Pararrayos

Ejem, ejem, esto...bueno! todavía queda una noticia por dar...- Aunque los profesores ya no escuchaban lo que Dumbledore estaba diciendo. Habían echo un corrillo y habían comenzado a hacer apuestas sobre el resultado del partido. – La mala noticia - continuó el director sin hacer caso al grito que había lanzado Trelawney, que se había lanzado, como si de una guardaespaldas se tratara, sobre el profesor Flitwick, dando el típico – NOOOOOOO! - que sueltan en las películas cuando alguien se interpone en el camino de una bala, arrebatándole el cuadernillo con las apuestas, y pegándose un costalazo contra el suelo.

La mala noticia es que los pararrayos del colegio están gravemente afectados (uhmm, quizá debería plantearme el dejar de ir a la peluquería a alisarme la barba y reparar los pararrayos...¿Pero qué demonios? Tú aquí eres el jefe...además la barba alisada te hace tan sexy...).

Mientras Dumbledore se debatía internamente, los profesores, que habían terminado de hacer sus apuestas, se dirigían hacia sus habitaciones mientras seguían "comentando amablemente" las apuestas. Cuando el último de ellos cerró la puerta, Dumbledore, que inconscientemente había empezado a hacer movimientos, enrollando y estirando la barba, mientras pensaba (lisa, rizada, lisa, rizada...), salió de su ensimismamiento.

Pero bueno¿dónde está todo el mundo?- bueno, me temo que las próximas horas van a ser un tanto...especiales...- dijo mientras sacaba un espejito del cajón de su escritorio y comenzaba a mirarse coquetamente, y comentaba – quizás si me hiciera un moño...-


Bueno, hasta aquí el segundo capítulo, espero que os haya gustado!

Os estaréis preguntando...¿Y lo de los pararrayos que puñetas tiene que ver?

Ya vereis,ya...xDD

Hasta el próximo capítulo! Jo... y haber si me pongo un poquito seria y consigo sacar algún capitulo más largo...xD

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