EJEM!...

Lz: si si si, ya debemos aburrirles con nuestras excusas sobre la tardanza...

Ak: pero este capitulo recompensará toda la espera n n

Lz: por lo menos eso esperamos n n¡

Ak: y si no... ¡Lariza fue la culpable! ¡Tuvo hueva de ponerse a escribir!

Lz: sniff... ¡lo admito! ¡me entró una hueva de lo más cañona! BUAAAAAAA! ToT

Ak: en fin, al fic U.U

AULLIDO NOCTURNO

Capitulo 9: Dándole frente a la luna.

Ari Castrus cumplía ávidamente con las ordenes de su jefe, terminando con bastante rapidez todos sus deberes. Sellos por aquí, tramites por acá, citas por acullá, todo un revoltijo; el calendario era su único consuelo.

Ya tenía muchos planes para esa noche, lugares que visitar, terrenos que cubrir, la emocionante caza de media noche... ¡en fin! muchas cosas que haría en menos de 8 horas. Lo que la ponía más nerviosa era el saber que tendrían un nuevo integrante, pero la pregunta era ¿sabría llegar?

Un sonido la sobresaltó, haciendo que brincara del susto. Atendió el Interfón, reconociendo la voz profunda y desdeñosa de su jefe.

Castrus, diríjase a mi oficina. --- su voz tenía cierto toque de cansancio, maquillado casi en su totalidad por un tono agrio.

Si jefe, en seguida estoy con usted --- cuando oyó la comunicación terminada, dio un suspiro. Llevo la agenda de su jefe y se dirigió a la oficina del mismo, algo le decía que sería su primer mal roce con "el patrón"

Mientras tanto, en la oficina del CEO, este se mantenía sentado en su cómoda silla de ejecutivo. Su rabo había crecido de la noche a la mañana, y la herida que se había provocado ya estaba suturada... de hecho, estaba en perfectas condiciones.

Si la dejaba caer libre bajo sus piernas, la punta del rabo lograba tocar el suelo, lo cual significaba que medía poco más de un metro. Se había cubierto por un pelaje castaño, suave y fino que le daba una apariencia parecida a un cinturón de piel.

También descubrió que su cola no tenía vida propia, simplemente no la había sabido controlar, ahora ya podía tomar cosas con ella. Kaiba rió para sus adentros pues, aunque odiara a aquella "mano extra", se divertía meciendo a Pecho de Plata en ella, como lo hacía en ese momento.

El cachorro usaba el rabo del castaño como a una hamaca, le recordaba a la cola de su madre, solo que más larga y mucho menos abundante en pelaje. Los golpes en la puerta hicieron que Kaiba reprimiera su rabo, enredándolo en su cintura dos veces, como un cinturón. Dando la aprobación para entrar, y acomodando más su gabardina para cerciorarse de que no se lograra ver nada, divisó la figura de su joven secretaria.

¿Me buscaba para algo jefe? --- Preguntaba Ari, asomando su cabeza por la puerta. Seto hizo un movimiento con su cabeza, dándole entender a la muchacha que entrara a la oficina.

Pecho de Plata corrió a los pies de Ari, haciéndole fiesta y saltando para que le hiciera caso. La castaña tomó al lobezno en brazos, dándole ligeros golpes en el hocico al animal y este gruñendo en juego, dando dentelladas infantiles a la mano de la joven.

A Kaiba le hizo gracia el gesto pero, no la había llamado para que jugara con su cachorro, carraspeó su garganta para hacerse notar. Ari se sonrojó por medio segundo, soltando al cachorro y dirigiéndose nuevamente a su patrón de ojos azules.

¿que desea señor Kaiba?

Siéntese Castrus, estamos en confianza. --- le decía, mostrándole el asiento frente a él con la palma de su mano. La muchacha obedeció a la petición con una vaga sonrisa.

Gracias jefe, pero si estamos en confianza, me gustaría que me llamara Ari... ya se lo eh dicho --- le recordaba, colocando frente a ella la agenda que llevaba en manos.

¿Que tiene de malo Castrus? --- le preguntaba, recibiendo a Pecho de Plata, quien saltó a su regazo para que se le tomara en cuenta.

jejeje, no me gusta mucho mi apellido, cuestiones sociales n n¡

Bueno... Ari, ¿estas cómoda con tu nueva oficina? --- aquella pregunta descolocó a la chica, quien no pensaba en que su jefe solo la había llamado para eso.

eeeh... si, si esta bastante bien n n¡... pero, con todo respeto, no creo que me haya llamado solo para eso ¿verdad? --- le decía con una sonrisa nerviosa, inclinando instintivamente su cuerpo hacía el frente.

Supones bien... me percaté de que tienes en tu escritorio una foto de una jauría de lobos... --- aquella confesión hizo que Ari casi se golpeara la frente con la palma de su mano, pues se había olvidado de mover aquel marco que le había llevado su hermana. Kaiba siguió hablando. --- Ari... ¿que opinas sobre Licántropos?

Perdón? --- por segunda vez, el interrogatorio del ojiazul había descolocado a la muchacha.

Licántropos, Hombres Lobo... se que es una estupidez, pero ¿que opinas sobre el tema? --- Kaiba se sentía completamente tonto con el tema, y su reciente fijación por el sexo femenino no ayudaba en absoluto.

Desde hacía dos semanas, sus hormonas adolescentes habían regresado después del "entierro" que habían sufrido desde que fue adoptado por su padrastro a los 12 años. Un sonrojo avergonzado, tanto por la pregunta como por sus pensamientos, adornó sus mejillas, pero se logró controlar lo suficiente como para que apenas fuera visible.

... Olvídalo, es una completa tontería --- le decía a la muchacha, girando su silla para darle la espalda, pero la voz de Ari lo hizo volver la vista hacía ella.

Garous, Licántropos, Hombres Lobo, Los Hijos de Gaia. Aunque la leyenda de los Homo Lupus se hizo conocida por los cuentos de los europeos, sus orígenes datan de tierras desconocidas existentes hace más de 3 milenios. Las leyendas varían bastante sobre el país de origen, pero casi todas concuerdan en que su existencia se la deben al Dios Anubis por ser el único que se representa con la cara de un coyote, rama directa del lobo, aunque muchos argumentan que fue un Dios Nórdico. --- terminando de decir esto, le dedicó una sonrisa divertida a su jefe, quien tenía los ojos como platos y una gotita resbalando por la sien.

O.O¡... ¿como sabes tanto del tema?

me gusta la historia... y las leyendas n n... a todo esto ¿por que el repentino interés? --- la chica sabía perfectamente la razón, pero quería oírlo de sus propios labios, tal vez si el no negaba su estado, ella podría decirle la verdad...

¿Como los eliminas? --- fue su pregunta, evadiendo hábilmente la anterior hecha por la joven castaña.

Hay dos.. una forma, debes cortarle la cabeza n n¡ --- había estado a punto de soltar la sopa, pero logró corregirse de inmediato, desgraciadamente, el pequeño dato no pasó desapercibido por el CEO.

dijiste dos, ¿cual es el otro? --- interrogaba, entrecruzando sus dedos y apoyando su mentón sobre ellos.

bueno, el otro es matando con tus propias manos al que inició la cadena... el Licántropo que te mordió.

Kaiba se levantó de su asiento, dándole la espalda a su secretaria, se asomó por el enorme vidrio que lo separaba del mundo exterior, podía ver todo dominó desde allí. La cosa estaba clara, tenía que encontrar al desgraciado o a la perra que lo mordió, aniquilarlo (lo cual lo haría lenta y dolorosamente), para poder regresar a su vida normal.

Estaba consciente que el que lo había mordido era un "Garou" rubio, y que muy probablemente fuera aquel dichoso personaje llamado Nazuna. Las respuestas probablemente las encontraría en la cabaña, con la cual soñaba casi todas las noches.

Ari.. --- la voz de Kaiba sobresaltó a la muchacha --- ¿que sabes sobre la cabaña del bosque?

¿La... cabaña?

si, hay una cabaña en lo profundo del Bosque Dominó... ahí, donde sale el humo --- le decía, mientras señalaba un punto lejano y apenas visible del bosque. Ari se puso nerviosa, y un repentino ataque de pánico abordó su cuerpo.

... ¿para que quiere saber? --- preguntaba la castaña, visiblemente alterada.

tenía cierta curiosidad y...

¡jamás debe ir allí! --- le decía Ari con recelo, interrumpiéndolo --- aquel lugar no es seguro, ese anciano es demasiado peligroso.

¿Qué?

ya ha sido acusado de la desaparición de gente, no debe ir allí, por su propio bienestar Señor Kaiba.

Ari... ¿Por que dices que es peligroso? --- le preguntaba mientras quedaba frente a frente con la chica, quien apenas y le llegaba a medio tórax. La castaña retrocedió unos pasos del cuerpo del CEO, no solo para evitar el sofoque de la cercanía, sino también para poder ver a su anfitrión sin tener que levantar tanto la cabeza.

¿no ve las noticias?... desde hace mucho, la gente que va al Bosque Dominó a medianoche jamás regresa, especialmente las mujeres y los jóvenes.

Bueno, hay muchas pandillas por allí, no tiene que ser necesariamente el anciano. --- replicaba, cruzándose de brazos y ciñendo un poco más la cola a su cintura.

... dos policías fueron a investigar a la cabaña... ¿y que cree? jamás fueron vistos de nuevo.

se lo dijo por su propio bien señor Kaiba, no debería ir, es muy peligroso... y me remordería la conciencia si algo le sucediese. --- después de terminar su cátedra, la oficina quedó en silencio. Ari esperaba una reprimenda por dirigirse tan familiarmente con el CEO, sabía que eso le molestaba, pues el sentía cualquier comentario de preocupación hacia su persona como si fuera algún halago hipócrita para ganar su favor.

Muy por el contrario a lo que pensaba la chica, Kaiba hablando un poco su mirada. Sabía detectar a un lamebotas a kilómetros de distancia, como a su antiguo secretario, y también sabía leer la hipocresía y el sarcasmo en los ojos de sus subordinados; los de Ari eran completamente sinceros.

Dio tres pasos para quedar a unos cuantos centímetros del cuerpo pequeño de la muchacha, quien sintió de nuevo el sofoque e intento retroceder; la mano del ojiazul se lo impidió.

no hay razón para preocuparse por mí, me se cuidar muy bien solo. --- la mano que sostenía el hombro de la chica se resbaló hasta quedar en su mejilla izquierda, la que acarició quedamente con su pulgar. El sonrojo no se hizo esperar, y Ari terminó encajonada contra la puerta.

La chica de ojos castaños comprendía casi por completo el por qué del comportamiento de su anfitrión, las hormonas siempre salían a relucir antes de la luna llena. Eran necesarias para poder lograr la transformación, el ingrediente para el aumento de la masa muscular, y la fuente de energía. Desgraciadamente, nunca eran fáciles de controlar, y los inexpertos terminaban malgastándolas en sexo.

Kaiba tenía la cabeza hecha una maraña de confusión, sus neuronas le gritaban que debía controlarse, pero el resto de su cuerpo le demandaba obedecer su necesidad. La cosa se le facilitó gracias a Ari, pues el celular de la chica comenzó a sonar y la vibración en su cintura, la cual estaba casi pegada a la del ojiazul, hizo que se separaran casi como si de un choque eléctrico se tratase.

Dando gracias a los dioses, se disculpó con su patrón y salió de la oficina.

Kaiba se recargó en la puerta, pasando una mano por su cara y después dándose ligeras bofetadas para despertarse. Estaba avergonzado hasta consigo mismo. Si bien había llegado a sentir atracción por las mujeres desde hacía ya tiempo, y hasta se había llegado a fijar en la hermana de Wheeler, jamás le había pasado por la cabeza (y por todo lo demás) la necesidad de algo físico.

Escuchó un gruñido en la oficina y, mirando sobre él escritorio, Pecho de Plata le veía como si le dirigiese una sonrisa burlona. Le aulló con gracia y casi pudo jurar que le había guiñado un ojo antes de correr a esconderse bajo su sofá.

Hump... con un Mokuba era suficiente... --- se decía a si mismo con gracia, pensando en que su mascota era igual de burlón y chantajista que su hermano menor. Tras pensar esto, se sentó en su silla ejecutiva y volvió al trabajo.

Mientras tanto, Ari se encerraba en su propia oficina de secretaria ejecutiva. Limpiaba las leves gotas de sudor que resbalaban en su frente con la palma de su mano, pasando aquel gesto desde su frente hasta la liga que sostenía su peinado. Manía idéntica a la de su hermana.

El teléfono siguió sonando, y la chica lo contestó en cuanto cerró la puerta para asegurarse de que nadie la oyera. Abrió su celular, para escuchar la voz tan conocida por ella.

¡Nazuna! ¡no sabes cuanto me alegra tu llamada! n n¡¡ --- le comentaba con euforia, dándole un doble sentido a las palabras.

como digas... ¿que pasó? ¿irá al bosque? --- interrogaba la voz del móvil.

no lo se, pero algo me dice que no lo hará. Deberías seguirlo esta noche, solo por si se queda en la ciudad.

tienes razón, sería peligroso para él y para la gente... te oigo algo agitada... ¿que es lo que hiciste maldita?--- le decía, con un tono bastante pícaro.

esteeee, más bien, que es lo que NO hice n n¡, luego te cuento --- tras decir esto, colgó el aparato.

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9: 57 pm. En algún lugar del bosque dominó...

Un "Lamborgini" negro recorría rápidamente el empedrado camino del bosque, y el conductor era Seto Kaiba. No se arriesgaría a perder otro de sus ayudantes y, según recordaba por sus sueños, toda su pesadilla comenzó por un agravio en el camino que destrozó los neumáticos... no recordaba que fue lo que lo ocasionó.

Esa noche, en aproximadamente 2 horas, se cumplía un mes desde que su pesadilla había comenzado. Y era la fecha la que le abrigaba esperanzas de poder terminarla en ese momento. Divisó una desviación en el camino, y recordaba que aquella senda le llevaría a los cubiles de Lomo Gris, miró a su cachorro y una sonrisa triste se curvó en sus labios.

Pecho de Plata sintió el escudriño de su amo, y volteó a mirarlo con su mirada verde extra dulce. Vio como el ojiazul se mordió el labio, pero no le dio mayor importancia. Se acercó a la ventana al lado suyo, y pronto comenzó a distinguir y recordar lugares y olores familiares, aulló entusiasmado mientras su cola se bamboleaba de un lado a otro.

Pronto, el convertible se estacionó y la figura de Seto bajó del automóvil junto con Pecho de Plata en brazos. El, ahora hipersensible, oído del empresario captó pisadas ligeras en torno suyo, suponiendo de quien podían ser se acuclilló en el suelo y bajó a Pecho de Plata. De entre la maleza salió el cuerpo ágil de Lomo Gris, con sus ojos verdes brillando bajo la luna llena que estaba cerca de llegar a la altura máxima del cielo oscuro.

Pecho de Plata brincó de alegría y, con lo más rápido que le daba su corto cuerpo, fue directo a las largas patas de su madre quien lo recibió con lamidas y "mordidas" suaves que simulaban varios abrazos. A Kaiba se le formó una sonrisa entristecida en los labios mientras se levantaba lentamente del piso.

Lomo Gris dejó de atender a su cachorro más joven, para ir directo al CEO y sentarse en sus cuartos traseros, mirando con los mismos ojos "chantajistas" que usaba el pequeño Pecho de Plata.

El castaño sonrió, poniéndose a la altura de la loba y acariciando su espeso pelaje. Lomo Gris cerró los ojos, disfrutando de las caricias, y pronto terminó acurrucada en el abdomen y muslos del ojiazul, era extraño, pero la loba parecía comprender que Kaiba había ido para despedirse.

Con una última caricia atrás de las orejas de Lomo Gris, se levantó y fue directo a su automóvil. Pecho de Plata esperaba a que su amo lo cargase como siempre le hacía, pero al ver que Seto no se regresaba, lo llamó con un aullido suave y bajo. Al no obtener respuesta corrió hacia él, pero una mirada fulminante lo hizo detenerse en seco.

No Pecho de Plata, te tienes que quedar --- dictaminaba el empresario, mostrando su palma frente al pequeño cachorro en señal de alto. El lobezno ladeó su cabeza, sin entender lo que le decía, volvió a leve trote para intentar juntarse a su dueño.

¡DIJE NO! --- le gritaba nuevamente, haciendo que el cachorro brincara de susto. Sus ojos verdes comenzaron a destellar tristeza y, ahora con su pecho plateado rozando el suelo, se acercó lentamente hasta poder quedar bajo los pies de su amo. Colocándose boca arriba en señal de sumisión, le aulló en invitación a jugar. Kaiba se alejó del cachorro, para emprender nuevamente su partida.

Pecho de Plata comenzó a asustarse, y aullando en suplica, siguió a Seto. Este se enfureció y, con muy pocas ganas de comenzar a sentir arrepentimiento, tomó una piedra y la lanzó a los pies del lobezno, asegurándose de no golpearlo.

El cachorro entendió que no debía acercársele, y se sentó en sus cuartos traseros mientras sollozos lupinos salían de su garganta. Kaiba subió a su auto pero, para su desgracia, Pecho de Plata corrió para reencontrarse. No quería entristecerse, especialmente por que se había encariñado de sobremanera con el cachorrito, pero las cosas tenían que ser así pues ambos eran de mundos diferentes.

El auto arrancó, y por el retrovisor observaba como Pecho de Plata le seguía a toda carrera. Cerrando los ojos, aceleró con fuerza y el humo del motor que salía por el escape del auto dio de lleno a la cara del lobezno.

Pecho de Plata tropezó, sintiendo aquel humo irritar sus ojos, dio varias vueltas por la tierra hasta que su cuerpo cayó desplomado en medio del camino, donde veía con profunda tristeza como su dueño le abandonaba.

Aulló desesperado, esperando vagamente a que el auto regresara, pero no lo hizo. Comenzó a chillar, acurrucándose en las marcas de neumáticos que habían dejado las llantas del convertible de su amo. Lomo Gris llegó con rapidez al lado de su cachorro y le llamó suavemente con un gemido, tras no obtener respuesta, tomo a su lobezno entre mandíbulas y se lo llevó de regreso con la jauría.

Pecho de Plata volteó a ver por donde se había ido Seto, esperando a ver su regreso, y siguió mirando hasta que la maleza tapó su vista. Aulló triste y melancólico, esperando aún a que su aullido fuera escuchado por su amo y regresara por él.

Pero nunca regresó...

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Había estado divagando por el bosque un rato desde haber abandonado a su cachorro negro. Le dolía el solo recordar su mirada verde tras él, pero las cosas tenían que ser así pues si iba a olvidar todo lo que había sucedido desde aquella noche, tenía que desligarse de todo recuerdo, incluyendo a Pecho de Plata.

Por pura coincidencia, o asares del destino, dio con la cabaña como por arte de magia.

Apagó el motor de su auto, y bajo de él, mirando aquella cabaña. Ya había estado allí, y sabía lo que había adentro: un anciano inofensivo, nada de lo que había visto en sus pesadillas se parecía a lo que era en realidad.

Tocó la puerta pero, igual que la vez anterior e igual que en sus sueños, la puerta mal trancada se abrió de par en par con el primer golpe. Al entrar, descubrió que todos los pocos muebles con los que contaba la cabaña habían sido removidos, el lugar estaba completamente vacío y sumergido en oscuridad apenas diluida con la luz de la luna llena. Tras tragar saliva con fuerza, entró a la cabaña, y la puerta se cerró de golpe tras él.

Ya adentro, divisó entre la penumbra una puerta de madera frente a él, la puerta hacía el sótano. Sabia que ahora no era un sueño, y que tenía libre elección sobre si abrirla o no, pero si no la abría, jamás sabría la verdad.

Abrió.

Se encontraban unas escaleras, iluminadas levemente por los rayos de luna, pero solo la mitad del camino era visible. Bajó lentamente, sosteniéndose del inestable barandal que bailaba entre sus manos. Los escalones chirreaban por la madera vieja y en descomposición.

Cuando sus pies tocaron cemento, levantó su mano para averiguar que tan acertadas eran sus pesadillas, y su corazón dio un vuelco al lograr encontrar el cordón que prendía un foco. Tragó saliva con dificultad, armándose de valor, jaló el cordón para dar paso a una luz tenue que iluminó el lugar, logrando así ver al sótano lleno de cajas y latas vacías de comestibles entre otras cosas.

Se relajó, pero la dicha duró muy poco, pues la luz comenzaba a disminuir anunciando que estaba a punto de fundirse. Miró a su alrededor, para divisar una linterna, encontrándola sobre un buró viejo, la tomó entre sus manos hasta que el lugar quedó en oscuridad. Estaba a punto de prenderla, cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo: exactamente lo mismo que en su peor pesadilla.

Si las cosas seguían su rumbo, prendería la linterna y esta iluminaría a un monstruo que comería sus entrañas. Decidió variar un poco y a rastras, tanteando el suelo, encontró una argolla metálica conectada al suelo. Jaló de ella, abriendo así una puerta que lo llevaba al segundo nivel del sótano.

Sin las agallas para prender la linterna, bajo lentamente los inestables escalones, pero un mal paso rompió uno de ellos haciendo que tropezara y rodara por la escalera, rompiendo muchos otros escalones en el acto.

Cuando su cuerpo dejó de dar tumbos, se levantó pesadamente e intentando recuperar la orientación. Unos gemidos lamentosos lo hicieron levantarse de golpe. Sin importarle nada, prendió la linterna, para encontrarse con una visión que cargaría por el resto de su vida.

Un joven de apenas 24 años, moreno claro de ojos grises y cabello negro estaba amordazado y encadenado a grilletes en la pared de aquel lugar. Estaba cubierto apenas por un trapo que hacía el uso de taparrabo, a su lado, había una bacinica pestilente y estaba rodeado por ratas. El sujeto tenía orejas puntiagudas de un tamaño un poco más grande de lo normal, finamente levantadas a los costados de su cabeza; tenía la boca entreabierta, con la lengua salida y reseca por la falta de liquido, mostrando sus colmillos largos... casi del mismo tamaño que los que había despertado, en la mañana, Kaiba.

Aquella mirada gris, opaca e ida de sentimiento, se fijó sobre los ojos azules del CEO; un brillo de felicidad inundó aquella mirada, y el sujeto comenzó a mover su cola amputada cruelmente, llena de llagas y casi inerte por la casi completa cobertura de costras por las heridas.

Aquella imagen conmovió el corazón de Seto Kaiba, mostrando, por primera vez, una cara autentica de lástima y compasión original. Se acercó lentamente al joven arrodillado en el piso, este no habló, pero continuó gimiendo y lloriqueando como un cachorro; hablando ad livitum.

- "Huya, antes de que sea tarde, no debe saber que ha venido, ¡váyase!" --- fueron la traducción directa de los lloriqueos que llegaron a los oídos del castaño, pero este se arrodilló junto al sujeto.

- ... No me voy a ir --- fueron las palabras directas de Kaiba. Miró los grilletes en las manos y pies del sujeto, tenía espantosos desgarres en las muñecas, podía ver el músculo infectado por el metal oxidado y todo alrededor de la maquiavélica herida estaba en un color negruzco, una gangrena hábilmente combatida por los glóbulos blancos de Licántropo.

Miró en torno suyo, y logró dar con una cubeta de agua a más de 3 metros del joven, puesta con el claro objetivo de torturarlo. La tomó entre manos, y observó como el joven levantó sus flexibles orejas hacia el frente, e intentando zafarse de los grilletes para ir directo hacía el vital líquido.

¡Por piedad! ¡un poco de agua! ¡Se lo suplico! --- bramaba el joven, haciendo sangrar más sus heridas al forcejear por intentar llegar hasta la cubeta. Kaiba sintió un nudo en la garganta, y solo atinó a calmarlo para evitar que llegara a tirar la cubeta.

Tranquilo... podrías tirarla --- se arrodilló frente a él, tomando su barbilla, le acercó el balde a su boca, quien comenzó a beber ávidamente. Para su sorpresa, engulló toda el agua en tiempo impresionante. Una vez saciada su sed, sin pensarlo dos veces, se dejó caer en las piernas de Kaiba, infinitamente agradecido.

Kaiba no había visto a una persona tan demacrada, excepto en las fotos de los judíos de los Campos de Concentración de Herr Hitler. Acarició fraternalmente al sujeto en la espalda, dándose cuenta de las cicatrices, costras, llagas y heridas frescas en dicha espalda.

Miró aquellos grilletes y, cegado en furia, tomo uno entre manos y lo intentó romper. Sus brazos se ensancharon, y la iris azul de su mirada cubrió toda la retina de sus ojos, aún cuando sus manos comenzaron a despedir humo con el contacto de aquel metal, logró romper el grillete. Lo mismo pasó con los otros tres, dejando así en libertad a aquel ser en desgracia.

El sujeto no podía mantenerse en pie, se veía sumamente desnutrido y debilitado, pero con las pocas fuerzas que le quedaban, lanzó un aullido de auxilio a su jauría, sin recibir respuesta alguna. Seto podía observar que el sujeto intentaba correr, pero apenas y lograba arrastrarse.

Pronto, escuchó unos pasos bajando por las escaleras, y divisó al anciano tan conocido. Aquel hombre ni se inmutó por la visión del ojiazul, quien recuperó su visión normal.

Te dije que volverías --- le decía con una sonrisa, mientras llevaba un maletín de piel. El solo intentar pensar de donde provenía aquella piel gris cubierta en pelaje largo, le daba escalofrío.

¿Quiere decirme... QUE DIABLOS SIGNIFICA ESTO? --- le rugía con ira, señalando al pobre desgraciado que se encontraba a sus pies, quien demandaba protección, ocultándose tras su cuerpo.

¿eh?... ¡ah, eso!... es mi rata de laboratorio, no te preocupes, estaba pensando en conseguir una nueva esta noche, pero... --- sus palabras fueron interrumpidas por Kaiba, quien lo tomó de las solapas, levantándolo del suelo.

¿De que diablos esta hablando? ¡Es un ser humano, maldita sea! --- rugía completamente fúrico, zangoloteándolo en los aires. Aquel hombre se cansó del trato brusco por parte del ojiazul y, con un poderoso zarpazo, lo lanzó hasta un montón de paja en una esquina del lugar.

De hecho solo es un Licántropo, así que no tienes porque preocuparte... no siente nada --- tras decir esto, le dio unas palmadas a la cabeza del débil joven, sacó de su portafolios un Látigo para Desollar (es un látigo con 10 cuerdas de cuero, y en cada punta tiene una estrella para tortura) y, sin remordimiento alguno, azotó el costado del joven, encajando las puntas en su suave carne.

El Licántropo aulló de dolor, cayendo nuevamente al suelo donde había estado arrodillado. El anciano, intentando desencajar su instrumento de aquel cuerpo, lo jaló con brusquedad haciendo que la piel del sujeto se abriera dejando ver sus costillas.

Kaiba palideció.

bueno, este ya está muy demacrado, pero un Hombre Lobo en buen estado suturaría rápidamente estas heridas... --- no pudo continuar su cátedra, pues el CEO lo derribó de una embestida, posicionándose sobre él y gruñendo mostrando sus, ahora, grandes colmillos.

¡Bestia! ¡Salvaje! --- rugía Seto, pero no pudo permanecer mucho tiempo en aquella posición, pues el anciano rugió y lo lanzó hasta el otro lado de la habitación.

Calma Seto Kaiba, calma... --- tomó al moribundo moreno por el cabello, hasta dejarlo donde había estado con anterioridad. --- Verás, un Licántropo es casi invencible, pero hay ciertos aspectos en los que son vulnerables... por ejemplo, los grilletes eran de plata, por eso las heridas tan fuertes. Pero principalmente, acabo de descubrir una nueva arma.

Tras decir esto, sacó un frasco pequeño con un contenido negruzco muy espeso. Aquel líquido coagulante fue depositado en una jeringa, y esta terminó clavándose en la piel de aquel pobre Garou indefenso. El muchacho comenzó a rugir desesperado, mientras su brazo comenzaba a pudrirse por dentro, literalmente. No tardó más de medio minuto para que aquel brazo gangrenado y negruzco, pestilente por la descomposición, se separara del cuerpo de su dueño.

El veneno avanzó por todo el cuerpo del sujeto, hasta que el cerebro terminó saliéndose por la boca, oídos y nariz, murió.

¿Lo vez? sorprendente verdad? yo mismo no lo creí cuando me lo dijeron.

...Eres un monstruo

¿perdón? déjame recordarte que fue este monstruo quien te salvó hace un mes... bueno, dentro de una hora cumplirá el mes... lástima que tú no llegues a la media noche.

Kaiba no comprendió lo que le hombre le intentaba decir. Todas sus dudas se aclararon cuando aquel anciano comenzó a respirar dificultosamente. Por un momento pensó que era ataque de asma, pero unos ojos idos, negros, le helaron la sangre.

El pecho de aquel anciano comenzó a hincharse, y sus huesudos brazos daban un buen contraste al aumento de musculatura. De su pantalón salió, dando latigazos, una cola vieja recubierta en pelambre canoso, y el pantalón dio sus primeros desgarres por el estiramiento sobrenatural del talón. Aún no lograba ver su rostro, pues el anciano lo cubría con sus manos ahora deformes, cuyas uñas se alargaban y se volvían duras para convertirse en garras.

Un aullido desafinado salió de aquella garganta palpitante, hinchada como si se hubiera tragado un balón de soccer, y Kaiba logró ver finalmente, aquel rostro. Al igual que la garganta, estaba inchada de los pómulos y la frente, palpitando como corazones agitados. La mandíbula dislocada comenzaba a acomodarse nuevamente, ya alargada y torcida, hacia contraste con el apenas cambiado cráneo del anciano.

Si eso era un Hombre Lobo en todo su esplendor, eran realmente la cosa más horrible que había visto en su vida.

"¿Impresionado?... se que no soy el 'Garou Alfa +' pero esta mandíbula trabaja mejor que como se ve..." --- el anciano solo emitía gruñidos y aullidos bajos, que el cerebro del ojiazul podía captar y traducir al instante, como si se tratara de su lengua madre.

Que diablos...

"Oh, me gustaría decir que te acostumbrarás... desgraciadamente ya no hay tiempo para eso..." --- sin más, se lanzó hacia el cuerpo de Kaiba, dando un saltó largo aunque torpe, ya que el castaño logró evitarlo, corriendo hacia las escaleras. Instintivamente, subió aquellos escalones de un salto, evitando así caer por las maderas rotas.

Recuperándose de la caída, el anciano saltó de la misma manera que el empresario, apenas logrando llegar a tierra firme. Estando a punto de volver a saltar hacia el piso de la casa, se detuvo en aquel "Primer Sótano" olfateando fuertemente el aire. Una sonrisa sardónica se formó en aquel hocico desfigurado.

"Oh Kaiba! Come out, come out wherever you are!" --- rápidamente, se abalanzó contra una pila de cajas, sacando así la figura del castaño, que peleaba por soltarse de aquella garra desproporcionada. Lo tiró al suelo, recostándose sobre él, inmovilizándolo por completo.

¡Suéltame maldito monstruo! ¡Suéltame! --- vociferaba, moviéndose frenéticamente y dando patadas sin ninguna puntería. El anciano Licántropo rió divertido. Entrelazando sus garras y acomodando su horrenda mandíbula sobre ellas y el pecho del ojiazul, le miró fijamente con sus ojos negros.

"¿Por qué no nos ayudamos como Licántropos civilizados que somos?" --- sonrió más ampliamente al ver como su "presa" comenzaba a calmarse, espero un poco para después continuar --- "verás, mi vida ha sido muy difícil, nunca pude llegar a ser parte de una manada... y sin una manada es aún más difícil conseguir alimento..."

¿Acaso ese es problema mío? --- decía Kaiba con sorna, a lo que el anciano se enfureció, rugiéndole en la cara.

Kaiba sintió algo extraño en sus entrañas. El hecho de ver a un Garou sobre él, inmovilizándolo y rugiéndole en su rostro simplemente le vino como patada en el hígado. Sintió una furia terrible, y un instinto animal aterrador de imponerse. Rugió con toda la fuerza que le dio su garganta, en acordes poderosos, como el rugido de un león; mostrando sus colmillos que aumentaron dos milímetros, haciéndolo ver sumamente imponente.

El anciano se sobresaltó con aquel comportamiento, sintiendo así una sensación de incomodidad, sintiéndose como lo habían hecho sentir miles de manadas cuando era joven, sintiéndose sumiso. Rugió con fuerza, intentando opacar los rugidos de Kaiba, sin éxito. El castaño siguió rugiendo imponente, logrando quitarse de encima al anciano, quien retrocedió por la intimidación pero sin dejar de rugir.

"¡Cállate! ¡CALLATE! ¡TE DIGO QUE TE CALLES!" --- Rugía el anciano, aunque retrocediendo por el terrible sentimiento de inferioridad.

"¡Aléjate de mi asqueroso! ¡Fuera de mi camino! ¡LARGO!" --- gruñía Seto, levantándose del suelo y rodeando a aquel deforme Licántropo. Pronto llegó a la salida, y estando a punto de comenzar a subir, unas palabras le detuvieron.

"... Sin duda serás un Alfa... ¿Te gustaría saber qué pasó la noche en que te recogí?" --- Kaiba miró al Garou envejecido, sin poder ocultar su mirada interrogativa. --- "... Soy un asesino de Licántropos, me eh dedicado a esto desde mi tercera luna llena a los 17 años, ahora tengo 163 años y 1,700.027 Hombres Lobo despachados... cuando encuentro a alguien en circunstancias como las que te encontré a ti, intento evitarles la maldición... cuando no lo logró, los mato. Desgraciadamente, tus estúpidos amigos llegaron antes de lo que había sospechado"

"... ¿Cómo puedes hacer eso? ¡también eres uno de nosotros!" --- le rugía, sin darse cuenta de su última palabra.

"... ya vete..." --- terminando de decir esto, Kaiba salió corriendo del lugar sin mirar atrás.

Una vez solo, el monstruo se sentó en sus cuartos traseros, mirando la luna colarse por la puerta abierta del sótano. Un aleteo le hizo virar su vista hacia la oscuridad, un murciélago negro de ojos rojos le miraba en reproche, para salir volando rápidamente por la puerta.

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Mansión Kaiba

En su habitación, después de una desquiciada carrera en su automóvil para lograr llegar a su casa antes de la media noche, caminaba de un lado a otro con solo sus boxers sobre su cuerpo. Estaba preocupado, había visto a un Hombre Lobo con sus propios ojos, lo había tocado con sus propias manos, y hablado con el con su propia garganta... ya apenas caía en cuenta de todo esto.

Siempre había creído solo en lo que tocaba y veía, y ahora había visto y tocado a un Hombre Lobo, no en sueños, sino totalmente sólido y real. Los Licántropos existían, y en unos minutos sería uno de ellos.

Agitó su cabeza con fuerza, para desordenar sus cabellos castaños entre sus manos y caer sentado en su cama. Quería decirse que eso no era posible, quería pensar en un rayo de esperanza que le avisara que no habría mutación alguna. Pero no era posible.

¡Pero era imposible! ¡Durante toda su vida supo que los monstruos no existían! ¡Solo había en los cuentos de hadas! Era completamente impensable que una especie cuya estirpe ha vivido, asesinado y aullado durante milenios y jamás se haya sabido de su existencia como una realidad.

Estaba desesperado pero, con el completo uso de su poca facultad que le quedaba en esos momentos, fue directo a su balcón, recargándose en el barandal, dándole cara a la luna.

Aquella orbe plateada, brillando en la cumbre del cielo, iluminaba sus ojos azules inyectados en determinación. Apretó el barandal en el cual estaba apoyado, mirando más fijamente al satélite terrestre. ¿Cómo era posible que un simple pedazo de tierra como la luna tuviera el poder para hacer cambiar a las personas?

¿Acaso era su luz blanca? ¿Su admirable forma para cambiar durante el mes? ¿Los desastres que ocasionaba con un leve movimiento suyo?... ¿Acaso era su preciosa redondez? ¿Su extraña luz espectral alrededor suyo? ¿Su toque de misterio? ¿Acaso solo era por ser tan cautivante?... ¿Acaso solo era por ser la cosa más perfecta en el universo?...

El reloj de pulso marcó las 12:00 de la noche, pero su alarma no llegó a los oidos de Seto Kaiba, cuya mirada se encontraba ida. Su pupila se había diluido en la iris azul de sus ojos, misma que había cubierto toda su cornea, llenando así toda su mirada en azul prusiano.

Comenzó la mutación...

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Lz: ¡MUAJAJAJAJAJAJA!

Ak: muchos nos dijeron que aguantarían el capitulo 10, bueno, pues ahora preguntamos...

Lz: ¿están realmente seguros? JAJAJAJAJAJA! XD

Ak: y es que ya queríamos escribir el capi 10, ¡pues es el siguiente!

Lz: y ahora si, en cuanto lo tengamos hecho lo vamos a poner en publicación. ¡SIN IMPORTAR QUIEN FALTE!

Ak: y con eso nos referimos a ti Kida Luna ¬¬U

Lz: en fin, y ahora...

Ak: ¡A contestar reviews!

"Lariza" ((Akire))

ELI-CHAN1

"si, si, si, ya vimos que te gustó el fic xD" ((pus haber si te gusta este capi... ¡y el que sigue! xD)) "sip, pero su colita ya esta bien n n" ((igualita a la de los saiyajin nOn)) "tan tierna!" ((esperaremos tu próximo review))

HISAKI RADIEN

"¿Cada vez entiendes menos?" ((por que no me sorprende? xD)) "La risa sí significó más... mucho más n n" ((La risa para mi ya es sinónimo de locura: Lariza-La risa)) "¡¡CALLATE! Que mi madre fue la que me puso ese nombre ¬¬U" ((¿ya no va a venir Yami Hisaki?... mmm... dile que le voy a enviar al anciano licántropo a su casa nOn)) "con un lindo moño rosa envuelto en sangre! nOn" ((esperaremos tu próximo review))

SAKURABY

"de hecho, tenemos esa imagen en 'formato mundo caricatura' xD" ((es decir, todo en chibi n n)) "¿matar a tristán?... mmm... jejeje..." ((seh, ya tenemos a muchas 'clientes satisfechas' con nuestro trabajo de musas xD)) "eres el cliente numero 4 n n" ((esperaremos tu próximo review))

ALE

"esteee... jejeje... te parece a ti n n" ((sobre lo de actualizar pronto... ¡FUE SU CULPA!)) "...perra... ¬¬U" ((esperaremos tu próximo review))

KAEDE SAKURAGI

"¡Bienvenida a Aullido Nocturno! nOn" ((seh, nosotras nos preguntamos lo mismo ¬¬U)) "¿neta escribimos bien 0?" ((que lindas palabras son esas n n)) "¡decidido! Me voy a meter al taller de literatura!" ((¿qué no querías teatro?)) "pero... ¿lograré sobresalir? o.ó" ((claro! Eres la reina del melodrama xD)) "¬¬u ja, ja, ja, déjame reír sin control" ((esperaremos tu próximo review))

RANDA1

"pero, ¿Joey también? Pobrecito de mi Inu ToT" ((de hecho, nuestro plan es hacer sufrir a Kaiba con las hermanitas xD)) "si! De esas peleas nos basamos! También tenemos esa imagen en 'formato mundo caricatura' n n" ((exacto, por eso le dolió tanto el lastimarse la cola, pero creemos que ya no lo volverá a hacer n n)) "orita anda muy bien, parece colita de saiyajin n n" ((esperaremos tu próximo review))

KOUKIN

"seh, mi Setito Kawaii anda...y andará jejeje, muy mono con su nueva apariencia" ((¿quién se rie después de una madrina?)) "la respuesta es muuuy sencilla!" ((¡pus sho! Siempre salgo ganando n n)) "Aleina?" ((es muy linda!.. siempre y cuando se haga lo que ella diga n n)) "va a aparecer mucho junto con mi hijita Ari n n" ((¿ya leiste The Kidnap?)) "deberías, allí aparece en todo su esplendor" ((y si ya lo leiste, sabrás más o menos cual será su papel en este fic n n)) "¡viva el chocolate!" ((esperaremos tu próximo review))

SONOMI

"vampiros? mmm... ya verás n n" ((pus sip, esperamos no lo vuelva a hacer xD)) "o si, Joey tiene una que otra sorpresa para todos ustedes n n" ((esperaremos tu próximo review))

CE-AT

"¡SI! El siguiente capi es el nueve!" ((¡mas te vale leer The Kidnap 2!)) "¿¿¿neta ya sabes quien es nazuna?" ((¡IMPOSIBLE! ¡ES UNA SORPRESA!)) "¿la inspiración?" ((tres cositas: dragones, lectores, y el baño n n)) "aunque últimamente estuvimos escuchando el disco de THE LION KING que es instrumental, y tuvimos una idea... pero.. tan..." ((SE NOS ENCHINA LA PIEL CON SOLO RECORDARLA!)) "se los diremos en el último capitulo n n" "¿cuál es tu MSN?" ((para si platicar contigo! n n)) "sería una gran experiencia n n" ((esperaremos tu próximo review))

ANA SILVIA JIMÉNEZ CORTEZ

"¿el novio? ¡¿EL NOVIO!" ((¡¡VOY A MATAR A TU NOVIO!)) "Akire.. sniff... nos cambian por un hombre ToT" ((tranquila, ya me hare cargó yo...¿dónde está mi sierra eléctrica?)) "jejeje, luego te digo" ((espera, ¿le pones el cuerno a Vegeta con tu novio? O.O)) "MUERTE! eso no se hace!" ((mas te vale terminar de leerlo rapidito ¬¬U, esperaremos tu próximo review))

KIMMY ANGY

"¡el mundo se va a acabar! ¡Kimmy dejó review!" ((¡APOCALIPSIS!)) "nel, el climax de la historia va a ser dentro de mucho n n" ((una pelea inolvidable n n)) "sin contar con la sorpresita al final del fic n n" ((SEH! MI HIJA ADORADA REGRESÓ!)) "Aleina Reloaded! xD" ((no te preocupes por el rencor, lo volverás a sentir n n)) "creeme, nosotras también esperamos poder actualizar pronto n n" ((esperaremos tu próximo review))

GOCHI GLAY LOVER

"No te preocupes, que entendemos a las compus lentas n n" ((ni nos menciones tu fic... ¡QUE SADICA ERES! Nos dejaste con el corazón en la mano con eso del pobre Aoi!)) "uuuuy! Espera a ver el siguiente capi!" ((esperaremos tu próximo review))

RIE NOGAMI

"GRRRRRRRRR!" ((ora tu que tienes?)) "¡estoy furiosa!" ((por lo del baño?)) "NO! Por que me cortaron su review! ToT" ((sip, no está completo, pero te podemos decir, por lo poco que leimos, que ya hasta limpiamos el baño n n)) "ahora brilla de ideas n n" ((esperaremos tu próximo review))

KIDA LUNA

"¿qué tienes akire?" ((snif... a mi me decian lo mismo mis amigos! ToT)) "ey! Son más mios que tuyos ¬¬U" ((te vale, no?)) "Aleina está en su clase de cocina con veneno n n" ((y después va al curso de 100 Muertes Distintas con Sedantes)) "ah! Claro, la page es 'Portalmix'" ((así como está, con las iniciales y el punto com n n)) "no Kida, nada de yaoi U.U" ((por cierto, voy a tener laptop nueva, más rápida y moderna n n)) "voy a tener que cooperar con los ahorros de toda mi vida U.U" ((osease con los de hace 3 meses xD)) "siempre me lo gasto xD" ((esperaremos tu próximo review))

CHALE! 12:15 pm nada mas para publicar este fin de semana! Ya tengo sueñito ToT

Y YA SABEN, DEJEN REVIEWS!