Hi! n.n! Como estan? xD ha pasado un buen tiempo no? Aca los dejo con el tercer cap. de mi story n.n! Espero les guste...esta algo larguito n,ñUu. Bueno leanlo y ponganme reviews! T,T

Agradecimientos: A Beautiful Kikyou! Gracias por tu comentario! Me Conmovio mucho n,n gracias!

Disclaimer: Ningun personaje de Inuyasha me pertenece T,T Pero los otros como lo son Hikaru yZerou si me pertenecen n,n


Chapter Three: Hikaru, a Tennyo on the Modern Tokyo!

Sesshoumaru esta caminando por el bosque solo. Esta buscando algún rastro de Naraku pero al parecer no ha encontrado absolutamente nada. Es como si Naraku hubiera desaparecido otra vez. Sesshoumaru no podía aguantar más el hecho de que aquel ser se hubiera burlado de el. No podía permitir quedarse con la idea de que Naraku pensara que se podía burlar del Príncipe cuando se le diera la regalada gana. Pensaba en que le haría a aquel ser cuando lo encontrara mientras iba caminando, acercándose cada vez más a donde esta su pequeño grupo de acompañantes: Su sirviente, su 'hija adoptiva' y aquella mujer humana por la cual estaba desarrollando esos sentimientos nuevos.

Antes de poder llegar al lugar, el príncipe es emboscado por la pequeña Rin, que sin poder esperar se abalanzó a abrazar a su 'padre'. Sesshoumaru miro a la pequeña y le acaricio suavemente la cabeza para después caminar hacia donde estaba el resto del grupo. Al llegar a aquel lugar, noto inmediatamente que alguien faltaba. "¿Dónde esta?" preguntó el youkai a su sirviente. La niñita se acerco a Sesshoumaru dispuesta a decirle donde estaba la miko que no hace mucho se había vuelto otra acompañante del pequeño grupo. Rin sonrío primero y después abrió su boquita para decir. "Kikyou-sama fue a buscar unas cosas pero le dijo a Rin que regresaría pronto" Sesshoumaru no espero ni un segundo para ir en busca de la sacerdotisa, mientras este buscaba el rastro de la joven humana le dijo a su sirviente "Cuida a Rin" y se fue siguiendo el aroma de la miko.

Kikyou estaba muy lejos de los demás. No sabía de donde había salido esa curiosidad que en esos momentos la estaba invadiendo, solo sabia que de un día para otro decidió averiguar lo más posible acerca de aquel youkai del cual se estaba enamorando poco a poco. Decidió ir a las tierras del Norte habitada por las Panteras Sagradas y el Clan Ryuo, ambos grupos de características sagradas y habilidades en la creación de armas. Mientras se encaminaba hacia aquella región se vio en las tierras de Sesshoumaru. Decidió detenerse en aquel lugar y visitar aquel palacio que era propiedad del youkai. Al tratar de entrar dos ogros la detienen impidiéndole el paso "¡Aquí no entran humanos!" le dijo groseramente el ogro a Kikyou. Ella simplemente lo ignoro y trato de entrar aunque ellos le obstruyeran el camino, esta acción de parte de la Miko hizo enojar a los guardianes de la puerta. Uno de los ogros alzó sus garras para matar a la Sacerdotisa pero este no pudo llegar a tocarla antes de que Kikyou lo desintegrara con su poder sagrado. El otro ogro quedó espantado y la dejo pasar sin oponerse. Kikyou agradeció la acción del ogro, de todas formas iba a pasar…pero el fue amable. Al entrar al gran palacio sintió como las miradas de los muchos sirvientes se clavaban en ella, escuchaba los susurros que hacían entre ellos. "¿Esas no son las ropas de la madre de nuestro amo?" se preguntaba la mayoría de ellos. Ella decidió ignorar totalmente a los sirvientes y sin ayuda encontró fácilmente la habitación del Príncipe.

Se tiro a la cama de este, era de pieles de algún tipo de mamífero. Eran suaves y color blanco, se quedo dormida por algunos minutos…estaba cansada de su viaje, y había llegado lejos aunque aun le faltaba mucho. "Ya debo irme…" se dijo asi misma mientras se levantaba de la cama de felpa. Al salir del palacio siguió su viaje a las tierras del Norte. Varias horas despues Sesshoumaru llegó a sus tierras y noto que Kikyou había estado ahí. Al adentrarse a su palacio vio un cuerpo desfigurado en la puerta de entrada, al parecer el otro guardián no estaba donde debía estar, cosa que le molestó al Príncipe. Unos sirvientes emboscaron al Youkai cuando lo vieron llegar dándole la noticia que una humana había entrado a su palacio. "Perdónenos Amo Sesshoumaru, pero no pudimos evitar que esa humana entrara a su palacio." dijo uno de los sirvientes a Sesshoumaru. "Tenía una especie de poder extraño, el mismo poder que desintegro a uno de los ogros de la puerta, Amo Sesshoumaru" complemento otro de los sirvientes. Todos parecían tener miedo de ser asesinados mientras el Príncipe se encaminaba a todos los lugares en el palacio que tenían el olor de Kikyou. Al llegar a su habitación noto que las pieles de su cama mostraban signos de que alguien se había recostado en ellas. Se acerco a estas y sintió el olor de la Miko en ellas además de sentir que aun estaban algo tibiaslo que significaba que Kikyou no había partido hace mucho tiempo, salió de su habitación rápidamente para volver a buscar a su 'compañera'.

"…Listo…" dijo Inuyasha clavando una pala de madera en lo que parece ser una tumba. Shippou se encuentra en el hombro de Kagome llorándola igual que ella. Miroku por otro lado, no esta presente en la triste escena. Bajo ese abultamiento de tierra estaba el cadáver de su antigua compañera, Sango. "Sango-chan… ¿Por qué?" dijo en llanto ahogado la joven Miko. Kirara estaba recostada sobre el abultamiento de tierra maullando tristemente. Inuyasha estaba con una expresión seria y algo triste.

"…Sango" Miroku estaba llorando por su perdida. Se preguntaba el porque la gente tenían que morir. Ya había perdido a su madre, a su querido padre y ahora…lo que le faltaba, había perdido a su amada. Pero lo que mas le dolía era el hecho de no haber podido declararle sus verdaderos sentimientos cuando ella estaba viva, cuando lo intento ya era muy tarde. No tenía el valor de ir a donde estaban los demás, sabía que se desplomaría de tristeza al ver la tumba de aquella muchacha. Saco lentamente de sus ropas una pequeña navaja y se puso la punta de esta en la garganta, estaba dispuesto a morir… para el ya no valía la pena vivir. Ella era su mundo, ella era su Todo. Todo lo que respecta a el giraba alrededor de ella. Ya que ella no estaba, era como si el alma de el se hubiera ido junto con ella. El estaba muerto, su corazón solo latía por ella. Ella ya no estaba ahí por lo que el corazón de Miroku dejó de latir.

Estaba apunto de enterrarse la navaja en la garganta cuando recibe un fuerte golpe proveniente de su derecha. "¿Qué diablos te pasa, Miroku?" Miroku soltó la navaja y levanto su rostro para ver el de un Hanyou enojado, era Inuyasha el que lo había detenido. "Inuyasha…" Inuyasha puso una mueca algo rara y le dio un zape a Miroku y le comenzó a gritar. Miroku no escuchaba casi nada de lo que le estaba diciendo su compañero de viaje. El estaba pensando en ella como nunca antes lo había hecho. Cada vez que cerraba los ojos, ahí estaba ella sonriéndole. "…" el Monje estaba muy deprimido despues de la muerte de la exterminadora. Kagome al notar esto miro a Inuyasha de mala forma. "¡OSUWARI!" El hanyou cae brutalmente al suelo y despues es arrastrado por la joven Miko para dejar nuevamente al Monje solo. Miroku se preguntaba si había alguna manera de hacerla volver…pero callo en cuenta de que seria algo imposible.

Al parecer la muerte de Sango había afectado todo el ambiente. El día estaba nublado…los árboles parecían moverse con tristeza, los animales no salían de sus guaridas y un gran silencio gobernaba en todo el lugar. Con este mismo ambiente, Kagome estaba dispuesta a regresar a su época. Con la carga que sentía pensó que seria mejor alejarse de sus amigos por un tiempo, Sango para ella era como una hermana mayor…Su muerte le afectó en lo más profundo de su ser. Antes de entrar al pozo que la conectaba con su época y la época antigua le dio la señal a Inuyasha de que cuidara a Miroku. Despues de dar tal seña, se retiró a su tiempo.

Ya estaba oscureciendo. Kikyou estaba sentada frente a un arrollo descansando, no sabia cuanto tiempo había estado caminando pero estaba segura de que había sido mucho. Ella no estaba segura de que era lo que realmente estaba buscando, pero si sabia que lo debía encontrar. Despues de refrescar su rostro con las frías aguas del arrollo se levantó y siguió su camino al norte. Se encontró con varias amenazas en el camino, pero ninguna pareció ser rival para su poder espiritual. Ya la noche había caído por completo, aunque esto no le impidió seguir su camino hacia el norte. "Ya debo estar cerca…" se dijo así misma al ver las montañas que separan la región del Oeste de la región del Norte.

Logró llegar a una aldea poblada por criaturas conocidas como las Panteras Sagradas. Estas bestias la ayudaron y la atendieron amablemente, eran criaturas amigables con los humanos. "Gracias" decía ella la mayor parte del tiempo. Al parecer estas panteras compartían su territorio con los Ryuo. Ella dejo las instrucciones de crear un arma poderosa para cuando ella regresara por esos rumbos. Durmió ahí y al día siguiente siguió su camino. Sesshoumaru por otra parte, estaba analizando el olor de la Miko cerca del arrollo mientras se acercaba más y más hacia las montañas de la frontera. Ya había pasado mucho tiempo buscando a la Sacerdotisa, y no podía evitar pensar que quizás estuviera herida. Kikyou era fuerte, se podía defender muy bien…además tenia la armadura que el le había regalado. Aun así, estaba expuesta a la muerte y al ser herida, esa preocupación no lo dejaba tranquilo. El tenia que encontrarla rápido. Despues una nueva preocupación rondo su mente. ¿Que tal si Naraku descubre que ella esta viva? Sin darse cuenta el Príncipe había acelerado el paso un poco, el estaba seguro de que Naraku mataría a Kikyou si se enteraba que esta seguía viva y el no permitiría que Naraku lo hiciera.

Kagome tira a un lado su maleta despues de subir las escaleras para salir del pozo. Ya había llegado a su época y Souta la estaba esperando con una sonrisa. Por otra parte, Kagome no estaba feliz. Despues de lo que había pasado era muy posible de que estuviera triste por muchos días. "Hermana¿que te sucede?" preguntó el pequeño al ver la aguda tristeza en la cara de su hermana mayor. Kagome no emitió ni la mínima palabra y se dispuso a subir las escaleras de su casa y entrar a su cuarto. Camino hacia la ventana y se quedo ahí parada por horas. No tenía hambre y mucho menos sueño. Al parecer la tristeza que sentía le había quitado las ganas de todo. Ni siquiera reacciono al golpe de una pequeña pelota contra su ventana.

"¡Ves lo que hiciste, Zerou!...You're such an Idiot!" una muchacha se dirigió hacia la puerta del templo Higurashi para disculparse por lo que había hecho su joven amigo. "¡Hay Hikaru! Solo fue un golpecito, además ¡nadie se dio cuenta!" discutió el muchacho. Por lo visto el no se había percatado de que Kagome estaba frente a la ventana que momentos atrás golpeó con su pelota. La joven miro a su acompañante arqueando la ceja y con una mueca de disgusto. "Shut Up stupid coward." dijo despues la joven. Despues de unos últimos toques a la puerta la mamá de Kagome respondió. "Hola, en que puedo ayudarles" la joven miro mal a su amigo y despues se dirigió a ver a la señora Higurashi con una sonrisa en su rostro. "Es que mi muy estúpido amigo golpeó una de sus ventanas" hace una pequeña reverencia antes de seguir "Discúlpenos, no fue nuestra intención." Concluyó.

La Sra. Higurashi le sonrió de vuelta y aceptó las disculpas. Kagome vio como lentamente se alejaban los dos jóvenes. Por alguna rara razón algo le pareció familiar en la chica que se estaba alejando, pero no supo que era. Al día siguiente las amigas de Kagome la fueron a buscar a su casa y la obligaron a salir de ella. Kagome no les había contado porque estaba tan triste, pero ellas aun sin saberlo querían animarla. Se fueron al Wacdonald más cercano y ellas le pagaron todo a la joven Miko, pero viendo que nada daba resultado una decidió preguntar "Kagome-chan¿que es lo que sucede?" Kagome no levantó la vista de su hamburguesa mientras se la comía. Esto hizo que las chicas se preocuparan más.

"¿Acaso tiene que ver con tu novio rebelde?" preguntó otra de las chicas. Kagome levanto su rostro para decir no pero sus palabras se extinguen al ver aquella muchacha afuera del local. Las chicas se quedaron algo confundidas al ver la acción de Kagome. Por otra parte, Kagome seguía mirando como la joven entraba al local. Se le hacia tan familiar, pero no sabia porque. "¿Asi que Hiki-san te obligó a disculparte?" decía el resto de los que acompañaban a la joven. Ahí tambien estaba presente el muchacho que andaba con ella ayer, el que golpeó la ventana de Kagome. "Si, Hikaru me hace pasar momentos desagradables" decía muy desanimado aquel muchacho. Los demás se seguían riendo. Kagome miraba muy atenta al grupo de amigos, no parecían ser de Japón. Se vestían diferentes y su manera de hablar era distinta. "Parece que son extranjeros" dijo una de las amigas de Kagome robando asi la atención de la joven Miko. Las demás tambien estaban mirando al grupo extrañadas. Una gotita estilo anime se presento por encima de la cabeza de Kagome. Las risas del grupo de muchachos no cesaban. Ellos se sentaron en una mesa diagonal a la de las chicas, por lo que Kagome pudo observar mejor a la joven que era la única mujer en el numeroso grupo. La joven se levantó en dirección al baño, por lo que tenía que pasar frente a las chicas y asi Kagome podría verla mejor. Kagome observó detenidamente a la joven cuando esta paso cerca. "Se parece a…" dijo suavemente mientras volteó a mirar su comida. Sus amigas no la escucharon ya que estaban ocupadas compartiendo miradas con los chicos que acompañaban a la joven. Kagome estaba segura de lo que tenía en mente. Esa chica se parecía tanto a aquella persona. ¿Acaso hay alguna posibilidad de que…ella haya reencarnado? Kagome cerró sus ojos y batió un poco su cabeza.

¡Que tonterías dices, Kagome! Claro que existe posibilidades de que eso pase…pero… ¿como estar segura de que ella es la persona que pienso que es? pensaba Kagome mientras veía como la joven salía del baño y se dirigía a su mesa. Los muchachos le dieron la bienvenida a su acompañante femenina. "Ya era hora, Hikaru. ¡Casi nos hacemos viejos!" dijo uno de ellos y el grupo entero se rió. Hikaru le sonrió al chico y se dirigió a ver hacia la mesa de Kagome. Vio como la joven Miko la miraba directamente sin quitar la mirada. Hikaru sintió una sensación extraña, como si ya conociera a la joven que la estaba mirando directamente. "…are you listening?" Hikaru volvió a ver al grupo. Mira a su acompañante de la derecha con una mueca de confusión. "I said, 'Hikaru are you listening?'" repitió el joven mientras miraba a la muchacha que tenia al lado. "Yeah, I think so…" contestó ella mientras volvía a mirar hacia la mesa de las chicas. "Huh? Where they…" ninguna estaba ya en la mesa. Hikaru las buscó por el local pero no encontró ni pista de ellas, miró hacia fuera por el cristal. Las muchachas estaban cruzando la calle por lo que ella se levantó y se separó de su grupo para seguirlas. Los muchachos quedaron algo confundidos pero no le prestaron mucha atención.

"¡Adiós, Kagome-chan¡Cuídate mucho!" dijeron las muchachas al unísono mientras dejaban a Kagome en su casa. Kagome solo batió su mano para despedirse y voltio para ir a la puerta de su hogar. Al hacerlo se topo con aquella joven.

"So, do you live here?" le preguntó la joven a Kagome. Kagome puso una mueca extraña. No entendió nada de lo que dijo la muchacha. "¿Que?" pregunto la joven Miko. Hikaru se pegó levemente en la frente y se rió un poco. "Lo siento, es que a veces se me olvida que idioma usar." dijo sonriendo la joven. Kagome se sorprendió al ver que la actitud de esa joven era identica a la de aquella persona. Hikaru vio la expresión de Kagome y se extraño un poco. "Uhm…perdón por seguirte. ¿Vives aquí?" le preguntó a Kagome. La joven Miko se quedo viéndola sin contestarle. "¿El ratón te comió la lengua?" preguntó Hikaru con un aire de burla. Kagome se rió un poco y la miro. Es identica... pensó antes de contestarle a la joven muchacha.

"Si, vivo aquí" dijo finalmente. Hikaru le sonrió y extendió su mano hacia ella. "Mi nombre es Hikaru, vengo de América" Kagome acepto la mano de la muchacha mientras le sonreía cordialmente. "Yo soy Kagome" Ambas se rieron entre si y Kagome le pidió que pasara.

"¡Arg, se esta demorando!" dijo Inuyasha mientras veía en dirección al pozo de huesos. Ya habían pasado 2 semanas desde que Kagome no regresaba a la era Sengoku y esto ya le estaba molestando al joven Hanyou. Miroku estaba sentado mirando miserablemente a lo que seguía siendo la tumba de su ex-compañera, aun no superaba la muerte de Sango. Shippou estaba mirando a Miroku, Inuyasha le había dado órdenes de vigilarlo ya que últimamente el monje buscaba cualquier manera de matarse así mismo. Al Hanyou esto ya se le estaba tornando molesto y comenzó a caminar hacia al pozo. "¡Maldita zorra¡Ya veras cuando te vea!" Antes de dar un paso más Inuyasha cae al suelo por el efecto del collar que tiene alrededor del cuello. Kagome pasa por encima de el sonriendo y dirigiéndose al resto del grupo. Shippou corre a abrazarla y Kirara se sube a su hombro. Miroku solo levanta su vista, vista que despues se clava en lo que parece ser un retrato de su amada muerta. Kirara tambien mira en la misma dirección que Miroku y corre hacia allá. Inuyasha levanta la vista del suelo y mira frente a él sorprendido. Shippou se acerca igual que Kirara a ver. Todo el grupo estaba mirando en la misma dirección con aires de sorpresa. "Su nombre es Hikaru… ¿verdad que se parece mucho?" Todo el grupo mira a Kagome menos Miroku que todavía esta mirando a la joven. Hikaru dirige su vista hacia le monje y hace una mueca extraña, lentamente abre su boca para dejar escapar unas palabras. "Houshi-sama"

Kagome miró sorprendida a Hikaru, al igual que todos los demás. Miroku al parecer reflejo un poco de felicidad en su rostro y sin que nadie se diera cuenta este ya estaba aferrado a la pierna de Hikaru. "What the hell? Get Off of Me!" gritó ella mientras trata de liberarse del monje feliz. Todos quedaron confundidos por le lenguaje de Hikaru. Kagome por otra parte si entendió por lo que puso una mueca graciosa al ver la escena. Kaede salió de la choza y miro a la joven luchando contra el monje poniendo asi una mueca de confusión.

"Asi que es la reencarnación de Sango…" dijo la anciana. Todos estaban alrededor de ella exceptuando a Hikaru que estaba afuera recostada en el lomo de Kirara. "Si, eso pensé al verla." agregó Kagome. Miroku estaba viendo hacia fuera, mirando como la joven muchacha se quedaba dormida poco a poco. Inuyasha por otra parte estaba discutiendo con Kaede. "Lo raro del asunto es que ella tiene conocimientos de su vida pasada. Por lo general eso es imposible. Kagome no tenia idea de que ella era la reencarnación de mi hermana, ni tampoco sabia de todo el enredo entre Kikyou, Inuyasha y Naraku…" continuaba diciendo la anciana.

"Pero esta tal Hikaru recordó el rostro de Kagome, la manera en que Sango llamaba a Miroku y a nosotros" Agregó Inuyasha. Kaede dirige su mirada hacia el monje que al parecer esta ilusionado viendo a la reencarnación de la exterminadora, con seriedad baja un poco el rostro mirando el fuego que hay frente a ella"Sin embargo…" Miroku quita la vista de Hikaru y mira nuevamente a la anciana "Aunque recuerde todas esas cosas…Ella NO es Sango" dijo mientras miraba seriamente al monje. Miroku lo sabia, aunque aquella joven se pareciera tanto a ella y que recordara todo por lo que paso ella…esa joven no era su Sango. Kagome observaba al joven monje pensativo, la anciana tenia razón…Hikaru no era la exterminadora que solía acompañarlos anteriormente. Su antigua compañera estaba enterrada unos metros bajo tierra…Muerta. "Feh! Eso lo sabemos anciana, aun asi hay que ver si es los suficientemente fuerte para ayudarnos a matar a Naraku" dijo Inuyasha con los brazos cruzados, Sango era su compañera de pelea y era la más eficiente en ese aspecto.

Hikaru se había levantado del lomo de Kirara y se había acercado lentamente a la tumba que representaba su vida pasada. Se arrodillo frente a ella mirándola fijamente. Extendió su mano para ponerla sobre el bulto de tierra…Cuando su mano finalmente hizo contacto con la tumba de Sango una especia de energía la rodeo, una energía en forma de un viento muy fuerte el cual levantaba sus cabellos y movía sus ropas. Una luz acompañaba aquel viento extraño. Esa luz tenía un color algo opaco.

"¿Qué demonios…?" dijo Inuyasha levantándose de su lugar. Miroku y la anciana tambien se levantaron al sentir aquella energía cerca de ellos. "¿Qué es esta aura maligna, de donde proviene?" dijo la anciana Kaede mirando a los viajeros. Kagome salió de la choza para buscar a Hikaru, Inuyasha tambien salio junto con Miroku para ver de donde provenía el aura abominable que sentían. Al salir todos vieron a Hikaru rodeada de tal energía maligna. "¡Hikaru!" gritó Kagome mientras comenzaba a correr hacia su amiga. Se arrodillo al lado de ella y comenzó a llamarla pero sin recibir alguna respuesta de su amiga. Hikaru actuaba como su no estuviera en ese mundo, las pupilas de sus ojos habían desaparecido por completo en el fondo blanco que los caracteriza. "La energía proviene de ella…" Kagome miro a la anciana. Miroku se acerco a ellas y puso su mano sobre el hombro de Hikaru, pero la energía lo repelo alejando su mano del cuerpo de la joven. Shippou, que estaba mirando, comenzó a temblar del miedo y Kirara comenzó a gruñir un poco. Despues de un tiempo la energía apaciguó y el ambiente volvió a la normalidad. Hikaru estaba respirando rápidamente. De repente ella simplemente…se desmayó.

Paso mucho tiempo antes de que ella despertara. Habían pasado como 5 horas o algo asi, cuando Hikaru pudo abrir sus ojos finalmente. Kagome estaba dormida al lado de ella, esperando…con los ojos cerrados. Hikaru simplemente se le quedo mirando y tratando de no despertarla se levanto con cautela de la cama haciendo ningún tipo de ruido.

Oh, that's was nice…always I end making such a big noise …Well…let's peek around a little.

Sin darse cuenta Kagome ya había despertado y se había quedado mirándola fijamente. Al sentir su mirada, lentamente Hikaru volteo su cabeza para ver a Kagome. "What the fuck!...Kagome! You almost kill me y'know? Damn! Don't do that again!" Kagome había aprendido algo de ingles. Pudo descifrar muchas de las palabras que dijo Hikaru, pero aun asi no le entendió absolutamente nada.

"¿Qué dijiste?" pregunto algo curiosa la joven Miko. Hikaru en respuesta la mira algo extraño y volvió a caer en cuenta de que realmente Kagome no sabia mucho el idioma estadounidense. "Err…que no vuelvas a hacer eso…casi me matas de un susto" Kagome solo se rió un poco de su compañera.

"I have enough with the monsters and the people in here. All of this just…creep me out y'know?" seguía diciendo la joven muchacha dejando a su amiga en el limbo por decirlo de una forma.

"Forget it…" dijo finalmente. Hikaru salio de la choza en la que se encontraba para asi poder tomar aire fresco. Despues de inhalar el aire sumamente puro de esa época mira a su alrededor, viendo como las mariposas y las aves surcan el aire. Una leve sonrisa se dibujo en su rostro. Era irónico como ella termino en este tipo de lugar…Recordando los pequeños suburbios y barrios de alta clase en USA. se dio cuenta de que ya no había tanta vegetación ni mucho menos animales.

"¿Ya despertaste?" escucho una voz masculina proviniendo desde atrás de ella. Sutilmente se voltio para ver de quien se trataba. Una sonrisa calida estaba dibujada en el rostro de aquel hombre dándole cierto tipo de alegría a ella. "Houshi-sama" dijo casi susurrando para sí misma. Miroku simplemente agarró su mano y la beso, gesto que hizo reaccionar a Hikaru de una manera brusca.

"¡Feh! Eso te pasa por andar de hentai por ahí, Miroku" dijo el joven hanyou viendo la marca de una mano entallada en el rostro del monje. El simplemente se estaba riendo nerviosamente viendo como Hikaru se alejaba enojada. "Je, je, je…realmente no fue mi intención" La anciana Kaede estaba sentada fuera de la cabaña observando detenidamente la conducta de la nueva integrante en el grupo. A pesar de que los demás parecían haber olvidado el incidente de hace unas horas atrás., la anciana aun pensaba en ese caso. "Esta joven no es normal, algo dentro de mi me lo dice… ¿Que será lo sobrenatural que yace dentro de ella?"

Kikyou ya llevaba días viajando. Día y noche caminaba sin parar, sin descansar, sin tratar de restaurar sus fuerzas. Finalmente, llego a divisar un templo como a unos pocos metros de donde ella estaba, ella sabía que ese era su destino. Al entrar al dicho templo se encontró con una especie de portal el cual la comunico con el límite entre este mundo y el otro. De un momento a otro se vio frente a los enormes restos del gran Inu no Tashio, y en la base donde estaban estos diviso algo. Lentamente se acerco a ese 'objeto' y lo levantó con delicadeza. "Hm…Un brazo…" examino detenidamente el brazo que recién había levantado del suelo. "A juzgar por su apariencia, este debe ser su brazo izquierdo…" Lo guardó entre unas mantas que ella cargaba y opto por acercarse más a los restos del padre de Inuyasha y Sesshoumaru.

"Kikyou…" una voz que retumbaba en cada rincón de ese lugar llamó la atención de la Sacerdotisa. Al parecer alguien del más allá la estaba llamando. "Kikyou…" Ella buscaba alguna señal de presencia para identificar quien la estaba invocando. Los llamados cesaron y ni un solo sonido fue emitido en esos momentos. Un silencio que penetraba hasta los huesos se apodero de todo el lugar. Una neblina densa tambien comenzó a rodear el área, lo que hizo que Kikyou sacara su arco y una flecha para defenderse. Una silueta se dibujo entre la neblina y la Miko apunto hacia esta misma. Al ver el rostro de aquel ser, supo inmediatamente que era un espíritu. Lentamente Kikyou bajó su arco y guardó la flecha mientras observando fijamente a aquel ser. "Por fin tengo la oportunidad de verte frente a frente, Sacerdotisa". Dijo con un tono de voz suave. "Yo soy el espíritu de Inu no Tashio" A Kikyou ya le había pasado por la mente la posibilidad de que el fuera quien dijo que es, pero no estaba segura como para haberlo llamado por ese nombre.

"El padre de Sesshoumaru e Inuyasha…" dijo la Miko. El Comandante se le quedo mirando con una sonrisa muy característica de el. Se parecía tanto a la sonrisa de Inuyasha. Y su voz era muy similar a la de Sesshoumaru. Ella estaba ahí parada simplemente observando aquel espíritu antiguo antecesor de aquellos dos hombres que le han robado el corazón. Padre de aquel Hanyou al cual odia y de aquel Youkai al cual ella piensa amar. "Eso que llevas ahí…es el brazo de mi hijo mayor ¿verdad?" pregunto Inu no Tashio a la Miko. Kikyou estaba tan concentrada, pensando, que no fue hábil de contestar al instante. Ella no tenia idea de que decirle al Comandante Bestia. "Hai…" dijo en voz baja finalmente.

"¿Y que piensas hacer con ese brazo, Kikyou?" preguntó nuevamente el espíritu dejando sin habla a la joven sacerdotisa. Ella bajo su rostro algo apenada…pero sin alterar el blancor de su rostro ni su mirada fría. "Pienso devolvérselo…" dijo ella. Inu no Tashio se le quedo observando, despues saco lentamente un talismán el cual contenía un zafiro bordeado con Oro. Extendió su mano hacia la Miko para ofrecerle aquel medallón haciendo que ella levantara su rostro y su mirada se clavara en el hermoso zafiro. "Ten…acepta esto como un regalo departe de los espíritus. Para que te proteja y te de vida en el caso de que llegues a morir." El comandante se acerca a ella y pone el talismán alrededor del cuello de la joven Miko.

"¿Huh¿Qué esta pasando?" dijo ella al ver como el color de su piel se oscurece y su cuerpo adquiere calor. Toca su piel y siente como su temperatura ya no es fría, dirige su mano hacia donde se supone que debe estar su corazón y al sentir los leves latidos de este se sorprende. "El medallón te ha dado vida…ese es el poder que contiene…" Kikyou se quedo mirándolo confundida. Bajó su mirada para ver asi sus manos.

¿Por qué esta haciendo esto por mi¿Qué me hace merecerlo?... Estoy viva otra vez…pero… ¿Con que propósito¿Con que Objetivo? Ahora¿Cuál es mi misión, mi razón de vivir?

Al levantar nuevamente su vista, Kikyou se percata de que aquel espíritu ya no esta frente a ella. Hace un acto inútil de buscarlo con la mirada sin tener rastro de su presencia. Al ver que ya no tiene nada que hacer en aquel lugar decide ir por el portal hacia su mundo. Al traspasar aquel portal se ve de nuevo en aquel templo del el cual dispone salir para recorrer asi todo el camino de vuelta a donde esta aquel Youkai, la niña y el bicho verde. Día y Noche camino nuevamente hasta llegar a la aldea de las panteras y los ryuo para asi recoger aquella arma que dejo haciendo. 'Ryu no Kage' o Sombra de Dragón, creada a basa del alma de un Kuro ---Dragón de las oscuridades y guardián de las puertas del Inframundo--- pero cuyas fuerzas malignas pueden ser purificadas por la Miko fácilmente. Kikyou se alejó de aquella aldea, saliendo ya de los territorios del Norte hacia las tierras del Oeste.

Su caminata es interrumpida al ver como un ser se acerca hacia donde esta ella. Por la oscuridad y la densa niebla no le fue posible reconocer aquel ser por lo que saco lentamente su nueva espada para defenderse. -Bájala…- escucho decir a aquel ser. Inmediatamente reconoció su voz y guardó la espada la cual había desenvainado tiempo atrás. –Sesshoumaru…- dijo al ver finalmente el rostro de aquel ser que estaba frente a ella. Sesshoumaru se le queda viendo fijamente sin decir otro tipo de palabra hacia ella...Lentamente se da la espalda y camina en dirección a donde se supone los demás deben estar. Kikyou se queda parada en su lugar, viendo como el Príncipe se aleja poco a poco. Cuando el Youkai desapareció finalmente en la niebla la joven Miko decidió seguirlo.

"Oye..."

Sesshoumaru se detiene y mira de reojo a la persona que esta detrás de el. "Ten...er...lo encontré cerca de la tumba de tu padre..." decía Kikyou mientras sacaba un objeto envuelto en una tela y se lo ofrecía al Príncipe. Sesshoumaru le da la espalda sin siquiera ver el objeto en las manos de la Miko. Kikyou levanta su vista y mira la espalda del Youkai algo desilusionada...Se acerca lentamente a el y deja el objeto cerca de los pies de el. Despues sigue caminando.

Sesshoumaru mira el objeto en el suelo. Procurando que la Miko no lo viera, lo recoge rápidamente y lo descubre. "...Mi brazo..." levanta su vista para ver la leve silueta de la Miko. Levanta la manga de su vestimenta y pega el extremo del brazo el cual había perdido a lo que quedaba del suyo. Los tejidos de este se extienden haciendo que el tenga control del brazo entero. Por fin había recuperado su brazo, el que tanta falta le hacia, y todo gracias a ella. Ella lo recupero...Sesshoumaru levanto nuevamente su mirada para ver a la Miko. Para su sorpresa Kikyou lo estaba viendo. "...Gracias" la Sacerdotisa dilató sus ojos al escuchar las palabras del Youkai. Bajo un poco su rostro y no dijo nada, en cambio el Youkai se acerco a ella y la abrazó calidamente. Kikyou se sonrojo.

"Estas caliente..." dijo él mientras la alejaba de su pecho. Kikyou recordó lo del medallón que Inu no Tashio le había entregado. Ahora ella estaba viva...ya no era una muñeca hecha de barro y huesos. "Si...digamos que cambie un poco" Una calida sonrisa se dibuja en el rostro de la Miko , sonrisa la cual hace que el Youkai se sienta algo intimidado. Ambos se quedaron mirando entre si, hipnotizados con los ojos de cada uno. Sin darse cuenta, unos tentáculos rodean el cuerpo de Kikyou. Estos la jalan y la levantan a varios metros del suelo. Sesshoumaru sin poder reaccionar rápidamente a duras penas pudo sacar a Tokijin.

"¿Quien iba a pensarlo? El Gran Sesshoumaru con una Humana" dijo en tono burlón el atacante. Sesshoumaru pone una expresión de enojo al ver como Kikyou es lastimada por los tentáculos que se presionan cada vez más fuerte en su cuerpo. El agresor revela su rostro ante Sesshoumaru haciendo que este se enoje aun más. "No puedo creer que aun sigas viva, Kikyou...Me costó tanto deshacerme de ti...je...al final no lo pude hacer despues de todo..."

"Naraku...déjala en paz..." dijo con un tono de coraje el Príncipe. Cada segundo que pasaba el rencor que estaba sintiendo en esos momento crecía. Pero junto con ese sentimiento tambien crecía el temor. El temor de que Ella muriera en frente de sus ojos. El no podría soportar tal cosa, no ahora. Naraku dibuja una sonrisa arrogante en su rostro mientras presiona aun más sus tentáculos en el cuerpo de la Miko produciéndole dolor. "Si no te importa, Señor Sesshoumaru. Kikyou y yo tenemos asuntos que atender..." Antes de que Sesshoumaru pudiera atrapar a Naraku este ya se había ido y junto con el se llevo a Kikyou.


Autora: Bueno esto es todo de este chapter n,nU Esta vez no hay avance porque quiero dejar un poco de suspenso para el 4 capitulo jejejeje...espero les haya gustado este n,nUu Por favor! Espero sus comentarios! Bye n,n