Llovía. Se encontraba entre la frontera que dividía el gran reino

del norte con el del sur. Al parecer, hasta las traviezas hadas

sabían de su partida, y hacían lo imposible por retenerlo a su lado.

Era muy perceptivo en estas cuestiones naturales, y sabía que no era

normal. Bueno... tarde o temprano se enteraría. Había recorrido un

largo trayecto desde su hogar. Sonrió ante este pensamiento. Nunca

lo fue y sin embargo había algo que aún, a pesar de los años, le

obligaba a aferrarse. Grave error. Un guerrero era un nómada por

excelencia. No odía darse el lujo de llamar "hogar" a ningún lugar,

porque simplemente, no existía para él. Y lo sabía. Andaría siempre

como un lobo solitario, buscando aventuras y sustento para aliviar

su alma. Ahora, su fama era tan extensa que reyes a lo largo y ancho

del planeta requerían sus servicios. El último de ellos, Tohma

Seguchi, un talentoso compositor de trovas, se ganó el afecto de lo

que ahora son sus súbditos. Un buen rey, diplomático, de sonrisa

imperenne; ahora solicitaba de sus servicios. No se podía imaginar

que misión tenía pensado para él; después de todo, que quería de él

un rey que lo tenía todo? pero bueno. Nunca es demasiado trabajo ni

demasiada aventura, y con tal de mantener su cabeza ocupada, estaría

bien.

El paisaje había cambiado. Notaba como ahora los fríos pastizales

con contínuas lluvias que caracterizaban el reino del norte, era

cambiado por bosques llenos de magia y colorido. El sol pareciera

darle la bienvenida y un viento juguetón le prometía y susurraba

aventuras inigualables. Si. Tal vez, después de todo, fue buena idea

dejarlo todo atras. Debía admitirlo. Nunca se atrevió a cruzar "La

gran línea". Todas sus travesías siempre habían sido en el imperio

del norte. Pero ahora era diferente. Estaba lejos de su familia (que

por cierto, hace años no sabe nada de ellos, desde que abdicó al

trono, claro está ^^U), lejos de los que conocía, lejos de él... de

su recuerdo... definitivamente, le haría mucho mejor... siguió

caminando, sintiendo algo que apretaba su corazón. Nostalgia? no...

toda mi vida la he sentido. Alegría? de que? su mente no lo sabía,

pero su alma si... no iba a regresar... nunca iba a regresar. Lo que

tanto había anhelado lo encontraría allí, lejos de sus desgracias,

una leve esperanza empezaba a invadir sus ojos miel.

Seguía caminando, no se cansaba de extasiarse del nuevo paisaje que

le rodeaba. Nuevas plantas, nuevas especies... un arcoiris

finalizando lo que ya de por si sólo, era un excelente

espéctaculo... De repente, se encuentra una dama de aspecto delicado

y angelical y con extraños ropajes a un costado del camino. A su

lado un bolso, con algo que parecían esferas aunque no se atrevía a

decidir a ciencia cierta qué era, al parecer tomaba un pequeño

descanso o se había lastimado, ya que tenía una . Por supuesto, no

le dirigió la palabra ni nada por el estilo. No estaba en él ser

cortés. Nunca había creído en la caballerosidad ni nada por el

estilo. Siguió su trayecto.

- Hola joven caballe... - la dama de cabellos rosa y ojos violeta

se detuvo al observar que no era atendida.- eiii... OYE TU

CRETINO!!!

Yuki se voltea sorprendido. Delicada, angelical pero con

temperamento de pirata. Sin hacerle caso prosigue su camino sin

importarle en lo más mínimo los gritos (léansen berridos :P) de la

joven.

- NO ME ESCUCHAS? DETENTE!!!

Como pudo seguir, ahora unas manos pequeñas, blancas y gráciles

estaban sosteniendo fíjamente sus pies inmovilizándolo...

momentaneamente XP. Tanteó fuerza... si... definitivamente era mucho

más fuerte que la "pequeña salvaje". Así que, pese a todo el

esfuerzo de la muchacha por impedir su travesía, yuki la arrastraba

por el suelo.

- Suéltame o terminarás lastimada.

- Eiinnn... entonces, puedes hablar O.O... lastimada?- Yuki miró

divertido el rostro de confusión repentino de la muchacha, para

ser cambiado en cuestión de nanosegundos por una expresión de

enojo combinado con algo que podía decir, fracciones infantiles. -

NO, NO PUEDO!!! Estás a punto de entrar en el bosque del olvido-

respondió la muchacha con algo de emoción en su voz, pero sin

dejar en ningún momento supierna.

- Y eso que? - contestó Yuki con desgano. Que la muchacha no sabía

quién era? al parecer, no era "tan" famoso como pensaba ¬¬U.

- Cómo que "y eso qué". Eres extrangero? debes serlo ya que no

sabes nada de nada.

Sin saber cómo, la joven de cabellos rosa había soltado la pierna de

Yuki cruzándose de brazos, cómo si estuviera dándose la razón, cosa

que aprovechó yuki para seguir caminando como si nada, adentrándose

al bosque.

- EIIINNNNN... EN SERIO... DETENTE... QUE NO ME ESCUCHAS!!! DETENTE

EN ESTE INSTANTE!!!- la voz de la muchacha ahora temblaba, al

igual que se había vuelto algo... ronca... era obvio que tenía

miedo a muerte de ese bosque, pero entonces, por qué se encontraba

tan cerca del mismo? no entendía. Yuki se detuvo. La observaba con

el rabillo del ojo. Dios, era tan hermosa... ni siquiera el polvo

que tenía encima le había restado un poco de su belleza. Ahora que

la observaba de pie, podía ver que era corta de estatura, cabello

largo que sujetaba con una trenza y que "curiosamente" escondía sus

orejas. Ahora caminaba hacia él. Y por cómo lo hacía, era obvio que

efectivamente se encontraba lastimada, al parecer una lesión en el

tobillo, nada grave.- Si que eres testarudo... está bien. Espera, te

acompañaré.

- Puedes quedarte aquí si quieres. No tienes ninguna obligación para

hacerlo. Ya me advertiste, puedes quedarte tranquila. Yo se

cuidarme sólo.

- ERES UN IDIOTA O SOLO TE HACES!!! QUE NO COMPRENDES?- Si...

definitivamente, miedo.- Ese bosque no es como los otros. Hay algo

malo en él... Ragnarof habita en él. No saldrás vivo si entras ahí.

- Ragnarof? es que es una especie de monstruo o algo así? -los

labios de Yuki esbozaron una sonrisa, y sus ojos empezaron a

mostrar algo así como... alegría? y ahí estaba otra vez, la mirada

de confusión de la pequeña, pero esta vez había algo diferente. Se

encontraba perpleja y un leve rubor teñía sus mejillas. Si... otra

que caía bajo sus encantos... Aprovechando que la joven seguía

aturdida, se adentró al bosque. A lo mejor, para eso lo habían

llamado. Para destruir la amenaza de ese reino... para dar muerte

a Ragnarof.

Continuarà...

Einnnn que tal a todas.... Sip... un poquitín largo, pero es que me

sentía inspirada... PLEASE, cómo me está quedando? necesito animos,

animos... (o ideas da igual :P) recuerden que soy nueva en esto.

También estoy abierta a los consejos... gracias por todo

Ja ne