Penultimo capitulo. Muxas gracias por estar ahi y espero q leais mi proximo fic, q sera la secuela d este, con mpreg. bs

Capítulo 12: BAILE DE RECONCILIACIÓN

El Slytherin quedó en estado de shock un rato hasta que se dio cuenta de que debía de ser la hora de la cena pues había salido del despacho poco antes.

Se encaminó al Gran Comedor con paso rápido para ver si así podía hablar con el moreno sin levantar sospechas, pero lo tendría un poco difícil si ya estaban sus amigos.

- Drake, ven por aquí- le llamó Pansy. Y Draco, tras dar un vistazo de resignación a la mesa de los leones se sentó en su mesa de una manera en la que pudiese ver a su Gryffindor, el cual estaba dándoles la espalda.

- Alumnos, hoy tengo que darles una noticia que sé que agradará a muchos de ustedes- comenzó Dumbledore- El profesorado y yo, teniendo en cuenta la cercanía de Semana Santa y el cancelamiento del baile de Navidad, por causas ajenas a este colegio, hemos decidido dar un baile para todos vosotros, por supuesto que será un baile estrictamente controlado con respecto al alcohol.- Hizo una pausa en la que se oyeron gruñidos de disconformidad.- El baile se celebrará este sábado por lo que les daremos permiso para ir a Hogsmeade cualquier día de la semana, siempre que no tengan clase y sea en grupos de un mínimo de diez personas. Ahora¡a comer!

Todos dejaron de prestarle atención al director para hablar entre ellos del baile. Harry oía hastiado a Parvati y Lavender quejarse del poco tiempo que tendrían para comprar todos los productos de belleza, túnicas de gala nuevas, maquillaje...

- Harry compañero¿vendrás a Hogsmeade?

- Por supuesto Ron. Me apetece comprarme una túnica nueva. Quiero estar espectacular- esto último se le escapó pues no tenía intención de decirlo.

- Harry, tú no tienes falta de nada para estarlo- replicó Seamus- si quieres vamos a la habitación y me lo demuestras.

Harry enrojeció ante ese comentario. Ya se estaba haciendo costumbre de Seamus decirle esa clase de cosas.

Al terminar la cena, el Slytherin interceptó al trío de oro al borde de la escalera.

- Potter¿podríamos hablar?

- No vayas Harry, él es un mortífago- chilló Ron.

Hermione puso cara de desesperación y subió hacia la torre tirando tras de sí a su amigo.

- ¿Podríamos ir a un sitio más privado?- el moreno asintió con la cabeza levemente y siguió al otro hasta un pasillo desierto del primer piso.

- ¿De qué querías...?- las palabras le fueron arrebatadas de la boca por un tierno beso.- ¡Draco!- reclamó en cuanto se hubieron separado.- ¿Qué haces!

- Me debías un favor¿no?- sonrió el otro y juntó de nuevo sus labios.- No creerás que hago favores sin pedir nada a cambio.

- Eso no sería muy Slytherin- sonrió Harry.- Pero te estás acostumbrando demasiado a robarme besos.

- Harry¿querrías venir al baile conmigo?

El otro se quedó un momento desconcertado, cavilando su respuesta.

- Si le digo que sí pensará que ya tiene medio camino hecho y que soy muy fácil de reconquistar. Pues se equivoca. Pero es difícil resistirse a ese cuerpo, esos ojos... Vamos céntrate Harry. Le diré que ya tengo pareja¿pero quien? Si le digo Ginny... el sabe que todo fue un engaño. Seamus me intentará meter mano todo el tiempo...

- Harry- el otro estaba ajeno al monólogo mental del moreno y el verlo tanto tiempo callado le extrañó.

- Lo siento Draco pero ya tengo pareja.

- Vamos Harry, acaban de decírnoslo. No pudieron pedírtelo tan rápido¿no?

- Pues sí, lo siento. Además, piensa en que la gente se extrañaría muchísimo en ver a "los dos mayores rivales de Hogwarts" bailando juntos.

- Podríamos fingir que es otra competición- sugirió el platinado tentativamente.

- Lo siento- repitió Harry.

- Por lo menos dime con quién vas- le preguntó Draco cuando ya se iba.

- Con Ronald... con Ronald Weasley- le gritó por encima del hombro.

- Ron tienes que hacerme un favor- pidió Harry nada más entrar a la Sala Común de Gryffindor. Cogió al pelirrojo por un brazo y lo arrastró al dormitorio.

- ¿Hoy que tengo complejo de saco!- se enfadó en broma.

- Por favor tienes que venir conmigo al baile.

- ¿Es eso una proposición de cita?

- Sabes que no, Ron.

- Ya pero...no sé si a mi nov...a "alguien" le importará.

-¿Tienes novio¿Quién es?- le importunó Harry.

- No tengo novio- se enfadó Ron- ¡y tú no me invitas al baile porque te invito yo!

- Wow, que machote- se mofó Harry de su amigo.

Ron se hinchó de orgullo hasta que se dio cuenta del tono que había utilizado el otro...

- Chicos, quedamos el miércoles por la tarde par hacer las compras- entró a avisarles Dean Thomas cuando vio la guerra de almohadas que se había formado entre los dos amigos- Me apunto!

Seamus y Neville vinieron poco después al oír las risas que salían del dormitorio y también se apuntaron a la batalla, aunque el pobre Neville recibió más que dio.

- ¡Orden!- todos miraron hacia la puerta desde donde les miraba una indignada Hermione.- Ron, siendo Prefecto tendrías que haber detenido la pelea.

- Pero si estábamos de broma- se quejó el pelirrojo emergiendo de debajo de un montón de almohadas totalmente despeinado.

- Je, je, je, menudos pelos que tienes- se rió Seamus, por lo que recibió otro cojinazo del pelirrojo.-

- ¡Ahora, todos a dormir!

- Mndona- susurró Ron en cuanto la chica ya no le podía oír.

El miércoles por la tarde Harry, Hermione, Ron, Ginny, Dean, Neville, Seamus, Parvati, Lavender, y Luna, salieron a Hogsmeade. Una vez allí quedaron en un sitio y rápidamente se deshcieron en grupos más pequeños. Hermione, para extrañeza de todos, se fue con Lavender y Parvati.

- Bueno Harry¿Adónde vamos?- le preguntó Ron. Harry, Ron, Seamus, Dean y Neville eran el otro grupo.

- ¿Dónde hay una tienda lo suficientemente grande para que un gay, dos bisexuales y dos heteros encuentren lo necesario para un baile?- respondió Harry sarcásticamente.

- Callejón Midi.(medianoche)

- ¿Perdón?- todos se giraron hacia el extraño mago.

- He oído por casualidad sus problemas y la solución es el callejón Midi. Allí hay una nueva tienda de ropa y complementos para ocasiones especiales. Creo que sus amigas estarán allí también.

- Gra-gracias.

Todos fueron al callejón que estaba decorado de manera francesa, con nombres en francés en todas las tiendas.

- Yo entraré en la Boutique d'Anastasia- informó Seamus.

- Yo iré al supermarché- dijo Neville.

Y así se fueron separando, uno a uno, y Harry respiró aliviado al verse solo y poder pararse a comprar todo para su plan.

Entró en boutiques, tiendas de ropa, tiendas de complementos... A las ocho se juntaron los diez en la plaza y se encaminaron juntos de regreso a Hogwarts.

- Vaya Harry cuantas bolsas- se sorprendió Hermione pero Harry no se dio por aludido y continuó caminando junto con Ron y Neville.

El resto de la semana pasó rápidamente y antes de que se pudieran dar cuenta ya era el día "B"de baile, como lo había llamado Seamus de broma. Harry parecía nervioso y no hacía más que mirar el reloj continuamente. Unas tres horas antes del baile se retiró a arreglarse.

- ¿Qué le ha pasado?- se sorprendió Ron.- Nunca fue así de presumido...

- C'est l'amour- dijo Hermione simplemente, pero Ron como nunca había dado francés quedó con cara de "esta ta loca."

Un rubio platinado estaba sentado en la zona de mesas con su acompañante y amigo Blaise, mirando impaciente a ver si encontraba a su Gryffindor, cuando se abrieron las puertas del Gran Comedor. Casi todos giraron curiosos, pues la mayoría de la gente estaba ya allí, y lo que vieron sus ojos fue como una aparición: un joven moreno no muy alto, delgado, de piel blanca y refulgentes ojos verdes (sin gafas), vestido con una túnica verde esmeralda que no hacía otra cosa que destacar su mirada. La túnica parecía cara, hecha de seda con rebordes plateados en los puños y cuello, y debajo se notaba un pantalón negro ajustado y una camisa. Los comensales se quedaron sin palabras y sobretodo un rubio de ojos grises que lo único que atinó a pensar era que querría estar al lado de ese ángel por siempre y protegerlo de todas las maldades del mundo para guardar esa inocencia que lo hacía, si cabe, todavía más bello.

El pelirrojo que acompañaba a la aparición parecía no percatarse de nada y cogiendo al moreno por la cintura se aproximó a la mesa de Draco Malfoy y Blaise Zabini.

- ¿Sabrá que Draco es de quien le hablaba? -se preguntaba Harry desesperado pero sin dejarlo exteriorizar.

El pelirrojo apartó una silla para que su pareja se sentase y luego él se sentó a su lado y frente a Zabini: - Blaise¿podríamos hablar?

- No hay nada que hablar,-dijo Blaise con voz fría,- todo quedó resuelto cuando me dijiste que venías con "eso"- terminó señalando vagamente a Harry con desdén.

Harry se sintió ofendido pero no pronunció palabra, bastante nervioso estaba ya con tener a Draco enfrente como para armar una bronca por una tontería.

- Por favor, ven a bailar conmigo- suplicó Ron.- ¿No te importa verdad Harry?- el moreno negó con la cabeza.- Entonces vamos.

- Hey, y yo qué Weasley, se supone que tendrías que pedirme a mí permiso que para eso soy su acompañante.

- Piérdete Malfoy- respondió el otro.- Harry mantente alejado de ése.

Y sin más marchó con el Slytherin dejando atrás a un ojigris enfadado y a un ojiverde incómodo.

- Harry, tenemos que hablar...-empezó a decir el rubio.

- Harry, Draco que bueno que estáis aquí- les interrumpió Pansy quien llegaba con Hermione.

- ¿Vo-vosotras estáis juntas?- preguntó Harry claramente traumatizado.

- No, tonto- respondió la Slytherin divertida- nuestras parejas están donde las bebidas- aclaró señalando a dos alumnos desconocidos para Harry.

- ¿De qué curso son?

- Son de primero...-respondió Pansy.

- ¿Estás loca!-saltó su compañero de casa.- Si son mayores que nosotros.

- Es que no me dejaste terminar... son de primero de carrera.

- Los conocimos el otro día en Hogsmeade y los colamos por la Casa de los Gritos, pero no se lo digais a nadie- les dijo Hermione confidencialmente.

En ese momento se acercaron ambos, uno de pelo castaño y otro moreno que parecieron claramente interesados en Harry en cuanto les saludaron.

- ¿Nos permitís?- dijo Draco bruscamente harto de que mirasen a Harry lo cogió del brazo y lo llevó a la pista de baile.

- ¿Qué haces?- preguntó el moreno apurado.

- Demostrarles que eres mío.

- Así que ahora soy un objeto¿no?- dijo el otro disimulando enfadarse.

- No m refería a eso, quiero decir que no quiero que estés con nadie más y que...¿podemos salir a hablar en otro lugar?

Los némesis más atractivos de todo Hogwarts abandonaron juntos el salón para sorpresa de los pocos que les vieron, y salieron al jardín. Caminaron hacia cerca del lago donde crecían las flores más bellas que hubiesen visto en la vida.

- Harry, yo quería decirte que eres lo más importante para mí. Y ya sé que no soy muy dado a revelar mis sentimientos pero quiero que sepas que eres lo mejor que me ha pasado en la vida, y volvería a repetir lo que hice sólo por protegerte y tenerte otra vez a mi lado, por que si ti no sé que habría hecho con mi vida, seguramente sería un Mortífago al terminar Hogwarts. Bueno yo quería pedirte,- se puso de rodillas mientras Harry estaba cada vez más atónito,- ¿quieres ser mi novio?- terminó mostrando un anillo de plata con una delicada figura tallada.

El moreno no supo que decir en ese momento, eso no se lo habría imaginado ni en sueños o mejor dicho se sentía como en un sueño.

- Draco- musitó antes de ponerse a la altura del otro y besarle tiernamente.

- ¿Eso es?

- Sí, por supuesto que sí. Siempre seré tu novio... o hasta que te canses de mí.

- Vamos Potter eso no va a pasar nunca- dijo el otro en tono jovial.

- Eso que me has dicho, era todo tan bonito...

- Pues no te acostumbres, amor, no soy muy dado a sentimentalismos- respondió el otro, y le dio un profundo y apasionado beso.- Te amo.

- Llevémoslo en secreto¿ok?

El rubio asintió con la cabeza mientras acariciaba la espalda del que tenía a un lado. Caminaron en silencio por un rato más hasta llegar cerca del Bosque Prohibido.

- Harry¿crees que es buena idea...?

- Shh, tú solo déjate llevar- le calló el moreno echándole los brazos al cuello y dejándole pequeños besos, alternados con mordiscos.

- Mmm, Harry- gimió su novio acostándole sobre el césped.

- Draco, he esperado tanto por volver a tenerte, por ser tuyo de nuevo...

Los gemidos, y roces se juntaron con los sonidos de la naturaleza.

Fin del capitulo. Nos vemos en el prologo.