Estos personages no son mios.
Silencio.
"Cuando era pequeño tenía miedo a la oscuridad. Los demonios que les atacaban de día volvían en sueños de noche. Y eran aún más temibles entonces. Con la luz apagada, temblando dentro de su propia cama; a Chris le parecía que todos los monstruos que había visto en su corta vida, y eran muchos, volverían para atacarlo. Se sentía solo pero no quería molestar a nadie con sus estúpidos terrores nocturnos. Le hubiera gustado ser Wyatt, que parecía nunca tener miedo de nada, pero solo era Chris, el segundo y menos poderoso niño de la casa, y estaba aterrorizado.
De repente unos destellos azules y blancos aparecieron, como si alguien orbitara, pero nadie apareció. Simplemente las luces persistieron, iluminando la habitación, disipando la oscuridad y el miedo. Chris miró a su hermano, no se había movido pero él sabía que había sido él, murmuro un gracias que no tuvo contestación. Tampoco hacía falta que la tuviera.
Mirando las luces con los ojos adormilados por primera vez Chris se dio cuenta del vinculo que había entre él y Wyatt. Más adelante le podrían nombre telepatía o vinculo mágico y mental entre hermanos. Pero en aquel momento Chris solo tuvo la seguridad que pasara lo que pasara Wyatt siempre estaría de alguna forma pendiente de él. Y eso era suficiente para él.
Ahora, muchos años más tarde Chris tenía que enfrontarse a la prueba más dura de todas las que había conocido, tenia que encararse al silencio."
Chris había orbitado pero solo 2 metros, se encontraba en el suelo, balbuceando cosas sin sentido. Leo intento acercarse a él pero una fuerza proveniente del propio Chris lo empujo atrás. Golpeo fuerte y dolorosamente contra la pared, un hilo de sangre salió de su cabeza. No iba a matarlo obviamente, pero algo de su interior se preguntó si esa no era otra forma que tenia Chris de castigarlo por lo mal padre que había sido y ese pensamiento si lo estaba matando. Mirándolo racionalmente no tenía fundamento, Chris no estaba en condiciones de planear ninguna venganza, dudaba que supiera que era Leo él que estaba con él. Dudaba que supiera que había alguien, dudaba incluso que supiera donde estaba. La pregunta era que le estaba pasando¿drogas, un encantamiento? Tenía que dejar sus sentimientos de lado y centrarse en el problema. Tenía que conservar la cabeza fría, pero era difícil sino imposible cuando se trataba de su hijo el que estaba allí sufriendo sin aparente motivo. Como por respuestas a sus rezos una orbita se formó allí, era el muchacho Eldar que le había informado donde encontrar a Chris.
Es una suerte que se nos diera el poder para orbitar a todos los eldars después del ataque de los titanes. Creo que fue idea tuya.- Comentó en tono cortés, de la misma forma que podía haberlo hecho en algún descanso de sus interminables reuniones.
Leo lo miró con los ojos llenos de ira.
Tu sabes algo¡explícamelo! – Le ordenó, con la razón abandonada en alguna callejuela. Poco le importaba el resto, en aquel momento su hijo era lo más importante. Ahora entendía porque a los ancianos no se les permitían tener hijos, siempre sería primero un padre, luego uno de ellos.
Te ha costado comprenderlo- Contestó el otro sin perder la calma y con unos ojos demasiado sabios para el chiquillo que aparentaba.- Pero yo no creo que eso sea malo, aunque solo es una opinión entre muchas del gran coro. Y contestando a tu pregunta, sí, sé algunas cosas de lo que esta pasando aquí. No muchas, solo las que mi don para la visión me ha concedido.
Antes que Leo pudiera decir algo más el chico levantó la mano rogando silencio y cerró los ojos concentrándose. Durante unos interminables segundos solo se oyó los gemidos confusos de Chris. Finalmente el chico abrió los ojos y con una lentitud exasperante se sentó en la cama y empezó hablar:
¿Sabes el vinculo que existe entre las tres embrujadas?
Leo afirmó bruscamente con la cabeza, claro que lo sabia, había sido su luz blanca durante seis años y se había casado con una de ellas. ¿ Cómo no iba a saberlo?
Bueno pues- continuó el otro calmado como si nada pudiera estorbarlo- multiplícalo por mil y súmale un par de poderes como telepatía o empatía y tendrás una idea vaga de lo que era el vinculo entre Chris y Wyatt. No me refiero en que se pudieran leer la mente, no, me refiero en que a veces les era imposible averiguar donde empezaba uno y donde acababa el otro. Normalmente el vinculo no tendría que ser tan fuerte pero diversas circunstancias en la vida de ellos dos lo amplificaron y fortalecieron. Por eso Chris es el único capaz de salvar a su hermano, porque, aunque el no lo sabe es, es el único que sabe lo que le ocurrió.- Lo explicaba como podía haber explicado el teorema de Pitágoras, fuera como fuera ponía a Leo de los nervios.- Pero¿Qué crees que ha ocurrido cuándo uno de ellos ha muerto¿Cómo ha quedado el otro? El vinculo es tan fuerte que siguen unidos, solo que uno no esta. Es como estar permanentemente conectado a la muerte. Destrozaría a cualquiera y le esta destrozando a él.
¿Qué puedo hacer para desconectarlo?
No puedes, hay una razón para cada cosa y hay una razón para eso. Chris tiene que superarlo solo, pero no puede hacerlo solo. Dale esperanzas para el futuro y lo logrará.- el chico se levantó dispuesto a irse pero Leo se lo impidió.
¿Desde cuanto lo sabías?- su voz había ira, furia y un descontrol que nunca había imaginado que pudiera haber.- ¿ Desde cuando sabías que era mi hijo y has permitido que siguiera hiriéndole¿ Porque has esperado dos semanas para decírmelo?- marcaba cada palabra como si fuera un logro pronunciarlas.
Si el chico se intimidó no lo demostró.
Tener el don de ver el futuro es muchas veces una maldición, no podía decirlo sin el peligro de empeorar aún más las cosas, incluso ahora me estoy arriesgándome mucho al contártelo.- Por primera vez había un rasgo de sentimiento humano en su voz, tristeza,- vemos cosas pero la mayor parte del tiempo tenemos prohibido intervenir.
Leo se calmó.
Lo siento.
No pasa nada-La voz recobró la serenidad habitual.- En los momentos que deliré no puedes hacer más que estar a su lado, pero habrá momentos en que este más racional, espera a ellos para decirle que le esta pasando. No le ocultes nada. Es un muchacho fuerte, puede lograrlo, siempre que tenga los apoyos necesarios. Confía en él, confía en ti y sobretodo aunque suene raro confía en Wyatt. Recuerda que hay una razón para todo.
Se fue dejando a Leo casi más confundido que cuando llegó. Chris seguía murmurando cosas sin sentido, de vez en cuando algún objeto volaba para estrellarse contra la pared, también había habido varios intentos de orbitar pero parecía demasiado débil para hacerlo.
Costaba pensar racionalmente, el dolor, tan físico como mental, lo tenían acorralado, pero tenía que superarlo. Por un muchacho de ojos verdes que se estaba muriendo delante suyo, un hombre capaz de darlo todo por salvar a su hermano. Por un bebe de cabellos rubios que crecería hasta aterrorizar a su hermano y que moriría indudablemente joven. Por una mujer, que le había robado el corazón con su sonrisa, destinada a ser asesinada delante de sus hijos. Tenía que cambiar esa pesadilla. No había tiempo para lagrimas ni para derrumbarse. Había que luchar contra ese destino y lo primero era salvar a Chris. Respiro profundamente e intento calmarse, tenía que enfocar el problema de una forma fría y racional, sino no lo conseguiría.
Obviamente Chris no estaba en condiciones de hacer ni decidir nada. Estar a su lado. Bueno, podría hacer algo más, hacer que estuviera cómodo y se sintiera seguro. El suelo no era lugar para él. Tendría que conseguir que permaneciera en la cama, la única manera que se le ocurría era atarlo, dudaba que a él le hiciera ilusión pero cuando volviera en sí ya lo desataría. Leo no volvería a cometer la estupidez de irse dejándolo solo, eso seguro. En cuando sus poderes lo más lógico era atarlos también. Estaba claro que no los controlaba, eso implicaba magia. ¿Llamar a las embrujadas? Piper, quería esperar a que Chris estuviera mejor para que pudiera darle la noticia él mismo. Pheobe, era incapaz de guardar un secreto y Paige, podía pedirle ayuda si fuera necesario pero de momento prefería ocuparse el mismo. Tenía que demostrarse que podía hacerlo, tenía que probarse que podía ser un buen padre. Tendría que hacerlo él pues; pero estaba prohibido para un eldar utilizar este tipo de magia. Iba en contra las normas. Este pensamiento le hice reír. A la mierda las normas.
Hizo la operación con sumo cuidado. Una vez el chico en la cama y sin sus poderes lo ató procurándole no lastimarlo pero a la vez que las cuerdas aguantaran su fuerza. Verlo así le rompía el corazón todo había ocurrido demasiado rápido, le hacía imposible pensar que hace escasamente dos horas no tenía ni idea de quien era Chris, nunca habría imaginado que su vida pudiera cambiar tan bruscamente.
Besó su frente llena de sudor.
Vamos a solucionar esto. –Era una promesa solemne, estaba dispuesto a todo con tal de cumplirla.
Se sentó en una silla, una del poco mobiliario que no había sido destruido, y dejó que el dolor, el cansancio y la desesperación se adueñaran por fin de él.
Su madre riñéndole... su padre alzando la espada contra él... Wyatt ejercitando con excalibur... el abuelo escupiendo sangre... cuatro tumbas juntas... las imágenes se fueron difuminando lentamente dejando solo la cálida sensación de un rayo de sol en la cara. Chris abrió los ojos y la luz los hirió. Intentó moverse pero algo se lo impidió, eran cuerdas podía notarlas aferrándole las muñecas y los tobillos. Volvió abrir los ojos, percibió más que vio una habitación pequeña y desordenada, multitud de objetos parecían haber sido lanzados violentamente contra la pared, y finalmente se fijó en la persona que dormía sentado en una silla. En un irracional momento, aturdido aún por los sueños, pensó que era Wyatt y que estaba prisionero. Un chillido de angustia floró de sus labios. La figura se despertó y Chris pudo ver que estaba equivocado, no era Wyatt, era Leo. O un desecho de lo que una vez fue su padre, tenía los ojos rojos, las señales del llanto eran patentes en sus mejillas, su pelo estaba revuelto y por el cuello se entreveía lo que parecía un hilo de sangre reseca. Se quedó absortó mirándole durante unos segundos, luego el puzzle que eran sus pensamientos se recompuso... Wyatt, claro que no podía ser él ya no tendría que preocuparse nunca más por eso. Y lo demás dejo de importarle, se hundió en su cama y esperó que la oscuridad volviera a poseerlo, simplemente estaba cansado de luchar.
¿Cómo te encuentras¿Quieres algo para desayunar?- La voz le arrastró de nuevo a la luz. Asintió bruscamente con l'esperanza de que Leo lo dejara solo. Entonces ocurrió algo que revolucionó incluso aquel Chris medio muerto. Leo lo besó en la frente, sus labios lo acariciaron en un gesto de ternura que Chris no recordaba nunca haber recibido de su padre, mientras le susurraba en voz firme y suave
Ahora vuelvo.
Estos dos gestos le confundieron, volvió abrir los ojos e intento enfocar mejor esta vez para asegurarse de que era Leo. Lo era.
Leo- Su voz le sonó extraña a él mismo. Tenía la lengua pegada en el paladar y todo sonaba lejano, como en un sueño. Todo era aún un medio sueño. Leo se había quedado parado en medio de l'habitación y Chris se esforzó por recordar. El viaje al pasado, Valhala, tres mujeres rubias, limpiadores, Bianca, la ultima vez que vio a su hermano, Bianca muerta y después un gran vació. ¿Cómo Leo sabia quien era¿Qué había ocurrido¿Por qué estaba atado¿Qué era esa oscuridad que le amenazaba continuamente? Intentó poner en alto sus preguntas, al principio solo conseguía un leve balbuceo pero lentamente fue ganando firmeza. Con cada palabra el dolor que sentía se fortalecía pero a la vez se iba despertando un poco más, acercándose a la luz. Al rato estaba lo más despierto y racional que había estado en dos semanas. Su padre le tenía en brazos y le acariciaba el pelo; protección y ternura, Algo que el otro Leo le había proporcionado en cuentagotas y que ahora le era ofrecido con tanta abundancia que tenia medio a ahogarse. A la vez le hablaba, en un susurro similar al que había utilizado Wyatt para deshacer sus temores de pequeño y que Chris se esforzó por descifrar.
Después del almuerzo te explicaré todo lo que quieras.
Chris negó con la cabeza y pronuncio un claramente:
Ahora.- No quería que su padre se fuera, temía la oscuridad, como siempre, temía al silencio, algo nuevo. Y estos dos estaban acechándole. También estaba el echo de que por primera vez en su vida su padre estaba prestándole atención, comportándose como un padre debería hacer. Podía ser egoísta e infantil pero no quería que terminase, llevaba demasiado tiempo esperándolo. Una parte le decía que tenía que estar enfadado con él pero estaba demasiado cansado para discutir incluso consigo mismo y se estaba bien en sus brazos. Leo empezó hablar pero su voz se difuminó rápidamente, intento esforzarse para oírle. ¿Porque te esfuerzas¿Acaso hay algo en tu futuro que valga la pena? La voz, provinente de su propio cerebro, eclipsó la de Leo. Contéstame ¿té queda algo por lo que luchar? Chris no supo contestar. Entonces ríndete. La oscuridad volvía a ganar terreno, el silencio se hizo más ensordecedor que nunca. Chris no encontraba respuesta a las preguntas por lo tanto dejó que le poseyeran. Solo una parte de él, la más infantil puede, la que en algún lugar aún creía en su padre, se reveló. Con un último y extenuante esfuerzo gritó:
Sálvame del silencio.- En realidad no fue más que un susurro. Después se rindió y las imágenes, sin sentido ni orden, volvieron a ocuparlo todo.
Leo dejó escapar un grito de frustración, había sido un lapso tan corto de tiempo... Pero no podía permitirse caer en la desesperación esperaría otro y la próxima vez lo haría mejor. Por lo menos se había despertado y durante un rato, lo había visto en sus ojos, había sido Chris. Sí, el luz blanca que conoció, odió, más tarde comprendió y ahora amaba desmesuradamente. Todo había ido muy rápido pero Leo estaba seguro de eso. Chris era su hijo y un hijo del cual podía estar orgulloso. Ahora solo faltaba esperar.
Con el paso del tiempo todo se convierte en rutina y esta extraña situación no fue una excepción. Chris deliraba a intervalos regularos de siete u ocho horas después despertaba; a veces eran escasamente unos minutos a veces aguantaba más, su record eran cuarenta siete minutos, contados con esperanza por Leo, luego volvía a caer en aquel extraño sueño y todo volvía a empezar.
Leo casi no se había movido de l'habitación, haciendo caso omiso de las llamadas de Piper y las demás embrujadas, cuidaba a su hijo día y noche. Lo cambiaba con frecuencia, incluso lo peinaba. El cuarto estaba mucho más limpio, tenía un pequeño sofá donde Leo se estiraba cuando el cansancio le vencía y la música sonaba día y noche.
Cuando Chris le había preguntado por este detalle, Leo le había recordado su primer ruego. Había sonreído, un regalo de los dioses para Leo y le había comentado que no era aquella clase de silencio al que temía. Igualmente le había hecho una lista de sus grupos favoritos. Algunos no los conocía, suponía que aún no existían, pero por lo demás comprobó gratamente que tenían gustos similares. Hablaban de muchas cosas y la verdad concedían en muchas. Pero había dos cosas que Leo no podía quitarse de la cabeza; primera Chris nunca le había llamado padre, aunque parecía recibir con gusto sus mimos siempre le llamaba Leo y realmente estaba empezando a odiar su propio nombre; segundo y más preocupante, Chris no mejoraba al contrario empeoraba. Había intentado darle razones para vivir, pero él siempre que se acercaban ni que fuera de puntillas a este o otros temas, cambiaba bruscamente de dirección. Sus delirios se hacían más profundos y a veces pasaba horas enteras gritando el nombre de Wyatt, una y otra vez. A Leo lo volvía loco, Wyatt, Wyatt, saber que no era a él a quien gritaba lo ponía, aunque le daba asco reconocerlo, celoso. No sabía como salvar a su hijo, no sabía que hacer.
Leo llevaba siete días desaparecido y Piper ya no sabia que hacer para controlar su angustia. Primero Chris y después Leo. Su mente no podía sino hacer teorías cada vez más rebuscadas sobre que les podía haber ocurrido y sus sueños empezaban a estar llenos de luces negras. Wyatt lloraba, se levantó de la cama y lo sacó de la cuna.
Tú también le añoras ¿verdad?- lo apoyo sobre su pecho.- No sabes que daría por saber donde está.
Sintió una extraña pero familiar sensación y de repente estaba en otro lugar. Wyatt la había orbitado. Besó su frentecita:
Mi hijo es un sueño.- Le dijo tiernamente. Él, como si pudiera entenderla, le sonrió, ya no lloraba.
Miró el lugar donde se encontraba y no pudo sino asombrarse. Chris, extremadamente pálido, en una cama atado y su marido, a lo que quedaba de él, dormido en un sofá. Leo había cuidado a Chris pero a la vez había fallado estrepitosamente en la tarea de cuidarse a sí mismo. Piper nunca, y eso que lo había visto a punto de morir, lo había visto peor. Descabellado, con la ropa sucia y rota, tenía una barba incipiente y parecía, cosa imposible en alguien ya muerto, mucho más viejo. La música, una balada lenta y melancólica, no ayudaba sino a pensar que estaba en el lecho de muerte de alguno o puede de los hombres de l'habitación. Wyatt no parecía haberse percatado de ese ambiente, al fin y al cabo era un bebe, solo reía contento de haber encontrado a su padre. Estiró las manecitas hacía él y se auto orbitó sobre él.
El peso despertó a Leo, por alguna extraña razón no se sorprendió al encontrarse con su hijo en su regazo. Lo apretó dulcemente contra sí mientras murmuraba lo mucho que le había echado de menos. De repente su rostro se iluminó con una sonrisa de triunfo, se levantó de golpe y riendo, con aquella risa que da encontrar que la solución de un problema aparentemente difícil esta delante de tus narices, se acercó a Chris. Se sentó al borde de la cama y con Wyatt aún en brazos intentó despertarle. Dulcemente lo zarandeó un poquito y besó su frente mientras lo llamaba. Al principio parecía que nada iba a despertar aquel cuerpo inerme pero lentamente Chris pareció volver a la vida. Sus ojos se abrieron una rayita, solo un atisbo de verde y su boca se esforzó para pronunciar un sonido. Un leve susurro. Leo igualmente le impuso silencio.
Quiero mostrarte algo Chris- su voz sonaba emocionada- Quiero a enseñarte el futuro.- Puso a Wyatt entre ellos dos.- Le ves, por favor Chris mírale, esta bien, esta sano y es bueno Él es el futuro, lo demás podemos cambiarlo. Pero no puedo hacerlo solo... tenemos que hacerlo juntos.- Su voz temblaba parecía estar conteniendo mucha emoción.- Si no puedes confiar en nada más confía en eso, por favor.- Era difícil decir si Chris le había sentido o no, sus ojos seguían medio cerrados. De golpe pero a la vez con aquella extraña lentitud adormilada que parecía poseerlo hizo un movimiento con el brazo. Leo lo desató, acarició la pequeña cabecita de Wyatt y algo parecía estar cambiando en él, una variación pequeña pero importante. – Ves es algo por lo que luchar- Parecía vacilar, cogió aire lentamente en busca de las palabras adecuadas.- no puedes rendirte.. dios sabe lo que has sufrido... pero debes... hazlo por él... encuentra la fe... si no puedes hacerlo por mí, por ti, hazlo por él... por tu hermano... te lo suplicó Chris... Lucha.- Una solitaria lagrima; de desesperación, cansancio, tristeza o puede las tres cosas a la vez; salió de sus ojos. Chris se la limpio mientras el cambio se hacía más patente, continuaba siendo un hombre cansado al borde del abismo pero al menos ahora parecía vivo, muy vivo.
Lo intentaré, padre.- Pro primera vez le había llamada padre.
No era una promesa firme, no era una solución, pero era algo y la verdad Leo se hubiese conformado con mucho menos.
En un rincón de l'habitación, Piper observaba l'escena
PadmaPatilNaberrie: Gracias por tu review, siento la tardanza al actualizar, mucho lio en el instituto te guste. No te quejeras que es un capitulo corto.
