Disclamer: No poseo a Charmed.

6.Lazos de sangre

Cerró la puerta tras de sí mientras contemplaba a su hijo, inmóvil, preso de algún extraño sueño del que solo se escapaban convulsiones y algún que otro murmullo inconexo de terror. Piper lloraba y las lágrimas que brotaban de sus ojos hacían dos trazas casi simétricas por su cara y se perdían en el suelo, el cuello o la ropa. Temblaba ligeramente cuando cruzó l'habitación, sola, había pedido a todos que se fueran. No hubiera aguantado sus miradas, ni siquiera la de Leo, sobretodo la de Leo. Se sentó en la cama y espero unos segundos, los suficientes para repasar mentalmente las frases, su macabro plan. Se mordió el labio con fuerza y ira, la sangre se mezclo con la sal produciendo un liquido aún más indigestivo en su boca. Todo, cada partícula de su cuerpo, le gritaba para que se fuera de allí que encontrara otra salida. No lo hizo. Suspiró, era ese instante o nunca, movió su mano derecha mientras la izquierda se cerraba convulsivamente sobre el vial.

Despertó a Chris con ternura. Él se revolvió y protestó ligeramente. Finalmente la miró:

-¿Mamá?- Una voz tenue y cansada, tal y como Leo había pronosticado la última "aventura" de Chris le había dejado agotado, al límite de sus fuerzas. El Chris que tenía delante no solo no podía moverse sino que su cerebro estaba demasiado cansado para entender que ocurría allí... para recordar que hacía allí... "Y ellos iban a aprovecharse de ello", se añadió Piper con amargura y auto desprecio.

-Sí, cariño, soy yo- dijo mientras besaba su frente, dejando una huella de sangre a su paso- Estas enfermo pero no te preocupes, enseguida te pondrás bien.

Chris parecía confuso y adormilado, gesticuló lentamente y dificultosamente:

-¿Y Wyatt?

Piper le enseño el vial, mientras le apartaba un mechón de su cara.

-Wyatt quiere que bebas esto, yo quiero que bebas esto, es para que te pongas mejor.

En otro momento Chris la hubiera mirado con suspicacia, hubiera preguntado qué era, qué había y realmente para qué quería la poción, seguramente se hubiera negado a beberla sin exigirle los ingredientes y los posibles efectos secundarios. Pero en ese momento, solo cerró los ojos y abrió la boca, con toda la confianza del mundo. Piper casi hubiera preferido la primera opción porque la fe de su hijo, la ingenuidad con que confiaba en ella, era como un cuchillo que retorcía su corazón y revolvía su estomago al revés.

Trabajosamente Chris se bebió todo lo que la temblorosa mano de Piper le dio, el efecto fue inmediato, con un espasmo de dolor Chris se puso rígido y después se quedó quieto, inmóvil, más que dormido, menos que muerto.

Si Chris se hubiera despertado mientras ellas estaban dentro de su cabeza, las consecuencias hubieran sido imprevisibles y catastróficas la única manera de hacer el hechizo era asegurando que Chris no despertara en el proceso y la única forma de conseguirlo era esa. La poción le mantendría dormido cuatro horas, tres es lo que duraría el hechizo. Si algo salía mal, si algo se escapaba de su control... No, no quería pensarlo, iba a salir bien. Dentro de poco iba a tener a su precioso neurótico dando vueltas por allí, obligándoles a destruir medio inframundo antes de desayunar. TODO IBA A IR BIEN.

Leo la rodeo entre sus fuertes brazos, se deshizo de él, no necesitaba que nadie le dijera que era necesario, que había echo bien en drogar/ envenenar a su hijo, que era la única forma y no necesitaba que nadie la consolara, porque no habría nada por que llorar, iba a salir bien. Y sobretodo no entendía porque no paraba de pensar en los días después de lo de Prue, porque esta situación era totalmente distinta, no tenía nada que ver, ella no iba a perder a nadie más. A nadie más. Se limpio las lagrimas de un manotazo.

-Hagámoslo.- Tenía que ser fuerte por sus hijos.

Pheobe y Paige se acercaron a su hermana en silencio, para ellas todo era aún muy reciente, no hacía ni dos horas que su irritante luz blanca se había convertido en un héroe, en un mártir, en parte de su familia, su sobrino. Leo les había explicado, en líneas generales, la situación: Wyatt malvado y muerto, un mal invisible y, por lo visto, inminente que trastocaría su pequeño ángel y un gran héroe yendo al pasado, siendo maltratado por su propia familia( eso no lo había dicho pero no hacía falta), para salvar a su hermano, a su familia, al mundo. Demasiada información y demasiado poco tiempo. Las dos estaban justo asimilándola pero no importaba, iban a ayudar después ya habría tiempo para entenderlo, tiempo para preguntar.

-Tendrías que irte de aquí.- le dijo Pheobe a Leo muy suavemente como si tuviera miedo de romperle, él le clavo mirada triste, húmeda pero determinada:

-Yo voy- Era egoísta, pero:

".- Y a ti que te importa lo que yo haga- Le gritó- nunca te ha importado lo más mínimo."

No podía quitarse las palabras de su cabeza, ni el sentimiento de culpa de su estomago, tenía que verlo, tenía que sentirlo porque una parte de él aún se negaba a creerlo. Necesitaba saber, entender que hizo tan mal, para poder arreglarlo, para ser un buen padre. Uno que Chris se sintiera orgulloso, uno el cual Chris llamara en sueños y le llamara papá siempre, no solo antes de...

-Pero ¿Y Wyatt?- la voz de Pheobe le alejó de sus pensamientos.

- Estará bien, está con la canguro elfa en la escuela de magia.

- ¿Escuela de magia?- Ahora era Paige quien preguntaba, siempre bajito como si estuvieran en un lecho de muerte. No, nadie acababa de pensar eso, no estaban en un lecho de muerte, solo tenían miedo a despertar a Chris, era eso.

- Es una escuela para jóvenes brujos, está protegida, nadie poder morir allí dentro, además la dirige Gildeon.

-¿Gildeon?

-Un eldar- musitó Piper por lo bajo y con evidente asco en su voz.

-Un gran amigo mío- defendió Leo- Mi mentor, estaba entre los eldars favorables a nuestro matrimonio.

Piper hizo un sonido de incredulidad por lo bajo; pero después volvió a mirar a Chris, no era el momento de discutir por los estúpidos eldars.

- ¿Vamos?- no era una pregunta era una orden.

Increíblemente las dos hermanas no hicieron más preguntas. Estaban desbordadas, en fase de shock. El cerebro humano tiene un limite de asimilación y ellas lo habían desbordado. Lo último que necesitaban eran más cosas en que pensar, en ese momento se hubieran creído cualquier cosa solo para no tener que preocuparse por ella. Pheobe pensó que no le iría mal un pensadero(1), nada mal.

-"Respuestas necesitamos tener

que en la cabeza de Chris aguardan

para que nosotras podamos comprender

que las puertas de su mente se abran"

Nadie noto nada, pero de repente estaban en el sótano, un sótano que parecía ligeramente distinto al que recordaban.

- Hola.- Les llamó una voz infantil a sus espaldas, se giraron, un niño de no más de cinco años les miraba sentado a un lado de la escalera. Tenía el pelo castaño oscuro un poquito largo, un mechón caía sobre su frente haciendo resaltar sus enormes y brillantes ojos verdes, había algo en sus facciones, puro, frágil, tierno e inocente, que iba directamente al corazón.

Claro que los pensamientos de los protagonistas no fueron tan poéticos, sus líneas de pensamiento fueron más bien:

" Que monada, que ricura, acuchicuchi, voy a secuestrarlo"-Pheobe

"¿Este es Chris? Wow, es adorable"-Paige

"OH dios mío este es mi hijo, este es mi hijo..."-Piper y Leo.

Pero antes de que nadie dijera nada, Chris les impuso silencio.

-Ssshhhh.- Les dijo mientras se levantaba, era realmente muy pequeño, puede que solo tuviera cuatro años.- Me estoy escondiendo- les confió en voz baja, después de dar un vistazo a su alrededor como si se asegurara que nadie más le observase, añadió en voz aún más baja y con un ligero rubor en las mejillas.- He roto el jarrón de mamá. No ha sido queriendo- Se defendió enseguida- Estaba probando mi telequinesia y me he descontrolado, un poquito. Mi madre me matará.-Acabó bajando la cabeza.

Leo se inclinó:

- No, seguro que lo entenderá.-¿Cómo alguien podía enfadarse con él?

-Es la sexta vez.-dijo muy colorado y después añadió en un murmullo bajísimo.- Esta semana.

Paige y Pheobe soltaron una carcajada, Piper se quedó helada mientras Leo lanzaba una discreta sonrisa de comprensión a su hijo, él se la devolvió y era tan maravilloso verle simplemente sonreír, sin cargar esa tristeza, ese nerviosismo y ese dolor que parecían convivir permanentemente con su versión adulta, que ni siquiera Piper pudo enfadarse, aún así había un tono ligeramente tenso cuando le preguntó.

- ¿Es una mala semana?

- No estáis aquí para saber eso.- Contestó dejándose caer sobre las escaleras. Se puso la mano por el cuello de su camiseta y sacó un medallón atado a una fina cadena, lo apretó entre sus dedos.- Creo que deberíais continuar por allí- Dijo señalando a sus espaldas dónde por arte de magia había aparecido un portal.-Buena suerte.

Todo miraron el portal, era oscuro, muy oscuro.

-¿Dónde lleva?

Chris se encogió de hombros.

- No lo sé—Y después con una sonrisa irónica añadió- no es mi hechizo.

Esa frase les recordó el porque de ese viaje. Chris. Sus sonrisas se desvanecieron. Retorno en ellos aquella extraña sensación de correr una cursa a contrarreloj y de estar perdiéndola. Tenían que continuar.

Un segundo antes de entrar Leo giró la cabeza: Chris sentado allí sonriéndole, inocente, feliz y a salvo. Perfecto simplemente perfecto. Atrajo a su esposa, para él siempre sería su esposa, con un brazo.

-Vamos a conseguir eso para nuestra familia. – Le dijo en un susurro procurando que sonara creíble para los dos. Ella giró la cabeza y sonrió al pequeño que ahora les hacía adiós con la mano. Entonces una alarma se activo en ella, algo más estaba en esa habitación, algo grande, algo malo. Desde dentro del mismo Chris parecía surgir una sombra oscura.

-¿Qué demonios...?

Y la escena cambió.

Estaban en un parque y era de noche, una noche oscura casi sin luna. Un chico, Chris dedujeron, era el único ser vivo que se entreveía. Debía tener unos once o doce años, era delgado pero bastante alto y en él ya se entreveía mucho del Chris que conocían. Travesaba el parque por la mitad, con las manos en los bolsillos y con un, aunque intentaba disimularlo, gran nerviosismo. De repente se tiró al suelo, esquivando dos bolas de energía que chocaron violentamente en el suelo. Antes que pudieran reaccionar orbitó, apareció muy cerca de donde estaban, y con un movimiento desvió dos bolas más pero no pudo ver el individuo cubierto con una capa negra que apareció silenciosamente a su espalda. Este lo cogió y lo tiró rudamente al suelo mientras hacía un extraño movimiento con la mano. Chris se quedo luchando al suelo con una especie de fuerza invisible.

-¡Deja a mi hijo en paz!- Grito Piper intentando explotar al individuo, pero nada sucedió. Leo intentó golpearle pero le atravesó.

-Estamos en un recuerdo, no podemos cambiarlo.- Dedujo Pheobe.

Mientras tanto Chris había conseguido liberar una mano, con un gesto imperceptible, hizo mover unos árboles, el extraño giró su cabeza distrayéndose un segundo, el justo para que Chris se levantara y le diera un fuerte puñetazo en la nariz. El desconocido retrocedió un instante mientras el otro intentaba orbitar. No le dejó, agarrándole por un brazo le golpeo duramente al estomago y lo volvió a tirar al suelo. Pero esta vez él estaba preparado, con un súbito movimiento de mano hizo caer también al otro, su capucha reveló un rizado pelo rubio. Antes que ninguno de los dos cayera al suelo, Chris orbito en brazos del desconocido.

La luz se incrementó, pudieron ver a un chico rubio y realmente imponente agarrando a Chris fuertemente por el cuello, sus dos ojos azules eran como de hielo. Chris se removía contra él, haciendo un vano esfuerzo por liberarse.

-Sé orbitar solo, Wyatt.- Le increpó, resentido.

Wyatt lo apretó un poco más y le susurro malévolamente.

-Lo del puñetazo no estuvo bien.

- ¿No eras tú el que decía que se tenía que ser original en la lucha y que todo valía?-Contestó aparentando ingenuidad.

Sorprendentemente, para los cuatro que estaban contemplando la escena, Wyatt se echo a reír, sus rasgos se dulcificaron, se volvieron más infantiles, aunque no dejo a su presa. Pero él no parecía querer marcharse tampoco, reposaba tranquilamente en el pecho de su hermano.

- Pensaba que esta noche ibas a volver al inframundo.

- Ese era el plan pero tú decidiste cambiarlo fugándote de casa.- La voz de Wyatt era acusatoria y ligeramente paternal.

-Yo no me he fugado, solo quería dar una vuelta nocturna.- Se defendió con la cabeza baja y ligeramente ruborizado.

- A merced de cualquier demonio.

- Sé protegerme- Gruñó.

Wyatt le pasó la mano por su pelo, despeinándolo

-Lo sé- Había algo de orgullo paternal en su voz.- Hoy no te has defendido nada mal.

Chris sonrió con orgullo. Obviamente el comentario de Wyatt le había hecho muy feliz. Se levantaron.

- Vamos antes que Má se enteré de tu pequeña escapada.

- Mamá da más miedo que un demonio.- Sonrió Chris

- Má da más miedo que muchos demonios.- Fue la replica aunque Wyatt no sonreía.

Y el escenario volvió a cambiar.

Ahora estaban en un bar, un bar sucio, maloliente y lleno de putas, drogadictos y borrachos. ¿Chris estaba allí? Empezaron a buscarle pero no hubo tiempo porque enseguida una luz les cegó:

Wyatt flameó dentro del local, era más alto y corpulento, llevaba el pelo algo largo le caía descuidado por su cara y lucía una barba mal afeitada. Sus ojos azules eran aún más fríos y desalmados. Vestido de negro riguroso daba pavor.

Dos clientes del bar se le lanzaron encima con bolas de energía en sus manos, los desvaneció sin ni siquiera moverse. Otro se levantó este pero sin bolas de energía o ningún otro poder, solo una botella rota.

-¿Pero que clase de monstruo eres?- articulo borracho. Wyatt hizo un movimiento casi perezoso y el individuo se desplomó sobre una mesa como si algo enorme estuviera aplastándole.

-No ves que es humano.- Chilló Paige aunque obviamente no la escuchó.

-¡Wyatt!- El grito retronó por la sala y Wyatt dejó inmediatamente al borracho. Chris estaba levantado aunque temblaba, también llevaba el pelo largo y descuidado, una barba mal afeitada e iba completamente de negro. Pero no daba la impresión de maldad sino de tristeza. Era casi tan alto como su Chris pero tenía los rasgos más finos, parecía un chico perdido y abandonado.

Wyatt paso a través de ellos murmurando un aliviado.

-Por fin.

Agarró con cuidado a su hermano por los hombros con un brazo, era raro ver tanta preocupación en un rostro tan frió, y lo condujo con suavidad hacía la salida. El camarero cogió valor para pararles cuando ya tenían medio cuerpo fuera. Wyatt se quedó quieto un instante, dudando, finalmente, tras dar un largo vistazo a su hermano, sacó un par de billetes de su bolsillo.

Les siguieron calle abajo. El mayor guiaba a su hermano, muy borracho, con precisión y delicadeza. Al final pararon en un banco, Wyatt obligo a estirarse a Chris mientras le desabrochaba los botones superiores de la camisa.

-Te he visto flamear Wy.- Murmuró este.

El otro solo sonrió.

-Ahora me creía que has visto a unos orangutanes bailar.- dijo simplemente.

-Sé lo que he visto y no voy tan borracho- desgraciadamente acababa de decir eso cuando una arcada le obligó a doblegarse ensuciando completamente la camiseta de su hermano.

-Lo siento- murmuró.

Él se cambió mágicamente esta, mientras volvía a obligar al otro a tumbarse.

-Tienes que descansar Christopher.

- Odio a los eldars¿para qué sirven si no pueden ayudarnos cuando los necesitamos, Son estúpidos, nunca nos han ayudado en nada. ¿Porqué se negaron¿Porqué...?

- Eso no importa ahora, tienes que dormir.- Dijo el otro pacientemente, parecía ser una situación familiar para los dos.

- No, no puedo, los eldars son estúpidos y cada vez hay más rumores. Algo grande va a suceder.

-¿Rumores de qué?-Parecía súbitamente interesado, muy interesado.

-De algún malo muy poderoso que reorganiza el inframundo... entre los normales circulan cada vez más rumores de magia y los limpiadores han desaparecido... Algunos clanes de brujas comentan propuestas muy ambiciosas o letales o las dos... No sé ... tengo la sensación de qué algo grande y malo va a pasar.

La cara de Wyatt había perdido color, una extraña mueca apareció en su rostro se esforzó rápidamente en disimularla. Se hizo un silencio. Finalmente empezó hablar:

- Chris, creo que esta cuidad te esta matando.- Su voz parecía estudiada y calculada, sus palabras muy pensadas.- Creo que necesitas unas vacaciones, este fin de semana coges una avión y te vas con Darryl y Shelia a las Canarias(2). Es una orden Christopher.

- Pero no quiero dejarte solo- Protestó este como un niño pequeño.

- Necesitas descansar, un tiempo sin magia y sin preocupaciones, para superar todo esto. Y yo necesito parar de perder tiempo por las noches buscándote...

- Pero ¿y los rumores?

- Si ocurre algo te lo diré.

No parecía gustarle demasiado la idea, abrió la boca pero la mirada de su hermano rogándole le hizo recular. No estaba acostumbrado a decir que no a su hermano, además iba borracho. O eso es lo que Piper pensó que sucedió dentro la mente de su hijo y debió acertar porque Chris contestó:

- De acuerdo, pero solo un mes.

Wyatt sonrió:

-Ya se verá, ya se verá.

Y el escenario cambio.

Un grupo de demonios rodeaba a Chris, un Chris ya casi adulto y muy moreno. Chris los miró lentamente una por uno y después en un gesto rápido y preciso empujo telekinéticamente a dos demonios haciendo caer a todo el grupo. Tiró un par de pociones que redujeron el grupo a la mitad. Uno, que había conseguido levantarse, le lanzó una bola de energía fue redireccionada hacía él y su compañero. En menos de cinco minutos no quedaba ni uno de aquellos quince demonios iniciales.

-Nunca me has decepcionado, Christopher.

Se giró no tan sorprendido como esperaban, Wyatt llevaba el pelo hasta los hombros y seguía vistiendo de negro.

- ¿Qué ocurre aquí, Wyatt?- Le exigió saber. Tenía una expresión grave en el rostro, pero su voz era casi rogativa como si le pidiera Wyatt que le negara lo que él pensaba.- ¿Eres tú el que dirige esto?- Estaba clarísimo, le estaba rogando para que digiera que no.

Se miraron unos instantes, en silencio, finalmente, solemnemente, y sin quitar los ojos de su hermanito, contestó:

-Sí.

- No, no es cierto.- lloraba- dime que no es cierto.

- Lo es Chris.- Lo dijo tranquilamente.- Eldars, demonios, todos se dirigen por lo mismo, anhelan y temen lo mismo, el poder, todo eso del bien contra el mal son tonterías, una forma de ellos para controlarnos. Porque nos temen, porque temían a nuestras madres.-hablaba con convicción, se creía lo que estaba diciendo, todos lo miraban horrorizados.- Yo he hecho un nuevo paso, una nueva era, un nuevo mundo. Yo tengo más poder que ellos y juntos seremos invencibles. Sé que no te lo crees Chris, pero los eldars nos matarían si pudieran, todo el mundo lo haría. Por el poder. Esta es la única forma de sobrevivir, la única forma de no sufrir.- Los ojos de Wyatt brillaban y obviamente había ensayado su discurso.

Encontrando finalmente las palabras entre sus lágrimas y su evidente horror Chris sollozó:

-¿pero qué te han hecho¿Qué ha ocurrido?

- Nada me ha ocurrido, soy yo y lo sabes. – Siseó, parecía muy enfadado, le brillaban los ojos peligrosamente y tenía la mandíbula prieta con furia, el moreno reculó y el otro hizo un esfuerzo evidente para controlarse.

- Sabía que costaría convencerte..

- Nunca

Otro destello de furia, las paredes temblaron, y el chico salió disparado contra la pared.

Wyatt suspiró y ejerciendo todo el autocontrol, muy poco, que parecía tener contestó.

-Lo harás, lo harás.

Y el escenario volvió a cambiar

Estaban en una habitación muy grande y muy lujosa, Chris, que era casi su Chris, estaba sentado, con la vista perdida, en la enorme cama. L'habitación estaba repleta de aparatos raros, al lado de la mesilla de noche había algunas fotos, la mayoría de Chris y Wyatt, algunas con Piper, otras con sus tías o el abuelo, ni una con Leo. Observó él entristecido. Las otras miraban a la pared norte, donde unos barrotes de acero demostraban que había un precio para aquel pequeño palacete.

-Las prisiones han mejorado.- comentó Paige intentando hacer una broma, la mirada de Piper la hizo callar.- Perdón.

- ¿No abres tus regalos?- Wyatt había aparecido de la nada. Chris ni siquiera se digno a mirarle, seguía con la mirada fija al vacío, inmóvil, había unos paquetes a sus pies- Es por tú propio bien Chris¿es que no puedes entenderlo?- El control de Wyatt no había mejorado con los años. -¿Es que no puedes ni de enterrar destral de guerra el día de tu aniversario?

-Si me sacas de aquí, la entierro.- bramó Chris, por un momento parecía apunto de golpearlo.

-No hagas estupideces- Siseó.

Chris se calmó y volvió su posición inicial. Durante un buen rato nada cambio, al final Wyatt volvió a romper al silencio.

-¿Qué quieres que haga?- era casi un ruego. Chris hizo un sonido irónico.- ¿Quieres que dé la noche libre a Bianca?

Se giró sorprendido, mirándolo a los ojos por primera vez.

-¿cómo lo sabes¿hay...

-No- negó con una sonrisa jugando en sus labios, parecía casi normal.- solo te conozco. Un poco mayor para ti pero bueno a ti siempre te han ido maduritas.

Por un instante Chris le devolvió juguetón la sonrisa, entonces pareció recordar su situación y volvió a su posición inicial. Que parecía ser su favorita en esos tiempos.

Otro silencio cargado y denso.

-¿Qué te ocurre?.- parecía realmente preocupado. Otro sonido irónico.- No, hay mas, lo sé.

Wyatt estaba pensando, de repente volvió a mirarlo aún más preocupado y habló como si las palabras le costaran de salir de la garganta:

-Yo también la echo de menos.

El otro estalló, saltó de la cama y empezó andar frenéticamente por l'habitación, arriba y abajo.

- No, no quiero que hables de ella. Me has encerrado en esta patética prisión, no tienes ningún derecho a hablar de ella. ¡Ninguno me oyes!

- También era mi madre- contestó el otro evidentemente resentido.

- No, no, no vamos a hablar de ella.- Tenía lágrimas en los ojos pero se negaba a dejarlas salir. Toda la ira se fue por algún agujero, solo quedo una tristeza tan brutal que agujereaba los corazones. Piper intentó abrazarle aunque sabía que era inútil.- No – sollozó él.- Por favor no.

Wyatt también tenía lágrimas en los ojos pero aún así su voz sonó firme:

- Algún día tendríamos que hacerlo.

- Hoy no.- Rogó el otro. –Hoy no...

Un suspiro.

-¿Quieres que me quede hasta que te duermas?

Por un momento pareció que Chris juntaba fuerzas para un gran no pero después se deshizo, tierno y frágil se dejó caer sobre la cama, cansado, incapaz de luchar. El otro también parecía cansado cuando se acercó la cama y cogió su hermanito entre sus brazos, con una mano jugando con su pelo, rítmicamente. Y los dos empezaron a dormirse en silencio un silencio que ya no era tenso sino pacifico. Una tregua en la guerra.

Y cambió la escena

Esta vez era muy oscuro, solo entrevieron a Wyatt y a Chris, muy pequeños, de unos 8 y 6 años respectivamente.

-Idiota- Rió el mayor.- Siempre seremos hermanos.

-¿Siempre?

-Siempre-le aseguró con su brazo entre sus hombros.- hasta el fin de los tiempos.

Y la escena volvió a cambiar.

-Empiezo a marearme- Enunció Pheobe

- ¿Lo han encontrado interesante?-Volvían al sótano, mini Chris los miraba desde la escalera.

- Mucho, aunque no nos ha respondido nada.- Murmuró Piper.

Chris ladeó la cabeza.

-No te pongas triste, es culpa mía.-Dijo abatido

-No.- contestó ella rápidamente.- Es nuestro hechizo.

-Es mi cabeza.

-Lo que yo no entiendo- intervino Paige- es que los recuerdos parecían más querernos mostrar a Wyatt que a Chris.

-¿Y no es lo que buscabais?

-Claro que no¿Qué te ha hecho pensar que era Wyatt lo que buscábamos?

-Wyatt es el mayor, el fuerte, el poderoso, el que se ha cargado medio mundo... Wyatt es el importante.

-Si hubiéramos saber algo de Wyatt hubiéramos entrado en su mente ¿no te parece?

- No tendrías porque... Wyatt siempre está conmigo.-Eso último sumió el grupo en un pesado silenció. Leo fue el primero que habló:

- ¿Ahora mismo?

Como respuesta la puerta se abrió, alto, fuerte, vestido de negro y con los ojos de hielo: Wyatt bajó las escaleras. Sus labios se torcieron en una sonrisa retorcida:

- Ahora empieza la diversión.

Na: 1- Es un referencia a Harry Potter(Cuando Pheobe propuso el nombre d Potter para Wyatt deduje que le gustaban los libros) Para los que no leis HP un pensadero es un recipiente donde los agos pueden literalmente evocar sus recuerdos y pensamientos, pudiendo asi analizarlos detalladamente.

2- En este fic, en el futuro Shelia y darryl se fueron a las Canarias porque habían recibido en testamento una casa allí y darryl pidió el

traslado.( los dos estaban cansados de la magia)

Gracias:(siento tardar tanto en serio)cualquier comentario sobre la relacion de los dos hermanos sera muy biuen recibida.

Nikki14: Gracias, aun no sé como acabará Gildeon pero te prometo que va ser espectacular.

IcantthinkofaFnick: Gracias, voy demasiada lente escribiendo para hacer durar este fanfic hasta que Wyatt cumpla los 25, pero intentaré darle un buen final( aunque aún falta un poquito)

Sé que pediste todos dentro la cabeza de Chirs pero no sabía como meter al pequeñin allí dentro.