Aun no creo que la pensión no exista y que ahora todos vayamos a la montaña Osore.-

Manta no dejaba de repetirse lo mismo una y otra vez desde que dejaron Izumo y tomaron el tren que los llevaría lo mas cerca posible de la montaña Osore. Aun no comprendía lo terrible de la situación; no entendía que todos sus amigos hubieran sido atacados por sujetos sumamente poderosos y bestialmente crueles.

Aun sigue preocupado, joven Manta.-

Si, Amidamaru. Es que todos fueron tan… apabullados por esos sujetos, y no solo se perdió la pensión. Horo-Horo y Pilika perdieron su aldea y a su familia. Esos tipos son más crueles que Hao.-

Por un instante Amidamaru se quedó pensativo y luego le dijo a Manta. -Ese sujeto poseía además un espíritu muy fuerte. Cuando el amo Yoh y yo chocamos con ese sujeto sentí la fuerza que posee. Por eso quedé aturdido unos instantes después del choque.-

Pero Yoh y tú lograron vencer a ese sujeto.-

Si, pero el amo Yoh sabe que cuando volvamos a verlo ese sujeto tal vez no se muestre tan confiado.-

¿Qué dices?- preguntó Manta con voz algo temblorosa.

Ese sujeto se mostró muy confiado al principio y solo mostró una parte de su verdadera fuerza en esa última técnica. Si ese hombre hubiera luchado con todo desde el principio… tal vez el amo hubiera ganado, pero a cambio de un costo muy alto.-

Manta ya no respondió. Era muy claro que la batalla en la pensión fue un preliminar, una muestra del poder real de Shizumaru.

En otro vagón del tren, Len se encontraba meditando un poco sobre su situación personal. No era solo el hecho de que Lerouche le había causado un verdadero asco, sino de que también era muy fuerte.

Fue muy arriesgado lo que hice. Sino me hubiera inclinado un poco en el último instante, estaría muerto en vez de tener este atroz dolor.-

Pero no había otra salida, señorito.- dijo Bason apareciendo al lado de Len.

Ya lo se; no necesito que me lo repitas; al menos no le di tiempo de desplegar todo su poder.-

Un combate abierto habría sido fatal. ¿Verdad, señorito?-

Si. Odio admitirlo pero si no hubiera usado ese truco tan patético, ese depravado se hubiera dado un verdadero festín con mi sangre.-

Len se levantó de donde estaba sentado con disgusto en su rostro. Estos años de entrenamiento apenas sirvieron para sobrevivir esos simples minutos. Si en verdad deseaba ser el rey shaman, debería volverse mucho más fuerte, y sabía que ahora que esos tipos andaban tras ellos, aparecerían muchos sujetos que le "ayudarían a entrenar".

Camino de vuelta a su privado, (Parte de los beneficios de que Manta haya pagado el viaje por "sugerencia" de Anna.) se encontró con Pilika que se encontraba viendo por una de las ventanas. Usualmente Len hubiera pasado de largo o por lo menos habría dado un saludo más o menos cortes, pero esta vez algo lo detuvo: en los ojos de la joven de cabello de color cielo había varías lágrimas que escurrían tímidamente.

Len se acercó a ella y le preguntó. -¿Aun te duele lo que pasó?-

Pues claro. El lugar donde crecimos nosotros, nuestros amigos, nuestros padres… todo se perdió. Ahora solo me queda mi hermano y la verdad… tengo miedo… mucho miedo de perderlo. Yo… no se…- Pilika no pudo decir mas; su llanto había crecido a sollozo que apenas lograba reflejar su dolor. Por eso se le hizo muy inesperado sentir la mano de Len sobre su hombro.

Len le dijo. -Tú no te preocupes tanto por tu hermano. Es mucho más fuerte de lo que parece, o por lo menos más fuerte de lo que me gustaría admitir, así que se que el no morirá tan fácilmente.-

Pilika no se esperaba esas palabras, al menos no de Len.

Oh, joven Len… nunca pensé… que usted pudiera decir algo así. Le agradezco que trate de consolarme un poco.- y dicho eso, Pilika le sonrió tiernamente a Len. El no esperaba eso y se sonrojó un poco.

Supe que usted tiene una herida, joven Len.-

Si. Me la hizo uno de los seres más repugnantes y despreciables que existen. Si lo veo de nuevo voy a dejarlo como si fuera…-

Se que se oye atrevido pero… ¿podría dejarme revisar su herida?- dijo Pilika que no pudo evitar tampoco que algo de rubor decorara su rostro.

Bueno, no creo que sea necesario; Fausto me esta atendiendo, y… pues…-

Entiendo. Discúlpeme por lo que dije.-

No, no es eso. Es que… no quiero ser molestia para…-

Usted no es molestia. Solo quiero agradecerle el que me haya dicho esas palabras. Se que el dolor no desaparecerá jamás, pero me consuela el pensar que mi hermano no morirá, al menos, no de esa forma. Ahora solo dígame donde esta su camarote y yo me haré cargo del resto.-

Bueno, yo…- pero Pilika lo ignoró y lo llevó casi a rastras por el pasillo del tren.

Bason se quedó atrás y con tremendas cascadas de lágrimas decía. -El señorito al fin esta hablando con una chica. ¡Valor, señorito ¡Demuéstrele lo fuerte que es!-

Para Bason esto era un momento de gran dicha: su amo tal vez encontraría el amor, pero por un lado, Pilika solo quería ser agradecida, y por el otro Len solo quería escapar. Nada lo había preparado para interactuar con una chica, y menos con una tan guapa. Si Len hubiera escuchado lo que Bason dijo ya lo estaría castigando con inimaginable crueldad.

Horo-Horo también pensaba en la batalla que había tenido con Hyung y que casi le cuesta la vida. Si no fuera por que Pilika le contó que le había deshecho un brazo a ese sujeto, el no creería que logró una victoria, pero esa victoria le sabía a hiel. Todo lo que fue su vida pasada no era más que un recuerdo, tal vez feliz, tal vez triste, pero indudablemente un recuerdo al fin y al cabo.

¿Por qué fui tan débil ¿Por qué?- se decía Horo en voz alta, y no fue sino hasta que se volteo que pudo ver que Tamao estaba a su lado.

¿Y tu que haces aquí?- preguntó Horo-Horo.

El señor Fausto me pidió de favor que me quedara a atenderlo mientras viajamos a la montaña Osore. Su estado aun es delicado y la verdad…-

Bueno, mira. Estoy bien; no tengo nada malo y me siento mucho mejor. Ya puedes irte si quieres.-

Pero joven Horo. Yo…-

¡Que te vayas!-

Tamao retrocedió unos pasos, luego dio la media vuelta y dijo. -Disculpe las molestias, joven Horo-Horo. Ya no lo molestaré más.-

Horo escuchó un sollozo y se dio cuenta de que actuó como un patán ante esa jovencita, cuyo único crimen era el haberle hecho compañía.

¡Espera, Tamao, no te vayas! Esto es mi culpa. Aquí el fastidioso soy yo.-

Tamao regresó y Horo la vio con lágrimas en sus ojos.

Siéntate un momento.- le dijo el a Tamao y ella se sentó en una silla al lado de su cama.

Es que estoy muy mal, y pues… no se como reaccionar ante lo que nos ha pasado a mi hermana y a mí. Nuestra aldea, así como nuestros familiares y amigos están muertos, y no dejo de pensar en que yo tuve la culpa por no ser tan fuerte.- Horo-Horo apretaba sus puños con ira. -Si hubiera sido mas rápido, mi familia no habría muerto, y mi hermana y yo…-

Horo sentía demasiada rabia como para poder hablar. Nunca antes se había sentido tan débil, tan insignificante… y tan asustado en su vida.

Por favor, joven Horo, no se desanime.- dijo Tamao mientras le sujetaba las manos. -No creo llegar a entender del todo lo que usted y la señorita Pilika sufrieron, pero al menos comprendo lo que es perder el hogar. Cuando ese tipo Shizumaru nos atacó quiso destruirnos a todos, y además…- Súbitamente pasaron por la mente de Tamao las imágenes que tanto la aterraban por las noches, que la hacían incapaz de tener una sola noche tranquila.

Recordaba que le dijo a Yoh que ella estaba bien y que buscara a Anna, luego vio como llegaba ese hombre, vio su sonrisa siniestra al decir que sus hombres eran un fracaso y que la afrenta que le habían hecho con su derrota solo podría lavarse con su sangre hirviendo. Recordaba como comenzaron a arder en vida mientras daban atroces gritos… y recordaba como ese tipo le dijo "Tu morirás de esa forma; chillando como la basura que eres…"

Tamao comenzó a estremecerse y luego se tambaleo para caer casi desmayada en la cama de Horo-Horo, pero ella alcanzó a reponerse lo suficiente como para no perder el conocimiento… y para darse cuenta de que Horo estaba sujetándola.

Tranquila, Tamao. Yoh me dijo que viste cosas horribles esa noche y supongo que las recordaste. Tú tranquila, que yo…- y de repente Horo-Horo se calló al recapacitar en lo que dijo. El no pudo evitar sonrojarse y Tamao tampoco, y mucho menos al darse cuenta ambos de lo cerca que estaban el uno de la otra.

Yo… joven Horo… lo siento…- Tamao se zafó de entre los brazos de Horo y salió deprisa de esa habitación.

Ya afuera, Tamao pensó en lo que pasó, o mejor dicho, trataba de pensar en lo que pasó.

"¿Qué fue eso? No entiendo porque el joven Horo hizo eso. ¿Acaso será que yo le…? No. No puede ser posible. ¿Como podría gustarle yo? Se que el joven Horo es muy amable y algo apuesto, pero a quien yo quiero es al joven Yoh, aunque el jamás me corresponda."

Y si Tamao estaba con sus buenas dudas, Horo-Horo también tenía las suyas.

"¿Por qué la abracé de esa forma? Reconozco que la chica esta guapa y que ha crecido en estos años, pero… por otro lado me parece tan frágil e inocente, tan pura y… rayos. ¿Por qué pienso en eso justo ahora que tenemos tantos problemas?"

Horo-Horo tenía mucho que pensar sobre sus sentimientos.

Yoh, por su parte, se encontraba en su habitación aun pensando en lo que pasó y empezando a hacerlo respecto a lo futuro.

"Ni siquiera se que nos dirá la abuela y ya estoy preocupado. Entiendo que vayan tras de mi, pero no se porqué querrán matar también a Anna. No se porque creo que lo que la abuela nos diga no me va a tranquilizar mucho."

Tan ausente se encontraba Yoh de la realidad en ese momento que no se dio cuenta de que Anna lo observaba desde la puerta.

"¿Por qué no sonríes mas, Yoh ¿Es que tanto te preocupo que tu sonrisa se tiene que desvanecer? Cuando me ves sonríes esperando tranquilizarme a mí y a los demás, pero no me engañas. Estas angustiado… y eso solo me angustia a mí también."

Anna entró y cerró la puerta tras de si.

¡Anna! Ni cuenta me di de que entraste.-

Sabes que no debes bajar la guardia, y menos en esta situación.-

Lo se, pero… no puedo dejar de preocuparme. No se si podré estar junto a ti cuando lo necesites.-

Relájate. Se como siempre has sido. Preocupado como estas no puedes pelear con toda tu fuerza.-

Y si no lucho con todo, tu también te preocupas. ¿O no, Annita?- Anna se sonrojó levemente y quiso murmurar algo, sin mucho éxito.

Tú tampoco eres buena para engañarme. Jijijijiji.-

Anna sonrió un poco y dijo. -Al menos sonreíste de nuevo, y esta vez fue una sonrisa sincera.- Dicho esto, Anna se acercó a Yoh y le dijo con una voz muy suave. -Aun falta para que lleguemos a la terminal del tren., y estamos solos tú y yo en esta habitación.-

Yoh entendió que le quiso decir Anna.

Pero no falta tanto. Tal vez lo mejor sería dejarlo para otra vez.- Yoh estaba enrojecido como un tomate.

Solo faltan como 20 minutos, y en ese tiempo podemos hacer cosas muy interesantes.- y después de decir eso, Anna besó a Yoh casi como queriendo aspirar su misma esencia para en verdad ser una con el.

Yoh se apartó un momento, buscó el letrero de "no molestar", y lo puso afuera de la habitación para por fin cerrar. Necesitaban ese momento a solas.

En otra habitación, Len se encontraba en una situación que algunos dirían muy envidiable. Después de todo, no es algo que se de muy seguido que una jovencita muy hermosa este en tu habitación preparando un ungüento a base de plantas medicinales que obviamente, se unta.

Solo que lo que Len deseaba en realidad era desaparecer en ese momento. El simple hecho de tener a Pilika allí al lado le estaba quebrantando los nervios. El pobre nunca fue entrenado para eso.

Ya esta lista. Esta es una receta típica ainu y se que le ayudará a recuperarse mas rápido. Ahora solo le pido que se quite la camisa, por favor.-

Espera… yo… no…-

¡Solo hágalo!- respondió Pilika con mayor firmeza.

Como digas.- dijo Len mas nervioso de lo que de por si ya estaba y sin dudarlo mas se quitó la camisa. Pilika vio entonces la cicatriz de esa tremenda herida. No era algo muy agradable a la vista, pero eso no impresiono a la chica; después de todo ya tenía experiencia en esos menesteres con todas las veces que había curado a su hermano, solo que cuando vio el resto del cuerpo de Len se quedó algo impresionada.

Nunca imaginó que ese chico de carácter violento y casi nula cortesía tuviera un pecho tan bien formado. Su torso se mostraba masculinamente torneado, y su abdomen no presentaba más imperfección que esa cicatriz. También notó por primera vez que Len tenía unos brazos que se veían fuertes, sin por eso verse fornidos en exceso o muy voluminosos.

El tremendo color rojizo que decoraba sus mejillas casi la delata con el, así que sacudió su cabeza un poco y le dijo a Len. -Recuéstese, por favor. Esto será rápido.- Len obedeció con unos movimientos que semejaban los de un autómata.Si Pilika se había sonrojado, el tenía su mente completamente desconectada.

Pilika comenzó a untar la medicina sobre la cicatriz de Len muy despacio para no lastimarlo. Luego, comenzó a frotar lentamente sobre la herida, y al hacerlo no pudo evitar sentir lo tersa y suave que era su piel.

"Nunca pensé que el joven Len tuviera su piel tan suavecita. Como siempre se ve tan fuerte y duro… Si que es suave."

Ella no era la única que tenía pensamientos inesperados.

"Esta chica tiene sus manos muy suaves, como si fueran de seda. Lo hace de una forma tan delicada que ni pareciera que es de este mundo… o del otro."

Los dos chicos estaban embebidos por completo en sus ideas, y así hubieran seguido otro rato de no ser porque Pilika presionó con un poco de fuerza justo en la herida.

¡Augh!-

Oh, Dios. Lo siento, joven Len. De verdad lo siento.-

No te preocupes que no es nada.-

¿Sabe? Creo que con eso será suficiente por ahora, así que si no le molesta, lo dejo solo.-

Como quieras. No hay problema.-

Bueno, con su permiso.- y Pilika salió de la habitación de Len apresuradamente.

Len se quedó pensando. "Hasta que se fue esta niña. No es que me moleste su presencia, pero me dejó muy confundido." Y mientras Len pensaba eso, Pilika también pensaba en como casi se le va el control de entre las manos.

"Ahora si que me extralimité. Si el joven Len no hubiera gritado, tal vez yo…" y Pilika quedó mas sonrojada que antes, por lo que decidió buscar una ventana donde ver el paisaje.

"Yo solo quería ser agradecida con el…"

Algunos minutos después, el tren llegó a la estación sin mayores contratiempos y nuestros amigos comenzaron un largo recorrido a pie para llegar al templo donde hablarían con la señora Kino. La montaña Osore se veía realmente imponente, y transmitía un aire de espiritualidad casi solemne. Nuestros amigos no decían mucho en el trayecto; estaban demasiado preocupados como para decir algo. Solo Yoh se animó a decir algo después de un rato.

¿Cuánto mas falta para llegar con la abuela?-

Deja de gimotear tanto, Yoh. Ya falta poco. Recuerda que yo crecí en este sitio y que lo conozco a la perfección.-

Si tú lo dices Annita…-

Después de algunos minutos, nuestros amigos llegaron a un templo que estaba al pie de la montaña. Ya allí vieron que había varias sacerdotisas esperándolos, y una de ellas les dijo. -Bienvenidos sean, joven Yoh, señorita Anna. La maestra los esta esperando en el interior del templo al igual que a sus amigos. Síganme, por favor.-

Los chicos fueron tras ella y aunque no decían nada por lo impresionados que estaban, si pensaban en lo imponente del sitio.

Hasta que por fin llegan.-

La abuela de Yoh estaba sentada esperándolos en el interior del templo.

Abuela, me da gusto verte a pesar de…-

Ya cállate Yoh. Se que ustedes han pasado por muchas dificultades, así que no perderé tiempo e iré directo al punto.-

Yoh y los demás se sentaron y se alistaron para escuchar lo que Kino Asakura tenía que decir.

Yohmei me contó lo que les sucedió a ustedes y que esas batallas pudieron ser mortales. Me contó además que los espíritus que acompañaban a esos shamanes eran de un poder superior al que poseen los espíritus de la naturaleza, y yo creo que tal vez podrían ser más fuertes que los de clase divina.-

La sorpresa se dibujó en el rostro de los chicos al escuchar eso.

"¿Mas fuertes que los espíritus de tipo divino ¿Habrá sido esa clase de ser el que atacó a don Yoh?" se preguntó mentalmente Ryu, al tiempo que pensaba que habría pasado si el hubiera estado ahí para ayudar a Yoh.

Por último están los nombres de esos espíritus. Anna. ¿Acaso no recuerdas esos nombres?-

No, maestra. Al escuchar el nombre Susaku sentí como si ya lo hubiera oído antes, pero aun no puedo recordar donde.-

Esta vez no te culpo por olvidar exactamente donde escuchaste ese nombre, ya que la historia donde se narra la historia de esos espíritus te la conté solo para pasar el rato.-

Yoh se levantó sorprendido y dijo. -¿Solo para pasar el rato?-

¡Cállate y siéntate, tonto! Para ser franca nunca tome en serio esa historia, y veo que todos debimos hacerlo. Ahora les contaré esa leyenda y espero que me escuchen con atención, ya que habla de la separación que existe entre este mundo y el otro.-

"Como saben, nosotros los shamanes somos el vínculo que mantiene unido a este mundo con el otro, y también podemos permitir que los seres del mas allá puedan resolver sus asuntos pendientes, así como facilitarles el descanso eterno entre otras cosas. Pero tal parece que existe otro vínculo entre ambos mundos; una puerta que separa al mundo de los vivos del de los muertos."

Espere un momento, señora.- interrumpió Len.

¿Acaso quiere decir que hay una especie de puerta que los espíritus pueden cruzar para llegar directamente a este mundo? No es por ofenderla pero se me hace una completa estupidez pensar eso. No hay más vínculo entre los humanos y los espíritus que nosotros.-

Por eso les dije que nunca tomé esta historia sino como un cuento para niños, pero si me dejaran seguir en vez de abrir su bocota para interrumpir, verían que esta historia tiene mas importancia de lo que suponíamos.- Len no dijo nada mas y la señora Kino continuó.

"Esa puerta ha estado sellada por mucho mas tiempo del que alguien pueda recordar. Si esa puerta se llegara a abrir, grandes desgracias comenzarían a suceder, pues sin nada que limite a los espíritus estos podrían a provocar desconcierto, pánico, o si se trata de almas rencorosas, incluso podrían atacar a las personas físicamente, sin necesidad de posesionarse del cuerpo de inocentes. Para asegurarse de que la puerta este siempre sellada se dejó bajo el cuidado de cuatro poderosos espíritus, capaces de hacer frente a cualquier enemigo que los enfrentara. Cada uno de ellos posee dominio sobre una fuerza elemental. Sus nombres son: Byakko de la tierra, Genbu del agua, Suzaku del fuego, y Seiryu del relámpago… son las cuatro bestias legendarias."

Ahora todo cobraba un poco de sentido. Len y Horo-Horo recordaban los nombres que tenían los espíritus acompañantes de sus respectivos rivales y el tipo de técnicas que usaban.

Veo una expresión de sorpresa en sus rostros, jovencitos. ¿Ya no se oye tan descabellada esta historia, verdad ¿Y que tal si les dijera que esos espíritus tenían la apariencia de una tortuga, o de un tigre, o de un ave de fuego, o tal vez de un dragón?-

Yoh, Horo y Len abrieron los ojos por completo al escuchar eso, y Horo dijo en voz muy baja. -Es verdad. Ese Hyung tenía el espíritu de un tigre.-

Veo que acerté. Por lo que parece, sus enemigos tienen como espíritus acompañantes a esas poderosas presencias, y creo imaginar cual es su propósito. Por eso terminaré de narrar la leyenda para que sus mentes puedan pensar en que es lo que harán a partir de ahora.- y dicho esto, la señora Kino continuó con la narración.

"Esas cuatro bestias no solo son las guardianas de la puerta al otro mundo, sino que son también los únicos seres que pueden abrirla. Sin embargo eso no es tan sencillo ya que los cuatro guardianes tienen que estar de acuerdo para que eso suceda, y si tan funesto acuerdo se llegara a dar se tendría que llevar a cabo un rito que permitiera que ese portal se abra, a la vez que reunir una cantidad de energía muy grande para que el portal pueda abrirse con éxito."

Los chicos entendían ahora la situación. Esos tipos buscaban la forma de abrir la puerta al mas allá y era obvio que buscaban eliminar a los obstáculos que pudieran estorbarles.

"Entonces eso es lo que buscan esos gusanos. No permitiré que se salgan con la suya." pensó Len.

No se si sea buena idea lo que les voy a decir, amigos, pero creo que ya sabemos que debemos hacer: Debemos evitar que reúnan la energía que necesitan para abrir la puerta al mas allá. Por ahora es mas fácil que ir a enfrentarlos.- dijo Horo-Horo, pero Ryu le contestó. -¿Pero sabemos que tipo de energía es la que buscan? Yo pienso que como lo que esos tipos tratan de hacer necesita de un ritual, entonces podríamos buscar esos sitios y de alguna forma dejarlos inutilizables. ¿Qué les parece?-

Me parece que estas hablando como un cobarde, Ryu. Deberíamos ir a enfrentar a esos sujetos tan pronto nos sea posible. Solo debemos entrenar mucho por unos pocos días y se que todos juntos los venceremos.-

Escucha, Len. No tenemos tiempo para ponernos a entrenar lo suficiente como para enfrentarnos con éxito a esos tipos. Si logran hacer su ritual estaremos en una situación peor. Además, no creo que sea tan fácil enfrentar a esos hombres de frente. Tanto don Yoh como Horo-Horo y tú tuvieron problemas para enfrentarlos. Piensa que pasará si llegan a estar los cuatro juntos.-

Len se molestó y le dijo a Ryu. -¿Y eso que? Necesitamos vencer a esos sujetos para detener de una vez esta locura.-

Pero si nos precipitamos solo lograremos que nos maten como si fuéramos ovejas.- replicó Horo.

Debemos…-

¡Ya cállense, escandalosos!- grito la señora Kino.

Hablan como si tuvieran la fuerza suficiente como para vencerlos, pero todos tuvieron mucha suerte y eso es lo único por lo que siguen vivos. No deben de sobre…- y la señora Kino se calló de repente, para luego tambalearse un poco.

¡Abuela!-

Yoh corrió deprisa hacia ella para sujetarla. Solo fue necesario sostenerla para que no cayera.

¿Qué te paso, abuelita?-

Sentí algo muy raro, una sensación que no había experimentado jamás. Yo ya estoy bien, así que ve a ver a Anna. Ella también lo sintió.-

Yoh volteo preocupado y vio que Anna casi se desmayaba y estaba en los brazos de Tamao.

¡Anna!-

Ryu se quedó junto a la señora Kino mientras Yoh regresaba al lado de Anna.

¡Anna ¡Anna ¡Responde, por favor!-

No te asustes así Yoh, pero es que algo no esta bien. Esta sucediendo algo que no se que sea exactamente, pero te puedo decir que si la maestra Kino y yo pudimos sentirlo, debe ser por el lazo que tenemos como itakos y que es el que nos permite invocar a las almas que están en el otro mundo.-

Ellas no eran las únicas que pudieron percibir eso. Muchos otros médiums alrededor del mundo también percibieron esa fluctuación de energía, incluyendo a una chica en Inglaterra que en ese momento dejaba caer una taza con té al suelo.

¿Qué esta pasando? Mi cabeza… se siente tan pesada… ¿Por qué siento esa sensación ¿Y porque me recuerda como me sentí cuando estaba abriendo el portal de Babilonia?-

Jeanne no pudo sostenerse mas y cayó al suelo pesadamente.

Lo que originaba esa fluctuación de energías se originaba en Japón, específicamente en cuatro puntos distintos del país. Esos cuatro puntos estaban separados por varios cientos de kilómetros, pero servían como vértices de un cuadrado. Cada vértice se ubicaba en un punto cardinal, y en cada punto se encontraba uno esos poderosos shamanes. Se encontraban de pie, meditando, y los espíritus de los guardianes estaban detrás de ellos.

El tiempo ha llegado de abrir las puertas que mantienen aparte a los descarnados de los que aun residen en la carne.- dijeron los cuatro al mismo tiempo.

Todos realizaron la posesión de objetos y al unísono clavaron sus armas en el suelo, y estas comenzaron a resonar de forma armónica, y de la misma forma, ellos comenzaron a recitar las palabras que conformarían el rito que abriría la puerta al otro mundo.

Nosotros, que hemos sido elegidos como portadores del poder de los guardianes…-

...estamos aquí cumpliendo con su voluntad…-

…la cual es la de abrir la puerta que separa a los vivos de los muertos…-

...para que este mundo sea purificado de la presencia profana del hombre.-

Los cielos retumbaban, los habitantes de diversas partes de Japón miraban desconcertados como el cielo de sus regiones se cubría de gruesas y ominosas nubes. Las agencias de pronóstico del clima estaban desconcertadas y el gobierno recibía innumerables llamadas que exigían una respuesta que ellos mismos buscaban.

Lerouche en el norte, Shizumaru en el sur, Enzo en el este y Hyung en el oeste; ellos en el mismo orden en que dijeron las palabras anteriores, dijeron las palabras que llevarían a la culminación definitiva del rito.

Bajo el nombre de la tortuga roja…-

…bajo el nombre del fénix rojo…-

…bajo el nombre del dragón azul…-

…bajo el nombre del tigre blanco…-

… nosotros los custodios del poder de los cuatro guardianes, cumpliendo su voluntad, decimos que se abra la puerta que separa la vida y la muerte. ¡Que nada separe más a los espíritus de los mortales!-

Y en ese momento, en el sitio que estaba en el centro de los cuatro puntos, se abrió entre las nubes un círculo que parecía un gran agujero en el centro mismo del todo: la puerta al otro mundo por fin se había abierto.

Finalmente llegó el momento de separar la paja del trigo. Solo los mas capaces sobrevivirán en los próximos días, y ellos serán los últimos en morir.- fue lo que dijo Hyung.

Lerouche tenía otras ideas en mente.

Ahora que la puerta se ha abierto solo habrá que esperar a que las muertes se comiencen a suceder. Y lo mejor será el que yo pueda matar a muchísimos humanitos. ¡Si; será muy divertido derramar la sangre del ganado!-

Por su parte Enzo no tenía interés en matanzas sin sentido.

La puerta se ha abierto. Por fin ha llegado el momento de que el mundo se purifique de la presencia humana. Todo volverá a ser lo que era antes.-

Pero Shizumaru tenía su propia agenda; una mucho más ambiciosa.

Al fin, el momento para la culminación de mis planes se acerca. Solo debo deshacerme de ese trío de tontos que tengo por "compañeros" y de Asakura y sus amigotes, y podré cumplir mi sueño tan anhelado de ser el que rija los destinos de este mundo.- y en el rostro de Shizumaru se dibujó una sonrisa de perversa alegría.

De vuelta a la montaña Osore, Anna y la señora Kino ya se encontraban mejor y ella dijo lo que pensó por unos instantes.

Creo que acaba de pasar lo que temíamos: La puerta que separa este mundo del otro esta abierta seguramente.-

Oh, Dios. ¿Qué pasará ahora?- se dijo Pilika. Todos compartían ese pesar.

El mundo podría volverse un caos si los espíritus tienen contacto directo con las personas comunes.-

Calma, Horo-Horo. Lo hecho, hecho esta. Ya no debemos preocuparnos más por eso y mejor empecemos a pensar como cerraremos esa puerta.-

Espera un poco, Yoh.- interrumpió Len. -Creo que la respuesta esta ante nuestros ojos. Si el poder de esos sujetos abrió esa puerta, entonces su poder es el que evita que se cierre. Así que lo único que debemos hacer es vencer a esos cuatro sujetos y con eso bastará.-

Pero eso nos lleva al inicio de la discusión, Len.- dijo Ryu. -Necesitamos mas fuerza para enfrentar a esos shamanes, y si no nos preparamos nos matarán fácilmente.-

Una vez mas iban a discutir por sus diferencias, pero la señora Kino les hizo la seña de que se callaran y siguió hablando.

Es bueno ver que tienen algunas ideas e intuyen que hacer, pero eso no les quita lo tonto. Si llegaran a vencer a esos sujetos¿creen que con eso sería suficiente?-

Nadie respondió, pues era obvio que la señora Kino iba a decir algo mas.

Eso cerraría la puerta pero de una forma parcial. La única forma de cerrar la puerta al más allá por completo es vencer a los guardianes y de encontrar a una mujer en particular: la virgen del sacrificio.-

¿A que te refieres con la virgen del sacrificio, abuela?-

Veras, Yoh. Según la leyenda, para cerrar la puerta al más allá por completo se debe entregar a una chica de probada virtud y esta será sacrificada para que con su vida se logre forjar un nuevo sello que mantendrá cerrada la puerta.-

No es posible…- murmuraba Yoh, pensando en que por que esas cosas siempre requerían de muertes para que salieran bien.

Ryu preguntó. -¿Y con probada virtud se refiere a lo que creo?-

Esencialmente si. La leyenda dice que la mujer que será sacrificada debe tener una gran fuerza espiritual, mucho valor y ser virgen.-

De repente se oyó un largo silbido de alivio, como si un enorme peso se le hubiera quitado de encima a alguien. Todos voltearon a ver quien había silbado así, y en vez de eso vieron como Yoh recibía un brutal golpe en la cabeza por parte de Anna que gritaba furiosa.-¡Como se te ocurre silbar de esa forma mientras la maestra esta hablando, idiota ¿Que no ves que estas interrumpiendo algo muy importante?-

Auuuuuuu. Lo siento; se me salió.- respondió Yoh con lagrimitas en sus ojos que semejaban péndulos oscilantes.

Esperen un poco.- dijo Horo-Horo con algo de preocupación. -Creo entender porque amenazaron a mi hermana, a Tamao y a Anna: ellos también deben estar buscando a esa chica pero para matarla y asegurarse de que la puerta no se cerrará.-

Es bueno ver que uno de ustedes sabe usar sus neuronas.- dijo la señora Kino.

Anna, Tamao y la otra chica se encuentran en el rango de edad que se supone tiene la virgen del sacrificio, y en el caso de Anna y Tamao también cuentan con grandes poderes.-

Pero si yo no tengo tanto poder como shaman.- dijo Tamao temerosamente.

Lo se, pero eso no te quita nada de pureza o de bondad.- Tamao bajó su cabeza y no pudo evitar estremecerse un poco, hecho que Horo pudo notar.

Deben buscar un lugar seguro donde puedan proteger mejor a esas jovencitas, y de paso deben entrenar para que puedan enfrentar a esos shamanes con seguridad. Quédense aquí esta noche y mañana temprano deberán partir y prepararse para enfrentar su destino.-

Todos asintieron y se retiraron a dormir, pero antes de que Anna saliera, la señora Kino le pidió que se quedara un momento mas.

¿Necesitaba decirme algo, maestra?-

Ya estoy muy vieja, Anna, pero no soy tonta. Se porque Yoh silbó de esa forma, y también se porque te enfureciste tanto.-

Yo… no entiendo que quiere decir, maestra.-

Jajajaja. ¿Acaso crees que no noté que estabas un poco sonrojada cuando lo golpeaste?- Anna no respondió.

Bueno, dime. ¿Cuándo pasó?-

Anna no dijo nada por un momento, y luego finalmente dijo, no sin ponerse toda roja. -Hace un año… maestra.-

Y supongo que no fue la última. Jajajaja. En fin. Ahora dime. ¿Crees que por eso tu no podrías ser esa mujer que será sacrificada?-

Eso creo.-

Necesitas aprender algo muy importante. Esa leyenda es muy antigua, y por eso equiparan pureza con virginidad ¿pero crees que eso es suficiente para decir que una chica es pura o no? A veces, ser virgen y ser pura no son necesariamente lo mismo, ni en un sentido ni en otro. En tu caso, pude ser que ya no seas virgen, pero eso no ha cambiado en nada lo que hay dentro de ti. Dentro de tu ser aun hay mucho amor; amor por el chico que será tu esposo, ya no tanto por compromiso, sino por que existe un verdadero sentimiento. A eso debemos agregar tu bondad, ya que aunque lo golpeas mucho no por eso dejas de quererlo.-

Supongo que tiene razón… maestra-

Siempre tan terca, pero por eso eres mi discípula favorita. Jajajaja.-

Después de eso Anna pudo retirarse a dormir y en el camino pensaba en que es lo que podría pasar, o mejor dicho pasarle a Yoh o a ella.

"Me quieren porque tal vez yo sea… la que debe morir para sellar la puerta una vez mas. Si ese es mi destino, tendré que cumplirlo, pero la verdad es… que espero no ser esa chica. Quiero… debo vivir por y para Yoh. Además no quiero que el sufra mi perdida de la misma forma en que yo sufrí la suya. Quiero estar a su lado por siempre, aunque eso signifique el fin del mundo."

Continuará…

Lo primero que digo y lo primero que hago. Según yo ya no iba a dejar que pasara tanto tiempo sin actualizar esta historia, pero ahora si espero no retrasarme tanto. Como ya terminé el fic que tenía de Sakura y estoy en unas vacaciones de… cinco días, podré dedicarme por completo a esta historia. A cambio de mi pequeño retraso hice este capítulo mucho mas largo de lo que yo acostumbro. A eso debemos agregar el que ya empecé a armar algunas parejitas. Si se preguntan porqué estoy tratando de juntar a Len con Pilika y a Horo con Tamao es porque he visto algunos fics, y muy buenos, donde estas parejas aparecen, y siento que si son parejas interesantes. Claro, todo lleva tiempo, así que esperen ver como desarrolló esos asuntos. Además creo que el hecho de que haya parejas permitirá un mayor drama cuando los villanos intenten deshacerse de ellas. Incluso ellos tienen sus propias motivaciones para hacer esto y pronto iremos profundizando en ellas. Ahora iré a la siempre divertida sección de respuestas:

Dark-Alice: No te preocupes por no hacerlo. Ya ves que hasta ahora actualicé. Debo agradecerte por lo que dices de los personajes, y sobre si Milly es la chica especial de Lyserg, temo que eso no es algo que deba decir por ahora, pero te darás cuenta de eso en el siguiente capítulo. Gracias y espero verte de nuevo por aquí.

Lady Girl: A ti es a la primera a la que debo de pedir disculpas. Ahora que ya tengo más tiempo para dedicarle a esta historia espero actualizar cada semana, o por lo menos cada dos semanas. Ahora ya has visto de que trataba la leyenda y como esta se esta consumando. Solo resta averiguar quien es la doncella del sacrificio. Ahora si no pienso retrasarme más. Te pido disculpas de nuevo y espero leerte pronto. Nos vemos.

Inumi: Haré lo posible para que los espíritus hablen un poco mas, después de todo son los mas cercanos a cada shaman y sus inseparables compañeros de batalla. Respecto a Jeanne y Lyserg ya veremos si ellos hacen pareja o no, aunque conozco a alguien que se pondrá muy celosa de verlos juntos. Más detalles sobre eso en el siguiente capítulo. Espero verte de nuevo.

Aneth¡Al fin estas aquí¡Si! Ahora que he logrado que seas adicta a mi pequeña historia te diré que me aseguraré de que esa adicción siga, a fin que esta es buena y no hace daño. Jajajaja. Como habrás visto, el portal de Babilonia no fue el que se abrió, sino el que separa a los vivos de los muertos, pero lo que Yoh y los demás no saben es que para abrir esa puerta se requería una gran cantidad de energía, la cual consiguieron usando la que quedó de remanente después de que el portal de Babilonia se cerró. Como Jeanne nunca lo cerró como se debe, las energías empleadas no se disiparon y los villanos las aprovecharon. Espero que te gusten las parejas que empecé a armar y pronto veras más de eso. Como puedes ver actualicé esta historia, pero si tuviera que elegir me quedaría con el cassette donde cantas las canciones de Sailor Moon. No creo que tu voz sea mortal; más bien debe ser angelical. Ahora te espero por aquí muy seguido. Hasta el próximo mail.

Pues ahora solo me resta decirles que ahora si actualizaré mas seguido y que en el próximo capítulo veremos como llegan a Inglaterra algunos asesinos que tratarán de matar a Jeanne, pero antes se las tendrán que ver con Lyserg, que desde luego también se ha vuelto mucho mas fuerte. Eso es todo por ahora. Chao.