no había querido escuchar, pero la discusión que ambos extranjeros sostenían, era mas que audible, aunque el se encontraba a mas de 50 metros de ellos...
las hojas verde olivo parecían acariciar el cielo azulino...
"...te digo que es verdad... existe"
"eso es inaudito... no puede ser"
"lo es... ya me lo han dicho muchos"
"¡estas loco"
"entonces.. ¿como explicas aquel canto nocturno que sale del castillo de la ladera azul.
"..debe ser la conjunción del viento en las hojas, con el cantar del río"
"¡pamplinas...!"
los escucho de nuevo... cerro los puños y trato de concentrarse en el cielo...
"..dicen que un loco de 25 años la tiene atrapada y que no deja que nadie la toque"
"debe estar enfermo"
"así parece"
aun podía oírlos, así que, su mirada inexpresiva se torno fastidiada y decidió caminar por otro lugar...
escucho los últimos susurros
"dicen que es tremendamente bella"
"¿como pueden saberlo"
"¿de que otra manera el la guardaría con tanto celo"
"si es que es real, pobre muchacha... debe vivir tan triste"
"y sola..."
por fin dejo de escucharlos...le fastidiaban ese tipo de conversaciones y mas de jóvenes incrédulos y amarillistas.
se perdió entre los enormes árboles.
era la décima vez que escuchaba ese tipo de palabras en el pueblo, y ya era demasiado.
lo que era cierto, es que había mas retadores en su gimnasio desde que aquel rumor se esparció por todo johto... eso le causaba orgullo y mas cuando solo 1 persona había logrado derrotarlo anteriormente.
y llegando a un claro en aquel bosque frió, miro al cielo...
extendió su varonil brazo y recibió con cuidado aquella palomita que bajaba del cielo... ya la había observado desde mas lejos, volando gracilmente con extremo cuidado por los cielos y las ramas llenas de espinas... por alguna extraña razón, sabría que llegaría hasta el y se posaría en su mano...
la luz dio directo en sus ojos, y manteniendo el brazo extendido hacia el cielo observo con cuidado al pequeño
"¿de donde vienes, amiguito?" le sonrió dulcemente al pidget... paresia cansado, así que solo aleteo 2 veces y ladeo la cabeza "...¿no tienes entrenador?..." el ave, lo miro con sus penetrantes ojos negros.
"ya veo.." bajo su brazo y acercando el animal a su cara acaricio su cabeza y camino hacia el horizonte...
después de 2 horas y ya en su gimnasio se percato de que tenia una nota estrujándole a la pequeña pata.
y desprendiéndola con cuidado la desdoblo con minucia, clavándole sus ojos negros de inmediato...
"...¿quien te dio esto?..." miro al pidgey, le respondió con un gesto penetrante...
fin del segundo capitulo...
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Tokio Isashi, dedica este escrito a aquella persona que le robo el corazón y todavía... todavía no se da cuenta...
tambien a sumi, a aguz, a manira, a style. las quiero un buen.
