Bueno, pongamos lo de siempre.
Ni Harry Potter ni los personajes me pertenecen, no busco ganar nada publicando esto mas que matar el tiempo y solo eso. Creo que es todo ¿no?

Bueno aquí vamos...

Mala memoria, una apuesta y un gira tiempo, ¿quién perderá esta gran apuesta?

Remus, Sirius están hablando y recordando su pasado y su época del colegio, pero recuerdan una gran travesura que les salio mal y que del castigo mejor ni se diga, pero esto tubo una gran falla, no recuerdan y van a preguntarle a Snape, que esta peor que ellos. Tienen que saber y ver por sus propios ojos que fue lo que sucedió, la curiosidad gana, es algo importante, un castigo y regaños como esos realmente ameritan saber quien fue el del error, ¿lo descubrirán?

UN MAL RECUERDO

Èra una noche tranquila en Hogwarts, los alumnos descansaban apacibles en sus respectivas casas. Pero no todo era paz y tranquilidad. Dos personas de edad adulta se encontraban hablando y recordando sus viejos tiempos.

-Si, creo recordar que Dumbledore personalmente nos asigno el castigo, nunca creí tener semejante honor.- Recordaba mientras se mecía en las patas traseras de una silla un joven de cabello negro y ojos grises.

-Créelo Sirius, yo menos me lo esperaría.- Reía Remus Lupin, el actual profesor de DCAO de Hogwarts.

Ambos recordaban todas las bromas y travesuras que hicieron en el colegio, aunque algunas no necesariamente eran de su época de estudiantes, en esos momentos a Sirius le venia a la mente cierta broma que le había jugado a Severus Snape hacia mas o menos una semana.

En lo de mientras, en su despacho se encontraba un muy molesto Snape, pues no solo a Remus y Sirius les venían recuerdos a la mente, también a él le sucedía lo mismo, la única diferencia es que a Snape le venían unos recuerdos muy poco gratos a la mente.

-Ese Black- Pensaba en voz alta.- Creía haberme librado ya de él y de sus estúpidas bromitas pero por lo visto sigue siendo el mismo adolescente insolente de siempre.

Snape empezó a recordar exactamente la humillación que había recibido de Sirius hacia mas o menos ya una semana.

-Flash Back-

Snape se encontraba ocupado en su despacho, calificando los trabajos de los alumnos de séptimo, eso le molestaba pero no tanto como calificar los de tercero, que eran los que seguían a calificar. Había una gran diferencia. Los de séptimo eran alumnos mas preparados y mas experimentados, y eran solo los mejores, lo cual no le causaba por lo general problema alguno, en cambio, los de sexto eran toda una calamidad, mas si se trataba de Gryffindor. Los odiaba, y más odiaba a Harry Potter, el hijo de uno de sus enemigos del colegio, James Potter.

A pesar de todo Potter no era tan malo, pero le agradaba hacerlo sentir mal, el que realmente era un desastre era Neville Longbottom, y es que solo el tenia el don de hacer que Snape odiara las pociones, lo que nunca le había sucedido, debía reconocerlo, ese niño si que tenia un don.

Snape estaba tan ensimismado con su odio hacia los trabajos que tenía que calificar, que no se dio cuenta de que Sirius estaba muy cerca de su despacho, de hecho, demasiado cerca y más como para ser una casualidad.

Obviamente no era una casualidad, Sirius lo había planeado todo, le llevo algunos días de dedicación y esfuerzo, pero finalmente había planeado todo a la perfección.

Algunas partes de su gran plan habían sido muy sencillas de organizar, como el lugar, la hora, el momento oportuno y de más, lo que realmente le había causado trabajo fue convencer a Moony de que lo ayudara con la broma. Sirius no podía organizarlo todo el solo, y por que no aprovechar el hecho de que Remus tiene una gran mente para todas las cosas, y mas para bromas.

A pesar de dar la apariencia de un adulto con un excelente humor, Remus, también gozaba de una mente muy traviesa, y de vez en cuando necesitaba gastar una buena broma. El problema era que esa broma le pedía a gritos que volviera a su época de merodeador, pero una persona de su edad no se podía permitir el lujo de realizar aquellas acciones.

Después de mucho insistirle a Remus, Sirius consiguió que su viejo amigo le ayudara a llevar a cabo lo que seria una de más mejores bromas jamás realizadas.

Todo tenía que ser exacto, nada podía fallar, a las 2 en punto, a la hora de la comida, Severus Snape iría hacia el comedor y se sentaría en el mismo aburrido lugar de siempre, justo alado de la profesora McGonagall, entonces seria el momento de actuar...

Sirius estaba muy seguro de que todo saldría bien, y no como la última vez que lo había intentado... No quería ni acordarse de lo que sucedió en aquella ocasión, el simple hecho de que se filtraran algunos de esos recuerdos a su mente lo arruinaba todo, casi lo obligaba a abandonar todo el plan. Pero no podía hacerlo, ya no había marcha atrás, todo estaba preparado y era ahora o nunca.

Cuando dieron la 1:45, Sirius se dirigió hacia el despacho de Snape, de forma muy sigilosa, el chiste era que Snape de cierta forma presintiera que alguien lo estaba vigilando. Eso no seria difícil, pues Snape podía de alguna forma sentir que lo acechaban, esta especie de cómo sexto sentido se le había desarrollado más desde que Black se "hospedo" en el castillo.

Cuando Sirius se encontraba como a 2 metros del despacho de Snape se convirtió en un gran perro negro, y de forma muy veloz paso y cruzo la puerta del despacho de Snape.

Como es obvio, Snape se dio cuenta de ello, y al escuchar que el sonido que se escuchaba no eran de zapatos si no de unas patas de perro, automáticamente supo de quien se trataba, y de la misma forma se dio cuenta de que toda la paz que había dominado a su despacho desaparecería de un instante a otro.

En efecto, el perro se había escabullido en su despacho y se había sentado justo enfrente de él y lo miraba fijamente sin siquiera parpadear. Snape trato de ignorarlo, pero no pudo hacerlo por más de 5 minutos.

-¿Qué demonios quieres ahora Black?- Dijo casi en un susurro

El perro solo lo siguió mirando, a pesar de estar en esa forma, Snape podía sentir a la perfección como la mirada del perro estaba llena de satisfacción, como si supiera algo que él no sabía y que probablemente cuando averiguara de que se trataba se arrepentiría.

- Ya te he dicho en muchas ocasiones que no tienes derecho a entrar a mi despacho como si se tratara de tu casa.- Insistió Snape, procurando que el perro se fuera. –Vamos, Vamos, largo de aquí Black!, si no quieres que Dumbledore se entere de lo que le paso a su Fénix.

El perro vacilo un instante, pero se mantuvo firme, seguía en la misma posición. Finalmente Snape se harto de esperar a que el perro cediera y se acerco de forma amenazadora a él. Justo cuando estaba apunto de agarrarlo, ante sus ojos se encontraba ahora un hombre mucho mas alto que él, pero a pesar de su transformación, seguía teniendo en su rostro el mismo gesto burlón que minutos antes era parte de un perro grande y negro.

-No serás capaz de pegarle a un ser indefenso, cierto Snape?- Dijo Sirius satisfecho al ver la cara que ponía Snape.- Recuerda que Dumbledore también dio ordenes estrictas indicando que yo tenía que aparentar ser solo un perro, acompañante de Remus o Harry, por lo que no podían hacerme nada.- Concluyo Sirius con una gran sonrisa burlona en su rostro. A Snape esto no le hacia gracia, y su rostro demostraba ira pura, pero a los pocos segundos de que su ira se había desvanecido este le dijo a Sirius.

-Si, en eso tienes razón, pero si no mal recuerdo Dumbledore también dijo que no tenías permitido andarte pavoneando y luciendo por los despachos y salones de clases y menos por MI despacho.- Al terminar de decir esto Snape se dirigió hacia la puerta y corrió a Sirius, el cual, como ya tenía todo planeado, no opuso resistencia, y que por si fuera poco, lo hizo sentirse muy feliz, pues su plan estaba saliendo a la perfección.

Instantes después de que Snape corrió a Sirius de su despacho, se dio cuenta de que ya faltaban solo 5 minutos para que fuera la hora de comer. Como no quería llegar tarde y tenía más cosas que hacer, ya que Black le había quitado tanto tiempo, decidió ir al comedor, ingerir todo de la forma más veloz posible y volver a su trabajo.

Cuando minutos después llego al comedor se dio cuenta de que había muchos alumnos, lo cual era extraño, pues generalmente llegaban mas tarde. Esto se lo hizo sospechar, pero hasta cierto punto ya estaba acostumbrado a sus paranoias así que únicamente lo ignoro y paso a tomar su habitual asiento, a un lado de la profesora McGonagall, la cual no se encontraba ahí.

-Mmm, esto ya es extraño, McGonagall siempre esta aquí puntual para vigilar a los estudiantes.- Pensó Snape.- Lo odio, esto me deja como "encargado" de controlar a un grupo de chiquillos hiperactivos hasta que la profesora o alguien mas llegue.... Momento, dije ¿"alguien mas"?.

Apenas se había percatado de que no se encontraba nadie mas en la mesa, solo él, no había rastro de Dumbledore, Lupin, McGonagall, ni de nadie, ahora si le parecía extraño todo. No había terminado de analizar la situación cuando algo que vio lo hizo sobresaltarse.

-¿Qué dem...?, BLACK!!!!!!....

-Fin de Flash back-

Fin de primer capitulo... que les parecio?, en lo personal como que siento que me falta algo, pero no se que xD, de cualquier forma ya tengo otros capitulos, y por lo menos el segundo me gusto mas que este... Creo que poco a poco va mejorando el asunto xD.

Sugerencia, comentarios, consejos, reclamos, lo que sea diganme ojala dejen Reviews me harian muy feliz!!xD.