Nota del autor:
Los personajes de Inuyasha, incluido el sexy y misterioso Sesshoumaru son propiedad de la talentosa y genial Rumiko Takahashi.
Este capitulo se lo dedico a Antonieta por ser tan efusiva y decirme un montón de cosas lindas que me hicieron sentir super bien. Gracias amiga espero que descanses mucho. Besos y abrazos.
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Capítulo 6
Reconciliación
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Sesshoumaru bajó del automóvil acompañado por Jaken, vestía un atuendo de golf impecable, excepto por la mancha de sangre que teñía su pantalón de color claro. Aún llevaba su gorra por la que sobresalían los mechones de su clarísima melena. En la mano derecha un guante de cuero, la manga izquierda de su camisa polo, estaba arruinada por la sangre.
En una esquina, completamente camuflado vestido de conserje, estaba Yune Mikoshi. Presenciando como se desarrollaba el plan ideado por él y Jaken. En aquel plan, había muchos involucrados y dos inocentes víctimas, que si todo salía bien, pronto estarían juntas.
Con la ropa sucia y salpicado de sangre, Sesshoumaru le reprochaba a Jaken ser tan necio y meterse en sus asuntos sin que el se lo pidiera. Jaken se hacia el sordo y continuaba llevando a su jefe al área de emergencias. Como por arte de magia, el Doctor Keisuke estaba ahí, y, fingiendo sorpresa, recibió al testarudo muchacho.
"Sesshoumaru? Hola muchacho… pero que te pasó?"
"No preguntes Keisuke, es una simple y estúpida herida. No me trates como a un niño!"
Ignorándolo por completo, Keisuke se volvió hacia Jaken, y con tono juguetón provoco aún más a Sesshoumaru.
"Se vino quejando todo el trayecto?"
"Mas una pataleta que otra cosa, usted sabe lo testarudo que es, con 'todo'…según él la sangre no era para tanto!"
Exasperado por la actitud de poco respeto de los dos, Sesshoumaru estalló en una rabieta verbal, que solo corroboró las afirmaciones de Jaken y Keisuke. Sabía que al decir 'con todo' su asistente se refería, por enésima vez, a su decisión de estar separado de Rin.
"Deja las ironías maldita sea, ya te dije que ella…rayos! Keisuke cúrame para que pueda irme…no quiero que…solo apresúrate!"
Keisuke se echo una risita burlona y condujo a su paciente a una la camilla al fondo del pasillo. Después de acostarlo, Keisuke le dijo que volvería en un instante con lo necesario para curarlo. Por el otro lado del pasillo, Chiki probaba ser una aliada valiosa, guiaba a Rin por el corredor, en total ignorancia del complot romántico a su alrededor.
Al ver a las dos enfermeras, Keisuke le hizo señas a Rin para que se acercara. Con un suspiro, la niña hizo lo que el doctor le pedía y se aproximó. Detrás de ella, Chiki le pico un ojo al doctor cupido y se alejo con una gran sonrisa.
"Hola Sensei!"
"Hola pequeña, necesito tu ayuda!"
"Claro!"
Sin decir nada mas, Rin siguió al doctor hasta detrás de la cortina donde estaba Sesshoumaru. El estaba con los ojos cerrados pero al escuchar el movimiento de la cortina abriéndose, se sentó en la camilla. En el momento que sus ojos reconocieron la melena azabache, Sesshoumaru sintió el estómago en la boca. Su corazón se aceleró esperando el momento que Rin levantara la vista y lo viera ahí sentado, luciendo débil, según él.
Distraída, Rin tomó los implementos para curar y se aproximó hasta la camilla, cuando levantó la vista y sus ojos reconocieron a Sesshoumaru, sus labios se abrieron para dejar escapar un suspiro. Fue tal la emoción, que sus manos no tuvieron la fuerza suficiente para seguir sosteniendo las cosas que sujetaba.
Estaba ahí, de pie como petrificada, viéndolo directamente a los ojos, recordando de golpe todo lo que habian vivido juntos y cuanto lo amaba y extrañaba. Nervioso, Sesshoumaru tragó saliva tratando de hablar pero le fue imposible, Rin tenía la mirada mas triste y desolada que él hubiera visto jamás y aunque quería, realmente no sabía que decir.
"Ss-sesshoumaru?
"Hola!"
Rin no dijo nada y no era necesario, la expresión de dolor y desconcierto lo decía todo. Sesshoumaru sintió aquellos ojos que tanto amaba, como un reproche silencioso a su testarudez. Algo impactado por la reacción de la pequeña, el doctor K recogió los utensilios del suelo y salio para traer otros.
Viendo fijamente al causante de su dolor, Rin notó la sangre que brotaba del brazo, manchando la camisa. Atragantada, dudo un segundo y luego se aproximo, mas al ver que el doctor K regresaba. No podía negarse que estaba feliz de verlo, pero su orgullo herido, le recordaba el dolor que el hombre frente a ella le había causado.
Con voz hueca y expresión vacía, Rin le pregunto porque estaba ahí. Sesshoumaru quería hacer contacto visual pero ella esquivaba sus ojos, por lo que el galán le confesó que había estado jugando golf.
"No es nada, solo estaba intentando jugar golf?"
"Golf?"
El tono en la voz de Rin era ácido puro y al verlo, sus ojos se endurecieron opacándose por la rabia. Sesshoumaru se erizo al sentir que ella parecía contener su cólera apretando los dientes al punto que escuchó un siseo. Estaba seguro que tenía ganas de decir algo más pero concentrándose en la herida dejo que el silencio reinara entre los dos.
Empeñado en hablar con ella, recurrió a la cortesía básica, aunque sabia que saldría salpicado de la frustración y hostilidad femenina. Trago saliva para suavizar su voz y se lanzo de lleno al vació.
"Como has estado?"
"Como yo me encuentre no es su problema. Tiene que quitarse la camisa para poder revisar bien la herida!"
Sesshoumaru le bajo una gota fría al escuchar el tono impersonal de Rin, resignado, trato de hacer lo que ella le pedía, pero como era una camisa tipo polo, no lo logró. Viéndolo de soslayo, Rin se le partió el corazón al ver como batallaba con la camisa y no tuvo más remedio que ayudarlo.
Con la boca torcida en una trompa, se puso muy cerca de él y con un tono suave le dijo que ella lo ayudaría. La herida del brazo mutilado, tenía una salvaje cortada desde el hombro hasta donde lo habían amputado. Parecía que lo hubieran hecho con mucha fuerza y eso desconcertó a Rin.
Al verlo sangrando, se había sentido mareada y con nauseas, pero haciendo gala de una fuerza de voluntad de acero, de la cual no se sabía dueña, logró controlarse mostrando una careta de indiferencia. Fugazmente los ojos verdes recorrieron el torso desnudo, tragándose el suspiro, reprochándose por admirarlo cuando se suponía que tenía que estar furiosa.
Cuando el doctor K examino la herida, inmediatamente supo que no era un accidente, probablemente Sesshoumaru se había provocado la lesión él mismo. Conociéndolo, lo mas seguro que un arranque de rabia, provocado por la soledad.
Junto al doctor cupido, Rin se preguntaba porque si Sesshoumaru era tan decidido para tratar de jugar golf, no aplicaba la misma determinación para estar juntos. Aquel razonamiento le provoco un ardor en todo el pecho, pero ni aún así dejo que se reflejara en su semblante.
Con ganas de vociferar hasta quedarse ronca, Rin limpio y curo la herida en el mas hermético de los silencios, poniendo incomodo tanto al galán como al doctor. En un intento por alivianar el ambiente cargado, Keisuke interrogó casualmente a Sesshoumaru. Sino hacia algo rápido, terminaría de curarlo y se iría echando el plan abajo. Ellos tenían que hablar aunque fuera solo para que la pequeña lo mandara al cuerno.
"Muchacho como te hiciste semejante herida? Jugando golf, estas seguro?"
"Acaso importa?"
"A mi me importa!"
"Ha! Que tonto tratar de jugar golf siendo un manco cabezota!"
Rin estaba con los brazos cruzados sobre el pecho en actitud hostil, a leguas se le notaba que gustosa hubiera recitado una lista de insultos mucho mas amplia, pero por respeto al doctor K se contenía.
'Manco Cabezota' las palabras se repetían sin descanso en la mente de Sesshoumaru. Era lo suficientemente inteligente para saber que aquel insulto era producto de la frustración y el despecho. Inmediatamente recordó los consejos de Yuma, ella le aseguró que un insulto era muchas veces, una buena señal de que la otra persona aún siente algo.
(Me esta insultando, ósea que… genial parece que todavía me quiere, esta tan delgada y sus ojos lucen apagados…por Kami que falta me hace…)
Keisuke tosió con la boca apretada para tragarse la carcajada. Le dio una fugaz mirada a Sesshoumaru, luego anuncio que iría afuera para hablar con Jaken y asegurarle que no había sido nada grave.
"Cuídalo mientras tanto pequeña!"
Rin torció la boca y parpadeó sin mirar a Sesshoumaru. En silencio, se aproximó hasta él y comenzó a vendarlo. Quería hacer dos cosas, reclamarle a gritos y salir corriendo a llorar de la desesperación, pero a fin de cuentas no hizo ninguna y se siguió junto a él para sentir su aroma varonil y característico.
(Eres tan bello…porque no me dices nada? Ya no me quieres, no te hago falta? Como puedes tratar de jugar golf y no permitir que estemos juntos…eres un tonto!)
Con el corazón acelerado, Sesshoumaru buscaba las palabras para tratar de tener una conversación más o menos civilizada. A su lado, Rin presentía que el galán estaba a punto de hablar y eso la emocionaba mucho. Sin embargo, Sesshoumaru tenía que pensar en algo importante para ella, algo de lo que no pudiera salirse por la tangente. Reflexionó un instante y luego la mente se le ilumino con un tema infalible.
"…Como están tus pequeños?"
Aquella pregunta dejó a Rin perpleja por un par de segundos, si le hubiera preguntado por cualquier otra cosa, ella habría contestado de forma brusca, esgrimiendo una vez mas, su careta de indiferencia. Que le preguntara por los pequeños era como un cuchillo en el pecho y ella apenas logró soportarlo con ecuanimidad.
Cuando la escuchó arrastrar las palabras, Sesshoumaru se animó y decidió que aquel, seria el primer día del camino para recobrar a Rin.
"L-los pequeños…ellos están…están muy bien. Hace días lleve unos cuantos globos y se pusieron súper felices…"
Rin dejo de hablar bajo el peso de la intensa mirada de Sesshoumaru. Oírla referirse a los pequeños fue ver a la verdadera Rin, a su adorable y amorosa enfermera.
Cayendo en cuenta que había bajado la guardia, dio un paso atrás dominada por los nervios. Rascándose la nuca como para disimular, Rin anuncio que ya había terminado.
"Ya está…la venda debería ser cambiada pasado mañana…"
"Lo que tu digas!"
Al escucharlo hablar como si fuera un dócil cachorrito, Rin no dijo nada en claro, más bien fue como un gruñido. Lo que tenia ganas era de jalarle el cabello y volverle a reclamar por ser tan necio, sin embargo aquel impulso nunca vio la luz.
A punto de salir, se detuvo en seco al toparse con el doctor K y Jaken. El fiel asistente esbozó una gran sonrisa al verla y Rin le devolvió el gesto con naturalidad.
"Hola Señor Jaken, como ha estado?"
"Bien niña y usted?"
"…b-bien!"
La fortaleza de Rin estaba llegando a su límite y sintió un sabor amargo en la garganta. Consciente de que no podría mantener aquella pose, la enfermera ternura busco una salida rápida y digna.
"Fue un gusto volver a verlo Jaken-sama…cuídelo mucho por favor!"
Rin se lo dijo en un susurro que solo Jaken escuchó. Detrás de ellos, Sesshoumaru clavó sus ojos en ella, esperando que aunque de mala gana, se despidiera de él. El galán de melena sedosa esperó en vano, porque solo se despidió del doctor y Jaken, ignorándolo por completo.
"Hasta luego Doctor K, Jaken-sama!"
Decidido a no dejarse vencer, Sesshoumaru le dio una calida despedida en un tono de voz tan sedoso y amoroso, que ella se volteo para verlo con los ojos como dos calderos y siseando con la lengua pegada a los dientes.
Al verla tan enfurecida, Sesshoumaru solo atino a sonreír inocentemente y eso la enojo aún mas. Respirando profundo para no perder la compostura, Rin parpadeó y dando una furiosa patada al piso, salió de la estancia dejando a Sesshoumaru ilusionado.
Una vez fuera, camino sin mirar a nadie hasta el baño, empezó a sollozar echa un puñito sobre uno de los baños. De esa forma la encontró Chiki, sin decir nada, la abrazó ofreciéndole consuelo. No había duda para Chiki, que Rin estaba enamorada por lo que esperaba que después de hoy, Sesshoumaru reaccionara y se diera a la tarea de reconquistarla.
"No llores mas amiga…"
"Estaba lleno de sangre, trato de jugar golf…pero no me extraña, no le importo. Lo insulté y no me reclamó…tengo que olvidarme de él, ay Chiki ayúdame por favor!"
"Estoy contigo, no te desanimes ya veremos que hacer…"
……………………………
De vuelta en el automóvil, Sesshoumaru miraba por la ventana ensimismado, tenía una idea de cómo suavizar a Rin y la pondría en práctica justo al día siguiente.
"Señor esta bien?"
"Hai!"
Sesshoumaru miró de soslayo a su asistente conteniendo la sonrisa. El accidente de golf había sido un gran altercado entre ellos. El galán de melena sedosa vivía en su mansión con un ejército de sirvientes, Jaken y un ama de llaves, Sukime. Ellos tres eran un núcleo 'familiar' silencioso y tranquilo, hasta ahora.
Desde que lo amenazara con estrangularlo con su única mano, todo lo que Jaken hacia era comentar de lo hermoso que sería tener la presencia de alguien cálido y alegre como Rin. De la noche a la mañana se había transformado de fiel y callado asistente, a hostigador implacable, empecinado en traer a la niña a vivir en la mansión Youkai de forma permanente.
Ese día, tratando de alejarse de la retahíla de Jaken, Sesshoumaru había intentado practicar golf, pero como era de esperar no fue de mucha ayuda. Frustrado por no poder atinarle a la pelota, el galán lanzó el palo por los aires estrellándolo contra uno de los ventanales que daban a una terraza.
Cuando Jaken se lo trajo de vuelta, como si nada, empezó a hablar de Rin. Pidiéndole que entrara en razón y fuera a buscarla, en lugar de hacer algo tan ridículo como jugar golf con un solo brazo. Sesshoumaru amaba el golf casi tanto como a Rin, por lo que al escucharlo rugió fuera de sí. En un ataque de frustración, tomó una rama del suelo y se la incrustó en el hombro, arrastrándola con fuerza sobre su extremidad.
Ahora aquella herida estaba vendada y curada, por la misma persona que indirectamente la había causado. Con un profundo suspiro, Sesshoumaru sacudió aquel recuerdo y le dijo a Jaken que doblara en la próxima esquina a la derecha.
"Hay algo que necesitamos hacer antes de regresar a la casa!"
"Claro lo que usted diga señor!"
…………………………………
Al día siguiente…
El turno de Rin iniciaba a las 10 de la mañana, y la primera parada era ver a los pequeños. Antes de llegar a la sala, se dio cuenta que algo inusual sucedía. Las risas y gritos de los pequeños se oían en todo el piso.
Intrigada, apresuró el paso y al entrar a la sala, el aire abandonó su pecho tan rápido que sintió una punzada. El lugar estaba lleno de globos de todos los colores y formas imaginables. En medio de la sala, había un par de payasos, vestidos de forma impecable y maravillosa, desde los zapatotes hasta la peluca de colores.
Con cada payaso había dos ayudantes, vestidas acorde. Telas de colores brillantes y dibujos de arco iris, estrellas y mariposas adornando sus juveniles rostros. Mientras unas repartían animalitos hechos con globos, las otras dos plasmaban pequeñas obras de arte en los rostros de los niños.
Escondida bajo una mariposa multicolor, Rin reconoció a Chiki que junto con, prácticamente todo el personal pediátrico del hospital, disfrutaba de aquella maravillosa sorpresa.
Al ver a su amiga, Chiki dio un grito de emoción alertando a todos, de que la responsable de aquel 'evento' había llegado. Rin escuchó el anuncio pero creyó que su amiga estaba demasiado contagiada por la algarabía de los niños.
………………………
Desde una esquina, invisible para los demás, Yune parecía hablar solo, del otro lado del celular escondido en uno de sus bolsillos, Sesshoumaru escuchaba la descripción de la reacción de Rin.
"…ya la amiga dijo que ella es la culpable de los globos…si el payaso esta buscando el globo con el mensaje…esta muy emocionada, creo que va a llorar…claro señor las fotos las estoy tomando mientras hablamos…nos vemos mas tarde!"
…………………………
Acercándose tímidamente a los payasos, Rin los saludo con un sonrisa. Uno de ellos la miró un instante reconociéndola en el acto. Fingiendo ser un mimo, el joven payaso expresó su sorpresa, siguiendo el juego, el otro payaso hizo su tanto y le indico a Rin con señas que esperara un momento.
Junto a ella Chiki se cubría la boca arrasada por la felicidad, para ella era una versión en vivo y a todo color de sus novelas románticas favoritas. Todos los niños y demás personal, esperaban ansiosos a que volviera el payaso con el regalo de Rin.
Caminando hasta una de las camillas mas alejadas, el payaso tomó algo del piso y regresó a donde Rin lo esperaba. Llevaba un globo transparente que adentro tenía otro globo en forma de corazón, como estaba lleno de helio flotaba suavemente en el aire.
Al ver aquello, Rin no sospechó nada, mas bien pensó que era un intento de Chiki por hacerla sentir mejor. Feliz recibió el globo dándole las gracias al payaso con una enorme y sincera sonrisa. Estaba de buen humor porque había visto a Sesshoumaru y secretamente albergaba la esperanza de que regresara para cambiar la venda.
La noche anterior había llorado, pero gracias a Chiki también había dejado espacio para ilusionarse y aquella maravillosa atención para los pequeños terminaron de alegrarle el día. Lo que no sospechaba era que el día estaba a punto de transformarse en euforia.
"Gracias por mi globo!"
"Gracias a ti, este es un globo especial pequeña Rin, tiene un mensaje dentro del corazón!"
"Ah?"
Rin abrió la boca sorprendida, iba a preguntarle al payaso como sabía su nombre, pero el joven le guiñó el ojo, pidiéndole que leyera el mensaje. Soltando una carcajada se volvió a donde Chiki para agradecerle el gesto, pero su amiga negó con la cabeza. En ese instante se sintió mareada y con cosquillas por todo el cuerpo.
"Chiki tu sabes que dice el mensaje?"
"No, pero vamos averiguarlo!"
"S-si!"
Con mano temblorosa, Rin pincho primero el globo transparente y luego el rojo, con cada pinchazo los niños gritaban emocionados poniéndola mas nerviosa. Al estallar el corazón un papel blanco doblado en dos flotó suavemente y Rin lo tomó con los dedos. Completamente exaltada, Chiki le dijo que se apurara a leerlo porque tenía un buen presentimiento.
Sintiendo el pulso vibrar en su sien, Rin desdobló el papel y leyó cada palabra sumergida en una burbuja de felicidad y amor.
Espero que te guste la sorpresa para tus pequeños. Lo que es importante para ti lo es para mí. Gracias por la idea.
S.
Al comprender quien era el responsable de aquel maravilloso gesto, se le aguaron los ojos y una sonrisa de absoluto deleite se le dibujo en el rostro mientras estripaba la nota contra su pecho. Incapaz de contenerse por más tiempo, Chiki le suplico que le enseñara la nota y al leerla dio un gran suspiro, provocando las risas de Rin.
"Fue él Chiki, mando todo esto para los niños"
"Vaya por fin ese hombre entró en razón!"
"Tu crees que puedo ilusionarme?...es que no dice nada que quiere verme o algo parecido…"
Torciendo los ojos y tomándola del brazo para apartarse del bullicio, Chiki le aseguró que no tenía nada que temer, la atención para los niños era solo una excusa para conquistarla a ella. Rin quiso decir algo pero no pudo, con la cabeza baja trato de esconder sus lágrimas y al verla Chiki soltó la risa, mientras la abrazaba.
"Tanto lo amas?"
"Si"
……………………………
Dos días después…
Los relatos de la sorpresa para los niños se habían esparcido por todo el hospital poniendo a Rin ansiosa de pensar que transcurridos dos días, Sesshoumaru no había ido a visitarla. Ahora estaba revisando una paciente, cuando sintió una presencia detrás de ella, antes de que pudiera volverse la voz sedosa de Sesshoumaru la hizo sentir escalofríos.
"Buenas tardes Rin!"
"B-buenas tardes…"
Sesshoumaru vestía de traje entero con una corbata que provocaba alargar los dedos para acariciar la tela. Tenía su melena cepillada hacia atrás y olía absolutamente delicioso, como si se hubiera bañado solo para ir a verla.
Viéndola afectada por su presencia, Sesshoumaru tomó ventaja de eso y estrechó el espacio entre ellos un poco más, pegándose a ella con el afán de sentir su delicado perfume, le dijo que estaba ahí para cambiar la venda.
Rin se quedo perdida en sus ojos ámbar un momento antes de reaccionar y tartamudeando le dijo que enseguida lo atendería. Al notar que él sonreía como triunfante, ella hizo una trompa y se recordó a si misma no dejarse envolver por sus sentimientos. Era muy fácil mandar globos y esperar que todo se arreglara, ella quería constancia para saber que no la iba a dejar al primer tropiezo.
(Que se esfuerce, ahora le digo que se quite la camisa, que rico! Huele delicioso…uff tengo que calmarme…)
Rin lo condujo en silencio hasta una camilla resguardada por una cortina blanca. Una vez sentado, Sesshoumaru se quitó el saco, la corbata y la camisa con extrema lentitud. Podía ver el brillo en los ojos esmeralda y eso lo animaba.
En el momento que terminaba de desabrochar el último botón, entró el doctor cupido y los saludo efusivamente. Ella miró a su Sensei con algo de recelo. Ya sabía que estaba decidido a juntarlos, y aunque ponía resistencia, en el fondo adoraba al doctor por su esfuerzo.
"Como has estado muchacho?"
"Ahora bien!"
"Me imagino, que bueno! Vamos a ver esa herida!"
Sesshoumaru se sacó la camisa sin quitarle los ojos a Rin, que se sentía caliente y tenía comezón de los nervios. Sin embargo, miraba en dirección opuesta al torso desnudo de su adorado tormento.
(Claro que lindo! El se desnuda frente mío como si que…es un tramposo, sabe muy bien que me encanta su pecho musculoso…ya va ver!)
Después de unos segundos, Keisuke dijo que todo estaba bien pero que tendría que seguir viniendo al hospital para revisar que no hubiera ninguna complicación de último momento.
Lanzándole una mirada cómplice, Keisuke le hizo varias preguntas que Rin encontraba demasiado sospechosas, porque parecía mas una conspiración amorosa que una revisión medica.
"Dime muchacho te pica, sientes alguna otra molestia?"
"Mmm pues verás Keisuke, me molesta un poco en la noche como duermo solo…"
"Ahh ya veo, sientes frío?"
"Muchísimo!"
Rin trago grueso y entrecerró los ojos como una leona. Cautivado, Sesshoumaru torció la boca en una risita burlona, pero no dejó que se esparciera para no enfurecerla más.
Ella bufó en silencio, conteniendo la risa, porque sabía que la estaba provocando descaradamente. De solo imaginarse durmiendo con Sesshoumaru, los pelitos de la nuca se le erizaban y le daban ganas de abrazarlo y besarlo como si nada hubiera pasado.
Recordando que tenía que agradecerle por los globos, dio un paso hacia él provocando que el corazón masculino perdiera el ritmo. Tosiendo un poquito, se aclaro la voz y empezó a hablar.
"Los globos y los payasos…fue muy lindo de tu parte, lo disfrutaron muchísimo!"
"Te gustó la nota?"
Rin no le contestó nada, solo abanicó sus enormes y espesas pestañas en un gesto que dejó al empresario con el corazón en la garganta. Al darle la espalda, Sesshoumaru soltó un silencioso suspiro y Keisuke se aguantó una risita. Estaba loco por verlos juntos y felices, seguro de que su amor duraría para siempre.
Incómoda Rin aparto la mirada y se entretuvo con los utensilios junto a la camilla. Estaba súper nerviosa y le sudaban las manos. Su paciencia llegó al límite, cuando Sesshoumaru dijo que había perdido peso porque no tenía nadie que le partiera su comida en trocitos como cuando estaba internado. Después de que terminó de hablar, solo se escuchó una maldición entre dientes y Rin giró sobre si misma para irse.
"Ya me voy Sensei!"
"No espera Rin…"
"Que quieres?"
Rin se volvió a mirarlo enfurecida, si la provocaba una vez mas, le iba a soltar otra cachetada sin importarle que el doctor K estuviera ahí. Nervioso, Sesshoumaru alargó la mano y del bolsillo de su saco tomo una lujosa caja púrpura. Sin decir nada se le entregó a Rin, que sentía palpitaciones y las rodillas le temblaban.
"Toma!"
Ella no se inmutó y evitó mostrar la emoción que sentía. Con fingido recelo, recibió el regalo y cuidadosamente abrió la caja. Dentro había un lujoso reloj de mujer. Rin apretó los labios con fuerza luchando contra las ganas de gritar enloquecida.
Lo que la hacia sentir débil, era pensar que Sesshoumaru recordaba todos y cada uno de los detalles. Su pulso se aceleró provocándole una sensación intoxicante y maravillosa, sensación que requirió de todas sus fuerzas para controlar.
Sesshoumaru sintió tal placer de verla admirar el reloj, que alargó la mano hasta ella. Reaccionando momentáneamente, Rin le pidió con tono ácido, que no la tocara. Keisuke observaba feliz el intercambio entre ellos, disfrutando especialmente, la forma como Rin se estaba cobrando el desprecio de Sesshoumaru.
"No me toques!"
"Pero Rin!"
"Porque me lo das?"
"Porque lo compre para ti"
Rin hizo un puchero al escucharlo. Aquella contestación era típica de Sesshoumaru y eso la enfurecía, porque reflejaba la personalidad fuerte y mandona de su amado galán.
"Es como yo lo describí aquella vez…"
"Si, las piedras del 12 y el 6 son esmeraldas, del color de tus ojos…"
Rin entrecerró los ojos amenazante y le lanzó una mirada de fuego. El reloj era perfecto y se notaba el interés por complacerla. Sesshoumaru se había esmerado y se merecía algo más que un beso y un abrazo, pero ella se mantuvo firme y solo le dio las gracias entre dientes como una niña malcriada.
Deseoso de ayudar a Sesshoumaru, el doctor cupido intervino para ver si lograba que Rin se suavizara.
"Ese reloj es toda una joya, se nota que lo escogiste con mucho amor. La caja se ve un poquito golpeada, acaso lo llevas contigo todos los días?"
Rin levantó la mirada para escuchar la explicación, estaba segura que todo aquello, aunque maravilloso, era una obra muy bien pensada, orquestada por el doctor Koeki. Sesshoumaru estaba embelezado viendo como ella admiraba su reloj nuevo, tanto que la pregunta del doctor lo tomo desprevenido.
"Pues…lo tengo hace semanas, lo mandé hacer cuando aún estaba en recuperación!"
Ella no dijo nada, tenía los ojos muy abiertos viendo a Sesshoumaru. Por la expresión masculina, ella supo, que tal y como lo había dicho el Sensei, Sesshoumaru llevaba el reloj en su saco todos los días. De la emoción, el corazón de Rin se estrujo en su pecho y ella apretó la caja entre sus manos con desesperación.
Cuando ella habló Sesshoumaru no pudo contenerse y sonrió, igual que el doctor Keisuke. El tono de voz de Rin, era consentido y suavizado.
"Si lo compraste hace semanas, porque no me lo diste antes?"
"Pues…"
"Ah si! Ya me acordé…me apartaste de tu lado porque no me quieres!"
"Rin!"
"No importa demasiado, yo ya no te quiero nada!"
Sesshoumaru se sintió enternecido al escucharla y tuvo que controlarse para reprimir las ganas de reír o abrazarla y estrujarla contra su pecho. Cualquier persona que la escuchara podía darse cuenta que ella mentía y lo estaba diciendo por no darse de menos.
Cuando el galán se ofreció para ponérselo ella no tuvo la firmeza suficiente para negarse. Con cuidado le quito el reloj que le había prestado, y le puso el nuevo alrededor de su muñeca; le quedaba a la perfección. Mirándola a los ojos y sin soltar su mano, le dijo que le quedaba hermoso, ella trató de liberarse pero Sesshoumaru no la dejo.
"Gracias, quieres que te regrese este?"
Rin sostenía el otro reloj en su mano esperando que él lo tomara, pero no lo hizo porque no quería soltarle la mano. Con un movimiento de cabeza rechazó el reloj, luego, sin que ella pudiera o quisiera evitarlo, la beso en la mano antes de dejarla ir.
"No me lo devuelvas, quédatelo para que me recuerdes!"
Ante aquel comentario ella apretó los labios y su mirada se endureció, como si aquellas palabras la enfurecieran más allá de sus límites. Al hablar su voz era un latigazo, que dejó a Sesshoumaru mas cautivado y enamorado que nunca.
"BAKA! No necesito esto para recordarte…"
Rin abandonó el recinto como un remolino, apartando la cortina con fuerza y balbuceando una retahíla de insultos. Cuando estuvieron solos, el doctor cupido soltó la carcajada y el galán de melena sedosa apretó la boca presa de la emoción al comprobar que ella aún lo amaba.
"Bien hecho muchacho, si sigues así pronto estarán juntos, como debe ser!"
"Está mas linda que nunca…"
"Porque regresaste!"
………………………
Jejeje, lo termine muy rápido, este fic ya casi termina. Gracias a todas por leer.
Lou, Ceci, Stefi, Eva (sigues perdida), Anita Anne, Azuky, Estrellita, Umi, Gracia, Dani, Adri, a la Mami, Arline, Chispita, Mourisan, Michiyo, Fabisa, Yashi, Kykio Angel, Saya, Paulina, Daulaci, Justary, Crystal Darling…recibi tu mail que dicha que apareciste amiga.
Mary my querida Nee-chan, Syren, Ibette, Carmen, Arlet, Giuliana, Yashi, Jazmin, Lady Saga, Montse, FenixGirl (como va la pequeña?), Agaue, Yuzu, Hitomi, Pandora Youkai, Aome, Arashi, Tamy Kuki, Miss Snape, Malkavian, Sweet Aome, Kaki 35, Padilla, Saiko Katsuka, Rinoa LeBeau (mamemimomu…me gusta eso!), Chi2-chan, Tigresita, Kathy, Naru Hurashima, Bunny Saito, Lian Li,
Gracias a todas por sus reviews. Son el sueño dorado de cualquier escritor de fics. Besos y abrazos, Zetus. (El próximo fic que actualice será Flores, dedicado a Daulaci)
