Capitulo 3

Recuperación

…………………

Resignado a perder a Rin al grupo de niños del segundo piso Sesshoumaru empezó a hojear las revistas que tenía en el regazo, no habían pasado ni veinte minutos cuando estando más relajado le empezó a sonar el estómago por el hambre.

(Que hambre tengo…si me hubiera controlado ella no se hubiera ido al segundo piso y no me estarían sonando los intestinos…pero ahora que lo pienso, que se ha creído esa mujer, que tanto tiene que estar haciendo con un montón de mocosos? Tiene que estar aquí conmigo!)

El doctor Koeki entró a la habitación justo cuando Sesshoumaru doblaba la revista en su puño con fuerza y al verlo ahogó una risa porque tenía un gesto en la cara que era herencia paterna, tanto que por un momento Keisuke sintió que estaba atendiendo a su viejo amigo Inutaicho.

Acercándose con una gran sonrisa Keisuke empezó a examinar a Sesshoumaru mientras le preguntaba como lo estaban cuidando. El cerró los ojos como dos rendijas y levantó la ceja ante el sarcasmo de su doctor.

Como lo conocía desde que era un niño Sesshoumaru no tenía el corazón para tratarlo como al resto de las personas así que no tuvo más remedio que caer en su juego, esperando que con eso el doctor cupido no lo siguiera hostigando.

"Me está cuidando de maravilla…feliz?"

Keisuke apenas pudo contener la risa y haciéndose el inocente pretendió no entender, concentrándose en los latidos de su paciente. Sesshoumaru resopló divertido porque sabía que aquel hombre de mirada alegre se preocupaba mucho por él, todo a la gran amistad que había tenido con su difunto padre.

Aún con la risa atorada en su garganta Keisuke siguió examinándolo hasta que Sesshoumaru tomó el estetoscopio con la mano retirándolo de su pecho.

"Ya Keisuke-jiji deja de payasear estoy bien!"

"Tu salud no es una payasada jovencito!"

"Gracias!!"

"Un placer muchacho, donde esta la pequeña? Quiero saludarla!"

"No está, fue al segundo piso a ver a sus niños!"

Esta vez Keisuke no pudo dejar de reírse porque al hablar Sesshoumaru torcía los ojos hacia arriba y eso transportaba al doctor a una época feliz de cuando su paciente era un muchacho y le rogaba a su padre que lo dejara usar las espadas de la familia, a pesar de su habilidad Inutaicho siempre se negaba alegando que dos espadas eran demasiado riesgo para un solo muchacho.

Al escuchar las risas ahogadas de su médico Sesshoumaru hizo una mueca y medio molesto medio divertido, se concentró en la revista completamente arrugada en su mano, como pudo la alisó y le habló con voz hueca.

"De que te ríes?"

"Yo? no, no de nada. Tarda mucho en sus visitas al segundo piso?"

"25 minutos como máximo!"

"Hace cuanto se fue?"

"Como 20!"

Con tranquilidad Keisuke se acomodó en la butaca a esperar a que Rin regresara para verla interactuar con Sesshoumaru, a su forma de ver la pequeña era perfecta para él y solo era cuestión de tiempo y paciencia para que el ácido empresario cayera rendido a los pies de la pequeña.

Cuando Keisuke le preguntó a Sesshoumaru si ya había desayunado el galán de melena sedosa solo gruñó pero se negó que su doctor buscara algo de comer, porque en el fondo quería que fuera Rin la que lo alimentara.

Para hacer tiempo Sesshoumaru recibió la sección financiera de manos de Keisuke pero en ese momento apareció Jaken con una maleta de cuero y un pequeño sobre blanco en la mano.

"Buenos días señor como se siente?"

"Bien, averiguaste lo demás?"

"No había mucho señor, lo que le dije por teléfono es todo, solo tres personas de importancia!"

Jaken le alargó la hoja que Sesshoumaru prácticamente le arrebatócon rapidez, quería aprovechar que ella no regresaba para leer en paz. Examinando las palabras en el papel se dio cuenta que en la vida de Rin solo figuraban dos hombres que a su lado tenían la palabra novio, seguido de un corto período de tiempo no mayor de un año.

Sesshoumaru no se molestó en memorizar aquellos nombres pero si el de la tercera persona, su amiga Chiki figuraba desde la escuela de enfermería, al volver a leer la hoja se dio cuenta que la vida de aquella mujer que lo cuidaba con ternura, era igual de solitaria que la suya.

Doblando el papel en dos se lo regresó a Jaken que lo guardó en el bolsillo de su saco y luego tomó asiento al lado de la ventana en espera de poder conversar con su jefe a solas.

Apoyando la cabeza en la almohada Sesshoumaru se concentró en pensar que ya habían pasado más de 25 minutos y su enfermera aún no regresaba. En el momento que sus labios se movieron para resoplar, Rin apareció por la puerta empujando un carrito donde traía un desayuno humeante con la comida picada en trocitos.

Rin empujaba el carrito con una expresión de felicidad y un corazón pintado en su mejilla derecha, al ver a Jaken y al Doctor Koeki los saludó cariñosamente con una sonrisa. Al contemplarla Sesshoumaru recordó los nombres de los hombres que habían tenido la oportunidad de quererla y en las profundidades de su corazón deseó ser el próximo y el último.

La observó detener el carrito para darle un beso al doctor cupido y luego responder a todas las preguntas que Keisuke tenía para ella, preguntas que giraban en torno a él y su bienestar. Se alegró que mientras hablaban ella se preocupara de servirle el desayuno para que no se enfriara.

"Cómo está Sensei que alegría verlo, hablemos mientras le sirvo el desayuno para que no se enfríe!"

"Claro, como están los pequeños?"

"Muy bien, como encuentra a Sesshoumaru-sama Sensei? Verdad que sus heridas están sanando muy bien? Hoy se bañó con ayuda de Kouji, no estaba muy contento cuando salió pero creo que ya se siente mejor"

Al hablar Rin acomodaba la bandeja frente a él, luego buscó los ojos dorados y parpadeó con una cálida sonrisa que dejaron a Sesshoumaru sin argumentos por un momento mientras se dejaba envolver por la ternura innata de Rin.

Estando cerca ella le preguntó en voz baja si ya tenía hambre y él solo contestó con un movimiento afirmativo de cabeza, cuando Rin notó que los ojos de su paciente se desviaban a su mejilla, ella movió sus dedos tratando de adivinar que dibujo adornaba su piel y como obviamente no logró averiguarlo, le preguntó a su Sesshoumaru.

A un lado de la cama Jaken los observaba sin pestañear, en presencia de Rin su jefe parecía dejar su frialdad y seriedad de lado y eso era algo que él nunca había presenciado en todos sus años de lealtad compañía y algunas cuantas ex novias y amigas especiales.

"Que fue esta vez?"

"Un corazón!"

"Aww!"

Rin se frotó suavemente la mejilla procurando no deshacer el dibujo y dejó que el suspiro se perdiera en el aire, Sesshoumaru la miraba fijo recordando la información que tenía de ella, inútilmente trató de vislumbrar algún indicio de tristeza o amargura por estar sola, pero no encontró nada, su enfermera era feliz a pesar de su soledad.

La noción de la soledad femenina se vio empujado fuera de su menta al imaginarse a un montón de mocosos arremolinados alrededor de ella, en ese momento e le agriaron los pensamientos y por un segundo tuvo envidia de aquellos pequeños que tenían la suerte de poder abrazarla sin reparos.

(No puede dejarme solo cada dos horas para irse a ver a un montón de enanos que seguramente la abrazan y le pueden pintar corazones en la mejilla, ella tiene que estar aquí conmigo, como ahora…)

Sin siquiera mirarla Sesshoumaru recibió el cubierto y empezó a comer saboreando los pequeños trozos en su paladar, al ver que Sesshoumaru comía tranquilo, Rin caminó hasta estar frente a Jaken y le pidió que le entregara las pertenencias de su jefe.

"Hola señor Jaken, me permite por favor, voy a guardar las cosas de su honorable jefe en este armario, que como puede ver está muy limpio!"

Jaken resopló ante el tono ligeramente teñido de burla de la pequeña y torciendo la boca le entregó el elegante maletín de cuero. Inmediatamente Rin comenzó a sacar las cosas mientras calladamente admiraba las posesiones de su apuesto paciente.

El maletín tenía varias pijamas, cepillo de dientes, colonia y todo lo necesario para una afeitada impecable. Perdida en admirar las pertenencias de Sesshoumaru no se dio cuenta que él la observaba intrigado al notar que acomodaba cada cosa con extremo cuidado.

Al terminar de acomodar todo Rin se volvió y se acercó para revisar la venda del brazo, una vez que la cambió se entretuvo en su cuarto por un par de minutos, al salir Sesshoumaru ya había terminado de comer, el doctor Koeki estaba a punto de retirar la bandeja pero ella le dijo que no se molestara.

"Yo lo haré sensei…Sesshoumaru-sama estaré en mi habitación si me necesita!"

"Espera Rin…entrégale tu reloj a Jaken para que lo lleve a revisar!"

De pie en el umbral de la puerta que conectaba las dos habitaciones Rin recordó la conversación de la noche anterior y con una sonrisita a medias empezó a aflojar el reloj en su muñeca, se lo entregó a Jaken pidiéndole que se lo cuidara mucho porque era de su padre.

El asistente recibió el reloj y lo guardó en su bolsillo más convencido que antes de que la influencia de Rin estaba cambiando a su jefe de una manera asombrosa y veloz. En realidad tenía que admitir que Rin era muy hermosa y su suave personalidad ablandaría hasta el más fuerte.

(La verdad es que la niña es linda, y esa dulzura es como bastante difícil de ignorar, me gustaría ver que Sesshoumaru-sama encontrara la felicidad para que no estuviera tan solo)

Cuando Rin entró a la otra habitación Sesshoumaru le dio instrucciones a Jaken sobre el reloj asegurándole que para cuando llegara a la joyería él ya habría hablado personalmente con el relojero.

"Tienes algo para mí Jaken?"

"Si señor, aquí está todo…quiere que venga después?"

"Hai!"

"Entonces hasta mas tarde señor!"

Keisuke no perdió ni un solo instante de la conversación por lo que tenía una sonrisa divertida, ya que era obvio el interés de Sesshoumaru por Rin. Cuando Jaken se despidió el doctor cupido le dijo que empezaría con terapia de rehabilitación ese día, de 3 a 4 p.m.

Llamando a Rin para que estuviera con ellos el Dr. Koeki respondió al sin fin de preguntas que Sesshoumaru hacía ante la mirada atenta de Rin. Con calma y siempre sonriente, Keisuke le aseguró al galán de melena sedosa que Sakato era el mejor fisioterapeuta del hospital.

Rin contuvo la felicidad al saber que Sakato trabajaría con Sesshoumaru. Sakato era el hombre que le gustaba a Chiki y ella esperaba que la relación que había empezado tan solo un par de semanas atrás, se convirtiera en algo serio.

(Que bueno que va ser Sakato, a Chiki le gusta mucho…creo que sería bonito tener alguien a quien querer, aunque no me gusta nadie…bueno eso no es del todo verdad, mi trabajo está mejor que nunca…)

Rin no podía adivinar el velo de tristeza que le ensombrecía el rostro, ella se conformaba con su trabajo pero la verdad era que ansiaba enamorarse y tener alguien para ella. Resignada despejó sus pensamientos y siguió escuchando las recomendaciones del doctor Koeki de hacer todos los ejercicios al pie de la letra y poniendo su mejor esfuerzo.

Cuando Sesshoumaru vociferó que no tenía que decirle que se esforzara porque lo que más deseaba era irse de aquel hospital, Rin sintió como una espina atragantada en la garganta. Estaba tan feliz de atender a Sesshoumaru que parecía olvidar que aquel era un trabajo temporal.

Con el peso de esa realidad Rin suspiró calladamente y su mirada se oscureció por completo, sin embargo ni Sesshoumaru ni Keisuke lo notaron porque estaban enfrascados en discutir.

Sintiéndose un poco tonta Rin se rascó las manos y fijó la vista en el piso, minutos más tarde la conversación masculina terminó con algo parecido a un gruñido de parte de Sesshoumaru y una sonrisa de triunfo adornando las facciones de Keisuke. Volviéndose donde ella el doctor le dijo que debería acompañar a Sesshoumaru.

"Rin acompañarás a Sesshoumaru a todas las sesiones de terapia!"

"Como usted diga Sensei…Sesshoumaru-sama Sakato es el mejor, tendrá

fuerza en sus piernas en un santiamén!"

Viendo en dirección a la ventana, Sesshoumaru se hizo una imagen mental de sí mismo totalmente recuperado y de vuelta en la oficina y eso lo reanimó por lo que expresó sin reparos su descontento por estar en cama.

"El mejor? Eso espero no soporto estar aquí postrado en esta maldita cama sin nada que hacer…entre más rápido me vaya mejor!"

Rin torció la boca y las palabras se ahogaron en su garganta haciéndola tragar grueso, nerviosa se rascó la nuca y se revolvió en su lugar pero permaneció inmóvil. Keisuke la miró comprendiendo su incomodidad y a la vez conmovido por la sensibilidad de la pequeña que rápidamente sonrió para disimular, Sesshoumaru la miró sin parpadear enmascarando su sorpresa ante la reacción de Rin a sus palabras.

(Que le pasa, porque tiene esa mirada tan triste? Acaso no quiere que me vaya?...ahora que lo pienso una vez que me recupere ya no volveré a verla)

Finalmente Keisuke se despidió de ambos dejándolos a solas, una vez que la puerta se cerró Rin se acomodó en la butaca en total silencio, Sesshoumaru la miró de medio lado intrigado porque en un abrir de cerrar de ojos ella no parecía ser la misma. Estaba completamente quieta y con la mirada perdida, como si pensara en algo que la preocupaba.

Sesshoumaru no tenía idea que la preocupación de Rin era el momento que tuviera que separarse de él. Ella siempre se encariñaba con sus pacientes y se ponía triste cuando los veía partir pero con él tenía pensar en aquel instante le hacía un nudo alrededor de su corazón.

Tosiendo Sesshoumaru llamó su atención, Rin le contestó ocultando su ansiedad bajo una sonrisa que no logró apaciguar la curiosidad masculina, al contrario le hizo crecer desmesuradamente.

"Disculpe señor estaba un poco distraída, en que le puedo servir?"

"Necesito hacer una llamada!

"Por supuesto!"

Rin se puso de pie, tomó el teléfono y lo puso junto a Sesshoumaru, luego entró al cuarto para darle privacidad. Sin poder sacudirse de aquella sensación de pérdida Rin se acostó sobre su cama con los ojos cerrados. Cuando Sesshoumaru la llamó un par de minutos más tarde, ella le llevó el vaso de agua sin musitar ni un suspiro.

Estaba a punto de irse pero Sesshoumaru le pidió que le dijera todo lo que sabia de Sakato, petición que Rin complació encantada. Todos los halagos de Rin parecían sinceros por lo que Sesshoumaru se sintió aliviado más al saber que entre ellos no había nada romántico porque Sakato salía con Chiki desde hacía dos semanas y Rin era la que los había presentado.

Mientras hablaban la curiosidad de Rin la hostigaba con la idea de si en algún momento alguna mujer además de Kagome iría a visitarlo, trataba de imaginar como era el tipo de mujer que cautivaría el corazón de aquel hombre tan enigmático e interesante y se perdió en aquellas interrogantes.

(Como será el tipo de mujer que le gusta?...igual que él elegante y refinada, apuesto que es súper caballeroso y amoroso…awww!)

Sesshoumaru notó que ella se perdía pero con la misma rapidez regresaba de donde fuera que parecía irse, sacudiendo sus pensamientos fijó los ojos en las flores y respirando profundo se levantó para sacar del florero las flores que estaban marchitas.

"Me encantan las flores, alegran todo…"

A Sesshoumaru le pareció que ella hablaba para sí misma, como si soñara despierta, llevando las flores marchitas fuera cuando regresó se acomodó en la butaca pensativa. No habían pasado 30 minutos cuando por la puerta apareció Kagome y todas las interrogantes de la pequeña parecieron tener respuesta.

Kagome no venía sola, una hermosa mujer de cabello castaño la acompañaba. Al verla Rin quedo impresionada con la belleza y elegancia de la recién llegada, su mente trabajaba a la velocidad de la luz y al concentrar su atención en Sesshoumaru, vio como sus ojos reflejaban emoción ante la inesperada visitante.

El frío que le bajó a Rin por la espalda se sintió horrible y sin darse cuenta se puso de pie, dio tres pasos en dirección a su cuarto y las manos le empezaron a sudar. Una vez que la mujer y Sesshoumaru hicieron contacto visual, los dos sonrieron y en ese instante Rin se escabulló hasta su cuarto, cerrando la puerta tras de sí.

Sin saber muy bien lo que le pasaba Rin se sentó en el borde de la cama con la cabeza baja, frotándose las manos, respirando profundo y agudizando el oído arrepintiéndose de haber cerrado la puerta completamente.

(Seguramente es una novia o algo así, es elegante, distinguida y bellísima, igual que él…bueno ya sé el tipo de mujer que le gusta…nada que ver conmigo…)

…………………

Sesshoumaru estaba sorprendido de ver a su ex novia Lía de pie en la habitación luciendo absolutamente hermosa. Ellos habían sido novios en la universidad y su separación había sido amistosa, motivada por la mudanza de Lía a Francia para terminar su carrera de abogada.

Lía era una mujer agradable, inteligente y hermosa, verla ahora frente a él era una alegría inesperada. La primera en saludar fue Kagome que había visto como Rin se había escabullido hasta su cuarto como si huyera de algo.

(Tenía una expresión vacía en su cara…habrá pasado algo malo? En un segundo iré a saludarla!)

Después de los saludos de rigor Sesshoumaru escuchó con atención como su ex novia le contaba que estaba de visita en Japón viendo a una tía. Con sinceridad le dijo que era un alivio verlo sano y salvo aún a pesar de la falta de brazo, cuando Lía se sentó en la butaca vacía Sesshoumaru cayó en cuenta que estaba solo y mentalmente hizo una mueca.

(Pero…en que momento se fue? Si estaba aquí hace un instante…Lía esta hermosísima!)

Una vez que Lía y Sesshoumaru se enfrascaron en conversar, Kagome tuvo la oportunidad de ir a la otra habitación para saludar, empujó la puerta con cuidado y la vio sentada de espaldas.

"Hola Rin!"

Inmediatamente Rin se volteó con una sonrisa, feliz de que Kagome se hubiera tomado la molestia de ir a saludarla. La señora Youkai no la conocía pero podía jurar que algo la entristecía y eso la preocupó.

"Kagome-chan que agradable sorpresa!"

"Como estás, todo bien?"

"Excelente, como está su esposo?"

"Bien, no logré que viniera hoy pero seguramente uno de estos días, como está Sesshoumaru?"

"Recuperándose lentamente, él no está muy feliz por eso pero nada se puede hacer, hoy empezara con terapia para fortalecer sus piernas y así podrá regresar a su vida, creo que no le gustan mucho los hospitales!"

"En eso tienes razón, es que le recuerdan la muerte de su mamá. La señora estaba muy enferma y según me han contado él la visitaba todos los días hasta que murió!"

"Ahh ya veo!"

Rin medio sonrió porque aquellas palabras le sumergían más en un sentimiento que la ahogaba: su propia soledad. Para Sesshoumaru un hospital no era otra cosa que un recordatorio doloroso y por eso deseaba irse cuanto antes, una vez que lo hiciera ella volvería a estar sola.

Estaba acostumbrada a la compañía de Sesshoumaru de la noche a la mañana y aunque sabía que era algo apresurado y hasta infantil, no podía suprimir aquellos sentimientos porque de repente no quería separarse de su paciente.

Kagome se la quedó viendo sintiéndose impotente para ayudarla porque Rin parecía anhelar algo inalcanzable y sus ojos reflejaban un sentimiento de tristeza muy profundo.

Reaccionando le preguntó a Kagome si se quedaría a almorzar, viendo el reloj Kagome supuso que Lía no tendría ningún problema por lo que accedió y decidió acompañar a Rin para así darles privacidad a los ex novios.

"Podemos almorzar juntas para que ellos tengan privacidad!"

"C-claro!"

Kagome abrió sus grandes ojos a todo lo que daban y comprendió en un instante la tristeza de Rin sintiendo pesar por ella. Estrujando sus dedos se mordió el labio por no haber notado eso antes y empezó a hablar de lo linda que era la habitación tratando de desviar la atención de Rin. Suspirando sin darse cuenta, la pequeña le siguió la corriente y luego le preguntó que hora era.

"11:30!"

"Me disculpa un segundo por favor?"

"Por supuesto!"

Rin tragó saliva y abrió la puerta que conectaba las habitaciones, al salir pensó que estaba preparada para ver a Sesshoumaru con Lía conversando animadamente, pero realmente fue como un baldazo de agua fría. A pesar del ardor que sentía en su pecho, su rostro no reflejó incomodidad alguna, al contrario esbozaba una sonrisa motivada por su sentido de obligación que le decía que no era profesional ni correcto sentir incomodidad.

Aclarándose la garganta Rin llamó la atención de Sesshoumaru y Lía que inmediatamente se volvieron para verla. Lía la observaba con una sonrisa detallando lo linda que era y atenta a sus palabras, al darse cuenta que su enfermera no lo miraba directamente Sesshoumaru se revolvió en la camilla inquieto.

"Disculpe Sesshoumaru-sama quería saber si la señorita desea que almorzar aquí con usted, para pedir el almuerzo!"

Sesshoumaru miró a Lía que con una sonrisa le dijo que le encantaría acompañarlo y así poder seguir conversando. Rin le preguntó a Lía que bebida prefería y luego giró sobre sus talones de regreso a su habitación. Kagome había escuchado todo y se sentía morir porque comprendía a la perfección que a Rin le gustaba Sesshoumaru pero probablemente tenía conflictos con eso por ser su enfermera.

El galán de melena sedosa no apartó sus ojos de la puerta hasta que Lía llamó su atención para que siguieran hablando, todo sin perder de vista el brillo que tenía en su mirada al ver a su enfermera. Como mujer que era reconocía el interés de Sesshoumaru en Rin pero no dijo nada, después de todo ella se iría en tres días de regreso a Francia porque extrañaba a su prometido.

Cuando Rin regresó con la bandeja de alimentos Kagome se había unido a la conversación, Sesshoumaru perdió un poco el hilo de lo que hablaban para verla mientras acomodaba la bandeja frente a él y les entregaba sendas bandejas a Kagome y Lía., transformada en un versión taciturna de sí misma.

Aquel comportamiento taladraba la mente del empresario que no comprendía porque se había retraído tanto. Estaba feliz de ver a Lía pero deseaba tener privacidad para hablar con Rin y tal vez averiguar que le pasaba. Sabía que era inútil pedirle que se quedara con ellos para almorzar porque la pondría en un compromiso y adivinaba que se negaría rotundamente con una sonrisa.

Cuando ella entró a su cuarto sin siquiera mirarlo o sonreírle Sesshoumaru se sintió desanimado y mas deseoso aún de poder tener tiempo a solas con ella. Tuvo un poco de alivio al ver que Kagome tomaba su plato para ir acompañarla.

Al entrar al cuarto Rin estaba sentada sobre la cama sin probar bocado y la mirada fija en la pared sumergida en el recuerdo de su familia, a veces la pasaba eso, recordaba a su familia y no podía evitar sentirse triste y desanimada, no quería reconocer que ante la idea de una inminente separación con su actual paciente aquella tristeza se había despertado en sus adentros.

Kagome se sentó junto a ella con una gran sonrisa en espera de que su compañía sirviera para darle ánimos. Contagiada por la simpatía de Kagome, Rin se metió de lleno en la conversación, en medio del almuerzo llegó Chiki que le traía un trozo de pastel de chocolate, una vez que Rin las presentó, las tres hablaban como si se conocieran de mucho tiempo.

Chiki sabía que algo raro pasaba con su amiga pero prefirió no preguntar nada frente a Kagome, cuando Rin preguntó la hora su mejor amiga le preguntó que había sucedido con el reloj de su padre. Tanto Kagome como Chiki sonrieron al escuchar la explicación.

"Sesshoumaru-sama gentilmente se lo dio al señor Jaken para llevarlo a reparar…estaba muy viejo, espero que pueda arreglarse…y tener lo suficiente para poder pagar el arreglo!"

Kagome no pudo contener la risa y le aseguró a Rin que si conocía bien a su cuñado él no iba a permitir que ella pagara por eso. Lo que no le dijo fue que era la primera vez que sabía que Sesshoumaru hiciera algo así por alguien más que si mismo y se emocionó con la idea de un desenlace romántico entre ellos. Chiki asentía con la cabeza a las palabras de Kagome y luego hizo su propio aporte olvidando que no estaban solas.

"Rin como se te ocurre que el bombón ambulante te va a cobrar?"

"CHIKI!!"

Rin torció los ojos y fulminó a Chiki con la mirada mientras se reía calladamente, Kagome le aseguró que no se preocupara y las felicitó por su buen gusto con los hombres.

"Kagome-chan...por favor no piense nada malo y tampoco le diga a Sesshoumaru-sama es que esta es una tonta que habla sin pensar!"

Kagome se la quedó viendo con una gran sonrisa y le dijo que no se preocupara y que guardaría su secreto.

"No te preocupes, además Chiki tiene razón mi cuñado es un bombón ambulante jejejejeje!"

Chiki sonrió mostrando sus blancos dientes y se echo una risita de complicidad al escuchar a Kagome repetir sus palabras, Rin torció la boca y sonrió abiertamente.

Kagome le guiño el ojo y recogiendo los platos de las tres los puso sobre una mesita pegada a la pared y luego se volvió a sentar en la cama y empezó a contarles que estaba feliz de que su cuñado pudiera descansar porque su vida era solo trabajo.

Rin escuchó un instante más y luego se levantó para ir al otro cuarto, retiró los platos bajo la mirada atenta e insistente de Sesshoumaru que buscaba verla a los ojos. Mientras retiraba la vajilla Rin solo podía escuchar las palabras 'bombón ambulante' resonar en su cabeza.

Dominado por la curiosidad Sesshoumaru tosió para llamar la atención y como si hablaran sin palabras Rin lo miró de medio lado con una sonrisa asomada por la comisura de sus labios. En un estado de histeria por no saber que le pasaba el bombón ambulante hizo un gesto con la boca que a ella le pareció extraño.

Al verlo Rin se rió nerviosa mientras se acercaba a quitarle las migas de la sábana, en un tono suave le preguntó si necesitaba algo más Sesshoumaru hizo una mueca sarcástica y le dijo que le trajera una taza de té.

(Necesito algo más? Saber que rayos le pasa…)

Rin regresó con una taza de té humeante que puso frente a él viéndolo bajo sus pestañas, cuando sus ojos se cruzaron la mirada de Sesshoumaru era tan intensa que sin querer dejó escapar un suspiro audible solo para su paciente.

"Aquí tiene señor, estaré en el otro cuarto por si me necesita…con permiso!"

Un rato mas tarde mientras Rin conversaba con Kagome entró Lía para despedirse, al verla, la señora Youkai se levantó y avanzó hasta el otro cuarto para despedirse de su cuñado.

"Hasta luego, cuídalo mucho por favor, es un hombre maravilloso!"

"Así lo haré!"

Rin se la quedó viendo un poco desubicada porque presentía que Lía quería decirle algo más y sin dudarlo le preguntó si así era. Lía se echó una risita juguetona y picándole el ojo le dijo que Sesshoumaru tenía algo diferente en su mirada.

"Pero…porque me dice eso?"

"Porque sí, bueno ya me voy mucha suerte!"

"Q-que le vaya bien señorita!"

Cuando Lía salió de la habitación Rin esperó a que Sesshoumaru estuviera solo para acompañarlo, las palabras en su mente se repetían sin cesar embelezándola, sin decir nada retiró la taza al tiempo que buscaba con la mirada el reloj en la pared.

Tragó saliva silenciosamente porque en cualquier momento aparecería Sakato para llevarlo a la sesión de recuperación, el primero de todos los que faltaban para separarse. Al escuchar la voz de su paciente Rin lo miró a la expectativa porque Sesshoumaru tenía un tono algo autoritario.

"Rin!"

"Si dígame?"

"Puedes usar mi reloj hasta que Jaken vuelva con el tuyo, sácalo del armario por favor!"

"Pero Sesshoumaru-sama como se le ocurre?, yo no puedo usar su reloj y si después le pasa algo, ya vio como estaba el mío lo paso golpeando en todas las esquinas…"

La expresión aburrida de Sesshoumaru hablaba por sí sola, ella no tenía opción, tenía que usarlo y ya. Curvando la boca en desacuerdo Rin torció los ojos como si la acabaran de regañar y tal como se lo había pedido, sacó el reloj del armario.

Con el reloj en su puño Rin se acercó hasta el borde de la cama y dudando un segundo se lo puso, soltó una risita al ver que le bailaba en la muñeca por lo grande. Sesshoumaru la estudió y luego con un ademán le dijo que la correa de cuero tenía más agujeros para que pudiera ajustarlo.

Tratando de que sus manos no la delataran Rin ajustó el reloj en el último agujero y aunque todavía le quedaba grande no se le iba a escurrir fuera de la mano, su corazón latía emocionado de saber que aquel hombre callado y maravilloso le había prestado su reloj.

Sin poder contener su felicidad Rin se acercó y le dio un beso en la mejilla mientras le daba las gracias y le aseguraba que lo cuidaría mucho. El instante que sintió como lo besaba Sesshoumaru sintió un torrente de energía invadir su cuerpo y se volvió para mirarla escondiendo su emoción y diciéndole que no era la gran cosa.

"Es solo un reloj como cualquier otro!"

"Si señor, lo que usted diga!"

"No me digas señor me haces sentir como un anciano!"

"Jajajaja!"

Al escucharla reír como una niña despreocupada Sesshoumaru suspiró mentalmente porque parecía que estaba recobrando el buen humor a que tan rápidamente se estaba acostumbrando.

Sin moverse, Rin admiró el reloj en su muñeca embelezada mientras pensaba que no solo llevaba su reloj sino que ahora podía llamarlo por su nombre de pila, tenía ganas de salir corriendo como desaforada para contarle a Chiki pero en cambio caminó hasta la ventana y admiró en silencio el paisaje.

Sesshoumaru la miraba a hurtadillas y dio cabida una vez más al sentimiento de ternura que ella le despertaba, sus ojos se desviaron hasta las manos que Rin, que mientras veía por la ventana tocaba el reloj con sus dedos.

(Parece que es fácil de complacer, es solo un reloj, si ella quiere se lo regalo…)

Con Rin viendo por la ventana y Sesshoumaru descansando con los ojos cerrados los encontró Sakato tan solo media hora después. Sakato era dueño de una irresistible sonrisa y una simpatía que le brotaba por montones, además de eso era el mejor en su ramo.

Sabía por el doctor Koeki que Sesshoumaru no era una persona fácil por lo que lejos de desalentarse estaba emocionado por el reto que representaba. También estaba a la expectativa de la información extra que tenía gracias a su querida Chiki, su burbujeante mujer le había dicho que estaba segura que Sesshoumaru tenía un genuino interés por la pequeña Rin.

Tan pronto como se presentaron y Sesshoumaru estrechó la mano de Sakato dejaron la habitación para ir a la sala de recuperación ubicada un piso más abajo.

…………………………

Cuando entraron a la sala de recuperación Rin se hizo a un lado para que Sakato hiciera su labor. La pequeña se acomodó en una silla para observar en silencio, la verdad es que estaba con el corazón en la boca ansiosa de ver como le iba a su paciente favorito.

No habían pasado diez minutos de los ejercicios cuando Sakato se dio cuenta, gracias a su experiencia que su paciente no se estaba esforzando lo suficiente.

Al principio supuso que Sesshoumaru quería aguantar dolor solo por no darse por menos pero al ver la poca determinación en los ojos dorados, la curiosidad lo dominó y decidió enfrentarlo en voz muy baja y manteniendo aquella conversación solo entre ellos dos.

"Sesshoumaru-sama acaso no quiere recuperarse?"

"No sé de que me habla?"

"Usted es muy fuerte y no se está esforzando lo suficiente…"

Sesshoumaru dejó de hacer sus ejercicios con sus ojos en Rin. Al notar que la veía, ella le sonrió desde su silla y levantó sus pulgares en señal de aliento para que hiciera sus ejercicios con entusiasmo.

Verla de esa forma alentándolo, Sesshoumaru no podía sentir otra cosa más que placer. Haciendo un movimiento de cabeza para Rin, le contestó al joven sin dejar de verla.

"Tengo mis razones!"

Sakato vio a Rin por el rabillo del ojo y comprendió la falta de entusiasmo de su paciente, inmediatamente recordó la conversación que había tenido con Chiki la noche anterior y comprendió que su novia tenía razón porque el interés de Sesshoumaru por la pequeña se le salía por los poros.

"Mmmm…ya veo, ahora si nos entendemos…vamos a seguir un rato más con los ejercicios y luego pasamos a operación recuperación lenta, cuando yo le diga usted hará cara de dolor, está bien?!"

"Como dice?"

Sakato hizo cara de aburrido y frunció el ceño por la aparente renuencia de Sesshoumaru para darse por entendido, siguiendo con los ejercicios hizo gala de una franqueza que el ácido empresario encontró refrescante.

"Youkai quiere conquistar a esa belleza y hacerla su mujer si o no?"

"Pues…porque me ayuda?"

"Yo también tengo mis razones…ella me cae bien, es linda, amable y gracias a ella encontré a la mujer de mis sueños. Ahora sigamos y luego se queja para que pueda irse con la pequeña!"

Sesshoumaru no supo que decir ante aquel comentario y se concentró en seguir con los ejercicios que aunque sentía dolor lograba hacerlos motivado por la noción de que eso le ayudaría a recobrar la fuerza de sus maltratadas piernas.

Pasaron los minutos y entre dientes Sakato le dijo que se quejara, Sesshoumaru torció los ojos e hizo exactamente lo que el joven le decía, en cuanto hizo una mueca de dolor Sakato llamó Rin con cara de tragedia griega. Como un resorte la inocente enfermera se levantó de su silla para auxiliar a su paciente favorito.

"Que sucede Sakato? Le pasó algo a Sesshoumaru?"

"Es suficiente por hoy lo mejor es no forzarlo, llévalo a descansar!"

"De verdad? Parecía que lo estaba haciendo muy bien"

"Así es, pero no es necesario apresurarse demasiado, todavía está débil pero ira ganando fuerzas, no te preocupes Rin"

"Como tu digas Sakato, lo importante es que Sesshoumaru esté bien!"

Sesshoumaru suspiró para sus adentros porque la preocupación de su enfermera era conmovedora. Después de acomodarse en la silla de ruedas y despedirse de Sakato, Rin se encaminó al ascensor para regresar a la habitación, a medio camino Sesshoumaru le dijo que quería tomar aire viendo que la tarde estaba hermosa.

"Podemos salir, mencionaste algo de unos jardines el primer día!"

"En serio? Que excelente quizás podamos recoger unas cuantas flores!"

Rin desvió la silla de ruedas y se encaminó hasta los jardines del hospital que para ella eran como un paraíso. Desde una ventana Chiki la observó mientras se sentaba en una banca junto a Sesshoumaru y los dos disfrutaban del hermoso atardecer.

Sentados uno al lado del otro ninguno dijo nada y sin quererlo Rin empezó a recordar a su familia, pero eran recuerdos felices que lejos de entristecerla la calentaban el corazón porque sentía muy vivo aquel cariño tan especial, con una sonrisa soñadora se volvió a ver a su paciente que observaba el cielo con la mirada perdida.

Al sentir el peso de la mirada esmeralda Sesshoumaru movió su cabeza y los ojos tan solo un poco, suficiente para verla a la expectativa, cuando sus ojos se cruzaron Rin sonrió abiertamente pero no dijo nada, dos segundos mas tarde ella también admiraba el incipiente celaje.

Se quedaron en silencio disfrutando del paisaje hasta que Sesshoumaru tosió para llamar la atención y Rin se puso de pie, tomó las agarraderas de la silla de rueda y empezó a caminar de regreso a la habitación.

Cenaron juntos pero en silencio, la mente de Rin estaba sumergida por los recuerdos de su familia y no se percataba que estaba súper callada incomodando a Sesshoumaru al no saber que era lo que le pasaba. Rin salio de su ensueño de recuerdos al escuchar el roce de la sábana, se aclaró la garganta y sin saberlo se dio a conocer un poco más.

"Disculpe…es que todo el día he estado recordando a mi familia…a veces me hacen mucha falta por eso trabajo tanto, es muy aburrido llegar a la casa y que nadie lo reciba…aquí todo es diferente, tengo con quien hablar, puedo ayudar y…ahem no quiero aburrirlo con mis cosas, tiene sueño?"

"No!"

Al mirar el reloj en su muñeca Rin se dio cuenta que apenas eran las 7 de la noche y supuso que podría quedarse un rato más haciéndole compañía a Sesshoumaru, aunque por momentos parecía que ella era la que no podía separarse de él.

Después de recoger los platos, Rin le preguntó cuanto tiempo tenía de conocer al señor Jaken, escucharla interesada en su asistente a Sesshoumaru le pareció divertido y le dijo que tenía más de 10 años de trabajar con Jaken. Rin apretó los labios haciendo una cara como si estuviera pensando en algo importante.

"Ah ya veo, por eso es tan protector…se ve que lo aprecia mucho. Yo solo tengo una amiga especial y maravillosa que es Chiki, a ella la conozco desde hace como 5 años es tan buena y amorosa conmigo, la señora Kagome me la recuerda algo, ella y su hermano se les nota que están súper enamorados…"

Rin se quedó perdida en sus propias palabras y luego ya no pudo seguir hablando porque Jaken estaba en la puerta, al verlo se levantó y le dijo a Sesshoumaru que la llamara si necesitaba algo.

"Con permiso, que descanse…Hola señor Jaken!"

"Niña!"

"Jejeje!"

Jaken esperó a que ella entrara al cuarto y cuando se volvió a donde Sesshoumaru pudo jurar que una sonrisa adornaba el rostro de su jefe, sin embargo aquel gesto fue tan fugaz que no pudo estar seguro.

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A/N: Lo sé me he tardado una eternidad en actualizar pero es que es navidad y bueno hay muchas cosas que hacer y regalos que comprar, pero al fin logro sacar este capitulo, ojalá les guste.

Gracias a: Mizuho, por favor guarda las katanas

Priestess: con color aceituna me refería a que Jaken tiene un tono de piel bronceado intenso. Me gusto eso de carácter 'especial'

Tamy: gracias por el mail y los reviews.

Malkavian: Un nose que? Jejeje eso me da ánimos para seguir escribiendo.

Umi: Espero que este capitulo te guste y no te de agruras.

Fenixgirl: tan expresiva como siempre, gracias por tus reviews!

Aome: Gracias por los halagos lo que mas me motiva a escribir es la fidelidad de lectoras, como tu.

Sempai 1 y Sempai 2: Gracias por el apoyo que siempre me dan, y tengo un mensaje para Sempai 2, no hablas mucho, me encanta hablar contigo.

Estrellita: Bueno lo de la información, no puse mas para que fuera por la convivencia que Sesh se de cuenta que Rin es adorable.

Sweet Aome: Me tarde mucho pero aquí esta.

Yashi: Coqueteo, sensualidad que feliz me hizo tu review porque eso exactamente era lo que quería transmitir.

Yushu: Muchas gracias por el review y espero este cap te guste tanto como el anterior.

CCS64: Finalmente pude ver el fanart de Rin, esta divino, es un gran honor recibirlo hasta le pusiste el nombre y 'dr.mounstro' mil gracias.

A todas mis demas lectoras con quien tengo la felicidad de poder conversar con frecuencia les doy las gracias por siempre apoyarme.

Adri, Dani, Cristal Darling, Haru, Naoko, Arline, y a Justary que hace veinte minutos con sus palabras de aliento me ayudo a terminar este cap.

Estoy algo dormidita así que si me olvide de alguna de mis divinas lectoras acepto el tomatazo con gusto.

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