Y ahí estaba, nuevamente, sentado en lo que había nombrado "Su

lugar". No podía evitarlo. Sabía que estaba prohibido, pero es que

en toda su aldea no había lugar más adorable a ese paisaje. "Los

humanos son unos tontos" bufó el joven de ojos y cabellos

marrones. "Destruir algo tan hermoso, sólo por unas pepitas doradas"

y con un leve movimiento de su mano, hermosas esferas doradas

bailaban a su alrededor. "Esto es lo que buscan? por esto se matan?

Se traicionan? que bobada" Miró nuevamente el cielo. Rayos... por

qué se estaba demorando tanto? bueno... ya estaba acostumbrado a que

su amigo llegara tarde, y no es que le importara eso. Le preocupaba.

Sabía que Shuichi le encantaba el mundo de los humanos. El padre de

Shu, le había pedido que le cuidara. Aún era muy joven e ingenuo. No

conocía la raza de los humanos, ni esperaba que sucediera. Para los

elfos se les tenia prohibido contacto directo con los humanos, y "su

lugar" era muy cercano a un castillo, de un rey muy famoso... cómo

era que se llamaba? no lograba recordarlo. Siguió mirando el

firmamento. "Rayos Shu... y ahora qué estás haciendo?"

"LA LI HO :D" - un pequeño sale de entre los pastizales. Su amplia

sonrisa sólo puede ser opacada por sus grandes y luminosos ojos

violeta y el extraño color rosa de su cabello. Su padre tenía

razón... Shuichi era demasiado hermoso para su propio bien.

"Shu llegas tarde"

"Gomen... es que... este... de camino para acá me encontré con

alguien que necesitaba mi ayuda y esteee... yooo..."

"Volviste a ayudar a una HUMANA?" la voz de Hiro no sólo denotaba

rabia. También una sincera preocupación.

"Pero es que no estabas ahí. Si no la hubiese ayudado, no se lo que

hubiese pasado, y además..."

"ya... yaa... capté el mensaje... pero por lo menos, no dudan de que

no eres humano?"

"Para nada"- Hiro suspiró tranquilo.

"Shu... el amanecer..."

"Ahhh... es cierto... jejeje..."

Shuichi unió sus manos, mientras que Hiro materializaba algo como

una especie de flauta. Tenues sonidos llenaban el lugar hasta que

una voz decidió unirse. Una impecable y suave voz alejó por completo

la noche, dando la bienvenida al amanecer. La naturaleza empezó a

despertar en todo su esplendor, uniéndose a lo que parecía una

canción. El río participaba con pequeños murmullos. Un espectáculo

sorprendente, lleno de magia y colorido. Shuichi cantaba con el

corazón, como cada mañana desde que tenía memoria. Dios, cómo amaba

cantar (y de paso, observar humanos). Se sentía relajado, feliz,

completo. Un nuevo día era bienvenido ,por la voz más angelical en

todo el planeta...

Continuará

Y hasta aquí. eeiinnn que tal. Saludándolos yo, la diosa del fuego Suzaku con alma de Kero. Que tal? Como voy? Espero se diviertan tanto como yo me divierto redactando. si, está un poco raro, pero es que me encanta la fantasía heroica, y pensaba, si mis queridos bishounen fuesen los protagonistas de una historia así? Review. por favor. Nota: Gravitation no es mío ni me gano dinero escribiendo esto. Sólo lo hago porque me gusta.

JA NE