Disclaimer: Todo pertenece a JK Rowling y no tengo intencion de robar los personajes ni na

Pareja: harry/draco

Aki tenemos un nuevo capitulo. espero que les guste

Capítulo 11: PROBLEMAS DEL CORAZÓN

Dumbledore les esperaba sentado tras su mesa, con aire conciliador.

- Explicadme lo ocurrido por favor- les pidió con voz suave.

Draco y Blaise intentaron contarle su versión de los hechos, pero como lo hablaron todo a la vez no se les entendió nada.

- Por favor calmaos- Dumbledore era el más tranquilo de la sala.- Harry, tú no has dicho nada¿a qué se debe?

- Profesor Dumbledore, yo no tuve... yo...

- ¿Sí?

- Yo soy tan culpable como ellos y no sé como decir cuánto lo siento.

Draco se quedó con la boca abierta¿Harry iba a autoinculparse para que el castigo no fuese tan duro para ellos?

- Minerva, será mejor que traiga a los amigos de Harry, y los de éstos dos jóvenes, para que ayuden a la versión de los hechos.

Mientras esperaban, Dumbledore le ofreció caramelos de limón a los tres chicos, que quedaron un tanto desconcertados y los rechazaron.

Poco después McGonagall regresó, trayendo consigo a Ron, Hermione, Ginny, Crabble, Goyle y Pansy. Todos tomaron asiento un poco extrañados pues la profesora no les había dicho el motivo de su visita al despacho del director.

- Muchachos, estamos aquí reunidos para aclarar la pelea entre estos dos amigos, en la que se ha visto involucrado una persona de otra casa.- Nadie se aclaraba con las palabras de Dumbledore.- Podéis hablar entre vosotros- les indicó.

Draco, Blaise y Harry se acercaron a las personas que estaban sentadas en el sofá e indicaron a Crabble, Goyle y Ron que se fueran.

Ron se fue muy mosqueado al verse fuera nuevamente pero antes de irse gritó a Harry:

- Luego me lo compensarás¿verdad?- Harry se puso muy colorado y Draco le miró sospechosamente.

- Harry relátanos los hechos- le pidió Pansy a Harry. Los otros dos Slytherins le miraron como si le hubiese salido otra cabeza, pero los otros no les hicieron caso.

- Bien, estábamos en la biblioteca cuando Zabini se me insinuó to-tocándome la pierna y me lamió la oreja.

- ¡Si serás...!- gritó Draco intentando tirarse encima de Blaise nuevamente, pero Harry se puso en medio.- Pensé que le habías provocado, pero ¡cómo se te ocurre tocarle! Harry apártate, tipos como él no merecen la pena.

- Draco tranquilízate, la violencia no nos llevará a nada.

El director y la subdirectora miraban el intercambio con absoluta sorpresa, pero no pensaban intervenir, dejarían que aprendiesen de sus errores y luego les castigarían por la pelea.

- Harry continúa- le pidió Hermione.

- Bien, luego de salir de la biblioteca me agarró del brazo y Draco se le lanzó hecho una furia, y comenzaron a pelearse.

- Más le habría hecho si hubiese sabido que no era la primera vez en el día que te tocaba- masculló Draco.

- ¡Qué romántico!- exclamó Pansy- Dos chicos peleando por ti.

- ¿Y eso a qué nos conduce?- se preguntó Hermione en voz alta.

- ¡A que el idiota de Zabini metió a Harry en todo esto!

- Tú a callar Malfoy.

- No me da la gana Zabini

Al final, decidieron que Ginny hablaría también con los adultos por haber sido el objeto de los celos de Draco.

- Entonces¿no estáis saliendo?- preguntó Draco emocionado y un poco enojado.

- Eso no te da el camino libre tan fácilmente- dijo Harry con voz fría.- Tendrás que ganarte mi confianza.

Cuando se decidieron a acercarse a la mesa del director éste les abordó emocionado:

- Chicos¿ya tenéis una versión?

- Un momento- le apartó McGonagall.- No sabemos si nos dirán toda la verdad.

- Cierto, tal vez tendríamos que darles Veritaserum a todos.

- ¡Pero no tenemos tanta cantidad! Si son 4 personas, a dos gotas por cabeza...- mientras McGonagall hacía sus complicados cálculos a Dumbledore se le ocurrió otra idea.

- ¿Por qué no les hacemos el encantamiento "Internium verit"?

- Pero Albus, es muy peligroso, podría salir mal.

- Sólo confía en mí. Si se hace entre dos personas es menos peligroso.

- Y si se hace entre cuatro ya no hay ningún problema- opinó Hermione que se había ido acercando junto con Pansy.

- ¿Saben hacer un hechizo tan complicado?

- Por supuesto que sí- declaró Pansy indignada.- Somos las alumnas más aventajadas.

Las otras cuatro personas de la habitación miraban con expectación creciente y un poco de desconfianza.

- El hechizo que les mandaremos tiene la cualidad de funcionar como el Veritaserum pero sólo oiremos sus palabras, las personas que lanzamos el hechizo. Nunca entre ustedes.

- Pues yo no sé si fiarme de esas dos- murmuró Draco ganándose miradas asesinas de las nombradas.

- Tranquilo, este hechizo lleva incluido uno de confidencialidad, excepto claro está para acusados de crímenes. Además sólo se referirán a la parte concreta que necesitamos. ¿Listos?

- "Internium Verit". Cuatro rayos de color blanco perla salieron de las varitas y rodearon a los alumnos.

Draco Malfoy

Amo a Harry Potter. Éste sentimiento nació en nuestro primer encuentro, en la tienda de túnicas. No sabía su nombre ni su procedencia pero lo vi tan maravillado, tan hermoso que comenzó a obsesionarme. Pero ante su rechazo en el tren decidí, inconscientemente, ocultar el sentimiento y fingir siempre odio para olvidarme de él como intentaba hacer ahora.

El año pasado, procuraba estar siempre sólo y yo aprovechaba para observarlo con calma y así aclarar mis sentimientos.

Cuando Severus le dio a tomar la poción errónea, la mayoría de la gente quería impresionarle, gustarle, pero yo formaba parte de la otra mayoría, la que siempre había pensado así. Dos días más tarde se escabulló a la Casa de los Gritos y cogiendo la capa invisible de mi padre le seguí.

Hace unas semanas le tomé con amor, y luego le abandoné miserablemente por miedo a hacerle daño, por miedo a fallarle, pero no conseguí superar mi amor por él, y lo peor, le hice más desgraciado...

Harry Potter

Todo comenzó durante las vacaciones de Navidad. Los Slytherin inventaron una especie de juego y una de las pruebas era besarme con Malfoy. En ése beso surgieron sentimientos que yo no creía tener. Ya no pude pensar en él como Malfoy, ahora simplemente es Draco.

Él me hizo el amor, fue algo dulce, maravilloso, yo estaba tan ilusionado... pero me abandonó cruelmente, y las chicas idearon un plan para darle celos y así reconquistarle.

Ginny Weasley

A los diez años me gustaba Harry, pero en realidad sólo porque era famoso. A los catorce me hice novia de Michael Conner y luego de Dean Thomas, pero el sentimiento hacia Harry no desapareció sino que, al ir conociéndole se transformó en amor verdadero.

Me propuse como cebo para darle celos a Malfoy porque quería ver feliz a Harry, pero también con la intención de que se fijase en mí, dejase de verme como a una amiga y fuésemos algo más.

Blaise Zabini

Mi padre no es mortífago, pero conoce al padre de Draco y de pequeños nos hicimos amigos. Al principio me gustaba, era tan distinto a todos los demás, pero eso me desconcertaba¡era un chico! Pero arreglé mis sentimientos y supe que aunque me gustan los chicos sólo siento amistad y admiración por ese en concreto.

El otro día noté cómo miraba a Potter y yo mismo comencé a verlo con otros ojos. Así que hoy, en la biblioteca quería divertirme un poco con alguien tan inocente pero Draco se puso especialmente celoso y una vez abajo cuando agarré por el brazo al moreno me atacó, supongo que guardando rencor de la relación con Weasley. Y yo me defendí.

- Bien Minerva¿cuál es tu opinión?

- Opino que los problemas de estos chicos son del corazón, de los sentimientos, y tenemos que dejar que los solucionen solos.

- ¿Pero la pelea?- preguntó Hermione.

- Eso es otra cosa señorita Granger. Finite incantatem. Ahora, señores Malfoy, Zabini y Potter, están ustedes castigados.

- Espere profesora.

- ¿Si señor Malfoy?

- Potter no tuvo nada que ver. Sólo fue el motivo de la discusión.

McGonagall buscó la afirmación de Blaise Zabini quien asintió con un movimiento de cabeza.

- Está bien, a ustedes dos les espero esta tarde a las seis en punto en mi despacho. Y si trabajan bien mañana no tendrán necesidad de acudir.

Draco salía con el brazo derecho dolorido de copiar cientos de veces, "debo controlar mi ira" mientras maldecía a Zabini que sólo tenía que ayudarle a corregir exámenes, y por tanto había salido antes.

- Malfoy- le llamó una voz conocida.

Draco se giró elegantemente y se acercó al chico que le llamaba.

-¿Si?

- A...esto, gracias por haberme librado del castigo Draco- Harry le sonrió, le besó fugazmente en la mejilla y se alejó corriendo, completamente ruborizado.

Fin del capitulo