Disclaimer: Lo típico, así que paso de escribirlo que no tengo ganas.

Notas de la autora: Aquí les subo el tercer capítulo de mi fic con título dado a los malentendidos (es que la primera persona a la que se lo nombré tomó las cosas por donde no eran XP). Gracias Ishida Rio por tu review. Para mí ha sido un halago que una de las dos autoras de fanfictions de D·N·Angel que más me gustan me haya dejado un review :D. Espero que continúes pronto con el de Sol de Medianoche porque nos tienes a mi prima y a mí toda picadas con lo que va a pasar. Así que te gustan los triángulos amorosos a dos bandas, ¿no? A mí también me gustan, y es que con tan buena base como la que da Yukiru Sugisaki en el manga para sacar parejas a varias bandas, no hay problemas para ello. Aunque sepamos que entre Daisuke y Hiwatari nunca, bajo ningún concepto, va a haber algo más allá de una fuerte amistad, con las escenas rayantes y las conversaciones aún más rayantes, tenemos tema para rato. Luego esa sutil atracción que parece sentir Hiwatari hacia la petarda pija de Risa (con perdón para quién sea fan de ella pero es que no la soporto, me recuerda demasiado a una niñata que tuve como compañera de clase), el hecho de que ella anda detrás de Dark; Éste último que, aunque se supone que a quien quiere es a Riku, no deja de tontear en ocasiones con ella; Daisuke que anda con Riku y ella que no se entera de nada; después Krad, y su reveladora y rayante conversación con Satoshi en el tomo ocho del manga, que a ver cuando vuelve a hacer Yukiru Sugisaki más situaciones como esa porque yo me emocioné y todo cuando lo leí en la tienda, que, porque había gente, sino habría sido para verme, bueno, y menos mal que el examen que hice justo cuando acabé ese recreo era de técnicas de expresión gráfico plástica (de pintar, vaya), que no tenía que estudiar ni nada porque yo estaba haciendo el examen y pensando en el manga que acababa de dejar en la tienda. La gracia, es que todos mis exámenes de selectividad, justamente en ese, que era en el que estaba menos centrada, fue en el que saqué mejor nota XP (que conste que los aprobé todos, ¿eh?) Bueno, creo que ya me he enrollado bastante, bueno, demasiado, pero es que cuando me da la picá no me callo ni bajo el agua XP así que ya no les doy más la lata y los dejo con el fic. Dejen reviews

Capítulo 03: En el hospital

Cuando llegaron al suelo, Niwa depositó muy suavemente a Hiwatari y trató de llamarlo, aunque éste no podía escucharlo porque estaba inconsciente a causa del golpe. No pudo evitar sentir un estremecimiento al ver al chico, sosteniendo las gafas en su mano derecha, que se las quitó y guardó Daisuke, como sumido en un plácido sueño, ajeno a todo lo que sucedía en el lugar. De repente, había vuelto a tener su cuerpo y no el de Dark. "Pero... ¿Por qué?", se preguntó el pelirrojo. Bueno, ahora eso no importaba, lo único que importaba era llevar a Hiwatari al hospital a que lo vieran, aunque aún no sabía cómo, pues no llevaba dinero para un taxi y no sabía si podría cargar con él en brazos. "Si pude con Riku, supongo que podré con él", pensó Daisuke.

Se puso a Hiwatari a la espalda y trató de salir de la zona, llena de policías. Cogió por calles poco transitadas, para que nadie conocido lo viera, y se alegró de que el hospital no estuviera muy lejos.

Entraron por la puerta de urgencias e inmediatamente dejó a Hiwatari sobre una silla y se dirigió a hablar con una enfermera para que lo atendieran. No tardaron en ponerlo en una camilla y llevarlo a observación para hacerle unas pruebas. Mientras tanto, él llamó a su casa para avisar a sus padres de dónde estaba y que no se preocuparan. Su madre le dijo que irían inmediatamente para allá y Daisuke aprovechó para pedirle que le trajera ropa normal, pues aún llevaba puesta la de Dark, que, aparte de llamativa, le quedaba grande.

Acababa de colgar el teléfono cuando lo llamó una enfermera para preguntarle por los datos de Hiwatari.

-¿Podría decirme el nombre?-le preguntó la enfermera.

-Es Satoshi Hiwatari.

-¿Y usted es algún familiar o algo?

-No, sólo soy...su amigo-respondió dudoso. ¿Podía considerarse amistad la extraña relación que tenían ellos dos? Es cierto que se llevaban bien, pero también que estaban condenados a perseguirse el uno al otro.

-¿Sabe el teléfono de sus padres o de algún familiar?

-No, sólo sé que vive sólo-. Era cierto que no sabía siquiera si Hiwatari tenía padres. Era un chico extremadamente reservado.

-Bueno, pues, entonces nada más, de momento.

-Pero... ¿podría decirme cómo está Hiwatari?-preguntó suplicante el chico.

-De momento no, pero no creo que sea nada grave-contestó sonriente la enfermera.

En ese momento llegaron los padres de Daisuke. La madre corrió a abrazarlo y a interesarse por como estaban él e Hiwatari y que era lo que había sucedido.

Daisuke procedió a relatarles lo de la caída y el golpe de Hiwatari y que él, por suerte, no se había hecho nada. Emiko abrazó fuertemente a su hijo sintiéndose aliviada de comprobar que estaba bien, y después le dio su ropa para que se cambiase.

Mientras Daisuke iba al servicio, ella y Kosuke hablaron sobre lo ocurrido. Estaban preocupados por lo que le había pasado al chico, pero también por la amistad que éste y Daisuke podrían tener, porque si ya era de por sí bastante duro que tuvieran que enfrentarse siendo unos críos, aún más lo era si se tenía en cuenta que eran compañeros de clase y probablemente amigos.

-Ya estoy aquí-dijo Daisuke cuando regresó de cambiarse-¿Se sabe algo de Hiwatari o aún no han dicho nada?

-No, aún no, hijo-respondió Kosuke.

-Oye, Daisuke, ¿Hiwatari es el nombre del chico?-le preguntó muy seria su madre.

-No, su nombre es Satoshi, Hiwatari es su apellido.

-No puede ser...-susurró la madre.

-¿El qué?

-¿Sabes quiénes son sus padres?-le preguntó Emiko

-No, sólo sé que vive sólo. ¿Por qué, qué pasa?

-A mí me suena de algo el apellido Hiwatari...-dijo Kosuke-Un momento, ¿no se llama así el Jefe de policía que es candidato a Ministro de Seguridad? Pero ese hombre no puede ser su padre...creo que tiene sólo veinticinco o veintiséis años...

-Claro que ese no puede ser su padre. Sólo los Hikari pueden transformarse en Krad-contestó seriamente Emiko.

Se hizo un silencio incómodo entre los tres. Daisuke estaba pensando en lo que acababa de escuchar. ¿Hiwatari no tenía padres, era adoptado? El hecho de que su padre adoptivo fuera jefe de policía explicaba el hecho de que hubiesen dejado a un chaval de catorce años ser comandante de policía, y también el hecho de que viviese sólo pero aún así...si tenía un padre adoptivo, ¿por qué no vivía con él? Creía sinceramente que nunca llegaría a conocer todos los misterios que envolvían a Hiwatari...y eso, en cierto modo, lo apenaba.

-¿Son ustedes los que han venido con Satoshi Hiwatari?-preguntó un hombre alto, de unos cuarenta y pocos años, con el pelo algo cano y rostro serio.

-Sí, somos nosotros-se apresuró a contestar Daisuke-¿Es usted el médico que lo atiende?

-Sí. Venía a decirles que le hemos hecho unas pruebas y que no tiene nada demasiado grave-a Daisuke se le puso la cara pálida al oír lo de "nada demasiado grave", porque eso significaba que algo tenía-, tiene algunos golpes y magulladuras, aunque nada graves, pero tiene un esguince en el tobillo derecho. Va a tener que estar hasta mañana ingresado y luego un par de semanas con el pie sin movimiento ninguno.

-¿Puedo ir a verle?-preguntó impaciente el joven pelirrojo.

-Está dormido, pero sí, puedes ir a verle si no lo despiertas...

-¡¡¡Claro!!!-exclamó eufórico Daisuke.

-Lo van a llevar a la habitación 215, espera un poco y podrás ir-dijo el médico antes de irse.

-Mamá, papá, ¿podría quedarse esos quince días en casa? Es que...él vive sólo...y ya has oído que necesita reposo absoluto...-preguntó tímidamente el chico mientras miraba al suelo. Quería que Hiwatari se quedara en su casa aunque...le daba vergüenza.

-Eso nunca-contestó tajante la madre.

-¡¡¡ ¿Pero...?!!!-empezó a protestar Daisuke.

-¡No pienso tenerlo en mi casa, sabes que es peligroso!

-¡¡¡ ¿Peligroso?!!! ¡¡¡Él es tan culpable de sus transformaciones como yo cuando me con...!!!-Daisuke se había puesto de pie, y había empezado a gritar, llamando la atención de todos los que estaban en la sala del hospital. Su padre tuvo que levantarse y taparle la boca antes de que dijese algo de lo que luego se arrepentiría.

-Daisuke, cálmate-le dijo su padre tratando de tranquilizarlo y continuó-. Entiende a tu madre. Ya sabemos que ninguno de los dos tenéis culpa de lo que os pasa pero, ten en cuenta que si Krad aparece no sabemos lo que podría pasar...

-Si pero... ¿y si yo no me convierto en Dark mientras Hiwatari esté en casa? Eso reduciría las posibilidades de que Krad apareciera...

-Es cierto pero no me quiero arriesgar-Emiko seguía tajante en su negativa.

-Por favor-le dijo Daisuke mirando a su madre con carita de cachorrito abandonado. Esa cara solía funcionarle cuando quería conseguir algo. Su madre no podía resistirlo.

-Oh...bueno...está bien...-acabó accediendo Emiko-. Él se quedará, pero tú te vas a ir ya a casa y yo me quedo aquí...¡¡¡Y no me protestes!!! Te dejo que lo veas antes de irte y mañana, cuando salgas del colegio si quieres pásate por aquí, que estaremos o tu padre o yo.

-¡¡¡Gracias mamá!!!-y le dio un gran abrazo a su madre.

-Venga, anda, ve a verlo que mañana tienes que madrugar...-se quedó mirando como su hijo iba buscando cuál era la habitación de su compañero- ¿Hemos hecho bien Kosuke?

-Sí, no te preocupes, no me parece que ese tal Hiwatari vaya a ser mal chico.

Daisuke había estado preguntando para saber dónde estaba la habitación del joven comandante. Por fin vio un letrero en la puerta que ponía "215". Llamó suavemente a la puerta y entró. Era una habitación no muy amplia, con dos camas y un par de sillones que no parecían demasiado cómodos, al menos, para pasar una noche entera en ellos. La única cama ocupada era la de Hiwatari, que estaba junto a la ventana.

Se acercó lentamente, tratando de no hacer ruido para no despertar al chico. Parecía dormir tranquilamente, aunque cuando él se acercó pudo oír como murmuraba algo entre sueños...

-Niwa no, a Niwa no...-ahora en su cara se veía un gesto de dolor y de repente...un grito profundo y grave salido de las entrañas del alma y una lágrima que escapaba por los ojos del joven dormido...luego nada...silencio...todo volvió a la normalidad...

Daisuke se había quedado asustado al escuchar el grito. No sabía que era lo que estaba soñando el otro, pero suponía que desde luego aquello era una pesadilla...una terrible pesadilla, pues jamás había escuchado un grito como ese. Cuando Hiwatari pareció calmarse, se acercó y acarició dulcemente su rostro limpiando la lágrima que recorría su mejilla. Su respiración era tranquila y el calor de su piel tan agradable... Levantó la vista del rostro de Hiwatari y miró su reflejo en el cristal de la ventana...se había convertido en Dark. "¿Pero qué demonios...?", pensó Niwa.

Se puso a rebuscar entre su ropa. Su madre le había traído la chaqueta azul que él había usado esa tarde y en la que tenía la cartera, y allí, una foto de Riku. La sacó y de nuevo volvió a la normalidad. Por suerte, nadie lo había visto. En ese instante, aparecieron sus padres.

-Daisuke, vente conmigo que te lleve a casa que tu madre dice que se quiere quedar aquí esta noche.

-Está bien papá.

Se acercó a su madre para darle un beso y salió de la habitación con su padre. Ninguno de los dos habló porque estaban cansados, así que en cuanto llegó a la casa se puso el pijama y se metió en la cama. Aunque no sospechaba que le iba a costar tanto dormirse esa noche...

Estaba algo confuso ante su transformación... ¿Por qué se había transformado si no estaba Riku sino Hiwatari? Aún no lo tenía muy claro. También antes en él museo, le había pasado lo mismo. ¿Es que acaso eso significaba lo que él creía? No, imposible, había sido casualidad. ¿O no?

Notas de autora 2: ¿Les gustó? Pues si es así, les espero en el capítulo 04, "Una proposición que no se puede rechazar". Dejen reviews. ADIOS.

Aroa Nehring