y se sentó en la barra de metal a su lado, hundiendo la cabeza entre sus brazos. De nuevo ese insomnio voluntario, nada de descanso para variar en esas circunstancias, siempre que pasaba cuando estaba alejado de ella... sería una noche muy larga.

~*~

El amanecer, como había supuesto antes de intentar descansar, le había resultado más largo que cualquier otro en su vida. Sin poder conciliar el sueño, había intentado permanecer con la mente en blanco, tratando de no recordar. Tratando de olvidar, que en esos momentos justamente, podría estar lejos de toda la desesperación y penas que había encontrado en ese lugar, para comenzar esa nueva vida que había estado planeando con tanta ilusión.

Y ahora todo se había arruinado inesperadamente... todo en lo que empezaba a creer se estaba desvaneciendo al igual que la oscuridad de la noche. Todo lo que ayer pensaba era verdad, empezaba a confundirse en su memoria, porque... ¿Cómo podía todo cambiar de un día para otro, en solamente un instante? ¿Cómo se había arruinado su felicidad, en tan solo unas horas? Mejor pensar que todo había sido un sueño, o un invento de su imaginación ¿no? ¿Para que vivir la horrible vida que te es destinada, con el pesar del corazón del 'hubiera'?

Pero... ¿No es algo común en el ser humano, el inventarse realidades alternativas, huyendo un momento de la realidad? ¿No hacían eso los novelistas, los poetas, los dramaturgos e incluso los cineastas? Y sin duda, la imaginación del hombre era capaz de muchas cosas, sobre todo en los momentos de mayor desesperación.

Eriol alzó los ojos al fin, cuando un débil rayo de pálida luz se coló por la abertura que le servía de ventana. El nuevo día empezaba, y otro día pasaría encerrado en ese lugar, plagado de entrevistas, y sin dudarlo, también de esos duros interrogatorios más bien violentos.

¿En donde estaría Li en esos momentos? ¿Y Tomoyo? ¿Se encontraría bien? Si se atrevían a ponerle una mano encima, quien sabía como, pero saldría de ese lugar, y dedicaría la vida entera a la captura de sus verdugos. Si se atrevían a hacerle daño de cualquier manera, la pagarían con su sangre.

Escuchó un ruido metálico a su lado, y al voltear, descubrió a un guardia postrado enfrente de los barrotes, mirándolo fijamente. Él también lo miro con desafió, y pronto el otro hombre desvió los ojos al suelo.

-Te harán otro interrogatorio.- dijo, sacándose unas llaves del bolsillo.

¿Interrogatorio? ¿Así le llaman a las torturas hoy en día?

Llegaron otros dos policías de repente, y al abrir la celda, los dos entraron con determinación, y sin encontrar mucha resistencia por parte del asesino, lo esposaron y lo empezaron a guiar hacia la parte norte de la jefatura.

Como la tarde anterior, fue guiado hacía uno de los cuartos oscuros que servían como interrogatorios, después de un largo pasillo. Un oficial ya los esperaba en la entrada.

Al entrar, Eriol vio al oficial que anteriormente le había hecho ya una entrevista, pero además vio a una persona de bata blanca, que levaba unos papeles en la mano, dentro de una carpeta.

El ojiazul se desconcertó un poco ante esto. ¿Para que llevaban a un doctor o lo que fuera ahí?

Sin decir nada, se sentó en la silla frente a una mesa en medio de la habitación, y miro a los dos hombres que tenía frente a él con interrogación y desprecio.

¿Qué demonios quieren estos estúpidos?

El oficial empezó a hablar de nuevo, y Eriol supo que otra vez sería víctima de esos interrogatorios tan aburridos que tanto le fastidiaban. El doctor simplemente abrió su carpeta, sacó una pluma, y empezó a escribir quien sabe cuantas cosas en el transcurso de toda la sesión.

No fue más productiva que las antiguas ocasiones. Eriol estaba empeñado en no hablar mas que lo necesario. Además de que no pensaba traicionar a la empresa y delatar a sus amigos, primero prefería que lo juzgaran sin ninguna prueba, y si el caso no fallaba a su favor (lo cual era lo más posible) que lo mataran con alguna de sus sentencias capitales.

El policía se cansó pronto. No había pasado ni media hora, cuando ya había dado por terminada la sesión. Sin embargo, no mandó a llamar a los guardias para que se lo llevaran de inmediato, en lugar de eso, volteó a ver al hombre que se había sentado detrás de él interrogantemente, esperando a que terminara de escribir unas últimas notas.

El hombre volteó a verlo con una mirada de satisfacción en el rostro, y asintió.

-Solo debemos hacerle unas pruebas simples de laboratorio, y todo estará en regla.- comentó con algo de orgullo, mirando de reojo la expresión del ojiazul, que permanecía callado y con cierta confusión casi imperceptible en el rostro.

-¿Quién es usted?- el acusado Hiragizawa, por fin había hablado en la sesión. Parecía que tenía cierto interés en saber el porque de la presencia de ese doctor desconocido en ese lugar, mientras lo interrogaban. Hubiera comprendido la presencia de un guardia, de un abogado, incluso de un reportero pero... ¿un doctor para que?

-No es muy importante mi nombre en estos momentos señor Hiragizawa.-

-¿Qué esta haciendo aquí?-

-Solo aplicaba unas cuantas pruebas a su persona.-

-¿Qué clase de pruebas?- preguntó Eriol, empezando a adivinar la profesión del hombre.

-Psicológicas.-

Y Eriol pudo sentir como el estomago le daba un vuelco. Ese doctor era un psiquiatra.

~*~

-Sus sospechas fueron muy acertadas detective Tsukishiro.- un hombre de bata blanca, se encontró con Yue en uno de los pasillos de la jefatura, después de medio día. –Solo necesitamos hacer algunas pruebas.-

-¿Cómo esta su caso?- preguntó Yue muy interesado, sin poder ocultar el triunfo de su voz.

-Todo parece indicar que sufre de esquizofrenia paranoide.- hojeo sus anotaciones un momento.- Tiene varios de sus síntomas: extrema desconfianza hacia los demás, reacciones emocionales frías e inapropiadas, delirio de grandeza, presenta momentos prolongados de catatonia, deterioro de adaptación social y perdida parcial del contacto con la realidad... y si me preguntas mi opinión, pienso que sufre de alucinaciones auditivas, y talvez visuales... es una persona peligrosa Yue, no puede quedarse aquí.-

-Lo sabía.- susurró Yue casi inaudiblemente, asintiendo con gesto de triunfo en el rostro.

-Creo que tenias razón Yue, recuerdo a un pequeño con esas mismas características, que estuvo internado en nuestro hospital hace unos siete u ocho años ¿no?-

-Si.-

-Si no mal recuerdo es a ese al que le suspendiste las terapias.-

El ojiazul no contestó.

-Nunca pensé que llegaría a esto. Se recupero satisfactoriamente de sus tratamientos, e incluso se le readapto socialmente.-

-Deberíamos de tener algunos archivos de él ¿no es cierto?- preguntó Yue interrumpiendo a su antiguo colega.

-Sería de suponerse. Todos los archivos de aquí a treinta años atrás están almacenados en nuestras computadoras.-

-¿Porque no lo encontré entonces en esos archivos?-

-No lo se. Pero si lo que tu supones es cierto, y él trabaja para una compañía, debe de ser una empresa muy poderosa y con muchos recursos para emplear tecnología de ese tipo. No es fácil infiltrarse a los archivos pertenecientes al estado.-

-Estoy seguro que él trabaja para alguien. No podría haber organizado tales golpes él solo... ni tampoco podría financiarlos, tenía a muchos hombres bajo su comando.-

-¿Por qué querría él desaparecer a los Daidouji?-

-No pudo ser él. Por mucha tecnología que tenga, son demasiadas coincidencias las que se dan en los casos. Quien hubiera querido terminar con esa familia, tenía una razón poderosa para intentarlo, y además los conocía demasiado bien... temo que sea algún empleado o algo así.-

-Pero la compañía ya no tiene ningún heredero.-expresó el joven de bata blanca. –Sonomi no dejó alguna escritura o testamento. Los bienes que se dieran pertenecerían a los empleados en general, o a quien ascendiera a la presidencia de la compañía, y por lo que se, no hay nadie aspirando a ese puesto.-

Yue se quedo callado un rato. Tomoyo... solo ella conocía todos los sistemas de la casa, los horarios de sus familiares, era la única heredera directa de la familia, podía entrar y salir a su antojo, y además tenía una cuenta de dinero demasiado grande a la que podía tener acceso sin ninguna amonestación... pero no. Ella jamás hubiera planeado algo parecido. Por lo que había visto, amaba a su familia y era una mujer de sentimientos muy nobles. Jamás hubiera pensado en asesinar a las personas de su sangre ¿o si?

~*~

Necesito salir de aquí.

Eriol había quedado atrapado en la pequeña sala a la que había sido conducido para el corto interrogatorio. Las dos personas que lo habían acompañado por un rato habían desaparecido detrás de la puerta, ahora por casi una hora.

¿Qué estaban pensando al llevar a un psiquiatra a ese lugar? No estarían pensando en que tenía una conducta anormal ¿O si? ¿No era así como se comportaban todos los reos? ¿O tenía que confesar y quedar arrepentido para poder llegar a ser considerado alguien normal, aunque de eso dependiera su propia vida?

¡Diles la verdad!

¿Qué estas diciendo?

¡Díselas! ¡O nos volverán a encerrar en ese maldito lugar!

No. No pueden hacer eso.

¡¿Eres estúpido o que?! ¡¿Crees que ese bastardo vino a este lugar nada más a conocerte?!

¡No pudo haberlo sabido simplemente observándome!

¿Qué no te acuerdas de quien manejaba este caso antes del torpe de Urashima? ¿Acaso se te ha olvidado?

Yue...

¡Así es! ¡Él nos conoció! ¡Él sabe quienes somos! ¡Por él te abandonaron tus padres! ¡Por él entraste a ese horrendo lugar, y por él vas a regresar ahí!

Eriol sintió un escalofrío recorriendo toda su espalda, y cómo las manos empezaban a temblarle levemente. Una ansiedad que nunca había sentido, empezó a surgirle desde el estomago hasta las extremidades, y por primera vez desde hacía muchísimo tiempo, sintió miedo.

No pueden llevarme a ese lugar de nuevo.

Se repitió una y otra vez mientras sentía como se le doblaban las rodillas y como un sudor frío empezaba a recorrerle el rostro y el cuello.

La puerta se abrió a su lado, pero él no se inmutó. Ni siquiera miró a quien estaba parado a pocos pasos enfrente de él, ni como dos hombres de blanco se le acercaban lentamente.

Y salió de su trance al sentir como dos pares de manos lo aferraban de cada brazo, sosteniéndolo con fuerza. Sin moverse de su sitio, ni hacer algún esfuerzo por liberarse, alzó la mirada.

Y su furia fue enorme al ver ese conocido par de ojos celestes.

¡Maldito!

¡Mátalo!

Intentó lanzársele encima, pero fue detenido rápidamente por los dos hombres que lo habían sostenido desde el principio, lacerándole los brazos.

-Por fin nos vemos Hiragizawa.- dijo Yue casi burlonamente, con una sonrisa de superioridad en el rostro. –Aquí se acabaron tus juegos al fin.-

El ojiazul no pudo articular palabra alguna. Parte por la rabia que sentía, parte por vergüenza. ¡Se había burlado tantas veces de él, y ahora se intercambiaban los papeles!

-Me encargaré de que te den la pena de muerte, seas un enfermo o no.- dijo Yue despectivamente.

El doctor que antes había estado en la entrevista, entró por la puerta, con lo que parecía una manta blanca entre las manos. Se acercó al ojiazul, y lo desdobló, para revelar una camisa de fuerza.

Eriol retrocedió unos pasos. -¿Qué demonios haces?- preguntó con voz tenue, observando el objeto con ojos muy abiertos.

-No puedes quedarte aquí.- dijo el doctor sin alguna expresión.

¡Haz algo! ¡No pueden llevarnos de regreso!

Pero el joven no se movió, inmovilizado por un terror mudo, perdió sus ojos en el suelo e ignoró los incesantes gritos en su mente.

Los hombres le pusieron la camisa de fuerza sin ningún esfuerzo, y la aseguraron por la espalda con firmeza. Ahora si, sus posibilidades de escape eran nulas.

-¿Adónde me estas llevando?- preguntó el inglés en un susurro, aunque ya conocía muy bien la respuesta

-Regresaras a Azkaban.-

Y su semblante de fortaleza se derrumbó en ese instante. –No puedes, no puedes llevarme de regreso a ese lugar.-

-Si puedo...Llévenselo.-

¡No nos pueden llevar así nada más! ¡Mátalo, mátalo!

Los doctores jalaron al asesino por la camisa, obligándolo a caminar. Pero en el instante en que iban a salir de la habitación, con una fuerza que no había tenido en el momento en el que lo había inmovilizado, se libró de sus captores con facilidad, y se abalanzó en contra del detective, derribándolo de una fuerte embestida. Antes de que pudiera echársele encima una vez más, lo sostuvieron entre los otros tres.

¡Él nos hizo esto!

-¡Maldito! ¡Eres un maldito! ¡Tu me abandonaste cuando era solo un niño! ¡Te largaste por cobarde! ¡Todo esto es tu culpa! ¡Cobarde! ¡No te vas a escapar, no te libraras de mi así de fácil, voy a acabar contigo Yue!-

Pero antes de que pudiera decir algo más, sus palabras fueron sofocadas por una mascara de cuero que le impusieron a la fuerza, para después llevárselo con mucho trabajo del lugar.

Y Yue se quedó en el suelo, asombrado por el repentino ataque del joven... y sin embargo, su rostro había perdido la expresión de gloria que le había regresado a las facciones en el momento en que le habían reasignado el caso temporalmente por obtención de pruebas.

Y no se sintió feliz como él había pensado. Por primera vez, en ese largo tiempo de ausencia de su trabajo anterior, sintió arrepentimiento por alguien más.

Y no por cualquier persona, sino por el joven Hiragizawa...

Continuara...

Hola!! Ejem.. supongo que se preguntaran en donde a estado esa #$%&/ de Tiff, que ha dejado la historia que estaba haciendo a medias... y por un mes... o mas??

Bueno, antes de que me avienten zapatos o algo (ya vi tus malas intenciones beautiful!!) mejor decirles el motivo de porque no estaba y el retraso no?? Mejor tarde que nunca!! Estaba como ustedes sabrán, y siempre en todas las vacaciones, en el rancho al que todavía no llega la tecnología ni nada, asi que como ustedes saben, nada de fics por el momento. Por eso me tarde tanto. Además que la verdad no sabia como poner tantas cosas en un solo capitulo sin hacerlo ver tan mal... como sea, espero que de todos modos les agrade. Ahora!! Con los reviews, pero ahora si no me tardo mucho!!

Lilith: Hola!! u_u pues que malos amigos tienes, mira que no te dejan desarrollarte como artista!! Oye, gracias por los consejos de ayer, yo creo que si publicare mi historia, aunque 'según' vaya a parecer una copia. Gracias!!

Saito Ryuzaki: Ya decía yo que no era la única con instinto asesino. Se acabo el mundo color de rosa!!

Nayade: Jajaja, supongo que tu suposición deberá quedar ahora en el aire. No quiero arruinar el final! (que ya esta muy bien calculado!)

Angel-de-Luz: Solo diré una cosa °¬°... y oye, ¿qué traes contra la mente de Eriol? ¡A mi me pareció muy imaginativa!! Y me encanta el lenguaje que usa, jejeje. Nos vemos amiga!

furby_chan: Ejem, me has descubierto... la verdad era que la intención era darle un toque de mmi film favorito u_u...y don't worry que Shaoran ya tuvo su venganza.

Moonlight Holy Dragon: Regresarte a Legy? Después de lo que vi en El retorno del Rey? BUJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA ¿Bromeas? No?? Oh-oh n_n U como sea...ooo que cosas, una lagartija parlanchina... es mejor que mi pescado cantador...

Alina_Drakul: Jajaja, no te preocupes, ya puse un cuarto de huéspedes en la azotea.. no importa que tenga goteras o ¿si?

kanna sgara: Pos en mi opinión, el final no es ni tan cursi ni tan sádico, creo que esta bien para el gusto de todos... ojala y para el tuyo también.

Undine: Jejeje, pues tus calculos fueron acertados. Sorry! No sucede de nuevo!

Jeru: Creo que Eriol le dio lo que le iba a dar Touya, ahora si me vi blanda con él u_u... n_n ja, ya me desquitare.

Anita-asakura: Je gracias, aunque creo que este cap, no fue tan interesante como el anterior... ya era hora de que quitara un poco el romance..

Master, the Gambler: jajaja, te paso lo mismo que a mi!! No salió la dirección de la pagina n.n asi que nada de regañarme. Ahora si nos dedicaremos a la publicidad innecesaria para el concurso no? Y leeré tu fic pronto! (Sabes que soy muuy lenta u_u)

Lucia 3: Lo del disco se arreglara luego, estoy pensando en como hacerlo todavía, y la voz no se a despedido! A llegado para quedarse! (espero que solo por un tiempo)

Misato 01: Je, gracias por leer! Espero que te agrade este cap, también!

Lies: ehh.. n_n U feliz navidad a ti también (que bueno que tienes buenos deseos, sino no se que haría...)

Dani: La verdad si me siento orgullosa de este fic, porque lo estoy haciendo con mi esfuerzo, y sin copiarle a otros. Don'r worry por las cursilerias, que yo soy igual n_n U jeje por cierto, gracias por estarme apurando...

Ina Houb: Bien! Acabo de encontrar a otra anti Kikyo! Viva tu!!

Cindy M: jajaja eso ya lo sabia, estoy orgullosa de ser tan mala... snif

Ayin: bueno, me tome más de un mes creo.. jajaja, lo compensare la próxima vez!! Y gracias, estoy muy bien de salud, fue solo un ataque de huevonitis..

MarthyCcs: Nada de conciencia que!! Es la parte mala del ojiazul! Estilo Gollum tu sabes...( My precious!!)

Sakia Pos ora si que nada de galletas ni nada.. tan ricas que me habían quedado!! Tendré que alimentar con ellas a mi Eriol-kun.. haber Eriol, di ahhh..

Padme Gilraen: jajaja, ya vez como se saca uno las cosas de la manga.. y lo de Yue se aproxima, los dos tienen que enfrentarse!! Sangre!!

Tomoe Himura: Uyy que buenas suposiciones haces!! Y eso de cómo se lo dicen a Tomoyo puesss... supongo que podría utilizarlo!! Gracias!

Okinu: jajaja Oye! No lo había pensado! Tienes razón! Se parece a Sano! °¬° ejem.. que mas queremos en este mundo??

Vanesa-chan: Jajaja, otra decepcionada de la vida como yo... sorry por el retraso!

Khya: Uyy cada día cambias de Nick, ya no se ni como decirte.. si ya se: Darksita! XD hay ese nombre nunca se me va a olvidar..

Samayo Yashimoto: Cada vez hay más asesinos en esta red! Ujuuu! Que te parece si formamos una asociación secreta en contra de... ehh creo que ya hable demasiado...

beautiful_night: jajaja, te he dicho que eres de mis favoritas, digo con cada estupides que dices (ˆOˆ sin ofensas) Y creo que si tenemos para rato al menos unos seis o siete cap, mas...jurl, respondí!! Me gane mi viaje con Yue? Y por hacerlo en menos de 3 segundos, ira Eriol incluido también?? °¬° hay dios... con tanga de leopardo me gustan gracias..

Cerezo Astorya: jajaja, estas fans de Shaoran, pronto me van a colgar (ehh escribí eso? ˆ_ˆU no hagan caso) ejem como decía... ¿lista para el concurso?

Angel-yanu: Jajaja, no te preocupes, que ya esta apunto de desenmarañarse (O_o y eso que es?) la trama, ya empecé a poner mis cavilaciones absurdas, checalas!

Terra_c: Me has quitado la ilusión! T_T mala! Santa era mi ídolo!! Te maldigo ahora con una voz igualita a la de Eriol... no espera, si así ya estas loquita.. ehh olvida lo de la maldición n_n U

ciakaira: Tarde pero seguro!! 5 horas? O_o se solo que lo digas me da flojera, pero que bueno que gastaste tu tiempo en algo productivo =P (¬_¬)

Flor andy: n_n que bien! En estos momentos es cuando me siento orgullosa y quisiera dedicar unas palabras a mi amiga... na, mejor: JUERGA!!!

Sayo|: sorry Sayito, no lo vuelvo a hacer. Pa la siguiente que entres, ya habra otro cap!! Para que se te olvide el trabajo n_n

SAKUTOMO: Puees me gustaría ponerlo aquí, pero no se si salga luego, asi que mejor te invito a que veas mi profile, ahí viene.. si??

Joshy: Hola! Gracias por el apoyo! Me esforzare más en el siguiente capitulo!

Carla: Gracias por el consejo! Supongo que debo aclarar las cosas, y sino hay nada, ni modo!! No necesito de nadie para sobrevivir, tengo amigos, mis escritos, y a mi misma, con eso me basta. Gracias!!

RuBiaX: ehh, gracias por el cumplido... me lo merezco u_u..

lidia-sakurita: Que bueno que estas en la comunidad! Ya entre y actualice algo, pero todavía no decido a mis nominados, que tal tu?

Sakura Kat: Si verdad? Siempre que veo algo color amatista me acuerdo de Tomoyito, y porque no que Eriol también se acuerde?

Harbet: Gracias! Yo tamb pensé lo mismo cuando no había casi ni un fic T+E pero ahora ya veo más! En serio que gracias a los escritores por seguir con la tradición (¬_¬) y tu que tal? Ya escribiste uno?

Ufff, termine, no es que no me guste recibir reviews, en verdad soy feliz pero.. si es algo tardado contestarlos. Como siempre yo y mis aclaraciones del cap.

1.- Ejem, perdón por lo de la dirección de susurros de la Musa (sorry Gambler u_u) ahora solo quería avisarles o comunicarles, que ya comenzó el concurso para los mejores premios a los fics de Sakura 2004, así que si tienen un favorito, quieren votar por alguien en especial, o simplemente ver las categorías, no duden en entrar a (haber si ahora si sale:

Para estar seguros lo dare asi: Primero escriben http y luego lo que sigue:

://groups.msn.com/-LosSusurrosdelaMusa-/lossusurrosdelamusa.msnw

en esta pagina están las reglas y todo, y en el foro se pueden proponer fics o autores nuevos, que todo se toma en cuenta. Visítenla!! Así podremos conocer a los mejores autores del año!!

2: T_T por fin termino LOTR!! Es la mejor película que he visto en toda mi vida!! (jajaja, la vi tres veces, y mañana va la cuarta!!) Se que no se aclararon muchos puntos, y por eso no puedo esperar a ver la versión extendida. En serio, para Tolkien y Peter Jackson, mis respetos, y eterna veneración. (Y esto que tiene que ver con la navidad??)

3: Ahora si que Eriol empezó a sufrir, pagara primero por todo lo que ha hecho en Azkaban.. de veras que ahora si lo hice ver muy vulnerable, n_n algún día le tenía que brotar. Y porque no se preocupe por Tomoyo todo el tiempo, no significa que la quiera menos, estamos siendo realistas, ninguna persona puede mantener sus pensamientos en alguien especifico todo el tiempo, y ustedes no me dejaran mentir. Es solo algo propio de la naturaleza humana. Solo queria aclarar ese punto.

4: Y si la voz maldita la saque de Gollum... mis respetos también.

5: O_O Wow.. 50 reviews.. mi nuevo record!! Gracias!!

Ejem, eso es todo! Espero terminar con toda la presión de los exámenes para escribir otro capitulo pronto. Ahora que lo menciono.. me darían chance de actualizar en... 20 días? 15 días ya es muy pesado con la escuela y todo.. puedo?? Siiii??

Eso es todo por hoy.. o solo una cosa, ya que vana visitar la pagina... voten por mi!! (Tiff para presidenta!) na no es cierto, ahí a su criterio. =P Cuídense!

Namarië!!

"Aquí yazgo, al termino de mi viaje

hundido en una oscuridad profunda:

más allá de todas las montañas escarpadas,

por encima de todas las sombras cabalga el sol

y eternamente moran las estrellas.

Ni diré que el día a terminado,

Ni diré adiós a las estrellas..."

Samsagaz Gamyi (Libro sexto, cap. I)