Hello!... les agradezco mucho sus rr, en realidd ya me había atorado con un cap; pero gracias a ustedes lo pude terminar o... ahora solo me falta perfeccionarlo xD
Bueno, les respondo sus rrs el final del fic... espero que les guste
Cap 3:
Recobrando un viejo sentimiento
:-:-:-
Lo que sentía por ti fue algo que tuve que olvidar, más tus besos me han hecho recordar lo mucho que te amaba
Solo quiero que comprendas que no aún no puedo confiar en ti, pues los recuerdos de mi maestro, en mi cabeza siempre están.
:-:-:-
El santo de acuario corrió como loco directo a su casa, se encerró en su habitación y se tendió en la cama boca abajo. Ahora las palabras de su maestro volvían a tener sentido, antes lo comprendió, ahora estaba confundido…
"¿Por qué me siento así?"- Se cuestionó Camus, se tendió boca arriba, miró el techo y se puso los dedos en los labios.
No cabía duda, aquél sentimiento que expulsó de sí el día que su maestro lo encerró en un ataúd de hielo, volvía gracias al beso de Milo; ¿Pero era correcto sentir eso?... porque estamos hablando de su mejor amigo, la persona en la que siempre ah confiado y quien sabe no lo traicionará nunca… aunque su maestro Armiéns le dijera lo contrario.
La pregunta era¿Qué hacer ahora? Milo lo había besado primero, pero su error fue corresponderle al beso, dejarse llevar por sus emociones y sentimientos… ¿Cómo controlarlos?... Aquello era cosa de niños, de que siempre le había gustado Milo; sin embargo nunca se dio cuenta hasta aquél día en que su maestro lo reprendió.
Todo el día transcurrió normal. Camus ya estaba más tranquilo, vestía su armadura dorada mientras andaba por la casa de acuario, le hacia una visita al patriarca y luego regresaba a su casa- sin detenerse un momento a dormir si quiera-; quizá pensó que no sucedería nada en todo el día… pero que equivocado estaba.
Se disponía a entrar en su habitación cuando algo llamó su atención, había una nota metida en la puerta… Un poco confundido tomó el pequeño papel que decía
«Te espero en las escaleras de la entrada de tu templo… Milo»
Sus mejillas se tornaron color carmín, hizo bolita el papel, lo congeló con en su puño y luego lo rompió. Después de eso estuvo muy indeciso entre si ir o no, ya que no sabía que más podía pasar y cuanto llevaba aquél recado metido en su puerta.
Por fin se decidió a ir al encuentro de su amigo, dio un suspiro y camino hacia la entrada de la casa, ahí el santo de escorpión lo esperaba sentando en la escalera sin su armadura dorada –solo con la ropa de entrenamiento-.
"Pensé morir de aburrimiento"- Dijo Milo cuando Camus se apareció en la entrada del templo
"¿Qué haces aquí?"- Le preguntó sintiéndose raro, aún podía recordar sus suaves labios
"Te traje esto"- Sonrió mostrando una canasta y levantándose
"¿Qué es eso?"- Preguntó frunciendo el entrecejo
"Comida: algo de leche, un poco de carne y huevo, queso, vino, pan y algo de fruta"- Camus lo miró extrañado -"Siempre necesitaste que te trajera comida ¿Recuerdas?... tu bendito maestro se la pasaba matándote de hambre y como siempre estabas herido, no tenía más remedio que traerte algo"
"Lo dices como si hubiera sido una carga"- Dijo Camus tomando la canasta de su amigo y entrando a la casa de acuario de nuevo para ir a su habitación
"En ese tiempo si lo era, me metía en grandes líos con Armiéns por tu culpa"- Respondió Milo caminando tras su amigo
"Nunca quizá meterte en problemas"- El santo de acuario se dio media vuelta y agachó la vista
"¿Tú crees que si no me hubiera gustado sacrificarme por ti lo hubiera hecho?"- Preguntó Milo alzando su barbilla y sonriendo, Camus de nuevo se puso nervioso, apartó su rostro, se despojó de la armadura dorada y entró en su cuarto
"¿Quieres comer conmigo?"- Le preguntó dejando la cesta en una mesita con una silla –la otra estaba pegada a la cama y servía como mesa de noche
"Pues comí con Aioria; pero supongo que comer un poco más no le hace daño a nadie"- Respondió sentándose en la silla
"Te pondrás como Aldebarán"- Rió Camus sacando la comida
"¿No te gustan los fornidos? Porque yo podría ponerme como él si te gustasen"- Dijo Milo mostrando su blanca sonrisa y recargando su cabeza en sus manos
"Eh… yo… pues… creo que comeré un poco de queso y algo de fruta… en realidad no tengo mucha hombre"- Respondió jalando la silla que estaba junto a su cama, la acomodó cerca de la mesa, tomó lo que había dicho y comió sin mirar a su amigo
"¿No comerás pan?"- Preguntó tomando dicho alimento
"El pan engorda, Milo"
"No Camus, el que engorda eres tú"- Rió el escorpión tomando un pedazo de queso y pan, el santo de acuario también se hecho a reír –"¿Sabes algo?"- Le preguntó pensativo mientras lo admiraba –"Eres muy hermoso cuando sonríes"- Su compañero se ahogó con lo que comía en ese momento –"Te lo digo enserio…"
"Milo, de verdad, no creo que sea correcto"- Dijo recobrándose de la impresión y levantándose para tomar unos vasos para la leche
"¿Qué es lo que no es correcto Camus?"- Le preguntó el escorpión abrazándolo por atrás y rodeando con sus brazos su cintura. El santo de acuario quiso hablar, decirle algo; pero de su boca no salían más pequeños respingos cuando Milo comenzó a besar su cuello quemando su piel con cada caricia y roce. Aprovechando lo indefenso que estaba, le dio la vuelta con cuidado sin dejar de besarlo un solo instante y luego le dio un beso en los labios… apasionado… candente… un beso que le quitó el aliento a Camus y Milo sintió que se deshacía en sus brazos.
El santo de acuario comenzaba a ceder cada vez más con cada movimiento de su compañero, incluso sus respingos entrecortados eran mucho más frecuentes… y a pesar de estar casi al borde de un orgasmo, recordó a su maestro… -si, otra vez-
Flash Back
De nuevo estaba tirado en el frío hielo, esta vez tenía menos heridas y no lloraba, incluso su semblante se había vuelto más áspero…
"¡Répite lo que acabo de decirte!"- Gritó Armiéns
"Que si quiero ganar la armadura…"- Camus escupió sangre en la nieve y se levantó despacio –"Debo olvidarme de todos mis sentimientos"- Por fin se incorporó por completo y se movió rápidamente para esquivar un golpe de su instructor
"¡Pronto cumplirás doce años y estoy arto de entrenar a un inútil como tú!"- Decía mientras trataba de golpear a su pupilo; más este había adquirido velocidad… así que los paraba y esquivaba con facilidad
"¡No soy un inútil y mis sentimientos tampoco!"- Gritaba Camus mientras se defendía
"¡Claro que sí, eres una basura por pensar todo el tiempo en Milo!"- Al pronunciar el nombre del escorpión, su pupilo se distrajo y pudo darle un golpe en la cara que lo dejó tendido boca arriba –"¿Ya lo ves Camus? Pensar en él va a matarte algún día… así que olvídate de eso si quieres convertirte en un santo dorado"- Alzó su brazo, extendió su palma y comenzó a rodear con un poder frío a su pupilo, acto siguiente lo encerraba en un ataúd de hielo. –"Ya antes lograste alcázar el séptimo sentido"- Pensaba mientras miraba a Camus estar atrapado –"Ahora aprende a controlarlo logrando el cero absoluto y me temo que para ello, deberás olvidarte de lo que sientes por él… ¡Espero por tu bien que dejes de ser tan cálido!"- Le dio la espalda y se fue caminando mientras algunas lágrimas corrían por su rostro, ya que a pesar de todo –como Milo lo dijo- lo quería y no deseaba verlo morir sin haberse convertido en un santo dorado.
Camus no sabía cuanto tiempo llevaba encerrado en aquél ataúd tan frío; pero lo que sabía con seguridad, era que de permanecer un segundo más ahí, terminaría muerto. Hace apenas algunos años comprendió sus verdaderos sentimientos por Milo y ahora sabía que era imposible sentir aquello por sus personalidades tan distintas y sobre todas las cosas, por su obligación como santos dorados. La única salida para eso, era enterrar sus sentimientos, concentrar su cosmo en llegar el cero absoluto y salir de aquél ataúd…
Y lo logró… estando a punto de morir congelado, logró destruir lo que lo tenía cautivo y desde ahí todo cambio, no pensó más en Milo, no lloraba, no reía y su rostro siempre se notaba tan inexpresivo… Pasado un año le dio muerte a su maestro Armiéns para poder heredar su armadura de acuario y sus últimas palabras fueron
"No confíes en las personas que pienses nunca te van a traicionar…"
Fin del flash Back
Camus empujó rápidamente a Milo haciendo que se golpeara con la pared, se limpió la boca con la mano mientras miraba a su compañero sin saber que decirle
"¿Qué te pasa?"- Preguntó furioso el de cabello azul
"Véte Milo"- Dijo el santo de acuario con frialdad
"Pero yo…"
"Te dije que esto estaba mal"- Cerró sus ojos mientras giraba la cabeza hacia un lado y trataba de no pensar más en aquello
"¿Por qué?... ¿Por qué no debo desearte?"- Preguntó Milo tomándolo de nuevo por la cintura y pegando su cuerpo al de él
"Basta…"- Pidió Camus
"Te deseo… ¿No lo entiendes?... quiero estar contigo"- Dijo el escorpión comenzando a desesperarse y besando su cuello cada vez más a prisa
"Pero yo no"- Dijo el de acuario empujándole de nuevo y mirándolo con enojo
"Deja de mentir… hace unos minutos estabas gimiendo…"
"Milo, largo de mi casa"- Le dio a espalda dispuesto a no seguir escuchando más locuras para olvidar todo aquél asunto; pero el otro no se rendía
"¿Qué quieres que te diga para que estés conmigo?... ¿Qué te amo?"- Era definitivo, Milo estaba más que desesperado por poseerlo y diría o haría cualquier cosa sin importar el costo
"¿Tú qué?"- Preguntó Camus volteando a verlo, se sentía entre emocionado y aterrado
"En realidad no puedo creer que lo este diciendo; pero si es algo que quieres oír, lo diré"- Dijo empezando a sentirse molesto, aquello de verdad era una pesilla ya que no había ser alguno que se hubiera negado antes a ser suyo; sin embargo, sus palabras confundieron y asustaron al pobre Camus…
"¡Dioses Milo!... ¡Solo largate!"- Le gritó apuntando con su dedo la puerta y mirándolo con el ceño fruncido
"Después de no querer hacerlo conmigo todavía me corres ¿Eh?"- Dijo sintiéndose herido
"Si… adiós… ya…"- Dijo Camus sacando a la fuerza a Milo, más este lo abrazó de nuevo y volvió a besar sus labios, se separó de él y le susurró en el oído
"No sabes como te deseo…"- Rozó sus labios por última vez, lo soltó y salió de su casa. Camus cerró dado un portazo y una patada a la mesa tirando toda la comida que ni siquiera había terminado, sintió muchas ganas de llorar, se abrazó a sí mismo mientras resbalaba en la puerta, se sentaba en el piso y comenzaba a derramar gruesas lágrimas de sus hermosos ojos
En realidad estaba más confundido que nada. Lo amaba, lo deseaba… quería entregarle su primera vez a él; pero de nuevo estaba su maestro, sus enseñanzas, su deber como caballero.
Aunque también estaba lo otro… lo que Milo sentía, si lo deseaba tanto como él, entonces lo amaba y además de todo ya lo había dicho y aceptado, así que no había porque desconfiar ¿verdad?
Después de todo, Milo era el mejor de sus mejores amigos…
Y tal vez era muy pronto para dictar un veredicto para lo que la vida les tenía preparado; pero si era mucho mejor que lo que ya habían vivido, lo mejor era aclararlo de una vez todo con Milo.
... o ... o ...
k poca tiene Milo no? T.T... pero bueno, si Camus no escucha a su maestro, luego k no se ande quejando xD... ok no tuvo gracia .
Forfirith-Greenleaf jajajaja... es que si pasa eso k presientes, no hay historia ... bueno... el amor duele o no? xDDD. y como lo dije, cuando una persona no conoce lo k es el amor, no puede acusarsele por cometer un crimen tan tonto como ese -.-U... en fin... amiga muchas gracias por tu rr n.n
Amy: Amiga, me dio mcuho gusto conocerte en el msn, estoy ansiosa por ler tu fic y como te lo prometi, actualize este hoy n.n... espero te guste este capitulo, ojala nos volvamos a ver x el msn el proximo domingo... chao! nOn
Zen/Kurai Kurayami Kage Me alegra que te gustara el fic, muchas gracias por tu critica y con gusto te paso mi msn es agrega y haber si podemos plaicar... gracias por tu rr y ojala este capitulo te guste... chao!
De nuevo les agradezco que leyeran el fic n.n... lo actualizaré lo más que pueda... un saludo a todos... chao!
