Una nueva alegría nacía poco a poco dentro de ella cada día, todo le parecía mejor, más brillante e inclusive le causaban gracia las bromas de Chico Bestia, aunque jamás se reía, y no fue hasta ese día de campo que se dio cuenta de la razón.

Estaban los chicos correteando con una pelota, Starfire prepara alguna clase de alimento típico de su planeta y ella leía a la sombra, de repente el balón cayó a su lado y sólo lo regresó luego de que Robin se lo pidiera. Lo dirigió con la mirada y vio cómo lo tomaba, en ese instante se perdió en su mundo notando cosas que nunca le habían sido visibles, como la altura del chico, su cabello, la curiosidad por su rostro y otras cosas que para cuando regresó a la realidad notó sus mejillas sonrojadas y su corazón agitado.

Raven... ¿Estás bien? –preguntó Star.

¿Por qué no habría de estarlo? –la pelirosa le señaló con la mirada el árbol que le daba la sombra, estaba totalmente obscurecido, las raíces fuera de la tierra y los pájaros suspendidos en sus nidos. Dio un respingo por la sorpresa, y regresó todo a la normalidad –Tengo que irme –fue lo último que dijo antes desaparecer por un portal.

Entró en su habitación todavía algo alterada por lo sucedido y se puso a meditar para encontrar la calma que le faltaba. Entró en un trance diferente, en el que viajó a su propia alma y ahí encontró claramente lo que se acababa de desatar, un sentimiento desconocido por la persona equivocada. Terminó su meditación e intentó pensar con lógica, no era posible nada de eso, la única vez que se había sentido así fue engañada por un dragón y no pensaba darse el lujo de pasar por eso de nuevo.

"Pero Robin es diferente, él jamás haría algo así... pero que tonta soy... nosotros somos amigos. Ya Raven deja de pensar tonterías"

Pero todos sus esfuerzos fueron en vano los siguientes días todo lo que la ocupaba era estar al pendiente de Robin, qué hacía, dónde estaba, hacia dónde miraba. En poco tiempo ese sentimiento se apoderó por completo de ella haciéndola más débil en el campo de batalla.

"Ya no controlo bien mis poderes... ya no les soy útil"

Pero cuando alguien, hasta el mismo Robin en quien siempre había confiado, le preguntaban qué le sucedía ella respondía –Estoy bien –y se marchaba sin más

A cada momento se convencía de que esa sensación de alegría y temor desmesurados en una mezcla agridulce no iba a desparecer, entonces pasó al siguiente nivel, contemplar el decírselo a él.

A diario lo observaba aprendiendo el significado de cada gesto y esperando el momento adecuado hasta que llegó a decidirse "Hoy será, esta noche se quedará de guardia y se lo diré". Pasó el resto del día en su habitación pues sus emociones y por lo tanto sus poderes estaban totalmente fuera de control. La oscuridad lo cubrió todo y cada quién se fue a dormir, menos Robin, estaba decidida a hacerlo pero le tomó todavía algo de tiempo darse el valor para hacerlo.

En el salón de mando estaba él vigilando la ciudad de un posible ataque de Slate cuando sintió la presencia de alguien más a sus espaldas, pero la conocía y no se asustó, sólo volteó lentamente.

¿Qué sucede?

Vine a hacerte compañía para que no estés solo.

Gracias Star –sonrió

Se sentaron en el suelo a conversar, uno al lado del otro con las manos unidas sin saber por qué.

Raven caminó silenciosa hasta donde él se encontraba. "La puerta está abierta, mejor así" lentamente se acercó terminando de planear las palabras que iba a decirle "Me importas más que cualquier otra persona en el mundo, me has ayudado más que nadie, no sólo eres mi mejor amigo sino que siento algo más especial por ti" . Pero las frases nunca fueron dichas, en el umbral de la puerta lo vio, aquello que le hizo trizas es espíritu. Robin y Starfire se besaban apacibles y con las manos juntas. Sintió el mundo venirse abajo y con él todo lo que ella era, todo lo que sentía y pensaba se derrumbó en un instante, salió corriendo de ahí tirando objetos a su paso, pero no lo notó.

Se encerró en su habitación a sentirse morir, cada minuto era una eternidad de vacío y soledad de la que no salió durante muchos días argumentando que estaba en meditación la primera vez que alguien llamó, pero sin responder d las muchas otras que siguieron.

Tiempo después decidió salir y enfrentar la parte de Raven que se había perdido para siempre, en poco tiempo regresó a su actitud normal, pudo fingir la actitud que antes era normal en ella, sólo que continuaba perdiendo el control sobre sus poderes, su interior había cambiado.

Una mañana ordinaria transcurría en la Torre Titán, cada quien se ocupaba de sus propios asuntos y como de costumbre nadie parecía notarla. Deambuló flotando por cada sitio, reconociéndolo todo con la vista y al tacto, sintiendo cada emoción dejada en los objetos. Miró a sus amigos y pensó que la extrañarían pero no podía permanecer más tiempo ahí, además ellos solos podían enfrentar cualquier peligro y salir victoriosos. Poco a poco notó como las cosas a su paso se movían y ella no podía controlarlo, prefirió regresar a su habitación, su eterno refugio. Intentó meditar pero fue inútil su concentración era consumida paso a paso por el vacío y la desolación en su pecho, siempre tuvo problemas para controlas sus emociones, pero éstas generalmente eran de enojo, preocupación e inclusive alegría, lo que le pasaba ahora era diferente, un abismo desconocido que crecía en su interior a cada paso impidiéndole pensar, comer y a ratos hasta respirar.

Ya todo estaba planeado, esa noche dejaría el lugar que tanto la dañaba. El Sol cayó y las estrellas iluminaron tenuemente la ciudad ausente de Luna, abrió un portal en su habitación por el cual fueron desapareciendo sus libros luego dio una última vista al lugar y respiró profundo lista para irse sólo así pero no pudo, sus ansias por despedirse de la razón de su dolor eran demasiadas. Cerró el portal y caminó por las pasillos de la torre hasta la habitación, entró sin trabajos haciendo uso de sus poderes, caminó hasta la cama y lo miró dormir esperando que eso mitigara su desesperación pero no fue así. Sintió como lentamente todo a su alrededor se oscurecía por completo, se asustó pensando que podría herirlo, a él, a quien más le importaba. Se agachó un poco para quedar a la altura de la cama, acercó su rostro y aspiró su aroma, aroma a él, sin poderse resistir puso sus labios con delicadeza en la frente de Robin, tan suavemente que de inmediato desapareció todo vestigio de la caricia. Abrió el portal y se marchó decidida a no volver nunca.


Hello! Pues este ONE-SHOT lo escribí sin pensarlo, es mi primer trabajo fuera de Inuyasha y ha sido algo completamente diferente. Creo que quedó un poco dramático. Ojalá que alguien lo lea y deje un review aunque sea para decirme que no me pase de totntia que ella no reaccionaría así. Pues no me queda más que dar las gracias a quienes lean y en especial a quienes dejen review. Tal vez lo continúe.