Aclaraciones: todos los personajes utilizados son propiedad de Clamp, el siguiente fic no fue escrito con el objetivo de lucrar sino simplemente para entretener a los lectores y a mí misma.

Acotaciones:

Na: Notas de la autora (osease mua!)

"": Pensamientos de los personajes.

( ): Notas aclaratorias de una escena.

----: Inicia y termina un flash back.

EPÍLOGO

- Me alegra que Syaoran y tú la pasen de maravilla- sonrió gratamente feliz- no olvides tomar fotografías para mí Sakura¡Por favor!- suplicó.

- Vamos… Tomoyo- contestó la aludida- dame un respiro- suspiró y después agregó-ahora mismo estoy muy ocupada, no termino de conocer mis nuevas labores en la mansión, todos son muy amables y Syaoran comprensivo pero aún así es difícil…- se mantuvo callada unos segundos como dudando sí fuera correcto continuar- a veces al despertar desearía continuar en nuestra luna de miel, sólo nosotros dos- una media sonrisa apareció en su rostro iluminándolo y encendiendo el brillo en sus ojos esmeralda.

- Todo estará bien Sakura, no te preocupes- reconfortó- cuando sientas la marea subir recuerda que no estás sola, además por naturaleza propia los cambios son difíciles de sobrellevar para cualquiera y en ese tema sí puedo aconsejarte-

- Gracias Tomoyo, no sé que haría sin ti amiga- acomodó el pequeño bonsái en la mesita del jardín- y Eriol ¿cómo está, tienen ya alguna fecha tentativa para la boda- sonrió contenta sabiendo que alegraría a su amiga sin embargo la respuesta fue inesperada.

- No- suspiró y entrecerró un poco los ojos- él está bien sólo que un poco paranoico, aún no me deja ni a sol ni a sombra, es decir, debiste estar aquí cuando regresó mi madre de viaje y el tuvo que regresar a la mansión- una gota pareció una gota sobre su frente remembrando aquel tan accidentado recuerdo- y ahora está más preocupado por mi salud que por convenir alguna fecha y no quiero presionarlo, de hecho ayer regresó a Londres pero dejo a Nakuru como mi guardiana, insistió mucho en que le acompañará pero después de que mamá se enteró del compromiso quiere que pasemos el mayor tiempo posible juntas y la comprendo-

- Trata de entenderlo Tomoyo-chan, todos seguimos algo consternados con lo que pasó hace tres meses-

- Yo también Sakura, aún despierto por las noches a causa de pesadillas han disminuido casi en su totalidad pero aún me afectan-

- ¿Has conversado de esos sueños con Eriol-kun?- preguntó azorada la ahora señora Li.

- ¡No! ni pensarlo- se apresuró a decir Tomoyo- sí así fuera no me dejaría salir de casa sola jajajaja- rió soltando algo de tensión.

- jajajaj- se contagió Sakura- siempre es un placer charlar contigo, ahora tengo que seguir con mis tareas, te llamaré luego prima-

- Es una promesa Sakura, dale mis saludos a la familia Li-

- Así lo haré, saluda a tú madre de mi parte y claro también a Eriol, Nakuru y Spinel Sun y recuerda que una pequeña indirecta no hace daño a nadie, charlaremos luego, adiós-

-Adiós Sakura- colgó el auricular y salió de su habitación.

(Londres al día siguiente)

El día era radiante y dentro de la oficina no era la excepción pensó Eriol un poco fastidiado mientras entraba al elevador después de saludar a unas cuantas personas en la recepción, por qué demonios sí Steve Lacorte era su mano derecha y el elemento más calificado de su empresa le llamó a Tomoeda requiriendo urgentemente su presencia en Londres. Rogaba a los dioses porque el problema en verdad fuera serio porque sí era lo contrario su amigo recibiría un gran castigo por haberlo apartado de su prometida.

- "Prometida"- le agradaba esa palabra y asimilarla con la imagen fresca de Tomoyo, mientras el elevador ascendía al quinto piso se preguntó sí debía comunicarles el compromiso a sus padres de inmediato o esperar hasta que Tomoyo se reuniera con él en la capital británica, concluyendo que sería mejor esperar a su reencuentro para enterar a cualquier persona.

En menos de diez segundos las puertas del ascensor se abrieron y ahí coqueteando con su asistente estaba Lacorte con una sonrisa de oreja a oreja mientras Eriol sintió un ardor instalarse en la boca de su estomago, camino impávido hacia su oficina ofreciendo un seco – Buenos días- después de abrir la puerta se giro – Lacorte te espero en mi oficina- y cerró la puerta.

Steve conocía a Eriol desde hace muchos años y pese a las diferencias que existieron entre ellos, ambos eran lo suficientemente sensatos como para conocer al otro y perdonarse, su sonrisa desapareció y se preguntó – "¿qué hice está vez?"- camino hacia la oficina de su amigo casi escuchando una marcha fúnebre.

Fuera de la oficina, la joven secretaria revisaba en su agenda una y otra vez asustada cuando al fin después de revisar tres veces no encontró nada su sentido de responsabilidad descanso, ella no había cometido ningún error, el regreso de su jefe no estaba contemplado, mucho menos para ese día.

Por qué su oficina estaba en penumbras se preguntaba Eriol, ni siquiera las persianas estaban abiertas, escucho el cerrar de la puerta y se giro sabiendo a quien encontraría a sus espaldas – Y bien… ¿cuál es la urgencia?- preguntó al rostro confundido de su receptor.

- …- Ni que decir que por ese momento la sorpresa le invadía- Vaya Eriol, yo también me alegro de verte- dijo en forma sarcástica pero el rostro endurecido de su jefe hizo que cambiará por completo el rumbo de la conversación - ¿a qué urgencia te refieres?- preguntó ahora intrigado.

- Eso deseo saber, me hiciste regresar de Japón por un problema, quiero saber cuál es- preguntó de nuevo pesé a la oscuridad de la habitación veía claramente como Steve movía la cabeza negando.

- Ninguno, después de que Nakuru me dijo que te alcanzaría en Japón porque las cosas se habían arreglado con Tomoyo, entendí que no querías que nadie te molestará así que me he estado haciendo cargo de la compañía-

- Vamos Steve, anteayer me llamaste pidiéndome que volviera no me hagas creer ahora que no es cierto – desesperado metió los dedos entre su cabello restregando su cabeza – estuvimos discutiendo media hora ¿recuerdas?-

- Disculpa Eriol pero yo no te llamé-

- Entonces explica quién fue-

- No sé, sólo te aseguró que yo no-

- De acuerdo pero sí tu no llamaste entonces quién…- Por qué esto le causaba un mal presentimiento a Eriol.

Cinco minutos más tarde una llamada confirmó sus sospechas…

(Tomoeda)

Después de un respiro por parte de Nakuru, al fin Tomoyo pudo salir de casa sin llevar a alguien cuidando sus espaldas, el parque era un lugar ideal para visitar, cientos de metros de frescura natural que invadían los pulmones de cualquiera y cosquilleaban a los transeúntes invitándoles a sonreír, después de más de media hora de caminata intensa se acercó a una pequeña heladería recién inaugurada bajo la vista para revisar si había traído consigo efectivo y de repente choco contra alguien.

- Disculpe, venía distraída- al levantar la vista observó un celular en las manos de aquella persona y entonces le sonrió - ¿Kaho?- su corazón comenzó a latir más fuerte.

- ¿Sigues teniendo pesadillas Tomoyo?- sonrió malévola. Mientras una oleada de frío invadía la espina dorsal de la chica amatista.

(Londres)

- ¿Quién era?- preguntó Steve mientras contemplaba azorado como Eriol aventaba el teléfono celular al otro lado de la oficina.

- Kaho- respondió secamente y salió de la oficina.

-¿Qué te dijo?- gritó a lo lejos Steve por qué Eriol ya iba escaleras abajo.

Mientras en su mente recordaba las palabras de la joven castaña – "Los helados son una delicia y mucho mejor con una grata compañía, tal vez coma uno en Tomoeda"- y la comunicación se cortó.

(Tomoeda)

- ¿Desean ordenar? – preguntó la jovenzuela sosteniendo un pequeño block de notas entre sus manos.

- Para mí un te helado y tú qué deseas-

- Igual para mí –

Su orden no tardo más de cinco silenciosos minutos en ser llevado a la mesa y entonces, la charla comenzó.

- ¿Cómo estás enterada de eso?- preguntó incomoda Tomoyo viendo directamente a los ojos de la mujer sentada frente a ella.

- ¿Haz comentado tus sueños con Eriol?- inanimada y fría como témpano.

- No tengo por qué responderte-

- Tienes razón pero en ese caso no podré ayudarte-

- ¿y en qué necesitaría tú ayuda?-

- No entiendes, cierra tus ojos y déjame enseñarte-

- ¿Por qué confiaría en ti?-

- Por que jamás te he mentido-

- "Tiene razón"- pensó ella, así que cerro sus ojos y de nuevo las imágenes desastrosas y terroríficas llenas de sangre y gente, gritos, confusión aparecieron, sintió como fuera de su inconciencia las lágrimas fluían de sus ojos y deseo con todas fuerzas despertar de ese mal sueño peri sus ojos no se abrieron hasta que la trama dio fin, las palabras se anudaron en su garganta casi diario tenía ese sueño y ahora lo repetía había fingido con Sakura esa pesadilla la atormentaba a cada segundo, aquel hombre con una espada en su mano atravesando al otro que yacía sobre el suelo, después arremetía contra cientos de personas más sin compasión alguna, niños y mujeres desangradas a manos de ese feroz ser con aquella sonrisa sádica y entonces ella misma sentía el frío de metal dentro de ella - ¿qué es eso?- preguntó en un lastimero quejido a los ojos miel que le observaban.

- Tú última pesadilla- sonrió casi de forma maternal.

- ¿Por qué me ayudas?- preguntó secando las lágrimas de su propio rostro.

- Quiero que Eriol sea feliz y tú también, será mejor que me vaya, él no tarda en aparecer – se levantó de la silla hasta que sintió una mano cálida jalando de su brazo.

- Gracias Kaho – Tomoyo sonrió.

Tomoyo salía de la heladería cuando dos brazos la envolvieron y una voz protectora le preguntó- ¿estás bien?-

- No imaginé que regresases tan pronto de Londres- comentó mientras veía sus pupilas azules.

- ¿Kaho?- pronunció preocupado.

- Sólo me pidió que te hiciera feliz- sonrió y beso los labios de su prometido.

Dos semanas más tarde Tomoyo y Eriol arribaron al aeropuerto de Londres junto a Nakuru quien hablaba sin parar. Rose lloró sin parar mientras Richard estrechaba la mano de su hijo, Steve abrazó a Eriol en un gesto fraternal mientras Tomoyo apenada sólo atinó a consolar a su futura suegra.

- ¿Tienen planeada ya la fecha para la boda?- preguntó Rose dentro de su conmoción.

- No aún…- las palabras de Tomoyo fueron interrumpidas por una voz masculina.

- Mañana mismo u hoy sí es posible- afirmó Eriol.

- Pe…pe…ro, mamá, los demás – trato de persuadir Tomoyo asombrada por el comportamiento de Eriol.

- Hijo necesitamos tiempo para detalles de la recepción, la boda, el festejo, la luna d miel, los regalos- Rose se sentía hiperventilar.

Mientras Nakuru gritaba- Estás loco Eriol, al menos se requiere un mes o dos para planear una boda-

- Sé que estás entusiasmado pero ¿no crees que es precipitado?- preguntó a Steve.

Sólo Richard Hiraguizawa mantuvo silencio mientras su hijo hablaba – Tomoyo extiéndeme- suplico mirando los ojos de su prometida. No soportaría ni una vez más la incertidumbre de saber que ella estuviese en peligro o lejos de él.

Las respiraciones se contuvieron dentro de la habitación y ella sonrió soñadoramente – Hablaré a mi madre, tiene que tomar un vuelo- su sonrisa creció y sintió como Eriol le levantaba al vilo y le hacia girar en el aire mientras reía contra su cuello y entonces a su mente vino la conversación con Sakura –"Trata de entenderlo"- y la que sostuviera con Kaho – "quiero que Eriol sea feliz y tú también"-

La ceremonia fue sencilla, pesé a la apuración de Eriol, la boda religiosa se llevó a cabo cinco días después del anuncio de su compromiso al cual precedió la luna de miel, ahora mismo él y Tomoyo sobrevolaban territorio francés.

La puerta del tocador se abrió, Eriol tomo la delicada mano de su esposa mientras la atraía hacia él, la noche fue simplemente mágica y a la mañana siguiente…

Eriol se despabiló y observó a su esposa envuelta en una sábana blanca sonriéndole, sólo a él, sonrió respondiendo a su llamado mientras enamorado hasta el tuétano le dijo a su esposa con voz ronca – No podría ser más feliz que ahora-

Tomoyo desde su altura sonrió enigmáticamente mientras acariciaba su vientre - ¿estás seguro amor? –

FIN EPILOGO

Na: y aquí estoy de nuevo dando lata, jejeje, lo siento pero no podía terminar la serie sin reivindicar a la pobre de Kaho, después de todo a mi no me parece tan mala, dudas, comentarios, críticas... avisenme. Sean felices y nos vemos pronto.