Capitulo 3: La metomentodo

Se acercó a él, sigilosamente y le ofreció su ayuda, a lo que Draco accedió raramente.

Hermione disfrutó de aquellos segundos mientras recogían las cosas, a pesar de la colonia de Spar, que atufaba a cualquiera.

Draco le dio las gracias y se fue a dar la vuelta, cuando Hermione le paró con el brazo.

Se dio la vuelta y la miró con una sonrisa de esas que solo guardaba para cuando se ponía a ligar.

"Draco...yoo" Hermione estaba muy roja, parecía un tomate, el corazón estaba subiéndole por la garganta, comenzaba sudarle las manos. Draco seguía allí mirándola. Mientras Snapo se acomodaba en su sillón y comenzaba a morder las palomitas que se había preparado con una poción.

"Yo…"

Un chillido horrible cortó el aire y las palomitas salieron volando, llenando a los tres que se encontraban en la habitación. Hermione especialmente parecía un muñeco de nieve. Rápidamente soltó el brazo de Draco pues su novia acababa de aparecer por la puerta arrasando con todo lo que había. Y mientras discutían huyó, con lágrimas en los ojos.