Cap 10: -Cancín original de Natalie Lafourcade-

Ya nada es igual

:-:-:-

Todo lo que deseo en esta vida, es recuperare… Sé que hice mal y reconozco que ni siquiera merezco que te preocuparas por mí; pero si no te digo lo que siento voy a explotar.

Por favor, te pido que medes otra oportunidad para demostrarte que mi amor hacia ti es sincero.

:-:-:-

¿Pero qué estaba haciendo?...

Es que sus labios eran tan suaves, tan cálidos… ¡Y por Athena que lo amaba tanto!... pero no podía ser tan tonto una vez más, simplemente no podía…

Con un sentimiento muy profundo de rencor, Camus empujó fuertemente hacia atrás a Milo, alejándose del contacto de sus labios, le miró con furia mientras le decía

"Ya no más"- Luego salió apresurado de su habitación

"¡No te vallas!"- Suplicó Milo levantándose rápidamente –lo que provocó un dolor muy fuerte en el abdomen-, y saliendo de su habitación sin importarle otra cosa que recuperar a la persona que tanto amaba

Milo:

La distancia,

Nos lleva a otros rumbos,

Caminos distintos,

Que no tienen vuelta hacia atrás.

"¡Camus, te lo suplico…¡Espera!"- El santo de acuario no se detenía; pero el escorpión usó su agilidad y le detuvo del brazo

"¡Suéltame!"- Gritó mirándole, entonces Milo se dio cuenta de que lloraba

"Sé que te hice daño; pero yo…"

"¡No quiero escucharte!"

"Una vez más Sibería te cambió y yo no quiero creer que te has olvidado tan pronto de lo mucho que me amabas…"

Camus:

El tiempo, mi aliado enemigo

Que cambia el destino

Congela las ganas de amar

"Ojalá pudiera hacerlo, no sabes como lo deseo, día y noche, noche y día…"- Dijo cerrando sus ojos con dolor

"No digas eso… escúchame…"- Milo tomo al santo de acuario por los brazos… más este rechazó el contacto con violencia

"¡Estoy arto de ti y de tus cosas…!"- Gritó abriendo sus ojos

"Camus… perdóname"- Suplicó

"NO… TE ODIO… ¿Lo oyes?... TE ODIO"- Grito mientras varias lágrimas corrían por sus mejillas; pero el escorpión no podía creer esas palabras y se lanzó sobre él abrazándole con fuerza

Milo:

Se han quedado en la luna

Los tiernos abrazos.

"Me niego a creerlo, tú no puedes odiarme…"- Le susurró mientras Camus se tensaba entre sus brazos, teniendo miles de sentimientos encontrados

"¡Ya basta!... ¡No quiero que me toques!"- Volvió a gritar, empujándole a un lado

"Tú me perteneces y lo sabes… tú corazón es mío, yo lo sé… lo veo en tus ojos…"- Se atrevió a decir Milo, aunque en realidad estaba suplicando

"Podría sacármelos sin con eso me dejas tranquilo"- Respondió con frialdad Camus

"Te estoy hablando enserio, yo siento algo muy especial por ti… yo…"

"No voy a escucharte"- Se dio la vuelta; pero Milo fue más rápido de nuevo y lo jaló hacia si, aprisionándolo en un abrazo por encima de sus brazos

"Tú eres mío y lo sabes… lo fuiste hace tanto…"- La cercanía entre ambos de nuevo es reducida por el escorpión, el santo de acuario esta por rendirse a sus caricias…

Camus:

Se ah llevado la noche

Lo que fuimos una vez tú y yo…

Milo esta apunto de besarle; pero Camus todo lo que hace es voltear su rostro hacia otro lado mientras cierra sus ojos con dolor. El escorpión por la impresión de la acción, suelta un poco su ex amigo… el de acuario no hace ningún otro movimiento por soltarse, solo se queda ahí, llorando en silencio, sin mirar un solo instante al ser que tanto daño le hace

"Camus…"- Lo llama Milo mientras le suelta y una vez más el santo de acuario ni siquiera se mueve –"Tengo que decirte algo muy importante, por favor"- De nuevo nada –"Camus, mírame te lo suplico"- La respuesta es la misma, por lo que toma una de sus manos y su barbilla para obligarle a mirarle. Camus por fin le responde con una mirada llena de frialdad y tal vez odio

Milo:

Mírame, Mírate…

Como hemos cambiado.

"Antes podía hablar de cualquier cosa con mi mejor amigo¿No puedo hacerlo ahora?"- Camus responde con una risa fría

"Hace años te dije que tu amigo murió en la nieve… justo el día que supo que te amaba…"

"Camus, quiero recuperarte"

Camus:

Mírame, mírate…

Ahora nada es igual.

De nuevo una risa fría sale de sus labios. En el fondo, su corazón quiere creerle a Milo y ceder a todo; pero su razón sabe que si lo hace, ese maldito insecto puede volver a lastimarle.

"No hay nada que recuperar"- Responde con frialdad sin dejar de mirarle a los ojos

"Por favor, tú sabes que no es cierto… Tengo a mi mejor amigo y al ser que más a…"

"Esa persona que mencionas con tanto afán, murió en la nieve"

Milo:

Mírame, mírate…

Ya no te siento a mi lado.

"Tú sabes que él vino al santuario hace varios años… Por favor Camus, te quiero y te necesito a mi lado de nuevo"- El santo de acuario vuelve a sonreír con frialdad y aparta su mano con brusquedad

"Y creo que tú sabes, que él murió aquí… más bien dicho, TÚ MILO, le mataste"

"Camus…"- Solloza el escorpión, apenas se ah dado cuenta de lo mucho que su ex amigo le odia y eso le duele, arrancándole varias lágrimas

"¡No! Esto ya llegó a su limite"- Dice dándole la espalda

"Camus, te necesito… yo te…"

Camus:

Mírame, mírate…

No podemos volver hacia atrás

"No lo haces Milo, yo todo lo que significo para ti es el ser una simple presa"- Comienza a caminar hacia la salida

"Lo dije sin pensar, solo quería que Afrodita se acostara conmigo"- Milo sabe que si Camus sale de ahí sin que se arreglaran las cosas entre ellos, jamás podrán hacerlo

"Es natural en ti, siempre logras lo que quieres al costo que sea… por eso dijiste que me amabas" – Responde con desprecio, aunque en el fondo de su ser le esta quemando aquella palabra

Milo:

No tiene sentido,

Si no hay un motivo,

Un beso para respirar.

Aioria tenía razón, él fue muy estupido para haber hecho lo que hizo; pero es necesario que el santo de acuario sepa la verdad sobre sus sentimientos

"Aquello lo dije también sin pensar; pero te juro que eso era lo que sentía por ti desde un principio… Camus, escúchame, te amo…"- De nuevo esa palabra¿Por qué Milo insiste en lastimarle así?

"No te creo"- Susurra

"Pero es cierto"- Dice Milo caminando hacia él, que ahora ha detenido su paso

"Tú lo dijiste, no puedes tener sentimientos hacia nadie"

"Pero tú no eres nadie, eres mi mejor amigo y ahora sé que te amo… ¡OH, Camus, perdóname!"- El escorpión toma el brazo del santo de acuario y le da la vuelta despacio

Camus:

Se han quedado en la luna,

Los tiernos abrazos,

Se ha llevado la noche

Lo que fuimos una vez tú y yo

De nuevo quiere creerle; pero no puede, fueron tantas mentiras y tanto daño…

"No puedo creer en tus palabras"- Dice con dificultad mientras le mira directo a los ojos

"Tienes que hacerlo, es la verdad"

"Entiende que esto se acabó…"

"Si no crees en mis palabras, al menos deja que mis labios te digan cual es la verdad"- Milo vuelve a abrazar al santo de acuario por arriba de sus brazos, este le responde con la mirada levemente sorprendida… el escorpión inclina la mayor parte de su cuerpo hacia el suelo, abrazando aún a su ex amigo…

Y entonces… acerca lentamente sus labios a los de Camus, dejando que en su rostro aparezca un ligero rubor…

De nuevo siente ese calor tan propio de él, de su querido Camus, que a pesar de ser el caballero de los hielos… es el santo dorado más calido que él hubiera conocido jamás… quizá por eso lo amaba tanto…

Sin embargo, un poco lejos de disfrutar aquello, el santo de acuario no sabía que hacer y se preguntaba con frecuencia ¿Por qué siempre caía en lo que Milo quería?... Desde que eran niños, el pupilo a la armadura de escorpio, siempre supo muy bien la manera de atraer su atención… siempre…

Flash Back

Aquella tarde, Armiéns estaba ligeramente ocupado con el gran patriarca, tratando algunos asuntos personales que en otras palabras, no eran de incumbencia para él, así que se dedico a merodear por ahí, a perseguir las pequeñas lagartijas que corrían entre las rocas, observar a otros caballeros cuando entrenaban y sobre todo, tratar de conocer el santuario que ahora era parte de su nuevo hogar.

Caminando entre las ruinas del santuario, algo logra llamar su atención, es un niño de la misma edad que él, de complexión un poco llenito, el cabello azul y la piel blanca, aunque se puede notar que esta bronceada. Se encuentra arrodillado frente a una enorme piedra mientras llora cubriendo su rostro con ambas manos.

La inquietud del pequeño Camus, no se hace esperar, mira bastante sorprendido a aquél niño, inclina un poco su cabeza hacia un lado, luego hacia otro, la endereza y finalmente sonríe. Se acerca al niño le pregunta mientras se arrodilla a su lado

"¿Por qué lloras?"- Su compañero se destapa la cara que esta totalmente llena de lágrimas y mientras solloza responde

"Mi maestro me pidió que rompiera esta roca con mi puño; pero es imposible… esta muy dura y… y me duele cuando la golpeo…"

"¡Oh! Pero esa no es razón para llorar… lo mejor es sonreír"- Dice el pequeño Camus cerrando sus ojos y sonriendo, su compañero trata de calmarse; pero su respiración es entre cortada –"Vamos, estoy seguro de que algún día podrás romperla"- Busca algo entre su traje de entrenamiento, luego saca un pañuelo de color blanco con algunos bordados en las esquinas, lo desdobla y seca las lágrimas del niño de cabello azul –"Así estas mejor"- Vuelve a sonreír

"Estúpida roca"- Dice su compañero mirando con enojo el objeto de su frustración, Camus ríe mientras le entrega el pañuelo, el niño se termina de sacar las lágrimas y le sonríe a su nuevo amigo –"Soy Milo, de la casa de escorpión"- Le tiende la mano

"Mucho gusto"- Responde estrechándola –"Mi nombre es…"

"¡Camus!"- Gritó Armiéns mirándole con enojo y frialdad, la sonrisa del pequeño desapareció, soltó a Milo y fue a reunirse con su maestro quien lo reprendía por haber salido del templo de acuario. El pupilo de escorpión solo veía la escena con cierto enojo, no podía creer que una persona tan amable y tan alegre como Camus, fuera pupilo del santo con peor reputación dentro del santuario, por ser un antisocial… Ahora Milo se preguntaba si alguna vez podría hablar con su nuevo amigo… aunque fuera una más…

Milo:

Mírame, Mírate…

Como hemos cambiado.

Mírame, mírate…

Ahora nada es igual.

Mírame, mírate…

Ya no te siento a mi lado.

Mírame, mírate…

No podemos volver hacia atrás

El niño de cabello azul, tenía un desesperado deseo por volver a ver a su sonriente amigo; pero por más que le buscaba, no hallaba ni rastro de él, tendría que buscar muy bien… en especial en lugares que por lo regular los otros caballeros no frecuentaran…

Las ruinas detrás de los campos de los caballeros femeninos, ese lugar no era muy visitado por nadie, ahí fue donde Milo encontró a Camus. Desde lo lejos le vio sentado sobre una roca, con las piernas cruzadas en posición de flor de loto y las manos recargadas en sus rodillas extendiendo sus palmas hacia arriba.

"Camus, hola"- Le llamó el escorpión acercándose a él, este abrió los ojos con cierta dificultad y le miró un poco extrañado –"¿No me reconoces?"

"Si, es que… pensé que eras un espejismo"- Respondió con la boca seca, tenía la cara sumamente roja por el calor, sudaba y se veía muy cansado

"¿Estas bien?"

"Si, descuida, mi maestro dice que esto pasara"- Volvió a cerrar los ojos y para horror de Milo, cayó hacia atrás… este tuvo que correr, ponerse detrás de él y evitarle la dura caída

"¿Camus?... ¿Qué te pasa?"- Por inercia tocó su rostro, y noto que estaba sumamente caliente… no solo por el sol, si no porque tenía fiebre

"Armiéns dijo que si no me desconcentraba nada malo me pasaría"- Respondió levantándose del piso con dificultad, Milo le ayudó, Camus se tambaleó y de nuevo tuvo que sostenerle

"Ese idiota quiere matarte"- Dijo apretando los dientes, entonces se le ocurrió una idea –"Ya sé, ven conmigo… te llevaré a un lugar donde seguro te vas a curar"- Camus se puso en pie sin ayuda del niño de cabello azul y le miró confundido

"¿A dónde iremos?"

"Tú confía en mi, te encantará"- El pupilo de acuario lo dudó un poco

"Si Armiéns se entera de que me escapé…"

"Yo te llevaré a tu casa, te lo prometo y si pregunta algo, le diremos que te desmayaste"- En realidad Camus no se tragó esa mentira, y sabía que su maestro tampoco lo haría; pero por alguna razón desconocida para él mismo, confío en Milo y lo siguió hasta el lugar donde quería ir… el cual era nada más y nada menos, que un pequeño lago.

Aquella tarde, se divirtieron mucho jugando en el agua y por la tarde, cuando Milo y Camus tenía que volver a sus respectivos templos, el pobre acuario estaba tan cansado que se quedo dormido a orillas del lago; el escorpión, no teniendo otra opción y con ayuda de un Camus bastante sonámbulo, se lo trepó en la espalda, lo llevó hasta su casa y lo recostó en cama.

Quizá Milo no se dio cuenta; pero Armiéns le vio, escondido detrás de un pilar, cuando salía de la habitación de su pupilo; así que bastante furioso entró en la habitación de Camus dispuesto a regañarlo por desobedecerle de aquella manera… Más al verlo dormir con tanta paz y serenidad como sabía no adquiriría ningún otro día, dejó las cosas por la paz, al menos mañana podría ponerle otro entrenamiento más duro… o hacer de cuenta que en realidad estaba de viaje, así que no supo nada… arropó a Camus y salió de la habitación con una sonrisa en sus labios.

Fin Del Flash back

Colgado del cuerpo de Milo, aún en aquella extraña posición, Camus seguía reprendiéndose a sí mismo por no poder apartar de sí al ser que amaba… Y es que ahora se había dado cuenta de una cosa: Él no mintió cuando le dijo que lo amaba, el santo de acuario ya lo estaba comprobando… Sin embargo, en su corazón seguía aquella espina clavada y las palabras de Milo… Así que sin poder evitarlo, comenzó a sollozar…

Camus:

Ya no podemos volver hacia atrás

Hacia atrás…

... o ... o ...

Sorry x no extenderme en los comens esta vez, es k estoy escasa de time para estar en la PC y quise relarles ese cap antes de irme... nos leemos en otra oación y espero que sea de agrado n.n

Agradecimiento especial a Elene (Shadir) y a Laura (Forfirith-Greenleaf