AL FIN!
Lz: actualizamos! xD
Ak: mil disculpas por la tardanza, pero hemos tenido una semana muuuuuy acarreada.
Lz: además de muchas otras cosas que estoy segura no deben importarles n n
Ak: pero aki está el capi 8 de "Aullido Nocturno"
Lz: y ahora.. ¡¡da el Disclaimer!
Ak: ¬¬U
DISCLAIMER: Yu-Gi-Oh! para su fortuna y mi desgracia, no me pertenece, sino a Kasuki Takahashi… ¿la prueba? Las hermanas Castrus no están en la serie xD
WARNINGS: Las Hermanas Castrus, Pecho de Plata, y Lomo Gris son propiedad exclusiva de AKIRE ROSALES, y se prohibe ROTUNDAMENTE su uso en otros fics que no sean de dicha autora, así que… ¡A UN KILOMETRO DE DISTANCIA!
Lz: ora si, al fic n n
AULLIDO NOCTURNO
Capitulo 8: Recuerdos de una noche distante II
Kaiba no podía dejar de gritar su desgracia, no podía apartar sus ojos impactados con aquella visión, pero ¿Quien va a estar tranquilo cuando de la noche a la mañana aparece una cola en tu anatomía?. Estaba aterrado, no sabía que hacer y además aquella cosa tenía voluntad propia: se movía de un lado a otro, rápidamente, mostrando su mismo color de piel. Se debatía entre la apariencia de un látigo de cuero o una cola de rata MUY grande.
Entre su desesperación, tomó aquella abominación entre sus manos y la jaló para arrancársela de su cuerpo. Su nuevo miembro sacó a relucir sus venas, mostrando que estaba llena de nervios, músculos, sangre y huesos como el resto de su cuerpo, pero esta dolía sin lugar a duda pues al ser jalada, inmediatamente, mandó tales ondas de dolor a su cuerpo que terminó gritando y sobándose la zona afectada.
Pecho de Plata parecía disfrutar la situación, pues aullaba con un tono bastante divertido y saltando de un lugar a otro con la lengua por fuera. Parecía bastante feliz, y su alegría aumento cuando se acercó a su amo para morderle el rabo, y al oír un nuevo alarido de dolor, volvió a saltar como loco por toda la habitación, aullando de alegría.
Cuando el dolor fue disipándose, y Kaiba por fin logró volver a respirar, escuchó unos pasos apresurados por el corredor, indiscutiblemente de su hermano. Apenas le dio tiempo para subir sus boxers nuevamente, cuando la puerta se abrió súbitamente, dejando ver a un Mokuba en pijama con la cara completamente angustiada.
¡Seto! ¿Te encuentras bien? ¿Que pasó? --- interrogaba el pelinegro, arrodillándose al lado de Seto. Pero este apenas y podía con su alma, pues aquel dolor lo había debilitado bastante.
S-Si, no te preocupes, no paso nada. --- le intentaba tranquilizar, mientras se ponía de pie lentamente.
¿Como que no pasó nada? ¡Te aseguro que tus gritos se escucharon hasta la escuela!
y yo te aseguro que no pasó nada... solo... --- titubeó un momento, inseguro de si decirle o no. Nunca le ocultaba secretos a su hermanito, pero aquello era una abominación en su totalidad, y no quería que Mokuba le despreciara.
¿Solo que qué? ¡Dímelo! sabes que puedes contar conmigo... --- pero la frase del menor fue cortada por un repentino movimiento detrás de Kaiba.
Mokuba palideció un momento, pero recobrando un poco de compostura, comenzó a caminar alrededor de su hermano, quien sutilmente no le daba la espalda mientras caminaba de la misma forma que Mokuba, dibujando un circulo en la habitación.
Si lo se... solo fue una pesadilla... --- le decía, mientras evitaba quedar de espaldas al pelinegro, pues estaba conciente de que "su cola" se había salido de su boxer y pijama. No podía tomarla para que se dejara de mover, pues se pondría en evidencia.
¿En serio? Parecía peor que una pesadilla... --- le seguía el juego Mokuba, caminando más rápido alrededor de su hermano. Pecho de Plata estaba encantado con la situación, viendo a ambos chicos que parecían bailar o algo por el estilo.
En son de juego, corrió a los pies de su amo, para jalarle en pantalón en demanda de atención. Kaiba desvió su mirada hacía el lobezno, pero fue un grave error, pues Mokuba aprovechó su descuido para tirarse al piso por detrás de él y mirar lo que escondía.
Enmudeció por la sorpresa, y Kaiba saltó desde en medio del cuarto hasta la cama, haciendo exhibición de sus nuevas cualidades. Sin embargo, no podía mirar a Mokuba a los ojos, no quería ver su mirada de asco y repulsión.
Mokuba intentó ordenar las ideas de su mente, controlando lo más que pudo su palidez recién adquirida por la menuda sorpresa. Observó que su hermano no le miraba, y sus ojos eran tapados por el insistente flequillo castaño.
Seto... eso era...
Vete --- interrumpía el CEO, incapaz de darle cara a su hermano menor. Este se quedó en silencio un momento, para después acercarse al él, tomando su fino rostro entre sus manos, obligándolo a verle.
Hermano... no es algo que no pueda entender, y mucho menos rechazar. --- Kaiba miró aquellos ojos azul marino, tan transparentes que parecían imposibles de mentir o esconder algo. Veía en ellos el amor incondicional, el respeto, la comprensión.
Cerró sus ojos cuando sintió el cuerpo de su hermanito estrechándose contra el suyo.
Voy a estar contigo para siempre, y nada va a cambiar eso, ni siquiera tu condición... --- le decía Mokuba, abrazando con fuerza a Kaiba. Sin embargo, este se desconcertó, ¿de que condición se refería?
... ¿A que condición te refieres? --- le preguntaba, claramente extrañado.
a... bueno, tu sabes... a tu nuevo estado... --- en su voz se notaba la incomodidad sobre el tema, y eso solo descolocó aún más al CEO.
no se a que te refieres...
vamos Seto, no tienes que ocultarlo más, yo que tu eres... bueno... un Hombre Lobo. --- aquella palabra en verdad le había sacado un enorme signo de interrogación al chico más alto.
¿Un qué?
ya sabes, un Licántropo, no tienes que ocultarlo más...--- Mokuba se separó de su hermano, para mirarle a la cara, observó todo el desconcierto que habían ocasionado sus palabras.--- ¿Que sucede?
¿Acaso crees que yo soy un Hombre Lobo, Mokuba? --- sus palabras fueron ásperas, y su mirada pasó a una de enojo.
¿Acaso no? no tienes que fingir más, estoy dispuesto a ayudarte en todo y...
¡Esas cosas no existen! --- las palabras duras golpearon la mente del menor, entendiendo a que se refería su hermano: el no sabía.
Seto, no entiendo por que lo niegas.
¿Qué?
Piénsalo --- le insistía --- todo concuerda, el ataque en luna llena, la violencia, la fuerza extraordinaria, ¡la cola! ¡¿Como puedes ser tan ciego!
¡MOKUBA! ¡Escucha lo que dices! ¡¿Hombres Lobo! ¡Esas cosas NO EXISTEN! y quítate esas ideas de la cabeza de una buena vez. --- tras decir esto, Kaiba se levantó de la cama para ir directo al baño. Mokuba salió corriendo de aquella habitación, azotando la puerta.
Ya en el interior del baño, apoyó sus manos en el lavabo, para mirarse fijamente en el espejo frente a él. Mokuba estaba equivocado, ¡debía estarlo, o al menos eso intentaba pensar. Pero ya había profundizado sus pensamientos sobre aquel tema desde que había atacado a Tristán.
Dibujaba, teniendo increíbles dotes para el dibujo, lobos con el tórax de un hombre, pues no podía contarle a nadie sobre sus horribles visiones. Era la única forma que tenía para descargar todos aquellos pensamientos que llevaba acumulados.
Hombres Lobo.. ja! ya hasta se había plantado en el Internet para "estudiar" sobre aquellos animales.
Que se les mataba con plata, que el fuego los destruía, que las cruces y el agua bendita les hería la piel, que un pentágono en collar o dibujado en el piso detenía su ataque, que si arañaban o mordían a una persona, esta también se convertía en lobo, que vivían en solitario, que solo se convertían con la luz de luna llena, que cuando mutaban olvidaban quienes eran, que podían matar a sus propios amigos y familiares.
Pero toda la información diferenciaba en muchas cosas, y llegaba incluso a contradecirse.
Que la plata solo los lastimaba, que la única forma de destruirlos era cortándoles la cabeza, que el pentágono era su símbolo de unión, que la única forma de infección era con mordida o apareamiento después de la primera luna llena, que vivían en jaurías organizadas, que después de la primera luna llena podían transformarse a voluntad, que eran completamente racionales con la excepción (nuevamente) de la primera luna llena, que tenían jerarquías y reglas, que eran el tesoro más preciado y simbólico de la naturaleza y la humanidad...
Puras mentiras, ¿como puede haber tanta información contradictoria con algo que, se supone, en verdad existe? No podía fiarse en nada, ninguna información le era útil, y nadie mencionaba nada sobre alguna cura o antídoto. Sabía que lo que le pasaba era muy real, pero no podía... no quería aceptarlo.
¿Que era lo que iba a hacer? No tenía ni la más mínima idea.
Ya había terminado de cambiarse, o eso fue lo que pensó hasta que se dio cuenta de que no podía ponerse los pantalones apropiadamente. ¡Ni pensar siquiera en hacerles un agujero!. Con molestia, tomó el rabo entre sus manos, y lo acomodó bajo sus piernas, para subir de nuevo sus boxers y finalmente el pantalón. Era bastante incómodo, pero al menos no se notaba, o por lo menos no notarían la separación que había entre sus nalgas.
Abrió la puerta del baño, para encontrar la figura de Mokuba mirándolo con lágrimas en los ojos, sosteniendo unos dibujos, SUS DIBUJOS.
Seto, quiero que veas esto y me digas que no crees en lo que dije --- Kaiba tomó aquellos papeles entre sus manos, y después miró hacia los ojos azules de su hermanito, llenos de lágrimas. Creía entender la causa de aquellas lágrimas... su hermano se sentía mal por él, o tal vez eran porque no le quería creer. Cualquiera fuera de los dos casos, ambos eran su culpa.
... Mokuba... --- pero no pudo terminar de hablar, pues el pelinegro ya se había abrazado al cuerpo de Kaiba.
¡Por Dios, Seto! ¡Quiero ayudarte!... sniff... ¡no soporto verte así!... --- lloraba Mokuba amargamente, y Seto se sentía muy culpable por no poder abrirse a su hermanito. Lo mantuvo entre sus brazos, hasta que los sollozos del menor se calmaron.
Perdóname Mokuba... es... estoy asustado... --- la confesión hizo que el pelinegro mirara las orbes azules de su hermano. En efecto, el terror y la angustia se veían reflejados en ellos.
Seto... ¿que haremos? --- le preguntaba, enjugándose las lágrimas de sus ojos.
Tu no harás nada, yo seré el que resuelva este problema --- tras decir esto tomó su gabardina, en la que "Pecho de Plata" ya estaba cómodamente instalado en uno de los bolsillos. Ese cachorro era, en verdad, lobo de bolsillo.
No vio mucho problema por llevarlo consigo, pues era Sábado y solo iría a KaibaCorp. Despidiéndose de Mokuba, se fue. El menor miró con duda y tristeza aquella puerta por donde su hermano había desaparecido, estaba realmente preocupado por el, pero no podía hacer nada.
Nada, más que plantarse en su computadora e investigar sobre los Licántropos.
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KaibaCorp. 9:30 am.
En el piso más alto de la prestigiosa empresa KaibaCorp. más precisamente en la oficina de la secretaria ejecutiva, Ari Castrus, se oían risas y sarcásticos comentarios. Una visita muy inesperada, pero agradable, hablaba con la joven castaña.
¿Como vez? apenas llevo 3 semanas trabajando aquí y el jefe ya me subió de puesto. --- le decía Ari a su compañera, entre risas, por la platica tan amena que tenía con ella.
Bueno hermanita, de seguro estás haciendo más trabajo del que te marcan... jejeje, si sabes a que me refiero --- bromeaba la mujer rubia, guiñándole un ojo. Ari se sonrojó.
Estás más loca que de costumbre, solo hago con eficiencia lo que él me ordena...
¡y ya tienes tu propia oficina! vamos hermanita.. "Abre los Ojos", es obvio que tiene interés por ti, después de todo, ¡Eres MI hermana! ¿lo recuerdas? --- le decía con una enorme sonrisa en su piel casi albina, sentándose sobre el escritorio de la muchacha castaña.
si, aunque trato de no hacerlo n n --- tras decir esto, tomó una pila de papeles y comenzó a sellarlos.
jajaja, que chistosita ¬¬U... oye, ¿como va con el progreso de su transformación?
emmm... no muy bien, no quiere aceptarlo, aunque toda la evidencia este frente a sus narices. --- le decía, acomodando papel tras papel en diferentes cajas de su escritorio.
Nazuna tenía razón, es demasiado terco... me pregunto... ¿de donde lo conocerá? --- adoptó una posición pensativa, cruzándose de piernas en el escritorio y dándole la espalda a su hermana menor.
No se, pero me dice que lleva rato de conocerlo... ¿por qué?
¡Por que está guapísimo! ¡Quiero que me diga si está casado o algo! 0 --- exclamaba la rubia, juntando sus manos y poniendo ojitos de estrellas.
¡Aleina Castrus Devil! ¿que no se suponía que prefieres a Buba? --- le reclamaba, sorprendida, por los gustos de coqueta que tenía con toda la gente.
ay bueno! ¡pero eso no le quita al tal Seto el estar guapo! xD
ay mujer, tu nunca cambiarás... ¡además! ¡es un año menor que tú! --- tras decir esto, un destello de travesura asomó por los ojos azul zafiro de Aleina.
¿y? es mucho más alto... mmm... me pregunto si la estatura tendrá algo que ver con el "tamaño". --- le decía divertida, haciendo énfasis en su última palabra y poniéndose una mano en el mentón, en posición pensativa y mirando hacía el techo.
Ari comprendió pronto a que se refería su hermana, y su imaginación no tardó ni un segundo en mostrarle que tenía lo mismo de santa, que Aleina de cuerda. Toda la gama de rojo se mostró en el rostro de la castaña, y Aleina no pudo evitar soltar una sonora carcajada; después de todo, Ari sí que era su hermana, y decidió seguir jugando con la flamante imaginación de la muchacha.
Espero que ya haya practicado la "posición de perro", sino, va a tener muchas noches de dolor por los calambres xD
- ¡Por Anubis! ¡ya cierra el hocico! --- y tras decir esto, le aventó en la cara un cojín de su sillón cerca de ella.
Pronto, unos golpes en la puerta callaron las risas de ambas chicas. Aleina se levantó del suelo y le aventó el cojín de regreso a Ari, para acomodar su cabello rubio en corte militar.
ejem, adelante --- decía Ari, para enmudecer al ver, nada mas ni nada menos, que a su patrón. --- ¡Señor Kaiba!
buenos días, Castrus. --- le saludaba escuetamente, tomando su gabardina con discreción para asegurarse de que no se lograra ver "aquella abominación". Aunque las punzadas le decían que estaba bien adentro en su pantalón, no quería correr riesgos. --- ... veo que ya le arreglaron su oficina.
Si señor Kaiba, pero no me señoree, me hace sentir vieja. --- decía, con una sonrisa hacia su patrón.
Le espero en mi oficina, tenemos que arreglar esos horarios... --- pronto se dio cuenta de que no estaba sola, pues Aleina se cansó de estar en un mismo lugar y se dejó notar sentándose en el sillón de la oficina. La rubia sintió la mirada azul sobre ella, inquietándose.
esteee... buenos días n n¡. Soy Aleina Castrus, un placer conocerle al fin. --- saludaba, a lo que Kaiba solo inclinó la cabeza en su saludo particular. Sobreentendió que aquella mujer era la hermana de su secretaria.
Sin más, Kaiba salió de la oficina, para ir directo a la suya que estaba solo a unos cuantos metros por el solitario pasillo.
mmm... aroma fuerte y sobrio... podría llegar a ser alfa --- le decía Aleina a Ari, a lo que esta solo aspiró con fuerza para calmar los repentinos nervios que la invadían. La rubia se dio cuenta de esto y, sin previo aviso, saltó sobre la espalda de Ari en modo de abrazo, revolviéndole los cabellos castaños.
Ari rió con el gesto, y la rubia bajo de su hermana menor para después empujarla a la salida.
Vamos chica, no querrás hacer esperar al Macho Alfa...
¡¡ALEINA! --- ambas rieron antes de salir de la oficina.
Después de eso, el día transcurrió normalmente...
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Mansión Kaiba. 11:45 pm.
Estaba desquiciado, la maldita cola no dejaba de picarle, era sumamente molesta para su anatomía. Por más que la frotaba y la jalaba, la picazón seguía ahí cada vez más fuerte. Era suave al tacto, y claramente sensible a los toques, lo cual la hacía imposible de arrancar.
Pecho de Plata lo veía caminar de un lado a otro, con su mano derecha frotando su cola. Para el cachorrito no era algo del otro mundo, así que solo ladeó su cabecita y volvió a lo suyo: Morder el celular forrando en piel de Kaiba.
Completamente desesperado, escaneó su habitación hasta dar con una navaja en su tocador. La tomó y colocando su rabo en dicho tocador, empuñó la navaja y la enterró directo en aquel pedazo de carne.
Brotó un disparo de sangre, y los ojos del castaño se abrieron desmesuradamente. Un choque eléctrico de dolor recorrió desde la herida hasta la base de su espina dorsal, para ir directo al cerebro y alocar todas sus neuronas. Sintió la aparición del peor dolor de migraña en su vida, nauseas terribles, y una apocalíptica jaqueca cerebral en menos de medio segundo, la cual se fue con la misma rapidez con la que llegó.
Fue tanto el dolor que no pudo evitar aullar.
Aullar, un autentico aullido de lupus salió de su garganta. Potente y afinado, como notas musicales aterciopeladas que hicieron estremecer hasta a Pecho de Plata y asustar a todos los perros guardianes de la mansión, quienes comenzar a ladrar y chillar.
Siguió aullando hasta que el dolor se disipó y, con furia, aventó la navaja por la ventana. Fue rápidamente hacía uno de sus cajones del tocador y sacó un rollo de venda, amarrándolo a su cola para detener el sangrado. Y, mientras ejecutaba la acción, no dejaba de gruñirse a si mismo.
Sabía lo que había hecho: aullar y gruñir, aunque en ese momento no le importaba en lo absoluto. Seguía gruñendo, furioso por las cosas que le estaban pasando. Tanto fue su enojo, que Pecho de Plata terminó tiritando de miedo y escondiéndose bajo la cama ¡Ni el sabía lo terrible que se oía Seto Kaiba maldiciendo en idioma lupus!
Cuando terminó de curarse, tomó con delicadeza su cola y se sentó quedamente en la cama. Limpió el sudor de su frente, ocasionado por el dolor que se había provocado.
Cuando se hubo calmado, logró escuchar los quejidos asustados de su cachorro. Miró por debajo de la cama, para encontrar los ojitos verdes de Pecho de Plata, mirándolo con miedo. Kaiba estiró sus brazos al cachorro, pero este solo retrocedió.
Sin saber que hacer y, conciente de que nadie le oiría, emitió un gemido suave y dócil, parecido al ronroneo de un gato. El pequeño cachorro hizo sus orejas hacia adelante, moviendo levemente la cola, se acercó a rastras hacia el ojiazul, quien lo tomó entre sus brazos.
Pecho de Plata se relajó, destensando su cuerpo y disfrutando de las suaves caricias de su amo. Seto, cansado por los acontecimientos del dia, jaló las sabanas de su cama para después meterse en ellas, alargando su brazo para apagar la luz de la lámpara, calló en un profundo sueño con Pecho de Plata en brazos.
Se encontraba tendido en la tierra, con un gran dolor en su costado izquierdo, y la mirada se le nublaba continuamente. Miró hacia el frente por inercia, y observó como su ayudante, Johnson, era decapitado por una monstruosa bestia dorada de ojos ambarinos.
Miró aterrorizado como la bestia corría frenéticamente hacia él, con las fauces abiertas esperando poder sentir la carne de su presa. La escena se nubló un momento, pero después se encontró prendado de las mandíbulas de aquel animal, su pierna siendo desgarrada con violencia, y sentía las fuerzas de su cuerpo abandonándole lentamente.
Pronto, divisó una pistola al lado suyo. Intentando quitarse de encima al animal, le lanzó un tronco en llamas que le hirió la vista por momentos; arrastrándose con rapidez por el suelo, empuño la pistola. El animal levantó su garra, y cuando Kaiba intentó disparar, la bestia le quito la pistola de un zarpazo.
Subiéndose sobre el cuerpo inmóvil y ensangrentado de Kaiba, el monstruo abrió sus fauces dispuesto a morderle la cara. El ojiazul cerró sus ojos, esperando tan mortal ataque, pero nada ocurrió.
Abrió los ojos, para encontrar una mirada fija llena de vida e inteligencia, muy diferente a la mirada vacía y fría de momentos anteriores... ¿que había pasado?. El animal inclinó sus orejas hacia el frente, olfateando cada parte del cuerpo de Seto, ahora su mirada lupina cambió a una de horror humano.
Se apartó del cuerpo del empresario, gimiendo y lloriqueando, lamiendo ávidamente sus heridas mientras no dejaba de gimotear. Lágrimas humanas surcaron las aterciopeladas mejillas del Licántropo, mientras limpiaba como podía la anatomía del castaño.
De alguna manera extraña, aquellas atenciones le devolvieron un poco de vida a Seto, y el zumbido en sus oidos se habia disipado, para dar paso a los quejidos del animal. Podía escucharlos, pero también entenderlos.
- "¡Perdóname, ¡no me pude detener, ¡Oh mi Ra! ¿¿Que fue lo que te hice, Perdóname, perdóname."
Y aquellas "palabras" iban acompañadas de lamidas hacia sus mortales heridas, una que otra en la mejilla para mantenerlo despierto, y al final sintió el cuerpo del animal sobre el suyo, para darle calor y mantenerlo con vida.
- "Sigue despierto, sigue vivo... Anubis, por piedad, no permitas que quede maldito..."
Y funcionó, pues no había pegado el ojo por quien sabe cuanto tiempo. El animal se había quedado en vela, dándole suaves golpes en la mejilla con su hocico para que no se durmiera. Pero, unos pasos y el sonido de un rifle cargándose, puso en alerta al animal e hizo que todo su cuerpo se erizara.
Divisó la figura de un hombre ya entrado en edad, apuntándole a ambos. El monstruo abrazó el cuerpo de Seto, gruñendo como nunca antes en su vida y mostrando aquellos ojos ambarinos sanguinarios. El sonido del disparo no se hizo esperar, y el monstruo saltó hasta el otro extremo de la cueva, olvidando el cuerpo de Kaiba atrás.
Hizo ademán de querer regresarse, pero un nuevo disparo lo hizo desistir y alejarse corriendo del lugar.
No supo que pasó después, pero miles de imágenes borrosas acudieron a su confundida cabeza, entre ellas, reconoció una cabaña rústica, y a un anciano con una jeringa en su mano...
Despertó bañado en sudor, con una cara de espanto terrible, y el corazón desbordado latía hasta hacerle doler el pecho. Aquello no había sido un sueño, era demasiado real para serlo, más bien había sido un recuerdo.
El recuerdo de lo que pasó "aquella noche".
El animal que lo atacó lo conocía, y acudiendo al recuerdo del color de sus ojos, podía asegurar que se trataba de "Nazuna" o quien quiera que fuese. Pero el no sentía para nada familiar aquel nombre. Comprendió también que aquel animal se había arrepentido de lo que había hecho, y también que alguien lo había salvado.
La cabaña y el anciano eran clave importante para todo aquello, e iba a descubrir lo que en verdad pasó.
Iría a la cabaña del bosque exactamente mañana... aunque fuera la primera noche de luna llena...
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Ak: yupi! ¡Aleina Castrus Devil ya salió! nOn
Lz: presiento que van a querer lincharla esta vez U.U
Ak: ¿Qué quien es Aleina Castrus? Muy fácil! Solo lean nuestro otro fic "The Kidnap" n n
Lz: ¡y dejen review! xD
Ak: y ahora, a contestar reviews n n
"Lariza" ((Akire))
HISAKI RAIDEN
"seh, yo también creo que la fight estuvo chida xD" ((y tienes razón, aunque la risa significo un poquito más, luego se van a enterar n n)) "sobre el misterio de Tristan…mmm… luego checas nOn" ((y agarrate, por que el capi 10 esta muuuuy cerca!)) "¡QUE EMOCIÓN!" ((esperaremos tu próximo review))
CE-AT
"si! La colita de Kaiba se ve tiernisima xD" ((me recuerda a mi hámster desollado n n)) "¿Aristeo? Seh, ya leimos tu review en The Kidnap…mmm… ¡genial!" ((vas a leer The Kidnap 2!... ¿verdad que si? T-T)) "vale, te mandamos el dibujo, haber cuando podemos n n" ((sabrás más de Ari… mmm… sobre Nazuna… jejeje)) "bueno, no queremos arruinar la sorpresa n n" ((esperaremos tu próximo review))
ALE
"seh, nos encanta cerrar los fics de esa forma xD" ((¡si! ¡Como Perros y Gatos! xD)) "ya sabes, conociendo a Kaiba, le pondría un nombre muy obvio a Pecho de Plata" ((Joey es bueno con las adivinanzas n n)) "y bueno, ya vistes como escondió su cola, pero ni él la aguanta :S" ((esperaremos tu próximo review))
ELI-CHAN
"Si! Se ve lindísimo con su cola! xD" ((pus intentaremos actualizar pronto n n¡)) "¡Ya se acerca el capi 10! xD" ((esperaremos tu próximo review))
SETO
"Algo me dice que te gustó el fic O.O" ((ay, tu crees? xD)) "ay no! La colita de Kaiba es genial n n.. ahora tiene dos xD" ((niña hentai ¬¬U)) "n n¡¡" ((bueno, esperaremos tu próximo review))
RANDA 1
"BIENVENIDA A AULLIDO NOCTURNO!" ((lo de los movimientos de gato… nada que ver con los instintos n n)) "luego explicamos el punto… capi 10! (grito eufórico)" ((¿¿¿Joey un garou? Mmm… no se…¿tu que dices Lariza?)) "pues digo que necesita seguir leyendo el fic n n" ((¡¡Guacala! Pobre conejito xD)) "los roedores son excelentes mascotas de tortura xD" ((hice un test en una página, y me dijo que en mi otra vida yo fui una Ejecutora de Torturas, una Guerrera ó Una Mecenaria)) "es perra de nacimiento xD" ((pobre conejito de lavandería! xD)) "ejem… O.O.. no creo que a Kaiba le agrade la idea de ser tu mascota xD" ((esperaremos tu próximo review))
SAKURABY
"A todos nos hubiera gustado ver eso n n" ((niña hentai, de nuevo ¬¬U)) "lo de las risas, te enteras después xD" ((sueños con Yami? o.O!)) "yo nada más sueño con Kaiba y Joey nOn" ((NIÑA HENTAI! ¡YA PARALE!)) "xD" ((esperaremos tu próximo review))
RIE NOGAMI
"esteeee… pus muchas gracias n n" ((seh, nos hubiera gustado hacerlo SetoXJoey… pero fueron mas votos en contra :S)) "seh, después de leer Aullido Nocturno, te recomendamos ir con un psicoloko xD" ((¡este fic trauma a la gente! n n)) "… que me habrás querido decir con lo del baño o.ó?" ((lariza… no quieres saberlo n nU)) "ya vistes Akire, no debiste dejar de visitar al siquiatra n n" ((me caía bien el tipo, era genial, pero simplemente se cambió de estado… no se porque o.ó)) "sobre la pareja… mmm… tal vez al final de cuentas le demos un giro inesperado xD" ((nunca se sabe n n)) "suerte con el baño? o.O" ((este… creo que mejor nos despedimos y…)) "Un momento!... ¡YA ENTENDÍ!.. O.O… AH! ¡QUE MALDITA RIE NOGAMI! NADA MAS ESPERATE A QUE…" ((¡esperaremos tu próximo review! n n¡¡¡))
KIDA LUNA
"De nuevo la última! xD" ((tiene complejo de Ultimo Lugar xD)) "nel, que fue divertido lo de los hamsters :P" ((oye Kida, aki ay alguien que te quiere saludar…))
ALEINA: ¡¡HOLA! jejeje, ¿me extrañaste? xD
"Aleina ah estado muy impaciente por saludarte n n¡"
ALEINA: solo venía para recordarte una cosita… MIO, SETO KAIBA ES MIO! ¡A MEDIAS PERO MIO, MIO, MIO, PARA SIEMPRE MIO! ¡NI TE LE ACERQUES QUE ES MIO!
((oye Kida, ¿peleas mejor que Kaiba? o.O!))
ALEINA: cualquiera pelea mejor que Kaiba… porque yo no recuerdo que Seto haya peleado cuando le quite la ropa MUAJAJAJAJAJA!
"seh, hicimos el fic con el estomago vacío… ¡y salió el cap!"
ALEINA: ¿tu dibujas?... ¿Por qué mejor no te dibujas una vida? MUAJAJAJAJAJAJAJA!
"pff…jeje… glup.,. JAJAJAJAJAJAJAJAJA!" ((esa fue buena Aleina xD))
ALEINA: ¿quieres a Lariza y Akire?... mmm… dejame recordarte que una es mi Tia y otra mi mera madre xD.
"presiento que alguien nos va a patear el trasero U.U" ((bueno, esperaremos tu….))
ALEINA: y recuerda algo sobre Kaiba: Tu podrás ser la que le lava la ropa… ¡PERO YO SOY LA QUE SE LA QUITA!
((ejem, en fin, esperaremos tu próximo review n n¡))
Y YA SABEN, DEJEN REVIEWS!
