Aire

Capítulo 1: Aire

Aire.

Una palabra vital en la vida de un ser vivo. Aire. Eso era lo que ella más ansiaba en ese momento. Poder respirar. Pero no podía.

Se estaba ahogando.

De pronto, comenzó a ver todo oscuro. Las voces que antes oía dejaron de ser claras, para convertirse en murmullos a lo lejos. Sus manos cayeron estrepitosamente, al no tener fuerza para mantenerlos erguidos.

Se dejó caer.

Y en medio de la negrura que la envolvía, una luz. Y de nuevo sus pulmones comenzaron a funcionar. La chispa de vida en su cuerpo seguía encendida a pesar de que ella creía haberla apagado hacía rato.

Y vivió.

Unos hermosos ojos grises aparecieron de la nada y ella se perdió en ellos. Sonrió forzosamente a aquel desconocido que acababa de salvarle la vida a ella.

A Ginny Weasley.

Cerró los ojos con miedo de no volver a abrirlos. Pero lo hizo. Y cuando vió a su salvador ante ella con la expresión muy seria se llevó las manos a la boca. El rubio que la miraba sin mover un solo músculo de la cara, se le acercó lentamente.

¿Weasley?-Preguntó con un tono de deje en la voz. Ella asintió embobada. No podía creerlo. Primera vez que iba al lago de noche, y casi se moría.

Si él no hubiera estado allí..

Sí... gracias, Draco... -Él alzó una ceja.

?Draco¿Qué crees niña que puedes llamarme por mi nombre solo porque te salve la vida?-Ella se irguió sin levantarse, y lo miraba divertida.

¿Acaso no puedo hacerlo?-preguntó algo melosa. Muchos decían que Ginny había cambiado mucho en los últimos dos años. Estaba más atrevida, desenfrenada, y los chicos de quinto en adelante iban tras ella siempre que podían. Pero lo peor de todo, era que ella había alimentado su fama de "chica fácil".

Escúchame bien, Weasley. Esto muere aquí ¿ok? No quiero que se ande comentando por ahí que te salvé- Y sin decir más, comenzó a caminar.

Pero ella, volviendo a la normalidad, se levantó arregló la falda que llevaba y se puso delante de él. Las hormonas flotaban en su cabeza mientras que las ideas se acumulaban en su cerebro.

Pero si esta es tu oportunidad de ser el héroe, Draco... no te entiendo. Toda tu vida te la pasaste envidiando a Harry... -No pudo continuar su discurso, porque él la había tomado bruscamente por los brazos y se los apretaba con fuerza.

Jamás ¿me oyes? Jamás vuelvas a decir que envidio a Potter... porque lo lamentarás... -Y soltándola, siguió su camino.

¿Eso es una amenaza?- Él no se volteó para contestarle, simplemente le respondió:

Tómalo como te plazca-

Ginny resopló. El rubio era uno de los únicos muchachos que no había dado señales de estar interesado en ella, y eso le molestaba bastante. Le encantaba tener a los chicos bajo sus pies siempre que quería.

Y estaba obsesionada con demostrarle a Malfoy que podía ser mucho más que una simple "Weasley".

Corrió hacia él, y lo empujó con brutalidad haciéndolo caer al suelo. Draco la observó casi espantado de que una chica pudiera hacerle eso. Pero cuando se quiso dar cuenta, ella estaba sobre él besándole el cuello.

?Pero quien te crees?-Le gritó empujándola hacia un lado, con la respiración alterada. Ella se mordió el labio seductoramente y le paso sus manos por el pecho del rubio haciéndolo estremecer. Tenía que admitir que la chica sabía lo que hacía.

Creo que te estoy poniendo nervioso... -Le dijo sonriente. Él quitó las manos de la pelirroja de su pecho y quiso levantarse cuando algo de lo que escuchó lo dejo atontado.

No te preocupes... no le diré a nadie que estas por volverte gay... -Él la miró por un rato largo tratando de convencerse que era una broma, que ella seguía siendo aquella tonta niña inocente que había abierto la cámara de los secretos.

...¿Gay?...-Logró preguntar, bastante herido en su orgullo de hombre.

Por supuesto... no te preocupes... yo sé que ningún hombre dudaría en besarme aquí mismo... ni siquiera tu amiguito Zabini es la excepción... -

Draco se quedó pasmado. ¿O sea que Zabini se había besado con la Weasley y no le había contado nada? Ya iba a ver cuando estuvieran solos... Y de pronto, descubrió a la chica acercándose más a él. Y de nuevo sintió su perfume...

La tomó fuertemente por los brazos invirtiendo los roles. Ahora él estaba sobre ella y aunque creía tenerla a la fuerza, ella no se defendía para nada.

Voy a demostrarte cuan hombre soy... -Le dijo mordiendo sus labios, y luego besándola apasionadamente. Ginny estaba que saltaba de la felicidad. Y eso se debía en parte a que él besaba más que bien...

Mmm... Draco... -El chico apretó las muñecas de ella y supo que le dolía cuando ella lo miró seria.

Tú no puedes decirme Draco... para ti simplemente soy Malfoy... -Le susurró al oído fríamente. Ella tembló al sentirlo tan cerca. Y cuando lo sintió levantarse, suspiró masajeando sus manos adoloridas. De pronto le vino a la mente la desesperación de querer respirar y no poder hacerlo. De querer vivir y no poder hacerlo.

Gracias... Malfoy... -El muchacho la miró en el suelo, con el rostro pálido.

¿Y ahora porque me agradeces?-Preguntó sin que se notara la curiosidad que la chica producía en él.

Porque primero me salvas la vida, y luego me besas como nunca nadie lo ha hecho... por eso... -Ahora ya no parecía la misma chica atrevida y lujuriosa que prácticamente lo había atacado momentos antes. Ahora se veía débil... sensible... vulnerable.

Bueno, solo espero que nadie se entere de ninguna de las dos cosas... adiós Weasley... -Le respondió él mostrando su característica indiferencia.

¿No vas a decirme algo más?-preguntó ella parándose y hablándole frente a frente.

¿Algo más como que?-

No lo sé... que sentiste algo... que te gustó... – Decía ella, pero la carcajada sonora que él le escupió en la cara la detuvo. Entonces supo que el Draco Malfoy que ella creía su héroe, era el mismo que tenía como deporte favorito insultar a su familia.

¿Crees que alguien como yo podría sentir algo por alguien como tú?-Preguntó con una horrible sonrisa en los labios. Ella se apartó bruscamente.

Por un momento lo creí. Pero veo que alguien como tú no puede sentir nada por nadie... - Le dijo y comenzó a caminar. El viento soplaba fuerte y las nubes grises que rápidamente se habían formado en el cielo vaticinaban una tormenta. Pero ella solo pensaba en aquellos ojos que le habían devuelto la vida... y que la habían herido tan profundamente.

Y las gotas de lluvia comenzaron a caer sobre ella. Mientras emprendía su regreso al castillo, recordaba que sus amigas le habían apostado que no se atrevería a nadar en el lago sola entrada la noche. Y ella, sintiendo un puñal en su orgullo, venciendo todo su miedo al agua aceptó. Pero no pasó mucho cuando sintió que su pie se quedaba trabado en un hueco y no podía quitarlo. La cámara fotográfica que había llevado para probar su "hazaña" cayó olvidada en las aguas mientras ella sentía que el aire almacenado en sus pulmones se agotaba...

Y de pronto, cuando creía que todo estaba perdido, unos ojos grises le devolvieron la vida...

La lluvia la empapaba y el frío la hacía tiritar. Pero no le importaba el mal tiempo. Ella simplemente quería alejarse. No pensar.

Pero una mano en su hombro la detuvo y la retuvo allí. Draco la dio vuelta bruscamente, ahora sí contra su voluntad.

¿Y ahora que quieres?-Preguntó ella molesta. Draco iba a contestarle, cuando se dio cuenta que de sus ojos partían lágrimas finas que se mezclaban con el agua de la lluvia. Conjuró un paraguas rápidamente y lo colocó encima de sus cabezas.

Me siento usado... y es la primera vez en mí vida que me pasa algo así... -Le dijo, sincerándose por primera vez. Ni él creía estar diciendo eso. Y menos a ella...

A Ginny se le escapó una sonrisita.

¿Usado? ¿Y como quieres que me sienta yo? ¿Culpable?- La ironía en su voz lo molestó un poco, pero no le importó demasiado. La rodeó con sus manos su cintura, haciendo que el paraguas flotara sobre ellos, y le dijo al oído:

Pues entonces, empecemos de cero... -

Y mientras la besaba tiernamente, la lluvia funcionaba de cortina y el frío era la excusa perfecta para darse calor mutuo.

Aire. Una palabra tan importante. Sin él no viviríamos. Sin él nuestros cuerpos físicos morirían en pocos instantes...

Aire.

Eso era lo que ambos significaban para el otro.

Aire.

Sin él no viven.

Sin él, sus cuerpos no son nada.

Aire...