Capítulo 11: Amándote.

Fanfarrias, algarabía. malabaristas por doquier. Debía tener cuidado si no quería salir quemado, ya que por dónde miraba, estaban los "genios de fuego" que hacían cualquier maroma con este elemento. Sonrisas, juegos. un espectáculo que nunca se esperó recibir. El reino estaba de fiesta. Una gran y despampanante celebración como nunca nadie recordaba engalanaba el imperio del rey sonriente. Nadie sabía con certeza el motivo de la misma pero, a quién le importa? Los aldeanos necesitaban descansar y alababan al cielo por tener un rey tan considerado. Por otro lado, su rey lo había prometido hacía mucho tiempo ya. Y su rey siempre cumplía sus promesas. Tohma estaba más que dichoso: Su corazón danzaba en alegría pues por fin se encontraba a su lado: justo dónde debía estar. Su error sería resarcido y su alma encontraría al fin el descanso que tantas noches había implorado. Lo había planeado todo desde el fatídico día. su sueño, sería finalmente realizado: Yuki Eiri había llegado, y eso era lo que importaba.

Sin embargo, ignoraba el pobre rey que tan arrogante guerrero sólo había llegado por petición de su ahora amor. Shuichi le imploró a su caballero acudir al llamado imperial o de lo contrario levantarían sospechas. Luego de una larga charla sobre su raza y el final de la guerra, Yuki comprendió que si desaparecía, cómo le hubiese gustado, los elfos serían juzgados inmediatamente. Y lo menos que quería el rubio era ver tristeza en el rostro de su pelirrosa.

"Entonces, ven conmigo" -le había dicho. Pero Shuichi negó con la cabeza. Ahora que no tenía su larga cabellera, no podía hacerse pasar por un humano (si claro. como si fuese muy normal ver a un humano con cabello rosa y ojos violetas XD). Además, tenía cosas que hacer, como regresar a su aldea, hablar con su padre y con su amigo, que juraba estaría ya con los pelos de punta XP. y buscar a cierto conejo de felpa que se había perdido ¬¬U.

Por qué es tan importante ese conejo? Has notado que es de tela? No seas así Yuki -sonrió Shuichi - Kumagoro es mucho más que un simple conejo, te lo aseguro ^_~. Además, es muy importante para mí. Grandioso. me dejas por un muñeco ¬¬U. Es la única pista. que tengo de mi hermano. - Finalmente Shuichi habló, ensombreciendo su voz. Al parecer había tocado una fibra delicada. Yuki no era de esas personas que les gustase meterse en la vida ajena. Si Shuichi planeaba decírselo, bien. si no. pues esperaría hasta que le tuviese la suficiente confianza. Pero el guerrero sabía que no era precisamente confianza el problema. Entiendo. - Dijo con voz derrotada. - Iré si tanto quieres, aunque no me agrada la idea de tener que dejarte. - No termina de decir nada, cuando toma a su pequeño entre sus brazos y lo besa apasionadamente. Shuichi no puede reaccionar ante la sorpresa. Yuki siempre sabía cómo desarmarlo. Por otro lado, agradecía que el rubio no hubiese insistido en hablar de su pasado, ya que era demasiado doloroso. Por otro lado, su caballero lo hacía sentirse único, especial. Sólo esperaba que no fuese un sueño, porque le estaba empezando a gustar. Después del beso, que para el gusto de ambos, no fue demasiado corto, se miraron extasiados. Llegaron a un punto en donde querían decir tantas cosas, pero no sabían cómo empezar. Estaban allí. solos, en la mitad de la nada, porque eso era precisamente el bosque del silencio. un escondite perfecto. Su fama ahuyentaba a cualquier persona que lo conocía, y a los osados, el mismo bosque se encargaba de confundirlos y sacarlos. Por alguna extraña razón, Yuki había sido el único humano que encontraba el secreto de tan famoso lugar. Y se había dado la sorpresa de su vida, al encontrar el amor que siempre se le negó. Por otro lado Shuichi pensaba en lo afortunado que había sido. Nunca se imaginó que en ese, su lugar especial, pudiera encontrarse con alguien que le arrebatara el aliento de esa manera. Eso sin considerar que era humano y más aún, hombre. Pero desde la primera vez que lo vio, se prometió no vacilar ni arrepentirse de lo que pudiera pasar. De todas formas, le preocupaba andar tanto tiempo desaparecido. Después de todo, Hiro siempre ha estado allí para él, aún no está muy seguro si porque él es el príncipe de los elfos y su padre le encomendó la misión de vigilarle, o porque se asegura de que cumpla su deber como "voz de la mañana". A decir verdad, quería contarle todo lo que había pasado, de lo emocionado que se encontraba porque sabía que él lo iba a apoyar en todo. No en vano había sido su amigo de toda la vida. Casi se atrevía pensar, que lo conocía mejor que nadie más.

Sus miradas seguían anhelantes. Pero no podían permanecer así por más tiempo. Con algo de vacilación, Yuki se fue separando de su pelirrosa, para dirigirse al castillo del reino del sur, después de todo, debió haber llegado hacía dos noches. Y como había argumentado Shuichi no quería que un pequeño percance desatara una guerra. Empezó a caminar lentamente, sus pasos pesados, como si cada uno le doliera, y eso pasaba. Tenía la impresión de que si se retiraba, algo malo podría pasar. Y si no lo volvería a ver? Imposible. De una u otra forma, sabía que su pequeño salvaje lo encontraría. Entonces, que temer? Ya se había retirado a una distancia prudencial. Se volteó, sólo una vez más, para grabar la figura de su amado bañado por la luz de luna y grabarlo así en su memoria. pero cuál fue su sorpresa al no encontrarlo allí. "Vaya que si es rápido" - se sorprendió a si mismo diciendo esto en voz alta. Pero más que todo, le dolía que no se hubiese quedado para verlo partir. Después de todo, eso hacían las esposas cuando sus compañeros se iban en busca de fama y fortuna, orando por su pronto regreso. momento. esposa? No había pasado ya un día, y todavía seguía con eso? Ja. muy gracioso para ser cierto. Siguió su camino pero esta vez tuvo que dar un salto hacia atrás. Shuichi no sabemos cómo, estaba justo ahí. delante de él, mirándolo con ternura y quizá algo más.

"ano. etooo. sólo me preguntaba. si sería mucho problema, si llegas al palacio mañana en la noche. no pues digo. Si empiezas desde ya, lo más probable es que te pierdas, porque el bosque es como un laberinto claro. Y además, lo más seguro es que llegues de madrugada, o peor aún por la tarde. No es que diga que no eres un conocedor pero toca prever. Además, no has comido nada, bueno, además del feo brebaje que te hice tomar para tus heridas, pero eso no se vale. y entonces." "Entiendo" "Porque se lo importante que es para ti llegar ahora. bueno. se que yo te lo pedí, pero es que no me parece prudente, tu sabes, muchos monstruos andan sueltos." "Ya capté Shuichi." "Pero es que pensé que a lo mejor, no se. te gustaría salir por la mañana, cuando los pájaros cantan y todo eso, porque he escuchado. mmm??"- simplemente no pudo continuar. Yuki comprendió que la única forma de callar a su joven amante, era ocupándolo en algo "más productivo". Y Shuichi así lo entendió y resolvió guardar silencio, en espera de lo que pudiese decirle el rubio. "Me quedaré esta noche contigo Shu. no te preocupes." Yuki. Pero pienso, que no sería muy buena idea quedarnos aquí. Por qué no entramos mejor en la casa. Si. está bien.

Y así, juntos regresan a la casa en un silencio incómodo. Ya adentro, Shu
se encarga de encender el fuego mientras Yuki sólo se recuesta en la
modesta cama formada de paga y algo de leña. Pensándolo bien, el lugar
era realmente acogedor, pequeño, pero lleno de recuerdos. Eso podría
jurarlo. El fuego hacía acogedor el pequeño lugar. Tan concentrado estaba
mirando las llamas de la chimenea, que no se dio cuenta cuando el
pelirrosa abría una entrada secreta, debajo de lo que parecía una
alfombra. Estaba absorto en sus pensamientos, que tampoco lo vio llegar
con un montón de manjares. Sus sentidos se encargaron de despertarlo,
cuando un dulce aroma los inundó. En menos de nada, la pequeña mesita
estaba llena de deliciosos y apetitosos platos que nunca en la vida soñó
volver a probar. Tantas sensaciones, olores y aromas inundaban su cabeza,
impidiéndole pensar, eso, sin tomar en cuenta que su estómago al parecer,
estaba más emocionado que él.

Luego de la cena, toda en silencio, ambos se recostaron frente al fuego.
Shuichi había recostado su cabeza contra el pecho del guerrero. Le
gustaba sentir cómo su pecho subía y bajaba suavemente. El continuo
movimiento lo arrullaba, pero el rubio no estaba dispuesto a que todo
terminara allí. Si debía partir en la mañana, quería que fuese con un
recuerdo muy especial. Comenzó acariciando los cabellos rosa de su amor y
por primera vez en su vida, hizo algo que nunca imaginó haría. Inició una
conversación.

Te daré la posibilidad de preguntar cuanto quieras de mi, que yo te responderé. -aun no se podía creer lo que estaba diciendo. iba a responderle lo que quisiera al baka??? Y. ano. eto. a cambio. yo tendré que responder? Sólo si deseas. - podía ver que Shuichi aún no le tenía la suficiente confianza. eso o le habían prohibido de hablar con humanos sobre algunos asuntos. Mmmm. bien. Tienes familia? Ah??? - el rubio estaba preparado para cualquier pregunta menos esa. No se. se esperaba que le preguntara de sus aventuras, de dónde venía. pero. que si tenía familia??? Finamente contestó en casi un susurro. - si. tengo "familia". Mi papá y mi hermana. TIENES UNA HERMANA?!! SUGOIII YO TAMBIÉN TENGO UNA. Es muy linda sabes? Y también mi mamá que a veces es una loca, y mi papá U_U. pero si lo conocieras. es demasiado serio, por lo que prefiero quedarme con mi amigo Hiro jajajaja. él no le gusta socializar con nadie, pero yo se que en el fondo es un gran elfo, y además toca la guitarra. No le gusta que nadie lo escuche. sólo cuando está conmigo. Shuichi. Nani? Respira U_U. Ehhh ahh.. si. jejejejjeej. - Pronto el guerrero comprendió la gran capacidad del pequeño para "soltar la lengua". Sonrió ante eso. Shuichi se encontraba muy avergonzado. Se suponía, que no podía hablar con nadie sobre su vida personal, y se lo venía a decir a un humano U_U. Hiro tenía razón. Debía controlarse. Pero no podía evitarlo. No le gustaba ocultar nada, después de todo, no sirve para mentir. Fue educado así desde su infancia. Por qué cambiar ahora?

Yuki sólo observa al pelirrosa sumido en sus pensamientos. Y ahora, que estará pasando por esa cabecita suya? De algo si estaba seguro. Cada segundo que pasaba, se enamoraba más y más del joven elfo. Al principio, debía admitir que lo que lo enamoró, fue su aspecto físico: nunca en la vida había conocer a un ser tan hermoso y tan extraño. Y claro, nuestro guerrero amante de la belleza, se había sentido atraído. Pero luego le conoce y comprende que hay mucho más que esos hechizantes ojos violeta y su inconfundible olor a fresas. Shuichi era único. de eso no había duda. En muchos aspectos, le recordaba a un niño: dulce e inocente. y sólo para él. Sin darse cuenta, tenía entre sus brazos a Shu, con una delicadeza y entrega total que el elfo se sentía confundido, por lo que intenta huir, cosa que el rubio no tiene entre planes. "sabes Shuichi? La primera vez que te conocí, pensé que eras como esas burdas aldeanas gritonas con la que uno se topa." - "Gracias por lo que me toca" - interrumpió con algo de molestia el pequeño pero Yuki le puso un dedo en sus labios, indicándole callar. "pero eso si. una muy hermosa." - Shuichi dejó inmediatamente sus pequeños forcejeos. acaso, una declaración de amor? No sabía por qué, pero algo le indicaba que se quedara quietecito. Y eso fue lo que hizo mientras el guerrero buscaba las palabras correctas para continuar. "Muchas cosas me han sucedido, demasiadas y en tan poco tiempo, pero tu, eres de la mejor. Quiero. quiero pedirte, que. que. quiero. quiero que cada vez que contemple las estrellas o un nuevo amanecer, pueda abrir mis manos y sentirte a mi lado. poder acariciar todos los días, de aquí hasta la eternidad tu piel, perderme en tus ojos, dedicar cada una de mis victorias a mi único amor."

"Yuki. yo." "Shuichi. eres la persona, no, la única que ha llegado a este punto conmigo. Y yo. yo no quiero perderte. estoy dispuesto a dar todo lo que sea con tal de tenerte a mi lado." "Yuki. pero. que?" "Se mío."

Suficiente para dejar al pequeño sin habla y con los ojos más abiertos, si es que aún se podía, y justo cuando iba a responder.

"Eiri san. Eiri san" - Tohma intentaba sacar de esa nube que se encontraba el rubio. Hacía media hora había llegado y entrado a su trono, pero en todo ese tiempo, era como si estuviese soñando. A pesar de que el palacio era una completa algarabía, de que su hermana Mika, hubiese derramado lágrimas al verle y hubiese corrido a saludarle, nada. No reaccionaba. Sólo respondía con monosílabos y cosas por el estilo. Tohma lo había observado todo, desde que llegó. Definitivamente, la mente del expríncipe estaba en cualquier otro lado menos en ese momento y lugar. e iba a averiguarlo, de una manera u otra. Mientras tanto, Yuki sonreía nuevamente, tocando sus labios, recordando aquel beso tierno y tímido de despedida, que prometía mucho más que sólo eso. mientras pensaba - puede ser mí querido Shu. a lo mejor, como tu lo dijiste, tengo alma de escritor.

*********************************Out*********************************** Mucho tiempo he??? Que no nos veíamos las caritas XD. bueno. después de muchas negociaciones, me han convencido. el próximo capítulo. lemon. ada. jajajajajaj XD. No en serio. veremos que se puede hacer. muchas gracias por sus correos. desde el fondo de mi corazón, muchas gracias, ahora a ponerme a subir en todas las páginas que también la envio :P. ahora me despido, deseando que les halla gustado el capítulo.

Ja ne?