Recomendaciones: THE MYSTIC'S DREAM, de Lorenna Mc Kennitt... un poco diferente pero hermosa ciertamente...

Capítulo XX

El Sueño Místico

"…Brazos con tal blandura, que los lazos
vencerán de la Venus peregrina,
cuando, suelto el cabello,
a Marte desafía
y al victorioso dios vence en batalla;
en ellos mi amor halla
la vida, que en sus vueltas a porfía el sol fúlgido y bello
me lleva en su carrera presurosa…"

El corazón parecía desbordarse de su pecho, más que la ansiedad por lo que pronto sucedería, era la inigualable sensación de poder hacer tangible sus emociones, llevaba tanto tiempo reprimiéndolas, tanto tiempo en el que su alma parecía morir cada día, por la soledad, por la carencia, por no reencontrarse con su complemento, y ahora la llevaba entre sus brazos, como un preciado tesoro del que difícilmente alguna vez podría desprenderse…

InuYasha avanzaba por la penumbra de aquel pasillo, iluminado levemente por un pequeño farol adosado a la pared, aún mantenía a Kagome muy abrazada a él, entre sus brazos, sintiendo su aliento suave rozándole las mejillas, muy cerca de su oído, lo que ya por sí solo era un gran estímulo, escuchando con atención la señal de alerta… y esta llegó…se detuvo ante el susurró de la voz femenina, dejó con suavidad que sus pies tocaran el piso, ante la puerta cerrada, ella se quedó con los brazos rodeándole el cuello, sin mirarlo, inquieta quizás…mantuvo sus manos en la cintura de Kagome, apoyando su frente contra la de ella, inclinándose ante la baja estatura que parecía mostrar ella, calzada solo en aquellas zapatillas de descanso, la blusa aún entre abierta por los movimientos que efectuara instante antes InuYasha, sintiendo como su corazón le pedía abrazarlo y amarlo y sentir cada centímetro de su piel enardecida bajo sus labios, como si de un sueño sin barreras se tratara, un sueño que no terminaría llegada la mañana, una sensación de permanencia, de que el mundo se abriría en un nuevo amanecer para ellos... no habían declaraciones románticas, ni promesas salidas de sus labios, todo el compromiso y las confesiones estaban en el brillo de sus ojos, y en el amor que podían transmitirles las caricias…

Kagome retiró una de las manos del cuello de su amado, observando finalmente los dorados ojos, que aún mantenían aquella endeble mirada, exponiendo todo su interior a través de ella, alejada por leguas de la que parecía mostrar al resto del mundo. Giró el pomo de la puerta dejando abierta también las puertas de su alma, como la vez anterior, pero con la certeza del amor imperecedero en el alma de InuYasha, ese que se reflejaba en su rostro y en la forma suave con que la abrazaba para entrar junto a ella, aún sin volver a tocar sus labios, como si aquello fuera el inicio de una danza sin tiempos… una danza eterna…

A clouded dream on an earthly night

Un sueño nublado en una noche terrenal


Hangs upon the crescent moon

cuelga sobre la luna creciente


A voiceless song in an ageless light

Una canción sin voz en una luz eterna


Sings at the coming dawn

canta al amanecer que viene

Cerró la puerta tras de sí, apoyándose luego en ella, sintiendo el cuerpo femenino atraparlo mientras que los dedos de Kagome se enlazaban en su cabello, cubriendo con sus manos las orejas, alzándose en la punta de sus pies, para tomar su boca, rozando con suavidad, cogiendo el labio inferior, para luego jugar con su lengua antes de tomar el superior, las manos varoniles apoyadas en la cintura le ayudaban a mantenerse a la altura de InuYasha que permanecía levemente inclinado recibiendo las caricias añoradas de los labios de la mujer que amaba.

InuYasha subió una mano hasta la nuca de su amante, enlazando los dedos en las suaves hebras azabaches, presionó tras la espalda y la alzó, ella con el impulso rodeo la cintura del hombre con sus piernas, mientras que InuYasha avanzaba los pasos que los separaban de la cama, fortaleciendo el agarré tras la nuca de Kagome, mientras que ella se aferraba a su cuello para no caer, permaneció un instante con ella así, tan férreamente tomada, besándose con algo más de inquietud, liberando de forma desmedida la pasión que los gobernaba, con las luces suaves de las lámparas, definiendo en la penumbra el rostro del otro… finalmente InuYasha fue quien se sentó sobre la cama, sin desear romper el enlace tan cercano que se había producido, acariciando con las manos abiertas, como llenándose de Kagome, con calma e intensidad, los hombros, la espalda, los costados, bajando hacía las caderas y parte de los muslos que aún lo aferraban, besándose lentamente, abriendo su boca, para recibir la de ella, llenándose de aquella calida humedad, que los estaba embriagando de amor… un amor, limpio y misterioso, que se negaba a morir…

Birds in flight are calling there

Pájaros en vuelo están llamando ahí


Where the heart moves the stones

donde el corazón mueve las piedras


It's there that my heart is calling

Es ahí que mi corazón está llamando


All for the love of you

todo por tu amor

Kagome retiró sus piernas de alrededor de la figura masculina, para quedar igualmente apoyada en sus rodillas sobre él y sin romper el beso, que comenzaba a hacerse cada vez más agitado, comenzó a retirar primero la chaqueta de los hombros amplios y varoniles, con movimientos suaves, cuidando de que sus uñas rozaran los brazos al deslizar la prenda, arrancando un sonido profundo de la garganta de InuYasha, que cerró los ojos volviendo a introducir su lengua en la boca de ella…afuera… tras los cristales, el resultado de un clima medianamente calido, se hacía notar… lluvia…

Una vez que la chaqueta se encontraba a un lado de la cama, InuYasha retomo su trabajo con la blusa que había comenzado a desabotonar en la sala, deslizando sus dedos por la piel ya desnuda, ayudándose desde dentro, para liberar el par de botones que sostenían la prenda en su lugar, acariciando el borde bajo de la ropa intima que sería su siguiente víctima… empezó a besar el cuello extendido de Kagome, que se arqueaba y exponía esa zona, al sentir los roces suaves en su estomago, anhelando cada vez más, sintiendo que su corazón latía cada vez más rápido, y su cuerpo respondía a las caricias… se llevó las manos a la cabeza en el momento en que sintió que los labios de InuYasha comenzaban a bajar hasta sus senos, mordiendo sobre los encajes de aquella prenda que aún los ocultaba… soltando un suspiro ahogado que obligó al hombre a apresarla con mayor energía…

-InuYasha…oh… mi amor…- ansiaba aquellos toques, su boca recorriéndola, y las sensaciones de placer y dicha contenida en su alma que solo él lograba unir al hacerle el amor…

Continuaba besándola, quitando la blusa y buscando el broche que liberaría finalmente su pecho, dejándolo a merced de sus besos, anhelando amarla tanto… que no hubiera ni un espacio de ella que sus labios no transitaran, quería marcarla con sus besos, hacerla suya como si fuera la primera vez que la amaba, buscando los puntos que sabía que la encendían, convirtiéndola de menos a más, en Kagome… la amada…la mujer… la hembra…suya de todas las formas posibles.

Sintió las delicadas manos femeninas posarse sobre la camisa, acariciando su pecho, antes de que lograra liberarla por completo de sus propias prendas, desenterrándole un gemido, que no sabía que poseía, esta vez acrecentado por la pasión que comenzaba a manifestarse físicamente y ella lo notó, soltando el aire en su boca, con ansiedad, sintiendo como crecía aquel bulto bajo su cuerpo, deseando tomarlo... ambicionando grabarse cada detalle de él, borrar de su mente las comparaciones y empezar de nuevo… amarlo… solo amarlo, entregarle a su alma cansada la paz que había venido a pedir…

A painting hangs on an ivy

Una pintura cuelga de una hiedra


Nestled in the emerald moss

alojada en el musgo de esmeralda


The eyes declare a truce of trust

los ojos declaran una tregua de confianza


And then it draws me far away

y después me dibuja muy lejos

Le quitó la camisa con manos temblorosas de pasión, mordiendo su labio a intervalos, por la misma, dejándose caer sobre su pecho para besarlo, lamiendo los pequeños pezones masculinos, que se irguieron ante el roce, mordiendo con suavidad la protuberancia mínima que se formaba, en comparación a la suya, escuchando las suplicas algo perdidas ya de InuYasha…

-Kagome…ah…eso…- intentaba completar una frase, sin éxito alguno, enredando sus manos en el cabello de la mujer que comenzaba a bajar con sus besos por su estómago-…ah…- quitándole el aliento ante el solo contacto de su piel con los labios, que iban dejando rastros húmedos a su paso.

Cuando ella noto que ya no tenía espacio suficiente para seguir besando, salió de sobre el cuerpo masculino, arrodillándose al pie de la cama, extendiendo una caricia con sus manos, por sobre el pecho de InuYasha, su estomago y el inicio de su vientre, escondido por la prenda que aún portaba, rozó sus uñas, por sobre la tela, cuidando de no tocar aún aquel lugar que parecía encendido a fuego vivo, luchando por ser liberado del pantalón que lo ataba. Sentía el respirar sonoro y agitado del hombre, que permanecía recostado aún, con el cabello extendido sobre la cama y una mano sobre su frente intentando calmar el mar de sensaciones, tragando saliva en el momento en que sintió los dedos femeninos, bajar con lentitud la cremallera, produciendo una vibración exquisita y tortuosa en aquella zona, que le clamaba un lugar humado y caliente en el cual resguardarse… sospechaba lo que vendría… y eso lo excitaba aún más…

-Ohhh…- fue el sonido profundo en intenso, que InuYasha dejo escapar, en el momento que sintió la boca de Kagome apoderándose de su cuerpo, moviendo sus caderas hacía arriba intentando sentirse completamente dentro de ese lugar, apoyando ambas manos en su cabeza, sintiendo como el placer lo embargaba, arrancándole más gemidos -…ohhh…- cada vez más sonoros, inquietantes y agónicos, algo que encendía más los deseos de Kagome, por seguir escuchando.

Se movían abatido y con lentitud, sintiendo la calidez de la boca de la mujer y sus dientes rozándole la carne, respirando agitado y ansioso, sintiendo que se derramaría en su boca si no la detenía, pero no deseaba hacerlo tampoco… la razón era tan increíblemente irracional, cuando te sumías en tus sensaciones… borracho de amor y de deseo y perdiendo tus sentidos al mundo real… agudizándolos para uno en el que solo estaban los amantes… alejados de todo… perdidos en el inmenso espacio que solo dos cuerpos cubrían…comprendiendo a través de ello… cual es tu verdadero lugar…ese en el que te sientes pleno… en cuerpo y alma…

Sand melts in pools of the sky

la arena derrite en piscinas del cielo


When darkness lays her crimson cloak

donde la oscuridad deja su capa escarlata


Your lamps will call me home

tus lámparas me llamarán a casa

Se incorporó al fin, deslizando sus dedos por el cabello de Kagome, sosteniendo con delicadeza y seguridad su cabeza, convenciéndola con sus ojos dorados expresando el limite en el cual lo tenía, que no debía seguir… que deseaba amarla aún más…ella se puso de pie y entonces él aprisionó su cuerpo contra su rostro, dejando descansar su mejilla sobre su estómago, deslizando la cremallera de la falda, para dejarla solo con su ropa intima, besando nuevamente su vientre, con la misma adoración que lo había hecho en la sala, apoyándose desde la espalda, para hacer de la caricia algo profundo, sabiendo que en ese lugar se había gestado la vida que juntos habían creado, aquella que finalmente significa su paso real por esta vida… su huella…Kagome sostenía, con una ternura inimaginable dada la situación de pasión en la que se habían visto envueltos, la cabeza de InuYasha, acariciando su cabello y susurrándole por primera vez, después de siete años, una frase perfectamente audible para él…

-Te amo…- InuYasha cerró sus ojos, sintiendo que su amor por aquella mujer ya no cabía dentro de su cuerpo, era como una energía increíble que emanaba sin tener un limite, ahogándolo incluso, sintiendo como sus ojos se humedecían ante aquellas simples palabras, dichas con un sentimiento tan limpio y real…

-Oh…Kagome…- alcanzó a penas a susurrar, ya que la voz, imperativa y fuerte que poseía, no le alcanzaba para más en aquel momento, agarrotándose en su garganta por la emoción, acariciando los muslos desnudos, mientras bajaba la prenda que le quedaba, las pantorrillas, hasta donde las manos le alcanzaban, para subir nuevamente por los costados hasta sus caderas, su cintura y sus pechos, alzando la vista entonces, para encontrarse en la penumbra de una suave luz, con los ojos oscuros y calidos que también reflejaban su sentimiento en llanto. Se dejó caer hacía atrás llevándose el delgado cuerpo de Kagome entre sus brazos, quien sonrió levemente, acarició su rostro, quitándole algo del cabello que ya desordenado se hacía hacia delante -…te amo tanto preciosa…- suspiro antes de besarla finalmente liberando aquello de su alma, su preciosa, ella…su Kagome…

And so it's there my homage's due

Así que está ahí debido a mi homenaje


Clutched by the still of the night

agarrado por el alambique de la noche


And now I feel you move

y ahora te siento moverte


Every breath is full

cada aliento está lleno

Embriagados uno en el aliento del otro se sentían inquietos, besándola con vehemencia, sintiendo la urgente necesidad de estar dentro de su cuerpo, encendido por la pasión y el amor que ella le entregaba y el que él mismo poseía para ella, veía a Kagome, incorporarse sobre su cuerpo, rozando con su húmeda intimidad la entre pierna ansiosa, jadeaba, cada vez que sentía que ahora si lo iba a dejar entrar, pero ella solo se sonreía inquieta , mordiendo su labio, que estaba deseando besar nuevamente…ya no podía más, respiraba agitado, hundiendo su pecho con cada inhalación, aferrándola a su cuerpo en un abrazo fuerte, se giró sobre ella, ya demasiado desesperado como para jugar más observando con los ojos dorados fulgurantes y decididos, el rostro sonrojado y expectante de Kagome, que volvió a morder su labio, como siempre lo hacía cuando sabía que InuYasha no soportaba más…y de pronto los ojos de la mujer se cerraron, al sentir como entraba en su cuerpo, sin demasiado preámbulo, de una sola vez, completamente, ayudado por la humedad viva de ella, cerrando también sus ojos, mientras que la besaba, torpemente por la pasión, los besos del enlace solían ser así, inconclusos y deseosos, hambrientos… pasó ambos brazos tras la espalda de Kagome, y acarició su rostro hasta donde le era posible, sin dejar de mirarla, cerrando los ojos en cada oleada de placer, observando como ella hacía lo mismo, entrando profundamente, pero con calma, intentando que no quedara espacio entre ambos, agitado y respirando en su boca, hundió la cabeza en el cabello azabache, justo sobre el cuello de ella, cuando comenzó a sentir el deseo inminente de embestirla con más fuerza, sintiendo la petición de ella a través del movimiento inquieto de sus caderas, y de pronto sus piernas enlazadas en la cintura…

-Oh…Kagome…- se le escuchaba difícilmente murmurar oculto en el cabello, que comenzaba a sofocarlo, pero no le importaba, por que se estaba llenando de aquel aroma a ella, mezclado con el de su deseo que ya lo tenía al límite, golpeando su entrepierna con la de ella, que gemía cada vez con más constancia en su oído, agonizando de pasión al igual que él.

-Ah…ah… InuYasha…Inu…Yasha…- decía sintiendo como aumentaba la velocidad con que el amor se manifestaba, recibiendo con desesperación los golpes de el hombre sobre ella, aferrando sus uñas en la espalda desnuda y tensa faltándole el aire, sintiendo que no lograba recuperarlo antes de volver a sentir una nuevo embate, pero aún así, no dejaba de emitir frases que de lo único que hablaban era de amor - … oh… mi amor…

Sin saber en que momento todo comenzó a girar, sintiendo que lo único real era el cuero y el sentimiento al que estaban aferrados, las oleadas de placer cada vez más intensas y seguidas, augurando el éxtasis, el momento culmine de la entrega. Kagome comenzó sollozar bajo su cuerpo, pero no dejaba de mantenerlo firmemente asido a ella, moviendo sus caderas con premura hacia arriba, llevando de manera perfecta el ritmo al que ambos se acoplaban sin dificultad, percibiendo como, lo único audible era la voz de InuYasha, lo único palpable, era su cuerpo, lo único que lograba oler, su aroma masculino… lo único que podía degustar… sus besos perdidos en los gemidos… y lo único que podía ver, sus dorados ojos entrecerrados esperando la señal de su placer…

-Oh…mi amor… mi…amor…- fue lo que logró exteriorizar en el momento en que sentía que todo su interior se derramaba, liberando su esencia en la carne caliente de InuYasha que continuaba moviéndose dentro de ella, satisfecho por su placer y encontrando el suyo…

-Oh…Kagome…- exclamó de forma profunda, con la voz enardecida, apretándose contra ella con fuerza -…Kagome…mi amor…ohhh… - sentía que la vida se le iba en solo unos segundos, mientras que su cuerpo expulsaba toda su semilla dentro de ella, dentro de aquella fuente engendradora de vida, sosteniéndola con ímpetu, para besarla ahogado… y sentir… lleno de un placer en el alma… que era suya… su piel…su olor… sus risas y sus movimientos suaves… toda.

Descansó aún sobre su cuerpo, le encantaba permanecer en ella, aún después de consumado el amor, y ella lo sostenía abrazado, besando sus labios levemente, acariciando su cabello, mientras que InuYasha la observaba ya con aquellos ojos dorados, que aparecieron en su puerta agobiados y dolidos, con un brillo que le hablaba de renacimiento…

-Quiero estar así contigo siempre…- le confesó, ya con la respiración calma… acariciando con su pulgar el labio de la mujer, y su mejilla, contemplándola como tantas otras veces a la distancia y en silencio -… no quiero separarme de ti… quiero amarte… eternamente…

So it's there my homage's due

así que esta aquí debido a mi homenaje


Clutched by the still of the night

agarrado por el alambique de la noche


Even the distance feels so near

incluso la distancia se siente tan cerca


All for the love of you.

todo por tu amor

Continuará…

Ciertamente este ha sido un capítulo especial…con solo tres protagonistas…Kagome, InuYasha y el amor que se profesan… no quise ensuciarlo con dificultades, ni las aclaraciones que deben venir… espero que lo hayan disfrutado así… pleno y hermoso como al menos intente hacerlo, pasional e impetuoso, como somos los seres humanos… siento que en esta ocasión el amor fue el protagonista…ahahaha…(Anyara suspirando)…

Besitos y dejen mensajitos…

Anyara

P.D.. Gracias Yelitza… significa mucho para mí…